La historia de los juegos de mesa?
Si de veras se tratara de una persona, sería una de las biografías más
difíciles de escribir, o al menos la más incierta. Lo primero que se debe
hacer es restringir el campo. ¿Por qué sólo juegos de tablero? Simplemente
porque el campo del juego en la historia humana es inabarcable en pocos
párrafos. En el juego se simboliza la realidad, se la simplifica, se la
maneja. Y esto estuvo con el hombre desde siempre, pero los juegos en
general se pierden de generación en generación, o al menos se diluye su
origen.
Con los juegos de tablero pueden quedar rastros, pistas que nos orienten.
En las excavaciones de Egipto y del famoso cementerio de Ur, plato favorito
de los arqueólogos, se encontraron tableros y fichas del juego que llamamos
Damas, aunque es dudoso que las reglas hayan sido las mismas. Incluso hoy
existen al menos tres grandes variantes de este juego: tablero de 8 x 8 y 24
fichas, llamada Damas a la Francesa, tablero de 10 x 10 y 40 fichas,
conocida como Damas a la Polaca; y las Damas Chinas, que tienen reglas muy
distintas. Se sabe que este juego acompañó a griegos y romanos, y proliferó
durante la Edad Media y el Renacimiento.
Existe una variedad grande de los juegos de tablero de origen antiguo,
como el Juego de la Oca, el Ludo (originario de la India), Escaleras y
Serpientes, e incluso el TA-TE-TI o su variante más compleja, el Juego del
Molino, en el que las fichas tienen movilidad. La historia de estos juegos
se cruza indefectiblemente con la historia de los Dados, pero también aquí
nos topamos con la poca certeza sobre los datos conocidos. La tradición le
asigna su invención, durante el asedio de Troya, a Palamedes; luego, fueron
muy usados por etruscos y romanos. Aquellos dados se hacían de arcilla,
ámbar o metal.
Pero el que se lleva todos los laureles es sin duda el Ajedrez, símbolo
de batallas antiguas y medievales, motivo de estudio de grandes científicos
por sus posibilidades y azar cero, que tampoco escapa a la regla del origen
incierto. Su creación se asocia a la muy difundida leyenda de los granos de
trigo v los casilleros del tablero, Se cree que nació en la India y se
divulgó en China y Persia. El primer gran tratado del juego lo produjo
Alfonso X: "Tratado de Ajedrez". De allí, como suele decirse... corrieron
ríos de tinta. El juego representa la lucha estratégica de dos ejércitos,
que es el eje común con el Ajedrez Chino, distinto del que conocemos; allí
sobre un tablero diferente, se representan ejércitos indios, con carros,
caballería, elefantes e infantería. (ver
Historia del Ajedrez)
En 1928, con John von Neumann nació la Teoría de los Juegos, con la que
comenzó el interés por el desarrollo de estrategias en el caos combinatorio,
y entonces el juego dejó de ser un juego para convertirse en una herramienta
de la lógica, la matemática y el desarrollo de la inteligencia artificial.
El primer intento serio (ver "La historia de la magia", en este mismo
número) de lograr máquinas inteligentes para tenerlas como adversario fue en
1947 cuando A. L. Samuel, ingeniero norteamericano, diseñó un ordenador para
jugar a las Damas. En 1950, surgiría la idea de hacerlo con el Ajedrez, pero
la combinatoria de este juego es tan abrumadora que aún hoy se lucha en este
campo. Seguramente, nadie hubiese imaginado que el Ajedrez ayudaría a la
Humanidad a desarrollar la inteligencia no biológica, Así fue siempre, el
juego inspira y desencaja el pensamiento rígido; el juego mente.
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