La extinción de los seres vivos
Los seres vivos que habitan el planeta, algunos de ellos desde hace millones de años, están incluidos en complejos ecosistemas de forma tal que la desaparición de una de las especies le permite continuar en funcionamiento. Desde la aparición del hombre y su consiguiente dominación del planeta, éste ha llevado especies y poblaciones completas a la extinción a una velocidad y tasa de desaparición mucho mayor de lo que lo haría naturalmente. En las últimas décadas, la velocidad a la que ocurre éste fenómeno se ha visto incrementada notablemente: se calcula que la tasa actual de desaparición es entre 40 y 400 veces mayor que lo normal. El problema fundamental es el contraste entre la tasa de formación y extinción de especies. ¿Cuál es el número de especies? La determinación del número de especies es difícil de establecer, se estima que es un número entre 2 y 20 millones, de las cuales 1,5 millones están descritas y tienen adjudicada un nombre científico. La mayoría de ellas, sobre todo las no descritas, habitan en los trópicos. De las especies conocidas, 20.000 corresponden a peces, 2.600 a anfibios, 6.500 a reptiles, 8.600 a aves, 4.100 a mamíferos y 250.000 a plantas superiores. ¿De que manera evolucionan las especies? Existen dos procesos principales en la evolución orgánica: el primero corresponde a un cambio paulatino en una línea individual, esto se aprecia fácilmente en los insectos debido al corto intervalo generacional, este es el caso de los insectos resistentes a pesticidas. Existen cambios dentro de una línea originados por el medio ambiente: dentro de una población existen individuos que se adaptan mejor a diferentes condiciones, esto se conoce como variación geográfica, y son estos cambios los que originan las subespecies. Por consiguiente una gran variabilidad genética de una población indica una mayor capacidad de adaptación al medio. El ejemplo clásico es el de los pinzones de Galápagos. El segundo proceso evolutivo corresponde a la especiación, proceso por el cuál una especie origina dos o más tipos de organismos nuevos. Los mecanismos exactos de la especiación no se conocen exactamente debido a que el proceso es muy lento, es así como, por ejemplo, dentro de los mamíferos, existen especies tan diferentes como una ballena, un caballo, un ratón, una vaca, un tigre, un perro y el ser humano. Tan lento es que desde se tiene noción de este proceso (más de 100 años), no se ha registrado la formación de una nueva especie. Tanto los cambios en líneas individuales como la especiación, son procesos regidos por el mecanismo básico propuesto por Charles Darwin: la selección natural. La presión que la humanidad ejerce sobre las especies se lleva a cabo de muchas maneras, tanto directas como indirectas, por Ej. el exceso de caza y pesca, sobrecultivo de plantas, y- más importante- por alteración y destrucción de los habitats naturales. La interferencia humana está inhibiendo el proceso de compensación a largo plazo, es decir, la especiación, mientras extingue a un número cada vez más elevado de poblaciones y especies. Cuando se aniquila una población, se pierden también recursos genéticos de la misma, equivalentes a millones de años de evolución. Y así como no se pudo observar una secuencia de especiación, tampoco se ha tenido ocasión de observar la extinción de una especie sin la intervención humana. Muchos personajes, de Buda en adelante, se han cuestionado, sin duda, si la humanidad tiene derecho a matar otros animales, encaminándolos a la extinción. Esta debe ser una forma extrema de arrogancia, por la que se cree que el hombre es la única forma viva importante, y que solo a el le corresponde decidir si se ha de permitir vivir o no al resto de las especies. El Homo sapiens no es sino una mas de las especies, eso si, muy numerosa y con un extraordinario poder para dominar el resto del mundo viviente. El puesto de liderazgo que ha conseguido el Homo sapiens lleva implícita una gran responsabilidad moral- una administración si se desea- a la que no se debe dar la espalda. Quizás porque se posee el poder de destruirlos, se deben respetar los derechos del resto de especies del planeta. Las grandes religiones occidentales han alimentado de una u otra forma, la falta de respeto por la naturaleza, al destruir el animismo pagano y en general han fomentado la idea de que la tierra es una propiedad humana a explotar según convenga. Sistemas económicos e industrias que buscan su rentabilidad a cualquier precio, sin reparar en absoluto en las consecuencias sobre el ambiente y sobre los seres vivos, son causa de la situación actual que soporta el planeta. La valoración de cualquier cosa en términos monetarios proporciona respuestas erróneas en la mayoría de los casos. Se deben desarrollar y aplicar otros patrones de medida para las decisiones que afecten el destino de las especies. Sin un cambio importante de actitud y comportamiento hacia la naturaleza, las consecuencias serán catastróficas para todas las especies, incluida la humana. Actualmente, la tasa de extinción es varias docenas de veces mayor a la de hace un siglo, y sigue aumentando a gran velocidad... Las extinciones de las especies en la Tierra
Aunados a: la destrucción del hábitat, la
introducción de especies exóticas, la sobre-explotación , el aislamiento,
la contaminación y el deterioro ambiental,otros factores coadyuvan en la
extinción de las especies. La selección natural no sólo produce a los
miembros ágiles del antílope y los ojos poderosos del halcón milano.
