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La Atmosfera
La Atmósfera
La
atmósfera es, en general, una capa gaseosa que rodea a
un cuerpo celeste y lo sigue constantemente en todos sus
movimientos.
La
atmósfera permite evitar las oscilaciones de temperatura
en la superficie terrestre, disminuye la radiación solar
durante el día e impide la pérdida excesiva de calor
durante la noche. Dentro de nuestro Sistema Solar,
poseen atmósfera el Sol, la Tierra, Venus, Marte,
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. La Luna y el
planeta Mercurio, carecen de ella. Esto depende
exclusivamente del tamaño de los astros, ya que los más
grandes tienen más fuerza de gravedad, lo que los lleva
a conservar su capa de gas; los de menor volumen, en
cambio, se desprenden de ella.
La
atmósfera terrestre está compuesta por un 78% de
nitrógeno y un 21% de oxígeno. El resto es
argón (0.93%), bióxido de carbono o
anhídrido de carbono (0.03%) y restos de otros gases
como vapor de agua (varía de 0,1% a 5% según el clima)
neón, helio, kriptón, xenón e hidrógeno.
Estructura de la atmósfera
La
atmósfera cuenta con una estructura muy bien definida.
Se divide en cuatro capas o esferas distribuidas según
su altitud de la siguiente manera:
La
tropósfera es la parte inferior y más densa de la
atmósfera; es la más cercana a la superficie terrestre y
en ella ocurren los fenómenos climáticos como lluvias,
nubes y tormentas. A causa de la altitud existente (11
km en promedio), la temperatura va disminuyendo en esta
capa de la atmósfera, llegando casi a 55¼ bajo cero en
el límite entre la troposfera y la estratosfera,
variación que se conoce con el nombre de gradiente
vertical de la temperatura. Más del 75% del peso total
del aire, gran parte de la humedad y casi todo el polvo
atmosférico, están contenidos en la troposfera.
La
segunda capa de la atmósfera es la estratósfera,
que se extiende hasta los 80 km de altitud, compuesta de
aire claro y seco. Es bastante más estable que la
troposfera, al igual que su temperatura que se mantiene
constante en su parte inferior, ya que se va calentando
producto de la absorción de energía solar por parte de
su capa de ozono, que es la variedad de oxígeno
que existe en esta zona, capaz de capturar las
radiaciones ultravioletas (U.V.) dañinas del sol para
que no lleguen a la superficie terrestre.
La
humedad casi no existe en la estratosfera, lo que trae
como consecuencia una baja producción de nubes. La
estratósfera, en su límite superior, alcanza una
temperatura aproximada de 10¼ Celsius. Las capas
inferiores de la troposfera son utilizadas para el
tránsito aéreo.
Luego
viene la mesósfera, donde la temperatura va
disminuyendo considerablemente hasta llegar
aproximadamente a los 100¼ bajo cero en el límite
superior. Dada la menor densidad del aire, la difusión
de la luz, que es la que da el color azul al cielo, no
es capaz de concretarse.
También
se le llama ionósfera, básicamente por la baja
densidad del aire y la gran riqueza de iones. La
importancia de esta capa es la transmisión de las ondas
radiales, ya que de lo contrario, se perderían en el
espacio en caso que no se reflejaran en ella.
La
cuarta capa de la atmósfera se llama termósfera y
a diferencia de la anterior su temperatura va en aumento
hasta alcanzar los 1.000° Celsius a los 300 kilómetros
de altura.
Una
última zona, que no se considera como parte de la
atmósfera por estar fuera de la Tierra, es la
exósfera, donde las partículas materiales son tan
pequeñas en número que podrán avanzar varios kilómetros
y nunca chocar unas con otras. Sin embargo, posee mucho
polvo cósmico que cae sobre la Tierra, y que en
consecuencia, aumenta su peso aproximadamente en 10 mil
ó 20 mil toneladas
La
atmósfera: Equilibrio gaseoso
Corresponde a una importante capa protectora que
posibilita la mayoría de los procesos vitales del
planeta. Su porción más cercana a la superficie
terrestre está directamente relacionada con el clima y
los fenómenos meteorológicos.
