Deuteronomio
1 Estas son las
palabras que Moisés habló a todo Israel al otro lado del Jordán, en el
desierto, en el Arabá frente a Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y
Di-zahab. 2 Once días duró el viaje desde Horeb hasta Cades-barnea,
por la ruta de la región montañosa de Seír. 3 El primero del
mes undécimo del año 40, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a
todo lo que Jehovah le había mandado con respecto a ellos, 4
después que derrotó a Sejón, rey de los amorreos que habitaba en Hesbón,
y a Og, rey de Basán que habitaba en Astarot y en Edrei.
Moisés inicia su primer discurso
5 Moisés empezó a explicar esta ley en la tierra de Moab, al
otro lado del Jordán, y dijo: 6 "Jehovah nuestro Dios nos
habló en Horeb diciendo: ’Bastante habéis permanecido en este monte.
7 Volveos, marchad e id a la región montañosa de los amorreos
y a todos sus vecinos en el Arabá, en la región montañosa y en la Sefela,
en el Néguev y por la costa del mar, a la tierra de los cananeos y al
Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates. 8 Mirad, yo he
puesto la tierra delante de vosotros. Entrad y tomad posesión de la
tierra que Jehovah juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que
les daría a ellos y a sus descendientes después de ellos.’
Moisés nombra jueces
9 "En aquel tiempo yo os hablé diciendo: ’Yo solo no puedo
cargar con vosotros. 10 Jehovah vuestro Dios os ha
multiplicado, y he aquí que hoy sois tan numerosos como las estrellas
del cielo. 11 ¡Jehovah, Dios de vuestros padres, os
multiplique mil veces más, y os bendiga como os lo ha prometido! 12
Pero, ¿cómo podré llevar yo solo vuestras preocupaciones, vuestras
cargas y vuestros pleitos? 13 Proveeos entre vuestras tribus
de hombres sabios, entendidos y experimentados, para que yo los ponga
como vuestros jefes.’ 14 Vosotros me respondisteis y
dijisteis: ’Está bien hacer lo que has dicho.’ 15 Entonces
tomé a los jefes de vuestras tribus, hombres sabios y experimentados, y
los puse como vuestros jefes; como jefes de mil, jefes de cien, jefes de
cincuenta, jefes de diez y como oficiales de vuestras tribus. 16
En aquel tiempo mandé a vuestros jueces diciendo: ’Oíd la causa de
vuestros hermanos y juzgad con justicia entre un hombre y su hermano o
el forastero que está con él. 17 No hagáis distinción de
personas en el juicio; oiréis tanto al pequeño como al grande. No
tengáis temor de nadie, porque el juicio es de Dios. Pero la causa que
os sea difícil la traeréis a mí, y yo la oiré.’ 18 Os mandé,
pues, en aquel tiempo todo lo que habíais de hacer.
Moisés envía espías a Canaán
19 "Partimos de Horeb y fuimos por aquel desierto grande y
terrible que habéis visto, dirigiéndonos a la región montañosa de los
amorreos, como Jehovah nuestro Dios nos había mandado; y llegamos hasta
Cades-barnea. 20 Entonces os dije: ’Habéis llegado a la
región montañosa de los amorreos, la cual nos da Jehovah nuestro Dios.
21 Mira, Jehovah tu Dios te ha entregado la tierra que está
delante de ti. Sube y tómala en posesión, como Jehovah, Dios de tus
padres, te ha dicho. ¡No temas ni desmayes!’
22 "Todos vosotros os acercasteis a mí y
dijisteis: ’Enviemos delante de nosotros hombres que nos reconozcan la
tierra y nos traigan información acerca del camino por donde hemos de ir
y de las ciudades a las que habremos de llegar.’ 23 Me
pareció bien lo dicho, y tomé a doce hombres de vosotros, un hombre por
tribu. 24 Ellos se dirigieron y subieron a la región
montañosa; llegaron hasta el arroyo de Escol y reconocieron la tierra.
25 Tomaron en sus manos muestras del fruto de la tierra y nos
las trajeron. También nos dieron informes diciendo: ’La tierra que
Jehovah nuestro Dios nos da es buena.’
El pueblo se desalienta
26 "Sin embargo, no quisisteis subir. Más bien, fuisteis
rebeldes contra el mandato de Jehovah vuestro Dios, 27 y
murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: ’Porque Jehovah nos
aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto, para entregarnos en mano
de los amorreos para destruirnos. 28 ¿A dónde iremos?
Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestros corazones diciendo:
Este pueblo es más grande y más alto que nosotros. Las ciudades son
grandes y fortificadas hasta el cielo, y también vimos allí a los
anaquitas.’ 29 Entonces os dije: ’No os aterroricéis ni
tengáis temor de ellos. 30 Jehovah, vuestro Dios, quien va
delante de vosotros, él combatirá por vosotros de la manera que lo hizo
por vosotros en Egipto ante vuestros propios ojos, 31 como
también en el desierto, donde habéis visto que Jehovah vuestro Dios os
ha traído, como trae un hombre a su hijo, por todo el camino que habéis
andado, hasta que habéis llegado a este lugar.’ 32 Aun con
esto no creísteis a Jehovah vuestro Dios, 33 quien iba
delante de vosotros en el camino, con fuego de noche y con nube de día,
a fin de explorar el lugar donde habíais de acampar, y para mostraros el
camino a seguir.
Castigo del pueblo en el desierto
34 "Entonces Jehovah oyó la voz de vuestras palabras. Y se
enojó y juró diciendo: 35 ’Ninguno de estos hombres de esta
mala generación verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres,
36 excepto Caleb hijo de Jefone. El la verá; a él y a sus
hijos les daré la tierra que él pisó, porque siguió a Jehovah con
integridad.’ 37 Por causa de vosotros Jehovah se enfureció
también contra mí, y dijo: ’Tampoco tú entrarás allá. 38
Josué hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá. Anímale,
porque él hará que Israel la herede. 39 Pero vuestros
pequeños, de quienes dijisteis que serían una presa; vuestros hijos que
hoy no distinguen entre lo bueno y lo malo, ellos entrarán allá. A ellos
la daré, y ellos tomarán posesión de ella. 40 Pero vosotros,
volveos y marchaos al desierto, rumbo al mar Rojo.’
Derrota de Israel en Horma
41 "Entonces respondisteis y me dijisteis: ’Hemos pecado
contra Jehovah. Nosotros subiremos y pelearemos conforme a todo lo que
Jehovah nuestro Dios nos ha mandado.’
"Os ceñisteis cada uno sus armas y pensasteis que era cosa
fácil subir a la región montañosa. 42 Entonces Jehovah me
dijo que os dijera: ’No subáis ni peleéis, porque yo no estoy entre
vosotros. No seáis derrotados delante de vuestros enemigos.’
43 "Yo os hablé, pero no escuchasteis. Al
contrario, fuisteis rebeldes contra lo que había dicho Jehovah;
actuasteis con arrogancia y subisteis a la región montañosa. 44
Pero los amorreos que habitaban en aquella región montañosa
salieron a vuestro encuentro, os persiguieron como lo hacen las avispas,
y os destrozaron desde Seír hasta Horma. 45 Entonces
volvisteis y llorasteis delante de Jehovah, pero Jehovah no escuchó
vuestra voz ni os prestó atención. 46 Así permanecisteis en
Cades por muchos días, según los días que permanecisteis allí.
Instrucciones para el paso por Seír
2 "Entonces nos volvimos y
partimos hacia el desierto, rumbo al mar Rojo, como Jehovah me había
dicho; y rodeamos por muchos días la región montañosa de Seír. 2
Y Jehovah me habló diciendo: 3 ’Bastante tiempo habéis
rodeado estos montes; dirigíos hacia el norte. 4 Manda al
pueblo diciendo: Cuando vosotros paséis por el territorio de vuestros
hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, ellos tendrán miedo de
vosotros. Pero guardaos mucho; 5 no contendáis con ellos. Yo
no os daré de su tierra, ni aun la huella de la planta de un pie, porque
he dado a Esaú como posesión la región montañosa de Seír. 6
Les compraréis con dinero los alimentos que comáis. También, adquiriréis
de ellos con dinero el agua que bebáis.’ 7 Jehovah tu Dios te
ha bendecido en toda la obra de tus manos. El conoce tu caminar por este
gran desierto. Jehovah tu Dios ha estado contigo estos cuarenta años, y
ninguna cosa te ha faltado.
Instrucciones para el paso por Moab
8 "Pasamos de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú
que habitan en Seír, por el camino del Arabá de Eilat y de Ezión-geber,
y cambiando de dirección nos dirigimos rumbo al desierto de Moab. 9
Entonces Jehovah me dijo: ’No molestes a Moab ni contiendas con
ellos, porque no te daré posesión en su tierra. He dado Ar como posesión
a los hijos de Lot.’ 10 (Los emitas habitaron allí antes.
Estos eran un pueblo grande y numeroso; eran altos como los anaquitas.
11 Ellos, como los anaquitas, también eran considerados como
refaítas, pero los moabitas los llamaban emitas. 12 También
los horeos habitaban antes en Seír, pero los hijos de Esaú los
desalojaron y los destruyeron delante de ellos. Luego habitaron en su
lugar, así como ha hecho Israel en la tierra de su posesión que Jehovah
les ha dado.) 13 ’Levantaos, pues, y cruzad el arroyo de
Zered.’
"Así cruzamos el arroyo de Zered. 14 El tiempo que
anduvimos desde Cades-barnea hasta que cruzamos el arroyo de Zered fue
de treinta y ocho años, hasta que se acabó toda la generación de hombres
de guerra de en medio del campamento, como Jehovah les había jurado.
15 La mano de Jehovah también estuvo contra ellos para
destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.
Instrucciones para el paso por Amón
16 "Aconteció que cuando finalmente murieron todos
los hombres de guerra de entre el pueblo, 17 Jehovah me habló
diciendo: 18 ’Tú pasarás hoy por el territorio de Moab, es
decir, de Ar, 19 y te acercarás a los hijos de Amón. Pero no
los molestes ni contiendas con ellos, porque no te he de dar posesión en
la tierra de los hijos de Amón. La he dado como posesión a los hijos de
Lot.’ 20 (También esta tierra fue considerada tierra de los
refaítas. En otro tiempo habitaron en ella los refaítas, pero los
amonitas los llamaban zomzomeos. 21 Estos eran un pueblo
grande y numeroso; eran altos como los anaquitas. A éstos destruyó
Jehovah delante de los amonitas que les sucedieron y habitaron en su
lugar, 22 como hizo también con los horeos, a los cuales
destruyó delante de los hijos de Esaú que habitan en Seír, quienes
sucedieron a aquéllos y habitaron en su lugar, hasta el día de hoy.
23 De la misma manera, los caftoreos que habían salido de Caftor
destruyeron a los aveos que vivían en aldeas hasta Gaza, y habitaron en
su lugar.) 24 ’Levantaos, partid y cruzad el río Arnón. Mira,
yo he entregado en tu mano a Sejón el amorreo, rey de Hesbón, y su
tierra. Comienza a tomar posesión de ella y contiende con él en guerra.
25 Hoy comenzaré a infundir miedo y temor de ti entre los
pueblos debajo de todo el cielo. Ellos oirán tu fama, y temblarán y se
estremecerán a causa de ti.’
Israel derrota a Sejón, rey de Hesbón
26 "Desde el desierto de Cademot envié mensajeros a Sejón,
rey de Hesbón, con un mensaje de paz, diciendo: 27 ’Déjame
pasar por tu tierra. Iré sólo por el camino. No me apartaré ni a la
derecha ni a la izquierda. 28 Me venderás por dinero la
comida que yo coma, y me darás por dinero el agua que yo beba. Solamente
permíteme pasar a pie, 29 como hicieron conmigo los hijos de
Esaú que habitan en Seír y los moabitas que habitan en Ar, hasta que yo
cruce el Jordán hacia la tierra que Jehovah nuestro Dios nos da.’
30 Pero Sejón, rey de Hesbón, no quiso que pasáramos por su
territorio, porque Jehovah tu Dios había endurecido su espíritu y
obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como en el día de hoy.
31 "Entonces me dijo Jehovah: ’Mira, yo he
comenzado a entregar delante de ti a Sejón y su tierra. Comienza a tomar
posesión de su tierra.’
32 "Sejón salió a nuestro encuentro, él con todo
su pueblo, para combatir en Jahaz. 33 Pero Jehovah nuestro
Dios lo entregó delante de nosotros, y lo matamos a él, a sus hijos y a
todo su pueblo. 34 En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades
y las destruimos por completo. No dejamos ningún sobreviviente de los
hombres, las mujeres y los niños. 35 Sólo tomamos para
nosotros los animales y el botín de las ciudades que capturamos 36
desde Aroer, que está en la ribera del río Arnón, y la ciudad que
está en el valle, hasta Galaad. No hubo ciudad que fuera demasiado
fuerte para nosotros; Jehovah nuestro Dios las entregó todas delante de
nosotros. 37 Solamente no te acercaste a la tierra de los
hijos de Amón, ni a todo lo que está junto al río Jaboc, ni a las
ciudades de la región montañosa, según todo lo que Jehovah nuestro Dios
nos había mandado.
Israel derrota a Og, rey de Basán
3 "Después nos volvimos y
subimos rumbo a Basán. Entonces Og, rey de Basán, salió a nuestro
encuentro con todo su pueblo para combatir en Edrei. 2 Y
Jehovah me dijo: ’No le tengas miedo, porque en tu mano he entregado a
él, a todo su pueblo y su tierra. Tú harás con él como hiciste con Sejón,
rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.’
3 "También Jehovah nuestro Dios entregó en nuestra
mano a Og, rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual matamos hasta no
dejarle ningún sobreviviente. 4 Y tomamos entonces todas sus
ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos: sesenta ciudades, toda
la tierra de Argob del reino de Og en Basán. 5 Todas estas
ciudades estaban fortificadas con altas murallas, con puertas y
cerrojos, sin contar las muchísimas aldeas sin muros. 6 Como
hicimos con Sejón rey de Hesbón, destruimos por completo en toda ciudad
a los hombres, a las mujeres y a los niños. 7 Sólo tomamos
para nosotros todos los animales y el botín de las ciudades.
8 "En aquel tiempo tomamos la tierra desde el río
Arnón hasta el monte Hermón, de mano de los dos reyes amorreos que
estaban establecidos al otro lado del Jordán. 9 (Al Hermón
los sidonios lo llaman Sirión, y los amorreos lo llaman Senir.) 10
Tomamos todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán
hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.
11 "Sólo Og, rey de Basán, había quedado del resto
de los refaítas. He aquí su cama, que era de hierro, ¿acaso no está en
Rabá de los hijos de Amón? Ella tiene 9 codos de largo por 4 codos de
ancho, conforme al codo de un hombre.
Reparto del territorio oriental
12 "Esta tierra con sus ciudades que heredamos en ese tiempo
desde Aroer en el río Arnón, hasta la mitad de la región montañosa de
Galaad, se la di a los rubenitas y a los gaditas. 13 El resto
de Galaad y todo Basán, que pertenecían al reino de Og, se lo di a la
media tribu de Manasés. (Toda la región de Argob, toda la de Basán, era
llamada la tierra de los refaítas.)
14 "Jaír hijo de Manasés tomó toda la tierra de
Argob hasta la frontera de los de Gesur y de los de Maaca, y la llamó
por su propio nombre: Havot-jaír en Basán, hasta el día de hoy. 15
A Maquir le di Galaad. 16 Y a los rubenitas y a los
gaditas les di desde Galaad hasta el río Arnón, el medio del río como
frontera, y hasta el Jaboc, el río que marca la frontera de los hijos de
Amón. 17 También les di el Arabá y el Jordán como límite,
desde el Quinéret hasta el mar del Arabá, o mar Salado, hasta las faldas
del Pisga, al oriente.
18 "En aquel tiempo os mandé diciendo: ’Jehovah
vuestro Dios os ha dado esta tierra para que toméis posesión de ella.
Todos los valientes cruzaréis armados delante de vuestros hermanos, los
hijos de Israel. 19 Solamente vuestras mujeres, vuestros
niños y vuestros ganados (yo sé que tenéis mucho ganado), se quedarán en
las ciudades que os he dado, 20 hasta que Jehovah dé reposo a
vuestros hermanos, así como a vosotros, y ellos también tomen posesión
de la tierra que Jehovah vuestro Dios les da al otro lado del Jordán.
Entonces volveréis cada uno a la heredad que yo os he dado.’
21 "También en aquel tiempo mandé a Josué
diciendo: ’Tus ojos han visto todo lo que Jehovah tu Dios ha hecho a
aquellos dos reyes. Así hará Jehovah a todos los reinos por los cuales
tú pasarás. 22 No los temáis, porque Jehovah vuestro Dios, él
es el que combate por vosotros.’
Moisés no entraría a Canaán
23 "En aquel tiempo supliqué a Jehovah, diciendo: 24
’Oh Señor Jehovah, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu
grandeza y tu mano poderosa. Porque, ¿qué dios hay en los cielos o en la
tierra que haga como tus obras y como tus proezas? 25 Te
ruego que yo también cruce y vea aquella buena tierra que está al otro
lado del Jordán, aquella buena región montañosa y el Líbano.’
26 "Pero Jehovah se había indignado contra mí por
causa de vosotros y no me escuchó. Jehovah me dijo: ’¡Basta! No me
hables más de este asunto. 27 Sube a la cumbre del Pisga y
alza tus ojos hacia el oeste, el norte, el sur y el este, y mírala con
tus ojos; porque tú no cruzarás este Jordán. 28 Pero
comisiona a Josué; fortalécelo e infúndele valor, porque él cruzará al
frente de este pueblo y les hará tomar posesión de la tierra que tú
verás.’
29 "Así nos quedamos en el valle delante de Bet-peor.
