Hormigas en mi patio.

 

En el patio de atrás hay un monte de hormigas. Mi madre me dice que no me acerque, porque me pueden picar. Pero a mi me gusta mirarlas.

A mi madre no le gustan las hormigas, porque le dañan las flores y las hojas del jardín. Pero mi abuela dice que las hormigas son buenas, porque remueven la tierra cuando construyen sus montecitos llenos de túneles. Así, los nutrientes del suelo llegas hasta las plantas fácilmente.

Cuando llueve. El monte de las hormigas se deshace. Pero tan pronto pasa la lluvia, las obreras vuelven a formarlo.

A veces, las hormigas encuentran algún alimento delicioso. Entonces, parecen cargadores en un safari por la selva. Una detrás de otra, en una fila larga y perfectamente recta, llevan la comida sobre sus cabecitas.

Un día, cuando buscaban algo rico para comer, se metieron en la cocina. Entonces mi padre las encontró aglomeradas en la puerta de la nevera y las espanto fuera de la casa.

Las hormigas son como exploradores. Suben y bajan en silencio por las ramas. Rebuscan dentro de las flores.

También son muy amigables. Las he visto como se saludan con sus antenas pequeñas cuando se encuentran en sus paseos.

En las días de tormenta, se esconden debajo de la tierra y no vuelvo a verlas durante algunos días. Solo cuando, por fin, regresa la calma y brilla nuevamente el sol, las hormigas dejan sus agujeros.

A mi, como a mi abuela, las hormigas me divierten, porque construyen sus casas como volcanes en el patio de otras y hacen maromas sin caerse, como los trapecistas en el circo.

 

Ángeles Molina Iturrondo

(puertorriqueña)

(adaptación)

 

1. ¿Por que la madre del niño no queria que este se acercara donde las hormigas?

2. ¿Por que a la madre no le gustaban las hormigas?

3. ¿Las hormigas, son exploradoras?       Si       No

4. ¿¿Las hormigas son amigables entre sí?     Si       No

5. ¿Donde se esconden las hormigas cuando hay tormenta?