Cultura:
Definición
o |
¨
(Del
lat. cultura);
('cultivo')'cultivo,
cuidado, cría de algo o de alguien'
sust. f.Conjunto
de valores, creencias orientadoras, entendimientos y maneras de
pensar que son compartidos por los miembros de una organización y
que se enseñan a los nuevos miembros. La cultura constituye las
normas no escritas e informales de una organización.
« (Del lat.
cultura); sust. f. 1. Cultivo: las técnicas de cultura en esta
región todavía siguen siendo bastante rudimentarias.
2. [Uso
anticuado] Culto, homenaje tributado a Dios: este templo es un lugar
exclusivamente dedicado a la cultura de Dios.
3. Resultado o efecto
de cultivar los conocimientos humanos y de ejercitar las facultades
intelectuales del hombre: a pesar de no tener ningún título
universitario, se aprecia que es persona de vasta cultura.
4. Conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico e industrial, en determinada época,
zona o grupo social: la práctica de sacrificios humanos era habitual
en las culturas precolombinas. Sinónimos Cultivo, culto, homenaje,
saber, ...
Sociología
Cuando el término se utiliza en antropología,
etnología o sociología, tiene un sentido bastante distinto al
utilizado corrientemente. Se trata de todo cuanto, en una sociedad
determinada, es adquirido, aprendido y puede ser transmitido. La
cultura hace referencia, pues, al conjunto entero de la vida social,
desde los basamentos tecnológicos y las organizaciones
institucionales hasta las formas de expresión de la vida del
espíritu, todo ello considerado como un orden de valores que dan una
cierta calidad humana al grupo. El contexto cultural caracteriza
tipos de cultura, es decir, conjuntos de conocimientos, de ideas, de
creencias, de normas, de valores y de conductas específicas de cada
cultura.
- f. Resultado o efecto de cultivar los conocimientos humanos ej: es un personaje muy introducido en el
mundo de la cultura.
- Conjunto de modos de vida y costumbres de una época o grupo
social ej:la cultura egipcia.
Sinónimos
Cultivo, culto, homenaje, saber, sabiduría, erudición, ilustración,
lectura, maestría, pedagogía, didáctica, educación, liceo, ciencia,
arte, luces, pensamiento, formación intelectualidad, instrucción,
perfección, mejoramiento, adelantamiento, civilización, desarrollo,
prosperidad, humanismo, clasicismo, renacentismo, enciclopedismo,
romanticismo, neoclasicismo, modernismo, cortesía, costumbres, moda,
uso.
Antónimos
Incultura, ignorancia, barbarie.
La cultura
es el conjunto de todas las formas y
expresiones de una sociedad determinada.
Como tal incluye costumbres, prácticas,
códigos, normas y reglas de la manera de
ser, vestirse, religión, rituales, normas de
comportamiento y sistemas de creencias.
Desde otro punto de vista podríamos decir
que la cultura es toda la información y
habilidades que posee el ser humano. El
concepto de cultura es fundamental para las
disciplinas que se encargan del estudio de
la sociedad, en especial para la
antropología y la sociología.
La UNESCO,
en 1982, declaró
...que
la cultura da al hombre la capacidad de
reflexionar sobre sí mismo. Es ella la
que hace de nosotros seres
específicamente humanos, racionales,
críticos y éticamente comprometidos. A
través de ella discernimos los valores y
efectuamos opciones. A través de ella el
hombre se expresa, toma conciencia de sí
mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias
realizaciones, busca incansablemente
nuevas significaciones, y crea obras que
lo trascienden.
(UNESCO, 1982: Declaración de
México)
Aunque muchas de las concepciones sobre cultura en el lenguaje
común tienen su origen en el debate de las ciencias sociales, o bien,
existieron primero en el habla cotidiana y luego fueron retomadas
por las segundas; aquí se presenta un repaso sobre la construcción
histórica del concepto de cultura en las disciplinas sociales.