Exhortación a obedecer a Jehovah
4 "Ahora pues, oh Israel,
escucha las leyes y decretos que yo os enseño que hagáis, a fin de que
viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Jehovah, Dios
de vuestros padres. 2 No añadáis a las palabras que yo os
mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos de
Jehovah vuestro Dios, que yo os mando. 3 Vuestros ojos han
visto lo que Jehovah hizo con respecto al Baal de Peor, cómo vuestro
Dios destruyó de en medio de vosotros a todo hombre que fue tras el Baal
de Peor. 4 Pero vosotros, que fuisteis fieles a Jehovah
vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
5 "Mirad, yo os he enseñado leyes y decretos, como
Jehovah mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra a la
cual entraréis para tomar posesión de ella. 6 Guardadlos,
pues, y ponedlos por obra, porque esto es vuestra sabiduría y vuestra
inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales al oír de todas
estas leyes dirán: ’¡Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y
entendido!’ 7 Porque, ¿qué nación hay tan grande, que tenga
dioses tan cerca de ella, así como lo está Jehovah nuestro Dios toda vez
que le invocamos? 8 ¿Qué nación hay tan grande que tenga
leyes y decretos tan justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante
de vosotros? 9 Solamente guárdate y guarda diligentemente tu
alma, no sea que te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni que
se aparten de tu corazón durante todos los días de tu vida. Las
enseñarás a tus hijos y a los hijos de tus hijos.
10 "El día que estuviste delante de Jehovah tu
Dios en Horeb, Jehovah me dijo: ’Reúneme al pueblo para que yo les haga
oír mis palabras, las cuales aprenderán para temerme todos los días que
vivan en la tierra, y para enseñarlas a sus hijos.’ 11 Y os
acercasteis y os reunisteis al pie del monte. El monte ardía con fuego
hasta el corazón de los cielos, con densas nubes y oscuridad. 12
Entonces Jehovah os habló de en medio del fuego. Vosotros oisteis
el sonido de sus palabras, pero aparte de oír su voz, no visteis ninguna
imagen. 13 El os declaró su pacto, el cual os mandó poner por
obra: Los Diez Mandamientos. Y los escribió en dos tablas de piedra.
14 En aquel tiempo Jehovah también me mandó a mí que os
enseñara las leyes y los decretos, para que los pusieseis por obra en la
tierra a la cual pasáis para tomar posesión de ella.
Advertencia contra la idolatría
15 "Por tanto, tened mucho cuidado de vosotros mismos, pues
ninguna imagen visteis el día que Jehovah os habló en Horeb de en medio
del fuego. 16 No sea que os corrompáis y os hagáis imágenes,
o semejanza de cualquier figura, sea en forma de hombre o de mujer,
17 ni en forma de cualquier animal que esté en la tierra, ni en
forma de cualquier ave alada que vuele en los cielos, 18 ni
en forma de cualquier animal que se desplace sobre la tierra, ni en
forma de cualquier pez que haya en las aguas debajo de la tierra.
19 No sea que al alzar tus ojos al cielo y al ver el sol, la luna
y las estrellas, es decir, todo el ejército del cielo, seas desviado a
postrarte ante ellos y a rendir culto a cosas que Jehovah tu Dios ha
asignado a todos los pueblos de debajo del cielo. 20 Pero a
vosotros Jehovah os ha tomado y os ha sacado del horno de hierro, de
Egipto, para que seáis pueblo de su heredad como en el día de hoy.
21 "Jehovah se airó contra mí por causa de
vuestras palabras, y juró que yo no cruzaría el Jordán ni entraría en la
buena tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad. 22 Así
que yo voy a morir en esta tierra. Yo no cruzaré el Jordán, pero
vosotros sí lo cruzaréis y tomaréis posesión de aquella buena tierra.
23 Cuidaos, pues, no sea que olvidéis el pacto de Jehovah
vuestro Dios, que él ha establecido con vosotros, y os hagáis imágenes o
cualquier semejanza, como te ha prohibido Jehovah tu Dios. 24
Porque Jehovah tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.
25 "Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y
hayáis envejecido en la tierra, y os corrompáis, y hagáis imágenes o
cualquier semejanza, y hagáis lo malo ante los ojos de Jehovah tu Dios,
enojándole, 26 yo pongo hoy por testigos a los cielos y a la
tierra, que pronto pereceréis totalmente en la tierra hacia la cual
cruzáis el Jordán para tomar posesión de ella. No permaneceréis largo
tiempo en ella, sino que seréis completamente destruidos. 27
Jehovah os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número
entre las naciones a las cuales os llevará Jehovah. 28 Allí
serviréis a dioses hechos por manos de hombre, de madera y de piedra,
que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. 29 Pero cuando
desde allí busques a Jehovah tu Dios, lo hallarás, si lo buscas con todo
tu corazón y con toda tu alma. 30 En los postreros días,
cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás a
Jehovah tu Dios y obedecerás su voz. 31 Porque Jehovah tu
Dios es Dios misericordioso; no te abandonará, ni te destruirá, ni se
olvidará del pacto que juró a tus padres.
Fin del primer discurso de Moisés
32 "Pues pregunta, por favor, a los días antiguos que te
antecedieron, desde el día que Dios creó al hombre sobre la tierra, y
desde un extremo del cielo hasta el otro, si se ha hecho cosa semejante
a esta gran cosa, o si se ha oído de otra como ella. 33
¿Existe otro pueblo que haya oído la voz de Dios hablando de en medio
del fuego, como tú la has oído, y que haya seguido viviendo? 34
¿O algún dios ha intentado venir y tomar un pueblo para sí de en
medio de otro pueblo, con pruebas, señales, prodigios, guerra, mano
poderosa, brazo extendido y grandes terrores, como todo lo que hizo por
vosotros Jehovah vuestro Dios en Egipto, ante vuestros propios ojos?
35 A ti se te ha mostrado esto para que sepas que Jehovah es
Dios y que no hay otro aparte de él. 36 Desde los cielos te
hizo oír su voz para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran
fuego. Tú has oído sus palabras de en medio del fuego. 37 Y
por cuanto él amó a tus padres y escogió a sus descendientes después de
ellos, te sacó de Egipto con su presencia, con su gran poder. 38
Hizo esto para arrojar de delante de ti naciones más grandes y más
fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como
en el día de hoy. 39 Reconoce, pues, hoy y considera en tu
corazón que Jehovah es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra, y
no hay otro. 40 Guarda sus leyes y sus mandamientos que yo te
mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y
para que prolongues los días sobre la tierra que Jehovah tu Dios te da
para siempre."
Ciudades de refugio en Transjordania
41 Entonces Moisés apartó tres ciudades al otro lado del
Jordán, hacia donde se levanta el sol, 42 para que huya allí
el homicida que mate a su prójimo por accidente, sin haberle tenido
previamente aversión. Al huir a cualquiera de estas ciudades, podrá
salvar su vida. 43 Apartó a Beser, en el desierto, en la
meseta, para los rubenitas; a Ramot, en Galaad, para los gaditas; y a
Golán, en Basán, para los de Manasés.
Prólogo al segundo discurso de Moisés
44 Esta es la ley que Moisés puso ante los hijos de Israel.
45 Estos son los testimonios, las leyes y los decretos que
Moisés habló a los hijos de Israel cuando habían salido de Egipto,
46 al otro lado del Jordán, en el valle que está frente a Bet-peor,
en la tierra de Sejón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón. A
éste dieron muerte Moisés y los hijos de Israel, cuando salieron de
Egipto. 47 Así tomaron posesión de su tierra y de la tierra
de Og, rey de Basán. Estos dos reyes de los amorreos habitaban al otro
lado del Jordán, hacia donde se levanta el sol, 48 desde
Aroer, que está sobre la ribera del río Arnón, hasta el monte Sirión,
que es el Hermón, 49 y en todo el Arabá, al otro lado del
Jordán, hasta el mar del Arabá en las faldas del Pisga.
Los Diez Mandamientos
5 Moisés llamó a todo
Israel y les dijo: "Escucha, Israel, las leyes y decretos que proclamo
hoy a vuestros oídos. Aprendedlos y tened cuidado de ponerlos por obra.
2 Jehovah nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en Horeb.
3 No fue sólo con nuestros padres que Jehovah hizo este
pacto, sino también con nosotros, nosotros que estamos aquí hoy, todos
vivos. 4 Cara a cara habló Jehovah con vosotros en el monte,
de en medio del fuego. 5 Yo estaba entonces entre Jehovah y
vosotros, para declararos la palabra de Jehovah; porque vosotros
tuvisteis temor del fuego y no subisteis al monte. Entonces él dijo:
6 ’Yo soy Jehovah tu Dios que te saqué de la tierra de
Egipto, de la casa de esclavitud:
7 " ’No tendrás otros dioses delante de mí.
8 " ’No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo
que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. 9 No te inclinarás ante ellas ni les
rendirás culto; porque yo soy Jehovah tu Dios, un Dios celoso que
castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y
sobre la cuarta generación de los que me aborrecen. 10 Pero
muestro misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan
mis mandamientos.
11 " ’No tomarás en vano el nombre de Jehovah tu
Dios, porque Jehovah no dará por inocente al que tome su nombre en vano.
12 " ’Guarda el día del sábado para santificarlo,
como te ha mandado Jehovah tu Dios. 13 Seis días trabajarás y
harás toda tu obra, 14 pero el séptimo día será sábado para
Jehovah tu Dios. No harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija,
ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal
tuyo, ni el forastero que está dentro de tus puertas; para que tu siervo
y tu sierva descansen como tú. 15 Acuérdate de que tú fuiste
esclavo en la tierra de Egipto y que Jehovah tu Dios te sacó de allí con
mano poderosa y brazo extendido. Por eso Jehovah tu Dios te ha mandado
que guardes el día del sábado.
16 " ’Honra a tu padre y a tu madre, como Jehovah
tu Dios te ha mandado, para que tus días se prolonguen y te vaya bien en
la tierra que Jehovah tu Dios te da.
17 " ’No cometerás homicidio.
18 " ’No cometerás adulterio.
19 " ’No robarás.
20 " ’No darás falso testimonio contra tu prójimo.
21 " ’No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni
desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva,
ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.’
22 "Estas palabras habló Jehovah a gran voz a toda
vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de
la oscuridad, y no añadió más. Luego las escribió en dos tablas de
piedra, y me las dio a mí.
El pueblo pide la mediación de Moisés
23 "Aconteció que cuando oisteis la voz de en medio de las
tinieblas, mientras el monte ardía en fuego, os acercasteis a mí todos
los jefes de vuestras tribus y vuestros ancianos. 24 Entonces
dijisteis: ’He aquí, Jehovah nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su
grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. En este día hemos
visto que Dios habla al hombre, y que éste puede quedar vivo. 25
Pero, ¿por qué hemos de morir, ya que este gran fuego nos
consumirá? Si volvemos a oír la voz de Jehovah nuestro Dios, moriremos.
26 Porque, ¿quién es el ser humano para que oiga, como
nosotros, la voz del Dios vivo que habla de en medio del fuego, y aún
viva? 27 Acércate tú, y escucha todo lo que dice Jehovah
nuestro Dios. Luego tú nos dirás todo lo que Jehovah nuestro Dios te
haya dicho, y nosotros lo escucharemos y lo pondremos por obra.’
28 "Jehovah oyó vuestras palabras cuando me
hablabais, y me dijo: ’He oído las palabras que te ha hablado este
pueblo. Está bien todo lo que han dicho. 29 ¡Oh, si tuviesen
tal corazón que me temiesen y guardasen todos mis mandamientos todos los
días, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!
30 Vé y diles: Volved a vuestras tiendas. 31 Pero tú,
quédate aquí conmigo. Yo te diré todos los mandamientos, las leyes y los
decretos que les has de enseñar, para que los pongan por obra en la
tierra que les doy para que tomen posesión de ella.’
32 "Tened cuidado, pues, de hacer como Jehovah
vuestro Dios os ha mandado. No os apartéis a la derecha ni a la
izquierda. 33 Andad en todo el camino que Jehovah vuestro
Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y para que
prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a tomar en posesión.
El gran mandamiento de amar a Dios
6 "Estos, pues, son los
mandamientos, las leyes y los decretos que Jehovah vuestro Dios ha
mandado que os enseñara, para que los pongáis por obra en la tierra a la
cual pasáis para tomarla en posesión. 2 Son para que temas a
Jehovah tu Dios, tú con tu hijo y el hijo de tu hijo, guardando todos
los días de tu vida todas sus leyes y sus mandamientos que yo te mando,
a fin de que tus días sean prolongados. 3 Escucha, pues, oh
Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien y seas
multiplicado grandemente en la tierra que fluye leche y miel, como te ha
prometido Jehovah, Dios de tus padres.
4 "Escucha, Israel: Jehovah nuestro Dios, Jehovah
uno es. 5 Y amarás a Jehovah tu Dios con todo tu corazón, con
toda tu alma y con todas tus fuerzas.
6 "Estas palabras que yo te mando estarán en tu
corazón. 7 Las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas
sentado en casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te
levantes. 8 Las atarás a tu mano como señal, y estarán como
frontales entre tus ojos. 9 Las escribirás en los postes de
tu casa y en las puertas de tus ciudades.
Exhortación a ser fieles a Jehovah
10 "Sucederá que cuando Jehovah tu Dios te haya introducido
en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría,
con ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11 con
casas llenas de todo bien que tú no llenaste, con cisternas cavadas que
tú no cavaste, con viñas y olivares que tú no plantaste, y cuando hayas
comido y te hayas saciado, 12 entonces ten cuidado; no sea
que te olvides de Jehovah que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa
de esclavitud. 13 A Jehovah tu Dios temerás y a él servirás,
y por su nombre jurarás. 14 No iréis tras otros dioses, tras
los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor; 15
porque Jehovah tu Dios es un Dios celoso que está en medio de ti. No sea
que se encienda el furor de Jehovah tu Dios contra ti, y te destruya de
la faz de la tierra.
16 "No pondréis a prueba a Jehovah vuestro Dios,
como lo hicisteis en Masá. 17 Guardad cuidadosamente los
mandamientos de Jehovah vuestro Dios y sus testimonios y leyes que te ha
mandado. 18 Harás lo recto y bueno ante los ojos de Jehovah,
a fin de que te vaya bien, y entres y tomes posesión de la buena tierra
que Jehovah juró a tus padres; 19 para que él eche a todos
tus enemigos de delante de ti, como Jehovah ha prometido.
20 "En el futuro, cuando tu hijo te pregunte
diciendo: ’¿Qué significan los testimonios, las leyes y los decretos que
Jehovah nuestro Dios os mandó?’, 21 entonces responderás a tu
hijo: ’Nosotros éramos esclavos del faraón en Egipto, pero Jehovah nos
sacó de Egipto con mano poderosa. 22 Jehovah hizo en Egipto
señales y grandes prodigios contra el faraón y contra toda su familia,
ante nuestros propios ojos. 23 El nos sacó de allá para
traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres. 24 Y
Jehovah nos mandó que pusiéramos por obra todas estas leyes y que
temiésemos a Jehovah nuestro Dios, para que nos fuera bien todos los
días y para conservarnos la vida, como en el día de hoy. 25 Y
será para nosotros justicia, si tenemos cuidado de poner por obra todos
estos mandamientos delante de Jehovah nuestro Dios, como él nos ha
mandado.
Sentencia contra los pueblos de Canaán
7 "Cuando Jehovah tu Dios
te haya introducido en la tierra a la cual entrarás para tomarla en
posesión, y haya expulsado de delante de ti a muchas naciones (heteos,
gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos: siete
naciones mayores y más fuertes que tú), 2 y cuando Jehovah tu
Dios las haya entregado delante de ti y tú las hayas derrotado, entonces
destrúyelas por completo. No harás alianza con ellas ni tendrás de ellas
misericordia. 3 No emparentarás con ellas: No darás tu hija a
su hijo, ni tomarás su hija para tu hijo. 4 Porque desviará a
tu hijo de en pos de mí, y servirá a otros dioses, de modo que el furor
de Jehovah se encenderá sobre vosotros y pronto os destruirá.
5 "Ciertamente así habéis de proceder con ellos:
Derribaréis sus altares, romperéis sus piedras rituales, cortaréis sus
árboles de Asera y quemaréis sus imágenes en el fuego. 6
Porque tú eres un pueblo santo para Jehovah tu Dios; Jehovah tu Dios te
ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los
pueblos que están sobre la faz de la tierra.
Recompensas de la obediencia
7 "No porque vosotros seáis más numerosos que todos los
pueblos, Jehovah os ha querido y os ha escogido, pues vosotros erais el
más insignificante de todos los pueblos. 8 Es porque Jehovah
os ama y guarda el juramento que hizo a vuestros padres, que os ha
sacado de Egipto con mano poderosa y os ha rescatado de la casa de
esclavitud, de mano del faraón, rey de Egipto.
9 "Reconoce, pues, que Jehovah tu Dios es Dios:
Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman
y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones, 10 y que
da retribución en su misma cara al que le aborrece, destruyéndolo. El no
tardará en darla al que le aborrece; en su misma cara le retribuirá.
11 "Guarda, pues, los mandamientos, leyes y
decretos que hoy te mando que cumplas. 12 Y será que por
haber obedecido estos decretos, por guardarlos y ponerlos por obra,
Jehovah tu Dios guardará para contigo el pacto y la misericordia que
juró a tus padres. 13 El te amará, te bendecirá y te
multiplicará. También bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu
tierra, tu grano y tu vino nuevo y tu aceite, la cría de tus vacas y el
incremento de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te
daría. 14 Serás más bendecido que todos los pueblos; no habrá
hombre ni mujer estéril en medio de ti, ni entre tus animales. 15
Jehovah quitará de ti toda dolencia y todas las terribles
enfermedades de Egipto, que tú conoces. No las pondrá sobre ti; más
bien, las pondrá sobre todos los que te aborrecen.
16 "Destruirás todos los pueblos que Jehovah tu
Dios entrega en tus manos. Tu ojo no les tendrá lástima, ni rendirás
culto a sus dioses, porque eso te sería motivo de tropiezo.
