Política:
¨(Del
lat. politice, y éste del gr.
politikh, terminación
f. de -koV);
sust. f.
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Arte de gobernar un
Estado y doctrina referente a cómo hacerlo: Aristóteles, en su
Política, analiza los pros y los contras de las distintas
formas de Estado.
Sinónimos
Administración, gobierno, constitución, régimen, instituciones,
autoridad, cortesía, urbanidad, finura, corrección, civilidad,
educación, método, sistema, pauta, regla.
Antónimos
Grosería, incultura, torpeza.
La Ciencia Política forma parte de
las Ciencias Sociales y está sujeta a las limitaciones metodológicas
de éstas. Cubre un campo de estudio bastante delimitado con un
objetivo principal: se ha ocupado tradicionalmente de los fenómenos
de poder y del Estado.
Sin embargo, los
fenómenos de poder efectivo en la sociedad presentan más
complejidad que el simple poder estatal. La Ciencia Política, en
su evolución, ha conocido la coexistencia de diversas corrientes
teóricas. Desde finales del siglo XIX, bajo la influencia de
corrientes tan antagónicas como el positivismo social, el
positivismo jurídico o el marxismo, la Ciencia Política ha ido
perfilando un espacio que puede considerarse como propio,
desligándose de la Filosofía Política o la Historia del
Pensamiento Político. La Ciencia Política tiene varias facetas:
como ciencia que se ocupa de los fenómenos de poder, como teoría
que estudia el poder político institucionalizado, el Estado y sus
instituciones y como análisis de las relaciones políticas en
general. En el año 1948, un grupo de expertos de la UNESCO realizó
un intento de síntesis académica sobre la Ciencia Política; en sus
conclusiones, afirmaron que ésta se ocupa de los siguientes temas:
Teoría Política (Teorías políticas e Historia de las Ideas
Políticas), Instituciones Políticas (Constitución, Gobierno
central, Gobierno regional y local, Administración Pública e
Instituciones Políticas Comparadas), Partidos, Grupos y opinión
pública (Partidos Políticos, grupos y asociaciones, participación
ciudadana y opinión pública) y Relaciones Internacionales (Política
Internacional, Organizaciones Internacionales y Derecho
Internacional). También se reconoció en este informe que la
Ciencia Política se desarrolla en el interior de los cuadros
nacionales. En cada país ha recibido el impacto de las distintas
tradiciones históricas, de las formas de enseñanza, de los
sistemas constitucionales, de las estructuras sociales y de las
concepciones filosóficas.
En la Ciencia
Política es preciso que se cumplan tres premisas:
a) Noción de sistema
político. El sistema político está formado por individuos,
ciudadanos, estructuras (por ejemplo los partidos políticos) y por
una dinámica relacional. No existen elementos aislados sino que
únicamente se dan grados de autonomía. El sistema político también
produce decisiones que resultan vinculantes para todos. El
conjunto general de individuos produce estructuras
político-institucionales y determinados funcionamientos de esas
estructuras. El sistema político se configura como la respuesta
que se dan las sociedades a si mismas en la búsqueda consciente de
unos fines colectivos.
b) Contenido
académico. La Ciencia Política tiene su propio instrumental, que
está apoyado en el método jurídico (Derecho Constitucional) como
análisis de las normas y de su aplicación.
c) Política
Comparada. Comparar para entender ha estado en la base de la
disciplina desde sus orígenes (no ya durante el transcurso del
siglo XX) y a lo largo de toda la Historia del Pensamiento
Político. Históricamente, la Ciencia Política ha estado sometida a
la tensión entre dos corrientes: la tradición anglosajona y la
tradición europeo-continental. Actualmente, coexisten las dos
tradiciones con sus puntos de vista, la reflexión teórica general
y el análisis concreto. Junto a esto se plantean dos conceptos que
son unificadores del campo de la Ciencia Política: el conflicto y
el poder. En los últimos tiempos, la Ciencia Política ha
desarrollado una nueva especialidad que recibe el nombre de
Políticas Públicas. Es una respuesta a los interrogantes que
plantea la Ciencia Política en el campo de análisis del
funcionamiento de los sistemas políticos. Se proponen medios para
analizar el sistema político en acción, qué efectos produce dicha
acción y qué medios existen para evaluarla. Esto constituye un
paso adelante en la evolución de la Ciencia Política.
