L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

 

PRIMERA GUERRA MUNDIAL

 

 

El 28 de junio de 1914 fue asesinado el archiduque Francisco Fernando, lo que provocó el estallido de la guerra.


Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado entre los grandes imperios mundiales de la época. Desde 1870 Europa vivía temerosa de la guerra, pues nunca los estados europeos habían mantenido ejércitos tan grandes en tiempos de paz. Por lo mismo, este período se conoce también como la paz armada.

La tensión política entre las principales potencias europeas se había hecho evidente. Francia y Alemania se hallaban enfrentadas desde que, tras la guerra franco-prusiana (1870-1871), Francia perdiera los territorios de Alsacia y Lorena, y la situación se había agravado con la cuestión colonial en el norte de África. A esto se sumaban los intereses económicos, que habían aumentado la rivalidad entre Inglaterra y Alemania, y la competencia entre Rusia y Austria por los territorios balcánicos.

Fue así como se generaron dos bloques militares antagónicos, en virtud de acuerdos secretos: la Triple Alianza, conformada por Italia, que desde 1887 se hallaba unida a Alemania y al Imperio Austrohúngaro, y la Triple Entente (palabra francesa que significa acuerdo), que agrupaba a Rusia, Francia e Inglaterra.

Archiduque Francisco Fernando y su esposa.


 

Con el ataque turco a Montenegro se inicia la primera guerra balcánica (1912).



 

El problema de los Balcanes

El conflicto mundial estalló en la península de los Balcanes. Esto, porque el Imperio Otomano, que se hallaba en decadencia, poseía en ella una franja desde Constantinopla hasta el Adriático, siendo el resto del territorio un complejo mapa de estados de distinta entidad política, como Grecia, Rumania, Bulgaria, Serbia y Bosnia Herzegovina. Este último Estado pertenecía al Imperio Otomano, pero estaba administrado por Austria desde 1878. Al Imperio Austrohúngaro pertenecían, por su parte, Croacia y Eslovenia. Serbia era el punto de conflicto de todo este conjunto.

Durante 1912 y 1913 hubo dos guerras en los Balcanes. En la primera se enfrentaron Serbia, Bulgaria y Grecia contra los otomanos; en la segunda, Serbia, Grecia y Turquía contra Bulgaria. De esta manera, los países se ayudaban según como se organizaran las alianzas, y la guerra era siempre una posibilidad latente.

El 28 de junio de 1914 fue asesinado, en Sarajevo (capital de Bosnia), el archiduque Francisco Fernando, heredero al trono austriaco, por un miembro del partido secreto panserbio Unión o Muerte, de fuerte carácter nacionalista y que actuaba apoyado por Serbia.

El gobierno austriaco, con el apoyo de Alemania, envió un ultimátum a Serbia, con el fin de que ese Estado permitiera la investigación de los hechos. Pero Serbia, apoyada por Rusia, se negó a esta petición, por considerarla una intromisión en sus asuntos internos. Así, el 28 de julio, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Rusia, para ayudar a Serbia, movilizó sus tropas hacia las fronteras alemana y austriaca, por lo cual Alemania declaró la guerra a Rusia, el 1 de agosto de 1914, y a Francia, el 3 de agosto.

El 6 de agosto Serbia declaró formalmente la guerra a Alemania, y Austria-Hungría lo hizo respecto de Rusia; finalmente, el 11 y 12 de agosto, Francia e Inglaterra, por su parte, rompieron las hostilidades con Austria-Hungría.

La invasión de las tropas alemanas a Bélgica, provocó que Inglaterra (que era aliada de Francia en la Triple Entente) entrase también a la guerra.

El 6 de agosto, Serbia declaró formalmente la guerra a Alemania y Austria-Hungría hizo lo mismo con Rusia.