17 "Si dices en tu corazón: ’Estas naciones son
más numerosas que yo; ¿cómo las podré desalojar?’, 18 no
tengas temor de ellas. Acuérdate bien de lo que Jehovah tu Dios hizo con
el faraón y con todo Egipto; 19 de las grandes pruebas que
vieron tus ojos, de las señales y de los prodigios, de la mano poderosa
y del brazo extendido con que Jehovah tu Dios te sacó. Así hará Jehovah
tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia temes. 20
Jehovah tu Dios también enviará contra ellos la avispa, hasta que
perezcan los que queden y los que se hayan escondido de ti. 21
No desmayes ante ellos, porque Jehovah tu Dios está en medio de
ti, Dios grande y temible.
22 "Jehovah tu Dios expulsará estas naciones de
delante de ti, poco a poco. No podrás exterminarlas de inmediato, no sea
que los animales del campo se multipliquen contra ti. 23
Jehovah tu Dios las entregará delante de ti; él las arrojará con gran
destrozo, hasta que sean destruidas. 24 El entregará a sus
reyes en tu mano, y tú destruirás sus nombres de debajo del cielo. Nadie
te podrá resistir, hasta que los destruyas.
25 "Quemarás en el fuego las imágenes de sus
dioses. No codiciarás la plata y el oro que estén sobre ellas, ni los
tomarás para ti, para que no caigas en la trampa por ello. Esto es
abominación a Jehovah tu Dios. 26 No meterás en tu casa
ninguna cosa abominable, para que no seas anatema juntamente con ella.
La aborrecerás del todo y la abominarás, porque es anatema.
Exhortación a la disciplina
8 "Cuidaréis de poner por
obra todo mandamiento que yo os mando hoy, para que viváis y seáis
multiplicados, y para que entréis y toméis posesión de la tierra que
Jehovah juró dar a vuestros padres.
2 "Acuérdate de todo el camino por donde te ha
conducido Jehovah tu Dios estos cuarenta años por el desierto, con el
fin de humillarte y probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, y
si guardarías sus mandamientos, o no.
3 "El te humilló y te hizo sufrir hambre, pero te
sustentó con maná, comida que tú no conocías, ni tus padres habían
conocido jamás. Lo hizo para enseñarte que no sólo de pan vivirá el
hombre, sino que el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca de
Jehovah.
4 "Tu vestido nunca se ha envejecido sobre ti, ni
tu pie se te ha hinchado en estos cuarenta años. 5 Reconoce,
pues, en tu corazón, que como un hombre corrige a su hijo, así te
corrige Jehovah tu Dios. 6 Guardarás los mandamientos de
Jehovah tu Dios, andando en sus caminos y teniendo temor de él.
Advertencia de no olvidar a Jehovah
7 "Ciertamente Jehovah tu Dios te introduce en una buena
tierra: tierra de arroyos de agua, de manantiales y de fuentes del
abismo que brotan en los valles y en los montes; 8 tierra de
trigo, de cebada, de vides, de higueras y de granados; tierra de olivos
ricos en aceite y de miel; 9 tierra en la cual no comerás el
pan con escasez, pues nada te faltará en ella; tierra cuyas piedras son
de hierro y de cuyas montañas extraerás cobre. 10 Comerás y
te saciarás, y bendecirás a Jehovah tu Dios por la buena tierra que te
habrá dado.
11 "Cuídate de no olvidarte de Jehovah tu Dios,
dejando de guardar sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo
te mando hoy. 12 No sea que cuando comas y te sacies, cuando
edifiques buenas casas y las habites, 13 cuando se
multipliquen tus vacas y tus ovejas, cuando se multipliquen la plata y
el oro, y cuando se multiplique todo lo que tienes, 14
entonces se llegue a enaltecer tu corazón y te olvides de Jehovah tu
Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
15 El es quien te hizo caminar por un desierto grande y terrible,
de serpientes ardientes y de escorpiones; una tierra sedienta donde no
había agua. El es quien sacó para ti agua del duro pedernal. 16
El es quien te sustentó en el desierto con maná, comida que no
habían conocido tus padres, con el propósito de humillarte y probarte
para al final hacerte bien. 17 No sea que digas en tu
corazón: ’Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta
prosperidad.’ 18 Al contrario, acuérdate de Jehovah tu Dios.
El es el que te da poder para hacer riquezas, con el fin de confirmar su
pacto que juró a tus padres, como en este día.
19 "Pero sucederá que si alguna vez llegas a
olvidarte de Jehovah tu Dios, y caminas en pos de otros dioses y les
rindes culto postrándote ante ellos, entonces yo testifico hoy contra
vosotros que pereceréis totalmente. 20 Como las naciones que
Jehovah destruirá delante de vosotros, así pereceréis; porque no habréis
escuchado la voz de Jehovah vuestro Dios.
La victoria proviene de Dios
9 "Escucha, Israel: Tú vas
a cruzar hoy el Jordán para entrar a desalojar naciones más grandes y
más poderosas que tú, ciudades grandes y fortificadas hasta el cielo,
2 un pueblo grande y alto, los anaquitas, de los cuales tú
tienes conocimiento y has oído decir: ’¿Quién podrá permanecer delante
de los hijos de Anac?’ 3 Y sabrás hoy que Jehovah tu Dios es
el que cruza delante de ti. El es fuego consumidor. El los destruirá y
los someterá delante de ti. Y tú los desalojarás y los destruirás
rápidamente, como Jehovah te ha prometido.
4 "Cuando Jehovah tu Dios los haya echado de
delante de ti, no digas en tu corazón: ’Por mi justicia Jehovah me ha
traído para tomar posesión de la tierra.’ Porque por la impiedad de
estas naciones es que Jehovah las echa de tu presencia. 5 No
es por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón, que entras a tomar
posesión de su tierra. Es por la impiedad de estas naciones que Jehovah
tu Dios las echa de tu presencia, y para cumplir la palabra que Jehovah
juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
6 "Sabrás, pues, que no es por tu justicia que
Jehovah tu Dios te da esta buena tierra para que la tomes en posesión,
puesto que tú eres un pueblo de dura cerviz. 7 Acuérdate; no
te olvides que en el desierto provocaste a ira a Jehovah tu Dios. Habéis
sido rebeldes para con Jehovah desde el día en que salisteis de la
tierra de Egipto, hasta que llegasteis a este lugar.
Triste recuerdo del becerro de oro
8 "Vosotros provocasteis a ira a Jehovah en Horeb, y Jehovah
se airó tanto contra vosotros como para destruiros. 9 Cuando
subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto
que Jehovah hizo con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y
cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua. 10 Y Jehovah me
dio las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. En ellas
estaban todas las palabras que Jehovah os había hablado en el monte, de
en medio del fuego, el día de la asamblea. 11 Sucedió que, al
final de los cuarenta días y cuarenta noches, Jehovah me dio las dos
tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 Y me dijo Jehovah:
’Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de
Egipto se ha corrompido. Se han apartado rápidamente del camino que yo
les mandé, y se han hecho una imagen de fundición.’
13 "Jehovah me habló diciendo: ’Yo he visto a este
pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz. 14 Déjame
que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo, y de ti haré una
nación más poderosa y numerosa que ellos.’
15 "Di vuelta y descendí del monte que ardía en
fuego, con las dos tablas del pacto en mis dos manos. 16
Miré, y he aquí que habíais pecado contra Jehovah vuestro Dios. Os
habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos rápidamente del
camino que Jehovah os había mandado. 17 Entonces tomé las dos
tablas, las arrojé de mis dos manos y las rompí delante de vuestros
ojos.
18 "Luego me postré delante de Jehovah, como la
primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. No comí pan ni bebí agua,
a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo lo malo
ante los ojos de Jehovah, hasta enojarlo. 19 Ciertamente tuve
mucho miedo a causa del furor y de la ira con que Jehovah estaba tan
enojado contra vosotros como para destruiros. Pero Jehovah me escuchó
también esta vez.
20 "Jehovah también se enojó tanto contra Aarón
como para destruirlo. Y también oré por Aarón en aquella ocasión.
21 "Yo tomé vuestro pecado, el becerro que habíais
hecho, y lo quemé en el fuego. Lo desmenucé moliéndolo bien, hasta
reducirlo a polvo, el cual arrojé a la quebrada que descendía del monte.
Rebeliones en Masá y Cades-barnea
22 "También en Tabera, en Masá y en Quibrot-hataavah
provocasteis a ira a Jehovah. 23 Y cuando Jehovah os envió
desde Cades-barnea, diciendo: ’Subid y tomad posesión de la tierra que
yo os doy’, fuisteis rebeldes al mandato de Jehovah vuestro Dios y no le
creisteis ni obedecisteis su voz. 24 Habéis sido rebeldes
contra Jehovah desde el día en que yo os conocí. 25 Yo me
postré delante de Jehovah cuarenta días y cuarenta noches; me postré,
porque Jehovah dijo que os iba a destruir. 26 Oré a Jehovah
diciendo: Oh, Señor Jehovah, no destruyas a tu pueblo, a tu heredad que
has rescatado por tu grandeza, al cual sacaste de Egipto con mano
poderosa. 27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob.
No mires la dureza de este pueblo, ni su impiedad ni su pecado. 28
No sea que los de la tierra de donde nos sacaste digan: ’Porque
Jehovah no fue capaz de introducirlos en la tierra que les había
prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el
desierto.’ 29 Pero ellos son tu pueblo y tu heredad que
sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.
Las tablas de la ley en el arca
10 "En aquel tiempo Jehovah
me dijo: ’Lábrate dos tablas de piedra como las primeras y sube hacia mí
al monte. Haz también un arca de madera. 2 Yo escribiré en
esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que
rompiste, y las pondrás en el arca.’
3 "Entonces hice un arca de madera de acacia y
labré dos tablas de piedra como las primeras. Después subí al monte con
las dos tablas en mi mano. 4 Y él escribió en las tablas lo
mismo que estaba escrito en las primeras: Los Diez Mandamientos que
Jehovah os había hablado en el monte, de en medio del fuego, el día de
la asamblea. Luego Jehovah me las dio. 5 Di vuelta y descendí
del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho. Allí están,
como Jehovah me mandó.
6 "Después los hijos de Israel partieron de Beerot-bene-jaacán
hacia Mosera. Allí murió Aarón, y allí fue sepultado. En lugar suyo
asumió el sacerdocio su hijo Eleazar. 7 De allí partieron
hacia Gudgoda, y de Gudgoda hacia Jotbata, una tierra de arroyos de
agua.
8 "En aquel tiempo Jehovah apartó la tribu de Leví
para llevar el arca del pacto de Jehovah, a fin de que estuviese delante
de Jehovah para servirle, y para que bendijese en su nombre hasta el día
de hoy. 9 Por esto Leví no ha tenido parte ni heredad entre
sus hermanos: Jehovah es su heredad, como Jehovah tu Dios se lo ha
prometido.
10 "Yo estuve en el monte como en los primeros
días, cuarenta días y cuarenta noches. Y Jehovah me escuchó también esta
vez, y no quiso Jehovah destruirte. 11 Y Jehovah me dijo:
’Levántate, vé para ponerte en marcha delante del pueblo, a fin de que
entren y tomen posesión de la tierra que juré a sus padres que les había
de dar.’
Lo que Dios pide de su pueblo
12 "Ahora pues, Israel, ¿qué pide Jehovah tu Dios de ti? Sólo
que temas a Jehovah tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y
sirvas a Jehovah tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, 13
y que guardes los mandamientos de Jehovah y sus estatutos que yo
te prescribo hoy, para tu bien.
14 "He aquí, de Jehovah tu Dios son los cielos y
los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. 15
Pero Jehovah se agradó sólo de vuestros padres para amarles, y
después de ellos eligió a su descendencia de entre todos los pueblos, es
decir, a vosotros, como en el día de hoy. 16 Circuncidad,
pues, el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra
cerviz. 17 Porque Jehovah vuestro Dios es Dios de dioses y
Señor de señores. Es Dios grande, poderoso y temible, que no hace
distinción de personas ni acepta soborno. 18 El hace justicia
al huérfano y a la viuda, y también ama al extranjero y le da pan y
vestido. 19 Por tanto, amaréis al extranjero, porque
extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
20 "A Jehovah tu Dios temerás, y a él servirás. A
él serás fiel y por su nombre jurarás. 21 El es tu alabanza;
él es tu Dios que ha hecho por ti estas cosas grandes y temibles que tus
ojos han visto. 22 Con setenta personas descendieron tus
padres a Egipto, y ahora Jehovah tu Dios te ha hecho tan numeroso como
las estrellas del cielo.
11 "Amarás,
pues, a Jehovah tu Dios y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus
decretos y sus mandamientos, todos los días.
2 "Hoy habéis de reconocer vosotros -no vuestros
hijos que no la han conocido ni visto- la disciplina de Jehovah vuestro
Dios: su grandeza, su mano poderosa y su brazo extendido, 3
sus señales y sus obras que hizo en medio de Egipto al faraón rey de
Egipto y a toda su tierra, 4 y lo que hizo al ejército de
Egipto, a sus caballos y a sus carros, cómo hizo que las aguas del mar
Rojo se precipitasen sobre ellos cuando venían tras vosotros, y cómo
Jehovah los destruyó hasta el día de hoy, 5 y lo que ha hecho
con vosotros en el desierto hasta que habéis llegado a este lugar,
6 y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén,
cómo la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, sus
tiendas y todo lo que les pertenecía en medio de todo Israel. 7
Ciertamente son vuestros ojos los que han visto toda la gran obra
que Jehovah ha hecho.
8 "Por tanto, guardad todos los mandamientos que
yo os mando hoy, para que seáis fuertes y lleguéis a tomar la tierra a
la cual cruzáis para tomarla en posesión; 9 a fin de que
prolonguéis vuestros días en la tierra que Jehovah juró a vuestros
padres que les daría a ellos y a sus descendientes: una tierra que fluye
leche y miel.
Singularidad de la tierra prometida
10 "Ciertamente la tierra a la cual entras para tomarla en
posesión no es como la tierra de Egipto, de donde has salido, donde
sembrabas tu semilla y la regabas con tu pie como a huerto de
hortalizas. 11 La tierra a la cual cruzas para tomarla en
posesión es una tierra de montes y de valles, que bebe el agua de la
lluvia del cielo; 12 una tierra de la cual cuida Jehovah tu
Dios. Los ojos de Jehovah tu Dios están siempre sobre ella, desde el
principio del año hasta el final de él.
13 "Sucederá que si obedecéis cuidadosamente mis
mandamientos que hoy os mando, para amar a Jehovah vuestro Dios y para
servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, 14
entonces él dará la lluvia a vuestra tierra en su tiempo, tanto la
lluvia temprana como la lluvia tardía. Así podrás recoger tu grano, tu
vino y tu aceite. 15 El dará también hierba en tu campo para
tu ganado. Así comerás y te saciarás.
16 "Guardaos, pues, no sea que vuestro corazón se
engañe y os apartéis y sirváis a otros dioses, y os inclinéis a ellos.
17 No sea que se encienda el furor de Jehovah contra vosotros
y cierre los cielos y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y
perezcáis rápidamente sobre la buena tierra que Jehovah os da.
18 "Por tanto, pondréis estas palabras mías en
vuestro corazón y en vuestra alma. Las ataréis a vuestra mano como
señal, y estarán como frontales entre vuestros ojos. 19 Las
enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas sentado en tu casa o
andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 20
Las escribirás en los postes de tu casa y en las puertas de tus
ciudades, 21 para que vuestros días y los días de vuestros
hijos sobre la tierra que Jehovah juró a vuestros padres que les había
de dar, sean tan numerosos como los días de los cielos sobre la tierra.
22 "Porque si guardáis cuidadosamente todos estos
mandamientos que yo os mando para que los cumpláis, amando a Jehovah
vuestro Dios, andando en todos sus caminos y siendo fieles a él, 23
entonces Jehovah también echará todas estas naciones de delante de
vosotros, y desalojaréis naciones más grandes y más poderosas que
vosotros. 24 Todo lugar que pise la planta de vuestro pie
será vuestro. Vuestro territorio será desde el desierto hasta el Líbano,
y desde el río, el río Eufrates, hasta el mar occidental. 25
Nadie prevalecerá ante vosotros. Jehovah vuestro Dios pondrá miedo y
pavor de vosotros sobre la faz de toda la tierra que piséis, como él os
lo ha prometido.
Alternativa de bendición o maldición
26 "Mira, pues; yo pongo hoy delante de vosotros la bendición
y la maldición: 27 la bendición, si obedecéis los
mandamientos de Jehovah vuestro Dios que yo os mando hoy; 28
y la maldición, si no obedecéis los mandamientos de Jehovah vuestro
Dios, sino que os apartáis del camino que yo os mando hoy, para ir en
pos de otros dioses que no habéis conocido.
29 "Sucederá que cuando Jehovah tu Dios te
introduzca en la tierra a la cual vas para tomarla en posesión, pondrás
la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal.
30 ¿Acaso no están éstos al otro lado del Jordán, hacia donde
se pone el sol, en la tierra de los cananeos que habitan en el Arabá,
frente a Gilgal, junto a la encina de Moré?
31 "Ciertamente vosotros vais a cruzar el Jordán
para ir a tomar posesión de la tierra que os da Jehovah vuestro Dios, y
la tomaréis y habitaréis en ella. 32 Entonces cuidaréis de
poner por obra todas las leyes y decretos que yo pongo hoy delante de
vosotros.
El santuario único
12 "Estas son las leyes y
los decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehovah,
Dios de vuestros padres, os ha dado, para que tengáis posesión de ella
todos los días que viváis sobre la tierra. 2 Ciertamente
destruiréis todos los lugares donde las naciones que vosotros habéis de
desalojar han servido a sus dioses sobre los montes altos, sobre las
colinas y debajo de todo árbol frondoso. 3 Derribaréis sus
altares, romperéis sus piedras rituales y quemaréis en el fuego sus
árboles de Asera; quebraréis las imágenes de sus dioses y haréis
desaparecer sus nombres de aquel lugar.
4 "No haréis así para con Jehovah vuestro Dios,
5 sino que buscaréis el lugar que Jehovah vuestro Dios haya
escogido de todas vuestras tribus para poner allí su nombre y morar en
él, y allá iréis. 6 Allá llevaréis vuestros holocaustos,
vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la ofrenda alzada de vuestras
manos, vuestras ofrendas votivas, vuestras ofrendas voluntarias y los
primerizos de vuestras vacas y de vuestras ovejas. 7 Allí
comeréis delante de Jehovah vuestro Dios, y os regocijaréis vosotros y
vuestras familias por todo lo que vuestras manos hayan emprendido,
conforme a lo que Jehovah vuestro Dios os haya bendecido.
