L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

El aseo personal y la salud

El aseo nos proporciona salud. El desaseo produce enfermedades.

1. El baño es necesario, porque significa limpieza o aseo general del cuerpo.

2. No sólo al levantarnos, sino cuantas veces sea necesario, debemos lavarnos la cara con jabón y con dos aguas. Asi mismo los ojos, los oídos, el cuello, etc.

3. Por lo menos debemos lavarnos la cabeza dos veces a la semana. No debemos contentarnos con sólo echarnos agua y peinarnos.

4. Descuido imperdonable es tener el cabello crecido y desordenado. Peinémonos cuantas veces sea necesario.

5. Las manos deben lavarse con frecuencia: al levantarnos, antes y después de la mesa, al acostarnos, porque constantemente están expuestas a ensuciarse y al contagio.

6. No hay que descuidar el aseo de los pies. Así evitamos el sudor y los malos olores. Es conveniente cambiarse las medias o calcetines diariamente.

¿Cuál es la primera obligación que nos impone la decencia?

La de ser aseados y limpios, pues de lo contrario causaríamos fastidio y asco a todo el mundo.

Para conseguir esto, ¿qué reglas debemos practicar?

Muchas, pero las principales son  las siguientes:

1. Debemos tener siempre la cara y las manos limpias, pues además de lavarlas todas las mañanas, repetiremos esta  misma diligencia las veces que al día sea necesario.

2. Hemos de ir siempre  bien peinados y  tener la cabeza limpia pues hay insectos que suelen criarse en ella.

3. Deberemos cortarnos a menudo las uñas, de  modo que no se  vea en ellas suciedad alguna.

4. Se cuidará de tener siempre la dentadura limpia, y con tanta mas razón, cuanto no hay cosa que más la eche a perder, y que más mal olor produzca en la boca que el descuido en esta parte.

5. Que nuestros vestidos no tengan manchas ni mugre, ni estén descosidos y rotos.

6. Reinará siempre el mayor aseo en la ropa blanca; y las calcetas, medias y zapatos estarán limpios de polvo y de lodo, mudándoles a menudo principalmente en verano para evitar el mal olor del sudor; en suma nada deberemos omitir a evitar que nuestra persona y vestidos ofendan la vista y olfato de los demás.

Convivencia Social. Formación Familiar y Social.

Qué es la higiene.

La higiene es el empleo de los medios para conservar la salud. El primero de estos medios es la limpieza. El aseo personal. Para estar convenientemente limpios, ¿qué haremos?. El baño o la ducha diaria es lo más conveniente. Con agua y jabón, lavando la cara, cuello, orejas, brazos, manos, piernas y pies.

Cómo cuidaremos nuestra cabeza, dientes, manos.

Debemos lavarnos la cabeza o sea el cabello y cuero cabelludo. ¿Cómo lavarnos la cabeza?. Primero se moja bien el pelo en agua tibia, para que tomen bien el jabón o el champú; luego se enjabona frotando bien la piel de la cabeza y frotando bien el pelo hasta que haga mucha espuma, pues si no hace espuma es que no acaba de estar limpio; luego se enjuaga bien y así  quedará el pelo más fácil de peinar.

En caso de existir parásitos (caso raro entre personas limpias y educadas), antes de lavar la cabeza nos aplicaremos uno de los productos que se venden en la farmacia contra los parásitos. Lo aplicaremos según la receta, y luego nos lavaremos la cabeza. ¿Está bien hablar de los parásitos?. Es vergonzoso tener que hablar de ello, pero necesario, pues algunas niños(as), como consecuencia de su descuido y de su pereza o del excesivo trabajo de su madre, los pueden tener o se les puede pegar de un compañero en el salón de clases.

Es de mala educación comentar sobre ello, y nunca hablaremos de esto con otros. Pero conviene que los niñoss sepan cómo tienen que cuidar su cabeza para que nunca se tenga que avergonzar de ella.

Debemos tener un cepillo propio para peinar nuestros cabellos. Si usamos el cepillo de todo el mundo en la casa ello puede traernos hasta enfermedades de la piel. Para limpiar el cepillo pondremos un envase con agua y clorox dejemos el cepillo reposar dos minutos y saldrá completamente desinfectado. Luego hay que enjuagarlo bien con agua hasta que elimine todo el clorox y los cabellos pegados en el.

No pondremos, a nuestra edad, spray o fijadores de pelo, estos quimicos terminan dañando nuestra cabellera.

Los dientes.

Nos lavaremos los dientes mañana y noche y, si podemos, después de las comidas. El lavado de los dientes los conserva sanos, y, por consiguiente, no tendremos que ir al dentista. Es, además, una falta de consideración enseñar al prójimo una boca sucia, una boca sucia resulta repugnante e indecorosa.

Las personas que no se lavan los dientes se les pudren y se les caen.

Las manos.

Con las manos cogemos todo lo que necesitamos, y a veces en el polvo que cae sobre un libro, en la pelota del baloncesto, en la butaca del salón de clases, está el germen de una enfermedad. No nos toquemos los ojos, ni la boca, ni las narices, ni los oídos, con las manos sucias. Debemos lavarnos las manos al menos de 2 a 3 veces al día con mucho jabón, o podemos tener un potecito de "hand sanitizer" que tan famoso es hoy en día. Lavemos bien nuestras uñas muy a fondo sacandoles la mugre que se esconde en ellas..

La limpieza e higiene en los zapatos y calcetines.

Si no tenemos bastantes medias para cambiarnos todos los días, procuraremos lavar nosotros mismos nuestras medias cada noche. Podemos dejarlas reposar en agua con clorox si son blancas y si son de color en agua con jabon. Una persona bien educada tiene que procurar no molestar al prójimo, y ya sabemos que los pies descuidados pueden producir mal olor. Cuando sólo tenemos un par de zapatos para la escuela y jugamos con ellos en el colegio, hay que ventilarlos bien cada noche. Zapatos sucios y que han cojido agua apestan y a la larga nos van a crear hongos en las uñas.

Nos gusta llevar los zapatos limpios, y para esto lo mejor es que los limpiemos nosotros mismos.

Cómo limpiaremos y guardaremos los objetos de tocador.

Cuando somos muchos de familia y el cuarto de baño es pequeño, conviene guardar nuestros objetos de tocador en una bolsa impermeable o de hule; así no nos cogerá la esponja nuestro hermano, ni el cepillo de dientes la hermana pequeña.

Desear oler bien es agradable y así agradaremos a los demás, dile a tu mamá que te compre un agua de colonia.

Todos sabemos estas cosas, pero cuántos de nosotros, cuando nuestra madre nos dice: "Cariño vamos, al baño: bañate bien y no olvides los dientes, protestamos así: "¡Mami es que tengo sueño!, ¡Mami, no me da tiempo!, etc. Pero tengamos en cuenta que "este sueño" y "esta falta de tiempo..." se nos nota en seguida y, a la larga, es la causa de la caries o picaduras de dientes, de los asquerosos dientes verdes y de los vergonzosos parásitos..., y nada, de eso está oculto... y todo es indicio de mala educación.

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