Nuestro
planeta posee características únicas que facilitan el
desarrollo de la vida. Además de contar con importantes
recursos hídricos, debemos agregar la existencia de una
capa gaseosa adecuada para la existencia de la vida que
envuelve la Tierra y mantiene su temperatura, la protege
de la radiación cósmica y constituye un eficiente
sistema de intercambio de energía solar entre las
regiones cálidas y frías. Nos referimos a la atmósfera
terrestre.
Su
formación ocurrió hace millones de años, en tiempos de
la Tierra primitiva, producto de varias transformaciones
en la superficie y en la composición de los gases que
emanaban de ella.
La gran
actividad volcánica de esos años generó importantes
concentraciones de dióxido de carbono, vapor de agua y
nitrógeno, elementos que por la fuerza de gravedad
quedaron suspendidos y formaron una precaria e inestable
atmósfera.
Posteriormente, la aparición de agua en la superficie
del planeta y el trabajo fotosintético de las primeras
plantas fueron algunos de los factores que alteraron la
composición atmosférica, constituyendo finalmente los
elementos que conocemos hoy.
Actualmente, la atmósfera terrestre está compuesta por
un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno, 0,93% de argón,
0,035 de dióxido de carbono y un 0,04% de otros gases
(entre ellos, helio, neón y vapor de agua) Si bien son
rangos establecidos, estos cambian a medida que
ascendemos desde la superficie terrestre hacia el
espacio exterior, así como también varía la cantidad de
vapor de agua en función de la temperatura y la humedad
relativa.
Capas
constituyentes
La
atmósfera está compuesta por cinco capas, cada una de
ellas con características y funciones propias. La capa
más cercana a la superficie terrestre se denomina
troposfera. Se ubica a partir del nivel
del mar hasta, aproximadamente, 10 kilómetros de altura
(en el Ecuador, la distancia alcanza los 19 kilómetros,
mientras que en los polos llega a 9). Es la capa más
gruesa de la atmósfera, formando el 75% del peso total
del aire y conteniendo gran parte de la humedad y el
polvo atmosférico. También se le llama "capa
meteorológica", ya que en ella ocurren los principales
fenómenos meteorológicos, como la formación de las nubes,
lluvias y tormentas.
La
segunda capa atmosférica es la estratosfera,
que llega hasta los 50 kilómetros de altura. En ella se
desarrollan los vientos constantes y las masas de aire
se disponen en franjas o estratos. Alberga la mayor
concentración de ozono (O3), variedad de oxígeno que nos
protege de las dañinas radiaciones ultravioletas
provenientes del Sol.
También
en este sector, gracias a la ausencia de cambios
meteorológicos y su consecuente seguridad, se realizan
los vuelos comerciales.
A
continuación y hasta los 80 kilómetros de altitud se
ubica la mesosfera, que en su porción
superior posee temperaturas inferiores a los -100ºC. Es
catalogada como una capa de bajas presiones, ya que la
concentración de gases, como el nitrógeno y el oxígeno,
es menor.
Sobre
los 80 kilómetros encontramos la termosfera
o ionosfera, cuyo nombre se relaciona
directamente con las altas temperaturas de esta zona.
Este fenómeno se debe a que las moléculas de aire
absorben la radiación proveniente del Sol y los gases
presentes están ionizados. En este sector se desintegran
algunos meteoritos que alcanzan la Tierra, los que al
entrar en contacto con esta capa disminuyen de tamaño y
se convierten en estrellas fugaces.
La
última capa atmosférica se llama exosfera y cuenta con
una considerable cantidad de moléculas de gas escapando
constantemente hacia el espacio; aquí es el único lugar
donde los gases pueden escapar, ya que la gravedad no es
tan fuerte.
En esta
zona el aire es muy transparente, existe una gran
cantidad de polvo cósmico y por ella transitan muchos de
los satélites meteorológicos.
Las
división entre una capa y otra se denominan,
respectivamente, tropopausa,
estratopausa, mesopausa y
termopausa.
Movimientos
de la atmósfera |
Los movimientos en la atmósfera se producen a
diversas escalas, se pueden registrar desde
movimientos milimétricos hasta de miles de
kilómetros, la mayor escala de movimiento, es
decir la escala en kilómetros, se denomina
circulación general.
