La habilidad de leer
Distintas
técnicas para comprender
Al
momento de leer...
Como
hemos señalado, para comprender de mejor forma lo que has leído,
es necesario que te esfuerces. Algunas personas lo lograrán con
poco esfuerzo; otras, con mucho. Para todos, entregamos aquí algunas
técnicas que pueden ayudar.
El
vocabulario
Como
primera medida, es necesario tener en cuenta que difícilmente se
puede comprender el sentido global de un escrito cuando no se entienden
sus partes, vale decir, todas y cada una de las palabras que lo componen.
Por
eso te será de mucha utilidad que en el mismo momento de leer,
vayas despejando las dudas sobre aquellas palabras que te resulten incomprensibles.
Una
de las formas posibles es escribir el significado de la palabra desconocida
en el mismo libro, ya sea sobre la palabra o en el margen de la página,
con lápiz grafito. Si el libro pertenece a una biblioteca, preocúpate
de borrar tus anotaciones antes de devolverlo.
Hoja
de vocabulario
Otra
posibilidad es llevar una hoja de vocabulario, que puedes mantener siempre
dentro del libro, afirmada con un clip.
La
idea es que si la palabra vuelve a aparecer, o si debes releer algunas
partes, no te distraigas para encontrar el vocabulario.
Ahora,
la forma de conocer el significado de la palabra desconocida es sencilla:
recurrir al diccionario. Preferentemente, al de sinónimos, ya que eso te permite
reemplazar la palabra desconocida por otra conocida sin interrumpir tan
bruscamente la lectura. Sin embargo, puede ocurrir que en algunas oportunidades
te encuentres con palabras que en un primer momento no entiendas, pero
cuyo significado puede deducirse del resto de la oración. En esos
casos conviene escribir algún sinónimo como ayuda-memoria
de lo que dicha palabra significa.
El
subrayado
Se
trata simplemente de subrayar con un lápiz grafito
las ideas más importantes que se van encontrando al leer. Es necesario
ser muy selectivo, ya que de nada sirve ir leyendo y subrayándolo
todo. Además, es aconsejable que el subrayado responda a algún
criterio; por ejemplo, en un texto informativo, subrayar de tal manera
que después sea posible leer solo lo que está subrayado,
y aún así entender el texto. En un texto literario, se puede
subrayar con distintos colores, según las necesidades. Por ejemplo,
un color para destacar la aparición de personajes y su descripción,
y otro para los acontecimientos que se describen. Técnicas
para reforzar la comprensión
Después
de leer...
Es fácil darse
cuenta cuando no se ha entendido lo que se ha leído. Pero, cuando
hemos creído entender, es posible que descubramos que en realidad
no habíamos comprendido todo lo bien que creímos en un principio.
Es
por eso que existen ciertas técnicas, que nos permitirán
organizar lo que hemos leído, con el fin de entenderlo mejor, y
a la vez, de comprobar que hemos efectivamente comprendiendo. Ahora bien,
no todas las técnicas son aplicables a todos los tipos de texto
escrito: algunas servirán únicamente para textos informativos
y otras son útiles para el estudio y la comprensión de textos
literarios.
El
esquema
Técnicas
que se aplica más a textos informativos,
ya que se trata de un método para organizar en forma lógica
y fácilmente visible, las ideas o informaciones contenidas en un
texto.
Sin
embargo, hay muchos textos literarios que pueden ser esquematizados, ya
sea en su totalidad o solo alguna parte de ellos. Por ejemplo, es muy
difícil realizar un esquema de una poesía, pero podemos construir uno para graficar
las figuras literarias presentes en él.
Dado
que el esquema debe ser fácilmente visible, es imprescindible que
sea breve: las ideas deben estar enunciadas, y no explicadas con todo
detalle. Asimismo, es importante que se haga con mucha claridad y orden,
para que sea comprendido fácilmente. De nada sirve un esquema que
luego no se puede interpretar.
