El Libro del
Profeta
Ezequiel
1 Sucedió en el
quinto día del mes cuarto del año 30, estando yo en medio de los
cautivos, junto al río Quebar, que fueron abiertos los cielos, y vi
visiones de Dios. 2 En el quinto día del mes (en el quinto
año de la cautividad del rey Joaquín), 3 vino la palabra de
Jehovah al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos,
junto al río Quebar. Allí vino sobre mí la mano de Jehovah.
Visión de la gloria de Dios
4 Miré, y he aquí que venía del norte un viento huracanado y
una gran nube con un fuego centelleante y un resplandor en torno de
ella. En su interior había algo como metal resplandeciente, en medio del
fuego. 5 De su interior aparecía una forma de cuatro seres
vivientes. El aspecto de ellos tenía la forma de hombre, 6
pero cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. 7 Sus piernas
eran rectas, y sus pezuñas eran como pezuñas de becerro que centelleaban
como bronce bruñido. 8 Debajo de sus alas, a sus cuatro
lados, tenían manos de hombre. Los cuatro tenían sus caras y sus alas.
9 Sus alas se juntaban unas con otras. Y cuando se
desplazaban, no se volvían, sino que cada uno se desplazaba de frente
hacia adelante.
10 La forma de sus caras era la de una cara de
hombre, con una cara de león en el lado derecho de los cuatro, una cara
de toro en el lado izquierdo de los cuatro, y una cara de águila en los
cuatro. 11 Así eran sus caras. Sus alas estaban extendidas
hacia arriba. Cada uno tenía dos alas que se tocaban entre sí, y otras
dos que cubrían sus cuerpos. 12 Cada uno se desplazaba de
frente hacia adelante. Iban adondequiera que el espíritu decidía ir, y
no viraban cuando se desplazaban.
13 En medio de los seres vivientes había algo como
carbones de fuego encendido que se desplazaban como antorchas entre los
seres vivientes. El fuego resplandecía, y del mismo salían relámpagos.
14 Y los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos.
15 Mientras yo miraba a los seres vivientes, he
aquí que había una rueda en la tierra, junto y al frente de cada uno de
los cuatro seres vivientes. 16 La forma y el aspecto de las
ruedas era como crisólito. Las cuatro ruedas tenían la misma forma y
aspecto, y estaban hechas de manera que había una rueda dentro de otra
rueda.
17 Cuando se desplazaban, lo hacían en cualquiera
de las cuatro direcciones, y no viraban cuando se desplazaban. 18
Sus aros eran altos y aterradores, y los aros de las cuatro ruedas
estaban llenos de ojos alrededor. 19 Cuando los seres
vivientes se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban
junto a ellos. Cuando los seres se elevaban de sobre la tierra, las
ruedas también se elevaban. 20 Iban adondequiera que el
espíritu fuese, y las ruedas también se elevaban junto con ellos, pues
el espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas. 21
Cuando ellos se desplazaban, también ellas se desplazaban; cuando
ellos se detenían, también ellas se detenían. Y cuando ellos se elevaban
de la tierra, también las ruedas se elevaban junto con ellos, porque el
espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas.
22 Sobre las cabezas de los seres vivientes había
una bóveda semejante a un cristal impresionante, extendido por encima de
sus cabezas. 23 Debajo de la bóveda, sus alas se extendían
rectas, la una hacia la otra. Y cada ser tenía dos alas con que cubrían
sus cuerpos. 24 Cuando se desplazaban, escuché el ruido de
sus alas como el ruido de muchas aguas, como la voz del Todopoderoso,
como el bullicio de una muchedumbre, como el bullicio de un ejército. Y
cuando se detenían, bajaban sus alas.
25 Entonces hubo un estruendo por encima de la
bóveda que estaba sobre la cabeza de ellos. (Y cuando se detenían,
bajaban sus alas.) 26 Por encima de la bóveda que estaba
sobre sus cabezas, había la forma de un trono que parecía de piedra de
zafiro. Y sobre dicha forma de trono estaba alguien semejante a un
hombre. 27 Entonces vi algo semejante a metal que
resplandecía con la apariencia del fuego que lo perfilaba alrededor.
Desde su cintura hacia arriba, y desde su cintura hacia abajo, vi algo
que parecía fuego y que tenía un resplandor alrededor de él. 28
Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en un día de
lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor.
Este era el aspecto de la gloria de Jehovah. Y cuando la vi,
caí postrado sobre mi rostro y oí la voz de uno que hablaba.
Llamamiento de Ezequiel
2 Y me dijo: "Oh hijo de
hombre, ponte en pie, y hablaré contigo."
2 Mientras él me hablaba, entró en mí el Espíritu
y me puso sobre mis pies, y oí al que me hablaba. 3 Y me
dijo: "Oh hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una
nación de rebeldes que se ha rebelado contra mí. Tanto ellos como sus
padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. 4 Yo
te envío a esta gente de rostro endurecido y de corazón empedernido. Y
les dirás: ’Así ha dicho el Señor Jehovah.’ 5 Ya sea que
ellos escuchen o que dejen de escuchar (porque son una casa rebelde),
sabrán que ha habido un profeta entre ellos. 6 Pero tú, oh
hijo de hombre, no temas; no temas de ellos ni de sus palabras. Aunque
te halles entre zarzas y espinos, y habites entre escorpiones, no temas
de sus palabras ni te atemorices ante ellos; porque son una casa
rebelde. 7 Tú, pues, les hablarás mis palabras, ya sea que
escuchen o dejen de escuchar, porque son una casa rebelde. 8
Pero tú, oh hijo de hombre, escucha lo que yo te hablo. No seas rebelde
como esa casa rebelde; abre tu boca y come lo que yo te doy."
9 Entonces miré, y he aquí una mano extendida
hacia mí, y en ella había un rollo de pergamino. 10 Lo
extendió delante de mí, y he aquí que estaba escrito por el derecho y
por el revés. En él estaban escritos lamentaciones, gemidos y ayes.
3 Entonces me
dijo: "Oh hijo de hombre, come lo que has encontrado; come este rollo y
vé, habla a la casa de Israel."
2 Abrí mi boca, y me dio a comer ese rollo. 3
Luego me dijo: "Oh hijo de hombre, alimenta tu vientre y llena tu
estómago con este rollo que yo te doy." Lo comí, y fue en mi boca dulce
como la miel.
4 Entonces me dijo: "Oh hijo de hombre, vé,
acércate a la casa de Israel y háblales mis palabras; 5
porque no eres enviado a un pueblo de habla misteriosa ni de lengua
difícil, sino a la casa de Israel; 6 no a muchos pueblos de
habla misteriosa y de lengua difícil, cuyas palabras no entiendes. Si a
ellos te enviara, ellos sí te escucharían. 7 Pero los de la
casa de Israel no te querrán escuchar, porque no me quieren escuchar a
mí. Pues todos los de la casa de Israel son de frente dura y tienen el
corazón empedernido. 8 He aquí, yo hago tu rostro tan duro
como el rostro de ellos, y hago tu frente tan dura como su frente.
9 Yo hago tu frente como el diamante, que es más duro que el
pedernal. Tú no les temerás, ni te atemorizarás ante ellos, porque son
una casa rebelde."
10 Me dijo además: "Oh hijo de hombre, toma en tu
corazón todas mis palabras que te diga, y escucha con tus oídos. 11
Acércate a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales
diciendo: ’Así ha dicho el Señor Jehovah’, ya sea que escuchen o que
dejen de escuchar."
12 Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de
mí el ruido de un gran estruendo: "¡Bendita sea la gloria de Jehovah
desde su lugar!" 13 Era el ruido de las alas de los seres
vivientes, que se rozaban unas con otras, el ruido de las ruedas que
estaban junto a ellos y el ruido de un gran estruendo. 14
Luego el Espíritu me levantó y me tomó. Yo iba con amargura y con mi
espíritu enardecido, pero la mano de Jehovah era fuerte sobre mí.
15 Luego llegué a los cautivos de Tel Abib, pues ellos habitaban
allí, junto al río Quebar, y permanecí allí entre ellos, atónito,
durante siete días.
Ezequiel como centinela de su pueblo
16 Aconteció al cabo de los siete días que vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 17 "Oh hijo de hombre, yo te he
puesto como centinela para la casa de Israel. Oirás, pues, las palabras
de mi boca y les advertirás de mi parte. 18 Si yo digo al
impío: ’¡Morirás irremisiblemente!’, y tú no le adviertes ni le hablas
para advertir al impío de su mal camino a fin de que viva, el impío
morirá por su pecado; pero yo demandaré su sangre de tu mano. 19
Pero si tú le adviertes al impío y él no se aparta de su impiedad
ni de su camino impío, él morirá por su pecado, pero tú habrás librado
tu vida. 20 Y si algún justo se aparta de su justicia y hace
maldad, y yo pongo tropiezo delante de él, él morirá; porque tú no le
advertiste, morirá por su pecado. Sus obras de justicia que había hecho
no le serán tomadas en cuenta, y su sangre demandaré de tu mano. 21
Pero si tú adviertes al justo para que no peque, y no peca,
ciertamente vivirá por haber aceptado la advertencia; y tú mismo te
habrás librado."
Señal del enmudecimiento de Ezequiel
22 Entonces vino allí sobre mí la mano de Jehovah y me dijo:
"Levántate, vete al valle, y allí hablaré contigo." 23 Me
levanté y fui al valle, y he aquí que se había detenido allí la gloria
de Jehovah, como la gloria que yo había visto junto al río Quebar. Y me
postré sobre mi rostro. 24 Entonces entró en mí el Espíritu,
me puso sobre mis pies y me habló diciendo:
-Entra y enciérrate en tu casa. 25 Y en cuanto a
ti, oh hijo de hombre, he aquí que sobre ti pondrán cuerdas y te atarán
con ellas, y no podrás salir entre ellos. 26 Y haré que tu
lengua se pegue a tu paladar, y quedarás mudo. Así no serás para ellos
un hombre que amonesta, porque son una casa rebelde. 27 Pero
cuando yo te haya hablado, abriré tu boca, y les dirás: "Así ha dicho el
Señor Jehovah." El que escucha, que escuche; y el que deja de escuchar,
que deje de escuchar. Porque son una casa rebelde.
Asedio simbólico de Jerusalén
4 »Y tú, oh hijo de hombre,
toma una tableta de arcilla, ponla delante de ti y graba sobre ella una
ciudad: Jerusalén. 2 Luego pon asedio contra ella, construye
contra ella un muro de asedio y levanta contra ella un terraplén. Pon
contra ella campamentos y coloca arietes contra ella en derredor. 3
Y tú, toma una plancha de hierro y ponla como muro de hierro entre
ti y la ciudad. Luego afirma tu rostro contra ella, y quedará bajo
asedio. Tú la asediarás; es una señal para la casa de Israel.
4 »Y tú, acuéstate sobre tu costado izquierdo y
pon sobre él el pecado de la casa de Israel. Durante el número de días
que estarás acostado así, cargarás con su pecado. 5 Yo te he
asignado un número de días equivalente a los años del pecado de ellos:
Durante 390 días cargarás con el pecado de la casa de Israel. 6
Y cumplidos éstos, te acostarás nuevamente sobre tu costado
derecho, y cargarás con el pecado de la casa de Judá durante 40 días: Te
he fijado un día por cada año. 7 Luego afirmarás tu rostro
hacia el asedio de Jerusalén, y con tu brazo descubierto profetizarás
contra ella. 8 He aquí, yo pongo cuerdas sobre ti, y no te
podrás dar vuelta de un lado al otro, hasta que hayas cumplido los días
de tu asedio.
9 »Y tú, toma trigo, cebada, habas, lentejas,
sorgo y centeno, y ponlos en una vasija. Con ellos te harás pan para el
número de los días que estés acostado de lado: Durante 390 días comerás
de él. 10 La comida que has de comer será racionada; será de
20 siclos al día. De tiempo en tiempo la comerás. 11 También
beberás el agua por medida: la sexta parte de un hin. De tiempo en
tiempo la beberás. 12 Comerás tortas de cebada; las cocerás
sobre excremento humano, ante la vista de ellos. 13 -Jehovah
dijo además-: Así los hijos de Israel comerán su pan inmundo, entre las
naciones a donde los arrojaré.
14 Entonces yo dije:
-¡Ay, Señor Jehovah! He aquí, yo nunca me he contaminado;
desde mi juventud hasta ahora nunca he comido carne de animal mortecino
ni despedazado, ni nunca ha entrado a mi boca carne inmunda.
15 Y él me respondió:
-Mira, yo te concedo usar estiércol de buey en lugar de
excremento humano, sobre el cual cocerás tu pan. 16 -Y
añadió-: Oh hijo de hombre, he aquí yo quebrantaré la provisión de pan
en Jerusalén. Comerán pan racionado y con angustia, y beberán el agua
por medida y con horror. 17 Esto para que al faltarles el pan
y el agua, queden desolados unos y otros, y se pudran en su iniquidad.
La señal de los pelos de Ezequiel
5 »Y tú, oh hijo de hombre,
toma una cuchilla afilada, una navaja de barbero. Tómala y hazla pasar
sobre tu cabeza y sobre tu barba. Luego toma una balanza para pesar y
reparte los pelos. 2 Una tercera parte la quemarás con fuego
en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio. Toma otra
tercera parte, y golpéala con la espada alrededor de la ciudad. Y la
otra tercera parte espárcela al viento. Y yo desenvainaré la espada tras
ellos. 3 Toma también de ellos unos pocos en número, y átalos
en el extremo de tu manto. 4 Y de ellos toma otra vez algunos
y échalos dentro del fuego, y quémalos allí. Entonces saldrá fuego de
ellos hacia toda la casa de Israel.
5 »Así ha dicho el Señor Jehovah: "Esta es
Jerusalén; yo la puse en medio de las naciones y de los países de su
alrededor. 6 Pero ella se obstinó contra mis decretos con
mayor culpabilidad que las demás naciones, y contra mis estatutos, más
que los países que están alrededor de ella; porque desecharon mis
decretos y no anduvieron según mis estatutos. 7 Por tanto,
así ha dicho el Señor Jehovah, por haberos comportado con mayor
turbulencia que las naciones que están alrededor de vosotros, y porque
no habéis andado según mis estatutos ni habéis cumplido mis decretos, y
ni siquiera habéis actuado según los decretos de las naciones que están
a vuestro alrededor; 8 por tanto, así ha dicho el Señor
Jehovah, he aquí que yo también estoy contra ti y ejecutaré actos
justicieros en medio de ti, ante la vista de las naciones. 9
A causa de todas tus abominaciones haré en medio de ti lo que nunca he
hecho, ni haré jamás cosa semejante. 10 Por tanto, en medio
de ti los padres comerán a sus hijos, y los hijos comerán a sus padres.
Ejecutaré actos justicieros contra ti, y esparciré a tus sobrevivientes
hacia todos los vientos."