También podría llevar a la muerte de todos los miembros de una especie,
a la extinción, y en consecuencia a la extinción de otras de la cadena
alimenticia. Los trilobites, los dinosaurios, los tigres de dientes de
sable están extintos y sólo se les conoce por los fósiles. Los
paleontólogos estiman que por lo menos el 99.9 % de todas las especies
de organismos que han existido están ahora extintas. ¿Cuál podría ser la
causa?. Probablemente, la causa de la extinción de las especies sea el
cambio en el medio ambiente, en los seres vivos y en la parte no
viviente del ambiente. Hay dos características que parecen predisponer a
una especie a la extinción cuando hay cambios ambientales, que son la
distribución en un solo lugar y la extrema especialización. Los cambios primordiales que originan la extinción de las especies de organismos son la competencia entre especies, los depredadores, parásitos nuevos y la destrucción del hábitat. La distribución localizada y la extrema especialización hacen a las especies vulnerables a los cambios en los ambientes. El dominio de las especies varía mucho y por ello la susceptibilidad a su extinción. Algunas especies, como las golondrinas arenque, los venados cola blanca y los seres humanos habitan en continentes o incluso en toda la Tierra, mientras que otros tienen dominios muy limitados, como el pececillo del Agujero del Diablo que se encuentra sólo en agujeros de agua que llega de un arroyo en el desierto de Nevada, EUA. Si una especie de organismo sólo está presente en una región pequeña, cualquier alteración en esa región podría fácilmente producir su extinción. Por otra parte, generalmente, las especies de organismos que tienen dominios amplios no sucumben a las catástrofes ambientales locales.
A pesar de que la alteración del hábitat prehistórico
ocurrió en un periodo más largo, también tuvo consecuencias graves para
la vida en el planeta. En varias ocasiones, los climas húmedos y cálidos
dieron lugar a climas más fríos y secos con mayores cambios de
temperatura, lo que provocó que muchas plantas y animales no lograran
adaptarse a las nuevas y difíciles condiciones y se extinguieron. Una
causa del cambio en el clima es la corriente continental.
Un grupo de investigadores ha sugerido que el cráter de Chicxulub, en la Península de Yucatán, México, se formó como consecuencia del impacto de un meteorito que pudo haber llevado a la extinción a los dinosaurios. Las interacciones con otros organismos pueden llevar a las especies a su extinción. En algunos casos, pueden llevar a la extinción de las especies y no a la adaptación interacciones como la competencia, las conductas predadoras y el parasitismo. Aunque la competencia por recursos limitados se presenta en todos los ambientes, si los competidores de una especie desarrollan adaptaciones superiores pero no evoluciona con la suficiente velocidad para mantenerse a su nivel, podría extinguirse.
Desde los albores de la vida en la Tierra, algunas
especies de los diversos organismos que habitan al planeta se han
extinguido y han posibilitado el surgimiento y desarrollo de nuevas
especies de organismos que pueden adaptarse mejor al medio ambiente.
Cuando ocurre una extinción en masa de una o más especies se desarrollan
nuevas especies. Esto hace que las extinciones de algunas especies de
organismos desempeñen una función importante en la evolución de la vida
en la Tierra. Si las especies no llegaran a extinguirse para dejar su
espacio a organismos más avanzados, la vida en la Tierra no habría
progresado hasta lo que es actualmente, y los únicos organismos que
habitarían la Tierra serían los microorganismos primigenios con que
empezó la vida en el mar.
