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HISTORIA
La historia del origen de la Geometría es muy similar a
la de la Aritmética, siendo sus conceptos más antiguos consecuencia de las
actividades prácticas. Los primeros hombres llegaron a formas geométricas a
partir de la observación de la naturaleza.
El sabio griego Eudemo de Rodas, atribuyó a los egipcios el descubrimiento
de la geometría, ya que, según él, necesitaban medir constantemente sus
tierras debido a que las inundaciones del Nilo borraban continuamente sus
fronteras. Recordemos que, precisamente, la palabra
geometría significa medida de tierras.
Los egipcios se centraron principalmente en el
cálculo de áreas y volúmenes, encontrando, por ejemplo, para el área del
círculo un valor aproximado de ( de 3'1605. Sin embargo el desarrollo
geométrico adolece de falta de teoremas y demostraciones formales. También
encontramos rudimentos de trigonometría y nociones básicas de semejanza de
triángulos.
También se tienen nociones geométricas en la
civilización mesopotámica, constituyendo los problemas de medida el
bloque central en este campo: área del cuadrado, del círculo (con una no muy
buena aproximación de (=3), volúmenes de determinados cuerpos, semejanza de
figuras, e incluso hay autores que afirman que esta civilización conocía el
teorema de Pitágoras aplicado a problemas particulares, aunque no,
obviamente, como principio general.
No se puede decir que la geometría fuese el punto fuerte
de las culturas china e india, limitándose principalmente a la
resolución de problemas sobre distancias y semejanzas de cuerpos. También
hay quien afirma que estas dos civilizaciones llegaron a enunciados de
algunos casos particulares del teorema de Pitágoras, e incluso que
desarrollaron algunas ideas sobre la demostración de este teorema.
En los matemáticos de la cultura helénica los
problemas prácticos relacionados con las necesidades de cálculos aritméticos,
mediciones y construcciones geométricas continuaron jugando un gran papel.
Sin embargo, lo novedoso era, que estos problemas poco a poco se
desprendieron en una rama independiente de las matemáticas que obtuvo la
denominación de "logística". A la logística fueron atribuidas: las
operaciones con números enteros, la extracción numérica de raíces, el
cálculo con la ayuda de dispositivos auxiliares, cálculo con fracciones,
resolución numérica de problemas que conducen a ecuaciones de 1er
y 2º grado, problemas prácticos de cálculo y constructivos de la
arquitectura, geometría, agrimensura, etc...
Al mismo tiempo ya en la escuela de Pitágoras se advierte
un proceso de recopilación de hechos matemáticos abstractos y la unión de
ellos en sistemas teóricos. Junto a la demostración geométrica del teorema
de Pitágoras fue encontrado el método de hallazgo de la serie ilimitada de
las ternas de números "pitagóricos", esto es, ternas de números que
satisfacen la ecuación a2+b2=c2.
En este tiempo transcurrieron la abstracción y
sistematización de las informaciones geométricas. En los trabajos
geométricos se introdujeron y perfeccionaron los métodos de demostración
geométrica. Se consideraron, en particular: el teorema de Pitágoras, los
problemas sobre la cuadratura del círculo, la trisección de un ángulo, la
duplicación del cubo, la cuadratura de una serie de áreas (en particular las
acotadas por líneas curvas).
.Paralelamente, al ampliarse el número de magnitudes
medibles, debido a la aparición de los números irracionales, se originó una
reformulación de la geometría, dando lugar al álgebra geométrica. Esta nueva
rama incluía entre otros conceptos el método de anexión de áreas, el
conjunto de proposiciones geométricas que interpretaban las cantidades
algebraicas, división áurea, expresión de la arista de un poliedro regular a
través del diámetro de la circunferencia circunscrita. Sin embargo, el
álgebra geométrica estaba limitada a objetos de dimensión no mayor que dos,
siendo inaccesibles los problemas que conducían a ecuaciones de tercer grado
o superiores, es decir, se hacían imposibles los problemas que no admitieran
solución mediante regla y compás. La historia sobre la resolución de los
tres problemas geométricos clásicos (sobre la cuadratura del círculo, la
trisección de un ángulo, la duplicación del cubo) está llena de anécdotas,
pero lo cierto es que como consecuencia de ellos surgieron, por ejemplo, las
secciones cónicas, cálculo aproximado del número pi, el método de exhaución
como predecesor del cálculo de límites o la introducción de curvas
trascendentes.
Asimismo, el surgimiento de la irracionalidad condicionó
la necesidad de creación de una teoría general de las relaciones, teoría
cuyo fundamento inicial lo constituyó el algoritmo de Euclides.