11 »Por tanto, dice el Señor Jehovah: "¡Vivo yo,
que porque has profanado mi santuario con todos tus ídolos detestables y
con todas tus abominaciones, también yo me apartaré; mi ojo no tendrá
lástima, ni tendré compasión. 12 Una tercera parte de ti
morirá de peste y será consumida de hambre en medio de ti. Otra tercera
parte caerá a espada alrededor de ti, y la otra tercera parte esparciré
a todos los vientos y tras ellos desenvainaré mi espada. 13
Así se consumará mi furor; haré que en ellos se asiente mi ira, y tomaré
satisfacción. Y cuando haya consumado en ellos mi ira, sabrán que yo,
Jehovah, he hablado en mi celo. 14 Además, te convertiré en
ruinas y en afrenta entre las naciones que están alrededor de ti, ante
los ojos de todo el que pase. 15 Cuando yo ejecute actos
justicieros contra ti con furor, con ira y con reprensiones de mi ira,
tú serás afrenta, escarnio, advertencia y objeto de horror a las
naciones que están alrededor de ti. Yo, Jehovah, he hablado.
16 »Cuando yo arroje contra vosotros las flechas
malignas del hambre, que son para destrucción, las cuales enviaré para
destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros y quebrantaré
vuestro sustento de pan. 17 Contra vosotros enviaré hambre y
fieras dañinas que te privarán de hijos. Peste y sangre pasarán por en
medio de ti, y traeré contra ti la espada. Yo, Jehovah, he hablado."
Profecía contra los montes de Israel
6 Vino a mí la palabra de
Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia
los montes de Israel y profetiza contra ellos. 3 Les dirás:
’¡Oh montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Jehovah! Así ha
dicho el Señor Jehovah a los montes y a las colinas, a las quebradas y a
los valles: He aquí, yo mismo traeré contra vosotros la espada y
destruiré vuestros lugares altos. 4 Vuestros altares serán
desolados, y vuestros altares de incienso destruidos. Haré que vuestros
muertos caigan delante de vuestros ídolos. 5 Pondré los
cadáveres de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y esparciré
vuestros huesos alrededor de vuestros altares. 6 En todos los
lugares donde habitéis, las ciudades serán destruidas, y los lugares
altos desolados. Vuestros altares serán destruidos y desolados; vuestros
ídolos serán rotos, y cesará su culto; vuestros altares de incienso
serán destrozados, y vuestras obras borradas. 7 Los muertos
caerán en medio de vosotros, y sabréis que yo soy Jehovah.
8 " ’Pero dejaré un remanente, de modo que tengáis
entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seáis
esparcidos por los países. 9 Entonces los que de vosotros
escapen se acordarán de mí en las naciones en las cuales hayan sido
hechos cautivos, de que yo quebranté su corazón adúltero que se apartó
de mí, y sus ojos que se prostituyeron tras sus ídolos. Ellos se
detestarán a sí mismos a causa de los males que hicieron, por todas sus
abominaciones. 10 Así sabrán que yo soy Jehovah. ¡No en vano
he dicho que les haría este mal!’ "
11 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Golpea con tu
mano y pisotea con tu pie, y di: ’¡Ay de todas las terribles
abominaciones de la casa de Israel! Porque con espada, hambre y peste
caerán. 12 El que esté lejos morirá de peste, el que esté
cerca caerá a espada, y el que se quede y sea sitiado morirá de hambre.’
Así agotaré en ellos mi ira. 13 Y sabréis que yo soy Jehovah,
cuando sus muertos yazcan en medio de sus ídolos y alrededor de sus
altares, en toda colina alta y en todas las cumbres de los montes,
debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina coposa, lugares
donde ofrecieron grato olor a todos sus ídolos. 14 Extenderé
contra ellos mi mano, y convertiré la tierra en desolación y asolamiento
en todos los lugares en que habitan, desde el desierto hasta Diblat. Y
sabrán que yo soy Jehovah."
El cercano juicio contra Jerusalén
7 Vino a mí la palabra de
Jehovah, diciendo: 2 "Y tú, oh hijo de hombre, di que así ha
dicho el Señor Jehovah a la tierra de Israel: ’¡El fin! ¡El fin viene
sobre los cuatro extremos de la tierra! 3 Ahora viene el fin
sobre ti. Enviaré sobre ti mi furor y te juzgaré según tus caminos;
pondré sobre ti todas tus abominaciones. 4 Mi ojo no te
tendrá lástima, ni tendré compasión. Más bien, pondré contra ti tus
caminos, y tus abominaciones estarán en medio de ti. Y sabréis que yo
soy Jehovah.’ "
5 Así ha dicho el Señor Jehovah: "¡He aquí que
viene desgracia tras desgracia! 6 ¡El fin viene! ¡Viene el
fin! ¡Se ha suscitado contra ti! ¡He aquí que viene! 7 ¡Te ha
llegado el turno, oh habitante del país! ¡El tiempo viene, el día está
cerca: día de pánico y no de grito de alegría sobre los montes! 8
Ahora, pronto derramaré mi ira sobre ti y agotaré mi furor en ti.
Te juzgaré según tus caminos y pondré sobre ti todas tus abominaciones.
9 Mi ojo no tendrá lástima, ni tendré compasión. Más bien,
pondré contra ti tus caminos, y tus abominaciones estarán en medio de
ti. Y sabréis que yo, Jehovah, soy el que castiga.
10 "¡He aquí el día! He aquí que viene; ha llegado
el desenlace. La vara ha echado brotes; ha reverdecido la arrogancia.
11 La violencia ha llegado a ser una vara de impiedad; no
quedará ninguno de ellos, nadie de esa multitud, nada de sus riquezas,
ni habrá para ellos reposo. 12 El tiempo ha venido; ha
llegado el día. El que compra no se alegre, y el que vende no haga
duelo; porque la ira está contra toda su multitud. 13 Porque
el que vende no volverá a recuperar lo vendido mientras ambos vivan.
Porque la ira está contra toda su multitud; no será revocada. A causa de
su iniquidad, ninguno podrá retener su vida. 14 Tocarán
trompeta y prepararán todo, pero no habrá quien vaya a la batalla;
porque mi ira está contra toda su multitud.
15 "Afuera habrá espada; y adentro, peste y
hambre. El que esté en el campo morirá a espada, y al que esté en la
ciudad lo consumirán el hambre y la peste. 16 Los que de
ellos escapen huirán y estarán sobre los montes como las palomas en las
quebradas, cada uno gimiendo a causa de su iniquidad. 17
Todas las manos se debilitarán, y todas las rodillas se escurrirán como
agua. 18 Se ceñirán con cilicio, y los cubrirá el terror. En
cada rostro habrá vergüenza; y en todas sus cabezas, rapadura. 19
Arrojarán su plata a las calles, y su oro se convertirá en cosa
repugnante. Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la ira
de Jehovah, ni saciarán su apetito ni llenarán sus estómagos; porque
esto ha sido ocasión para su pecado. 20 Convirtieron en
objeto de orgullo la belleza de sus ornamentos, e hicieron con ellos las
imágenes abominables de sus ídolos detestables. Por eso los convertiré
en cosa repugnante para ellos mismos.
21 "Lo entregaré en mano de extraños para ser
saqueado, y a los más impíos de la tierra para ser botín; y lo
profanarán. 22 Apartaré de ellos mi rostro, y mi lugar
secreto será profanado, pues los que abran brecha entrarán allí y lo
profanarán. 23 Prepara cadenas, porque la tierra se ha
llenado de juicios de sangre, y la ciudad se ha llenado de violencia.
24 Por eso traeré a los más perversos de las naciones, los
cuales tomarán posesión de sus casas. Así haré cesar el orgullo de los
poderosos, y sus santuarios serán profanados.
25 "¡Viene la angustia! Buscarán la paz, pero no
la habrá. 26 Vendrá desastre sobre desastre, y habrá rumor
tras rumor. Buscarán una visión de parte del profeta. La ley
desaparecerá del sacerdote; el consejo, de los ancianos. 27
El rey estará de duelo, el gobernante se vestirá de desolación, y se
paralizarán las manos del pueblo de la tierra. Yo haré con ellos
conforme a sus caminos, y según sus propios juicios los juzgaré. Y
sabrán que yo soy Jehovah."
El culto idólatra en Jerusalén
8 Aconteció en el quinto
día del mes sexto del sexto año, estando yo sentado en mi casa y los
ancianos de Judá también sentados delante de mí, que descendió allí
sobre mí la mano del Señor Jehovah. 2 Miré, y he aquí una
forma como de hombre. Desde su cintura hacia abajo era como de fuego, y
desde su cintura hacia arriba era como un resplandor, como un metal
reluciente. 3 Entonces extendió algo semejante a una mano y
me tomó por un mechón de mi cabeza. Luego el Espíritu me elevó entre el
cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la
entrada de la puerta interior que da hacia el norte, donde estaba el
sitio de la imagen del celo, la que provoca a celos. 4 Y he
allí la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en
el valle.
5 Entonces me dijo: "Oh hijo de hombre, levanta
tus ojos en dirección al norte." Levanté mis ojos en dirección al norte,
y he aquí que al norte de la puerta del altar, en la entrada, estaba la
imagen del celo. 6 Entonces me dijo: "Oh hijo de hombre, ¿ves
lo que hacen éstos, las grandes abominaciones que hacen aquí los de la
casa de Israel, para alejarme de mi santuario? Pero todavía volverás a
ver abominaciones aun mayores."
7 Entonces me llevó a la entrada del atrio. Luego
miré, y he aquí, un agujero en la pared. 8 Y me dijo: "Oh
hijo de hombre, cava en la pared." Cavé en la pared, y he aquí una
entrada. 9 Y me dijo: "Entra y mira las perversas
abominaciones que éstos hacen aquí." 10 Entré y miré, y he
allí toda clase de figuras de reptiles y de cuadrúpedos detestables.
Todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados alrededor, en la
pared. 11 Delante de ellos estaban de pie setenta hombres de
los ancianos de la casa de Israel, y Jazanías hijo de Safán estaba de
pie entre ellos. Cada uno tenía en su mano su incensario, y la fragancia
del incienso subía como nube. 12 Y me dijo: "Oh hijo de
hombre, ¿has visto las cosas que hacen los ancianos de la casa de Israel
en la oscuridad, cada uno en su cámara adornada con imágenes? Porque
ellos dicen: ’Jehovah no nos ve; Jehovah ha abandonado la tierra.’ "
13 Luego me dijo: "Todavía volverás a ver abominaciones aun
mayores, que ellos hacen."
14 Luego me llevó a la entrada de la puerta de la
casa de Jehovah que da al norte, y he aquí que estaban sentadas allí
unas mujeres, llorando a Tamuz. 15 Y me dijo: "¿Has visto, oh
hijo de hombre? Todavía volverás a ver abominaciones aun mayores que
éstas."
16 Entonces me llevó al atrio interior de la casa
de Jehovah. Y he allí, en la entrada del templo de Jehovah, entre el
pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres con sus espaldas
vueltas hacia el templo de Jehovah y sus caras hacia el oriente,
postrándose ante el sol, hacia el oriente. 17 Y me dijo:
"¿Has visto, oh hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para los de la casa de
Judá hacer estas abominaciones que hacen aquí? Porque han llenado la
tierra de violencia y han vuelto a provocarme a ira, y he aquí que
llevan la rama de la vid a sus narices. 18 Pues yo también
actuaré en mi ira: Mi ojo no tendrá lástima, ni tendré compasión.
Gritarán a mis oídos a gran voz, pero no los escucharé."
Visión del castigo de Jerusalén
9 Entonces proclamó con
gran voz a mis oídos, diciendo:
-¡Acercaos los verdugos de la ciudad, cada uno con su
instrumento destructor en su mano!
2 Y he aquí que seis hombres vinieron por el
camino de la puerta superior que da hacia el norte, y cada uno traía en
su mano su instrumento para destruir. Pero entre ellos había un hombre
vestido de lino que llevaba al cinto los útiles de escriba. Y habiendo
entrado se detuvieron junto al altar de bronce.
3 Entonces la gloria del Dios de Israel se elevó
de encima del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del
templo. Luego Dios llamó al hombre vestido de lino, que llevaba al cinto
los útiles de escriba. 4 Y le dijo Jehovah:
-Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y
pon una marca en la frente de los hombres que suspiran y gimen a causa
de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella.
5 Y a los otros les dijo, a mis oídos:
-¡Pasad por la ciudad, detrás de él, y matad! Vuestro ojo no
tenga lástima, ni tengáis compasión. 6 Matad a viejos, a
jóvenes, a muchachas, a niños y a mujeres, hasta exterminarlos. Pero no
os acerquéis a ninguno sobre el cual esté la marca. Habéis de comenzar
desde mi santuario.
Comenzaron, pues, desde los hombres ancianos que estaban
delante del templo. 7 Y les dijo:
-¡Contaminad el templo y llenad los atrios con muertos!
¡Salid!
Ellos salieron y comenzaron a matarlos en la ciudad. 8
Y aconteció que mientras los mataban, y yo me quedaba solo, me
postré sobre mi rostro y clamé diciendo:
-¡Ay, Señor Jehovah! ¿Vas a destruir todo el remanente de
Israel al derramar tu ira sobre Jerusalén?
9 Y él me dijo:
-La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es demasiado
grande. La tierra está llena de hechos de sangre, y la ciudad está llena
de injusticias. Porque han dicho: "Jehovah ha abandonado la tierra;
Jehovah no ve." 10 En cuanto a mí, mi ojo no tendrá lástima,
ni tendré compasión. Haré recaer su conducta sobre sus propias cabezas.
11 Y he aquí que el hombre vestido de lino, y que
llevaba al cinto los útiles de escriba, dio informe diciendo:
-He hecho conforme a lo que me has mandado.
10 Entonces
miré; y he aquí, sobre la bóveda que estaba encima de la cabeza de los
querubines, apareció sobre ellos algo como una piedra de zafiro que
tenía el aspecto de un trono. 2 Y Dios dijo al hombre vestido
de lino:
-Entra en medio de las ruedas, debajo de los querubines,
llena tus manos con carbones encendidos de entre los querubines, y
espárcelos sobre la ciudad.
El entró ante mi vista. 3 Y cuando entró aquel
hombre, los querubines estaban de pie en el lado sur del templo, y la
nube llenaba el atrio interior. 4 Entonces la gloria de
Jehovah se elevó de encima de los querubines, hacia el umbral del
templo. Y el templo fue llenado por la nube, y el atrio se llenó del
resplandor de la gloria de Jehovah. 5 El ruido de las alas de
los querubines se escuchaba hasta el atrio exterior, como la voz del
Dios Todopoderoso cuando habla.
6 Y aconteció que cuando mandó al hombre vestido
de lino, diciendo: "Toma fuego de entre las ruedas de en medio de los
querubines", éste entró y se puso de pie al lado de una rueda. 7
Entonces un querubín extendió su mano de entre los querubines
hacia el fuego que había en medio de los querubines, tomó de él y lo
puso en las manos del que estaba vestido de lino. Y éste lo tomó y
salió.
