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y ellos guiaran tu
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Perseverancia
Es tiempo de que los buenos propósitos se vuelvan
realidad. |
Normalmente a principios de año comenzamos nuestra lista de "buenos
propósitos". El final de un ciclo nos impulsa reflexionar sobre nuestras
virtudes y defectos, hasta el punto de tomar una resolución firme y
realizar cambios. Todos sabemos cuán efímeros son esos propósitos, y que
no pasarán ni siquiera un par de semanas antes de que se olviden. Sin
embargo, esto no solo ocurre en año nuevo, puede ocurrirnos en nuestras
vidas en muchos aspectos.
La perseverancia es hermana de la fortaleza. Con frecuencia en muchos
aspectos de la vida, existe una verdadera lucha. Desde la escuela, el "aguantar"
a un jefe lleno de defectos, tener una novia o un novio que hace cosas
que nos desagradan, tener un marido o una esposa que a veces nos rompe
los nervios y muchos otros momentos de la vida son difíciles. Desde
pequeñas crisis hasta grandes huracanes, la vida nos depara un hecho
innegable: la vida es hermosa, pero no necesariamente sencilla.
Si somos como un barquito de papel, la menor llovizna nos hunde
irremediablemente. Hace falta la fortaleza.
La perseverancia es un esfuerzo continuado. Es un valor fundamental en
la vida para obtener un resultado concreto. Existen muchos matices al
vivir la perseverancia: existen aquellos que son necios irremediables, y
otros que son veletas que cambian de rumbo. Estos últimos, tienen
grandes problemas.
Siempre es emocionante iniciar algo: existe una gran ilusión, sueños y
esperanzas. Ese "algo" puede ser un nuevo trabajo, vivir en una nueva
ciudad, conocer a una persona que potencialmente puede ser nuestra
pareja, un nuevo proyecto de trabajo. Sin embargo, fácilmente comenzarán
a existir resistencia y problemas. En el nuevo trabajo, comenzaremos a
conocer gente que no nos agrada, o las exigencias podrán ser agotadoras,
al vivir en una nueva ciudad tal vez la gente no nos acepte fácilmente
por nuestro acento o nuestra costumbres, tras el "enamoramiento" inicial,
comenzamos a descubrir que esa persona ideal no lo es tanto y que en su
personalidad hay aspectos que pueden rayar en lo insoportable. Si una
persona abandona un trabajo porque su jefe no le agrada, tras cambiarse
de ciudad decide regresar a su lugar de origen porque el hicieron el feo
por su acento, si abandonamos a la pareja porque "no es perfecta",
entonces estamos ante la falta de perseverancia, y en el fondo siempre
existe un sentimiento en el corazón: el de haber sido derrotado, vencido
y el no haber luchado por algo que valía la pena.
El combustible para que la perseverancia pueda moverse largamente es el
de la visión de largo plazo y la profundidad. Los seres humanos somos
hedonistas, es decir, preferimos el bien inmediato. Una persona puede
utilizar una droga porque en el momento de administrársela a su cuerpo
percibe sensaciones que le gustan, pero no le importa que su cuerpo se
dañe en el largo plazo. Esa miopía provoca que hagamos grandes tonterías
en nuestras vidas por obtener satisfacción instantánea. El punto es que
con la perseverancia, debemos tener la fortaleza de no dejarnos llevar
por lo fácil y lo cómodo, a cambio de obtener algo más grande y mejor en
el futuro. Si vemos la vida con superficialidad entonces nos dejaremos
llevar por las cosas inmediatas.
Cuando hablamos de perseverancia, valdría la pena tomar un papel y ver
nuestros propósitos de año nuevo. El problema con los propósitos es que
siempre decimos el "qué" pero nunca el "cómo". Por otro lado, a veces no
conocemos a fondo nuestras capacidades (o falta de ellas) para poder
establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.
La lista de año nuevo, y cualquier propósito que emprendamos (una
relación afectiva, un trabajo, un cambio de residencia), debería estar
acompañado de un recuento de los medios con los que vamos a lograr ese
trabajo. Si queremos arreglar una cañería rota, necesitaremos
herramientas, y sería muy bobo desalentarnos porque no pudimos llegar
hasta la cañería por el muro con las uñas ¡Hacen falta herramientas!
Esas herramientas son nuestras habilidades, circunstancias,
posibilidades y conocimientos. ¿Cómo aplico mis habilidades,
circunstancias, posibilidades y conocimientos para que mi relación de
pareja sea estable? ¿Cómo intervienen mis posibilidades en ese nuevo
trabajo? ¿Qué se hacer bien y mal?
La perseverancia requiere sentido común. A cambio de contar con el valor
de la perseverancia obtendremos el gozo de luchar por lo que queremos.
Tal vez no lo logremos de inmediato, incluso tal vez no logremos algo en
el final, sin embargo es importante disfrutar el camino. La
perseverancia brinda estabilidad, confianza y es un signo de madurez.
A veces nos olvidamos de la sabiduría popular, pero no sería mala idea
reflexionar solo un momento el viejo refrán El que persevera alcanza.
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