Santa Teresa de Jesús fue reformadora de órdenes religiosas, fundadora
de conventos, mística y escritora de gran valor.
Teresa de Cepeda y Ahumada nació en Ávila, España dentro de una
familia de la nobleza castellana. Desde temprano leyó intensamente y
gustó en especial de los libros de caballería.
Mostró inclinación hacia la vida religiosa y a los 7 años abandonó la
casa en compañía de su hermano Rodrigo, para ir hacia Salamanca a
"convertir los moros".
A la edad de 21 años ingresó al Convento de las Carmelitas en su
ciudad natal pero enfermó muy pronto, habiéndose visto obligada a
permanecer en estado de recuperación por largo tiempo. Persistió sin
embargo en su vocación y con el tiempo se persuadió de la necesidad de
reformar su orden. Con la ayuda de varias compañeras fundó en Ávila un
nuevo convento de monjas descalzas, logrando eventualmente y en medio de
grandes oposiciones, la aprobación papal para su obra.
En su campaña reformatoria contó la futura santa con la ayuda del
gran místico y poeta: San Juan de la Cruz.
Santa Teresa manifestó igualmente desde temprano vocación hacia las
letras, y sus obras en especial las escritas en prosa y de carácter
místico, son consideradas como las más grandes de España en su campo.
Dijo de ella Fray Luis de León: "En la alteza de las cosas que trata,
y en la delicadeza y claridad con que las trata, excede a mucho
ingenios".
A lo largo de su vida fundó un total de 16 conventos y su obra
combatida por doquiera logró salir adelante con la ayuda del rey Felipe
II y el Papa Gregorio XIII.
La priora de Sevilla y Lisboa, María de San José, describió a su
superiora así: "Era esta santa de mediana estatura, antes grande que
pequeña. Tuvo en su mocedad forma de muy hermosa y hasta su última edad
mostraba serlo. Tenía muy lindas manos, aunque pequeñas; en el rostro al
lado izquierdo, tres lunares en derecho unos de otros, comenzando desde
abajo de la boca el que mayor era, el otro entre la boca y la nariz y el
último en la nariz, más cerca de abajo que de arriba. Era en todo
perfecta".
Entre sus obras: Libro de las misericordias de Dios o Libro de su
vida, Libro de las fundaciones ( describe su reforma y dificultades),
Camino de perfección, Libro de las siete Moradas o Castillo interior
(encierra con prosa sencilla el relato del camino del alma hacia la
unión con Dios), Correspondencia epistolar, Poesías.
Santa Teresa fue además una viajera infatigable por las tierras de
España en su labor de reforma y cuando viajaba desde Burgos hacia
Madrid, luego de que su arzobispo le dijese: "Madre Teresa aquí no
tenemos necesidad de reformarnos", la sorprendió la muerte en la región
de Alba de Tormes a los 67 años de edad.
Fue beatificada por Pablo V, canonizada por Gregorio XV y nombrada
Doctora de la Iglesia por Pablo VI.
APARTES DE LAS OBRAS DE SANTA TERESA:
Quisiera yo que, como me han mandado y dado larga licencia para que
escriba el modo de oración y las mercedes que el Señor me ha hecho, me
las dieran para que muy por menudo y con claridad dijera más grandes
pecados y ruin vida.
Diérame gran consuelo, mas no han querido, antes atándome mucho este
caso; y por esto pido, por amor del Señor, tenga delante de los ojos
quien este discurso de mi vida leyere, que ha sido tan ruin, y que no he
hallado santo de los que se tomaron a Dios con quien me consolar" (Libro
de la Vida).
Habéis de notar que en estas moradas primeras aún no llega casi nada
de luz que sale del palacio donde está el Rey, porque aunque no están
oscurecidas y negras como cuando el alma está en pecado, está oscurecida
en alguna manera para que no la pueda ver, el que está en ella digo,
sino porque con tantas cosas malas de culebras y víboras y cosas
ponzoñosas que entraron en él, no le dejan admitir a la luz. Como si uno
entrase en una parte adonde entra mucho sol y llevase tierra en los ojos
que casi no los pudiese abrir.(Las Moradas)
Tomad mi consejo y no os quedéis en el camino, sino pelead hasta
morir en la demanda, pues no estáis aquí a otra cosa sino a pelear. Y
con ir siempre con esta determinación de antes morir que dejar de llegar
a el fin del camino, si os llevare el Señor con alguna sed en esta vida,
en la que es para siempre os dará con toda abundancia de beber y sin
temor que os ha de faltar. (Camino de Perfección)
FRAGMENTO DE "POESÍAS":
Vivo sin vivir en mí,// Y tan alta vida espero, // Que muero porque
no muero. //
Aquesta divina unión, // Del amor con que yo vivo, // Hace a Dios ser
mi cautivo // Y libre mi corazón. //
Mas causa en mí tal pasión// Ver a Dios mi prisionero, // Que muero
porque no muero. //
Ay! Qué larga es esta vida// Qué duros estos destierros. // Esta
cárcel y estos hierros, // En que el alma está metida! //
Sólo esperar la salida // Me causa un dolor tan fiero, // Que muero
porque no muero. //