La gloria de Jehovah deja el templo
8 Los querubines parecían tener debajo de sus alas algo
semejante a una mano de hombre. 9 Miré, y he aquí que había
cuatro ruedas junto a los querubines; al lado de cada querubín había una
rueda. El aspecto de las ruedas era como de piedra de crisólito. 10
En cuanto a su aspecto, las cuatro eran de una misma forma, como
si una rueda estuviera dentro de otra rueda. 11 Cuando se
desplazaban, iban en cualquiera de las cuatro direcciones, y no viraban
cuando se desplazaban, sino que al lugar a donde se dirigía la
principal, las otras iban detrás de ella; y no viraban cuando se
desplazaban. 12 Todo el cuerpo de ellos, sus espaldas, sus
manos, sus alas y también las ruedas (las cuatro ruedas) estaban llenos
de ojos alrededor. 13 A las ruedas, ante mis oídos, se les
gritaba: "¡Rueda!" 14 Cada uno tenía cuatro caras. La primera
tenía cara de querubín; la segunda, cara de hombre; la tercera, cara de
león; y la cuarta, cara de águila.
15 Luego los querubines se elevaron. Estos son los
seres vivientes que vi junto al río Quebar. 16 Cuando los
querubines se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban
junto a ellos. Cuando los querubines levantaban sus alas para elevarse
de la tierra, las ruedas no se separaban de ellos. 17 Cuando
ellos se detenían, las ruedas también se detenían; y cuando se elevaban,
éstas se elevaban junto con ellos; porque el espíritu de los seres
vivientes estaba en ellas.
18 Entonces la gloria de Jehovah salió de sobre el
umbral del templo y se colocó encima de los querubines. 19
Los querubines alzaron sus alas y ante mi vista se elevaron de la
tierra. Cuando ellos salieron, también salieron las ruedas que estaban
junto a ellos, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la
casa de Jehovah. Y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre
ellos.
20 Estos eran los seres vivientes que vi debajo
del Dios de Israel en el río Quebar, y me di cuenta de que eran
querubines. 21 Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas; y
debajo de sus alas había algo semejante a manos de hombre. 22
La forma de sus caras era como la de las caras que vi junto al río
Quebar; tenían el mismo aspecto. Cada uno se desplazaba de frente hacia
adelante.
Juicio contra los gobernantes
11 Entonces el Espíritu me
elevó y me llevó a la puerta oriental de la casa de Jehovah, la que da
hacia el este. Y he allí, en la entrada de la puerta había veinticinco
hombres, entre los cuales vi a Jazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo
de Benaías, magistrados del pueblo.
2 Luego me dijo: "Oh hijo de hombre, éstos son los
hombres que maquinan perversidad y dan mal consejo en esta ciudad.
3 Ellos dicen: ’No está cercano el tiempo de edificar casas. Esta
ciudad será la olla, y nosotros la carne.’ 4 Por tanto,
profetiza contra ellos. ¡Profetiza, oh hijo de hombre!"
5 Entonces descendió sobre mí el Espíritu de
Jehovah y me dijo: "Diles que así ha dicho Jehovah: ’Así habéis hablado,
oh casa de Israel, y yo he sabido los pensamientos que suben de vuestros
espíritus. 6 Vosotros habéis multiplicado vuestros muertos en
esta ciudad; habéis llenado de muertos sus calles. 7 Por
tanto, así dice el Señor Jehovah, vuestros muertos que habéis dejado en
medio de ella, ellos serán la carne; y ella la olla. Pero a vosotros yo
os sacaré de en medio de ella. 8 Teméis la espada, y espada
traeré sobre vosotros, dice el Señor Jehovah. 9 Os sacaré de
en medio de ella, os entregaré en mano de extraños y entre vosotros
ejecutaré actos justicieros. 10 ¡A espada caeréis! Os juzgaré
en la frontera de Israel, y sabréis que yo soy Jehovah. 11
Esta ciudad no os servirá de olla, ni vosotros seréis la carne dentro de
ella. ¡En la frontera de Israel os habré de juzgar! 12 Y
sabréis que yo soy Jehovah, que no habéis andado en mis leyes ni habéis
cumplido mis decretos; sino que habéis actuado según los decretos de las
naciones que están a vuestro alrededor.’ "
13 Y mientras yo profetizaba, aconteció que murió
Pelatías hijo de Benaías. Entonces caí postrado sobre mi rostro y
exclamé a gran voz, diciendo: "¡Ay, Señor Jehovah! ¿Exterminarás al
remanente de Israel?"
Un destello de esperanza
14 Y vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 15
"Oh hijo de hombre, tus mismos hermanos -los hombres que están contigo
en la cautividad y toda la casa de Israel, todos ellos- son aquellos a
quienes los habitantes de Jerusalén han dicho: ’¡Permaneced lejos de
Jehovah! ¡Es a nosotros a quienes ha sido dada la tierra como posesión!’
16 Por tanto, diles que así ha dicho el Señor Jehovah:
’Aunque los he arrojado lejos entre las naciones y aunque los he
dispersado por los países, por un breve tiempo he sido para ellos un
santuario en los países a donde han llegado.’ 17 Por tanto,
di que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Yo os reuniré de entre los
pueblos y os recogeré de los países en los cuales habéis sido
dispersados, y os daré la tierra de Israel.’ 18 Allá
volverán, y quitarán de ella todas sus cosas detestables y todas sus
cosas abominables. 19 Les daré otro corazón, y pondré un
espíritu nuevo dentro de ellos. De la carne de ellos quitaré el corazón
de piedra y les daré un corazón de carne, 20 para que anden
según mis estatutos y guarden mis decretos y los pongan por obra. Ellos
serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 21 Pero haré que la
conducta de aquellos, cuyo corazón anda tras sus cosas detestables y sus
abominaciones, recaiga sobre sus cabezas", dice el Señor Jehovah.
La gloria de Jehovah deja Jerusalén
22 Entonces los querubines alzaron sus alas, con las ruedas
que estaban junto a ellos. Y la gloria del Dios de Israel estaba por
encima, sobre ellos. 23 Luego la gloria de Jehovah ascendió
de en medio de la ciudad, y se detuvo sobre el monte que está al oriente
de la ciudad.
24 Luego el Espíritu me elevó y me volvió a llevar
en visión del Espíritu de Dios a Caldea, a los que estaban en la
cautividad. Entonces la visión que había visto se fue de mí. 25
Y comuniqué a los cautivos todas las cosas de Jehovah que él me
había mostrado.
Actos simbólicos de la cautividad
12 Vino a mí la palabra de
Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, tú habitas en medio
de una casa rebelde. Ellos tienen ojos para ver y no ven, y tienen oídos
para oír y no oyen, porque son una casa rebelde. 3 Por tanto,
tú, oh hijo de hombre, prepárate un equipaje de cautivo, y sal cautivo
de día, ante su vista. Sal como cautivo de tu lugar a otro lugar, ante
su vista. Quizás lo consideren, porque son una casa rebelde. 4
En pleno día, ante su vista, sacarás tu equipaje como si fuera
equipaje de cautivo, y te irás al anochecer ante su vista, como los que
son sacados en cautividad. 5 Perfora el muro ante su vista y
sal por él. 6 Ante su vista llevarás el equipaje sobre tus
hombros. Saldrás en la penumbra; cubrirás tu cara para no ver la tierra,
porque te he puesto como señal para la casa de Israel."
7 E hice así como me fue ordenado: Saqué de día mi
equipaje, como equipaje de cautivo, y al anochecer perforé el muro con
mis propias manos. Salí en la penumbra, y llevé mi equipaje sobre los
hombros, ante su vista.
8 Entonces, por la mañana, vino a mí la palabra de
Jehovah, diciendo: 9 "Oh hijo de hombre, ¿no te han
preguntado los de la casa de Israel, esa casa rebelde, qué estás
haciendo? 10 Diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Esta
profecía es para el gobernante en Jerusalén, y para toda la casa de
Israel que está en medio de ella.’ 11 Diles: ’Yo soy una
señal para vosotros; así como yo he hecho, les será hecho a ellos. Irán
en cautividad, en cautiverio.’ 12 El gobernante que está en
medio de ellos alzará sus cosas al hombro en la penumbra y saldrá.
Perforarán el muro para salir por él. Cubrirá su cara para no ver la
tierra con sus ojos. 13 Pero extenderé mi red sobre él, y
quedará atrapado en mi trampa. Lo traeré a Babilonia, a la tierra de los
caldeos, pero no la verá, y allí morirá. 14 A todos los que
estén alrededor de él, sus ayudantes y todas sus tropas, los esparciré a
todos los vientos, y tras ellos desenvainaré la espada. 15 Y
sabrán que yo soy Jehovah, cuando los disperse entre las naciones y los
esparza por los países. 16 Pero haré que unos pocos de ellos
escapen de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten acerca
de todas sus abominaciones entre las naciones a donde lleguen. Y sabrán
que yo soy Jehovah."
17 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 18 "Oh hijo de hombre, come tu pan con temblor y
bebe tu agua con estremecimiento y angustia. 19 Dirás al
pueblo de la tierra que así dice el Señor Jehovah a los habitantes de
Jerusalén, acerca de la tierra de Israel: ’Comerán su pan con angustia,
y beberán su agua con horror, porque la tierra será desolada de su
plenitud a causa de la violencia de todos los que viven en ella. 20
Las ciudades habitadas serán arruinadas, y la tierra será una
desolación.’ Y sabréis que yo soy Jehovah."
Contra los falsos profetas
21 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
22 "Oh hijo de hombre, ¿qué refrán es éste que tenéis vosotros
acerca de la tierra de Israel, que dice: ’Los días se prolongan, y toda
visión se desvanece’? 23 Por tanto, diles que así ha dicho el
Señor Jehovah: ’Haré cesar este refrán, y no lo pronunciarán más en
Israel.’ Más bien, diles que se han acercado los días y el cumplimiento
de toda visión, 24 pues no habrá más falsa visión ni
adivinación lisonjera en medio de la casa de Israel. 25
Porque yo, Jehovah, hablaré; la palabra que hablaré se cumplirá. No
habrá más dilación, pues en vuestros días, oh casa rebelde, diré la
palabra y la cumpliré", dice el Señor Jehovah.
26 Y vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
27 "Oh hijo de hombre, he aquí que los de la casa de Israel
dicen: ’La visión que éste ha visto es para después de muchos días; éste
profetiza para tiempos remotos.’ 28 Por tanto, diles que así
ha dicho el Señor Jehovah: ’No habrá más dilación para ninguna de mis
palabras. La palabra que hable se cumplirá’ ", dice el Señor Jehovah.
13 Entonces vino
a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre,
profetiza contra los profetas de Israel que profetizan. Di a los que
sólo profetizan lo que hay en sus propios corazones: ’Escuchad la
palabra de Jehovah. 3 Así ha dicho el Señor Jehovah: ¡Ay de
los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada
han visto! 4 Oh Israel, como zorras entre las ruinas han sido
tus profetas. 5 Vosotros no habéis subido a las brechas ni
habéis levantado un muro alrededor de la casa de Israel, de modo que
pueda prevalecer en la batalla en el día de Jehovah.’ 6 Ellos
ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ’Así dice Jehovah’, pero
Jehovah no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que él confirme las
palabras de ellos! 7 ¿Acaso no es vana la visión que habéis
visto, y no es mentira la adivinación que habéis pronunciado? Porque
decís: ’Jehovah dice’, sin que yo haya hablado. 8 Por tanto,
así ha dicho el Señor Jehovah, porque habéis hablado vanidad y habéis
visto mentira; por eso, he aquí yo estoy contra vosotros, dice el Señor
Jehovah. 9 Mi mano estará contra los profetas que ven vanidad
y adivinan mentira. Ellos no estarán en el consejo de mi pueblo. No
serán inscritos en el registro de la casa de Israel, ni volverán al
suelo de Israel. Y sabréis que yo soy el Señor Jehovah.
10 "Por tanto, porque han extraviado a mi pueblo
diciendo: ’¡Paz!’, cuando no hay paz, y porque mientras él edifica el
muro, ellos lo recubren con cal, 11 di a los que lo recubren
con cal, que caerá. Vendrá una lluvia torrencial, caerán piedras de
granizo y se desencadenará un viento huracanado. 12 Y he aquí
que el muro caerá. ¿Acaso no os dirán: ’¿Dónde está, pues, la cal con
que lo recubristeis?’ 13 Por tanto, así dice el Señor Jehovah,
a causa de mi ira haré que se desate un viento huracanado. Por mi furor
habrá lluvia torrencial, y piedras de granizo con furia, para destruir.
14 Así destruiré el muro que vosotros habéis recubierto con
cal; lo echaré a tierra, y su cimiento quedará al descubierto. Y cuando
caiga, vosotros seréis exterminados en medio de la ciudad. Y sabréis que
yo soy Jehovah. 15 Así desahogaré mi ira en el muro y en los
que lo recubrieron con cal. Y os diré: ’Ya no existe el muro ni aquellos
que lo recubrieron, 16 los profetas de Israel que profetizan
a Jerusalén y ven visiones de paz, cuando no hay paz’, dice el Señor
Jehovah.
Contra las profetisas falsas
17 "Y tú, oh hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas
de tu pueblo que profetizan lo que hay en sus propios corazones.
Profetiza contra ellas, 18 y diles que así ha dicho el Señor
Jehovah: ’¡Ay de aquellas que cosen cintas sobre las muñecas de las
manos, y que para cazar las almas hacen velos de todo tamaño para las
cabezas! ¿Habréis de cazar las almas de mi pueblo y preservaréis vuestra
propia vida? 19 Me habéis profanado entre mi pueblo por
puñados de cebada y por pedazos de pan, dando muerte a las personas que
no debían morir y dando vida a las personas que no debían vivir,
mediante el mentir a mi pueblo que escucha la mentira.
20 "Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’He
aquí, yo estoy contra vuestras cintas con que cazáis las almas como
aves. Las arrancaré de vuestros brazos y dejaré ir libres como aves las
almas que cazáis. 21 Asimismo, romperé vuestros velos y
libraré a mi pueblo de vuestra mano. No estarán más al alcance de
vuestras manos cual presa de caza. Y sabréis que yo soy Jehovah. 22
Por cuanto en vano habéis causado dolor al corazón del justo, al
cual yo no causé dolor, y habéis fortalecido las manos del pecador para
no apartarlo de su mal camino a fin de librar su vida. 23 Por
tanto, ya no veréis más visiones vanas, ni volveréis a proferir
adivinación; yo libraré a mi pueblo de vuestras manos. Y sabréis que yo
soy Jehovah.’ "
Contra los dirigentes de Israel
14 Algunos hombres de los
ancianos de Israel vinieron a mí y se sentaron delante de mí. 2
Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 3 "Oh
hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en sus corazones y
han puesto delante de sus rostros aquello que les hace caer en la
iniquidad. ¿Habré yo de ser consultado por ellos? 4 Por
tanto, háblales y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’A cualquier
hombre de la casa de Israel que haya erigido sus ídolos en su corazón,
que haya colocado delante de su rostro aquello que le hace caer en la
iniquidad, y que luego acuda al profeta, yo Jehovah me dignaré
responderle como merece la multitud de sus ídolos, 5 a fin de
prender a la casa de Israel en su propio corazón. Porque todos ellos se
han apartado de mí por causa de sus ídolos.’