8 "No haréis como todo lo que nosotros hacemos hoy
aquí, cada uno como le parece bien; 9 porque hasta ahora no
habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehovah vuestro Dios.
10 Pero cruzaréis el Jordán y habitaréis en la tierra que
Jehovah vuestro Dios os hace heredar, y él os dará reposo de todos
vuestros enemigos de alrededor; y habitaréis seguros. 11
Entonces llevaréis al lugar que Jehovah vuestro Dios haya escogido para
hacer habitar allí su nombre todas las cosas que yo os mando: vuestros
holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, la ofrenda alzada
de vuestras manos, y todas vuestras más selectas ofrendas votivas que
hayáis hecho a Jehovah. 12 Y os regocijaréis delante de
Jehovah vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros
siervos, vuestras siervas y el levita que esté dentro de vuestras
ciudades, ya que él no tiene parte ni heredad con vosotros.
13 "Ten cuidado de no ofrecer tus holocaustos en
cualquier lugar que veas. 14 Más bien, sólo en el lugar que
Jehovah haya escogido en una de tus tribus, allí ofrecerás tus
holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. 15 No
obstante, en todas tus ciudades podrás matar y comer carne con todo tu
apetito, según te haya bendecido Jehovah tu Dios. Tanto el que está
impuro como el que está puro la podrán comer, como si se tratase de una
gacela o de un venado. 16 Sólo que no comeréis la sangre; la
derramaréis sobre la tierra como agua.
17 "Pero en tus ciudades no podrás comer el diezmo
de tu grano, de tu vino nuevo, de tu aceite, ni de los primerizos de tus
vacas y de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometes,
ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano. 18
Más bien, delante de Jehovah tu Dios, en el lugar que Jehovah tu
Dios haya escogido, la comerás, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu
sierva y el levita que está en tus ciudades, regocijándote delante de
Jehovah tu Dios por todo lo que tu mano ha emprendido. 19 Ten
cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra.
20 "Cuando Jehovah tu Dios ensanche tu territorio
como te ha prometido y tú digas: ’Comeré carne’, porque tienes deseo de
ella, podrás comer la carne con todo tu apetito. 21 Si está
muy lejos de ti el lugar que Jehovah tu Dios haya escogido para poner
allí su nombre, entonces matarás de tus vacas y de tus ovejas que
Jehovah te haya dado, como yo te he mandado. Comerás en tus ciudades con
todo tu apetito. 22 La comerás de la misma manera que se come
la carne de la gacela o del venado; tanto el que está impuro como el que
está puro la podrán comer. 23 Sólo cuídate de no comer la
sangre, porque la sangre es la vida; no comerás la vida junto con la
carne. 24 No comerás la sangre, sino que la derramarás en la
tierra como agua. 25 No comerás de ella, para que te vaya
bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hagas lo recto ante los
ojos de Jehovah.
26 "Pero tomarás las cosas que hayas consagrado y
tus ofrendas votivas, e irás al lugar que Jehovah haya escogido. 27
Ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de
Jehovah tu Dios. La sangre de tus sacrificios será derramada sobre el
altar de Jehovah tu Dios, pero podrás comer la carne.
28 "Guarda y obedece todas estas palabras que yo
te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos de
Jehovah tu Dios, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para
siempre.
Medidas contra la idolatría
29 "Cuando Jehovah tu Dios haya destruido delante de ti las
naciones a donde tú vas para desalojarlas, y las desalojes y habites en
su tierra, 30 guárdate de que no caigas en la trampa
siguiendo su ejemplo, después que hayan sido destruidas delante de ti.
No indagues acerca de sus dioses, diciendo: ’¿De qué manera rendían
culto estas naciones a sus dioses para que también yo haga lo mismo?’
31 No actuarás de esa manera con respecto a Jehovah tu Dios.
Ciertamente ellos hacen con sus dioses todo lo que Jehovah aborrece,
pues aun a sus hijos y a sus hijas queman en el fuego para sus dioses.
32 "Tendréis cuidado de hacer todo lo que yo os
mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello.
13 1
"Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da
una señal o un prodigio, 2 si se cumple la señal o el
prodigio que él te predijo al decirte: ’Vayamos en pos de otros dioses’
-que tú no conociste- ’y sirvámoslos’, 3 no escuches las
palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque Jehovah
vuestro Dios os estará probando, para saber si amáis a Jehovah vuestro
Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. 4 En
pos de Jehovah vuestro Dios andaréis, y a él temeréis. Guardaréis sus
mandamientos y escucharéis su voz. A él serviréis y a él seréis fieles.
5 Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto,
porque predicó la rebelión contra Jehovah vuestro Dios que te sacó de la
tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. El trató de
desviarte del camino por el que Jehovah tu Dios te mandó andar. Así
eliminarás el mal de en medio de ti.
6 "Si te incita tu hermano, hijo de tu madre, o tu
hijo, o tu hija, o tu amada mujer, o tu íntimo amigo, diciendo en
secreto: ’Vayamos y sirvamos a otros dioses’ -que tú no conociste, ni
tus padres, 7 dioses de los pueblos que están en vuestros
alrededores, cerca de ti o lejos de ti, como está un extremo de la
tierra del otro extemo de la tierra-, 8 no le consientas ni
le escuches. Tu ojo no le tendrá lástima, ni tendrás compasión de él, ni
lo encubrirás. 9 Más bien, lo matarás irremisiblemente; tu
mano será la primera sobre él para matarle, y después la mano de todo el
pueblo. 10 Lo apedrearás, y morirá, por cuanto procuró
apartarte de Jehovah tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto, de la
casa de esclavitud. 11 Y todo Israel lo oirá y temerá, y no
volverá a hacer semejante maldad en medio de ti.
12 "Si de alguna de tus ciudades que Jehovah tu
Dios te da, para que habites en ella, oyes que se dice 13 que
hombres impíos de en medio de ti han descarriado a los habitantes de su
ciudad, diciendo: ’Vamos y sirvamos a otros dioses’ -que vosotros no
conocisteis-, 14 entonces tú inquirirás, investigarás y
averiguarás bien. Y he aquí que si resulta ser verdad y cosa confirmada
que se ha hecho tal abominación en medio de ti, 15
irremisiblemente matarás a filo de espada a los habitantes de aquella
ciudad, destruyéndola por completo con todo lo que haya en ella. También
matarás sus animales a filo de espada. 16 Juntarás todo su
botín en medio de su plaza, e incendiarás la ciudad y todo su botín,
como una ofrenda del todo quemada a Jehovah tu Dios. Así será convertida
en ruinas perpetuas, y nunca más será edificada. 17 No se
pegue a tu mano nada del anatema, para que Jehovah desista del furor de
su ira, tenga piedad y compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a
tus padres, 18 con tal de que obedezcas la voz de Jehovah tu
Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer
lo recto ante los ojos de Jehovah tu Dios.
14 "Vosotros
sois hijos de Jehovah vuestro Dios: No sajaréis vuestros cuerpos ni
raparéis vuestras cabezas por causa de algún muerto. 2 Porque
tú eres un pueblo santo para Jehovah tu Dios; Jehovah te ha escogido de
entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que le
seas un pueblo especial.
Animales limpios e inmundos
3 "No comeréis ninguna cosa abominable. 4 Estos
son los animales que podéis comer: la vaca, la oveja, la cabra, 5
el venado, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el
antílope y la gamuza. 6 Podréis comer todo animal que tiene
las pezuñas partidas, hendidas en dos mitades, y que rumia. 7
Pero de los animales que rumian o de los que tienen la pezuña partida no
comeréis éstos: El camello, la liebre y el conejo os serán inmundos,
porque rumian pero no tienen la pezuña partida. 8 También os
será inmundo el cerdo, porque tiene pezuña partida pero no rumia. No
comeréis su carne, ni tocaréis sus cuerpos muertos.
9 "Estos podréis comer de todo animal acuático:
Podréis comer todo lo que tiene aletas y escamas. 10 Pero
todo lo que no tiene aletas ni escamas no lo comeréis; os será inmundo.
11 "Podréis comer toda ave limpia. 12
Pero éstas son las aves que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos,
el azor, 13 el falcón, el milano y el buitre, según sus
especies; 14 todo cuervo según su especie; 15 el
avestruz, el corvejón, la gaviota y el halcón, según sus especies;
16 la lechuza, el búho, el calamón, 17 el pelícano, el
gallinazo, el somormujo, 18 la cigüeña y la garza, según sus
especies; la abubilla y el murciélago.
19 "Todo insecto alado os será inmundo; no se
comerá.
20 "Podréis comer toda criatura que vuela y que
sea limpia.
21 "No comeréis ningún animal mortecino. Lo podrás
dar al forastero que está en tus ciudades, para que él lo coma; o lo
venderás a un extranjero. Porque tú eres un pueblo santo para Jehovah tu
Dios.
"No guisarás el cabrito en la leche de su madre.
Los diezmos
22 "Sin falta darás el diezmo de todo el producto de tu
semilla que el campo rinda año tras año. 23 Delante de
Jehovah tu Dios, en el lugar que él haya escogido para hacer habitar
allí su nombre, comerás el diezmo de tu grano, de tu vino nuevo, de tu
aceite, de los primerizos de tu ganado y de tu rebaño, a fin de que
aprendas a temer a Jehovah tu Dios, todos los días. 24 Si el
camino es largo y tú no puedes transportar el diezmo, cuando Jehovah tu
Dios te bendiga, porque está muy lejos de ti el lugar que Jehovah tu
Dios haya escogido para poner allí su nombre, 25 entonces lo
darás en dinero. Tomarás el dinero contigo e irás al lugar que Jehovah
tu Dios haya escogido. 26 Entonces darás el dinero por todo
lo que apetezcas: vacas, ovejas, vino, licor o por cualquier cosa que
desees. Y comerás allí delante de Jehovah tu Dios, y te regocijarás tú
con tu familia. 27 No desampararás al levita que habite en
tus ciudades, porque él no tiene parte ni heredad contigo.
28 "Al final de cada tres años, sacarás todo el
diezmo de tus productos de aquel año y lo guardarás en tus ciudades.
29 Entonces vendrán el levita que no tiene parte ni heredad
contigo, el forastero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades.
Ellos comerán y se saciarán, para que Jehovah tu Dios te bendiga en toda
obra que hagas con tus manos.
El año de remisión de deudas
15 "Cada siete años harás
remisión. 2 En esto consiste la remisión: Todo aquel que dio
un préstamo con el cual obligó a su prójimo, perdonará a su deudor. No
lo exigirá de su prójimo o de su hermano, porque habrá sido proclamada
la remisión de Jehovah. 3 De un extranjero podrás exigir el
reintegro, pero lo que tu hermano tenga de ti desistirás de cobrarlo.
4 Sin embargo, no debe haber necesitado en medio de ti,
porque Jehovah te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehovah tu
Dios te da por heredad para que tomes posesión de ella. 5
Sólo que escuches de veras la voz de Jehovah tu Dios, para guardar y
cumplir todo este mandamiento que yo te mando hoy. 6
Ciertamente Jehovah tu Dios te bendecirá, como te ha prometido. Darás
prestado a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado. Te enseñorearás
de muchas naciones, pero ellas no se enseñorearán de ti.
7 "Cuando uno de tus hermanos esté necesitado en
alguna de tus ciudades en la tierra que Jehovah tu Dios te da, no
endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano necesitado.
8 Le abrirás tu mano con liberalidad, y sin falta le
prestarás lo que necesite.
9 "Guárdate de que no haya en tu corazón
pensamiento perverso, para decir: ’Está cerca el año séptimo, el año de
la remisión’, y mires malévolamente a tu hermano necesitado para no
darle nada. Porque él clamará contra ti a Jehovah, y será hallado en ti
pecado. 10 Sin falta le darás, y no tenga dolor tu corazón
por hacerlo, porque por ello te bendecirá Jehovah tu Dios en todas tus
obras y en todo lo que emprenda tu mano. 11 Porque no
faltarán necesitados en medio de la tierra; por eso, yo te mando
diciendo: Abrirás tu mano ampliamente a tu hermano, al que es pobre y al
que es necesitado en tu tierra.
12 "Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende
a ti, te servirá seis años, y al séptimo lo dejarás ir libre de ti.
13 Cuando lo dejes ir libre, no lo dejarás ir con las manos
vacías. 14 Le proveerás generosamente de tus ovejas, de tu
era y de tu lagar. Le darás de aquello con que Jehovah tu Dios te haya
bendecido. 15 Te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra
de Egipto, y que Jehovah tu Dios te rescató. Por eso, yo te mando esto
hoy. 16 Pero sucederá que si él te dice: ’No quiero apartarme
de ti’, porque te ama a ti y a tu casa, y porque le va bien contigo,
17 entonces tomarás una lezna, le perforarás su oreja contra
la puerta, y será tu siervo para siempre. Igual trato darás a tu sierva.
18 No te parezca duro cuando lo dejes ir libre, porque por la
mitad del salario de un jornalero te ha servido durante seis años. Así
Jehovah tu Dios te bendecirá en todo cuanto hagas.
Los primerizos de los animales
19 "Consagrarás a Jehovah tu Dios todo primerizo macho que
nazca de tus vacas y de tus ovejas. No trabajarás con el primerizo de
tus vacas, ni esquilarás el primerizo de tus ovejas. 20
Delante de Jehovah tu Dios los comerás cada año, tú y tu familia, en el
lugar que Jehovah haya escogido. 21 Pero si hay algún defecto
en él, si es cojo o ciego, o tiene cualquier otra falta, no lo
sacrificarás a Jehovah tu Dios. 22 Lo comerás en tus
ciudades; podrá comer de él tanto el que está impuro como el que está
puro, como si se tratase de una gacela o de un venado. 23
Sólo que no comerás su sangre; la derramarás sobre la tierra como agua.
La fiesta de la Pascua
16 "Guarda el mes de Abib y
celebra la Pascua de Jehovah tu Dios, porque en el mes de Abib Jehovah
tu Dios te sacó de Egipto, de noche. 2 Sacrifica para Jehovah
tu Dios la víctima de la Pascua, de las ovejas o de las vacas, en el
lugar que Jehovah haya escogido para hacer habitar allí su nombre.
3 "No comerás con ella ninguna cosa que tenga
levadura. Durante siete días comerás con ella pan sin levadura, el pan
de aflicción, para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en
que saliste de la tierra de Egipto. Pues con prisa saliste de la tierra
de Egipto. 4 Durante siete días no se verá levadura en tu
casa, en ningún lugar de tu territorio. De la carne del animal que
sacrifiques en el atardecer del primer día, no quedará nada hasta la
mañana del día siguiente.
5 "No podrás sacrificar la víctima de la Pascua en
ninguna de las ciudades que Jehovah tu Dios te da. 6 Sólo en
el lugar que Jehovah tu Dios haya escogido para hacer habitar allí su
nombre, sacrificarás la víctima de la Pascua, al atardecer, a la puesta
del sol, a la hora en que saliste de Egipto. 7 La asarás y la
comerás en el lugar que Jehovah tu Dios haya escogido, y a la mañana
siguiente podrás partir e ir a tu morada. 8 Durante seis días
comerás panes sin levadura, y en el séptimo día habrá asamblea festiva
para Jehovah tu Dios; no harás ningún trabajo.
La fiesta de Pentecostés
9 "Siete semanas contarás; desde el comienzo de la siega de
la mies comenzarás a contar siete semanas. 10 Entonces
celebrarás la fiesta de Pentecostés a Jehovah tu Dios; darás según la
medida de la generosidad de tu mano, según Jehovah tu Dios te haya
bendecido. 11 Y en el lugar que Jehovah tu Dios haya escogido
para hacer habitar allí su nombre, te regocijarás delante de Jehovah tu
Dios, tú con tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que esté
en tus ciudades, y el forastero, el huérfano y la viuda que estén en
medio de ti. 12 Acuérdate que tú fuiste esclavo en Egipto;
por eso guardarás y cumplirás estas leyes.
La fiesta de los Tabernáculos
13 "Celebrarás durante siete días la fiesta de los
Tabernáculos, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar.
14 Regocíjate en tu fiesta, tú con tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que
estén en tus ciudades. 15 Siete días celebrarás la fiesta a
Jehovah tu Dios en el lugar que Jehovah haya escogido. Porque Jehovah tu
Dios te habrá bendecido en todos tus frutos y en toda la obra de tus
manos, y estarás muy alegre.
16 "Tres veces al año se presentará todo hombre
tuyo delante de Jehovah tu Dios en el lugar que él haya escogido: en la
fiesta de los Panes sin Levadura, en la fiesta de Pentecostés y en la
fiesta de los Tabernáculos. Nadie se presentará delante de Jehovah con
las manos vacías; 17 cada uno lo hará con el presente de su
mano, conforme a lo que Jehovah tu Dios te haya bendecido.
La administración de la justicia
18 "Pondrás jueces y magistrados para ti en todas las
ciudades que Jehovah tu Dios te da en tus tribus, para que juzguen al
pueblo con justo juicio. 19 No tuerzas el derecho; no hagas
distinción de personas ni aceptes soborno, porque el soborno ciega los
ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.
20 "La justicia, sólo la justicia seguirás, para
que vivas y tengas en posesión la tierra que Jehovah tu Dios te da.
Contra las prácticas idolátricas
21 "No plantarás para ti ningún árbol de Asera junto al altar
de Jehovah tu Dios que te has de hacer. 22 No levantarás
piedras rituales, lo cual aborrece Jehovah tu Dios.
17 "No
sacrificarás para Jehovah tu Dios un toro o un cordero en el cual haya
defecto o alguna cosa mala, porque es abominación a Jehovah tu Dios.