Las primeras teorías matemáticas que se abstrajeron de los problemas
concretos o de un conjunto de problemas de un mismo tipo, crearon las
condiciones necesarias y suficientes para el reconocimiento de la autonomía
y especificidad de las matemáticas.
El carácter abstracto del objeto de las matemáticas y los
métodos de demostración matemática establecidos, fueron las principales
causas para que esta ciencia se comenzara a exponer como una ciencia
deductiva, que a partir de unos axiomas, presenta una sucesión lógica de
teoremas. Las obras en las cuales, en aquella época se exponían los primeros
sistemas matemáticos de denominaban "Elementos".
Se encuentran elementos pertenecientes a muchos autores,
sin embargo todos ellos han quedado relegados a un segundo plano tras la
obra matematica más impresionante de la historia: Los Elementos de Euclides.
"Los Elementos", como denominaremos a esta obra a partir de ahora, están
constituidos por trece libros, cada uno de los cuales consta de una sucesión
de teoremas. A veces se añaden otros dos, los libros 14 y 15 que pertenecen
a otros autores pero por su contenido, están próximos al último libro de
Euclides.
En "Los Elementos" de Euclides se recogen una serie de
axiomas o postulados que sirvieron de base para el posterior desarrollo de
la geometría. Es de especial interés, por la controversia que originó en
épocas posteriores el quinto axioma, denominado "el de las paralelas", según
el cual dos rectas paralelas no se cortan nunca. Durante siglos se asumió
este axioma como irrebatible, hasta que en el siglo XIX surgieron las
llamadas geometrías no euclídeas, que rebatieron este postulado.
Con posterioridad a Euclides y Arquímedes, las matemáticas cambiaron
fuertemente, tanto en su forma como en su contenido, haciendo el proceso de
formación de nuevas teorías más pausado, hasta llegar a interrumpirse.
Entre las nuevas teorías desarrolladas ocupa el primer
lugar la teoría de las secciones cónicas, que surgió de las limitaciones del
álgebra geométrica. El interés hacia las secciones cónicas creció a medida
que aumentaban la cantidad de problemas resueltos con su ayuda. Sin duda, la
obra más completa, general y sistemática de las secciones cónicas se debe a
Apolonio de Perga.
En la época del dominio romano destacan algunos recetarios en forma de
reglas que permitían el cálculo de algunas áreas y volúmenes; y en especial
la conocida fórmula de Herón para calcular el área del triángulo conocidos
los tres lados.
Durante el primer siglo del Imperio Musulmán no se
produjo ningún desarrollo científico, ya que los árabes, no habían
conseguido el impulso intelectual necesario, mientras que el interés por el
saber en el resto del mundo, había desaparecido casi completamente. Fue a
partir de la segunda mitad del siglo VIII, cuando comenzó el desenfrenado
proceso de traducir al árabe todas las obras griegas conocidas, fundándose
escuelas por todo el Imperio.
Destacaremos como avance anecdótico, pero no por ello
carente de valor, la obtención del número pi con 17 cifras exactas mediante
polígonos inscritos y circunscritos en la circinferencia realizada por Kashi
(s. XV). Después de más de 150 años, en 1593, en Europa, Viète encontró sólo
nueve cifras exactas. Hubo que esperar a fines del siglo XVI y comienzos del
XVII para repetir el cálculo de Kashi.
El rasgo característico más importante de las matemáticas árabes fue la
formación de la trigonometría. En relación con los problemas de astronomía,
confeccionaron tablas de las funciones trigonométricas con gran frecuencia y
alto grado de exactitud, tanto en trigonometría plana como esférica.
Entre las obras geométricas destacan las de Omar Khayyam
(s. XVI) y Nasir Edin (s. XIII), directamente influenciadas por las obras
clásicas, pero a las que contribuyeron con distintas generalizaciones y
estudios críticos, como los relativos al axioma euclideano del paralelismo,
que pueden considerarse como estudios precursores de la geometría no
euclideana.
En el continente europeo, las matemáticas no
tienen un origen tan antiguo como en muchos países del Lejano y Medio
Oriente, alcanzando sólo éxitos notorios en la época del medievo
desarrollado y especialmente en el Renacimiento.
Podemos considerar la obra de Fibonacci "Practica Geometriae" como el
punto de arranque de la geometría renacentista. Esta obra está dedicada a
resolver determinados problemas geométricos, especialmente medida de áreas
de polígonos y volúmenes de cuerpos.
Otro contemporáneo, aunque no tan excepcionalmente dotado
fue Jordano Nemorarius (1237-?) a quien debemos la primera formulación
correcta del problema del plano inclinado.