Origen del término
Los
orígenes del término se encuentran en una
metáfora entre la práctica de alguna
actividad (por ejemplo, el cultivo de la
tierra, que es la agricultura) con el
cultivo del espíritu humano, de las
facultades intelectuales del individuo. En
esta acepción se conserva aún en el lenguaje
cotidiano, cuando se identifica cultura con
erudición. De esta suerte, una persona "culta"
es aquella que posee grandes conocimientos
en las más variadas regiones del
conocimiento.
Concepción clásica de la cultura
En
sus primeras acepciones,
cultura designaba el cultivo
de los campos
El término
cultura proviene del latín cultura
que a su vez deriva de la voz colere
que significa cuidado del campo o del ganado.
Hacia el siglo XIII, el término se empleaba
para designar una parcela cultivada, y tres
siglos más tarde había cambiado su sentido
como estado de una cosa, al de la acción: el
cultivo de la tierra o el cuidado del ganado
(Cuche, 1999: 10), aproximadamente en el
sentido en que se emplea en el español de
nuestros días en vocablos como agricultura,
apicultura, piscicultura y otros. Por la
mitad del siglo XVI, el término adquiere una
connotación metafórica, como el cultivo de
cualquier facultad. De cualquier manera, la
acepción figurativa de cultura no se
extenderá hasta el siglo XVII, cuando
también aparece en ciertos textos académicos.
El Siglo de
las Luces (siglo XVIII) es la época en que
el sentido figurado del término como "cultivo
del espíritu" se impone en amplios campos
académicos. Por ejemplo, el Dictionaire
de l'Academie Française de 1718. Y
aunque la Enciclopedia lo incluye
sólo en su sentido restringido de cultivo de
tierras, no desconoce el sentido figurado,
que aparece en los artículos dedicados a la
literatura, la pintura, la filosofía y las
ciencias. Al paso del tiempo, como cultura
se entenderá la formación de la mente. Es
decir, se convierte nuevamente en una
palabra que designa un estado, aunque en
esta ocasión es el estado de la mente humana,
y no el estado de las parcelas.
Voltaire, uno de los pocos pensa
dores franceses del siglo XVIII
que se mostraban partidarios de
una concepción relativista de la
historia humana
La clásica
oposición entre cultura y naturaleza también
tiene sus raíces en ésta época. En 1798, el
Dictionaire incluye una acepción de
cultura en que se estigmatiza el "espíritu
natural". Para muchos de los pensadores de
la época, como Jean Jacques Rousseau, la
cultura es un fenómeno distintivo de los
seres humanos, que los coloca en una
posición diferente a la del resto de
animales. La cultura es el conjunto de los
conocimientos y saberes acumulados por la
humanidad a lo largo de sus milenios de
historia. En tanto una característica
universal, el vocablo se emplea en número
singular, puesto que se encuentra en todas
las sociedades sin distinción de razas,
ubicación geográfica o momento histórico.
Cultura y
civilización
También es
en el contexto del Iluminismo cuando surge
otra de las clásicas oposiciones en que se
involucra a la cultura, esta vez, como
sinónimo de la civilización. Esta palabra
aparece por primera vez en la lengua
francesa del siglo XVIII, y con ella se
significaba la refinación de las costumbres.
Civilización es un término relacionado con
la idea de progreso. Según esto, la
civilización es un estado de la Humanidad en
el cual la ignorancia ha sido abatida y las
costumbres y relaciones sociales se hallan
en su más elevada expresión. La civilización
no es un proceso terminado, es constante, e
implica el perfeccionamiento progresivo de
las leyes, las formas de gobierno, el
conocimiento. Como la cultura, también es un
proceso universal que incluye a todos los
pueblos, incluso a los más atrasados en la
línea de la evolución social. Desde luego,
los parámetros con los que se medía si una
sociedad era más civilizada o más salvaje
eran los de su propia sociedad. En los
albores del siglo XIX, ambos términos,
cultura y civilización eran empleados casi
de modo indistinto, sobre todo en francés e
inglés (Thompson, 2002: 186).