La I Guerra Mundial: El mundo involucrado

Países implicados en la Gran Guerra

En agosto de 1914 se enfrentaban las potencias centrales (Alemania y Austria-Hungría) a los aliados (Serbia, Bélgica, Rusia, Francia e Inglaterra). Al bloque aliado se sumaron luego Italia (1915), Rumania (1916), Portugal y Grecia (1917). Las potencias centrales aumentaron su poderío con la incorporación a su causa de Turquía (1914) y Bulgaria (1915). Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto en apoyo de los aliados, lo cual, como veremos, rompería el equilibrio de las fuerzas. Por consiguiente, solo permanecerían neutrales Suiza, los países escandinavos, Holanda y España.

La contienda se extendió más allá de los territorios europeos, pues las colonias respectivas de los países implicados colaboraron con combatientes o sirvieron de escenario secundario de operaciones.

En el frente occidental, los franceses desarrollaron el combate principalmente en las trincheras.



 
Henri Petain

Etapas del conflicto: guerra de movimientos y guerra de posiciones

Durante la primera etapa de la guerra se abrieron en Europa dos frentes: el occidental en Francia y el oriental en Rusia.

La estrategia militar alemana se basaba en el Plan Schlieffen, que consistía en un ataque rápido contra Francia en dirección hacia el oeste. Sin embargo, en la batalla del Marne, librada entre el 6 y el 9 de septiembre de 1914, las tropas francesas –dirigidas por el mariscal Joseph Jacques Joffre– detuvieron el avance sobre París de las tropas alemanas, a cargo del general Helmuth von Moltke. Asimismo, los aliados resistieron una serie de ataques alemanes contra frentes como Calais, Boulogne y Dunkerque, con los que se pretendía detener la llegada del apoyo inglés. El frente quedó estabilizado desde Flandes en el canal Yser, hasta la frontera suiza, a lo largo de unos 800 kilómetros.
 

Mientras tanto, en el frente oriental las tropas alemanas –a cargo del general Paul von Hindenburg– vencían a los rusos del general Alexander Samsonov, en Tannenberg. Pero también el ejército austrohúngaro era derrotado en Lemberg teniendo que retirarse de Polonia.

La segunda etapa de la guerra fue la de posiciones. En un principio se pensaba que este conflicto iba a ser de rápida solución, pero en el transcurso del mismo se vio que las fuerzas estaban demasiado equilibradas como para prever un desenlace. Por lo mismo, se empezaron a emplear nuevas estrategias militares a través de acciones como la utilización de gases venenosos, el bloqueo comercial, los submarinos y la creación de nuevos frentes de guerra.

Durante los años 1915 y 1916 la guerra se estabilizó debido a la construcción de trincheras. Esto se mantuvo hasta que el alto mando alemán, decidido a terminar con ellas, inició una ofensiva contra Verdún. Las tropas francesas –encabezadas por el mariscal Henri Petain– lograron resistir diez meses; pero la lucha dejó enormes pérdidas para ambas alianzas y terminó sin un vencedor.

En el frente oriental la ofensiva austroalemana quedó detenida por la victoria de Rusia en Tarnopol, en septiembre de 1915. No obstante, aparecieron nuevos frentes para romper el estancamiento, que se ubicaron en los Dardanelos, el Cáucaso y Macedonia.

Afiche de reclutamiento estadounidense que apela al sentimiento patriótico y el deber democrático de los voluntarios.



 
Woodrow Wilson


 
¿Sabías que?
El costo económico de la Primera Guerra Mundial frenó el desarrollo mundial en más de cinco años. Sin embargo, lo peor fue la pérdida de vidas humanas, que se calculó en alrededor de nueve millones.

La guerra en 1917 y el término del conflicto

El hundimiento del gobierno zarista se vio acelerado por el conflicto armado, y tras la abdicación de Nicolás II, ocurrida el 15 de marzo de 1917, el gobierno provisional ruso decidió continuar la guerra. No obstante, la toma del poder por los bolcheviques, que eran partidarios del fin de la contienda, motivó la firma de la paz entre Rusia y Alemania en el Tratado de Brest-Litovsk (1918). Este documento reconocía la independencia de Polonia, Finlandia, Ucrania y provincias bálticas; pero, más que nada, fue una medida alemana, pues así se aseguraba un cordón de resguardo en su frontera oriental.