2 "Cuando se halle en medio de ti, en alguna de
las ciudades que Jehovah tu Dios te da, un hombre o una mujer que hace
lo malo ante los ojos de Jehovah tu Dios, traspasando su pacto; 3
si se ha ido a servir a otros dioses, inclinándose a ellos, o al
sol, a la luna o a todo el ejército de los cielos (lo cual yo no he
mandado); 4 cuando te avisen, después de que lo oigas,
entonces lo averiguarás bien. Y he aquí que si resulta ser verdad y cosa
confirmada que se ha hecho tal abominación en Israel, 5
entonces sacarás a las puertas de la ciudad a aquel hombre o a aquella
mujer que ha hecho esta cosa mala y los apedrearás. Así morirán.
6 "Por el testimonio de dos o tres testigos morirá
el que deba morir. No morirá por el testimonio de un solo testigo.
7 La mano de los testigos será la primera contra él para matarlo,
y después la mano de todo el pueblo. Así quitarás el mal de en medio de
ti.
Recurso a la corte suprema levítica
8 "Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus
tribunales, ya sea en asuntos de homicidio o de derechos o de ofensas
físicas o en otros casos legales, entonces te levantarás y subirás al
lugar que Jehovah tu Dios haya escogido. 9 Irás a los
sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás.
Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
10 "Harás según la sentencia que te indiquen en
aquel lugar que Jehovah haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según
todo lo que te declaren. 11 Harás según las instrucciones con
que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás
de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
12 Quien proceda con soberbia y no obedezca al sacerdote que esté
allí para servir delante de Jehovah tu Dios, ni al juez, esa persona
morirá. Así eliminarás el mal de Israel. 13 Todo el pueblo lo
oirá y temerá, y ellos no actuarán más con soberbia.
Acerca de un rey en el futuro
14 "Cuando hayas entrado en la tierra que Jehovah tu Dios te
da y hayas tomado posesión de ella y la habites, y cuando digas:
’Constituiré rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis
alrededores’, 15 solamente constituirás sobre ti como rey a
quien Jehovah tu Dios haya escogido. A uno de entre tus hermanos
constituirás como rey sobre ti. No podrás constituir sobre ti a un
hombre extranjero, alguien que no sea tu hermano.
16 "Pero él no ha de acumular caballos. No hará
volver al pueblo a Egipto para acumular caballos, porque Jehovah os ha
dicho: ’Jamás volveréis por ese camino.’ 17 Tampoco acumulará
para sí mujeres, no sea que se desvíe su corazón. Tampoco acumulará para
sí mucha plata y oro.
18 "Y sucederá que cuando se siente sobre el trono
de su reino, él deberá escribir para sí en un pergamino una copia de
esta ley, del rollo que está al cuidado de los sacerdotes levitas.
19 La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para
que aprenda a temer a Jehovah su Dios, guardando todas las palabras de
esta ley y estas prescripciones a fin de ponerlas por obra. 20
Esto servirá para que no se enaltezca su corazón sobre sus
hermanos, y no se aparte del mandamiento ni a la derecha ni a la
izquierda, a fin de que prolongue los días en su reino, él y sus hijos,
en medio de Israel.
Honorarios de los sacerdotes levitas
18 "Los sacerdotes levitas,
toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel. Ellos
comerán de las ofrendas quemadas a Jehovah y de la parte que les
pertenece. 2 No tendrán heredad entre sus hermanos, pues
Jehovah es su heredad, como él se lo ha prometido.
3 "Esto es lo que corresponde a los sacerdotes de
parte del pueblo, de los que ofrecen sacrificios, ya sea de toros o de
carneros: Se dará al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el
estómago. 4 Le darás las primicias de tu grano, de tu vino
nuevo y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas. 5
Porque Jehovah tu Dios le ha escogido de entre todas las tribus
para que esté dedicado a servir en el nombre de Jehovah, él y sus hijos,
para siempre.
6 "Cuando un levita salga de alguna de tus
ciudades de todo Israel donde ha habitado y vaya con todo el deseo de su
alma al lugar que Jehovah haya escogido, 7 servirá en el
nombre de Jehovah su Dios como todos sus hermanos, los levitas que están
allí delante de Jehovah. 8 Y tendrá igual porción que los
demás, aparte de la venta de su patrimonio familiar.
Contra la hechicería
9 "Cuando hayas entrado en la tierra que Jehovah tu Dios te
da, no aprenderás a hacer las abominaciones de aquellas naciones:
10 No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a
su hija, ni quien sea mago, ni exorcista, ni adivino, ni hechicero,
11 ni encantador, ni quien pregunte a los espíritus, ni
espiritista, ni quien consulte a los muertos. 12 Porque
cualquiera que hace estas cosas es una abominación a Jehovah. Y por
estas abominaciones Jehovah tu Dios los echa de delante de ti.
13 "Serás íntegro para con Jehovah tu Dios.
14 Estas naciones que vas a desalojar escuchan a quienes conjuran
a los espíritus y a los encantadores, pero a ti no te lo ha permitido
Jehovah tu Dios.
Un futuro profeta como Moisés
15 "Jehovah tu Dios te levantará un profeta como yo de en
medio de ti, de entre tus hermanos. A él escucharéis. 16
Conforme a todo lo que pediste a Jehovah tu Dios en Horeb el día de la
asamblea, diciendo: ’No vuelva yo a oír la voz de Jehovah mi Dios, ni
vuelva yo a ver este gran fuego; no sea que yo muera’, 17
Jehovah me dijo: ’Está bien lo que han dicho. 18 Les
levantaré un profeta como tú, de entre sus hermanos. Yo pondré mis
palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande. 19
Y al hombre que no escuche mis palabras que él hablará en mi
nombre, yo le pediré cuentas. 20 Pero el profeta que se
atreva a hablar en mi nombre una palabra que yo no le haya mandado
hablar, o que hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.’
21 "Puedes decir en tu corazón: ’¿Cómo
discerniremos la palabra que Jehovah no ha hablado?’ 22
Cuando un profeta hable en el nombre de Jehovah y no se cumpla ni
acontezca lo que dijo, ésa es la palabra que Jehovah no ha hablado. Con
soberbia la habló aquel profeta; no tengas temor de él.
Las ciudades de refugio
19 "Cuando Jehovah tu Dios
extermine las naciones cuya tierra Jehovah tu Dios te da, y tú las
desalojes y habites en sus ciudades y en sus casas, 2
apartarás tres ciudades en medio de la tierra que Jehovah tu Dios te da
para que la tomes en posesión. 3 Arreglarás el camino y
dividirás en tres distritos el territorio de tu tierra que Jehovah tu
Dios te da en heredad, para que huya allí todo homicida.
4 "Este es el caso del homicida que puede huir
allí para salvar su vida: el que mata a su prójimo por accidente, sin
haberle tenido previamente aversión; 5 como el que va con su
prójimo al bosque a cortar leña, y alzando su mano con el hacha para
cortar un tronco, se le suelta el hierro del palo y alcanza a su
compañero, de modo que éste muere. Aquél podrá huir a una de aquellas
ciudades y vivir. 6 No sea que cuando su corazón arda en ira,
el vengador de la sangre persiga al homicida, le alcance por ser largo
el camino y le hiera de muerte, a pesar de que aquél no merecía ser
condenado a muerte, porque no le había tenido previamente aversión.
7 "Por tanto, yo te mando diciendo: Aparta para ti
tres ciudades. 8 Y si Jehovah tu Dios ensancha tu territorio,
como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus
padres, 9 cuando guardes todos estos mandamientos que yo te
ordeno hoy para ponerlos por obra, ames a Jehovah tu Dios y andes en sus
caminos todos los días, entonces añadirás para ti tres ciudades más a
estas tres. 10 Así no será derramada sangre inocente en medio
de tu tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad, de modo que haya
sobre ti culpa de sangre.
11 "Pero si alguien aborrece a su prójimo y le
acecha; si se levanta contra él y lo hiere de muerte, y él muere; si
huye a alguna de estas ciudades, 12 los ancianos de su ciudad
enviarán a sacarlo de allí. Entonces lo entregarán en manos del vengador
de la sangre, y morirá. 13 Tu ojo no le tendrá lástima;
quitarás de Israel la culpa de sangre inocente, y te irá bien.
Acerca de los linderos
14 "No cambiarás de lugar los linderos de tu prójimo, los
cuales habrán sido establecidos por los antepasados en la heredad tuya,
que recibirás en la tierra que Jehovah tu Dios te da para que tomes
posesión de ella.
Acerca de los testigos
15 "No prevalecerá un solo testigo contra alguna persona, por
cualquier maldad o pecado que haya cometido. Por el testimonio de dos o
tres testigos se decidirá un asunto.
16 "Cuando se levante un testigo falso contra
alguien, para acusarle de transgresión, 17 entonces los dos
hombres que están en litigio se presentarán delante de Jehovah, ante los
sacerdotes y los jueces que haya en aquellos días. 18 Los
jueces investigarán bien, y si aquel testigo resulta ser falso, por
haber testificado falsamente contra su hermano, 19 le haréis
a él lo que él pensó hacer a su hermano. Así quitarás el mal de en medio
de ti. 20 Los que queden lo oirán y temerán, y no volverán a
hacer semejante maldad en medio de ti. 21 Tu ojo no le tendrá
lástima. ¡Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano,
pie por pie!
Asuntos relacionados con la guerra
20 "Cuando salgas a la
guerra contra tus enemigos y veas caballos y carros, un pueblo más
numeroso que tú, no tengas temor de ellos, porque contigo está Jehovah
tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto.
2 "Sucederá que cuando os acerquéis para combatir,
llegará el sacerdote y hablará al pueblo 3 diciéndoles:
’Escucha, Israel: Vosotros os acercáis ahora a la batalla contra
vuestros enemigos. No desmaye vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis
ni os aterroricéis delante de ellos. 4 Porque Jehovah vuestro
Dios va con vosotros, para combatir por vosotros contra vuestros
enemigos y para daros la victoria.’
5 "Los oficiales hablarán al pueblo diciendo:
’¿Quién ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? ¡Que se vaya y
regrese a su casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la
estrene. 6 ¿Quién ha plantado una viña y aún no ha disfrutado
de ella? ¡Que se vaya y regrese a su casa! No sea que muera en la
batalla y algún otro la disfrute. 7 ¿Quién se ha desposado
con una mujer y todavía no la ha tomado? ¡Que se vaya y regrese a su
casa! No sea que muera en la batalla y algún otro la tome.’
8 "Los oficiales volverán a hablar al pueblo y
dirán: ’¿Hay alguien que sea miedoso y de corazón pusilánime? ¡Que se
vaya y regrese a su casa! No sea que haga desfallecer el corazón de sus
compañeros, como ocurre con su propio corazón.’ 9 Sucederá
que cuando los oficiales acaben de hablar al pueblo, designarán a los
jefes de los ejércitos al frente del pueblo.
10 "Cuando te acerques a una ciudad para combatir
contra ella, le propondrás la paz. 11 Si te responde con paz
y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá
tributo laboral, y ellos te servirán. 12 Pero si no hace la
paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. 13
Cuando Jehovah tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de
espada a todos sus varones. 14 Solamente las mujeres, los
niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín,
podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que Jehovah tu
Dios te entregó. 15 Harás esto con todas las ciudades que
estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones
de aquí. 16 Pero en las ciudades de estos pueblos que Jehovah
tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona.
17 Los destruirás completamente, como Jehovah tu Dios te ha
mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.
18 De esta manera no os enseñarán a imitar todas las abominaciones
que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequéis contra Jehovah
vuestro Dios.
19 "Cuando sities mucho tiempo alguna ciudad para
combatir contra ella, a fin de tomarla, no destruyas su arboleda alzando
en ella el hacha, porque de ella podrás comer. No la cortarás; pues,
¿acaso los árboles del campo son hombres para que vengan ante ti con
asedio? 20 Pero podrás destruir y talar el árbol que sabes
que no es para comer, con el propósito de construir obras de asedio
contra la ciudad que combate contigo, hasta que se rinda.
Expiación del pueblo por un asesinato
21 "Si en la tierra que
Jehovah tu Dios te da para que la tomes en posesión se halla un muerto
tendido en el campo, y se ignora quién lo mató, 2 entonces
tus ancianos y jueces irán, y medirán la distancia hasta las ciudades
que están alrededor del muerto. 3 Y sucederá que los ancianos
de la ciudad más cercana al muerto tomarán una vaquilla que no haya sido
aún sometida al trabajo y que no haya llevado yugo. 4 Los
ancianos de aquella ciudad llevarán la ternera abajo, a un arroyo
permanente donde no se haya arado ni sembrado, y allí en el arroyo
romperán la nuca a la ternera.
5 "Después se acercarán los sacerdotes hijos de
Leví, porque a ellos escogió Jehovah tu Dios para que le sirvan y para
que bendigan en el nombre de Jehovah. Por el dicho de ellos se decidirá
todo pleito o todo daño. 6 Todos los ancianos de aquella
ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la vaquilla
desnucada en el arroyo, 7 y declararán diciendo: ’Nuestras
manos no han derramado esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto.
8 Oh Jehovah, perdona a tu pueblo Israel al cual has redimido. No
traigas culpa de sangre inocente en medio de tu pueblo Israel.’ Así les
será perdonada la culpa de sangre. 9 De este modo eliminarás
la culpa por la sangre inocente de en medio de ti, cuando hagas lo recto
ante los ojos de Jehovah.
Trato debido a una mujer cautiva
10 "Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos y Jehovah tu
Dios los entregue en tu mano, y tomes de ellos cautivos; 11
si entre los cautivos ves alguna mujer hermosa y la deseas y la quieres
tomar para ti como mujer, 12 la llevarás a tu casa. Ella
rapará su cabeza, se arreglará las uñas, 13 se quitará su
vestido de cautiva y se quedará en tu casa. Hará duelo por su padre y
por su madre durante un mes. Después de esto podrás unirte a ella; tú te
casarás con ella, y ella será tu mujer. 14 Pero sucederá que
si ella no te agrada, la dejarás ir libre, a su propia voluntad. No la
venderás por dinero ni la tratarás brutalmente, porque la has
deshonrado.
Derecho innegable del primogénito
15 "Si un hombre tiene dos mujeres (la una amada y la otra
aborrecida); si tanto la amada como la aborrecida le han dado hijos, y
si el hijo primogénito es de la mujer aborrecida, 16 sucederá
que el día en que haga heredar a sus hijos lo que tiene, no podrá tratar
como a primogénito al hijo de la mujer amada, prefiriéndolo al hijo de
la aborrecida, el cual es el primogénito. 17 Reconocerá al
hijo de la mujer aborrecida como primogénito para darle una doble
porción de todo lo que tiene. Suyo es el derecho de la primogenitura,
porque él es la primicia de su vigor.
Castigo para un hijo rebelde
18 "Si un hombre tiene un hijo contumaz y rebelde, que no
obedece la voz de su padre ni la voz de su madre, y que a pesar de haber
sido castigado por ellos, con todo no les obedece, 19
entonces su padre y su madre lo tomarán y lo llevarán ante los ancianos
de su ciudad, al tribunal local. 20 Entonces dirán a los
ancianos de la ciudad: ’Este hijo nuestro es contumaz y rebelde. No
obedece nuestra voz; es un libertino y un borracho.’ 21
Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá. Así
quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel lo oirá y temerá.
Qué hacer con un ahorcado
22 "Si un hombre ha cometido pecado que merece la muerte, por
lo cual se le ha dado la muerte, y le has colgado de un árbol, 23
no quedará su cuerpo en el árbol durante la noche. Sin falta le
darás sepultura el mismo día, porque el ahorcado es una maldición de
Dios. Así no contaminarás la tierra que Jehovah tu Dios te da como
heredad.
Animales y objetos extraviados
22 "Si encuentras
extraviado el buey o la oveja de tu hermano, no te desentenderás de
ellos. Deberás devolverlos a tu hermano. 2 Y si tu hermano no
vive cerca de ti, o no le conoces, recógelo en tu casa. Estará contigo
hasta que tu hermano lo busque, y entonces se lo devolverás. 3
Lo mismo harás con su asno, con su vestido y con toda cosa perdida
que tu hermano haya perdido y que tú halles. No podrás desentenderte de
ello.
4 "No podrás ver caído en el camino el asno o el
buey de tu hermano y desentenderte de ellos. Sin falta ayúdale a
levantarlo.
Ejemplos de conducta piadosa
5 "La mujer no se vestirá con ropa de hombre, ni el
hombre se pondrá vestido de mujer; porque cualquiera que hace esto es
una abominación a Jehovah tu Dios.
6 "Si encuentras en el camino, en algún árbol o en
la tierra, el nido de un pájaro con polluelos o con huevos, y la madre
está sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomes la madre con los
polluelos. 7 Dejarás ir a la madre y podrás tomar para ti los
polluelos, para que te vaya bien y prolongues tus días.
8 "Cuando construyas una casa nueva, haz un
parapeto a tu azotea, para que no traigas culpa de sangre a tu casa, si
alguien se cayera de ella.
9 "No sembrarás tu viña con mezcla de semillas, no
sea que el producto entero de la semilla que hayas sembrado, así como el
fruto de la viña, sea confiscado.
10 "No ararás con buey y con asno juntamente.
11 "No te vestirás con mezcla de lana y lino.
12 "Harás borlas en los cuatro extremos de tu
manto con que te cubras.
Sobre la virginidad y el matrimonio
13 "Si un hombre toma mujer y después de haberse unido a ella
le toma aversión, 14 la acusa de conducta denigrante y le
propaga mala fama diciendo: ’A esta mujer tomé por esposa, me uní a ella
y no hallé en ella evidencias de virginidad’, 15 entonces el
padre y la madre de la joven tomarán las evidencias de la virginidad de
la joven y las llevarán a los ancianos de la ciudad, al tribunal.
16 El padre de la joven dirá a los ancianos: ’Yo di a mi hija por
mujer a este hombre, y él le tiene aversión. 17 Y he aquí la
acusa de conducta denigrante, diciendo: No he hallado en tu hija
evidencias de virginidad. Pero aquí están las evidencias de la
virginidad de mi hija.’ Y extenderán la sábana delante de los ancianos
de la ciudad.