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Johann Gottfried Herder. Según
él, la cultura podía entenderse
como la realización del genio
nacional (Volksgeist)
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Es
necesario señalar que no todos los
intelectuales franceses emplearon el término.
Rousseau y Voltaire se mostraron reticentes
a esta concepción progresista de la historia.
Intentaron proponer una versión más
relativista de la historia, aunque sin éxito,
pues la corriente dominante era la de los
progresistas. No fue en Francia, sino en
Alemania donde las posturas relativistas
ganaron mayor prestigio. El término
Kultur en sentido figurado aparece en
Alemania hacia el siglo XVII -aproximadamente
con la misma connotación que en francés.
Para el siglo XVIII goza de gran prestigio
entre los pensadores burgueses alemanes.
Esto se debió a que fue empleado para
denostar a los aristócratas, a los que
acusaban de tratar de imitar las maneras
"civilizadas" de la corte francesa. Por
ejemplo, Immanuel Kant apuntaba que "nos
cultivamos por medio del arte y de la
ciencia, nos civilizamos [al adquirir]
buenos modales y refinamientos sociales"
(Thompson, 2002: 187). Por lo tanto, en
Alemania el término civilización fue
equiparado con los valores cortesanos,
calificados de superficiales y pretenciosos.
En sentido contrario, la cultura se
identificó con los valores profundos y
originales de la burguesía (Cuche, 1999:13).
En el proceso
de crítica social, el acento en la dicotomía
cultura/civilización se traslada de las
diferencias entre estratos sociales a las
diferencias nacionales. Mientras Francia era
el escenario de una de las revoluciones
burguesas más importantes de la historia,
Alemania estaba fragmentada en múltiples
Estados. Por ello, una de las tareas que se
habían propuesto los pensadores alemanes era
la unificación política. La unidad nacional
pasaba también por la reivindicación de las
especificidades nacionales, que el
universalismo de los pensadores franceses
pretendía borrar en nombre de la
civilización. Ya en 1774, Johann Gottfried
Herder proclamaba que el genio de cada
pueblo (Volksgeist) se inclinaba
siempre por la diversidad cultural, la
riqueza humana y en contra del universalismo.
Por ello, el orgullo nacional radicaba en la
cultura, a través de la que cada pueblo
debía cumplir un destino específico. La
cultura, como la entendía Herder, era la
expresión de la humanidad diversa, y no
excluía la posibilidad de comunicación entre
los pueblos.
Durante el
siglo XIX, en Alemania el término cultura
evoluciona bajo la influencia del
nacionalismo. Mientras tanto, en Francia, el
concepto se amplió para incluir no sólo el
desarrollo intelectual del individuo, sino
el de la humanidad en su conjunto. De aquí,
el sentido francés de la palabra presenta
una continuidad con el de civilización: no
obstante la influencia alemana, persiste la
idea de que más allá de las diferencias
entre "cultura alemana" y "cultura francesa"
(por poner un ejemplo), hay algo que las
unifica a todas: la cultura humana..