Mientras, en Estados Unidos, el sentimiento pro bélico comenzó a aumentar y, luego de que barcos alemanes atacaran a la marina comercial estadounidense, el Presidente Woodrow Wilson decidió declarar la guerra a Alemania, el 6 de abril de 1917. Esta acción fue reafirmada con la intercepción, por parte de los servicios de información británicos, del llamado telegrama Zimmermann, enviado el 19 de enero de 1917 por el ministro de Asuntos Exteriores alemán Arthur Zimmermann. En este telegrama se señalaba la posibilidad de una alianza entre Alemania y México, con el fin de que si Estados Unidos entraba en la guerra, México marchara al norte a cambio de la recuperación de Nuevo México, Texas y Arizona.

El ejército de Estados Unidos, que contaba con 130.000 soldados en 1916, movilizó a más de tres millones y medio de civiles. También los estadounidenses contribuyeron a este conflicto, con aportes económicos que se hicieron efectivos en préstamos a los aliados y, luego, una vez que ingresaron a la guerra, sumaron 10.000 millones de dólares invertidos en autoaprovisionamiento de alimentos y pertrechos.

Luego de firmada la paz con Rusia, el general alemán Erich Ludendorff trasladó sus tropas al frente occidental (Francia). En marzo de 1918 consiguió derrotar a los aliados en Picardía y en mayo llegó hasta el río Marne, donde fueron detenidos por las tropas aliadas.

Como el ejército alemán se encontraba sin recursos y muy desgastado, la llegada de los soldados estadounidenses los redujo y obligó a retroceder. Finalmente, los generales Hindenburg y Ludendorff pidieron la suspensión de hostilidades. La pérdida de la guerra significó para las potencias centrales una grave crisis, que terminó en noviembre de 1918 con la abdicación de los emperadores Guillermo II de Alemania y Carlos II de Austria.

Pactos firmados por la Triple Entente
Tratado secreto de Londres (1915): Italia se incorpora al conflicto junto a la Entente tras la promesa de Francia y Gran Bretaña de diversas anexiones: Trentino, Alto Adigio, Istria, la mayor parte de Dalmacia, Libia, Eritrea, Somalia, y concesiones en Asia Menor (Anatolia turca).
Acuerdo Sykes-Picot (1916): Francia y Gran Bretaña acuerdan el reparto de las posesiones del Imperio Turco. Italia recibe algunas promesas sobre Anatolia.
Declaración Balfour (1917): Gran Bretaña promete a las organizaciones judías sionistas la cesión de parte de Palestina.

Uniformes militares de la Triple Entente


 

Los alemanes usaron por primera vez el gas tóxico en 1915 y luego de ello, la máscara antigás pasó a ser parte del equipo obligatorio en todos los frentes.



 
¿Sabías que?

Durante la Primera Guerra Mundial se utilizaron por primera vez bombas de gas tóxico.

La organización de la paz
 

El 18 de enero de 1919, los representantes de los países vencedores se reunieron en la denominada Conferencia de París, bajo la dirección del Comité de los Cuatro: el Presidente estadounidense Wilson, el premier británico Lloyd George, el primer ministro francés Clemenceau y el jefe del ejecutivo italiano Orlando. Esta reunión se realizó para iniciar las negociaciones por la paz luego de la Primera Guerra.

Las condiciones se estipularon con los cinco países vencidos mediante la firma de cinco tratados por separado, cuyos nombres corresponden a barrios de París: Tratado de Versalles con Alemania, Tratado de Saint Germain con Austria, Tratado de Neuilly con Bulgaria, Tratado de Trianón con Hungría y Sèvres con Turquía.