La circulación general es causada por los
cambios térmicos y de presiones en el globo
terrestre y modificada por la rotación de la
Tierra. La Tierra y los océanos introducen
modificaciones adicionales y contribuyen a
iniciar circulaciones
secundarias. La topografía local
introduce circulaciones
terciarias y así sucesivamente, hasta
llegar al movimiento molecular para finalmente
cesar debido a la viscosidad del aire. |
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La atmósfera de la
Tierra.
Nuestro planeta está rodeado por una envoltura
gaseosa denominada atmósfera, con una altura de
unos 2.000 kilómetros. La densidad de los gases
que la componen, desciende con la altitud, de
tal manera que la mitad de su masa se encuentra
en una capa que tiene un espesor de unos 5
kilómetros. Se puede decir que la atmósfera ha
sido divida en capas para su estudio según sus
características y eventos o movimientos que se
suceden en ellas y que afectan la vida del
planeta. |
Capas de la Atmósfera:
La atmósfera esta compuesta por capas
concéntricas: |
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•
Troposfera (del
griego tropos:
giro y sphaira:
esfera): Es la zona inferior de la atmósfera que
se extiende desde el nivel del mar hasta unos 16
Km. Es una zona de gran agitación a causa de los
vientos y otras perturbaciones atmosféricas que
tiene gran influencia en el cambio de los climas
y la modificación del relieve terrestre. Las
fuertes corrientes ascendentes y descendentes
hacen que las masas de aire en esta capa de la
atmósfera estén muy mezcladas. Su espesor es muy
variable y se estima que es de unos 16 km en las
zonas ecuatoriales, 14 km en las zonas templadas
y unos 10 km en las zonas polares. |
El límite superior de la troposfera se denomina
tropopausa, allí
el aire tiene una temperatura muy baja (hasta
–85ºC). Son capas muy delgadas que se distinguen
por la presencia de las nubes denominadas cirros
muy finos o por delgados horizontes de neblina.
Entre los 8 y 16 Km de altura, los vientos
alcanzan grandes velocidades desde 100 a 500
Km/h. En esta zona es donde se originan las
llamadas corrientes de
chorro, o sea la que se forma en el vacío
comprendido entre dos contrastes térmicos; el
aire polar prácticamente seco se cambia en los
dos sentidos con el aire húmedo de la troposfera
tropical y subtropical. |
La troposfera es
una capa muy densa, en ella se encuentran más de
las ¾ partes del aire de la atmósfera, además
contiene mucho vapor de agua condensado en forma
de nubes, y gran cantidad de polvo. La
temperatura en la troposfera va disminuyendo a
medida que se aleja de la corteza terrestre. En
ciertos lugares sobre el nivel del mar puede
estimarse en 29ºC en la denominadas
zonas ecuatoriales,
en las zonas templadas
se encuentra a unos 15ºC y a –3ºC en las
zonas polares. A
los 6.000 metros de altura llega a los –24ºC y
se hace constante hasta los 11 km. |
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• Estratosfera
(del latín, stratum:
capa). Tiene un espesor aproximado de 60 Km. y
se encuentra por encima de la tropopausa. Casi
no hay movimiento en dirección vertical del aire,
pero los vientos horizontales llegan a alcanzar
frecuentemente los 200 km/h, lo que facilita que
cualquier sustancia que llega a la estratosfera
se difunda por todo el globo con rapidez. |
Por ejemplo, esto
es lo que ocurre con los CFC que destruyen el
ozono. En esta parte de la atmósfera, entre los
30 y los 50 kilómetros, se encuentra el ozono,
el cual es un elemento químico de gran
importancia ya que absorbe las dañinas
radiaciones de onda corta. La temperatura en la
estratosfera va aumentando hasta llegar a ser de
alrededor de 0ºC en la estratopausa. |
• Mesosfera:
se extiende entre los 50 y 80 km de altura,
contiene sólo cerca del 0,1% de la masa total
del aire. Es importante por la ionización y las
reacciones químicas que ocurren en ella. La
disminución de la temperatura combinada con la
baja densidad del aire en la mesosfera
determinan la formación de turbulencias y ondas
atmosféricas que actúan a escalas espaciales y
temporales muy grandes. La mesosfera es la
región donde las naves espaciales que vuelven a
la Tierra empiezan a notar la estructura de los
vientos de fondo y del freno aerodinámico. |
• Ionosfera:
se extiende desde una altura de casi 80 km sobre
la superficie terrestre hasta 640 km o más.