El comienzo de una teoría explícitamente política se puede situar
en
Niccolo Machiavelli
(1469-1527). Buscaba una comprensión puramente técnica de la
política, la estabilización de un poder estatal centralizado
constituye la condición para el bienestar general de los
ciudadanos. Con posterioridad,
Thomas Hobbes
(1588-1679) centró su problemática en la cuestión de cómo el
nacimiento del Estado puede estar derivado de la naturaleza. Su
respuesta constituyó la doctrina del Contrato del Estado. Durante
los siglos XVII y XVIII desatacaron las figuras de
John Locke
(1632-1704) quien parte de la idea de un Estado natural y de un
contrato,
Charles de Secondat de Montesquieu
(1689-1755) el cual teorizó sobre los tres poderes que constituyen
el Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial que deben estar
equilibrados entre sí. Por su parte,
Jean Jacques Rousseau
(1712-1788) representó la teoría democrática radical y fue el
padre espiritual de la Revolución Francesa con su doctrina de la
soberanía del pueblo y su teoría de la voluntad general. En el
siglo XIX,
Karl Marx
(1818-1883) y
Friedrich Engels
(1820-1895) desarrollaron las Leyes que rigen el capitalismo,
haciendo una crítica de las mismas. Para ambos la política es
inicialmente ficticia, es algo donde se reflejan todos los
condicionantes de la sociedad. Ya en el siglo XX surgen teorías
políticas extraordinariamente diversas. Puede citarse a Gaetano
Mosca (1858-1941) y a
Vilfredo Pareto
(1848-1923), quienes desarrollaron una teoría de la acción social
y política sobre la base de una metodología estrictamente
científica. También puede hablarse de
Max Weber
(1864-1920) para quien el objetivo de su método consiste en
comprender el comportamiento social y político de los individuos y
grupos en situaciones históricas concretas. Las teorías políticas
de la actualidad se ocupan especialmente de las relaciones entre
la sociedad de masas, las instituciones democráticas, los partidos
y los movimientos totalitarios; adoptando para ello varios
enfoques como: institucionalista, estudios sobre el poder,
conductismo, el modelo sistemático, el modelo racionalista y el
enfoque crítico o neomarxista. La Ciencia Política aspira a tener
un estatuto científico. Como disciplina, en todas sus acepciones
puede percibirse la ambición no sólo de describir los fenómenos
que estudia sino de entenderlos y de explicarlos, y ello con la
aspiración de dar a la Ciencia Política un carácter previsor. Este
último punto resulta muy dificultoso dado el gran número de
variables no ponderables que intervienen en un proceso político y
en la dinámica social en general.
A continuación se
analizan las cuestiones sobre las que la Ciencia Política desarrolla
su campo de estudio. En realidad, son cuestiones que integran esta
Ciencia y la caracterizan.
En principio, es la
causa de todo efecto político. Todo acto de poder es tomado en
consideración por el impacto que produce en el medio social. La base
esencial del poder radica en la sumisión y el conformismo de los
miembros del grupo sobre que actúa. El poder es una superioridad
moral y su legitimidad depende en gran medida de su durabilidad. Es
una magnitud político-jurídica que no tiene carácter personal aunque
sea manejado por personas. Cuenta con dos facetas, la auctoritas,
cualidad histórico-moral a veces carismática, y la potestas,
cualidad jurídico-competencial racionalizada. El concepto de poder
político podría describirse como capacidad de una persona o conjunto
de personas de imponer sus decisiones a una comunidad, determinando
su obediencia y asegurándola con la coerción. El poder depende de la
coerción material y/o institucional y de la fuerza o medios
jurídicos-institucionales que aparecen en el Estado democrático
contemporáneo. En una democracia la fuente de todo poder es el
pueblo. A lo largo de la Historia, lo más frecuente es que el poder
estuviese depositado en manos de unos pocos (Oligarquía) o en manos
de uno solo (Monarquía). En la democracia liberal, el Rey es
sustituido, como fuente de poder, por la nación.