El profesor parisino Nicole Oresmes (1328-1382) llegó a
utilizar en una de sus obras coordenadas rectangulares, aunque de forma
rudimentaria, para la representación gráfica de ciertos fenómenos físicos.
Ya en el siglo XV, época de las grandes navegaciones, la
trigonometría fue separada de la astronomía, alzándose como ciencia
independiente de la mano de Regiomontano (1436-1474), que trató de una
manera sistemática todos los problemas sobre la determinación de triángulos
planos y esféricos. Asimismo en esta obra se establece un notable cambio
desde el álgebra literal al álgebra simbólica.
Fue François Viète (1540-1603) quien dio un sistema único
de símbolos algebraicos consecuentemente organizado, estableciendo en todo
momento, una fuerte conexión entre los trabajos trigonométricos y
algebraicos, de forma que de igual manera que se le considera el creador del
álgebra lineal, se le podría considerar como uno de los padres del enfoque
analítico de la trigonometría, esto es, la goniometría.
Para hacer más fáciles los cálculos, los matemáticos
desarrollaron ciertos procedimientos en los que, el papel fundamental lo
jugaban determinadas relaciones trigonométricas, lo que llevó a la
confección de numerosas tablas trigonométricas. En la elaboración de tablas
trabajaron, por ejemplo, Copérnico (1473-1543) y Kepler (1571,1630).
Semejantes métodos se utilizaban tan frecuentemente que recibieron el nombre
de "prostaferéticos". Ellos fueron utilizados por los matemáticos de Oriente
Medio, Viète, Tycho Brahe, Wittich, Bürgi y muchos otros. Estos métodos
siguieron utilizándose incluso después de la invención de los logaritmos a
comienzos del siglo XVII, aunque sus fundamentos, basados en la comparación
entre progresiones aritméticas y geométricas, comenzaron a fraguarse mucho
antes.
Durante el siglo XVII surgieron casi todas las disciplinas
matemáticas, produciéndose en lo que a la geometría se refiere el nacimiento
de la geometría analítica.
Sin duda los dos grandes en esta materia y época fueron
René Descartes (1596-1650) y Pierrede Fermat (1601-1655).
La última parte de la famosa obra de Descartes "Discurso
del Método" denominada "Géometrie", detalla en su comienzo, instrucciones
geométricas para resolver ecuaciones cuadráticas, centrándose seguidamente
en la aplicación del álgebra a ciertos problemas geométricos. Analiza
también curvas de distintos órdenes, para terminar en el tercer y último
libro que compone la obra, con la construcción de la teoría general de
ecuaciones, llegando a la conclusión de que el número de raíces de una
ecuación es igual al grado de la misma, aunque no pudo demostrarlo.
Prácticamente la totalidad de la Géometrie está dedicada a la interrelación
entre el álgebra y la geometría con ayuda del sistema de coordenadas.
Simultáneamente con Descartes, Pierre de Fermat
desarrolló un sistema análogo al de aquél. Las ideas de la geometría
analítica, esto es, la introducción de coordenadas rectangulares y la
aplicación a la geometría de los métodos algebraicos, se concentran en una
pequeña obra: "introducción a la teoría de los lugares planos y espaciales".
Aquellos lugares geométricos representados por rectas o circunferencias se
denominaban planos y los representados por cónicas, especiales. Fermat
abordó la tarea de reconstruir los "Lugares Planos" de Apolonio,
describiendo alrededor de 1636, el principio fundamental de la geometría
analítica: "siempre que en una ecuación final aparezcan dos incógnitas,
tenemos un lugar geométrico, al describir el extremo de uno de ellos una
línea, recta o curva". Utilizando la notación de Viète, representó en primer
lugar la ecuación Dx=B, esto es, una recta. Posteriormente identificó las
expresiones xy=k2; a2+x2=ky; x2+y2+2ax+2by=c2;
a2-x2=ky2 con la hipérbola, parábola
circunferencia y elipse respectivamente. Para el caso de ecuaciones
cuadráticas más generales, en las que aparecen varios términos de segundo
grado, aplicó rotaciones de los ejes con objeto de reducirlas a los términos
anteriores.
La extensión de la geometría analítica al estudio de los
lugares geométricos espaciales, la realizó por la vía del estudio de la
intersección de las superficies espaciales por planos. Sin embargo, las
coordenadas espaciales también en él están ausentes y la geometría analítica
del espacio quedó sin culminar.