Cuando las partículas de la atmósfera
experimentan una ionización por radiación
ultravioleta, tienden a permanecer ionizadas
debido a las mínimas colisiones que se producen
entre los iones. La ionosfera tiene una gran
influencia sobre la propagación de las señales
de radio. Una parte de la energía radiada por un
transmisor hacia la ionosfera es absorbida por
el aire ionizado y otra es refractada, o
desviada, de nuevo hacia la superficie de la
Tierra. Este último efecto permite la recepción
de señales de radio a distancias mucho mayores
de lo que sería posible con ondas que viajan por
la superficie terrestre. |
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• Exosfera:
es la última capa de la atmósfera. Se estima que
presenta un espesor de 2.500 Km, esta conformada
principalmente por helio. |
Composición del aire
La troposfera es la zona que contiene el aire
que se respira y en ella también se producen los
fenómenos meteorológicos que determinan el clima.
El aire es una
mezcla de una serie de elementos y está
constituido por dos grupos de componentes, unos
constantes y otros accidentales. Los componentes
constantes son el nitrógeno (78.084%), oxígeno
(20.946%), argón (0.934%) y los gases inertes o
nobles. Esta mezcla de gases mantiene la
proporción de sus distintos componentes casi
invariable hasta los 80 km, mientras más lejos
de la tierra el aire es menos denso. Hay otros
dos componentes que están siempre presentes,
pero cuya cantidad es variable según el lugar y
el tiempo, que son el
dióxido de carbono y el
vapor de agua,
el ozono y
diferentes óxidos.
También hay partículas de polvo en suspensión
como, por ejemplo, partículas inorgánicas,
pequeños organismos o restos de ellos y sal
marina. Muchas veces estas partículas pueden
servir de núcleos de condensación en la
formación de nieblas muy contaminantes.
Los volcanes y la actividad humana son
responsables de la emisión de diferentes gases y
partículas contaminantes que van directamente a
la atmósfera y tienen una gran influencia en los
cambios climáticos y en el funcionamiento de los
ecosistemas. El aire se encuentra concentrado
cerca de la superficie, comprimido por la
atracción de la gravedad y, conforme aumenta la
altura, la densidad de la atmósfera disminuye
con gran rapidez. En los 5,5 kilómetros más
cercanos a la superficie se encuentra la mitad
de la masa total y antes de los 15 kilómetros de
altura está el 95% de toda la materia
atmosférica.
El origen de la
atmósfera
La mezcla de gases que forma el aire actual se
ha desarrollado a lo largo de 4.500 millones de
años. Se cree que la atmósfera en sus inicios
debió estar compuesta por emanaciones volcánicas,
como vapor de agua, dióxido de carbono, dióxido
de azufre y nitrógeno, con una muy baja
proporción de oxígeno. |
Para lograr la transformación han tenido que
desarrollarse una serie de procesos, uno de
ellos es la condensación del vapor de agua de
origen volcánico, dando lugar a los antiguos
océanos. También se produjeron reacciones
químicas donde parte del dióxido de carbono
debió reaccionar con las rocas de la corteza
terrestre para formar carbonatos, algunos de los
cuales se disolverían en los nuevos océanos.
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Más tarde, cuando evolucionó la vida primitiva y
se comenzó a producir la fotosíntesis, este
proceso generó el oxígeno. Hace unos 570
millones de años, el contenido en oxígeno de la
atmósfera y los océanos aumentó lo bastante como
para permitir la existencia de la vida marina.
