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a G r a n E n c i c l o p e d
i a I l u s t r a d a d e l
P r o y e c t o S a l ó n H o
g a r |
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Herencia y Genética
La
genética es el estudio de los factores hereditarios o genes. De
su transmisión resulta que los hijos se parecen a sus padres más
que a otros seres vivientes.
Ese parecido se refiere no sólo a los rasgos
de la organización general propios de la clase y especie a la
que pertenezca el grupo de progenitores y descendientes, sino a
características peculiares de tipo racial o de una variedad
determinada; en la especie humana, por ejemplo, se heredan el
color del pelo, de los ojos, los grupos sanguíneos, etc.
Desde siempre el hombre se
interesó por descubrir el mecanismo hereditario, pero su
complejidad es tal que solamente a fines del siglo pasado se
pudo conocer el modo de transmisión de los genes, gracias a los
estudios del agustino Gregorio Mendel que, en 1856 comenzó una
investigación en el huerto de su convento que le llevo al
conocimiento de las leyes de la herencia biológica. Realizó sus
experimentos en razas de guisantes común, raza que seleccionó y
cultivó reiteradamente.
Se ha podido comprobar estudiando escritos de
autores anteriores que los hombres tuvieron ya desde la
antigüedad algunas ideas sobre la herencia biológica.
Los resultados obtenidos fueron publicados
por la Sociedad de Historia Natural de Brunn en 1866, pero
tuvieron poca difusión y el mundo científico las pasó por alto.
En 1900, fueron redescubiertas las leyes de la herencia, de un
modo independiente y simultáneo, por tres investigadores: Hugo
de Vries, Karl Correns y Erich Tschermak, que hallaron al
rebuscar en la bibliografía la obra de Mendel y tuvieron que
ceder a este la prioridad del descubrimiento.
Entre las cuestiones que estudia la genética
destacan:
El conocimiento de la naturaleza de los
genes.
El conocimiento de las estructuras
portadoras de esos genes.
Los mecanismos de transmisión de estos.
La influencia de los genes en el
desarrollo y evolución de los organismos.
El material hereditario esta
formado por núcleo-proteínas y esta contenido en los cromosomas.
Hay casos en que, en lugar de núcleo-proteínas, existen ácidos
nucleicos solamente. Pero unidos o no a proteínas, los ácidos
nucleicos son los portadores de la herencia biológica en todos
los seres vivos. Este es uno de los hallazgos fundamentales de
la biología actual.
Los ácidos nucleicos se han
conocidos perfectamente gracias a virus y bacterias, dada la
unidad biológica estructural y funcional de todos los seres
vivos. El ADN y ARN intervienen en las biosíntesis de ellos
mismos y de todos los demás componentes celulares, según un
código genético que se transmite de padre a hijos.
Mendel utilizó, lo mismo que sus
seguidores inmediatos, organismos diplontes procedentes de un
cigoto que, al tener dos series de cromosomas, tiene dos series
de genes. Pero mucho más sencillo es el estudio en los seres
procariontes pues, al ser haploide, falta en ellos la
meiosis y tienen una serie única de genes. Sin embargo, por
haberse conocido primeramente la herencia mendeliana, se
estudiará ésta en primer lugar.
Las leyes de Mendel explican y predicen cómo van a ser las
características de un nuevo individuo, partiendo de los rasgos
presentes en sus padres y abuelos. Los caracteres se heredan de
padres a hijos, pero no siempre de forma directa, puesto que
pueden ser dominantes o recesivos. Los caracteres dominantes se
manifiestan siempre en todas las generaciones, pero los
caracteres recesivos pueden permanecer latentes, sin
desaparecer, para ‘surgir y manifestarse en generaciones
posteriores.
Los principios establecidos por Mendel fueron los siguientes:
— Primera ley de Mendel o ley de la uniformidad.
Establece que si se cruzan dos razas puras para un determinado
carácter, los descendientes de la primera generación son todos
iguales entre sí (igual
fenotipo e igual genotipo)
e iguales (en fenotipo) a uno de los progenitores.
— Segunda ley de Mendel o ley de la segregación.
Establece que los caracteres recesivos, al cruzar dos razas
puras, quedan ocultos en la primera generación, reaparecen en la
segunda en proporción de uno a tres respecto a los caracteres
dominantes. Los individuos de la segunda generación que resultan
de los híbridos de la primera generación son diferentes
fenotipicamente unos de otros; esta variación se explica por la
segregación de los alelos responsables de estos caracteres, que
en un primer momento se encuentran juntos en el híbrido y que
luego se separan entre los distintos gametos.
— Tercera ley de Mendel o ley de la independencia de
caracteres. Establece que los caracteres son
independientes y se combinan al azar. En la transmisión de dos o
más caracteres, cada par de alelas que controla un carácter se
transmite de manera independiente de cualquier otro par de
alelos que controlen otro carácter en la segunda generación,
combinándose de todos los modos posibles.
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