Lo que sí está totalmente demostrado, es que la
introducción del método de coordenadas deba atribuirse a Fermat y no a
Descartes, sin embargo su obra no ejerció tanta influencia como la Géometrie
de Descartes, debido a la tardanza de su edición y al engorroso lenguaje
algebraico utilizado.
El desarrollo posterior de la geometría analítica, mostró
que las ideas de Descartes sobre la unificación del álgebra y geometría no
pudo realizarse sino que siguieron un camino separado aunque relacionado.
El surgimiento de la geometría analítica, aligeró sustancialmente la
formación del análisis infinitesimal y se convirtió en un elemento
imprescindible para la construcción de la mecánica de Newton, Lagrange y
Euler, significanda la aparición de las posibilidades para la creación del
análisis de variables.
Ya en el siglo XVIII se completó el conjunto de las disciplinas
geométricas y, excluyendo sólo las geometrías no euclideanas y la apenas
iniciada geometría analítica, prácticamente todas las ramas clásicas de la
geometría, se formaron en este siglo. Así además de la consolidación de la
geometría analítica, surgieron la geometría diferencial, descriptiva y
proyectiva, así como numerosos trabajos sobre los fundamentos de la
geometría. Entre los diferentes problemas y métodos de la geometría,
tuvieron gran significado las aplicaciones geométricas del cálculo
infinitesimal. De ellas surgió y se desarrolló la geometría diferencial, la
ciencia que ocupó durante el siglo XVIII el lugar central en al sistema de
las disciplinas geométricas. Estudiemos por separado cada una de estas ramas:
Geometría Analítica:
Bajo esta denominación se considera aquella parte de la geometría donde se
estudian las figuras y transformaciones geométricas dadas por ecuaciones
algebraicas. Las puertas a esta rama fueron abiertas, ya en el siglo XVII
por Descartes y Fermat, pero sólo incluían problemas planos. Hubo de ser
Newton quien en 1704 diera un paso importante al publicar la obra, "Enumeración
de las curvas de tercer orden", clasificando las curvas según el número
posible de puntos de intersección con una recta, obteniendo un total de 72
tipos de curvas, que se podían representar por ecuaciones de cuatro tipos.
Si designamos ax3+bx2+cx+d=A, entonces las soluciones indicadas serán:
xy2+ey=A ; xy=A ; y2=A ; y=A. Sin embargo, lo verdaderamente importante de
esta obra fue el descubrimiento de las nuevas posibilidades del método de
coordenadas, definiendo los signos de las funciones en los cuatro cuadrantes.
Con posterioridad a Newton, las curvas de tercer orden
fueron estudiadas por Stirling, Maclaurin, Nicolle, Maupertius, Braikenridge,
Steiner, Salmon, Silvestre, Shall, Clebsch y otros.
Fue Euler quien, en 1748, sistematizó la geometría
analítica de una manera formal. En primer lugar expuso el sistema de la
geometría analítica en el plano, introduciendo además de las coordenadas
rectangulares en el espacio, las oblicuas y polares. En segundo lugar,
estudió las transformaciones de los sistemas de coordenadas. También
clasificó las curvas según el grado de sus ecuaciones, estudiando sus
propiedades generales. En otros apartados de sus obras trató las secciones
cónicas, las formas canónicas de las ecuaciones de segundo grado, las ramas
infinitas y asintóticas de las secciones cónicas y clasificó las curvas de
tercer y cuarto orden, demostrando la inexactitud de la clasificación
newtoniana. También estudió las tangentes, problemas de curvaturas,
diámetros y simetrías, semejanzas y propiedades afines, intersección de
curvas, composición de ecuaciones de curvas complejas, curvas trascendentes
y la resolución general de ecuaciones trigonométricas. Todo estos aspectos
se recogen en el segundo tomo de la obra "Introducción al análisis..." que
Euler dedicó exclusivamente a la geometría analítica.
En la segunda mitad del siglo se introdujeron sólo
mejoras parciales, pues en lo fundamental, la geometría analítica ya estaba
formada. Destacaremos entre otros los nombres de G. Monge, Lacroix y Menier.
Geometría diferencial:
Esta disciplina matemática se encarga del estudio de los objetos geométricos,
o sea, las curvas, superficies etc... Su singularidad consiste en que
partiendo de la geometría analítica utiliza métodos del cálculo diferencial.
A comienzos de siglo ya habían sido estudiados muchos
fenómenos de las curvas planas por medio del análisis infinitesimal, para
pasar posteriormente a estudiar las curvas espaciales y las superficies.
Este traspaso de los métodos de la geometría bidimensional al caso
tridimensional fue realizado por Clairaut. Sin embargo, su obra fue
eclipsada, como casi todo en esta época, por los trabajos de Euler.