La primera gran extinción en masa de especies de
organismos en la Tierra ocurrió en el Precámbrico Superior, hace unos
670 millones de años. En aquella época, la vida animal se encontraba
todavía diseminada y esa extinción en masa de especies de organismos
diezmó la población de fitoplancton unicelular del océano, que fueron
los primeros organismos que desarrollaron células con núcleos. La
desaparición en masa de esta especie coincidió con un periodo en el que
los glaciares cubrían muchas zonas del planeta. Cuando se fundió el
hielo, casi al final del Precámbrico, apareció una gran diversidad de
especies nuevas de organismos, cuyo aspecto era distinto a cualquier
otro anterior.
Casi todas las extinciones en masa de especies de
organismos siguen a periodos de enfriamiento del planeta, sin embargo,
no todo enfriamiento climático ha venido acompañado de una glaciación.
Aunque los niveles del mar durante muchas extinciones no eran inferiores
a los actuales, los niveles del mar sí se reducen considerablemente
durante los periodos de glaciaciones porque grandes cantidades de agua
del mar quedan atrapadas en las extensas superficies de hielo. Estas
superficies reducen las áreas de hábitas de aguas poco profundas,
generando condiciones de superpoblación y de escasez de reservas de
alimentos por todo el planeta. Las bajas temperaturas restringen la
distribución geográfica de las especies de organismos, que quedan
confinadas en las zonas más cálidas en torno al ecuador de la Tierra.
Parece que los sucesos de las grandes extinciones de
organismos son periódicos, provocados por influencias de los cuerpos
celestes, como los rayos cósmicos procedentes de supernovas o por
grandes impactos de meteoritos. Han ocurrido 10 o más impactos sobre la
Tierra de meteoros durante los últimos 600 millones de años, es decir,
uno cada 50 millones de años. El análisis de 13 grandes impactos sobre
el planeta, ocurridos hace entre 250 y 5 millones de años, sugiere un
ritmo de formación de cráteres de uno cada 28 millones de años, que es
comparable con el ciclo de extinción de 26 millones de años. Se
considera que el ciclo de extinción de especies está relacionado con
fenómenos celestes como la fuerza gravitacional del Sistemas Solares,
nubes de polvo galáctico, las supernovas, la actividad solar y
colisiones de asteroides.
Las extinciones de organismos pueden tener un
carácter episódico con periodos relativamente largos de estabilidad
seguidos de momentos de extinción de corta duración y aleatorios que
únicamente parecen ser periódicos. Muchos de los episodios de extinción
de especies de organismos parecen eliminar ciertos tipos de especies,
por lo que la comparación de entre las víctimas y los sobrevivientes
puede servir de guía para encontrar las causas primeras de las
extinciones.
Cuando los dinosaurios se extinguieron, la mayoría de
los mamíferos eran pequeñas criaturas nocturnas con una variedad
limitada. Aparentemente, ciertas características de supervivencia de los
mamíferos les dieron la posibilidad de reemplazar a los dinosaurios. Uno
de estos rasgos pudo haber sido su inteligencia, aunque se considera que
muchas especies de dinosaurios eran inteligentes. Los mamíferos tenían
además sangre caliente, aunque también algunas especies de dinosaurios
tenían sangre caliente.
Se podría pensar que estos rasgos de adaptación
dieron a los mamíferos una ventaja decisiva durante la época de tensión
ambiental, pero por alguna razón, a los dinosaurios no les sirvieron de
nada. Quizá el tamaño pequeño de los mamíferos les ayudó a mantenerse
durante la extinción, sin embargo, no todos los dinosaurios eran
gigantes y muchos no eran más grandes que la mayoría de los mamíferos
que existen en la actualidad. Puede ser que los mamíferos se alimentaran
de huevos de dinosaurios y así ganaran la batalla de la evolución por
desgaste.
