Ciencia y tecnología en la
sociedad.
Perspectiva histórico-conceptual
Explora
Realiza la siguiente actividad. Observa la cocina de tu
casa. Identifica en ella cinco
objetos que hayan sido producto de la
tecnología. Luego, completa la siguiente
tabla con la información de cada objeto.
Objeto:
Función:
¿Lo usas continuamente?
Objeto:
Función:
¿Lo usas continuamente?
Objeto:
Función:
¿Lo usas continuamente?
Objeto:
Función:
¿Lo usas continuamente?
Objeto:
Función:
¿Lo usas continuamente?
Contesta:
•
¿Por qué crees que se crearon
estos equipos?
•
¿Obtienes beneficios de ellos?
Explica.
•
¿Qué tendrías que hacer, si no contaras
con los objetos que identificaste?
1.___________________________________________________________________
2.___________________________________________________________________
3.___________________________________________________________________
4.___________________________________________________________________
5.___________________________________________________________________
¡LO QUE APRENDERÁS!
¿Qué es la tecnología?
¿Cómo se relacionan la Ciencia y la
tecnología?
¿Qué beneficios brinda la tecnología a
la sociedad?
RESUMEN
Se sabe que la
ciencia y la tecnología se han convertido en ramas de la
actividad inseparables de la vida y el progreso de la
sociedad desde hace varias décadas. Ambos conceptos
están hoy tan interrelacionados que han llegado a
considerarse como uno solo. El estudio de sus orígenes
revela, sin embargo, diferencias notables. Con el fin de
formalizar de manera pragmática ambos conceptos y
delimitar sus esferas de acción, se exponen sus
definiciones, características e interdependencias. Tanto
la ciencia como la tecnología justifican su existencia
en la búsqueda y el desarrollo de productos, servicios,
medios, herramientas y otras entidades, capaces de
satisfacer las necesidades humanas y de la vida en
general.
Descriptores:
CIENCIA Y TECNOLOGÍA / historia.
La ciencia y la
tecnología constituyen hoy un poderoso pilar del
desarrollo cultural, social, económico y, en general, de
la vida en la sociedad moderna. A tal punto llega su
influencia que la vida actual se ha visto inundada en
todos sus aspectos por una creciente avalancha de
productos procedentes tanto de una esfera como de la
otra, cuya utilización sistemática se ha impuesto como
condición para el desarrollo en esta etapa histórica.
Se entiende por
ciencia a aquella esfera de la actividad de la sociedad,
cuyo objeto esencial es la adquisición de conocimientos
acerca del mundo circundante. La ciencia está formada
por cuatro componentes fundamentales:
-
El factor
humano, representado por los científicos y por todo
el personal que colabora con los fines de la
actividad científica.
-
El factor
social, compuesto por el conjunto de relaciones que,
en el marco del trabajo, mantienen los científicos;
manifestaciones de estas relaciones las constituyen
las sociedades, los grupos y equipos de trabajo, los
colegios invisibles, etc.
-
El factor
cognitivo, que aun cuando incluye los procesos
necesarios para generar los conocimientos teóricos,
metodológicos, prácticos u otros se manifiesta por
medios informales (conferencias, intercambios de
reprints, etc.) o formales (revistas científicas,
manuales, etc.) de la comunicación científica, que
son los que esencialmente simbolizan a este
componente.
Las leyes (regularidades
estables o probabilísticas identificadas en el
comportamiento de los procesos naturales, sociales o de
otra índole), constituyen una de las formas que adopta
el conocimiento científico, que posee una gran
significación para la sociedad porque permite
transformar tanto la realidad objetiva como a sí misma
de manera consciente (con conocimiento de efecto) y
controlada.
-
El factor
material, que comprende tanto los instrumentos, los
equipos u otros elementos que constituyen
herramientas que los científicos utilizan
directamente en el proceso cognoscitivo como las
instalaciones (laboratorios, edificios, etc.) en el
marco de las cuales se desarrolla este tipo de
actividad.
Muchos objetos
tomados en forma aislada del contexto científico
contienen elementos de dos o más de los componentes
mencionados. Por ejemplo, los métodos de gestión del
personal científico, aun cuando su fundamento lo aportan
distintas disciplinas, su aplicación se produce en el
contexto social de las ciencias, es decir, en la esfera
de las relaciones entre los individuos y los colectivos.
La tecnología, por
su parte, constituye aquel sector de la actividad de la
sociedad empeñada en la modificación del mundo
circundante.
La transformación
de la realidad objetiva se efectúa mediante un ciclo
cerrado de cinco momentos o etapas que comprende, tanto
al producto o al servicio, como a los procesos de su
generación. Estas cinco fases por las que atraviesa
cualquier producto o servicio son: determinación de su
necesidad; diseño y desarrollo del producto, del
servicio y del proceso; producción o prestación del
servicio; valoración del suministrador y del cliente y
análisis del perfeccionamiento del producto o servicio y
del proceso.
