La historia del
ladrillo? El ladrillo constituyó el
principal material en la construcción de las antiguas Mesopotamia y
Palestina, donde apenas se disponía de madera y piedras. Los habitantes de
Jericó en Palestina fabricaban ladrillos hace unos 9.000 años.
Los
constructores sumerios y babilonios levantaron zigurats, palacios y ciudades
amuralladas con ladrillos secados al sol, que recubrían con otros ladrillos
cocidos en hornos, más resistentes y a menudo con esmaltes brillantes
formando frisos decorativos. En sus últimos años los persas construían con
ladrillos al igual que los chinos, que levantaron la gran muralla. Los
romanos construyeron baños, anfiteatros y acueductos con ladrillos, a menudo
recubiertos de mármol.
En el curso de la edad media,
en el imperio bizantino, al norte de Italia, en los Países Bajos y en
Alemania, así como en cualquier otro lugar donde escaseara la piedra, los
constructores valoraban el ladrillo por sus cualidades decorativas y
funcionales. Realizaron construcciones con ladrillos templados, rojos y sin
brillo creando una amplia variedad de formas, como cuadros, figuras de punto
de espina, de tejido de esterilla o lazos flamencos. Esta tradición continuó
en el renacimiento y en la arquitectura georgiana británica, y fue llevada a
América del norte por los colonos.
El ladrillo ya era conocido por los
indígenas americanos de las civilizaciones prehispánicas. En regiones secas
construían casas de ladrillos de adobe secado al sol. Las grandes pirámides
de los olmecas, mayas y otros pueblos fueron construidas con ladrillos
revestidos de piedra. Pero fue en España donde, por influencia musulmana, el
uso del ladrillo alcanzó más difusión, sobre todo en Castilla, Aragón y
Andalucía.
El ladrillo industrial,
fabricado en enormes cantidades, sigue siendo un material de construcción
muy versátil. Existen tres clases: ladrillo de fachada o exteriores, cuando
es importante el aspecto; el ladrillo común, hecho de arcilla de calidad
inferior destinado a la construcción; y el ladrillo refractario, que resiste
temperaturas muy altas y se emplea para fabricar hornos. Los ladrillos se
hacen con argamasa, una pasta compuesta de cemento, masilla de cal y arena.
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