Proyecto Salón Hogar
JOHN MILTON
(1608-1674) |
John Milton junto a Geoffrey Chaucer y a William Shakespeare forman la
trilogía básica de la cultura británica. Nació en Londres, Inglaterra
dentro de una familia puritana de clase media. Desde niño tuvo interés
en la literatura y las lenguas clásicas.
Se educó en la Universidad de Cambridge donde se graduó en arte y se
dedicó a escribir poesía y a estudiar los clásicos, la música y las
matemáticas.
Viajó por Europa, en especial Italia y a su regreso participó en
política a favor del movimiento puritano y durante el período
republicano fue secretario de lenguas extranjeras bajo Oliverio Cromwell.
Milton con el tiempo perdió la vista progresivamente y aún ciego
continuó dictando su obra.
El paraíso perdido, su obra maestra es una epopeya bíblica en doce
cantos relatando la caída del hombre del paraíso a la tierra, con
maravillosas descripciones del caos, del infierno, los ángeles y en
especial del diablo. Todo ello de manera sublime.
Otras de sus obras: La mañana de navidad, Sobre Shakespeare, Comus,
Lycidas, Segunda defensa del pueblo de Inglaterra, El paraíso
reconquistado, Samsón agonista, El alegre, El pensativo, El iconoclasta.
Enfermo en sus últimos años, Milton murió en Chalfont Saint Giles a los
66 años.
Milton fue amigo de Galileo y vivió en la misma época de Baruch Spinoza
, Calderón de la Barca y Pierre Corneille. Se casó tres veces y murió
olvidado y en la pobreza.
PENSAMIENTOS:
Un hombre puede ser un hereje dentro de la verdad; y si él cree algo
sólo porque su pastor lo dice, o la asamblea lo determina, sin conocer
otra razón, en ese caso la verdad que porta se convierte en su herejía.
La literatura de un pueblo es el gran texto para conocerlo realmente. La
escritura del día muestra la calidad del pueblo como ninguna otra
reconstrucción histórica lo puede hacer.
Destruir un buen libro es como matar un hombre; quien mata un hombre
mata una criatura racional, la imagen de Dios; pero el que destruye un
buen libro, mata la razón misma, mata la imagen de Dios en su centro.
Preferible reinar en el infierno que servir en el cielo.
Porque los libros no son cosas muertas, sino que contienen una vida en
potencia dentro de ellos tan activa como el alma que los creó.
No se permita a Inglaterra el olvidar su predominio en enseñar a otras
naciones cómo vivir.
Aún así debo de temperar la justicia con la misericordia (Palabras de
Jesucristo al Dios padre en "El paraíso perdido").
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