6 "Por tanto, di a la casa de Israel que así ha
dicho el Señor Jehovah: ’Arrepentíos y volved de vuestros ídolos;
apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. 7
Porque cualquiera de los de la casa de Israel, o de los extranjeros que
residen en Israel, que se haya apartado de en pos de mí, que haya
erigido sus ídolos en su corazón, que haya colocado delante de su rostro
aquello que le hace caer en la iniquidad, y que luego acuda al profeta
para consultarle acerca de mí, yo, Jehovah, le responderé por mí mismo.
8 Fijaré mi rostro contra aquel hombre, lo convertiré en
señal y refrán, y lo eliminaré de entre mi pueblo. Y sabréis que yo soy
Jehovah.
9 " ’En cuanto al profeta que sea inducido y hable
algo, yo, Jehovah, habré inducido a tal profeta. Extenderé mi mano sobre
él y lo eliminaré de en medio de mi pueblo Israel. 10 Ellos
cargarán con su iniquidad: Como la iniquidad del que consulta, así será
la iniquidad del profeta; 11 para que los de la casa de
Israel no se desvíen más de en pos de mí, ni se contaminen más con todas
sus transgresiones. Así ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios’ ",
dice el Señor Jehovah.
Contra las falsas esperanzas
12 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
13 "Oh hijo de hombre, si una tierra peca contra mí cometiendo
grave infidelidad, y yo extiendo sobre ella mi mano y quebranto su
sustento de pan, y le envío hambre, y extermino en ella a hombres y
animales; 14 si en medio de ella estuviesen estos tres
hombres: Noé, Daniel y Job, por su justicia ellos librarán sólo sus
propias vidas, dice el Señor Jehovah. 15 Si yo hago pasar
fieras dañinas por la tierra, y éstas la privan de sus habitantes, y
ella queda desolada, de modo que no haya quien pase por ella a causa de
las fieras; 16 si estos tres hombres estuviesen en medio de
ella, ¡vivo yo, que ni a sus hijos ni a sus hijas librarían!, dice el
Señor Jehovah. Ellos solos se librarían, pero la tierra sería una
desolación. 17 Y si os traigo espada sobre la tierra y le
digo: ’¡Espada, pasa por la tierra!’, y extermino en ella a hombres y
animales; 18 aunque estos tres hombres estuviesen en medio de
ella, ¡vivo yo, que no librarían ni a sus hijos ni a sus hijas!, dice el
Señor Jehovah. Ellos solos se librarían. 19 Y si envío peste
sobre la tierra, y sobre ella derramo mi ira con sangre, para exterminar
en ella a hombres y animales, 20 aun si Noé, Daniel y Job
estuviesen en medio de ella, ¡vivo yo, que no librarían ni un solo hijo
ni una sola hija!, dice el Señor Jehovah. Ellos, por su justicia,
librarían sólo sus propias vidas."
21 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "¡Con
mayor razón, si yo envío mis cuatro juicios terribles -espada, hambre,
fieras dañinas y peste- contra Jerusalén, para exterminar en ella a
hombres y animales! 22 Sin embargo, he aquí todavía quedarán
en ella sobrevivientes, hombres y mujeres, que serán sacados fuera. He
aquí que ellos saldrán a vosotros, y veréis su conducta y sus hechos. Y
seréis consolados del mal que habré traído sobre Jerusalén, de todas las
cosas que habré traído sobre ella. 23 Ellos os consolarán
cuando veáis su conducta y sus hechos, y conoceréis que no es sin causa
todo lo que habré hecho en ella", dice el Señor Jehovah.
Parábola de la vid inútil
15 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, ¿qué es
la madera de la vid, comparada con la madera de cualquier otra rama de
los árboles del bosque? 3 ¿Tomarán de su madera para hacer
algún objeto? ¿Tomarán de ella siquiera una estaca para colgar de ella
cualquier utensilio? 4 He aquí que más bien es echada al
fuego para ser consumida; el fuego consume sus dos extremos, y su parte
de en medio es abrasada. ¿Servirá para hacer algún objeto? 5
He aquí que cuando estaba íntegra, no servía para hacer ningún objeto;
¡cuánto menos podrá servir para hacer algún objeto después que el fuego
la haya abrasado y haya sido consumida!
6 "Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’Como
a la madera de la vid entre los árboles del bosque, que eché al fuego
para ser consumida, así haré a los habitantes de Jerusalén. 7
Pondré mi rostro contra ellos; salieron del fuego, pero el fuego los
devorará. Y sabréis que soy Jehovah, cuando ponga mi rostro contra
ellos. 8 Convertiré la tierra en desolación, porque
cometieron infidelidad", dice el Señor Jehovah.
Alegoría de la esposa infiel
16 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, haz
conocer sus abominaciones a Jerusalén. 3 Dile que así ha
dicho el Señor Jehovah a Jerusalén: ’En cuanto a tu origen y a tu
nacimiento, eres de la tierra de los cananeos; tu padre fue un amorreo y
tu madre una hetea. 4 Y en cuanto a tu nacimiento, el día en
que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con
agua por higiene. No fuiste frotada con sal, ni envuelta en pañales.
5 No hubo ojo que te tuviese lástima, para hacer por ti
alguna de estas cosas, teniendo compasión de ti. Al contrario, el día en
que naciste, fuiste echada sobre la superficie del campo con repulsión
por tu vida.
6 " ’Pero pasé junto a ti y te vi revolcándote en
tu sangre. Y estando tú en tu sangre, te dije: ¡Vive! Te dije: ¡Sí, vive
en tu sangre!
7 " ’Te hice crecer como la hierba del campo.
Creciste, te desarrollaste y llegaste a la flor de la juventud. Tus
pechos se afirmaron, y tu cabello creció; pero estabas desnuda y
descubierta.
8 " ’Pasé junto a ti y te miré, y he aquí que
estabas en tu tiempo de amar. Entonces extendí sobre ti mis alas y cubrí
tu desnudez. Te hice juramento y entré en pacto contigo; y fuiste mía,
dice el Señor Jehovah. 9 Te lavé con agua, limpié la sangre
que tenías sobre ti y te ungí con aceite. 10 Te vestí con un
vestido de colores variados, y te calcé con sandalias de cuero fino. Te
ceñí de lino y te cubrí de seda. 11 Te adorné con joyas; puse
brazaletes en tus manos y un collar en tu cuello. 12 Puse un
zarcillo en tu nariz, aretes en tus orejas y una corona de hermosura
sobre tu cabeza. 13 Fuiste adornada con oro y plata; tu
vestido era de lino, de seda y de tela bordada. Comiste harina fina,
miel y aceite. Llegaste a ser sumamente bella y alcanzaste la realeza.
14 Y tu fama se difundió entre las naciones, a causa de tu
belleza, que era perfecta por el esplendor que puse en ti, dice el Señor
Jehovah.
15 " ’Pero confiaste en tu belleza y te
prostituiste a causa de tu fama; vertiste tu lujuria sobre todo el que
pasaba, fuera quien fuese. 16 Tomaste algunos de tus vestidos
y te hiciste lugares altos de vivos colores, y sobre ellos te
prostituiste. ¡Cosa semejante no ha sucedido ni volverá a suceder!
17 Asimismo, tomaste las bellas joyas de mi oro y de mi plata que
yo te había dado, y te hiciste símbolos de varón, y con ellos te
prostituías. 18 Tomaste tus vestidos bordados para cubrirlos,
y pusiste ante ellos mi aceite y mi incienso. 19 También
tomaste mi pan que yo te había dado -la harina fina, el aceite y la miel
con que yo te alimentaba- y lo pusiste delante de ellos como grato olor,
dice el Señor Jehovah.
20 " ’Además de esto, tomaste a tus hijos y a tus
hijas que me habías dado a luz, y los sacrificaste ante ellos para que
fuesen consumidos. ¿Eran poca cosa tus prostituciones? 21
Pues degollaste a mis hijos y los diste para hacerlos pasar por fuego
ante ellos. 22 En medio de tus abominaciones y de tus
prostituciones, no te acordaste de los días de tu juventud, cuando
estabas desnuda y descubierta, revolcándote en tu sangre. 23
Y sucedió que después de toda tu maldad (¡Ay, ay de ti! dice el Señor
Jehovah), 24 construiste plataformas e hiciste lugares altos
en todas las plazas. 25 En cada comienzo de camino
construiste lugares altos y convertiste tu hermosura en abominación,
ofreciéndote a cuantos pasaban y multiplicando tus prostituciones.
26 " ’Te prostituiste con los hijos de Egipto, tus
vecinos de grandes carnes; multiplicaste tus prostituciones,
provocándome a ira. 27 Por tanto, he aquí que extendí mi mano
contra ti y disminuí tu ración. Te entregué a la voluntad de quienes te
aborrecen, las hijas de los filisteos, las cuales se avergüenzan de tu
conducta infame. 28 Y como no te quedaste satisfecha, te
prostituiste también con los hijos de Asiria. Te prostituiste con ellos,
pero tampoco te quedaste satisfecha. 29 Igualmente,
multiplicaste tus prostituciones con una tierra de mercaderes, con
Caldea. Pero tampoco con esto te quedaste satisfecha.
30 " ’¡Cuán débil es tu corazón!, dice el Señor
Jehovah. Porque has hecho todas estas cosas, obras de una prostituta
atrevida, 31 al edificar tus plataformas en el comienzo de
cada camino, y tus altares que hiciste en todas las plazas. No has sido
como una prostituta, porque tú despreciaste la paga. 32
¡Mujer adúltera! ¡En lugar de su marido recibe a los extraños! 33
A todas las prostitutas les dan obsequios; en cambio, tú diste
regalos a todos tus amantes y los sobornaste para que vinieran a ti de
todas partes para tus prostituciones. 34 Cuando te
prostituiste, contigo sucedió lo contrario de las otras mujeres. A ti no
se te solicitó para la prostitución; y eres diferente, porque diste tú
la paga, y no te fue dada la paga a ti.
35 " ’Por tanto, oh prostituta, escucha la palabra
de Jehovah. 36 Así ha dicho el Señor Jehovah: Por cuanto han
sido vertidos tus recursos, ha sido descubierta tu desnudez en tus
prostituciones con tus amantes y con todos tus ídolos abominables, y les
has dado la sangre de tus hijos, 37 por eso, he aquí que voy
a reunir a todos tus amantes con quienes tuviste placer. A todos los que
amaste y a todos los que aborreciste, los reuniré contra ti de los
alrededores. Ante ellos descubriré tu desnudez, y verán toda tu
desnudez. 38 Luego te aplicaré la sentencia de las mujeres
adúlteras y de las que derraman sangre. Traeré sobre ti sangre de ira y
de celos. 39 Te entregaré en mano de ellos, y destruirán tus
plataformas y derribarán tus altares. Te desnudarán de tus ropas, se
llevarán tus hermosas joyas y te dejarán desnuda y descubierta. 40
Harán subir contra ti una multitud, quienes te arrojarán piedras y
con sus espadas te harán pedazos. 41 Quemarán tus casas con
fuego y ejecutarán actos justicieros contra ti, ante los ojos de muchas
mujeres. Así haré que dejes de ser una prostituta y que ceses de dar tú
la paga. 42 Haré que sobre ti se asiente mi ira; mi celo se
apartará de ti y me calmaré, y no me enojaré más. 43 Porque
no te acordaste de los días de tu juventud y me provocaste a ira con
todas estas cosas, yo también haré recaer tu conducta sobre tu propia
cabeza, dice el Señor Jehovah. ¿Acaso no has agregado la depravación a
todas tus abominaciones?
44 " ’He aquí que todo el que suele usar refranes
usará este refrán contra ti, diciendo: ¡De tal madre, tal hija! 45
¡Tú eres hija de tu madre! Ella aborreció a su marido y a sus
hijos. Eres hermana de tus hermanas, que aborrecieron a sus maridos y a
sus hijos. Vuestra madre fue una hetea, y vuestro padre un amorreo.
46 Tu hermana mayor es Samaria, la cual con sus hijas habita al
norte de ti. Y tu hermana menor es Sodoma, la cual con sus hijas habita
al sur de ti. 47 Pero no sólo anduviste en los caminos de
ellas e hiciste sus abominaciones. ¡Como si fuera poca cosa, te
corrompiste más que ellas en todos tus caminos! 48 ¡Vivo yo,
que tu hermana Sodoma y sus hijas no han hecho como hiciste tú con tus
hijas!, dice el Señor Jehovah. 49 He aquí, ésta fue la
iniquidad de tu hermana Sodoma: Orgullo, abundancia de pan y
despreocupada tranquilidad tuvieron ella y sus hijas. Pero ella no dio
la mano al pobre y al necesitado. 50 Ellas se enaltecieron e
hicieron abominación delante de mí; de modo que cuando las vi, las
eliminé. 51 Samaria no ha cometido ni la mitad de tus
pecados, porque tú has hecho muchas más abominaciones que ellas. Por
todas tus abominaciones que has cometido, ¡has hecho que tus hermanas
parezcan justas! 52 Tú, también, carga con tu afrenta, pues
has hecho que el juicio fuese favorable para tus hermanas; porque los
pecados que tú has cometido son más abominables que los de ellas. ¡Ellas
son más justas que tú! Avergüénzate, pues, tú también y carga con tu
afrenta; pues has hecho que tus hermanas parezcan justas.
53 " ’Sin embargo, yo las restauraré de su
cautividad: la cautividad de Sodoma y de sus hijas, y la cautividad de
Samaria y de sus hijas. Y entre ellas también te restauraré a ti de tu
cautividad, 54 para que cargues con tu afrenta y te
avergüences de todo lo que has hecho, sirviéndoles de consuelo. 55
Tus hermanas, Sodoma y sus hijas, volverán a su estado anterior; y
Samaria y sus hijas volverán a su estado anterior. También tú y tus
hijas volveréis a vuestro estado anterior. 56 ¿Acaso tu
hermana Sodoma no fue un proverbio en tu boca en el día de tu soberbia,
57 antes que fuese descubierta tu propia maldad? Ahora tú has
llegado a ser como ella, una vergüenza para las hijas de Edom y todos
los que la rodean, y para las hijas de los filisteos, quienes por todos
lados te desprecian. 58 Cargarás con tu infamia y con tus
abominaciones, dice Jehovah. 59 Porque así ha dicho el Señor
Jehovah: Haré contigo como tú hiciste al menospreciar el juramento e
invalidar mi pacto.
60 " ’Sin embargo, yo me acordaré de mi pacto que
hice contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto
eterno. 61 Entonces te acordarás de tus caminos y te
avergonzarás cuando recibas a tus hermanas mayores que tú, y a las
menores que tú, las cuales te daré por hijas, pero no a causa del pacto
hecho contigo. 62 Pues yo restableceré mi pacto contigo, y tú
sabrás que yo soy Jehovah; 63 para que te acuerdes y te
avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu afrenta cuando yo
haga expiación por todo lo que has hecho’ ", dice el Señor Jehovah.