18 "Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al
hombre y lo castigarán. 19 Por cuanto propagó mala fama a una
virgen de Israel, le impondrán una multa de 100 siclos de plata (lo cual
darán al padre de la joven); y ella será su mujer. El no la podrá
despedir en toda su vida.
20 "Pero si el asunto es verdad, que no se habían
hallado evidencias de virginidad en la joven, 21 entonces la
sacarán a la puerta de la casa de su padre. Luego los hombres de su
ciudad la apedrearán, y ella morirá; porque hizo vileza en Israel
fornicando en la casa de su padre. Así quitarás el mal de en medio de
ti.
Juicio sobre ofensas sexuales
22 "Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer de
otro hombre, ambos morirán: el hombre que se acostó con la mujer, y la
mujer. Así quitarás el mal de Israel.
23 "Si un hombre halla en la ciudad a una joven
virgen desposada con otro hombre, y se acuesta con ella, 24
entonces los sacaréis a ambos a la puerta de aquella ciudad, y los
apedrearéis. Así morirán: la joven, porque estando en la ciudad no
gritó; y el hombre, porque violó a la mujer de su prójimo. Así quitarás
el mal de en medio de ti.
25 "Pero si un hombre halla en el campo a una
joven desposada, y la fuerza y se acuesta con ella, morirá sólo el
hombre que se acostó con ella. 26 A la joven no le harás
nada; la joven no tiene culpa de muerte. Su caso es semejante al del
hombre que se levanta contra su prójimo y le quita la vida, 27
porque él la halló en el campo y aunque la joven desposada hubiera
gritado, no habría habido quien la librara.
28 "Si un hombre halla a una joven virgen que no
esté desposada, y la fuerza y se acuesta con ella, y son descubiertos,
29 entonces el hombre que se acostó con ella dará al padre de
la joven 50 siclos de plata; y ella será su mujer. Porque él la violó,
no la podrá despedir en toda su vida.
30 "Ningún hombre tomará la mujer de su padre, ni
descubrirá el manto de su padre.
Los excluidos de la congregación
23 1 "No entrará
en la congregación de Jehovah quien tenga los testículos magullados o
mutilado el miembro viril.
2 "No entrará el bastardo en la congregación de
Jehovah. Ni aun en la décima generación entrará en la congregación de
Jehovah.
3 "No entrará el amonita ni el moabita en la
congregación de Jehovah. Ni aun en la décima generación entrarán jamás
en la congregación de Jehovah, 4 por cuanto no os salieron a
recibir al camino con pan y agua cuando salisteis de Egipto, y porque él
contrató contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor, de Siria
mesopotámica, para que te maldijese. 5 Pero Jehovah tu Dios
no quiso escuchar a Balaam. Jehovah tu Dios te convirtió la maldición en
bendición, porque Jehovah tu Dios te amaba. 6 No procurarás
jamás la paz ni el bienestar de ellos, en todos tus días.
7 "No abominarás al edomita, porque es tu hermano.
No abominarás al egipcio, porque fuiste extranjero en su tierra. 8
Los hijos que les nazcan en la tercera generación entrarán en la
congregación de Jehovah.
Sobre la higiene del campamento
9 "Cuando salgas en campaña contra tus enemigos, cuídate de
toda cosa mala. 10 Si hay en ti algún hombre que no está puro
debido a una emisión nocturna, saldrá del campamento y no entrará en él.
11 Y sucederá que antes del anochecer se lavará con agua, y
una vez que el sol se haya puesto podrá entrar en el campamento.
12 "Tendrás un lugar fuera del campamento, y allá
saldrás. 13 Tendrás también en tu cinto una estaca; y cuando
vayas allí fuera, cavarás con ella y te darás vuelta para cubrir tu
excremento. 14 Ciertamente Jehovah tu Dios se pasea en medio
de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante
de ti. Por eso tu campamento deberá ser santo, de modo que él no vea en
medio de ti alguna cosa indecente y se aparte de ti.
Qué hacer con el esclavo fugitivo
15 "No entregarás a su amo el esclavo que acude a ti
escapándose de su amo. 16 Que viva contigo, en medio de ti,
en el lugar que él escoja en una de tus ciudades, donde le vaya bien. No
lo oprimas.
Contra la prostitución ritual
17 "No habrá prostituta sagrada entre las hijas de Israel, ni
prostituto sagrado entre los hijos de Israel. 18 No traerás a
la casa de Jehovah tu Dios, por ningún voto, el salario de una
prostituta ni el salario de un prostituto, porque ambos son una
abominación a Jehovah tu Dios.
Acerca del cobro de intereses
19 "No cobrarás a tu hermano interés por el dinero, ni
interés por la comida, ni interés por ninguna cosa de la que se suele
cobrar interés. 20 Al extraño podrás cobrar interés, pero a
tu hermano no le cobrarás, para que Jehovah tu Dios te bendiga en todo
lo que emprenda tu mano en la tierra a la cual entras para tomarla en
posesión.
Cumplimiento de los votos
21 "Cuando hagas un voto a Jehovah tu Dios, no tardes en
cumplirlo; porque ciertamente Jehovah tu Dios te lo demandará, y sería
en ti pecado. 22 Pero si te abstienes de hacer un voto, no
sería en ti pecado. 23 Cumplirás lo que tus labios
pronuncien; harás de acuerdo con el voto que hayas hecho a Jehovah tu
Dios, la ofrenda voluntaria que hayas prometido con tu boca.
Comportamiento en el campo ajeno
24 "Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer las
uvas que quieras, hasta saciarte; pero no las pondrás en tu cesta.
25 "Cuando entres en la mies de tu prójimo, podrás
cortar espigas con tu mano, pero no aplicarás la hoz a la mies de tu
prójimo.
Una ley sobre el divorcio
24 "Si un hombre toma una
mujer y se casa con ella, y sucede que ella no le agrada por haber él
hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá una carta de
divorcio, la entregará en su mano y la despedirá de su casa.
2 "Salida ella de su casa, podrá ir y casarse con
otro hombre. 3 Si este hombre la llega a aborrecer, le
escribe una carta de divorcio, la entrega en su mano, la despide de su
casa; o si muere este hombre que la tomó por mujer, 4
entonces su primer marido que la despidió no podrá volverla a tomar para
que sea su mujer, después que ella fue mancillada, porque esto sería una
abominación delante de Jehovah. No has de traer pecado a la tierra que
Jehovah tu Dios te da por heredad.
Qué hacer en diversas situaciones
5 "Si un hombre ha tomado recientemente esposa, no irá al
ejército, ni se le impondrá ninguna obligación. Estará libre en su casa
durante un año, para alegrar a su mujer que tomó.
6 "No tomarás en prenda la piedra de molino, ni la
inferior ni la superior, porque ello sería tomar en prenda la vida
misma.
7 "Si se descubre que alguien ha raptado a alguno
de sus hermanos, los hijos de Israel, y lo ha tratado brutalmente o lo
ha vendido, ese ladrón morirá. Así quitarás el mal de en medio de ti.
8 "Ten cuidado de la plaga de la lepra, observando
diligentemente y haciendo conforme a todo lo que os enseñen los
sacerdotes levitas. Tendréis cuidado de actuar como yo les he mandado.
9 Acuérdate de lo que Jehovah tu Dios hizo a María, en el
camino, cuando salisteis de Egipto.
10 "Cuando des a tu prójimo algún préstamo, no
entres en su casa para tomarle prenda. 11 Te quedarás fuera,
y el hombre a quien prestaste te sacará fuera la prenda. 12 Y
si es hombre pobre, no pases la noche con su prenda. 13 Sin
falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que se
acueste con su ropa y te bendiga. Y te será contado por justicia delante
de Jehovah tu Dios.
14 "No explotes al jornalero pobre y necesitado,
tanto de entre tus hermanos como de entre los forasteros que estén en tu
tierra, en tus ciudades. 15 En su día le darás su jornal. No
se ponga el sol antes de que se lo des, pues él es pobre, y su alma lo
espera con ansiedad. No sea que él clame a Jehovah contra ti, y en ti
sea hallado pecado.
16 "Los padres no serán muertos por culpa de los
hijos, ni los hijos serán muertos por culpa de los padres; sino que cada
cual será muerto por su propio pecado.
17 "No torcerás el derecho del forastero o del
huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda. 18 Más
bien, acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto y que de allí te rescató
Jehovah tu Dios. Por eso yo te mando que hagas esto.
19 "Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides
en el campo una gavilla, no regresarás para tomarla. Será para el
forastero, para el huérfano y para la viuda; a fin de que Jehovah tu
Dios te bendiga en toda la obra de tus manos. 20 Cuando
varees tu olivo, no vuelvas a golpearlo detrás de ti; será para el
forastero, para el huérfano y para la viuda. 21 Cuando
vendimies tu viña, no la rebusques; será para el forastero, para el
huérfano y para la viuda. 22 Acuérdate de que fuiste esclavo
en la tierra de Egipto; por eso yo te mando que hagas esto.
25 "Cuando haya
pleito entre algunos y acudan al tribunal para que los juzguen,
absolverán al justo y condenarán al culpable. 2 Sucederá que
si el delincuente merece ser azotado, el juez lo hará recostar en el
suelo y lo hará azotar en su presencia. El número de azotes será de
acuerdo al delito. 3 Podrá darle cuarenta azotes; no añadirá
más. No sea que, si se le dan más azotes que éstos, tu hermano quede
envilecido ante tus ojos.
4 "No pondrás bozal al buey cuando trilla.
El matrimonio levirático
5 "Si unos hermanos viven juntos y muere uno de ellos sin
dejar hijo, la mujer del difunto no se casará fuera de la familia con un
hombre extraño. Su cuñado se unirá a ella y la tomará como su mujer, y
consumará con ella el matrimonio levirático. 6 El primer hijo
que ella dé a luz llevará el nombre del hermano muerto, para que el
nombre de éste no sea eliminado de Israel.
7 "Si tal hombre no quiere tomar a su cuñada,
entonces su cuñada irá a los ancianos, a la puerta de la ciudad, y dirá:
’Mi cuñado rehúsa levantar nombre en Israel a su hermano; él no quiere
cumplir el matrimonio levirático conmigo.’ 8 Entonces los
ancianos de su ciudad lo llamarán y hablarán con él. Si él se pone de
pie y dice: ’No quiero tomarla’, 9 entonces su cuñada se
acercará a él delante de los ancianos, quitará el calzado del pie de él,
le escupirá en la cara y le dirá: ’¡Así se haga al hombre que no edifica
la casa de su hermano!’ 10 Y se llamará su nombre en Israel
Casa del Descalzado.
Juicio contra la mujer desvergonzada
11 "Cuando unos hombres peleen, el uno con el otro, y se
acerca la mujer de uno de ellos para librar a su marido de manos del que
le golpea, y alargando su mano le agarra por sus partes genitales,
12 entonces le cortarás la mano a ella. Tu ojo no le tendrá
lástima.
Exactitud de las pesas y medidas
13 "No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica. 14
No tendrás en tu casa medida grande y medida chica. 15
Pesa exacta y justa tendrás; medida exacta y justa tendrás, para que tus
días se prolonguen en la tierra que Jehovah tu Dios te da. 16
Porque cualquiera que hace estas cosas, cualquiera que hace injusticia,
es una abominación a Jehovah tu Dios.
Venganza contra Amalec
17 "Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando
salisteis de Egipto: 18 cómo, estando tú cansado y agotado,
te salió al encuentro, y sin temor de Dios desbarató tu retaguardia y a
todos los debilitados que iban detrás de ti. 19 Sucederá que
cuando Jehovah tu Dios te haya dado reposo de todos tus enemigos de
alrededor, en la tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad para que
tomes posesión de ella, entonces borrarás de debajo del cielo la memoria
de Amalec. ¡No te olvides!
Las primicias de los frutos
26 "Cuando hayas entrado en
la tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad, y hayas tomado posesión
de ella y la habites, 2 entonces tomarás de las primicias de
todos los frutos que saques de la tierra que Jehovah tu Dios te da, las
pondrás en una canasta e irás al lugar que Jehovah tu Dios haya escogido
para hacer habitar allí su nombre. 3 Vendrás al sacerdote que
haya en aquellos días, y le dirás: ’Reconozco hoy ante Jehovah tu Dios
que yo he entrado en la tierra que Jehovah juró a nuestros padres que
nos daría.’
4 "El sacerdote tomará la canasta de tu mano y la
pondrá delante del altar de Jehovah tu Dios. 5 Entonces
hablarás y dirás delante de Jehovah tu Dios: ’Un arameo errante fue mi
padre. El descendió a Egipto y vivió allí con unos pocos hombres, y allí
llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa. 6 Los
egipcios nos maltrataron, nos afligieron e impusieron sobre nosotros
dura esclavitud. 7 Pero clamamos a Jehovah, Dios de nuestros
padres, y Jehovah escuchó nuestra voz. Vio nuestra aflicción, nuestro
trabajo forzado y nuestra opresión, 8 y Jehovah nos sacó de
Egipto con mano poderosa y brazo extendido, con gran terror, con señales
y prodigios. 9 Nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra:
una tierra que fluye leche y miel. 10 Y ahora, oh Jehovah, he
aquí traigo las primicias del fruto de la tierra que tú me has dado.’
"Lo dejarás delante de Jehovah tu Dios, y te postrarás
delante de Jehovah tu Dios. 11 Entonces te regocijarás, tú
con el levita y el forastero que esté en medio de ti, por todo el bien
que Jehovah tu Dios te haya dado a ti y a tu casa.
Provisión especial para los pobres
12 "Cuando hayas acabado de entregar todo el diezmo de tus
frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás al levita, al
forastero, al huérfano y a la viuda, para que ellos coman en tus
ciudades y se sacien. 13 Entonces dirás delante de Jehovah tu
Dios: ’Yo he sacado de mi casa lo consagrado, y además lo he dado al
levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, conforme a todos los
mandamientos que me has mandado. No he transgredido tus mandamientos, ni
me he olvidado. 14 No he comido de ello estando de luto, ni
he sacado de ello estando impuro, ni de ello he ofrecido a los muertos.
He obedecido la voz de Jehovah mi Dios y he hecho conforme a todo lo que
me has mandado. 15 Mira desde tu santa morada, desde el
cielo, y bendice a tu pueblo Israel y la tierra que nos has dado, como
juraste a nuestros padres: una tierra que fluye leche y miel.’
Fin del segundo discurso de Moisés
16 "Jehovah tu Dios te manda hoy que cumplas estas leyes y
decretos. Cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con
toda tu alma. 17 Tú has proclamado hoy que Jehovah es tu Dios
y que andarás en sus caminos, que guardarás sus leyes, sus mandamientos
y sus decretos, y que escucharás su voz.
18 "Jehovah ha proclamado hoy que tú eres su
pueblo especial, como él te ha prometido, y que guardarás todos sus
mandamientos, 19 de modo que él te ponga más alto que todas
las naciones que ha hecho, en cuanto a alabanza, renombre y gloria; para
que tú seas un pueblo santo para Jehovah tu Dios, como él ha prometido."
Moisés inicia su tercer discurso
27 Moisés, con los ancianos
de Israel, mandó al pueblo diciendo: "Guardaréis todos los mandamientos
que yo te mando hoy. 2 Y sucederá el día que crucéis el
Jordán hacia la tierra que os da Jehovah tu Dios, que os levantaréis
piedras grandes, las cuales recubriréis con cal. 3 Sobre
ellas escribiréis todas las palabras de esta ley, cuando hayas cruzado
para entrar en la tierra que Jehovah tu Dios te da, tierra que fluye
leche y miel, como te ha prometido Jehovah, Dios de tus padres. 4
Cuando hayáis cruzado el Jordán, levantaréis en el monte Ebal
estas piedras que yo os mando hoy, y las recubriréis con cal. 5
Allí edificaréis un altar a Jehovah tu Dios, un altar de piedras.
No alzaréis sobre ellas herramientas de hierro; 6 Edificaréis
el altar de Jehovah tu Dios de piedras sin labrar. Sobre él ofrecerás
holocaustos a Jehovah tu Dios, 7 y harás sacrificios de paz.
Allí comerás y te regocijarás delante de Jehovah tu Dios, 8 y
escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley, con toda
claridad."
9 Luego Moisés y los sacerdotes levitas hablaron a
todo Israel diciendo: "Oh Israel, guarda silencio y escucha: Hoy has
venido a ser pueblo de Jehovah tu Dios. 10 Escucharás, pues,
la voz de Jehovah tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus leyes que
yo te mando hoy."
Proclamación de las maldiciones
11 Aquel día Moisés mandó al pueblo diciendo: 12
"Después de haber cruzado el Jordán, éstos estarán sobre el monte
Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y
Benjamín. 13 Y éstos estarán en el monte Ebal para pronunciar
la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.
14 "Los levitas hablarán y dirán a todo hombre de
Israel en alta voz:
15 " ’¡Maldito el hombre que haga una imagen
tallada o una imagen de fundición, obra de mano de escultor (lo cual es
abominación a Jehovah), y la guarde en oculto!’ Y todo el pueblo
responderá y dirá: ’¡Amén!’
16 " ’¡Maldito el que trate con desprecio a su
padre o a su madre!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
17 " ’¡Maldito el que cambie de lugar los linderos
de su prójimo!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
18 " ’¡Maldito el que haga errar al ciego en el
camino!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
19 " ’¡Maldito el que pervierta el derecho del
forastero, del huérfano y de la viuda!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
20 " ’¡Maldito el que se acueste con la mujer de
su padre, porque descubre el manto de su padre!’ Y todo el pueblo dirá:
’¡Amén!’
21 " ’¡Maldito el que tenga cópula con cualquier
animal!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
22 " ’¡Maldito el que se acueste con su hermana,
hija de su padre o hija de su madre!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
23 " ’¡Maldito el que se acueste con su suegra!’ Y
todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
24 " ’¡Maldito el que hiera de muerte a su prójimo
en secreto!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
25 " ’¡Maldito el que acepte soborno para matar a
un inocente!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
26 " ’¡Maldito el que no cumpla las palabras de
esta ley, poniéndolas por obra!’ Y todo el pueblo dirá: ’¡Amén!’
