1. Cordón umbilical
  2. Baño
  3. Cuidado de las uñas
  4. Descamación de la piel
  5. Ropa
  6. Habitación
  7. Postura de los lactantes para dormir
  8. Paseos y exposición al sol
  9. Chupete
  10. Alimentación
  11. Deposiciones
  12. Estreñimiento
  13. Regurgitaciones
  14. Estornudo / Hipo
  15. Diagnóstico precoz endocrino-metabólico
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Cordón umbilical


 
La caída del cordón umbilical se produce generalmente entre el 5º y el 15º día. Para evitar que proliferen los gérmenes debemos secarlo suavemente tras el baño, aplicar unas gotas de alcohol de 70º y rodearlo luego con una gasa estéril. No utilizaremos polvos ni fajas umbilicales. Cambiaremos la gasa estéril cada vez que se cambie el pañal. Si apreciamos mal olor, secreción o sangrado, deberemos comunicárselo a nuestro pediatra. Una vez el cordón se haya desprendido, seguiremos limpiando la herida con alcohol de 70º y cubriendo el ombligo con una gasa hasta que esté completamente seco.
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Baño


 
Debe ser preferiblemente diario. Elegiremos el momento del día más tranquilo para él y para nosotros -en general por la noche- y procuraremos que el lugar donde vayamos a bañarlo y a vestirlo posteriormente esté a una temperatura confortable, sin corrientes de aire ni ruidos. Prepararemos todo lo necesario antes de iniciar el proceso (toalla, jabón, crema hidratante, pañal y ropa o pijama). Serán suficientes 10 o 15 cm. de profundidad de agua a una temperatura agradable, alrededor de 37ºC -cuando sumerjamos un codo, no debe quemarnos- y el baño, en principio, no debe durar más de cinco minutos. Procuraremos que el bebé disfrute con el baño y le hablaremos. Lo sujetaremos con una mano de forma que quede semi incorporado y con la otra lo lavaremos. Iniciaremos el baño lavándole la cara y seguiremos por el cuerpo y extremidades. No introduciremos nunca bastoncillos ni otros utensilios semejantes en sus orificios corporales. Tras el baño tendremos preparada una toalla seca y templada, extendida sobre una superficie amplia y firme. Depositaremos en ella al bebé y lo taparemos con la toalla secándolo con suaves masajes. Debemos procurar secar bien su cabeza sin miedo a la fontanela.
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Cuidado de las uñas


 
A partir de los 15-30 días, cuando las uñas hayan crecido como para que el pequeño pueda arañarse, podemos cortárselas con una tijera limpia y de bordes romos. También podemos limárselas. Las uñas de las manos deben cortarse redondeadas. Las de los pies se cortan rectas.
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Descamación de la piel


 
Es frecuente en la primera semana de vida. Podemos utilizar leche hidratante corporal.
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Ropa


 
 
La ropa de cuna será ligera de peso para permitir el movimiento del bebé y no lo arroparemos en exceso.
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Habitación


 
El bebé deberá estar en una habitación tranquila y preferiblemente con luz natural. Airearemos bien la habitación diariamente y evitaremos que entren animales de compañía en ella. Se recomienda mantener una temperatura agradable y constante, próxima a 20º-22º C. No permitiremos que entren demasiadas personas de una vez ni que se fume en ella. El bebé deberá dormir en su cuco o cuna, no en la cama con los padres, y a ser posible en una habitación diferente. Intentaremos mantener cierto grado de humedad en su habitación, sobre todo si hay aire acondicionado o calefacción central
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Postura de los lactantes al dormir


 
La Sociedad Española de Neonatología de la A.E.P. aconseja que a los lactantes sanos para dormir se les ponga en la cuna BOCA ARRIBA o DE LADO. Existen circunstancias en las que esta postura no deberá aplicarse (anomalías en la cara; mandíbula pequeña; reflujo gastro-esofágico; algunos prematuros; etc.), y en las que deberemos recibir asesoramiento médico específico sobre la posición ideal durante el sueño. Siempre debemos cuidar que el colchón sea lo suficientemente firme como para que no se hunda la cara del bebé. Nunca deberá usar almohada y procuraremos no cubrir la cabeza con ropa de abrigo. Por lo general, y sobre todo durante el primer mes de vida, los bebés duermen la mayor parte del tiempo. Se despiertan cuando tienen hambre, sienten alguna molestia, etc. debiéndose evitar los ruidos y tensiones que puedan alterar su descanso.
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Paseos y exposición al sol


