Paleontología
Ciencia
que estudia los restos de organismos vivos de épocas remotas. Es
también conocida como paleobiología y se divide en dos ramas,
paleobotánica (vegetales) y
paleozoología (animales).
Sus descubrimientos son importantes para algunas ramas de la
geología (estratigrafía entre otras), y aportan datos
fundamentales para la comprensión de la evolución de las
especies y la tectónica de placas. Las técnicas empleadas en la
exploración y datación de yacimientos se han perfeccionado
notablemente en los últimos años gracias al empleo de tecnología
moderna.
La
etimología griega de la palabra se compone de tres raíces:
antiguo, ser y tratado. Así pues, es la
ciencia que estudia, bajo todos sus aspectos, los organismos que
vivieron en el pasado en la Tierra, busca sus posibles
relaciones mutuas y con el medio en el que se desarrollaron y su
distribución en el tiempo. Este estudio se basa en el análisis
de los restos de aquellos organismos, que se han conservado a
través del tiempo geológico y llegan hasta nosotros formando
parte de rocas sedimentarias, a dichos restos se les llama
fósiles . La
Paleontología por tanto, se ocupa del estudio de los fósiles
analizando detalladamente sus estructuras y buscando una
interpretación lógica a las características que nos muestran, y
comparándolas con las de los organismos actuales.
No obstante,
ésta no es una ciencia meramente descriptiva sino que, además,
aspira a llegar al conocimiento completo de los organismos que
vivieron en el pasado. Es decir, al conocimiento de su
comportamiento, modo de vida, condiciones ambientales y bióticas
en las que se desarrollaron, causas de su muerte o extinción y
relaciones genéticas entre ellos (genealogía).
Existe en la Paleontología un aspecto descriptivo y otro teórico
interpretativo, este último ha tomado mayor importancia con el
tiempo, a medida que han ido aumentando los conocimientos
referidos a los diversos grupos biológicos y los que afectan
temas generales como el desarrollo ontogénico, las asociaciones
biológicas, los ritmos evolutivos, etc. Por ello la
Paleontología se divide en dos grandes áreas: la Paleontología
general y la Paleontología descriptiva o Paleontografía. La
Paleontología general se ha subdividido en diversas ramas como
la Taxonomía, la Paleobiología, la Paleobiogeografía, la
Paleontología evolutiva y la Paleontología estratigráfica. La
Paleontología descriptiva o Sistemática comprende diversas
especialidades, entre ellas la Paleozoología y la Paleobotánica.
La
Paleontología precisa del concurso de todas las otras Ciencias
Naturales y, aunque algunos piensan que no es más una rama
situada entre la Biología y la Geología, se trata en realidad de
una ciencia bien establecida que emplea métodos de investigación
propios, sin prescindir de otras como las Matemáticas, la
Química, la Física nuclear o la Físico-Qímica, que pueden
parecer menos afines. Posee también un carácter histórico, ya
que investiga la sucesión en el tiempo de los procesos y
acontecimientos relacionados con las entidades biológicas,
buscando sus causas y efectos. Gracias a ello permite disponer
de una cronología estratigráfica y reconstruir la Historia de la
Tierra.
Desde la
Antigüedad el hombre se ha interesado por los fósiles. Las
primeras nociones e ideas sobre Paleontología datan de la
Escuela Pitagórica (siglo VI a.C.), autores como Herodoto y
Virgilio ya indican el carácter orgánico de los fósiles, si bien
también lanzaron ideas erróneas, mezcladas con pensamientos
mitológicos. La Escuela Aristotélica consideró a los fósiles
como "caprichos de la naturaleza" (ludus naturae), ideas
que en gran parte se conservaron hasta la Edad Media, incluso
hasta el siglo XVIII.
En el siglo X,
autores como Avicena, que vuelven de nuevo a las ideas
aristotélicas, evocaban una misteriosa fuerza creadora de formas
animales y vegetales a partir de la materia inerte. Pensadores
del Renacimiento como Leonardo da Vinci, retomando ideas
pitagóricas, expusieron que los fósiles eran restos de animales
marinos que vivieron en el lugar donde se encontraron, y que en
ese lugar estuvo el mar. Algunos lo justificaron con teorías
diluvistas-religiosas y otros, como el propio Leonardo apuntaron
justificaciones basadas en fenómenos de sedimentación y
fosilización. No obstante, hasta el siglo XVIII, las teorías
aristotélicas tuvieron mayor aceptación.