Definiciones de
cultura en las disciplinas sociales
Para efecto
de las ciencias sociales, las primeras
acepciones de cultura fueron construidas a
finales del siglo XIX. Por esta época, la
sociología y la antropología eran
disciplinas relativamente nuevas, y la pauta
en el debate sobre el tema que aquí nos
ocupa la llevaba la filosofía. Los primeros
sociólogos, como Émile Durkheim, rechazaban
el uso del término. Hay que recordar que en
su perspectiva, la ciencia de la sociedad
debía abordar problemas relacionados con la
estructura social . Si bien es opinión
generalizada que Carlos Marx dejó de lado a
la cultura, ello se ve refutado por las
mismas obras del autor, sosteniendo que las
relaciones sociales de producción (la
organización que adoptan los hombres para el
trabajo y la distribución social de sus
frutos) constituyen la base de la
superestructura jurídico-política e
ideológica, pero en ningún caso un aspecto
secundario de la sociedad. No es concebible
una relación social de producción sin reglas
de conducta, sin discursos de legitimación,
sin prácticas de poder, sin costumbres y
hábitos permanentes de comportamiento, sin
objetos valorados tanto por la clase
dominante como por la clase dominada. El
desvelo de las obras juveniles de Marx,
tanto de La ideología alemana (1845-1846) en
1932 por la célebre edición del Instituto
Marx-Engels de la URSS bajo dirección de
David Riazanov, como de los Manuscritos
económicos y filosóficos (1844) posibilitó
que varios partidarios de sus propuestas
teóricas desarrollaran una teoría de la
cultura marxista (este punto se tocará más
abajo). El concepto de cultura generalmente
es relacionado con la antropología. Una de
las ramas más importantes de esta disciplina
social se encarga precisamente del estudio
comparativo de la cultura. Quizá por la
centralidad que la palabra tiene en la
teoría de la antropología, el término ha
sido desarrollado de diversas maneras, que
suponen el uso de una metodología analítica
basada en premisas que en ocasiones distan
mucho las unas de las otras.
Los
etnólogos y antropólogos británicos y
estadounidenses de las postrimerías del
siglo XIX retomaron el debate sobre el
contenido de cultura. Estos autores
tenían casi siempre una formación
profesional en derecho, pero estaban
particularmente interesados en el
funcionamiento de las sociedades exóticas
con las que Occidente se encontraba en ese
momento. En la opinión de estos pioneros de
la etnología y la antropología social (como
Bachoffen, McLennan, Maine y Morgan), la
cultura es el resultado del devenir
histórico de la sociedad. Pero la historia
de la humanidad en estos escritores era
fuertemente deudora de las teorías
iluministas de la civilización, y sobre todo,
del darwinismo social de Spencer.
Cuando el término se utiliza en
antropología, etnología o sociología, tiene un sentido bastante
distinto al utilizado corrientemente. Se trata de todo cuanto, en
una sociedad determinada, es adquirido, aprendido y puede ser
transmitido. La cultura hace referencia, pues, al conjunto entero de
la vida social, desde los basamentos tecnológicos y las
organizaciones institucionales hasta las formas de expresión de la
vida del espíritu, todo ello considerado como un orden de valores
que dan una cierta calidad humana al grupo. El contexto cultural
caracteriza tipos de cultura, es decir, conjuntos de conocimientos,
de ideas, de creencias, de normas, de valores y de conductas
específicas de cada cultura.
La cultura va acumulando los
conocimientos adquiridos en el transcurso de innumerables
generaciones; pero también pertenece a la cultura de una sociedad el
comportamiento adecuado que hay que seguir en la vida social. La
cultura proporciona esquemas de comportamiento, puede recomendarlos
o hacerlos obligatorios. El hombre puede pertenecer simultáneamente
a varias culturas y desempeñar una función en ellas.
En toda cultura puede haber
individuos que de repente dejan de hacer lo que su propia cultura y
sociedad esperan de ellos. Incluso las formas de comportamiento, las
habilidades, etc., que no se pueden reflejar en el lenguaje,
pertenecen también a la cultura respectiva. La cultura une a los
hombres y a los pequeños grupos, pero reglamenta también sus
relaciones. La cultura encierra en sí todas las normas y reglas de
conducta, los usos y costumbres, las opiniones corrientes y las
actitudes normales frente a los problemas fundamentales, todo lo
cual le da a una sociedad su fisonomía inconfundible. Según R.
Firth, cultura y sociedad pueden ser consideradas como dos caras
diferentes de un único fenómeno.
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