 
Podremos sacar de paseo a nuestro hijo al cumplir la primera semana, en función de las condiciones climáticas. Dedicaremos un tiempo diario al paseo del bebé; este tiempo variará según la estación del año y la edad del recién nacido. En épocas calurosas evitaremos las horas centrales del día y la exposición directa al sol.
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Chupete


 
En caso de utilizar chupete, comprobaremos que sea de una sola pieza. Procuraremos utilizarlo solamente por la noche al acostarlo y se lo quitaremos cuando esté dormido. Deberemos hervirlo al menos una vez al día durante 2 o 3 minutos y no se lo colgaremos del cuello ni se lo abrocharemos al pecho con imperdibles. Nunca nos los introduciremos en la boca para limpiarlo. No lo rebozaremos con azúcar, leche condensada, miel o cualquier otra sustancia.
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Alimentación


 
LACTANCIA MATERNA
Será a demanda, aproximadamente cada 2 o 4 horas, respetando el sueño durante la noche. Colocaremos al bebé cómodamente en los brazos de la madre para que pueda cogerse bien al pecho, alternando ambos con unos diez minutos de succión en cada uno. Le provocaremos el eructo antes de cambiar de pecho e insistiremos en ello cuando finalice la toma.

 
LACTANCIA ARTIFICIAL
La toma será cada tres horas, respetando el sueño durante la noche. Para una correcta colocación del bebé deberemos sostenerlo en el regazo, sobre las piernas cruzadas y su cabeza descansará en el brazo. El cuello del bebé deberá estar ligeramente extendido hacia atrás. A mitad de la toma, le haremos eructar incorporándolo y dándole suaves golpes en la espalda. Realizaremos la misma operación al final de la toma.
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Deposiciones


 
Durante las primeras 24 a 48 horas, las deposiciones suelen ser negras (llamadas 'meconio'). En los días siguientes se van volviendo verde-amarillentas (llamadas 'deposiciones de transición') y en días posteriores se hacen amarillas. El número de deposiciones al día es muy variable y puede ir desde una por toma hasta una al día. Es normal que el recién nacido haga deposiciones amarillas y semilíquidas al mamar. Para hablar de diarrea se requiere que éstas sean fluidas y/o en número superior al habitual. Es posible la presencia de moco y sangre, acompañándose frecuentemente de otros síntomas: irritabilidad, rechazo del alimento, vómitos o fiebre. Si observamos estas anomalías, conviene que consultemos con el pediatra.
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Estreñimiento


 
Disminución del número de deposiciones. Podemos emplear este término cuando el bebé no haga deposiciones en 48, 72 horas o las heces se endurezcan excesivamente haciendo que la defecación sea incómoda o dolorosa. No es conveniente darles a esta edad ningún tipo de laxante sin indicación médica.
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Regurgitaciones


 
Se considera normal la regurgitación de leche tras la alimentación, coincidiendo con el eructo. La cantidad de leche suele ser escasa y con poca fuerza.
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Estornudo / Hipo


 
El estornudo y el hipo son normales en el recién nacido por lo que no necesitan tratamiento.
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Diagnóstico precoz endocrino-metabólico


 
 
Existen una serie de enfermedades como el hipotiroidismo y la fenilcetonuria, que de no tratarse a tiempo pueden producir retraso mental. Estas enfermedades son difíciles de detectar clínicamente en los recién nacidos. Es imprescindible, para ello, que pasen la prueba de detección de estas enfermedades (la Prueba del Talón o Diagnóstico Precoz). Recibiremos el resultado por correo en el plazo aproximado de un mes o mes y medio. Una vez lo recibamos, deberemos comunicárselo a nuestro pediatra.
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