En la segunda mitad de este siglo, se empiezan a construir
teorías más acertadas sobre la verdadera naturaleza de los
fósiles, gracias a científicos y pensadores como Guettard,
Buffon y Cuvier. Según algunos autores actuales, los fósiles
sólo se describieron como tales a finales del siglo XVIII, y el
término Paleontología que data de 1830, era utilizado por
algunos estudiosos como Lamark, Brongniant, De Biathuilli y
Fisher de Waldheim, que pertenecían a escuelas de la época como
la creacionista, transformista, neptunista y catastrofista.
Hoy en día se
considera a Cuvier como el padre de la moderna
Paleontología pues es el primero en utilizar la anatomía
comparada para reconstruir e interpretar fósiles, también
introduce el concepto de migración geográfica para explicar
algunos procesos evolutivos. Contemporáneo a éste, Smith, que
estudiaba la Geología, estableció las pautas de la Paleontología
Estratigráfica. En 1859, la Teoría de la Evolución de
Darwin intenta explicar, sin mucho éxito, que en el registro
fósil se encuentran las pautas de la evolución, relacionando
todos los organismos entre sí, según el grado de parentesco, e
introduce el concepto de selección natural como mecanismo
de la evolución. Recientemente la Paleontología sigue dos
corrientes creadas gracias a los últimos estudios genéticos.
Estas dos corrientes son: por un lado el gradualismo, que
afirma que los cambios morfológicos de los organismos vivos se
producen de forma gradual y por otro el saltacionismo,
que aboga por que estos cambios se producen en períodos cortos,
separados por largos espacios de tiempo en los cuales no se
producen variaciones morfológicas.
La
investigación paleontológica usa y se basa en el principio del
actualismo, y utiliza recursos y principios de la Biología como
el de la anatomía comparada y la correlación orgánica
Del estudio de
los fósiles y su ordenación en coordenadas espaciales y
temporales se pueden extraer una serie de leyes empíricas
básicas que, al cumplirse en la mayoría de los casos, son la
base para el acercamiento al fenómeno paleontológico. Estas
leyes, ya indicadas y en cierto modo establecidas por Cuvier,
Wallace y Darwin, fueron formalmente enunciadas por Pictet en el
siglo XIX, si bien desde entonces se han mejorado y, sobre todo,
documentado. De forma resumida se exponen a continuación las
Leyes de la Paleontología según las recoge B. Meléndez
(1977).
La duración
de las especies de las épocas geológicas ha sido limitada .
Esta ley
de Pictet se cumple estrictamente tanto para las especies como
para grupos taxonómicos mayores. Cada grupo biológico cumple un
ciclo vital, pasando desde su aparición por las fases de
desarrollo (tipogénesis), dispersión, predominio (tipóstasis) y
declinación (tipólisis), hasta su extinción. Esta ley tiene gran
importancia en la Geología aplicada.
ya que es el fundamento de
los fósiles-guía o característicos.
Las
diferencias existentes entre las faunas fósiles y los animales
actuales son tanto más acusadas, cuanto más antiguas sean.
Esta ley de
Pictet expresa una circunstancia que se cumple en el conjunto de
una fauna o flora fósil. Darwin indica esto como apoyo a su
teoría de la evolución.
Los
animales más perfectos, de organización más compleja, son
relativamente más recientes.
Esto indica una
progresión en el desarrollo de los grupos biológicos, desde
menor a mayor complicación anatómica y en sus relaciones con el
ambiente. La reducción de algunos órganos y estructuras (p.ej.
reducción de dientes en las aves y cetáceos) confirma esta ley,
ya que significan ganancia de eficiencia o eliminación de
estructuras no funcionales.
Desde el
momento de aparición de un grupo biológico, hasta su extinción,
no ha tenido interrupción en su existencia.
Consecuencia
directa del Actualismo, esta ley proclama la continuidad de los
procesos vitales. Las faltas de registro pueden dar una falsa
apariencia de discontinuidad.
Cada especia
ha llegado a la existencia coincidiendo, en el espacio y en el
tiempo, con otra preexistente estrictamente próxima.
Esta ley de
Wallace, afirma que las especies fósiles no están aisladas, sino
que las más próximas se encuentran en las misma localidades o en
localidades vecinas, por lo que la secuencia natural de especies
es también temporal y geográfica.
El orden de
aparición de los representantes de un cierto tipo de animales,
se reproduce en las fases por las que pasa el desarrollo
individual de los más perfectos (y más recientes) del mismo tipo.