El primer logro de Euler en este terreno, fue la
obtención de la ecuación diferencial de las líneas geodésicas sobre una
superficie, desarrollando a continuación una completa teoría de superficies,
introduciendo entre otros el concepto de superficie desarrollable.
A finales de siglo, es desarrollo de esta rama entró en
un ligero declive, debido principalmente a la pesadez y complejidad del
aparato matemático.
Geometría descriptiva y proyectiva:
Los métodos de la geometría descriptiva surgieron en el dominio de las
aplicaciones técnicas de la matemática y su formación como ciencia
matemática especial, se culminó en los trabjos de Monge, cuya obra en este
terreno quedó plasmada en el texto "Géometrie descriptive". En la obra se
aclara, en primer lugar, el método y objeto de la geometría descriptiva,
prosiguiendo a continuación, con instrucciones sobre planos tangentes y
normales a superficies curvas. Analiza en capítulos posteriores la
intersección de superficies curvas y la curvatura de líneas y superficies.
El perfeccionamiento de carácter particular y la
elaboración de diferentes métodos de proyección contituyeron el contenido
fundamental de los trabjos sobre geometría proyectiva en lo sucesivo. La
idea del estudio de las propiedades proyectivas de los objetos geométricos,
surgió como un nuevo enfoque que simplificara la teoría de las secciones
cónicas. Las obras de Desargues y Pascal resuelven este problema y sirven de
base a la nueva geometría.
Como acabamos de ver la geometría hacia comienzos del siglo XIX
representaba ya un amplio complejo de disciplinas surgidas del análisis y
generalizaciones de los datos sobre las formas espaciales de los cuerpos.
Junto a las partes elementales, se incluyeron en la geometría casi todas
aquellas partes que la conforman actualmente.
La geometría analítica realizó un gran camino de desarrollo y determinó
su lugar como parte de la geometría que estudia las figuras y
transformaciones dadas por ecuaciones algebraicas con ayuda del método de
coordenadas utilizando los métodos del álgebra.
La geometría diferencial se caracterizó por la utilización de los
conceptos y métodos del cálculo diferencial, lo que conllevó relaciones
estables con el análisis matemático y con numerosos problemas aplicados.
Una de las características principales de la geometría que se desarrolló
durante la segunda mitad del siglo XIX, fue el entusiasmo con que los
matemáticos estudiaron una gran variedad de transformaciones. De ellas, las
que se hicieron más populares fueron las que constituyen el grupo de
transformaciones que definen la denominada geometría proyectiva. Los métodos
aparentemente detenidos en su desarrollo desde la época de Desargues y
Pascal, de estudio de las propiedades de las figuras invariantes respecto a
la proyección, se conformaron en los años 20 del siglo XIX en una nueva rama
de la geometría: la geometría proyectiva, merced sobre todo a los trabajos
de J. Poncelet.
Otro aspecto esencial durante este siglo fue el desarrollo de las
geometrías no euclideanas. Podríamos considerar fundador de esta geometría
al matemático ruso Nicolai Ivanovich Lobachevski (1792-1856). Su obra
mostraba que era necesario revisar los conceptos fundamentales que se
admitían sobre la naturaleza de la matemática, pero ante el rechazo de sus
contemporáneos tuvo que desarrollar sus ideas en solitario aislamiento.
El punto de partida de las investigaciones de Lobachevski
sobre geometría no euclideana fue el axioma de las paralelas de Euclides,
sin demostración durante siglos. Lobachevski, que inicialmente intentó
demostrar dicho axioma, rápidamente se dio cuenta que ello era imposible,
sustituyendo dicho axioma por su negación: a través de un punto no contenido
en una recta se puede trazar más de una paralela que yace en el mismo plano
que la primera.
El año 1826 puede considerarse como la fecha de
nacimiento de esta geometría no euclideana o lobachevskiana, siendo en ese
año cuando el autor presentó muchos de los trabajos que avalaban la nueva
teoría.
En 1829 Janos Bolyai (1802-1860) llegó a la misma
conclusión a la que había llegado Lobachevski. E incluso el mismo Gauss que
apoyaba y elogiaba a escondidas, nunca de forma pública, los trabajos de
Bolyai y Lobachevski, es posible que mantuviera los mismos puntos de vista
pero los calló por temor a comprometer su reputación científica.
La geometría no euclideana continuó siendo durante varias
décadas un aspecto marginal de la matemática, hasta que se integró en ella
completamente gracias a las concepciones extraordinariamente generales de
Rieman.
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