El término hace
referencia a un fenómeno histórico que ha tenido su equivalencia en
todos los tiempos. Es un concepto que sirve para explicar y
justificar el fenómeno social que es el poder político una vez
asumidas ciertas características. Alrededor de esta idea se agrupa
un aparato político y administrativo para hacer posibles las
funciones del poder. El territorio y la población constituyen la
base material del Estado. Sin territorio no hay Estado, el
territorio es uno de los grandes factores de unidad. El Estado
presenta una estructura territorial en cuya base se supone que están
el territorio, el pueblo y las instituciones. En teoría se
establecen modelos abstractos como el Estado unitario o el Estado
federal, sin embargo en la realidad se da una enorme pluralidad de
variantes. Con respecto a la población puede señalarse que el Estado
supone una población estable más o menos numerosa y homogénea. El
Estado tiene una serie de funciones como organizar la administración
de la sociedad mediante un personal que se supone es especializado (burocracia),
ejercer la dominación política y establecer una serie de
instituciones que reproducen la vigencia del sistema y garantizan
las condiciones de su permanencia. Desde 1848 comienza la
transformación del liberalismo político hacia la democratización. La
evolución hacia la Democracia fue desigual en los principales
Estados occidentales, aunque presentó un carácter de continuidad. La
gran crisis que supuso la
Primera Guerra Mundial
(1914-1918) desembocó en tres soluciones diferentes según las
circunstancias que presentaba cada país en ese momento. En Rusia
triunfó un nuevo modelo de Estado revolucionario con pretensiones
universalistas, paralelamente el
Fascismo
podría considerarse como una respuesta reaccionaria al desafío
soviético y allí donde las instituciones representativas no
quebraron, se ensayaron fórmulas que prefiguraban el Estado social
de Derecho. Este último supone la superación definitiva de la
tradicional dicotomía entre Estado y Sociedad Civil. Los fenómenos
de transnacionalización de la vida política que se han producido en
la segunda mitad del siglo XX y siguen produciéndose, han adquirido
una dimensión y una fuerza sin precedentes. Esto añade nuevos
matices a las aproximaciones que se plantea la Ciencia Política
sobre la cuestión del Estado contemporáneo y todo lo que el mismo
implica.
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Ciencias Políticas
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Representación y
Participación. Elecciones
Sus funciones principales son
producir representación, Gobierno y legitimación. Se configuran como
una técnica para articular la confianza política de la sociedad que
es transferida a los partidos. Permiten una transferencia de
carácter pacífico de los cargos representativos, a la vez que
regulan la rotación en el poder. También canalizan las demandas
impidiendo que se produzcan rupturas en el sistema social vigente.