A grandes rasgos, puede decirse que Europa se modificó sustancialmente con la formación de nuevos estados, la desaparición de los grandes imperios, convertidos en repúblicas. Los estados que surgieron fueron: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Yugoslavia. Por su parte, Rumania y Grecia se ampliaron.

A Alemania, acusada de ser la única responsable del conflicto, le fue vetado su ingreso a organismos internacionales. Se fijó como concepto de reparaciones de guerra una cifra de 220 millones de marcos, cantidad exorbitante que años más tarde fue reducida.

Temerosas del poder económico y de la recuperación de Alemania, las potencias vencedoras decidieron la ocupación temporal de la rica cuenca industrial del Rhin, además del Sarre y del Ruhr. Por último, en el terreno militar se redujo su ejército de tierra a cien mil hombres, se prohibió la reorganización de la aviación y se ordenó la entrega de la flota. El resentimiento alemán provocado por las humillantes reparaciones de guerra, junto con la grave depresión económica de los años treinta y la extrema debilidad de la república de Weimar, influyeron decisivamente en el ascenso del nacionalsocialismo y su victoria en 1932. Esto fue el precedente para una nueva guerra mundial.

En abril de 1919 se creó la Sociedad de Naciones, organismo político internacional cuyo objetivo era preservar la paz y arbitrar en las posibles disputas. La Sociedad de las Naciones debía administrar las ex colonias alemanas y supervisar los territorios perdidos por Turquía y confiados a otras naciones: Siria y Líbano, a Francia, y Palestina e Irak, a gran Bretaña.

En 1916, la situación social en Rusia era tensa. Los soldados se amotinaban, los obreros protestaban y el régimen zarista reprimía.



 

El zar Nicolás II visita Francia en 1901, sellando la alianza franco-rusa.



 
Carlos Marx y Federico Engels elaboraron conjuntamente las bases del socialismo científico que promovía el derrocamiento de la burguesía.


 
Lenin defendió los intereses de la clase obrera y encabezó la revolución rusa.


 
¿Sabías que?

El I Congreso de los Soviets, celebrado el 30 de diciembre de 1922, decidió por unanimidad la constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), formada por Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Transcaucasia y las repúblicas del Asia Central.

Revolución Rusa

Se conoce como Revolución Rusa al proceso histórico por el que se derrocó en Rusia al gobierno imperial zarista, para sustituirse primero por un sistema democrático liberal y después por un gobierno comunista.

La crisis que venía arrastrando el Estado ruso desde el siglo XIX estalló violentamente tras la derrota de los ejércitos imperiales ante los japoneses en el Lejano Oriente, con ocasión de la guerra imperialista ruso-japonesa (1904-1905), que tenían planes rivales sobre Manchuria y Corea.

El 22 de enero de 1905, una gran manifestación pacífica organizada en San Petersburgo, para pedir al zar reformas, fue disuelta a tiros por las tropas, falleciendo más de mil personas. Este hecho causó gran indignación en toda Rusia. De inmediato comenzaron a producirse huelgas y actos violentos que se propagaron a los núcleos industriales y sacudieron a las naciones sometidas al imperio, como Georgia, Polonia y Finlandia. Incluso por primera vez sectores minoritarios del ejército se rebelaron contra el zar.

Finalmente, la situación pudo ser dominada, pero el poder del zar ya había sido puesto en jaque.

Luego, los trabajadores comenzaron a organizarse en soviets o comités de obreros y soldados, y los revolucionarios ganaron terreno en la clandestinidad. Los soviets se constituyeron más tarde en un poder paralelo.

El 30 de octubre, el zar Nicolás II prometió una gran reforma de las instituciones y la creación de una Duma o asamblea, pero tan pronto como retornó la calma al país, retrocedió en sus intenciones reformistas y, disolviendo la Duma, impidió la evolución del sistema político hacia una monarquía liberal. Todo esto le restó apoyo, ahora no solo del pueblo sino también de la burguesía.