Cualquiera que fuera la ventaja de los mamíferos,
éstos fueron capaces de derrotar y desplazar a los dinosaurios. Quizá
fueron capaces de reemplazarlos totalmente durante un periodo de varios
millones de años. El hecho de que desaparecieran los dinosaurios y el 70
% de todas las especies conocidas se extinguieran al final del Cretácico
indica que algo en el medio ambiente hizo que todos ellos fueran
incapaces de sobrevivir. Sin embargo, por razones desconocidas, afectó
poco a los mamíferos. Parece ser que los mamíferos con placenta se mantuvieron durante la extinción y progresaron a expensas de los mamíferos marsupiales, que fueron dañados gravemente. Este hecho sugiere que la reproducción con placenta, más avanzada, en la que el embrión se desarrolla en el útero, fue una razón fundamental para el gran éxito de los mamíferos. Sin embargo, se piensa que algunas especies de dinosaurios también eran vivíparas. Además, peces, anfibios, reptiles y aves, todos ellos ovíparos, disfrutan todavía de un alto grado de éxito reproductivo, como indican las numerosas poblaciones de estos animales que existen por toda la Tierra.
Extinciones graduales de especies de organismos
Los momentos de extinciones catastróficas de especies
de organismos ocurren casi instantáneamente en el registro geológico.
Sin embargo, en tiempo geológico, el dominio de varios miles de años
sobre millones de años no es posible. Parece más probable que la
extinción de las especies de organismos ocurriera durante periodos
largos de tiempo, puede ser que durante un millón de años o más. La
erosión y la falta de sedimentación de los estratos, que evitan que las
especies aparezcan en los restos fósiles, hacen pensar en las
desapariciones de las especies de manera repentina.
Los restos fósiles pueden ser muy poco
representativos de grandes cambios en grupos de organismos. Por ejemplo,
una familia que comprenda 60 especies puede ser devastada de manera que
sólo una especie sobreviva, y sin embargo, no quedará ninguna muestra de
este cambio. Al final del Cretácico, el descenso del nivel del mar
redujo la velocidad de sedimentación, así como las especies fosilizadas.
De esta manera, lo que aparece como un salto repentino en realidad
podría haber ocurrido durante un periodo largo de tiempo.
Desde la época en que apareció la vida en la Tierra,
ha ocurrido una desaparición gradual de las especies de organismos que
se conoce como extinciones graduales o de fondo. Los periodos de grandes
extinciones de especies están separadas por periodos con ritmos de
extinción más lentos, la diferencia entre ambos es sólo cuestión del
grado de extinción. Aparte de una distinción cuantitativa, existe una
diferencia cualitativa entre las grandes extinciones y las de fondo.
Además, las especies de organismos desaparecen regularmente incluso
durante las épocas de condiciones óptimas.
Sin embargo, las extinciones en masa de especies de
organismos no son una mera intensificación de los procesos que operan
durante la época de fondo. Es decir, las características de
supervivencia que se desarrollan durante los tiempos normales son
irrelevantes durante la extinción en masa de las especies. Esta
información sugiere que las extinciones en masa de especies de
organismos podrían ser menos selectivas, en relación al medio ambiente,
que las extinciones normales y que puede ser que los procesos que operan
durante las épocas de extinción en masa sean diferentes a los que operan
en los tiempos normales. Todavía más, los mismos tipos de especies de
organismos que sucumben en las extinciones en masa lo hacen en las
extinciones de fondo, sólo que desaparecen muchas menos especies.
Las especies de organismos que sobreviven a las
extinciones en masa son esencialmente fuertes y resistentes a los
cambios fortuitos consecuentes. Tienden a ocupar grandes espacios
geográficos que contienen un gran número de conjuntos de especies de
organismos relacionados. El hecho de que una especie de organismo
sobreviva a una extinción no significa necesariamente que sea superior o
que esté mejor adaptada a su medio ambiente. Las especies de organismos
que se extinguieron puede ser que hubieran estado desarrollando ciertos
rasgos desfavorables durante los tiempos normales. Esto puede ocurrir
incluso dentro de los mismos organismos, ya que las especies hijas
desarrollan unas habilidades de supervivencia más eficaces, reemplazando
a las especies madres.
Aunque los dinosaurios estaban adaptados
inteligentemente a su medio ambiente, lo que les permitió dominar el
planeta durante 140 millones de años, puede ser que un cambio repentino
en las condiciones ambientales terminara con ellos porque fueron
incapaces de adaptarse rápidamente. Es decir, estaban preparados
biológicamente para vivir en las condiciones del Mesozoico pero no para
las del Cenozoico.
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