Por
Joel Ortiz Rivera /
joel.ortiz@elnuevodia.com
Un
informe de una auditoría que la
Oficina del Inspector General (OIG)
del Departamento de Educación
federal hizo al Departamento de
Educación de Puerto Rico (DE)
encontró fallas en el cumplimiento
de reglas y procedimientos de manejo
y supervisión del programa de Título
I o de Servicios Educativos
Suplementarios (SES).
El
documento, dirigido al secretario de
Educación, Carlos Chardón, fue
emitido el 21 de abril y se une a la
carta enviada hace unos días a
Chardón y al gobernador Luis Fortuño,
en la que las autoridades federales
amenazan con limitar la entrega de
fondos al DE debido a manejos
irregulares con los dineros
destinados a Título I.
El
programa SES cuenta con más de $100
millones anuales con los cuales
Educación contrata a compañías
privadas para que ofrezcan -después
de las seis horas del periodo
lectivo regular- tutorías en inglés,
español y matemáticas a estudiantes
de Título I de bajos ingresos
familiares, en planteles que el DE
determine que necesitan mejorar el
aprovechamiento estudiantil.
Costosa falta de supervisión
Según
el informe, que comprende el año
escolar 2006-2007, el DE concedió 47
contratos por $112 millones a 18
proveedores, pero no los fiscalizó
ni supervisó adecuadamente. Eso,
según el documento, redundó en
hallazgos que van desde estudiantes
que alegadamente no recibieron los
servicios -aunque firmaron y
certificaron lo contrario- y en
maestros que dieron clase a los
participantes durante el horario
regular de las escuelas y luego en
las tutorías.
El
informe señala que se conversó con
los padres de 27 niños, que dieron
su consentimiento para que se
entrevistara a sus hijos. En ese
proceso, una niña reveló que nunca
asistió a las sesiones de tutorías,
pero que firmó las hojas de
asistencia a cambio de “puntos
adicionales”. Otra dijo que asistió
seis o siete veces, pero que firmó
la hoja de asistencia como que fue a
todas cuando una maestra del
programa se lo pidió.
Una
maestra identificada como la que
proveyó los servicios a una de estas
estudiantes, dijo que certificó que
dio los servicios porque se lo pidió
la coordinadora o líder de escuela
que designa el proveedor a cada
plantel, a pesar de que la
estudiante fue a sólo una sesión.
También se menciona a estudiantes
que no recibieron las 45 horas de
servicio anuales; que el programa se
le ofreció a estudiantes inelegibles;
cuotas por uso de instalaciones del
DE que no se le cobraron a los
proveedores y que no se aseguró el
derecho de los padres a escoger al
proveedor que más conveniese a su
hijo, como lo estipula el programa.
Freno
al SES
El
director de la Oficina de Asuntos
Federales del DE, William Ubiñas,
admitió conocer el informe e indicó
que desde su llegada a la agencia en
marzo de este año se percató de la
falta de mecanismos de supervisión y
fiscalización hacia los proveedores.
Dijo que ordenó frenar el programa
para evaluarlo a fondo. El programa
SES es parte de Título I, al que se
le asignan unos $500 millones
anuales, cifra que con los fondos
ARRA del gobierno del presidente
Barack Obama podría elevarse a $800
millones a septiembre de 2011.
Tras
dos meses de estudio por un comité,
según Ubiñas, éste decidió cambiar
el personal de la oficina de SES, y
se trajo a un “administrador
competente que pueda correr un
programa de $100 millones”. Para eso
designó a Denise Mattei. También
nombró como auditor al contador
público autorizado José Vázquez y
como abogado a Walter Pierluisi. No
especificó si éste tiene algún lazo
familiar con el comisionado
residente Pedro Pierluisi, quien
tiene un primo segundo con ese
nombre.
Sostuvo además que se propone
establecer un sistema de supervisión
en cada una de las regiones,
mediante el cual se visite a cada
uno de los más de 30 proveedores,
posiblemente más de una vez a la
semana.
Preocupa posible fraude
Sobre
la alegación de niños que firmaron
por un servicio que no recibieron,
dijo que, si ocurrió así, “es bien
preocupante. Básicamente la palabra
es fraude”.
Informó que se trabaja en un proceso
de identificación biométrica para
que los estudiantes confirmen con su
huella digital. Añadió que el asunto
de los maestros que dan tutorías “es
totalmente inaceptable, por lo que
esa práctica la vamos a detener”.
“Ya
está establecido este año que un
maestro que esté en una escuela por
ley no lo puede hacer (dar tutorías).
El problema era demasiado y estaba
generalizado en toda la Isla”,
agregó.
Sobre
por qué no se tomaron acciones
preventivas para que las situaciones
expuestas no ocurrieran, Ubiñas dijo
que “habría que preguntarle a las
personas que montaron este esquema
en la oficina antes que yo”, y
recalcó que lleva seis meses en su
posición.
No
obstante dijo que el DE está en el
proceso de recuperar el dinero que
adeuden los proveedores según el
informe y que aunque no han impuesto
sanciones, cuando se recertifique a
los proveedores señalados, éstos
tendrán que contestar cómo
corregirán las situaciones. De
reincidir corren el riesgo de perder
la acreditación.
Mira a
contratos millonarios
Las
irregularidades que revela el
informe de la OIG señalan a sólo dos
de las más de 30 compañías
proveedoras de servicio. Estas
fueron Rocket Learning y AMAR
Educational Services.
Según
el informe, durante el año escolar
2007-2008, AMAR tuvo un contrato de
$22 millones, mientras que Rocket
Learning manejó uno de $13 millones.
Carlos Rodríguez, director ejecutivo
de AMAR, se mostró sorprendido por
el informe, dijo desconocerlo y
agregó que Educación nunca se ha
comunicado con ellos para discutir
las acciones correctivas a tomar.
Dijo que AMAR es una compañía que el
año pasado atendió 18,000
estudiantes de 184 escuelas y empleó
1,200 maestros. Incluso, dijo que el
propio DE los auditó en julio y el
resultado fue perfecto.
“Somos
personas serias, sumamente honestas,
y queremos hacer las cosas bien”,
manifestó Rodríguez. “Hay personas
que siguen las reglas y otras que
no. Yo no puedo decir que en el
momento en que se hizo la auditoria
sucedían estas cosas. Pero no han
venido a decirnos en qué fallamos. Y
nos deben dar la oportunidad”, acotó.
Teorizó que en el informe se hizo un
muestreo de los dos proveedores más
grandes, idea con la que coincidió
Jaime Palés, presidente de Rocket
Learning.
Esta
compañía, según Palés, fue fundada
por él y por Hiram Pérez Arrillaga,
quien fue mencionado como posible
candidato a secretario de Educación
en diciembre. Tiene 100 empleados a
tiempo completo, 3,000 maestros y el
año pasado atendió a 20,000
estudiantes. Palés dijo sentir
frustración porque no se les
permitió dar su explicación a los
señalamientos, que según él tienen
justificación. “Me enteré de la
auditoría cuando fue colocada en
internet. Fuimos al OIG para que se
retirara y se resometiera con las
explicaciones nuestras, pero no se
nos permitió”, dijo. |