El proceso electoral está caracterizado por ser: universal e
integral (con independencia del sexo, raza, religión, lengua,
propiedad, educación e ideología), libre (competencia abierta con
pluralidad de candidaturas y disfrute de las libertades políticas
fundamentales), igual (no pueden admitirse diferencias en los votos
por cuestiones de carácter económico-social), directo (no se admite
la introducción de escalones intermedios excepto si son puramente
formales) y secreto (para garantizar la libre decisión sin que
exista presión de ningún tipo). Los partidos políticos son
asimilados a grupos de pensamiento, siendo relevantes las doctrinas
y los distintos programas que se planteen. Aunque constituyen uno de
los entes más atacados en todos los países democráticos, son
indispensables para que la Democracia pueda existir. Esta no sólo
los tolera, sino que los ampara y los estimula. Los partidos sirven
para hacer elecciones pero no nacen para hacerlas. Según Max Weber
los partidos son "formas de socialización que, descansando en un
reclutamiento formalmente libre, tienen por fin proporcionar a sus
dirigentes dentro de su asociación y otorgar por este medio a sus
miembros activos determinadas probabilidades ideales o materiales
(la realización de fines objetivos o el logro de ventajas materiales
o ambas cosas)". Todos los partidos presentan una composición
social plural, aunque estén sirviendo a intereses diferentes. La
maquinaria de los partidos produce efectos muy diversos sobre las
instituciones representativas y el electorado. Los sistemas de
partidos condicionan las previsiones constitucionales sobre el
funcionamiento de las instituciones y generan una dinámica que está
encaminada a conseguir su conservación. Los partidos políticos
tienen unas funciones que son: postulación de proyectos políticos de
carácter global (son portadores de una imagen determinada del orden
social deseable que postulan), agregación y jerarquización de
intereses (transforman y reducen a la unidad las demandas sociales
articulándolas de acuerdo con un orden de valores, estableciendo una
coherencia dentro de la vida política de la sociedad), Comunicación
y orientación (especialmente de los órganos políticos de poder en su
calidad de grupos de opinión pública y con una permanente labor de
control de su actuación), Electoral (formadores de la opinión
política de los ciudadanos y en consecuencia su actividad produce la
estructuración del voto de éstos) y Selección y reclutamiento de
personal político (operan como agencias mediante las cuales se
proporciona personal aspirante a los numerosos puestos públicos que
se proveen por elección en las democracias representativas).
Designa el conjunto de normas e
instituciones que regulan la organización y el ejercicio del poder
del Estado, además de reconocer y garantizar los derechos y
libertades fundamentales de los ciudadanos. La Constitución es la
arquitectura institucional del grupo político: todo poder ha de
organizarse en una Constitución que le sirva de soporte a la vez que
de defensa. Toda Constitución está condicionada por presupuestos
sociales, económicos, ideológicos y políticos según sea la
estructura que presente cada régimen. La historia del
constitucionalismo es la de la búsqueda de fórmulas jurídicas para
limitar el poder, así como la de participar en la toma de decisiones
políticas. La Constitución adquiere un doble significado político,
como instrumento para controlar a los gobernantes y como cauce de
participación popular en el poder. Tiene un sentido formal porque
designa la estructura jurídica básica de una comunidad políticamente
organizada y un sentido material porque se refiere al funcionamiento
efectivo de cada sistema y a las fuerzas que operan en el mismo. El
constitucionalismo como ideología política equivale a liberalismo
democrático. Existen unos mínimos indispensables para que pueda
reconocerse con propiedad un régimen constitucional: división de
poderes, soberanía popular que permita pronunciarse de modo
mayoritario al electorado, mecanismos de reforma constitucional y
derechos y libertades garantizadas. El Derecho Constitucional
clásico desarrolló el primer concepto de Constitución, predominando
enfoques de tipo positivista. Hay numerosos criterios de
clasificación sobre la Constitución. La evolución histórica
distinguía entre Constituciones otorgadas (concesión unilateral del
Jefe del Estado), Constituciones pactadas (fruto del acuerdo entre
el Jefe del Estado y los representantes políticos de los ciudadanos
activos) y Constituciones populares (impuestas por rupturas
revolucionarias democratizadoras). Desde un punto de vista formal se
distingue entre Constituciones escritas, que reciben el nombre de
documentales y consuetudinarias, que son llamadas sustanciales.
Teniendo en cuenta la jerarquía, las Constituciones se dividen en
rígidas y flexibles según el procedimiento de reforma de las mismas
y su posición en el sistema de fuentes del Derecho. Toda
Constitución afecta a una serie de elementos del Estado aunque sólo
regule formalmente algunos de éstos. En muchas ocasiones, las
Constituciones van precedidas de un preámbulo introductorio de
carácter ideológico y concluyen con una serie de disposiciones
transitorias y finales que regulan la aplicación inmediata de
ciertos preceptos y permiten la derogación de cláusulas anteriores.