Más tarde, hace unos 400 millones de años, la
atmósfera contenía el oxígeno suficiente para
permitir la evolución de animales terrestres
capaces de respirar aire. Además de proteger el
planeta y proporcionar los gases que necesitan
los seres vivos, la atmósfera determina el
tiempo y el clima. |
La circulación de la
atmósfera
La baja densidad de los gases que
conforman la atmósfera terrestre permite su
desplazamiento sobre la superficie. Como ocurre
con todos los gases, el aire modifica su
densidad en función de la temperatura y esto
hace que pueda ascender y descender. Las
constantes variaciones de temperatura entre unos
puntos y otros de la Tierra, permiten que el
aire esté en continuo movimiento. Su ascenso o
descenso no se efectúa en línea recta, y esto
origina los vientos. El vapor de agua que
contiene el aire se convierte en líquido (se
condensa) cuando asciende a capas más frías, por
lo que se producen las precipitaciones. |
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La gran
banda transportadora acuática con corrientes
profundas frías y corrientes superficiales
calientes
(Fuente: DKRZ/MPI-Hamburgo)
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El calor
La energía del Sol que atraviesa la atmósfera de
la Tierra puede llegar al mar o a las rocas de
un continente, las rocas tienen tendencia a
calentarse y enfriarse más rápidamente que el
agua. Es así que los continentes se enfrían y se
calientan antes que los océanos, creando zonas
con distintas temperaturas. Esto genera las
corrientes frías o cálidas que provocan
determinados movimientos en la atmósfera. |
La cantidad de energía que recibe cada porción
de la Tierra depende también de la inclinación
de los rayos solares, cuanto más verticales, más
energía. Por esto, las regiones cercanas a los
polos son mucho más frías que las que se
encuentran cerca del ecuador. Además, en el
hemisferio norte la proporción de tierras
emergidas es mucho mayor que en el sur. Esto
influirá también en la formación de corrientes
de aire cálido o frío. |
Latitud y
altitud |
La latitud
determina la posición de un punto determinado de
la Tierra con relación al ecuador. Se mide
dividiendo el hipotético cuadrante terrestre en
90 paralelos, cada uno de los cuales corresponde
a un grado del ángulo recto. El ecuador tiene
latitud 0º y los polos, 90º. Las latitudes altas
reciben mucho menos calor que las bajas. |
La altitud se
refiere a la altura de un punto determinado en
relación al nivel del mar. A medida que aumenta
la altitud, disminuye la densidad de la
atmósfera y, por tanto, su capacidad de
absorción del calor. Por esto, cuanto más alto
esté un lugar, menor temperatura tendrá. |
El aire en movimiento
A causa de las diferencias entre agua y tierra,
de la latitud y de la altitud, se crean zonas en
las que el aire más caliente y ligero tiende a
ascender, mientras que el aire más pesado y frío
desciende. Estas diferencias de presión son las
causantes de los vientos. La zona del planeta y
sus características particulares determinaran el
tipo de movimiento atmosférico, es así que a lo
largo del ecuador se concentraran las zonas de
baja presión, en las zonas subtropicales se
concentran altas presiones, las zonas templadas
de baja presión y por último las zonas polares
con altas presiones. Es así que las masas de
aire se mueven entre estas zonas con presiones
distintas. |
La rotación de la Tierra
La tierra, al girar
sobre su eje, produce fuerzas centrífugas y de
inercia que arrastran el aire. Además, al estar
en contacto con la superficie, se originan
también fuerzas de rozamiento. Todas estas
fuerzas tienen una enorme influencia sobre la
forma en que se mueve el aire. |
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Cuando por diferencias de presión el aire se
pone en movimiento, la rotación de la Tierra lo
desvía según la dirección de marcha: hacia la
derecha en el hemisferio norte y hacia la
izquierda en el hemisferio sur. Todo este
complejo sistema de fuerzas hace que el viento
se desplace describiendo amplios círculos o
espirales. También se originan diferentes tipos
de vientos como los alisios y los ponientes
gracias a la influencia de otro tipo de fuerzas
tales como la fuerza de Coriolis y colocar
debajo de la imagen: Esquema del movimiento que
tendría el aire sometido exclusivamente a la
fuerza de Coriolis. ) que actúa sobre la masa de
aire a causa de la rotación de la Tierra.