Parábola de las águilas, el cedro y la vid
17 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, propón un
enigma y relata una parábola a la casa de Israel. 3 Di que
así ha dicho el Señor Jehovah: ’Una gran águila de grandes alas, largos
miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y
tomó la copa del cedro. 4 Arrancó la punta de su renuevo, lo
llevó a una tierra de mercaderes, y la puso en una ciudad de
comerciantes. 5 Tomó también de la semilla de la tierra, un
brote, y lo puso en un campo fértil, junto a aguas abundantes, como se
planta un sauce. 6 Luego creció y se hizo una vid de muchas
ramas, aunque de baja altura, para dirigir sus ramas hacia el águila, de
modo que sus raíces estuviesen debajo de ella. Así llegó a ser una vid,
y arrojó renuevos y extendió sus ramas.
7 " ’Pero surgió otra gran águila, de grandes alas
y denso plumaje. Y he aquí que aquella vid dirigió hacia ella sus raíces
y extendió a ella sus ramas desde el terreno donde estaba plantada, a
fin de ser regada. 8 En buen campo, junto a muchas aguas,
estaba plantada para que echase ramaje y llevase fruto, a fin de que
fuese una vid espléndida.’
9 "Di que así ha dicho el Señor Jehovah: ’¿Será
prosperada? ¿Acaso el águila no habrá de arrancar sus raíces y echará a
perder su fruto, y se secará? Todos sus renuevos verdes se secarán. No
será necesario un gran brazo, ni mucha gente para arrancarla de sus
raíces. 10 He aquí que está plantada; pero, ¿será prosperada?
¿No se secará del todo, cuando la toque el viento oriental? ¡Sobre el
mismo terreno donde creció se secará!’ "
11 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 12 "Di a la casa rebelde: ’¿No habéis entendido qué
significan estas cosas?’ Di: ’He aquí que el rey de Babilonia vino a
Jerusalén, tomó a su rey y a sus magistrados, y los llevó consigo a
Babilonia. 13 También tomó a uno de la descendencia real e
hizo un convenio con él, poniéndolo bajo juramento. También se llevó a
los poderosos del país, 14 para que el reino fuera abatido y
no volviera a levantarse, para que guardara el convenio y lo mantuviera.
15 No obstante, se rebeló contra él al enviar embajadores a
Egipto para que le diesen caballos y mucha gente. ¿Será prosperado?
¿Escapará el que hace estas cosas? ¿Podrá romper el convenio y quedar
ileso?
16 " ’¡Vivo yo, que morirá en medio de Babilonia,
en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento
menospreció y cuyo convenio con él rompió!, dice el Señor Jehovah.
17 Cuando construyan terraplenes y edifiquen muros de asedio para
destruir muchas vidas, el faraón no lo socorrerá en la batalla, a pesar
del gran ejército y de la numerosa multitud. 18 No escapará,
pues menospreció el juramento para invalidar el convenio; porque he aquí
que habiendo dado la mano, hizo todas estas cosas. 19 Por
tanto, así ha dicho el Señor Jehovah, ¡vivo yo, que traeré sobre su
cabeza mi juramento que menospreció y mi convenio que quebrantó! 20
Yo extenderé sobre él mi red, y será apresado en mi trampa. Lo
haré traer a Babilonia, y allí entraré en juicio contra él por su
rebelión contra mí. 21 Todos sus fugitivos y todas sus tropas
caerán a espada, y los que queden serán esparcidos hacia todos los
vientos. Y sabréis que yo, Jehovah, he hablado.’
22 "Así ha dicho el Señor Jehovah: ’Pero yo mismo
arrancaré un renuevo de la alta copa de aquel cedro, y lo plantaré. De
los principales renuevos cortaré uno tierno y lo plantaré sobre un monte
alto y erguido. 23 Lo plantaré en el monte más alto de
Israel. Y echará ramas, llevará fruto y se convertirá en un cedro
majestuoso. Debajo de él habitará toda clase de pájaros; a la sombra de
sus ramas habitará toda clase de aves. 24 Y así sabrán todos
los árboles del campo que yo, Jehovah, eché abajo el árbol elevado y
elevé el árbol bajo; que hice que el árbol verde se secara y que el
árbol seco floreciera. Yo, Jehovah, lo he dicho y lo haré.’ "
La responsabilidad individual
18 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "¿Por qué usáis vosotros este
refrán acerca de la tierra de Israel: ’Los padres comieron las uvas
agrias, y los dientes de los hijos sufren la dentera’? 3
¡Vivo yo, que nunca más habréis de pronunciar este refrán en Israel!,
dice el Señor Jehovah. 4 He aquí que todas las almas son
mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo son mías. El alma
que peca, ésa morirá.
5 "Si un hombre es justo y practica el derecho y
la justicia 6 -no come sobre los montes, no alza sus ojos
hacia los ídolos de la casa de Israel, no mancilla a la mujer de su
prójimo, no se une a mujer menstruosa, 7 no oprime a nadie,
devuelve su prenda a quien le debe, no comete robo, da de su pan al
hambriento y cubre con ropa al desnudo, 8 no presta con usura
ni cobra intereses, retrae su mano de la maldad, obra verdadera justicia
entre hombre y hombre, 9 camina según mis estatutos y guarda
mis decretos para actuar de acuerdo con la verdad-, éste es justo. Este
vivirá, dice el Señor Jehovah.
10 "Pero si engendra un hijo violento, derramador
de sangre, que hace alguna de estas cosas 11 (pero el padre
no ha hecho ninguna de estas cosas), y también come sobre los montes,
mancilla a la mujer de su prójimo, 12 oprime al pobre y al
necesitado, comete robo, no devuelve la prenda, alza sus ojos hacia los
ídolos, hace abominación, 13 presta con usura o cobra
intereses, ¿vivirá tal hijo? ¡No vivirá! Si hace todas estas
abominaciones, morirá irremisiblemente; su sangre recaerá sobre él.
14 "Pero he aquí que si éste engendra un hijo que
ve todos los pecados que su padre cometió y teme, y no hace cosas como
éstas 15 -no come sobre los montes, no alza sus ojos hacia
los ídolos de la casa de Israel, no mancilla a la mujer de su prójimo,
16 no oprime a nadie, no toma prenda, no comete robo, da de
su pan al hambriento y cubre con ropa al desnudo, 17 retrae
su mano de la maldad, y no presta con usura ni cobra intereses, ejecuta
mis decretos y camina según mis estatutos-, éste no morirá por el pecado
de su padre; ciertamente vivirá. 18 Pero su padre, porque
hizo agravio y cometió extorsión, y porque en medio de su pueblo hizo lo
que no es bueno, he aquí que él morirá por su iniquidad.
19 "Y si preguntáis: ’¿Por qué es que el hijo no
cargará con el pecado de su padre?’, es porque el hijo practicó el
derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los puso por obra;
por eso vivirá. 20 El alma que peca, ésa morirá. El hijo no
cargará con el pecado del padre, ni el padre cargará con el pecado del
hijo. La justicia del justo será sobre él, y la injusticia del impío
será sobre él.
21 "Pero si el impío se aparta de todos sus
pecados que cometió, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y
la justicia, ciertamente vivirá; no morirá. 22 No le serán
recordadas todas sus transgresiones que cometió; por la justicia que
hizo vivirá. 23 ¿Acaso quiero yo la muerte del impío?, dice
el Señor Jehovah. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos? 24
Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad,
conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él?
Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la
infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.
25 "Sin embargo, decís: ’No es correcto el camino
del Señor.’ Oíd, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son,
más bien, vuestros caminos los incorrectos? 26 Si el justo se
aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá; por la
injusticia que hizo morirá. 27 Y si el impío se aparta de la
maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, hará vivir su
alma. 28 Por cuanto mira y se aparta de todas las
transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no morirá.
29 "Sin embargo, la casa de Israel dice: ’No es
correcto el camino del Señor.’ ¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh
casa de Israel? ¿No son, más bien, vuestros caminos los incorrectos?
30 Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh
casa de Israel, dice el Señor Jehovah. Arrepentíos y volved de todas
vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea causa de
tropiezo. 31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones
que habéis cometido, y adquirid un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
¿Por qué habréis de morir, oh casa de Israel? 32 Ciertamente,
yo no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Jehovah.
¡Arrepentíos y vivid!
Lamento por los gobernantes
19 "Entona tú un lamento
por los gobernantes de Israel, 2 y di:
" ’¡Qué madre la tuya!
Era una leona en medio de los leones.
Tendida entre los leoncillos
criaba sus cachorros.
3 Enalteció a uno de sus cachorros,
el cual se hizo león.
Aprendió a arrebatar la presa
y devoró hombres.
4 Las naciones oyeron de él,
y fue cazado en la trampa de ellas.
Y lo llevaron con ganchos
a la tierra de Egipto.
5 " ’Al ver que había aguardado demasiado,
y que se había perdido su esperanza,
tomó a otro de sus cachorros
y lo puso por león.
6 El merodeaba entre los leones
y se hizo león.
Aprendió a arrebatar la presa
y devoró hombres.
7 Arruinó sus palacios
y asoló sus ciudades.
Quedó desolada la tierra y su plenitud
a causa del ruido de sus rugidos.
8 Entonces arremetieron contra él
las gentes de las provincias de alrededor.
Extendieron sobre él su red,
y fue cazado en la trampa de ellas.
9 Con ganchos lo pusieron en una jaula
y lo llevaron al rey de Babilonia.
Lo metieron en la prisión,
para que su voz ya no fuese oída
sobre los montes de Israel.
10 " ’Tu madre era como una vid en tu viña plantada junto a
las aguas.
Era fructífera y llena de ramas
a causa de la abundancia de aguas.
11 Ella tenía varas fuertes
para cetros de gobernantes.
Se elevó su estatura hasta las nubes;
se hizo visible por su altura
y por la abundancia de sus ramas.
12 Pero con ira fue arrancada
y derribada a tierra.
El viento del oriente secó su fruto;
sus varas fuertes fueron quebradas
y se secaron.
El fuego las consumió.
13 Ahora está transplantada en el desierto,
en una tierra reseca y sedienta.
14 Y ha salido fuego de la vara de sus renuevos,
el cual consumió su fruto.
En ella no ha quedado una vara fuerte,
un cetro para gobernar.’ "
Este es un lamento, y como lamento servirá.
Infidelidad de Israel hacia su Dios
20 Aconteció en el día 10
del mes quinto del séptimo año que vinieron algunos hombres de los
ancianos de Israel para consultar a Jehovah, y se sentaron delante de
mí. 2 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
3 "Oh hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles
que así ha dicho el Señor Jehovah: ’¿Habéis venido para consultarme?
¡Vivo yo, que no seré consultado por vosotros!’, dice el Señor Jehovah.
4 ¿Quieres juzgarlos tú? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de
hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres. 5
Diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’El día que escogí a Israel,
alcé mi mano jurando a la descendencia de la casa de Jacob, y me di a
conocer a ellos en la tierra de Egipto. Entonces alcé mi mano jurando y
dije: Yo soy Jehovah vuestro Dios. 6 Aquel día les alcé mi
mano jurando que les sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que
había explorado para ellos, que fluye leche y miel y que es la más
hermosa de todas las tierras. 7 Entonces les dije: Arroje
cada uno de sí los ídolos detestables que sus ojos aman, y no os
contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehovah vuestro Dios.’
8 "Pero ellos se obstinaron contra mí y no
quisieron obedecerme. No arrojaron de sí los ídolos detestables que sus
ojos aman, ni dejaron los ídolos de Egipto. Entonces yo dije que
derramaría sobre ellos mi ira para agotar en ellos mi furor, en medio de
la tierra de Egipto. 9 Pero actué por causa de mi nombre,
para no ser profanado a la vista de las naciones en medio de las cuales
se encontraban, ante cuya vista me di a conocer al sacarlos de la tierra
de Egipto.
10 "Yo los saqué de la tierra de Egipto y los
traje al desierto. 11 Les di mis estatutos y les hice conocer
mis decretos, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá.
12 También les di mis sábados para que fueran una señal entre
yo y ellos, para que supieran que yo soy Jehovah, el que los santifico.
13 Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto;
no anduvieron en mis estatutos. Más bien, rechazaron mis decretos, los
cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Y profanaron
gravemente mis sábados, por lo cual dije que había de derramar sobre
ellos mi ira en el desierto, para acabar con ellos. 14 Pero
actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a vista de las
naciones, ante cuya vista los saqué. 15 También en el
desierto alcé mi mano, jurándoles que no les llevaría a la tierra que
les había dado, que fluye leche y miel y que es la más hermosa de todas
las tierras. 16 Fue porque rechazaron mis decretos, no
anduvieron en mis estatutos y profanaron mis sábados; porque el corazón
de ellos se iba tras sus ídolos. 17 A pesar de ello, mi ojo
les tuvo lástima, para no destruirlos, y no acabé con ellos en el
desierto.
18 "Y dije a sus hijos en el desierto: ’No andéis
según las leyes de vuestros padres; no guardéis sus decretos, ni os
contaminéis con sus ídolos. 19 Yo soy Jehovah vuestro Dios.
Andad según mis estatutos, guardad mis decretos y ponedlos por obra.
20 Santificad mis sábados, y serán una señal entre mí y
vosotros, para que se sepa que yo soy Jehovah vuestro Dios.’
21 "Pero los hijos se rebelaron contra mí. No
anduvieron según mis estatutos, ni guardaron mis decretos poniéndolos
por obra, los cuales, el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Y
profanaron mis sábados, por lo cual dije que derramaría sobre ellos mi
ira para agotar en ellos mi furor en el desierto. 22 Pero yo
retiré mi mano y actué por causa de mi nombre, para no ser profanado a
vista de las naciones, ante cuya vista los saqué. 23 También
en el desierto les alcé mi mano jurándoles que los dispersaría entre las
naciones y que los esparciría entre los países, 24 porque no
pusieron por obra mis decretos, rechazaron mis estatutos, profanaron mis
sábados, y sus ojos se fueron tras los ídolos de sus padres. 25
Yo también les di leyes que no eran buenas y decretos por los
cuales no pudiesen vivir. 26 Y cuando hacían pasar por fuego
a todo primogénito del vientre, los consideré inmundos, juntamente con
sus dones, para desolarlos, a fin de que supiesen que yo soy Jehovah.
27 "Por tanto, oh hijo de hombre, habla a la casa
de Israel y diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Aun en esto
vuestros padres me afrentaron cuando actuaron contra mí con
infidelidad.’ 28 Los llevé a la tierra con respecto a la cual
yo había alzado mi mano jurándoles que les habría de dar, pero ellos
vieron toda colina alta y todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus
víctimas y presentaron sus ofrendas que me indignan. Allí pusieron
también su grato olor y allí derramaron sus libaciones. 29
Les dije: ’¿Qué es este lugar alto adonde vais?’ Y fue llamado su nombre
Bamah, hasta el día de hoy.
30 "Por tanto, di a los de la casa de Israel que
así ha dicho el Señor Jehovah: ’¿A la manera de vuestros padres os
contamináis vosotros y os prostituís tras sus ídolos abominables?