Las bendiciones de la obediencia
28 "Y sucederá que si
escuchas diligentemente la voz de Jehovah tu Dios, procurando poner por
obra todos sus mandamientos que yo te mando hoy, también Jehovah tu Dios
te enaltecerá sobre todas las naciones de la tierra. 2 Cuando
obedezcas la voz de Jehovah tu Dios, vendrán sobre ti todas estas
bendiciones, y te alcanzarán:
3 "Bendito serás en la ciudad, y bendito en el
campo.
4 "Benditos serán el fruto de tu vientre, el fruto
de tu tierra y el fruto de tu ganado, la cría de tus vacas y el
incremento de tus ovejas.
5 "Benditas serán tu canasta y tu artesa de
amasar.
6 "Bendito serás al entrar, y bendito al salir.
7 "Jehovah hará que tus enemigos que se levanten
contra ti sean derrotados delante de ti. Por un camino saldrán hacia ti,
y por siete caminos huirán de ti.
8 "Jehovah mandará bendición a tus graneros y a
todo lo que emprenda tu mano. El te bendecirá en la tierra que Jehovah
tu Dios te da. 9 Si guardas los mandamientos de Jehovah tu
Dios y andas en sus caminos, Jehovah te confirmará como pueblo santo
suyo, como te ha jurado. 10 Todos los pueblos de la tierra
verán que eres llamado por el nombre de Jehovah, y te temerán.
11 "Jehovah hará que sobreabundes en bienes, en el
fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu
campo, en la tierra que Jehovah juró a tus padres que te daría. 12
El te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu
tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás
prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.
13 "Si obedeces los mandamientos de Jehovah tu
Dios que yo te mando hoy para que los guardes y cumplas, Jehovah te
pondrá como cabeza y no como cola. Estarás encima, nunca debajo.
14 "No os apartéis de todas las palabras que yo os
mando hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses
a fin de rendirles culto.
Maldiciones de la desobediencia
15 "Pero si no escuchas la voz de Jehovah tu Dios a fin de
procurar poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te
mando hoy, todas estas maldiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán:
16 "Maldito serás en la ciudad, y maldito en el
campo.
17 "Malditas serán tu canasta y tu artesa de
amasar.
18 "Malditos serán el fruto de tu vientre y el
fruto de tu tierra, la cría de tus vacas y el incremento de tus ovejas.
19 "Maldito serás al entrar, y maldito al salir.
20 "Jehovah enviará contra ti maldición, turbación
y reprensión en todo lo que emprenda tu mano, hasta que seas destruido y
perezcas rápidamente a causa de la maldad de tus hechos, por los cuales
me habrás abandonado.
21 "Jehovah hará que se te pegue la peste hasta
acabar contigo en la tierra a la cual entras para tomarla en posesión.
22 Jehovah te herirá con tisis, con fiebre, con inflamación,
con calor sofocante, con sequía, con tizón y con añublo, los cuales te
perseguirán hasta que perezcas. 23 Tus cielos que están sobre
tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti será de
hierro. 24 En lugar de lluvia Jehovah dará a tu tierra polvo
y ceniza, los cuales descenderán del cielo sobre ti hasta que perezcas.
25 "Jehovah hará que seas derrotado delante de tus
enemigos. Por un camino saldrás hacia ellos, y por siete caminos huirás
de ellos. Así serás objeto de horror para todos los reinos de la tierra.
26 Tu cadáver servirá de comida a todas las aves del cielo y
a los animales de la tierra, y no habrá quien los espante.
27 "Jehovah te afligirá con úlceras de Egipto, con
tumores, con sarna y con comezón, de los que no puedas ser sanado.
28 "Jehovah te afligirá con locura, con ceguera y
con confusión de la mente. 29 Palparás al mediodía, como
palpa el ciego en la oscuridad, y no tendrás éxito en tus caminos. Todos
los días serás oprimido y robado, sin que haya quien te libre. 30
Te desposarás con una mujer, y otro hombre dormirá con ella.
Edificarás una casa, y no la habitarás. Plantarás una viña, y no la
vendimiarás. 31 Tu buey será matado ante tus ojos, pero no
comerás de él. Tu asno será arrebatado delante de ti, y no te será
devuelto. Tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te
las rescate. 32 Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro
pueblo. Tus ojos lo verán y se desesperarán por ellos todo el día, pero
tu mano no podrá hacer nada. 33 El fruto de tu tierra y de
toda tu labor lo comerá un pueblo que no has conocido. Serás oprimido y
quebrantado todos los días, 34 y enloquecerás a causa de lo
que verán tus ojos.
35 "Jehovah te afligirá con úlcera maligna en las
rodillas y en las piernas, y desde la planta de tu pie hasta tu
coronilla, sin que puedas ser sanado.
36 "Jehovah te llevará a ti, y a tu rey que hayas
establecido sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis
conocido. Allá rendirás culto a otros dioses de madera y de piedra.
37 Serás objeto de horror y servirás de refrán y de hazmerreír a
todos los pueblos a los cuales te lleve Jehovah.
38 "Llevarás mucha semilla al campo, pero
cosecharás poco; porque la langosta la consumirá. 39
Plantarás viñas y las cuidarás, pero no recogerás uvas ni beberás vino;
porque el gusano se las comerá. 40 Tendrás olivos por todo tu
territorio, pero no te ungirás con aceite; porque tus olivas se caerán.
41 Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para ti; porque
serán llevados cautivos. 42 La langosta tomará posesión de
toda tu arboleda y del fruto de tu tierra. 43 El forastero
que habite en medio de ti subirá cada vez más alto que tú, pero tú
descenderás cada vez más bajo. 44 El podrá prestarte a ti,
pero tú no podrás prestarle a él. El será la cabeza, y tú serás la cola.
45 Sobre ti vendrán todas estas maldiciones. Te perseguirán y
te alcanzarán hasta que perezcas, porque no habrás escuchado la voz de
Jehovah tu Dios, a fin de guardar los mandamientos y los estatutos que
él te ha mandado. 46 Y serán en ti señal y prodigio, y
también en tu descendencia, para siempre.
47 "Por no haber servido a Jehovah tu Dios con
alegría y gozo de corazón por la abundancia de todo, 48
servirás a tus enemigos que Jehovah enviará contra ti, en medio del
hambre, de la sed, de la desnudez y de la falta de todas las cosas. El
pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte. 49
Jehovah traerá, desde el extremo de la tierra, una nación lejana
que se abalanzará sobre ti como el águila, una nación cuyo idioma no
entiendas, 50 gente de aspecto fiero, que no respetará al
anciano ni tendrá compasión del niño. 51 Comerá el fruto de
tus animales y el fruto de tu tierra hasta que tú perezcas. No dejará
para ti el grano, ni el vino nuevo, ni el aceite, ni la cría de tus
vacas ni el incremento de tus ovejas, hasta destruirte.
52 "El te asediará en todas tus ciudades, hasta
que en toda tu tierra caigan tus murallas altas y fortificadas en las
cuales confías. El te asediará en todas tus ciudades y en toda la tierra
que Jehovah tu Dios te haya dado. 53 En el asedio y en la
angustia con que te angustiará tu enemigo, comerás el fruto de tu
vientre: la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehovah tu Dios te
haya dado. 54 Aun el hombre más tierno y acostumbrado a los
deleites en medio de ti mirará malévolamente a su hermano, a su amada
mujer y al resto de sus hijos que queden, 55 para no
compartir con ninguno de ellos la carne de sus hijos que él se comerá.
Porque nada le habrá quedado, debido al asedio y a la angustia con que
te angustiará tu enemigo en todas tus ciudades. 56 También la
mujer más tierna y acostumbrada a los deleites en medio de ti, que nunca
probó asentar la planta de su pie sobre el suelo a causa de su
delicadeza y de su ternura, mirará malévolamente a su amado marido, a su
hijo y a su hija. 57 Hasta la placenta que sale de entre sus
piernas, y los hijos que dé a luz, se los comerá a escondidas, debido a
que faltará todo por causa del asedio y la angustia con que tu enemigo
te oprimirá en tus ciudades.
58 "Si no cuidas de poner por obra todas las
palabras de esta ley, escritas en este libro, temiendo este nombre
grande y temible, Jehovah tu Dios, 59 entonces aumentará
Jehovah asombrosamente tus plagas y las plagas de tus descendientes,
plagas graves y crónicas, enfermedades malignas y crónicas. 60
El traerá contra ti todas las enfermedades de Egipto, de las
cuales tuviste miedo, y se te pegarán. 61 Jehovah también
enviará sobre ti todas las enfermedades y todas las plagas que no están
mencionadas en el libro de esta ley, hasta que seas destruido. 62
Y después de haber sido tan numerosos como las estrellas del
cielo, quedaréis pocos en número, porque no habrás obedecido la voz de
Jehovah tu Dios.
63 "Y sucederá que como Jehovah se gozó en
vosotros para haceros el bien y para multiplicaros, así se gozará en
vosotros para arruinaros y destruiros. Seréis arrancados de la tierra en
la cual entráis para tomarla en posesión. 64 Jehovah te
esparcirá entre todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta
el otro extremo de la tierra. Allí rendiréis culto a otros dioses, de
madera y de piedra, que ni tú ni tus padres habéis conocido. 65
Y entre aquellas naciones no tendrás tranquilidad, ni habrá reposo
para la planta de tu pie. Allí te dará Jehovah corazón tembloroso,
decaimiento de ojos y desesperación del alma. 66 Vivirás en
constante suspenso; estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás
seguridad de tu vida. 67 Debido al terror con que serás
amedrentado y por lo que verán tus ojos, dirás por la mañana: ’¡Oh, si
fuera de noche!’ Y dirás por la noche: ’¡Oh, si fuera de mañana!’
68 Y Jehovah te hará volver a Egipto en navíos, por el camino del
cual yo te había dicho: ’¡Nunca más volveréis a verlo!’ Allí os
ofreceréis en venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, y no
habrá quien os compre."
Renovación del pacto en Moab
29 1 Estas son
las palabras del pacto que Jehovah mandó a Moisés que hiciera con los
hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que hizo con
ellos en Horeb.
2 Moisés llamó a todo Israel y les dijo: "Vosotros
habéis visto todo lo que Jehovah hizo ante vuestros ojos en la tierra de
Egipto al faraón, a todos sus servidores y a toda su tierra; 3
las grandes pruebas que vuestros ojos vieron, aquellas grandes
señales y prodigios. 4 Pero hasta el día de hoy Jehovah no os
ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.
5 "Yo os he conducido cuarenta años por el
desierto. Vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni
vuestros zapatos se han gastado en vuestros pies. 6 No habéis
comido pan ni tomado vino ni licor, para que sepáis que yo soy Jehovah
vuestro Dios. 7 Así llegasteis a este lugar, y cuando Sejón,
rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron para combatir contra
nosotros, los derrotamos. 8 Luego tomamos su tierra y la
dimos por posesión a Rubén, a Gad y a la media tribu de Manasés. 9
Guardad, pues, las palabras de este pacto y ponedlas por obra,
para que prosperéis en todo lo que hagáis.
10 "Todos vosotros estáis hoy delante de Jehovah
vuestro Dios: los jefes de vuestras tribus, vuestros ancianos, vuestros
oficiales, todos los hombres de Israel, 11 vuestros niños,
vuestras mujeres y los forasteros que están en medio de vuestro
campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tus aguas.
12 Estás por entrar en el pacto de Jehovah tu Dios, y en el
compromiso solemne que Jehovah tu Dios hace hoy contigo, 13 a
fin de confirmarte hoy como pueblo suyo, y para que él sea tu Dios, como
te ha prometido y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
14 "No sólo con vosotros hago yo este pacto y este
compromiso solemne; 15 ciertamente es con el que está aquí
con nosotros hoy, delante de Jehovah nuestro Dios, y también con aquel
que no está aquí con nosotros hoy. 16 Pues vosotros sabéis
cómo habitábamos en la tierra de Egipto y cómo hemos pasado en medio de
las naciones por las cuales habéis pasado. 17 Vosotros habéis
visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y de piedra, de plata y
de oro, que tienen entre ellos. 18 No sea que haya entre
vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de
Jehovah nuestro Dios para ir a rendir culto a los dioses de aquellas
naciones. No sea que haya entre vosotros una raíz que produzca una
hierba venenosa y ajenjo, 19 y que al oír las palabras de
este compromiso solemne, se bendiga a sí mismo en su corazón, diciendo:
’Yo tendré paz, aunque ande en la terquedad de mi corazón’, de modo que
arrase la tierra regada junto con la sedienta.
20 "Jehovah no estará dispuesto a perdonarle, sino
que subirán entonces cual humo el furor y el celo de Jehovah contra ese
hombre, y sobre él se asentarán todas las imprecaciones escritas en este
libro. Jehovah borrará su nombre de debajo del cielo. 21 El
lo apartará para mal de entre todas las tribus de Israel, conforme a
todas las imprecaciones del pacto escritas en este libro de la ley.
22 "La generación futura, vuestros hijos que se
levantarán después de vosotros y el extranjero que vendrá de tierras
lejanas, cuando vean las plagas de aquella tierra y las enfermedades que
Jehovah habrá hecho brotar en ella, dirán: 23 ’Toda su tierra
está quemada con azufre y sal. No puede ser sembrada, ni producirá; y en
ella no crecerá ninguna planta, como cuando fueron trastornadas Sodoma,
Gomorra, Adma y Zeboím, las cuales Jehovah destruyó en su ira y su
furor.’ 24 Y todas las naciones preguntarán: ’¿Por qué ha
hecho así Jehovah a esta tierra? ¿Por qué razón se ha encendido este
gran furor?’ 25 Entonces les responderán: ’Porque abandonaron
el pacto de Jehovah, Dios de sus padres, que él hizo con ellos cuando
los sacó de la tierra de Egipto. 26 Ellos fueron a rendir
culto a otros dioses; se postraron ante ellos, dioses que no habían
conocido y que él no les había asignado. 27 Por eso se
encendió el furor de Jehovah contra esta tierra, para traer sobre ella
toda maldición escrita en este libro. 28 Jehovah los
desarraigó de su suelo con furor, con ira y con gran indignación, y los
echó a otra tierra, como hoy.’
29 "Las cosas secretas pertenecen a Jehovah
nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros
hijos, para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta
ley.
Promesas y exhortaciones del pacto
30 "Sucederá que cuando te
hayan sobrevenido todas estas cosas, la bendición y la maldición que he
puesto delante de ti, si consideras en tu corazón, en medio de todas las
naciones donde Jehovah tu Dios te haya dispersado; 2 si
vuelves, tú con tus hijos, a Jehovah tu Dios y obedeces su voz con todo
tu corazón y con toda tu alma, conforme a todo lo que yo te mando hoy,
3 entonces Jehovah tu Dios también te restaurará de tu
cautividad. El tendrá misericordia de ti y volverá a reunirte de todos
los pueblos a donde Jehovah tu Dios te haya dispersado. 4 Si
eres arrojado hasta el extremo de los cielos, de allí te reunirá Jehovah
tu Dios, y de allí te tomará. 5 Y te hará regresar Jehovah tu
Dios a la tierra que tus padres tomaron en posesión, y tú la poseerás.
El te hará bien y te multiplicará más que a tus padres.
6 "Jehovah tu Dios circuncidará tu corazón y el
corazón de tus descendientes, para que ames a Jehovah tu Dios con todo
tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7 Luego
Jehovah tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre tus enemigos y
sobre los que te aborrecen, y te persiguieron. 8 Pero tú
volverás a escuchar la voz de Jehovah, y pondrás por obra todos sus
mandamientos que yo te mando hoy. 9 Jehovah tu Dios hará que
sobreabundes en toda la obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en
el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra. Pues Jehovah volverá a
gozarse en ti para bien, así como se gozó en tus padres, 10
si escuchas la voz de Jehovah tu Dios para guardar sus mandamientos y
sus estatutos escritos en este libro de la ley; si te vuelves a Jehovah
tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 "Ciertamente este mandamiento que te mando hoy
no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en
el cielo, para que digas: ’¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo
tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
13 Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ’¿Quién
cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará
oír, a fin de que lo cumplamos?’ 14 Ciertamente muy cerca de
ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
15 "Mira, pues, yo pongo hoy delante de ti la vida
y el bien, la muerte y el mal, 16 con el fin de que ames a
Jehovah tu Dios, de que andes en sus caminos y de que guardes sus
mandamientos, sus estatutos y sus decretos, que yo te mando hoy.
Entonces vivirás y te multiplicarás, y Jehovah tu Dios te bendecirá en
la tierra a la cual entras para tomarla en posesión. 17 Pero
si tu corazón se aparta y no obedeces; si te dejas arrastrar a
inclinarte ante otros dioses y les rindes culto, 18 yo os
declaro hoy que de cierto pereceréis. No prolongaréis vuestros días en
la tierra a la cual, cruzando el Jordán, entraréis para tomarla en
posesión.
19 "Llamo hoy por testigos contra vosotros a los
cielos y a la tierra, de que he puesto delante de vosotros la vida y la
muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que
vivas, tú y tus descendientes, 20 amando a Jehovah tu Dios,
escuchando su voz y siéndole fiel. Porque él es tu vida y la
prolongación de tus días, para que habites en la tierra que Jehovah juró
que había de dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob."
Moisés delega su cargo a Josué
31 Moisés fue y
habló estas palabras a todo Israel, 2 y les dijo: "Yo tengo
ahora 120 años de edad; no puedo salir ni entrar más. Además, Jehovah me
ha dicho: ’No cruzarás este Jordán.’ 3 Jehovah tu Dios es el
que cruza delante de ti. El destruirá estas naciones delante de ti, y tú
las desalojarás. Josué es quien cruzará al frente de ti, como Jehovah ha
dicho. 4 Jehovah hará con ellos como hizo con Sejón y con Og,
reyes de los amorreos, a los cuales destruyó con sus tierras. 5
Jehovah los entregará delante de vosotros, y haréis con ellos
conforme a todo lo que os he mandado. 6 ¡Esforzaos y sed
valientes! No tengáis temor ni os aterroricéis de ellos, porque Jehovah
tu Dios va contigo. El no te abandonará ni te desamparará."
