La
mayoría de los líderes religiosos y políticos rechazáron las enseñanzas de
Jesus. Sin embargo, un Fariseo llamado Nicodemo, vino a ver a Jesús de
noche, buscando la verdad.
Jesús le dijo, "A menos que un hombre nazca de nuevo, no puede ver el
reino de Dios."
Nicodemo preguntó, "¿Cómo puede nacer un hombre viejo? Puede entrar en el
vientre de su madre y volver a nacer?"
Jesús explicó, "Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del
Espíritu es espíritu. Ustedes no deben asombrarse que Yo dije, 'Deben nacer
de nuevo.'"
¿Nicodemo le dijo, "Cómo pueden ser estas cosas?"
Jesús lo regañó por enseñar religión cuando él no entendiá las verdades
espirituales. Entonces Jesús explicó el nacimiento espiritual. "Pero Dios
amó al mundo tanto que Él dio a Su único Hijo engendrado, que cualquiera que
cree en Él no debe perecer, si no que obtiene la vida eterna.
Dios no envió a su Hijo al mundo a condenar el mundo; Él lo envió para
que el mundo pudiera ser salvado.
La condenación real es esta: la luz entró en el mundo, y la humanidad amó
la oscuridad en vez de la luz porque sus hechos eran malos. Él que cree en
el Hijo tiene la vida eterna: y él que no cree en el Hijo, no vera la vida;
y la ira de Dios se mantiene en contra de él."
Finalmente Nicodemo entendió y creyó.
El Ministerio de Jesucristo
A
una mujer extranjera, Jesús dijo, "Cualquiera que beba el agua que yo doy
nunca tendrá sed; Será un pozo de agua dentro de él, saltando a la vida
eterna."
La mujer dijo, "yo sé que el Mesías vendrá, quién se llamará Cristo.
Cuando Él venga, Él nos dirá todo."
Jesús le dijo, "Yo soy ese Mesías, que hablo contigo."
Después, Jesús le enseñó a la gente, diciendo, "Si alguien quiere
seguirme, niegúese el mismo, y sígame. En qué le beneficia a una persona
ganar la riqueza del mundo entero y perder su propia alma?
Tengan cuidado! Tengan cuidado con la avaricia: pués la vida de una
persona no consiste en la abundancia de cosas que él posee, pués dónde está
su tesoro, allí su corazón también está."
Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos se reunierón, y
dijerón, "Qué vamos hacer? Este hombre está realizando tantos milagros. Si
le permitímos continuar, todos creerán en Él: y entonces los Romanos
revocarán nuestro derecho a controlar la gente."
Entretanto, Jesús enseñó con gran autoridad. Él entró en el templo y tiró
a los comerciantes que estabán allí, comprando y vendiendo. Él les dijo,
"Esta dicho en las Escrituras, 'Mi casa es la casa de oración: pero ustedes
la han hecho una cueva de ladrones.'"
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Jesús les dijo, "Escrito está: Mi casa es casa de oración: pero ustedes
lo han hecho cueva de ladrones."
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Y Él enseñó diciendo, "Éste es el testamento de Él que me envió, que
todos los que crean en el Hijo puedan tener vida eterna, y Yo levantaré de
la tumba aquéllos que creen. Pero hay algunos de ustedes que no creen. Jesús
supo desde el principio quiénes eran los que no creian, y quién lo
traicionaría.
Había una raja entre las personas debido a Él. Entre los principales
gobernantes, muchos creyeron en Él; pero por los Fariseos ellos no
confesarón su creencia porque tuvieron miedo que serián expulsados de su
posición religiosa. Ellos amaron la alabanza de los hombres más que el
reconocimiento de Dios.
Jesús enseñó diciendo, "Yo soy la luz del mundo: el que
viene a Mí no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de vida."
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El Ministerio de Jesucristo
Casí
todos los líderes religiosos buscaban una forma de destruir a Jesús, pero
sin encontrar una, porque toda la gente estaba ansiosa de oírle cuando Él
hablaba.
Jesús continuó enseñando en el Templo, diciendo, "Yo soy la luz del
mundo: Cualquiera que me sigue no caminará en oscuridad, pero tendrá la luz
de vida."
Y Él dijo a aquéllos que creyeron en Él, "Si continúan viviendo como yo
les digo, entonces ciertamente ustedes son Mis discípulos. Ustedes sabrán la
verdad y la verdad los libertara. Si el Hijo los hace libre, ustedes serán
ciertamente libre. Yo soy la puerta; si cualquier hombre viene a Dios a
través de mí, él sera salvadó. Yo soy el Buen Pastor: el Buen Pastor da su
vida para las ovejas. Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco, y me siguen.
Y Yo les doy a ellas la vida eterna, y nunca perecerán; ni ningún hombre las
arrebatara fuera de Mi mano."
Después de enseñar por tres años, Jesús le dijo a Sus discípulos que
trajerán un asno joven, uno que nunca se había montado, y Él se sentó en él.
Entonces cuando Él iba montado hacia Jerusalén, una gran multitud empezó a
regocijarse ruidosamente alabando a Dios por las maravillas poderosas que
habían visto.
¡Ellos proclamaban, "Hosanna! Bendecido sea el Rey que entra en el nombre
del Señor: paz en el cielo, y gloría en las alturas."
Pero cuando Jesús se acercó a la ciudad, él la vio y lloró porque la
gente todavía no lo reconocieron como el Salvador prometido.
Satanás entró a Judas, uno de los doce
discípulos, y Judas traicionó a Jesús. |
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Entonces Satanás entró en Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de
Jesús, y Judas conspiró con los principales sacerdotes y capitanes para
traicionar a Jesús. Ellos estabán satisfechos de darle treinta piezas de
plata por saber un tiempo y un lugar en que podrían capturar a Jesús cuando
las multitudes no estaban alrededor de Él.
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