31 Pues al presentar vuestras ofrendas y hacer pasar por fuego a
vuestros hijos, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos, hasta
ahora. ¿Y he de ser consultado por vosotros, oh casa de Israel? ¡Vivo
yo, que no seré consultado por vosotros!, dice el Señor Jehovah. 32
No será como lo habéis pensado. Porque vosotros decís: ’Seamos
como las demás naciones, como las familias de los países, para servir a
la madera y a la piedra.’ 33 ¡Vivo yo, que con mano fuerte,
con brazo extendido y con ira derramada he de reinar sobre vosotros!,
dice el Señor Jehovah. 34 Yo os sacaré de entre los pueblos,
y os reuniré de los países en los cuales habéis sido dispersados con
mano fuerte, con brazo extendido y con ira derramada. 35 Os
traeré al desierto de los pueblos, y allí, cara a cara, entraré en
juicio contra vosotros. 36 Como entré en juicio contra
vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así entraré en
juicio contra vosotros, dice el Señor Jehovah. 37 Os haré
pasar bajo la vara y os haré entrar en el vínculo del pacto. 38
Eliminaré de entre vosotros a los rebeldes y a los que han
transgredido contra mí. Los sacaré de la tierra de sus peregrinaciones,
pero no entrarán en la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy Jehovah.’
39 "Y en cuanto a vosotros, oh casa de Israel, así
ha dicho el Señor Jehovah: ’Si a mí no me escucháis, ¡vaya cada uno tras
sus dioses y sírvalos! Pero no profanéis más mi santo nombre con
vuestras ofrendas y vuestros ídolos.’
Aceptación de Israel en Sion
40 "Ciertamente en mi santo monte, en el alto monte de
Israel, dice el Señor Jehovah, allí me servirá toda la casa de Israel,
cuando toda ella esté en la tierra. Allí los aceptaré, y allí reclamaré
vuestras ofrendas alzadas y las primicias de vuestros obsequios con
todas vuestras cosas sagradas. 41 Como grato olor os aceptaré
cuando yo os haya sacado de entre los pueblos y os haya reunido de los
países en que estáis dispersados. Entonces en medio de vosotros seré
tratado como santo, ante la vista de las naciones. 42 Y
sabréis que yo soy Jehovah, cuando os traiga a la tierra de Israel, la
tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
43 Allí os acordaréis de vuestros caminos y de todos vuestros
hechos con que os habéis contaminado, y os detestaréis a vosotros mismos
por todas vuestras maldades que habéis hecho. 44 Y sabréis
que yo soy Jehovah, cuando por causa de mi nombre yo haga con vosotros,
no según vuestros malos caminos, ni según vuestras perversas obras, oh
casa de Israel", dice el Señor Jehovah.
Profecía contra la tierra del sur
45 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
46 -Oh hijo de hombre, pon tu rostro en dirección
de Temán; predica contra el sur y profetiza contra el bosque del campo
del Néguev. 47 Dirás al bosque del Néguev: "Escucha la
palabra de Jehovah; así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, yo enciendo
fuego en ti, el cual devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco.
La poderosa llama no se apagará, y por causa de ella todas las caras
serán quemadas, desde el Néguev hasta el norte. 48 Y verá
todo mortal que yo, Jehovah, la encendí; no se apagará.’ "
49 Entonces dije:
-¡Ah, Señor Jehovah! Ellos dicen de mí: "¿Acaso no es éste el
que anda diciendo parábolas?"
La guerra contra Jerusalén
21 1 Entonces
vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de
hombre, pon tu rostro hacia Jerusalén; predica contra los santuarios y
profetiza contra la tierra de Israel. 3 Dirás a la tierra de
Israel que así ha dicho Jehovah: ’He aquí que yo estoy contra ti; sacaré
mi espada de su vaina y eliminaré de ti al justo y al impío. 4
Por cuanto he de eliminar de ti al justo y al impío, por eso mi
espada saldrá de su vaina contra todo mortal, desde el Néguev hasta el
norte. 5 Y sabrá todo mortal que yo, Jehovah, he sacado mi
espada de su vaina; no volverá a ella.
6 "Y tú, oh hijo de hombre, gime con
quebrantamiento de corazón; gime con amargura ante sus ojos. 7
Y sucederá que cuando te digan: ’¿Por qué gimes?’, les dirás: ’Por
la noticia que viene, porque todo corazón desfallecerá y todas las manos
se debilitarán. Todo espíritu desmayará, y todas las rodillas se
escurrirán como agua. ¡He aquí que viene, y va a suceder!’ ", dice el
Señor Jehovah.
8 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 9 "Oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha
dicho el Señor: ’¡La espada, la espada está afilada y pulida también!
10 Está afilada para realizar una matanza, pulida para que
tenga resplandor. ¿Hemos de alegrarnos cuando el cetro de mi hijo
menosprecia todo consejo? 11 El la entregó para ser pulida y
para tomarla en la mano. Ha afilado la espada; la ha pulido para
entregarla en manos del verdugo.’ 12 Grita y gime, oh hijo de
hombre, porque ella está contra mi pueblo; ella está contra todos los
gobernantes de Israel. Ellos, juntamente con mi pueblo, son arrojados a
la espada; por tanto, golpea tu muslo. 13 Porque será
probado, ¿y qué si ella aún desprecia al cetro? ¡El dejará de ser!, dice
el Señor Jehovah. 14 Tú, pues, oh hijo de hombre, profetiza y
golpea mano contra mano, y la espada se duplicará y se triplicará. Esta
es la espada de la matanza. Esta es la espada de la gran matanza, que
los traspasará, 15 para que se derrita su corazón y se
multipliquen los caídos. En todas las puertas de ellos he puesto el
degüello a espada. ¡Ay! Está hecha para resplandecer, y pulida para
degollar. 16 Agúzate; dirígete a la derecha; ponte a la
izquierda. Pon tu rostro hacia donde están dirigidos tus filos. 17
Yo también golpearé mano contra mano y haré que se asiente mi ira.
Yo, Jehovah, he hablado."
Profecía del asedio de Jerusalén
18 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
19 "Tú, oh hijo de hombre, traza dos caminos por donde pueda ir la
espada del rey de Babilonia. Ambos caminos han de salir de la misma
tierra. Pon al comienzo de cada camino una señal que conduzca a la
ciudad. 20 Señala el camino por donde vaya la espada contra
Rabá de los hijos de Amón, y contra Judá y la fortificada Jerusalén.
21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en la
encrucijada, al comienzo de los dos caminos, para tomar consejo de
adivinación. Ha sacudido las flechas, ha consultado por medio de los
ídolos domésticos y ha observado el hígado.
22 "La adivinación señala a la derecha, a
Jerusalén, para poner arietes, para abrir la boca con griterío, para
levantar la voz con grito de guerra, para poner arietes contra las
puertas y para levantar terraplenes y construir muros de asedio. 23
Sin embargo, a sus ojos eso parecerá una adivinación mentirosa,
por estar aliados con ellos bajo juramento. Pero él traerá a la memoria
la ofensa, a fin de prenderlos. 24 Por tanto, así ha dicho el
Señor Jehovah: ’Seréis atrapados en sus manos, porque habéis hecho
recordar vuestras ofensas, poniendo al descubierto vuestras
transgresiones, quedando a la vista vuestros pecados en todas vuestras
obras. Porque habéis sido traídos a la memoria, seréis apresados por su
mano.’
25 "Y tú, profano y malvado gobernante de Israel,
cuyo día ha llegado con el tiempo del castigo final, 26 así
ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Despójate del turbante y quítate la corona!
¡Esto no será más así! Hay que enaltecer al humilde y humillar al
altivo.’ 27 ¡En ruinas, en ruinas, en ruinas la convertiré, y
no existirá más, hasta que venga aquel a quien le pertenece el derecho;
y a él se lo entregaré!
Profecía contra Amón
28 "Y tú, oh hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho
el Señor Jehovah acerca de los hijos de Amón y de sus afrentas. Dirás:
’¡La espada, la espada está desenvainada para la matanza, pulida para
exterminar y para resplandecer! 29 Porque cuando te
profetizan, es vanidad; cuando adivinan, es mentira; para ponerte junto
con los cuellos de los más pervertidos de los pecadores, cuyo día ha
llegado con el tiempo del castigo final. 30 ¿Ha de volver a
su vaina? En el lugar donde fuiste creado, en tu tierra de origen, allí
te juzgaré. 31 Derramaré sobre ti mi indignación, soplaré el
fuego de mi ira contra ti y te entregaré en manos de hombres brutales,
artífices de destrucción. 32 Serás combustible para el fuego;
tu sangre quedará en medio de la tierra. No habrá más memoria de ti,
porque yo, Jehovah, he hablado.’ "
Sentencia divina contra Jerusalén
22 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Tú, oh hijo de hombre,
¿juzgarás a la ciudad derramadora de sangre? ¿La juzgarás? ¿Le mostrarás
todas sus abominaciones? 3 Tú, pues, dirás que así ha dicho
el Señor Jehovah: ’¡Ciudad que derrama sangre en medio de sí, para que
venga su hora, y que se ha hecho ídolos para contaminarse! 4
Eres culpable por la sangre que has derramado, y te has contaminado con
los ídolos que hiciste. Tú has hecho que se acerque tu día y has llegado
al término de tus años. Por tanto, te he entregado como afrenta a las
naciones y como objeto de burla a todos los países. 5 Los que
están cerca y los que están lejos harán burla de ti, ¡oh ciudad de
nombre manchado y de gran confusión!
6 " ’He aquí que los gobernantes de Israel, cada
uno según su poder, están en ti solamente para derramar sangre. 7
En ti desprecian al padre y a la madre; en medio de ti tratan con
abuso al extranjero; en ti explotan al huérfano y a la viuda. 8
Menosprecias mis cosas sagradas y profanas mis sábados. 9
En ti hay calumniadores listos a derramar sangre; en ti están los
que comen sobre los montes. En medio de ti cometen infamia: 10
En ti descubren la desnudez del padre; en ti mancillan a la mujer
que está impura por su menstruación. 11 En ti está el hombre
que comete abominación con la mujer de su prójimo, el que contamina
pervertidamente a su nuera y el que mancilla a su hermana, hija de su
padre. 12 En ti reciben soborno para derramar sangre. Cobras
usura e intereses, y te aprovechas de tu prójimo con extorsión. Te has
olvidado de mí’, dice el Señor Jehovah.
13 " ’He aquí que golpeo con mi mano a causa de
las ganancias deshonestas que has conseguido, y a causa de la sangre que
hay en medio de ti. 14 ¿Estará firme tu corazón? ¿Estarán
fuertes tus manos en los días cuando yo actúe contra ti? Yo, Jehovah, he
hablado y lo cumpliré: 15 Te dispersaré entre las naciones y
te esparciré por los países. Así eliminaré de ti tu impureza. 16
Fui profanado en ti a vista de las naciones. Y sabrás que yo soy
Jehovah.’ "
17 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 18 "Oh hijo de hombre, para mí la casa de Israel se
ha convertido en escoria. Todos ellos -plata, cobre, estaño, hierro y
plomo- se han convertido en escoria en medio del horno. 19
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’Ya que todos vosotros os
habéis convertido en escoria, he aquí que por eso yo os junto en medio
de Jerusalén. 20 Como cuando se junta plata, cobre, hierro,
plomo y estaño dentro del horno, y se sopla el fuego para fundirlos, así
os juntaré en mi furor y en mi ira. Allí os colocaré y os fundiré.
21 Os reuniré y soplaré sobre vosotros con el fuego de mi ira, y
seréis fundidos dentro de ella. 22 Como se funde la plata
dentro del horno, así seréis fundidos dentro de ella. Y sabréis que yo,
Jehovah, he derramado mi ira sobre vosotros.’ "
23 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 24 "Oh hijo de hombre, di a ella: ’Tú eres una
tierra no purificada, que no ha sido rociada con lluvia en el día de la
ira.’ 25 Porque en medio de ella hay una conspiración de sus
profetas; son como un león rugiente que arrebata la presa. Devoran a la
gente, se apoderan del patrimonio y de las cosas preciosas, y
multiplican sus viudas en medio de ellos.
26 "Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis
cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo santo y lo profano, ni
enseñan a distinguir entre lo impuro y lo puro. Con respecto a mis
sábados esconden sus ojos, y he sido profanado en medio de ellos.
27 "Sus magistrados en medio de ella son como
lobos que arrebatan la presa para derramar sangre y destruir las vidas,
a fin de conseguir ganancias deshonestas.
28 "Sus profetas les han recubierto con cal. Ven
vanidad y les adivinan mentira, diciendo: ’Así ha dicho el Señor Jehovah’,
pero Jehovah no ha hablado.
29 "Y el pueblo de la tierra ha practicado la
opresión y ha cometido robo. Abusan del pobre y del necesitado, y
oprimen sin derecho al extranjero. 30 Busqué entre ellos un
hombre que levantara el muro y que se pusiese en la brecha delante de
mí, intercediendo por la tierra para que yo no la destruyera; pero no lo
hallé. 31 Por tanto, derramaré sobre ellos mi indignación;
con el fuego de mi ira los consumiré. Haré recaer su conducta sobre sus
propias cabezas", dice el Señor Jehovah.
Alegoría de las dos hermanas
23 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre: Había dos
mujeres, que eran hijas de una sola madre. 3 Se prostituyeron
en Egipto; en su juventud se prostituyeron. Allá fueron apretados sus
pechos; allí fueron estrujados sus senos virginales. 4 La
mayor se llamaba Ohola, y su hermana se llamaba Oholiba. Fueron mías y
dieron a luz hijos e hijas. En cuanto a sus nombres, Ohola es Samaria, y
Oholiba es Jerusalén.
5 "Ohola se prostituyó cuando me pertenecía. Ardió
en deseo por sus amantes, los asirios, hombres de guerra 6
vestidos de color azul, gobernadores y oficiales; todos ellos jóvenes
atractivos, todos ellos jinetes que montaban a caballo. 7 Con
ellos se entregó a la prostitución; todos ellos eran lo más selecto de
los hijos de Asiria. Y se contaminó con todos los ídolos de aquellos por
quienes ardió en deseo. 8 Pero no abandonó su prostitución de
Egipto, pues se acostaron con ella en su juventud, estrujaron sus senos
virginales y vertieron sobre ella su lujuria. 9 Por tanto, la
entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de Asiria por
quienes ardía en deseo. 10 Ellos descubrieron su desnudez,
tomaron a los hijos y a las hijas de ella, y a ella la mataron a espada.
Y vino a ser un refrán entre las mujeres, pues en ella ejecutaron actos
justicieros.
11 "Su hermana Oholiba vio esto, pero corrompió su
deseo más que la otra; su lujuria sobrepasó a la de su hermana. 12
Ardió en deseo por los asirios; gobernadores y oficiales, hombres
de guerra espléndidamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos
ellos jóvenes atractivos. 13 Y vi que se había contaminado y
que ambas habían seguido por el mismo camino. 14 Pero ésta
aumentó su prostitución, pues vio hombres grabados en la pared, figuras
de caldeos grabadas con ocre rojo, 15 ceñidas las cinturas
con cinturón, con amplios turbantes sobre sus cabezas, teniendo todos la
apariencia de comandantes, a la manera de los hijos de Babilonia, de
Caldea, la tierra de su origen. 16 Por ellos ardió en deseo
con sólo verlos, y les envió mensajeros a Caldea. 17 Los
hombres de Babilonia se unieron a ella en cama de amores, y la
contaminaron con su lujuria. Se contaminó con ellos, y su alma se hastió
de ellos. 18 Así practicó abiertamente su prostitución y
descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi
alma se había hastiado de su hermana. 19 Pero ella multiplicó
su prostitución, trayendo a la memoria los días de su juventud, en los
cuales se había prostituido en la tierra de Egipto. 20 Ardió
en deseo por sus amantes, cuyas carnes eran como las de los burros, y
cuya eyaculación era como la de los caballos. 21 Así echabas
de menos la inmundicia de tu juventud, cuando en Egipto estrujaban tus
senos y apretaban tus pechos juveniles."