7 Entonces Moisés llamó a Josué y le dijo ante la
vista de todo Israel: "¡Esfuérzate y sé valiente! Porque tú entrarás con
este pueblo a la tierra que Jehovah juró a sus padres que les había de
dar, y tú se la darás en posesión. 8 Jehovah es quien va
delante de ti. El estará contigo; no te dejará ni te desamparará. ¡No
temas ni te atemorices!"
Lectura de la ley cada año de remisión
9 Entonces Moisés escribió esta ley y la dio a los
sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehovah, y
a todos los ancianos de Israel. 10 Moisés les mandó diciendo:
"Al final del séptimo año, en el tiempo señalado del año de la remisión,
en la fiesta de los Tabernáculos, 11 cuando todo Israel venga
para presentarse delante de Jehovah tu Dios en el lugar que él haya
escogido, leerás esta ley a oídos de todo Israel. 12 Harás
congregar al pueblo -los hombres, las mujeres, los niños y los
forasteros que estén en tus ciudades-, para que oigan, aprendan a temer
a Jehovah vuestro Dios y cuiden de poner por obra todas las palabras de
esta ley. 13 Sus hijos que no la conocen la oirán y
aprenderán a temer a Jehovah vuestro Dios, todos los días que viváis en
la tierra que para tomarla en posesión cruzáis el Jordán."
Moisés escribe un cántico memorial
14 Entonces Jehovah dijo a Moisés: "He aquí, se ha acercado
el día de tu muerte. Llama a Josué, y presentaos en el tabernáculo de
reunión para que yo lo comisione."
Moisés y Josué fueron y esperaron en el tabernáculo de
reunión. 15 Entonces Jehovah se apareció en el tabernáculo,
en una columna de nube. Se posó la columna de nube sobre la entrada del
tabernáculo. 16 Y Jehovah dijo a Moisés: "He aquí que tú vas
a reposar con tus padres, pero este pueblo se levantará y se prostituirá
tras los dioses extraños de la tierra hacia la cual va. En medio de ella
me abandonará e invalidará mi pacto que he hecho con él. 17
Aquel día se encenderá contra él mi furor. Yo los abandonaré; esconderé
de ellos mi rostro, y serán consumidos. Muchos males y angustias les
vendrán. En aquel día dirá: ’¿Acaso no me han sobrevenido estos males
porque mi Dios no está en medio de mí?’ 18 Pero aquel día
ciertamente esconderé mi rostro, a causa de todo el mal que ellos habrán
hecho, por haberse vuelto a otros dioses.
19 "Ahora pues, escribid para vosotros este
cántico y enseñadlo a los hijos de Israel. Ponlo en su boca, para que
este cántico me sirva de testigo contra los hijos de Israel. 20
Cuando yo les haya introducido en la tierra que juré dar a sus
padres, una tierra que fluye leche y miel, y cuando hayan comido y se
hayan saciado y engordado, entonces se volverán a otros dioses y les
rendirán culto. Así me desdeñarán e invalidarán mi pacto. 21
Y sucederá que cuando le sobrevengan muchos males y angustias, este
cántico dará testimonio contra él. Ciertamente no caerá en el olvido en
la boca de sus descendientes, porque yo conozco sus predisposiciones y
lo que hace hoy, aun antes de que yo le introduzca en la tierra que juré
dar a sus padres."
22 Aquel mismo día escribió Moisés este cántico y
lo enseñó a los hijos de Israel.
23 Entonces Dios comisionó a Josué hijo de Nun,
diciendo: "¡Esfuérzate y sé valiente! Porque tú introducirás a los hijos
de Israel en la tierra que les juré; y yo estaré contigo."
Los depositarios del libro de la Ley
24 Cuando Moisés acabó de escribir las palabras de esta ley
en un libro hasta que fueron concluidas, 25 mandó a los
levitas que llevaban el arca del pacto de Jehovah, diciendo: 26
"Tomad este libro de la Ley y ponedlo junto al arca del pacto de
Jehovah vuestro Dios. Que esté allí como testigo contra ti, 27
porque yo conozco tu rebelión y tu dura cerviz. He aquí que aun
estando vivo yo hoy con vosotros, sois rebeldes a Jehovah; ¡y cuánto más
después que yo haya muerto! 28 Congregad ante mí a los
ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales. Yo hablaré a sus
oídos estas palabras y llamaré como testigos contra ellos a los cielos y
a la tierra. 29 Porque yo sé que después de mi muerte
ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he
mandado. También en los días futuros os ha de sobrevenir el desastre,
porque habréis hecho lo malo ante los ojos de Jehovah, enojándole con la
obra de vuestras manos."
El cántico de Moisés
30 Entonces Moisés pronunció a oídos de toda la congregación
de Israel las palabras de este cántico, hasta terminarlas:
32 "Prestad atención, oh
cielos,
y hablaré;
escuche la tierra los dichos de mi boca.
2 Goteará como lluvia mi enseñanza,
destilará cual rocío mi palabra,
como lloviznas sobre el pasto,
como aguaceros sobre la hierba.
3 Porque el nombre de Jehovah proclamaré.
¡Engrandeced a nuestro Dios!
4 "El es la Roca, cuya obra es perfecta,
porque todos sus caminos son rectitud.
El es un Dios fiel,
en quien no hay iniquidad;
es justo y recto.
5 La corrupción no es suya;
de sus hijos es la mancha,
generación torcida y perversa.
6 ¿Así pagáis a Jehovah,
pueblo necio e insensato?
¿Acaso no es él tu Padre, tu Creador,
quien te hizo y te estableció?
7 "Acuérdate de los días antiguos;
considera los años de muchas generaciones.
Pregunta a tu padre, y él te declarará;
a tus ancianos, y ellos te dirán.
8 Cuando el Altísimo repartió heredades a las
naciones,
cuando separó a los hijos del hombre,
estableció las fronteras de los pueblos
según el número de los hijos de Israel.
9 Porque la porción de Jehovah es su pueblo;
Jacob es la parcela de su heredad.
10 "Lo halló en tierra desértica,
en medio de la soledad rugiente del desierto.
Lo rodeó, lo cuidó,
lo guardó como a la niña de sus ojos;
11 como el águila que agita su nidada,
revolotea sobre sus polluelos,
extiende sus alas, los toma,
y los lleva sobre sus plumas.
12 Jehovah solo le guió;
no hubo dioses extraños con él.
13 Le hizo cabalgar sobre las alturas de la
tierra,
y le hizo comer los productos del campo.
Hizo que chupara miel de la peña,
aceite del duro pedernal,
14 mantequilla de las vacas,
leche de las ovejas,
con sebo de corderos y carneros,
y machos cabríos de Basán.
Con lo mejor del trigo
y de la sangre de uvas bebiste vino.
15 "Jesurún se engordó y dio coces.
(Te hiciste gordo, grueso y rollizo.)
Y abandonó al Dios que lo hizo;
desdeñó a la Roca de su salvación.
16 Le provocaron a celos con dioses ajenos;
le enojaron con abominaciones.
17 Ofrecieron sacrificios a los demonios, no a
Dios;
a dioses que no habían conocido,
a dioses nuevos, llegados de cerca,
a los cuales vuestros padres no temieron.
18 Te has olvidado de la Roca que te procreó;
te has olvidado del Dios que te hizo nacer.
19 "Jehovah lo vio, e indignado desdeñó
a sus hijos y a sus hijas.
20 Entonces dijo:
’Esconderé de ellos mi rostro,
y veré cuál será su final;
porque son una generación perversa,
hijos en quienes no hay fidelidad.
21 Ellos me provocaron a celos
con lo que no es Dios;
me indignaron con sus vanidades.
También yo les provocaré a celos
con uno que no es pueblo;
con una nación insensata les causaré indignación.
22 Porque fuego se ha encendido en mi furor
y arderá hasta el fondo del Seol.
Devorará la tierra y sus frutos,
e inflamará los fundamentos de las montañas.
23 Yo añadiré males sobre ellos;
con mis flechas los acabaré.
24 Serán abatidos por el hambre,
y consumidos por la fiebre ardiente
y por la amarga plaga.
Contra ellos enviaré dientes de fieras
junto con el veneno de serpientes
que se arrastran en el polvo.
25 Afuera desolará la espada,
y adentro el espanto,
tanto a los jóvenes como a las vírgenes,
al que mama y al hombre con canas.
26 Yo dije: Yo los dispersaría;
haría cesar su memoria de entre los hombres,
27 si no temiera la saña del enemigo,
y que sus adversarios entiendan mal.
No sea que ellos digan:
Nuestra mano enaltecida
hizo todo esto, y no Jehovah.’
28 "Son un pueblo al cual le falta juicio;
no hay en ellos entendimiento.
29 Si fueran sabios, entenderían esto;
comprenderían cuál sería su final.
30 ¿Cómo podrá perseguir uno a mil?
¿Cómo harán huir dos a diez mil,
si su Roca no los hubiese vendido,
si Jehovah no los hubiese entregado?
31 La roca de ellos no es como nuestra Roca;
nuestros mismos enemigos lo han de reconocer.
32 La vid de ellos proviene de la vid de Sodoma,
y de los campos de Gomorra.
Sus uvas son uvas venenosas;
sus racimos son amargos.
33 Su vino es veneno de serpientes
y veneno cruel de cobras.
34 " ’¿Acaso no tengo reservado esto conmigo,
sellado entre mis tesoros?
35 Mía es la venganza, yo pagaré;
a su debido tiempo su pie resbalará.
Porque está cercano el día de su calamidad,
y lo que les está preparado se apresura.’
36 "Ciertamente Jehovah juzgará a su pueblo
y tendrá misericordia de sus siervos,
cuando vea que se agota su fuerza
y que no queda nadie, ni preso ni abandonado.
37 El dirá: ’¿Dónde están sus dioses,
la roca en que se refugiaban,
38 los que comían el sebo de sus sacrificios
y bebían el vino de sus libaciones?
¡Que se levanten y os socorran!
¡Que os sirvan de refugio!
39 " ’Ved ahora que yo, Yo Soy,
y conmigo no hay más dioses.
Yo hago morir y hago vivir;
yo hiero y también sano;
no hay quien pueda librar de mi mano.
40 Ciertamente levantaré mis manos a los cielos
y diré: ¡Viva yo para siempre!
41 Cuando afile mi reluciente espada
y mi mano arrebate el juicio,
tomaré venganza de mis enemigos
y retribuiré a los que me aborrecen.
42 Mi espada devorará carne,
y mis flechas embriagaré con sangre:
con la sangre de muertos y cautivos,
y de las cabezas melenudas del enemigo.’
43 "¡Regocijaos, oh naciones, con su pueblo!
Porque él vengará la sangre de sus siervos.
El tomará venganza de sus enemigos
y expiará la tierra de su pueblo."
44 Moisés fue con Josué hijo de Nun y pronunció
todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo. 45
Cuando Moisés acabó de pronunciar todas estas palabras a todo Israel,
46 les dijo: "Aplicad vuestro corazón a todas las palabras
con que yo os advierto hoy, para que las encarguéis a vuestros hijos a
fin de guardar y poner por obra todas las palabras de esta ley. 47
Porque no son palabras vanas; pues son vuestra vida, y a causa de
estas palabras prolongaréis vuestros días en la tierra que para tomarla
en posesión cruzáis el Jordán."
Dios manda a Moisés subir al Nebo
48 Aquel mismo día Jehovah habló a Moisés diciendo: 49
"Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra
de Moab, frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán que yo doy en
posesión a los hijos de Israel. 50 Allí en el monte a donde
subas, morirás y serás reunido con tu pueblo, así como murió Aarón tu
hermano en el monte Hor y fue reunido con su pueblo. 51
Porque actuasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas
de Meriba en Cades, en el desierto de Zin; y no me tratasteis como santo
en medio de los hijos de Israel. 52 Por eso verás la tierra
delante de ti, pero no irás allá, a la tierra que doy a los hijos de
Israel."
Bendición de Moisés para Israel
33 Esta es la bendición con
la cual Moisés, hombre de Dios, bendijo a los hijos de Israel, antes de
morir. 2 El dijo:
"Jehovah vino de Sinaí
y de Seír les resplandeció.
Apareció desde los montes de Parán
y vino con miríadas de santos,
y a su diestra fuego refulgente.
3 Ciertamente él ama a los pueblos;
Todos sus santos están en sus manos.
Ellos se postran a tus pies
y reciben tus palabras.
4 "Moisés nos prescribió la ley,
la heredad de la congregación de Jacob.
5 El ha sido rey en Jesurún,
cuando se congregaban los jefes del pueblo,
la comunidad de las tribus de Israel.
6 "¡Viva Rubén, y no muera!
Y sean numerosos sus hombres."
7 Esto dijo acerca de Judá:
"Escucha, oh Jehovah, la voz de Judá;
tráelo a su pueblo.
Sus manos le basten,
y séle ayuda contra sus enemigos.
8 Dijo acerca de Leví:
"Dale a Leví tu Tumim
y tu Urim a tu hombre piadoso
al cual probaste en Masá,
y con quien contendiste en las aguas de Meriba.
9 El que dijo de su padre y de su madre:
’No los conozco.’
No reconoció a sus hermanos,
ni conoció a sus propios hijos.
Pues ellos guardaron tu palabra
y observaron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
y tu ley a Israel.
Pondrán delante de ti el incienso
y sobre tu altar la ofrenda del todo quemada.
11 ¡Bendice, oh Jehovah, lo que ellos hagan!
¡Recibe con agrado la obra de sus manos!
Hiere las espaldas de sus enemigos
y de los que le aborrecen,
de modo que no se levanten."
12 Dijo acerca de Benjamín:
"El amado de Jehovah
habitará confiado cerca de él.
El lo protegerá todo el día,
y entre sus hombros morará."
13 Dijo acerca de José:
"Bendita de Jehovah sea su tierra
con lo mejor del cielo, con el rocío
y con el océano que se extiende abajo,
14 con lo mejor que produce el sol,
y con lo mejor que da la luna,
15 con lo principal de las montañas antiguas,
con lo mejor de las colinas eternas,
16 con lo mejor de la tierra y de su plenitud,
y el favor de aquel que moraba en la zarza.
Que esto venga sobre la cabeza de José,
y sobre la coronilla del príncipe de sus hermanos.
17 El tiene el esplendor del primogénito del toro;
sus cuernos son como los del toro salvaje.
Con ellos embestirá a los pueblos
hasta los confines de la tierra.
¡Estas son las miríadas de Efraín!
¡Estos son los millares de Manasés!"
18 Dijo acerca de Zabulón:
"¡Alégrate, oh Zabulón, en tus salidas;
y tú, oh Isacar, en tus tiendas!
19 Convocarán a los pueblos al monte,
y allí ofrecerán sacrificios de justicia.
Porque absorberán la abundancia de los mares,
y los tesoros escondidos de la arena."
20 Dijo acerca de Gad:
"¡Bendito el que hizo ensanchar a Gad!
Como león habita,
y arrebata el brazo y aun la coronilla.
21 Escogió lo mejor de la tierra para sí,
pues allí estaba la parte del legislador.
Cuando se congregaron los jefes del pueblo,
realizó la justicia de Jehovah,
sus juicios acerca de Israel."
22 Dijo acerca de Dan:
"Dan es un cachorro de león
que salta desde Basán."
23 Dijo acerca de Neftalí:
"Neftalí, satisfecho con favores
y lleno de las bendiciones de Jehovah,
posee la región del mar y del sur."
24 Dijo acerca de Aser:
"¡Bendito más que los hijos sea Aser!
Sea querido por sus hermanos
y moje su pie en aceite.
25 De hierro y bronce sean tus cerrojos,
y tu fuerza sea como tus días."
26 "¡No hay como el Dios de Jesurún!
El cabalga sobre los cielos en tu ayuda,
y sobre las nubes en su majestad.
27 El eterno Dios es tu refugio,
y abajo están los brazos eternos.
El echará de delante de ti al enemigo,
diciendo: ’¡Destruye!’
28 Israel habitará confiado;
el manantial de Jacob estará solitario
en tierra de grano y de vino nuevo.
También sus cielos gotearán rocío.
29 ¡Bienaventurado eres tú, oh Israel!
¿Quién como tú, oh pueblo salvo por Jehovah,
escudo de tu socorro y espada de tu excelencia?
Tus enemigos tratarán de engañarte,
pero tú pisotearás sus lugares altos."
Muerte y sepultura de Moisés
34 Entonces subió Moisés de
la llanura de Moab al monte Nebo, en la cumbre del Pisga, que está
frente a Jericó. Y Jehovah le mostró toda la tierra: desde Galaad hasta
Dan, 2 todo Neftalí, la tierra de Efraín y de Manasés, toda
la tierra de Judá hasta el mar Grande, 3 el Néguev y la
llanura del valle de Jericó (la ciudad de las palmeras), hasta Zoar.
4 Y Jehovah le dijo: "Esta es la tierra de la cual juré a
Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: ’A tus descendientes la daré.’ Yo
te he permitido que la mires con tus ojos, pero tú no cruzarás allá."
5 Y allí murió Moisés, siervo de Jehovah, en la
tierra de Moab, conforme al dicho de Jehovah. 6 Y él lo
sepultó en el valle, en la tierra de Moab, frente a Bet-peor. Nadie
conoce su sepulcro, hasta el día de hoy.
7 Moisés tenía 120 años cuando murió. Sus ojos
nunca se debilitaron, ni perdió su vigor. 8 Los hijos de
Israel hicieron duelo por Moisés en las llanuras de Moab durante treinta
días, hasta que se cumplieron los días del llanto y de duelo por Moisés.
9 Y Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu de
sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él. Así que los
hijos de Israel le obedecieron e hicieron como Jehovah había mandado a
Moisés.
10 Nunca en Israel se levantó otro profeta como
Moisés, a quien Jehovah conociera cara a cara. 11 Nadie fue
como él, ni por todas las señales y prodigios que Jehovah le mandó hacer
en la tierra de Egipto contra el faraón, contra todos sus servidores y
contra toda su tierra, 12 ni por la mano poderosa y los
hechos asombrosos, como los que Moisés hizo ante los ojos de todo
Israel.
Reina-Valera Actualizada, 1989. |