Pensamientos de Hugo
La belleza no tiene sino una forma;
la fealdad tiene mil. (Cromwell)
Los tiempos primitivos fueron
líricos, la edad clásica fue épica y la época moderna es dramática.
(Cromwell)
La verdad del arte nunca podrá ser
realidad absoluta. El arte nunca reflejará la cosa en sí misma. (Cromwell)
Yo te extraño, yo me encuentro
ausente de mí mismo. (Hernani)
Inglaterra será siempre la hermana de
Francia. (Cromwell)
Nuestros padres tuvieron un París
hecho de piedra, nuestros hijos tendrán uno hecho de cemento.
(Nuestra Señora de París)
El soñar es la felicidad; el esperar,
es la vida. (Las hojas de otoño)
Al banquete de la felicidad pocos son
invitados. (Las hojas de otoño)
Oh Virgilio! Oh poeta! Oh mi maestro
Divino!. (Las voces interiores)
Yo no deseo caer, deseo desaparecer.
(Ruy Blas)
La cara de un traidor! Cuando la boca
dice sí, la mirada dice tal vez. (Ruy Blas)
Bajo los vestidos de un sirviente,
las pasiones de un rey. (Ruy Blas)
Las mujeres desean intensamente
salvar a aquellos que las pierden. (Ruy Blas)
La vida es una cortina que nos separa
del misterio de las cosas. (Los miserables)
Los libros son amigos fríos y
seguros. (Los miserables)
Nadie guarda un secreto como un niño.
(Los miserables)
Juzgaríamos mas ciertamente a un
hombre por sus sueños que por sus pensamientos. (Los miserables)
Erróneamente uno ha querido hacer de
la burguesía una clase. La burguesía es simplemente una parte
satisfecha del pueblo. Un burgués es un hombre que tiene el tiempo
para sentarse. Una silla no es una casta. (Los miserables)
La primera igualdad es la equidad.
(Los miserables)
El primer síntoma del verdadero amor
en un hombre joven es la timidez; en una mujer joven es el
atrevimiento. (Los miserables).
El suicidio: esa misteriosa vía hacia
lo desconocido. (Los miserables)
Jesús lloró, Voltaire sonrió; de esta
lágrima divina y de esa sonrisa humana es que está hecha la dulzura
de la actual civilización. (Discurso en el Centenario de Voltaire)
Hay padres que no quieren a sus
hijos; no hay un abuelo que no adore su nieto. (Los miserables)
Es la peculiaridad del dolor el sacar
a flote el lado infantil del humano. (Los miserables). |
Poema de
Hugo
De «Las contemplaciones».
Adquirió la costumbre cuando aún era
muy niña
de entrar cada mañana un ratito en mi cuarto;
la esperaba lo mismo que a la luz de la aurora;
ella entraba y decía: Buenos días, papá;
y cogía mi pluma y hojeaba mis libros,
se sentaba en mi cama, revolvía papeles,
se reía; de pronto decidía marcharse
como haciéndome ver que era un ave de paso.
Reanudaba yo entonces, algo menos cansado,
mi tarea, y a veces, cuando estaba escribiendo,
entre mis manuscritos encontraba algún raro
arabesco bien suyo, y a menudo arrugadas
muchas páginas blancas donde, no sé por qué,
versos míos nacían de una música dulce.
Dios, las flores, los astros y los prados amaba,
era más un espíritu que una simple mujer.
En sus ojos había claridades de su alma,
me pedía consejo sobre todas las cosas.
¡Cuántas noches de invierno deliciosas, radiantes
conversando de historia, de gramática y lengua,
apiñados los cuatro junto a mí, muy cercana
de mis hijos su madre, y a la vera del fuego
un corrillo de amigos! ¡Yo llamaba a esta vida
contentarse con poco! ¡Y pensar que ella ha muerto!
¡Ay de mí, Dios me asista! Yo no pude tener
alegría jamás viendo en ella tristeza;
taciturno quedaba en mitad de los bailes
de haber visto al salir una sombra en sus ojos.
Noviembre de 1846, día de difuntos.(De su hija
Leopoldine).
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