La fuerza de Coriolis afecta a los vientos
predominantes, a la formación de tormentas y de
corrientes oceánicas. Mientras que la fricción
desempeña un papel relativamente menor, debido a
que las masas de aire se mueven esencialmente en
direcciones paralelas. Los vientos geostróficos
se forman por la acción las fuerzas de Coriolis
y de fricción juntas. Como consecuencia, los
sistemas de bajas presiones rotan en sentido
contrario a las agujas del reloj en el
hemisferio norte, mientras que los sistemas de
altas presiones rotan en sentido de las agujas
del reloj. Los ciclones en el hemisferio Sur
rotan en el sentido de las agujas del reloj,
como establecen las leyes de Buys-Ballot. |
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Contaminación atmosférica.
La contaminación atmosférica ha crecido de
manera alarmante en los últimos años, como
consecuencia del aumento de humos, gases tóxicos
y productos químicos generados por la actividad
humana. La gran capacidad que tiene la atmósfera
para acoger todo tipo de gases y partículas y
luego trasladarlos a enormes distancias, es lo
que permite que la contaminación generada en una
zona determinada afecte a otras más distantes.
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Sin embargo, esta
capacidad de dispersión de contaminantes, no es
totalmente cierta en un determinado momento y
lugar. Bajo ciertas condiciones la atmósfera
sufre estancamientos, ocasionando así una gran
concentración de contaminantes, debido a las
escasas condiciones de ventilación que puede
presentar. |
La dispersión atmosférica de un contaminante
depende en primer lugar, de las condiciones
meteorológicas y, después de los parámetros y
condiciones en que se produce la emisión del
contaminante, es decir, depende de la velocidad
y temperatura de los gases, la masa y peso
molecular de los diferentes compuestos. El grado
de dispersión de los contaminantes dependerá del
estado de la atmósfera en un instante y lugar
determinado. |
Estados de la atmósfera:
En un cierto instante y en un determinado lugar,
la atmósfera se puede comportar como: |
Atmósfera estable:
se caracteriza por la ausencia de
movimientos verticales y horizontales,
lo que la aproxima a un estado de reposo.
Los contaminantes no tienden a subir,
sino a permanecer en niveles cercanos a
la superficie terrestre y en ausencia de
vientos tampoco son arrastrados
horizontalmente. En otras palabras hay
escasa o nula dispersión de los
contaminantes. |
Atmósfera inestable:
se caracteriza por la gran cantidad de
movimientos verticales que se presentan
en la atmósfera, tornándose turbulenta.
Los contaminantes tienden a ser
arrastrados tanto vertical como
horizontalmente esto crea un gran poder
de dispersión. |
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Situaciones
meteorológicas asociadas a condiciones de
estabilidad: Anticiclones cálidos: Los
anticiclones son centros de altas presiones
caracterizados por movimientos descendentes.
Cuando estos ejercen su acción sobre el
continente los movimientos descendentes abarcan
la casi totalidad de la atmósfera, a excepción
de los primeros metros sobre el suelo.
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El calentamiento diurno, da origen a pequeños
movimientos ascendentes en los primeros metros,
los cuales chocan en un determinado nivel con
los descendentes. En dicho nivel por fricción se
produce un calentamiento, constituyendo lo que
se conoce como “inversión térmica”. La capa
comprendida entre el suelo y este nivel de
inversión térmica, concentra y confina la
totalidad de los contaminantes y a ausencia de
vientos, estos permanecen por varios días sobre
el lugar. Así, el enfriamiento nocturno se
encarga de que dicho nivel de inversión térmica
descienda hasta las proximidades del suelo
empeorando las condiciones de ventilación.
Anticiclones fríos:
estas masas de origen polar se caracterizan por
bajas temperaturas en su seno y gran densidad. A
diferencia de los anticiclones cálidos donde por
razones dinámicas el aire es forzado a descender,
aquí el aire frío permanece en los niveles bajos
por efectos gravitatorios (aire pesado). Estos
anticiclones originan condiciones de gran
estabilidad atmosférica, inhibiendo los
movimientos ascendentes, razón por la cual los
contaminantes se concentran a nivel del suelo y
con escaso desplazamiento horizontal a ausencia
de vientos. |
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