El 12 de marzo, una parte de la guarnición de la ciudad de Moscú se unió a los revolucionarios. Los principales edificios públicos fueron tomados por los insurrectos, que detuvieron a ministros y líderes zaristas.

Nicolás II se hallaba en el cuartel general de Mohilev, y aunque trató de reaccionar contra la revolución instalada en la capital, fue informado de que ni un solo cuerpo del ejército estaba dispuesto a acatar sus órdenes. Finalmente, el zar abdicó la noche del 15 de marzo de 1917 y pocos días más tarde, fue hecho prisionero junto a su familia. Era el fin de la monarquía en Rusia.

El 15 de marzo se formó un gobierno provisional, integrado por políticos liberales y socialistas. Este gobierno, presidido por el liberal príncipe Gueorgui Lvov, de carácter moderado y defensor de los intereses de la burguesía, se enfrentó a los soviets y dio lugar a un cambio de gobierno que desembocó en la entrada de políticos social revolucionarios y mencheviques (minoría evolucionista democrática del socialismo marxista ruso), a la cabeza del cual fue puesto Aleksander Kerenski. Este líder continuó los enfrentamientos con los bolcheviques (mayoría radical revolucionaria del mismo partido), aunque trató de serenar el escenario mediante la convocatoria a elecciones para la constitución de una asamblea constituyente.
 

Con la irrupción de Lenin se organizó una campaña contra este gobierno.
 

El comandante en jefe del ejército, general Kornilov, intentó dar un golpe de Estado en septiembre, lo que precipitó el proceso revolucionario, pues el gobierno provisional se vio obligado a apoyarse en los soviets para derrotar el golpe militar.

La revolución de octubre

El 24 de octubre (según el calendario juliano) se desencadenó una nueva revolución, pues mientras los bolcheviques ocupaban puntos estratégicos de Petrogrado, el crucero Aurora ganado por los revolucionarios, disparaba contra el palacio de Invierno (símbolo del zarismo), sede del gobierno provisional.

Kerenski tomó el camino del exilio, mientras sus ministros eran detenidos. Al mismo tiempo se reunía el segundo Consejo Pan-ruso de los Soviets, que se arrogó todos los poderes e instituyó un nuevo gobierno, llamado el Consejo de los Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin.

Con algunas dificultades, los soviets se apoderaron de las principales ciudades rusas. El 8 de diciembre se celebraron elecciones para la Asamblea Constituyente, que se reunió el 18 de enero de 1918. Al día siguiente, el Consejo de Comisarios del Pueblo, apoyado por el Ejército Rojo (organizado por León Trotski), disolvió la Asamblea. Un Ejército Blanco, de carácter contrarrevolucionario, formado por oficiales zaristas, se alzó contra el Ejército Rojo y Rusia quedó sumida en una terrible guerra civil que se prolongó por casi tres años.

En mayo de 1921, Lenin, sustentándose en el lento desarrollo de la revolución soviética, comenzó a organizar la nueva política económica (NEP), con la cual pretendía implantar un capitalismo de Estado que después diera paso al comunismo.

Aleksander Kerenski
León Trotski
Bolcheviques y mencheviques
No puede comprenderse el desarrollo de la revolución de 1917 sin considerar las diferencias que, desde el final de la revolución de 1905, se abrieron entre dos sectores de las fuerzas políticas izquierdistas de Rusia: los bolcheviques y los mencheviques.

Los mencheviques –según las ideas de Marx– creían que previamente a la revolución proletaria había de producirse en Rusia una revolución burguesa.

Los bolcheviques, en tanto, siguiendo los preceptos de Lenin, elaboraron una doctrina que los llevó a considerar que un esfuerzo voluntarista de su parte podría acelerar la evolución histórica, permitiendo el paso directo de una sociedad precapitalista (como era la rusa) a una sociedad socialista.

 
 

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