También
llamada ley de la recapitulación o ley biogenética
fundamental, está basada en el concepto de homología
También Haeckel la expresó
con la frase: "la ontogenia recapitula la filogenia". Se puede
interpretar como que el individuo en su desarrollo embrionario
reproduce con más o menos fidelidad una serie de estructuras que
estaban presente en sus antepasados o en los embriones de sus
ancestros. Un ejemplo son los metápodos tercero y cuarto de
algunos artiodáctilos que aparecen unidos en un solo hueso,
mientras que en el embrión aparecen separados como en sus
antepasados del Paleógeno.
La
distribución geográfica de los grupos biológicos ha sufrido
cambios en el transcurso del tiempo.
En épocas
sucesivas los fósiles de un determinado grupo se encuentran en
áreas geográficas distintas, lo que supone que ha variado su
área inicial de dispersión, realizando migraciones en
determinadas direcciones.
Es el estudio
científico de la diversidad de organismos, enfocado a crear
sistemas de clasificación que expresen de manera óptima los
diferentes grados de similitud que existen entre organismos. Se
emplea tanto en Biología como en Paleontología. Ciencia
íntimamente ligada con la Taxonomía; algunos autores los emplean
como sinónimos, sin embargo, desde un punto de vista estricto,
la Taxonomía es el estudio de los principios y prácticas de las
clasificaciones, es decir, son las reglas de clasificación
formalizadas y seguidas por la Sistemática, y por lo tanto está
englobada dentro de ésta.
La
clasificación son los procesos, establecimiento y definición de
grupos sistemáticos; la nomenclatura es la aplicación de nombres
a los grupos creados. Se puede decir que la clasificación es
anterior a la nomenclatura.
Todos los
organismos actuales y del pasado está clasificados por la
Sistemática Biológica o
Biosistemática, que mantiene vigentes las reglas de taxonomía y
nomenclatura establecidas por Linneo en 1782, actualizadas a
través de los denominados Códigos de Nomenclatura Zoológica y
Botánica. Los criterios empleados en esta clasificación se
basan en caracteres observables, aunque también se suele tener
en cuenta datos como la aparición, hábitat y comportamiento de
los organismos. Las clasificaciones mas exitosas en
Paleontología son las basadas en la morfología externa, la
anatomía interna y la fisiología.
La
sistemática paleontológica, también denominada Paleontología
descriptiva, como decíamos al principio, puede subdividirse en
una serie de ramas de diferente envergadura: Paleozoología,
Paleobotánica,
Paleoicnología, Micropaleontología,
etc
Es la rama de
la Biología (o de la Paleontología) que estudia los principios y
prácticas de la clasificación. Guarda íntima relación con la
Sistemática (estudio científico de la diversidad de organismos),
de la que se puede considerar que forma parte.
Linneo,
naturalista sueco, fue el primero en establecer las bases de la
Taxonomía moderna a
mediados del siglo XVIII, con la publicación de clasificaciones
de plantas y de animales y el establecimiento de seis categorías
taxonómicas: Reino, Clase, Orden, Género, Especie y Variedad.
Posteriormente se añadieron nuevas categorías: Fílum (entre
Reino y Clase) y Familia (entre Orden y Género). En la
actualidad, con el aumento de la cantidad de datos, las
categorías taxonómicas también han aumentado; para la
sistemática de muchos grupos de organismos se emplean categorías
como subreino, superclase, subclase, superorden, suborden,
superfamilia, subfamilia.
Reglas
taxonómicas:
Si se quiere
usar un grupo taxonómico, independientemente de su rango, se usa
el término taxón (grupo taxonómico de cualquier rango). También
se usa cuando no se conoce la categoría taxonómica completa.
Todas las
categorías taxonómicas inferiores están organizadas en un Código
Internacional de nomenclatura zoológica.
En este Código
Internacional se indica que nos nombres están organizados en
tipos nomenclaturales, de forma que el tipo de un nombre es el
elemento en el que se basa la descripción en la publicación
original según el Código Internacional
El tipo se
puede extender también a la designación de categorías superiores.
Al establecer
un género nuevo hay que establecer una especie tipo, al
establecer una familia nueva hay que establecer un género tipo;
etc.
El tipo
taxonómico es un concepto nomenclatural y no tiene significado
para la clasificación. Se basa en el nombre del taxón y a nivel
de clasificación se considera como todos los demás. Son los
nombres los que tienen tipo, no los taxones.
Clases de tipos:
Holotipo: único elemento utilizado por
el autor de un nombre o bien el único elemento designado por él
como tipo.