Esquema
de llaves:
es útil para organizar las ideas principales y secundarias, graficando
qué ideas dependen de otras. Es uno de los esquemas más
claros, ya que permite "entender" de un solo golpe de vista
la organización de un texto. Un esquema de llaves debe ser hecho
en una sola página, pero debe cumplir con el requisito de "verse
de una sola vez", no puede continuar en otra parte.
Así
es como se construye un esquema de llaves:
El
esquema numérico:
también permite organizar las ideas principales y secundarias,
pero no de un modo tan visual como el esquema de llaves, sino más
bien jerárquico. Es más recomendable para los textos más
largos, y que por lo tanto presentan mayor número de ideas, o bien,
para los textos que aunque presentan menor número de ideas, las
desarrollan en mayor profundidad.
Un
esquema numérico puede durar incluso más de una página,
no es necesario poder verlo todo a la vez. Se construye numerando las
distintas ideas que se incluyen en el texto, otorgando el número
uno a la primera de ellas, y luego, mediante puntos, se van organizando
las ideas que se desprenden de la anterior, de esta forma:
1.
Idea principal
1.1.
Idea secundaria que se desprende de la principal.
1.1.1.
Idea que se desprende la secundaria.
1.1.2.
Segunda idea que se desprende la secundaria.
1.2.
Segunda idea secundaria.
1.2.1.
Idea que se desprende de la segunda idea secundaria.
2.
Segunda idea principal.
2.1.
Idea secundaria que se desprende de la segunda idea principal.
Como
habrás notado, además de los números, es posible
construir este esquema guardando distintos márgenes para cada jerarquía
de ideas, de manera que todas las ideas que comparten una categoría,
queden alineadas: esto hace el esquema más visual y favorece más
aún su comprensión.
Esquema
tipo mapa: muy similar al esquema
de llaves, en el sentido de que es muy fácil de abarcarlo solo
con la mirada. Por lo mismo, también debe estar contenido en una
sola plana, no puede componerse de dos hojas o continuar en otra parte.
Se caracteria por poder tener más pistas, como flechas, líneas,
recuadros con explicaciones, etcétera.
En
el mapa se construye una especie de "trama", lo que lo hace
útil para graficar, por ejemplo, las relaciones entre los personajes
de novelas, o las causas y consecuencias de algún fenómeno
natural.
Observa
este ejemplo de mapa, en el que se organizan los personajes y acontecimientos
de un conocido cuento infantil.
Existe
una variante del esquema tipo mapa, que se denomina mapa
conceptual.
Se trata de un esquema que se completa solo con conceptos, es decir, con
palabras o términos y sus definiciones o explicaciones. Evidentemente,
dicho esquema solo es útil para graficar textos informativos El
cuestionario
Esta técnica
es básicamente un listado de preguntas. Se trata de que tú
mismo te formules interrogantes respecto al texto que lees, e intentes
responderlas de la mejor manera posible.
La
real ayuda de este método no radica tanto en el hecho de formularse
preguntas, sino más bien en la capacidad de responderlas. Es a
través de las respuestas a tus propias preguntas como podrás
darte cuenta de la calidad de tu comprensión. Por eso, existen
ciertas preguntas claves que deben estar presentes en todo cuestionario,
tanto para un texto informativo como para un texto literario. Observa
los siguientes ejemplos.
- Para
una texto informativo:
¿Cuál
es el tema central del texto?
¿Cuáles
son las ideas principales?
¿Qué
se concluye del texto?
¿Cuál
es el tema del cuento o novela?
¿Cuáles
son los personajes principales?
¿Cuáles
son los personajes secundarios?
¿Cuál
es el mensaje que se desea transmitir?
El
cloze
Cloze
es una palabra de origen inglés, que designa una técnica
bastante específica, útil para aumentar la comprensión
de textos. Es una especie de "entrenamiento atencional" que
nos ayuda a "anticiparnos" a la lectura, y desarrolla nuestra
capacidad de retener y memorizar, siempre al servicio de la comprensión.
La
técnica consiste en leer un texto, y luego omitir algunas palabras
-una cada cinco, aproximadamente- para que el lector las complete. Eso
sí, no se pueden omitir palabras que estén en la primera
oración y en la última, y no se puede omitir nombres propios.
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