Samuel Beckett ganó el Premio Nobel de Literatura en 1969 por: "su
escritura, la cual, en formas nuevas para la novela y el drama, en la
inclusión del hombre moderno adquiere su elevación".
Nació en Foxrock, Irlanda, dentro de una familia protestante de clase
media. Estudió inicialmente en las escuelas Earlsfort House y Portora
Royal School (en la cual había sido alumno igualmente el escritor Oscar
Wilde) y más tarde se dedicó a estudiar las lenguas romances, en
particular el francés y el italiano, obteniendo su grado en el "Trinity
College" de Dublín.
A los 22 años de edad viajó por dos años a la ciudad de París y allí
conoció a su compatriota el famoso escritor James Joyce con quien tuvo
una estrecha amistad. Al regresar a Irlanda fue profesor en Trinity
College por algún tiempo, pero como no le gustaba el trabajo, renunció y
se convirtió en escritor; entre tanto viajó por diversas regiones de
Europa hasta radicarse en París en 1937. Ese año, cuando se encontraba
en dicha ciudad, fue atacado en una calle y herido; durante su
recuperación recibió la ayuda de su amigo James Joyce y conoció a
Suzanne Deschevaux, que se convertiría en su esposa.
El tema de la obra de Beckett es existencialista y la expresión de su
pensamiento, si bien fundamental, nunca es simplista. Entre sus
principales ideas: lo temporal de la vida, el tiempo, la eternidad, el
sentimiento de soledad en el humano, proveniente de la incapacidad para
crear comunicación auténtica con los demás, el misterio del yo.
Su obra refleja de manera cruda la condición humana y lo absurdo de
la existencia, con un sentido mordaz del humor. Escribió historias
cortas, poesía, novelas y dramas. En 1933 la muerte de su padre lo
deprimió profundamente, por lo que se estableció en Londres y siguió un
tratamiento de psicoterapia por dos años. Al caer Francia en manos de
Alemania, perteneció a la resistencia francesa durante la Segunda Guerra
Mundial. Fue un autor muy reservado, hasta tal punto que se negó a
recibir en persona el Premio Nobel.
Entre sus obras: “Proust” (ensayo sobre el gran escritor a quien
admiró grandemente), “Mohillo”, “Malone muere”, “El innombrable” (su
tema es la paradoja del ser incapaz de llegarse a conocer; al observarse
a sí mismo, el ser se divide en dos: la conciencia que observa y el
objeto observado. Cuando trata de ordenar sus ideas se transforma en
otras historias, colocándose ante los demás como una sucesión de
narradores), “Murphy” (historia de un irlandés en Londres que escapa de
una muchacha con la cual se va a casar, hacia una vida de contemplación
como enfermero en un hospital psiquiátrico), “Watt” (su última novela en
lengua inglesa), “Historias y textos para nada” (historias cortas), “El
juego final”, “Krapp´s last tape”, “Días felices”, “That time”, “Foot
falls”, “Whoroscope” (poemas sobre Descartes)
La obra maestra de Beckett en opinión de la mayoría de sus críticos
fue: "Esperando a Godot" considerada como uno de los dramas más
importantes del siglo XX. Describe a dos aparentes vagabundos esperando
en una carretera solitaria a un hombre llamado Godot, el cual nunca
llega; las preguntas básicas en la obra de Beckett parecen ser éstas:
¿Cómo podemos aceptar el hecho de que sin haberlo jamás pedido, hayamos
sido arrojados al mundo, a la vida? ¿Quiénes somos? ¿Cuál es la
verdadera naturaleza de nuestro ser? ¿Qué quiere decir realmente el ser
humano cuando dice: "Yo?" En la obra, los dos vagabundos son en realidad
dos seres humanos colocados ante la situación humana de estar en el
mundo sin saber con qué objeto. Siendo racionales y asumiendo que su
presencia en el mundo no puede no tener un objeto, asumen que el
escenario con un árbol solitario es el lugar donde tienen que esperar la
llegada de alguien, pero no saben con certeza quién puede ser esa
persona a la que llaman Godot, sin que hayan sido citados por él y sin
saber siquiera si Godot existe (el nombre Godot desde luego tiene un
parecido muy grande en muchos sentidos con la palabra inglesa: God
(Dios)
El autor murió en París a los 83 años de edad.
PENSAMIENTOS DE SAMUEL BECKETT:
Yo no puedo soportar más el ser humano y no lo trataré más. (Mohillo,
Malone muerto)
He allí un hombre en su totalidad, culpando al zapato cuando su pie
es el culpable. (Esperando a Godot)
Nada ocurre, nadie viene, nadie va. ¡Es horrible! (Esperando a Godot)
Él no puede pensar sin su sombrero. (De Lucky-Esperando a Godot)
Vladimir: Eso ayudó a pasar el tiempo.
Estragon: Habría pasado en todo caso.
Vladimir: ¡Sí, pero no tan rápido! (Esperando a Godot)
Yo soy así. Olvido de inmediato o no olvido jamás.(Esperando a Godot)
Usted exagera con sus zanahorias. (Esperando a Godot)
No somos santos, pero hemos mantenido nuestra cita. ¿Cuántos pueden
decir lo mismo? (Esperando a Godot)
Todos nacemos locos, algunos permanecen así... (Esperando a Godot)
Dan a luz sobre una tumba, la luz brilla un instante, luego es noche
de nuevo. (Esperando a Godot)
Si yo tuviese el uso de mi cuerpo, lo arrojaría por la ventana. (Malone
muere)
Todo es falso. No hay nadie. No hay nada. (Nouvelles et textes pour
rien)
Clov: Cree en la vida futura?
Hamm: La mía fue siempre eso. (End game)
El escoger cuidadosamente su momento y callarse, sería esa la única
manera de ser y vivir. (Nouvelles et textes pour rien)
Joyce fue un sintetizador, tratando de unir tanto como pudiese. Yo
soy un analizador, tratando de suprimir tanto como puedo. (New York
Times)
Hubiéramos podido salvar seis centavos. Salvar cinco centavos (pausa)
¿Pero a qué costo? (All that fall)
Tal vez mis mejores años se han ido... pero no los querría de nuevo.
No con el fuego que hay en mí ahora. (Krapp´s last tape)
No tiene objeto culpar a las palabras, no son más ordinarias que
cuando se ofrecen. (Malone muere)
Encontrar una forma que acomode el desorden, ése es el trabajo del
artista ahora. (Proust)
Estragon: Lugar agradable, futuro inspirador, vamos... Vladimir: No
podemos.
Estragon: Por qué no?
Vladimir: Esperamos a Godot. (Esperando a Godot)
Toda mi desagradable vida me he arrastrado en el lodo, ¿y me habla
usted de escenario? (Esperando a Godot)
Alguna vez trató, alguna vez falló. No importa, trate de nuevo, falle
de nuevo. Falle mejor. (Worstward Ho)
¿Es usted Inglés, señor Beckett? Beckett: “Au contraire”.
(Atribuido).