Sintipo: cualquiera de los dos o más
elementos usados por el autor de un nombre que no designó
holotipo, o cualquiera de los elementos designados
simultáneamente como tipos.
Lectotipo: elemento seleccionado
subsidiariamente entre los diferentes sintipos con el fin de que
sirva como tipo nomenclatural. Se aconseja que su elección esté
basada por las evidencias proporcionadas por el autor del nombre
en la publicación original.
Neotipo: elemento escogido para servir
como tipo nomenclatural cuando se ha perdido o destruido el
holotipo, el lectotipo y lo sintipos.
Otros tipos y
nomenclaturas que son complementarias, aunque no indispensables:
Paratipo: ejemplar distinto del
holotipo cuando el autor lo ha designado formalmente. El
holotipo queda como portador del nombre, los paratipos sirven
para explicar de forma más concreta la idea del autor.
Topotipo: ejemplar que no forma parte
del material tipo original pero que ha sido recogido en la
localidad tipo.
Homónimos: nombres que se deletrean de
una manera idéntica pero que están basados en tipos diferentes.
El Codigo Internacional expresa que entre dos o más homónimos
quedan excluidos para el uso todos los nombres menos el más
antiguo.
Sinónimos: dos o más nombres que se
aplican a un mismo taxón. Ya que, según el principio de
prioridad sólo uno de ellos puede ser el nombre por el que se
conozca al mismo taxón, generalmente se emplea el del más
antiguo. Existen dos tipos de sinónimos: Nomenclaturales u
objetivos (basados en el mismo tipo; sinonimia absoluta); y
taxonómicos o subjetivos (basados en tipos diferentes; se
considerarán sinónimos mientras sus tipos respectivos se
consideren como pertenecientes al mismo taxón).
El estudio
científico de la diversidad se puede abordar efectuando
clasificaciones filogenéticas mediante diferentes tipos de
taxonomías:
Clasificación de tipo evolutivo. Supone que la evolución sigue
un modelo bien definido, expresado gráficamente mediante un
árbol filogenético, consecuencia de los dos tipos de especiación:
filética y geográfica. Hay
que tener en cuenta que el árbol filogenético es una
simplificación de la naturaleza; para establecerlos se usan
diversos sistemas: (1) árboles en el que la dimensión vertical
es el tiempo, la horizontal las relaciones entre las líneas
filéticas, y el final de la línea representa la extinción; (2)
árboles en que las líneas verticales y horizontales representan
tiempo y área geográfica, respectivamente; y (3) árboles sin
dimensiones geográficas ni tiempo, sólo con la interpretación de
la evolución.
Taxonomía
numérica
Clasificación
mediante el empleo de métodos puramente numéricos, que se
desarrolla a partir de los años 50. Basada en las
características observables de los organismos, no se usan
criterios ontogénicos, ecológicos, estratigráficos, etc. No se
da más importancia a una característica observable que a otra.
Taxonomía
Cladística
Clasificación
basada en una modificación de la anterior. Se da importancia a
la similitud morfológica, y ninguna a la posición estratigráfica
de los taxones. Se diferencia de la Taxonomía numérica en que la
Taxonomía Cladística es mas subjetiva, ya que se emplean
criterios como el grado de primitivismo o el tiempo relativo de
origen en la filogenia.
Cuando no se
conoce el organismo al que pertenece el resto fósil, se
sustituye la entidad sistemática ordinaria o taxón, por
parataxón, que no tiene la significación biológica de aquellos.
Los nombres de
los organismos se latinizan con frecuencia, pero su origen o
derivación puede proceder de cualquier idioma. Es frecuente
utilizar sufijos particulares para los nombres genéricos de
algunos grupos taxonómicos, como por ejemplo -ceras para
los ammonites y -graptus para los graptolitos. Cada
especie tiene dos nombres, el primero de los cuales es el nombre
genérico. Las categorías superiores a la especie se designan
como un único término, formado a partir de un nombre genérico,
considerado el tipo del taxón de rango superior, al que se
añaden sufijos característicos (p. ej. -idae para las
familias).
Desde un
principio los diferentes autores intentaron diferenciar la
nomenclatura entre organismos fósiles y actuales; de aquí, por
ejemplo, la terminación -ites (Trilobites, Ammonites,
Belemnites, etc.); no obstante, en la actualidad se tiende a
nombrar las entidades paleontológicas o paleobiológicas con las
mismas reglas que las actuales