22 Por tanto, Oholiba, así ha dicho Jehovah: "He
aquí que yo incito contra ti a tus amantes, de los cuales tu alma ya se
ha hastiado. Los traeré contra ti de todas partes. 23 Los
hijos de Babilonia y todos los caldeos; los de Pecod, de Soa y de Coa, y
con ellos todos los hijos de Asiria. Todos ellos jóvenes atractivos,
gobernadores y oficiales, comandantes y hombres notables; todos ellos
montados a caballo. 24 Vendrán contra ti desde el norte con
carros y ruedas, y una multitud de pueblos. Contra ti, y alrededor de
ti, pondrán escudos, defensas y cascos. Yo les encargaré el juicio, y te
juzgarán de acuerdo con sus decretos. 25 Pondré mi celo
contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas,
y tu descendencia caerá a espada. Tomarán a tus hijos y a tus hijas, y
tu descendencia será devorada por el fuego. 26 Te desnudarán
de tus ropas y se llevarán tus hermosas joyas. 27 Así pondré
fin a tu inmundicia y a tu prostitución traídas de la tierra de Egipto.
Nunca más alzarás la vista hacia los egipcios, ni nunca más te acordarás
de ellos. 28 Pues así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, yo
te entrego en mano de aquellos que odias, en mano de aquellos de quienes
se ha hastiado tu alma. 29 Te tratarán con odio y tomarán
todo el fruto de tu labor. Te dejarán desnuda y descubierta. Será puesta
al descubierto la vergüenza de tu prostitución, tu infamia y tu lujuria.
30 Estas cosas te serán hechas por haberte prostituido tras
las naciones, porque te contaminaste con sus ídolos. 31
Anduviste en el camino de tu hermana. ¡Yo, pues, pondré su copa en tu
mano!’ "
32 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Beberás la copa
de tu hermana, la cual es honda y ancha. Servirá de mofa y de burla,
pues es de abundante contenido. 33 Te llenarás de embriaguez
y de dolor; copa de horror y de desolación es la copa de tu hermana
Samaria. 34 La beberás hasta secarla; desmenuzarás sus
fragmentos y desgarrarás tus pechos, porque yo he hablado", dice el
Señor Jehovah.
35 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah:
"Porque te olvidaste de mí y me echaste a tus espaldas, por eso tú
también carga con tu infamia y con tu prostitución."
36 Luego me habló Jehovah diciendo: "Oh hijo de
hombre, ¿juzgarás tú a Ohola y a Oholiba? Entonces declárales sus
abominaciones. 37 Porque han cometido adulterio, y hay sangre
en sus manos. Han cometido adulterio con sus ídolos; y aun a los hijos
que me habían dado a luz, los hicieron pasar por fuego para servirles de
alimento. 38 Además, me hicieron esto: Aquel mismo día
contaminaron mi santuario y profanaron mis sábados, 39 pues
habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, en el mismo día entraron en
mi santuario para profanarlo. He aquí, así hicieron dentro de mi casa.
40 Además de esto enviaron a traer unos hombres de lejos, a
los cuales se les había enviado mensajero. Y he aquí que vinieron. Para
ellos te lavaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos.
41 Te sentaste sobre un suntuoso diván delante del cual había una
mesa servida, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite. 42
Allí hubo un bullicio de una multitud despreocupada; sabeos fueron
traídos del desierto, junto con hombres de la gente común. Y pusieron
brazaletes sobre las manos de ellas y coronas hermosas sobre sus
cabezas.
43 "Y acerca de la que está desgastada por sus
adulterios, dije: ’¿Ahora cometerán adulterio con ella, estando ella
así?’ 44 Pues vinieron a ella como vienen a una mujer
prostituta; así vinieron a Ohola y Oholiba, mujeres infames. 45
Pero los hombres justos las condenarán con la sentencia contra las
adúlteras, y con la sentencia contra las que derraman sangre. Porque son
adúlteras, y hay sangre en sus manos.
46 "Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah:
’Hágase que suba contra ellas la asamblea, y sean entregadas al terror y
al pillaje. 47 La asamblea las apedreará y con sus espadas
las eliminará. Matarán a sus hijos y a sus hijas, e incendiarán sus
casas con fuego.’ 48 Así haré cesar en la tierra la infamia.
Todas las mujeres quedarán advertidas y no cometerán infamia como
vosotras. 49 Yo haré que vuestra infamia recaiga sobre
vosotras mismas, y cargaréis con los pecados de vuestra idolatría. Y
sabréis que yo soy el Señor Jehovah."
Alegoría de la olla hirviente
24 Aconteció en el día 10
del mes décimo del noveno año que vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, escribe para ti la fecha de
hoy, este mismo día. El rey de Babilonia se ha lanzado contra Jerusalén
en este mismo día.
3 "Presenta a la casa rebelde una alegoría, y
diles que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Pon la olla; ponla y echa agua
en ella. 4 Echa en ella pedazos, todos buenos pedazos, muslo
y espalda. Llénala de huesos escogidos; 5 toma lo mejor del
rebaño. Amontona la leña debajo de ella; haz hervir sus pedazos y cocina
los huesos dentro de ella.’
6 "Porque así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Ay de
la ciudad sanguinaria, la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha salido
de ella! Vacíala pedazo por pedazo, sin que se echen suertes por ella.
7 Porque su sangre está en medio de ella; la ha puesto sobre
la roca desnuda. No la derramó sobre la tierra para que fuese cubierta
con el polvo. 8 Para hacer que mi ira suba y tome venganza,
he puesto su sangre sobre la roca desnuda, para que no sea cubierta.’
9 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Ay de la ciudad
sanguinaria, pues yo también agrandaré la hoguera! 10
Amontona la leña, enciende el fuego, alista la carne, vacía el caldo, y
que los huesos sean carbonizados. 11 Luego pon la olla vacía
sobre las brasas, para que se caliente y arda su bronce, con el fin de
que en ella sea fundida su inmundicia y desaparezca su herrumbre.’
12 "En vano son los esfuerzos. Su mucha herrumbre
no sale de ella; su herrumbre no sale ni con fuego. 13 En tu
inmundicia hay infamia, por cuanto te quise purificar, pero no estás
purificada de tu inmundicia. No volverás a ser purificada, hasta que yo
haya asentado mi ira sobre ti. 14 Yo, Jehovah, he hablado.
Esto vendrá, y lo haré. No cejaré; no tendré lástima ni me pesará.
Conforme a tus caminos y a tus obras te juzgaré", dice el Señor Jehovah.
Ezequiel ante la muerte de su esposa
15 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
16 -Oh hijo de hombre, he aquí que yo te quito de
golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no harás duelo ni llorarás, ni
correrán tus lágrimas. 17 Gime en silencio; no guardes el
luto por los muertos. Cíñete el turbante y pon las sandalias en tus
pies. No te cubras los labios ni comas pan de duelo.
18 Hablé, pues, al pueblo por la mañana, y al
anochecer murió mi esposa. Y a la mañana siguiente hice como me había
sido ordenado. 19 Entonces me dijo el pueblo:
-¿No nos dirás qué significan para nosotros estas cosas que
tú haces?
20 Y les respondí:
-La palabra de Jehovah vino a mí diciendo: 21 "Di
a la casa de Israel que así ha dicho el Señor Jehovah: ’He aquí, yo
mismo profano mi santuario, el orgullo de vuestro poderío, la delicia de
vuestros ojos, el anhelo de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras
hijas que abandonasteis caerán a espada, 22 y vosotros haréis
como yo he hecho: No os cubriréis los labios ni comeréis pan de duelo.
23 Vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas, y
vuestras sandalias en vuestros pies; no haréis duelo ni lloraréis. Más
bien, os pudriréis en vuestros pecados y gemiréis unos por otros.
24 Ezequiel, pues, os servirá de señal; haréis de acuerdo con
todas las cosas que él ha hecho. Cuando esto se cumpla, sabréis que yo
soy el Señor Jehovah.’
25 "Y con respecto a ti, oh hijo de hombre, el día
en que yo quite de ellos su poderío, el gozo de su esplendor, la delicia
de sus ojos y el anhelo de sus almas, y también a sus hijos y a sus
hijas; 26 en aquel día uno que haya escapado vendrá a ti para
traerte la noticia. 27 En aquel día se abrirá tu boca, y
hablarás con el que haya escapado; pues ya no estarás más enmudecido. Tú
les servirás de señal, y sabrán que yo soy Jehovah."
Otra profecía contra Amón
25 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, pon tu
rostro hacia los hijos de Amón y profetiza contra ellos. 3 Di
a los hijos de Amón: Oíd la palabra del Señor Jehovah. Así ha dicho el
Señor Jehovah: Por cuanto has dicho: ’¡Bravo!’ contra mi santuario,
cuando fue profanado, y contra la tierra de Israel, cuando fue desolada,
y contra los de la casa de Judá, cuando iban en cautiverio, 4
por eso, he aquí que yo te entrego como posesión a los hijos del
oriente. Ellos pondrán en ti sus campamentos y colocarán en ti sus
moradas. Comerán tus frutos y beberán tu leche. 5 Convertiré
a Rabá en pastizal para camellos, y a las ciudades de Amón en un lugar
donde se recuesten las ovejas. Y sabréis que yo soy Jehovah."
6 Pues así ha dicho el Señor Jehovah: "Porque
golpeaste con tu mano y pisoteaste con tu pie, gozándote con todo el
despecho de tu alma contra la tierra de Israel, 7 por eso, he
aquí que yo extenderé mi mano contra ti y te entregaré a las naciones
para ser saqueada. Te eliminaré de entre los pueblos y te destruiré de
entre los países. Te destruiré, y sabrás que yo soy Jehovah."
Profecía contra Moab
8 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto Moab y Seír han
dicho: ’¡He aquí, la casa de Judá será como las demás naciones!’, 9
por eso, he aquí yo abro el flanco de Moab desde las ciudades,
desde las ciudades de su frontera, la gloria del país (Bet-jesimot,
Baal-maón y Quiriataim). 10 Lo entregaré, junto con los hijos
de Amón, a los hijos del oriente, como posesión, para que no haya más
memoria de los hijos de Amón entre las naciones. 11 También
ejecutaré en Moab actos justicieros. Y sabrán que yo soy Jehovah."
Profecía contra Edom
12 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto Edom ha
procedido vengativamente contra la casa de Judá, incurriendo en grave
culpa al vengarse de ellos, 13 por eso, así ha dicho el Señor
Jehovah, extenderé también mi mano contra Edom y exterminaré de ella a
los hombres y los animales. La convertiré en ruinas; desde Temán hasta
Dedán caerán a espada. 14 Ejecutaré mi venganza contra Edom
por medio de mi pueblo Israel. Harán en Edom de acuerdo con mi furor y
con mi ira, y conocerán mi venganza", dice el Señor Jehovah.
Profecía contra Filistea
15 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Por cuanto los filisteos
procedieron vengativamente y tomaron venganza con despecho del alma,
para destruir a causa de una perpetua hostilidad; 16 por eso,
así ha dicho el Señor Jehovah, he aquí, yo extenderé mi mano contra los
filisteos. Exterminaré a los quereteos y haré perecer a los
sobrevivientes de la costa del mar. 17 Grandes venganzas y
reprensiones de ira haré en ellos. Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando
ejecute mi venganza en ellos.’ "
Profecía de la destrucción de Tiro
26 Aconteció en el primer
día del mes primero del año 11 que vino a mí la palabra de Jehovah,
diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, por cuanto Tiro ha dicho con
respecto a Jerusalén: ’¡Bravo! ¡Ha sido quebrantada la que era puerta de
los pueblos! ¡Se ha vuelto hacia mí! ¡Yo estaré llena, y ella
desolada!’, 3 por eso, así ha dicho el Señor Jehovah: ’He
aquí, oh Tiro, yo estoy contra ti. Contra ti haré subir muchas naciones,
como el mar hace subir sus olas.’ 4 Arruinarán los muros de
Tiro y destruirán sus torreones. Barreré de ella sus escombros y la
convertiré en una roca desnuda. 5 Será un tendedero de redes
en medio del mar, porque yo he hablado, dice el Señor Jehovah. Será
saqueada por las naciones, 6 y sus hijas que están en el
campo serán muertas a espada. Y sabrán que yo soy Jehovah."
7 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "He aquí
que del norte traeré contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey
de reyes, con caballos, carros, jinetes, y una gran multitud de
soldados. 8 A sus hijas que están en el campo matará a
espada, y contra ti pondrá un muro de asedio. Levantará contra ti
terraplén y alzará contra ti el escudo. 9 Contra tus murallas
dirigirá el golpe de sus arietes, y con sus barras destruirá tus
torreones. 10 Por causa de la multitud de sus caballos, te
cubrirá el polvo que levantarán. Tus murallas temblarán por el estruendo
de los jinetes y de las ruedas de sus carros, cuando él entre por tus
puertas como uno entra por las brechas en una ciudad destrozada. 11
Con los cascos de sus caballos atropellará todas tus calles. A tu
gente matará a espada, y tirará por tierra los monumentos de tu poderío.
12 Tomarán tus riquezas como botín y saquearán tus
mercaderías. Destruirán tus muros y demolerán tus lujosas casas. Y tus
piedras, tu madera y tus escombros los arrojarán en medio de las aguas.
13 Haré cesar el bullicio de tus canciones; no se volverá a
oír el sonido de tus arpas. 14 Te convertiré en una roca
desnuda, y serás un tendedero de redes. Nunca más serás edificada,
porque yo, Jehovah, he hablado", dice el Señor Jehovah.
15 Así ha dicho el Señor Jehovah a Tiro: "¿Acaso
no temblarán las costas a causa del estruendo de tu caída, cuando giman
los heridos, cuando se lleve a cabo la matanza en medio de ti? 16
Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, se
quitarán sus mantos y se despojarán de sus ropas bordadas. Se vestirán
de estremecimiento y se sentarán sobre la tierra, temblando a cada
instante. Estarán atónitos a causa de ti. 17 Entonarán un
lamento por ti y te dirán:
’¡Cómo has perecido, oh ciudad alabada,
que fuiste poblada por gente de mar!
’Era poderosa en el mar,
ella y sus moradores.
Ellos impusieron su terror
sobre todos sus habitantes.
18 ’Ahora tiemblan las costas
por el día de tu caída.