En lo que se conoce como parte dogmática, están recogidos los
catálogos de derechos y libertades fundamentales junto con las
correspondientes garantías que permitan hacerlos eficaces y
exigibles. En la parte orgánica de la Constitución se describe la
naturaleza y la composición de las principales instituciones del
Estado, sus relaciones, sus competencias y sus reglas de
procedimiento. La defensa ordinaria de la Constitución se atribuye a
la tutela jurisdiccional del Poder Judicial y de los Tribunales
Constitucionales, que comprobarán si los actos de los poderes
públicos se ciñen a las previsiones normativas. Toda Constitución
siempre expresa un equilibrio temporal entre fuerzas políticas y
sociedad.
Actualmente, se denomina
estructuras gubernamentales a lo que la doctrina tradicional llamaba
poderes del Estado: Poder Ejecutivo y Poder Legislativo. El
ejercicio del poder se ha diversificado en órganos distintos con
funciones específicas. Estos órganos son resultado de una tradición
histórica, están basados en unos determinados modos de legitimación
como la soberanía nacional o la voluntad general. El Poder Ejecutivo
puede presentarse con tres estructuras diferentes: Ejecutivo
unitario (una sola persona recibe, de acuerdo con lo establecido en
la Constitución, la atribución del Poder Ejecutivo), Ejecutivo
dualista (una estructura dual donde por un lado está el Jefe del
Estado y por otro un órgano colegiado que es el Gobierno encabezado
por un Primer Ministro) y Ejecutivo colegial (el Poder Ejecutivo es
ejercido por varias personas que disponen colegialmente del poder de
decisión, es un comité o directorio quien detenta la Jefatura del
Estado). El Gobierno es el resultado de un proceso de decantación
histórica, es un órgano colegiado y es un órgano de responsabilidad
colectiva. En un sistema parlamentario es responsable ante el
Parlamento porque es una emanación del mismo en función de los
resultados electorales. Desempeña múltiples funciones como
determinar y conducir la política general del Gobierno, dirigir la
Administración, intervenir en las tareas legislativas a través de
mecanismos de legislación delegada y de Decretos Ley. El Parlamento
es el órgano que representa la soberanía popular y ostenta la
titularidad del poder legislativo. Históricamente se han
desarrollado dos modalidades, monocameralismo y bicameralismo. Los
Parlamentos cumplen múltiples funciones: Función Legislativa (el
Parlamento representa un papel esencial en la creación de la Ley al
igual que en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado),
Función de control político del Gobierno (directamente como la
investidura del Jefe de Gobierno o la moción de censura e
indirectamente como la exigencia de información a través de ruegos,
interpelaciones... ) y otras funciones (intervención en la reforma
constitucional, en la regulación de las relaciones territoriales, en
nombramiento de altos cargos... ). Es un órgano de deliberación
porque garantiza el debate entre las distintas corrientes que tienen
representación parlamentaria y además es el espacio de expresión de
las minorías.
Es el tercero de los poderes del
Estado, conjunto de órganos judiciales encargados de administrar
justicia. Es un poder disperso y fragmentado a la vez que
individualizado. Toda función judicial en sistemas pluralistas se
basa en el presupuesto de su independencia dentro de la estructura
del Estado. Los órganos judiciales deben ser autónomos e
independientes, tener inamovilidad (garantías frente a las posibles
arbitrariedades que puedan surgir del Ejecutivo) y monopolizar la
actividad jurisdiccional. El poder judicial se integra por los
Juzgados y Tribunales, con competencia en todo el territorio del
Estado, encargados de la tutela y realización del Derecho Objetivo.
Por regla general esos Tribunales y Juzgados aparecen configurados
en dos clases de Jurisdicción, la Ordinaria que conoce y resuelve de
la generalidad de los procesos relativos a la generalidad de las
materias, integrada por los órdenes Civil,Penal,Contencioso y
Social, y la Especial dedicada al conocimiento y resolución de
procesos concernientes sólo a materias y/o sujetos específicos,
integrada por el orden Militar. Hay que señalar que los Tribunales
Constitucionales en la mayoría de países occidentales no forma parte
del Poder Judicial ya que ha sido creado y funciona sólo para
tutelar la efectividad de la Constitución, fiscalizando la actividad
jurisdiccional, legislativa, y en general de los poderes públicos en
la medida en que éstas deben ajustarse materialmente a la
Constitución.
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