Las costas del mar se espantan
a causa de tu final!’ "
19 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "Cuando
yo te convierta en una ciudad destruida como las ciudades que no han
vuelto a ser habitadas, cuando haga subir sobre ti el océano y te cubran
las muchas aguas, 20 entonces te haré descender junto con los
que descienden a la fosa, al pueblo de antaño. Te haré habitar en las
partes más bajas de la tierra en las ruinas de antaño, junto con los que
descienden a la fosa, para que nunca más seas habitada ni te establezcas
en la tierra de los vivientes. 21 Te convertiré en espanto, y
dejarás de existir. Serás buscada, pero nunca más serás hallada", dice
el Señor Jehovah.
Lamento por la caída de Tiro
27 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Tú, oh hijo de hombre,
entona un lamento por Tiro. 3 Dirás a Tiro, que está asentada
a la entrada del mar y comercia con los pueblos de muchas costas, que
así ha dicho el Señor Jehovah:
"Oh Tiro, tú has dicho:
’Yo soy de completa hermosura.’
4 En el corazón de los mares
están tus fronteras;
los que te construyeron
hicieron completa tu hermosura.
5 Con cipreses de Senir
construyeron tus paredes.
Tomaron un cedro del Líbano
para hacer un mástil sobre ti.
6 Con encinas de Basán
hicieron tus remos;
hicieron tu cubierta con marfil
y con cipreses de las costas de Quitim.
7 Tu vela fue de lino bordado de Egipto,
para servirte de bandera.
Tu toldo fue de material azul
y de púrpura de las costas de Elisa.
8 Los habitantes de Sidón y de Arvad
fueron tus remeros.
Tus expertos, oh Tiro, estaban en ti
y fueron tus timoneles.
9 Los ancianos de Biblos y sus sabios
reparaban tus desperfectos.
Todos los barcos del mar
y sus marineros estuvieron en ti
para hacer contigo intercambio.
10 "Persas, lidios y libios estaban en tu ejército como tus
hombres de guerra.
Escudos y cascos colgaban en ti;
ellos te daban tu esplendor.
11 Los hijos de Arvad estaban con tu ejército
sobre tus muros en derredor,
y los gamadeos estaban en tus torreones.
Colgaban sus escudos sobre tus muros en derredor;
ellos hacían completa tu hermosura.
12 "Tarsis comerciaba contigo a causa de la abundancia de
todas tus riquezas.
Con plata, hierro, estaño y plomo
pagaban por tus mercaderías.
13 Grecia, Tubal y Mesec
comerciaban contigo.
Con vidas humanas y objetos de bronce pagaban tus mercancías.
14 Los de Bet-togarma,
con caballos, corceles y mulos,
pagaban tus mercaderías.
15 "Los hijos de Rodas
comerciaban contigo.
Muchas costas comerciaban contigo;
colmillos de marfil y madera de ébano,
te traían como tributo.
16 "Edom también comerciaba contigo
a causa de la abundancia de tus productos.
Con turquesas, púrpura, telas bordadas,
linos finos, corales y rubíes
pagaban tus mercaderías.
17 "Judá y la tierra de Israel
comerciaban contigo.
Con trigo, mirra, casia,
miel, aceite y resinas
pagaban tus mercancías.
18 "Damasco comerciaba contigo,
debido a la abundancia de tus productos
y a la abundancia de tus riquezas.
Con vino de Helbón y lana de Sajar,
19 Vedán y Grecia, desde Uzal,
pagaban tus mercaderías:
Hierro forjado, casia y caña aromática
había entre tus productos.
20 "Dedán comerciaba contigo
con mantas para cabalgadura.
21 Arabia y todos los príncipes de Quedar
comerciaban contigo con corderos,
carneros y machos cabríos;
con esto comerciaban contigo.
22 "Los mercaderes de Saba y de Raama comerciaban contigo.
Con lo mejor de todas las especias,
con toda piedra preciosa y con oro
pagaban tus mercaderías.
23 "Harán, Calne, Edén
y los mercaderes de Saba,
Asiria y Quilmad comerciaban contigo.
24 "Estos comerciaban contigo,
y a cambio de tus productos daban
espléndidos vestidos, mantos de azul,
telas bordadas, tapices de colores,
y cuerdas entrelazadas y trenzadas.
25 "Las naves de Tarsis eran tus flotas
que llevaban tus mercancías.
Te llenaste y te hiciste muy opulenta
en el corazón de los mares.
26 Los que navegaban contigo
te condujeron por las muchas aguas,
pero el viento de oriente te destrozó
en el corazón de los mares.
27 "En el día de tu caída
caerán en medio de los mares:
tus riquezas, tus mercaderías,
tus productos,
tus marineros, tus timoneles,
los que reparaban tus desperfectos,
los agentes de tu intercambio,
todos tus hombres de guerra
que están en ti,
y toda la multitud
que se halla en medio de ti.
28 Ante el griterío de tus timoneles
se estremecerán los campos de alrededor,
29 y descenderán de tus barcos
todos los que toman el remo.
Los marineros y todos los timoneles del mar quedarán de pie
en tierra.
30 Harán oír su voz por ti;
gritarán amargamente.
Echarán polvo sobre sus cabezas,
y se revolcarán en la ceniza.
31 Se raparán la cabeza a causa de ti,
y se ceñirán con cilicio.
Con amargura de alma
llorarán por ti con amargo duelo.
32 En medio de su llanto
entonarán por ti un lamento;
por ti lamentarán diciendo:
’¡Quién como Tiro, la que ha sido silenciada en medio del
mar!’
33 "Cuando tus mercaderías salían por los mares, saciabas a
muchos pueblos.
A los reyes de la tierra enriqueciste
con la abundancia de tus bienes y de tus productos.
34 Ahora que eres quebrantada en los mares, en lo
profundo de las aguas,
tus productos y toda tu tripulación
han caído en medio de ti.
35 Todos los habitantes de las costas
se horrorizan a causa de ti.
Sus reyes están muy aterrorizados,
y sus rostros son abatidos.
36 Los mercaderes de los pueblos
silban a causa de ti.
Has venido a ser objeto de espanto,
y dejarás de existir para siempre."
Profecía contra el rey de Tiro
28 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, di al
soberano de Tiro que así ha dicho el Señor Jehovah: Por cuanto tu
corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre y no Dios,
dijiste: ’Yo soy un dios, y estoy sentado en la sede de los dioses, en
el corazón de los mares’; porque igualaste tu corazón al corazón de
Dios, 3 ¡he aquí tú eres más sabio que Daniel, y no hay
ningún misterio que te sea oculto! 4 Con tu sabiduría e
inteligencia te has conseguido riquezas, y has acumulado oro y plata en
tus tesoros. 5 Con tu gran sabiduría has engrandecido tus
riquezas mediante tu comercio, y tu corazón se ha enaltecido a causa de
tus riquezas. 6 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehovah:
Porque igualaste tu corazón con el corazón de Dios, 7 he aquí
yo traigo contra ti extranjeros, los más crueles de las naciones.
Desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría y
profanarán tu esplendor. 8 Te harán descender a la fosa, y
morirás como los que son muertos en el corazón de los mares. 9
¿Osarás decir delante de tu verdugo, a pesar de ser hombre y no
Dios: ’Yo soy un dios’? En mano de quienes te atraviesen 10
morirás a la manera de los incircuncisos, en mano de los extranjeros;
porque yo he hablado", dice el Señor Jehovah.
Lamento por el rey de Tiro
11 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
12 "Oh hijo de hombre, entona un lamento por el rey de Tiro, y
dile que así ha dicho el Señor Jehovah:
" ’¡Tú eras un modelo perfecto,
lleno de sabiduría y de completa hermosura!
13 Estabas en el Edén, el jardín de Dios.
Tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas:
rubí, topacio, diamante,
crisólito, ónice, jaspe,
zafiro, turquesa y berilo.
Y de oro era la hechura de tus encajes y de tus engastes.
En el día que fuiste creado fueron preparadas.
14 Cuando fuiste ungido, yo te puse junto con los
querubines protectores.
Estabas en el santo monte de Dios,
y andabas en medio de piedras de fuego.
15 Eras perfecto en tus caminos
desde el día en que fuiste creado
hasta que se halló en ti maldad.
16 " ’A causa de tu gran comercio
te llenaron de violencia, y pecaste.
Por eso, te expulsé del monte de Dios,
y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio
de las piedras de fuego.
17 Tu corazón se enalteció
debido a tu hermosura;
a causa de tu esplendor
se corrompió tu sabiduría.
" ’Yo te he arrojado en tierra;
te he puesto como espectáculo
ante los reyes.
18 Por tus muchos pecados
y por la iniquidad de tu comercio,
profanaste tu santuario.
Yo, pues, hice que en medio de ti
se desatara y te devorase el fuego.
Te convertí en cenizas sobre la tierra
ante los ojos de cuantos te observaban.
19 Todos los que te conocen entre los pueblos se
horrorizan a causa de ti.
Eres objeto de espanto,
y dejarás de ser para siempre.’ "
Profecía contra Sidón
20 Entonces vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo:
21 "Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón y profetiza
contra ella. 22 Dirás que así ha dicho el Señor Jehovah: ’Oh
Sidón, he aquí que yo estoy contra ti y seré glorificado en medio de
ti.’ Y sabrán que yo soy Jehovah, cuando ejecute actos justicieros en
medio de ella, y en ella yo muestre mi santidad. 23 Le
enviaré peste y sangre por sus plazas. Los cadáveres caerán en medio de
ella, y la espada estará alrededor de ella. Y sabrán que yo soy Jehovah.
24 "Nunca más habrá para la casa de Israel espina
que hiera ni aguijón que cause dolor, de parte de todos los que los
rodean y los desprecian. Y sabrán que yo soy Jehovah."
25 Así ha dicho el Señor Jehovah: "Cuando yo reúna
a los de la casa de Israel de entre las naciones donde están
dispersados, entonces en medio de ellos seré tratado como santo a la
vista de las naciones. Y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo
Jacob. 26 Habitarán seguros en ella; edificarán casas y
plantarán viñas. Habitarán seguros, cuando yo haya ejecutado actos
justicieros alrededor de ellos, en medio de todos los que los
desprecian. Y sabrán que yo soy Jehovah su Dios."
Profecía contra Egipto y su rey
29 En el día 12 del mes
décimo del año 10 vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 2
"Oh hijo de hombre, pon tu rostro hacia el faraón, rey de Egipto,
y profetiza contra él y contra todo Egipto. 3 Habla y di que
así ha dicho el Señor Jehovah: He aquí yo estoy contra ti, oh faraón,
rey de Egipto, gran monstruo que estás tendido en medio de sus canales,
y que dices: ’Míos son los canales del Nilo, pues yo los hice.’
4 "Yo pondré ganchos en tus quijadas, y haré que
los peces de los canales se peguen sobre tus escamas. Te sacaré de en
medio de tus canales, y todos los peces de tus canales saldrán pegados a
tus escamas. 5 Te arrojaré al desierto, a ti y a todos los
peces de tus canales. Caerás sobre la superficie del campo; no serás
recogido ni sepultado. Te he dado por comida a los animales de la tierra
y a las aves del cielo. 6 Y sabrán todos los habitantes de
Egipto que yo soy Jehovah, por cuanto fuiste como un bastón de caña para
la casa de Israel. 7 Cuando ellos te tomaron con la mano, te
quebraste y les rompiste todo el hombro. Cuando se apoyaron sobre ti, te
quebraste y les estremeciste todos sus lomos. 8 Por eso, así
ha dicho el Señor Jehovah, he aquí que yo traigo la espada contra ti, y
exterminaré en ti a los hombres y a los animales. 9 La tierra
de Egipto será convertida en desolación y ruinas. Y sabrán que yo soy
Jehovah.
"Por cuanto has dicho: ’¡Mío es el Nilo, pues yo lo hice!’,
10 he aquí que por eso yo estoy contra ti y contra tus
canales. Convertiré la tierra de Egipto en una ruina completa, una
desolación desde Migdol y Asuán hasta la frontera con Etiopía. 11
No pasará por ella pie de hombre, ni pata de animal pasará por
ella. No será habitada durante cuarenta años. 12 Pues
convertiré la tierra de Egipto en una desolación en medio de las tierras
desoladas, y sus ciudades estarán arruinadas durante cuarenta años.
Dispersaré a los egipcios entre las naciones, y los esparciré por los
países."
13 Porque así ha dicho el Señor Jehovah: "Al final
de los cuarenta años reuniré a los egipcios de entre los pueblos donde
habrán sido dispersados, 14 y restauraré de la cautividad a
Egipto. Los haré volver a la tierra de Patros, la tierra de su origen.
Allí formarán un reino modesto; 15 será modesto en
comparación con los otros reinos. Nunca más se enaltecerán sobre las
naciones; porque los reduciré, para que no se enseñoreen de las
naciones. 16 Nunca más serán objeto de confianza para la casa
de Israel, que les haga recordar el pecado de volverse hacia ellos. Y
sabrán que yo soy el Señor Jehovah."
Profecía de la invasión de Egipto
17 Aconteció en el primer día del mes primero del año 27 que
vino a mí la palabra de Jehovah, diciendo: 18 "Oh hijo de
hombre: Nabucodonosor, rey de Babilonia, sometió a su ejército a una
labor grande contra Tiro: Toda cabeza fue rapada, y todo hombro
despellejado; pero ni para él, ni para su ejército hubo recompensa en
Tiro por la labor que realizaron contra ella. 19 Por eso, así
ha dicho el Señor Jehovah, he aquí que yo doy a Nabucodonosor, rey de
Babilonia, la tierra de Egipto. El se llevará sus riquezas, tomará botín
y la saqueará; y habrá recompensa para su ejército. 20 Le he
dado la tierra de Egipto por el trabajo que realizó en ella, porque lo
hizo para mí, dice el Señor Jehovah.
21 "En aquel día haré surgir el poderío de la casa
de Israel, y te permitiré abrir la boca en medio de ellos. Y sabrán que
yo soy Jehovah."
Profecía contra los aliados de Egipto
30 Entonces vino a mí la
palabra de Jehovah, diciendo: 2 "Oh hijo de hombre, profetiza
y di que así ha dicho el Señor Jehovah: ’¡Lamentad! ¡Ay de aquel día!
3 Porque cercano está aquel día; cercano está el día de
Jehovah. Será día de nublado, la hora de las naciones. 4 La
espada llegará a Egipto, y habrá estremecimiento en Etiopía cuando en
Egipto caigan los heridos, y tomen sus riquezas, y sean destruidos sus
cimientos. 5 Etiopía, Libia, Lidia, y toda Arabia, los de Cub
y los hijos de la tierra del pacto caerán a espada juntamente con
ellos.’ 6 Así ha dicho Jehovah: ’Así caerán los que apoyan a
Egipto. Caerá el orgullo de su poderío, desde Migdol hasta Asuán; caerán
en ella a espada, dice el Señor Jehovah. 7 Quedarán desolados
en medio de las tierras desoladas, y sus ciudades estarán en medio de
las ciudades arruinadas. 8 Y sabrán que yo soy Jehovah,
cuando yo prenda fuego a Egipto, y todos sus ayudadores sean
quebrantados.’
Reina-Valera Actualizada, 1989.
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