Aunque un poco
esquemáticamente, se pueden considerar las necesidades
cognoscitivas del hombre como origen de la ciencia y las
necesidades materiales, como la fuente del desarrollo de
la tecnología. En tanto la ciencia se ocupa de conocer y
comprender los objetivos y fenómenos ya existentes, la
tecnología trata de crear productos y servicios que aun
no existen, pero que son necesarios.1
Las instituciones
de información, por ejemplo, poseen un doble carácter,
científico y tecnológico en su actividad esencial porque,
a la vez que facilitan los procesos de transmisión de
los conocimientos, participan activamente en el proceso
de transformación del mundo mediante el desarrollo
constante de productos y servicios dirigidos a influir
decisivamente en los procesos sociales, materiales,
etcétera.
La tecnología se
desarrolló antes que la ciencia, porque respondía a la
necesidad práctica e inmediata. El hombre aprendió a
producir el fuego mucho antes de preguntarse sus causas
e implicaciones....., a domesticar animales y construir
casas sin poseer los conceptos generales de la genética
ni del equilibrio o la estabilidad.1
Si se observan los
componentes esenciales que conforman la actividad
tecnológica, se hallarán los cuatro elementos antes
definidos como fundamentales a la hora de analizar la
actividad científica. Sin embargo, esto no quiere decir
que para el sector tecnológico cada componente no posea
matices propios. Por ejemplo, en cuanto al componente
cognoscitivo, la actividad tecnológica incorpora, con
gran énfasis, la información del mercado, de las
necesidades, de los precios de la competencia, de la
satisfacción y otras, esenciales para la subsistencia de
los productos y las empresas que desarrollan este tipo
de actividad.
La ciencia y la
tecnología como fuerzas productivas de la sociedad
moderna
Los productos
tecnológicos constituyen uno de los resultados de la
actividad creativa del hombre. Ellos completan y adecuan
el cuadro de la realidad a las necesidades de la
sociedad. Estos productos, al contrario de lo que ocurre
con los conocimientos que aporta la ciencia, poseen
primero un carácter ideal y, posteriormente, adoptan una
forma material específica.
Los sistemas
biológicos en lo fundamental, se adaptan al medio
circundante; a diferencia de éstos, la sociedad humana,
con una esencia social, se manifiesta como un sistema
que modifica al medio -ejerce una función transformadora
sobre él- para hacerlo habitable y adaptar la naturaleza
a sus necesidades.2
Se entiende por
proceso de transformación de la ciencia en una fuerza
productiva inmediata, a la paulatina transformación de
esta en un factor necesario del proceso productivo, al
influjo creciente de la ciencia sobre todos los
elementos materiales de las fuerzas productivas.
Si el conocimiento
representa la transformación del objeto material en
ideal, el movimiento de la ciencia hacia la esfera
productiva representa un proceso de transformación de lo
ideal en material.
Tanto la ciencia
como la tecnología se han convertido en una fuerza
productiva inmediata de la sociedad moderna, es decir,
en un factor necesario del proceso de producción que
ejerce una creciente influencia no sólo sobre los
elementos materiales -y hasta espirituales- de las
fuerzas laborales, sino que alcanza también a todas las
esferas de la actividad humana.
La utilización
sistemática de los conocimientos científicos y de las
nuevas formas materiales generadas en el sector
tecnológico, se ha impuesto como condición para el
desarrollo social. Su utilización constituye una de las
tendencias que con mayor fuerza caracteriza a la
sociedad moderna y ejerce en ésta un empuje cada vez más
creciente.
La fusión de la
ciencia con la tecnología y de ésta con la producción
material en general, así como la conversión de la
ciencia en fuerza productiva inmediata, son rasgos
característicos del cambio cualitativo radical que
actualmente se opera en las fuerzas productivas. Por
ello, el progreso histórico de la ciencia y la
tecnología no es más que un aspecto del desarrollo
histórico del ser humano, como la principal fuerza
productiva de la sociedad.
Se hace referencia
no sólo a los conocimientos científicos, sino también a
la ciencia en general, el proceso de conversión de ésta
en fuerza productiva inmediata consiste asimismo en que
los eslabones de la investigación científica pasan a ser
elementos importantes de las empresas industriales, que
se incluyen directamente, sin ninguna mediación, en la
esfera de producción material.
Interdependencia
de las esferas científica y tecnológica
Es extraño, en
nuestros días, encontrar alguna actividad material de la
sociedad que no requiera de la obtención de determinados
conocimientos mediante la investigación como medio para
lograr objetivos particulares. Todas las tecnologías
están por lo tanto en proceso de generar sus propias
ciencias, aunque por otra parte, también es difícil
hallar cualquier pieza del conocimiento que no se
escudriñe en busca de beneficio potencial en forma
material. Todas las ciencias están en proceso de generar
sus propias tecnologías. Este proceso está entremezclado
a gran escala, desde el laboratorio y el taller, hasta
el concilio de investigación y la firma industrial, así
como y en cada dimensión de la interpenetración.3
Si bien en sus
orígenes las esferas tecnológica y científica se
desarrollaron de forma relativamente independiente, con
posterioridad, dichos sectores de la actividad social
adquirieron tal grado de interrelación, que la ciencia y
la tecnología han llegado a considerarse como una sola
esfera.
Las funciones de
la ciencia y de la tecnología en la sociedad son
inseparables. Estos son dos aspectos de una actividad
indivisible, cuyo alcance trasciende a una variedad de
instituciones sociales con una función primaria
esencialmente instrumental. A la corta o a la larga,
ellas justifican su existencia mediante la producción de
conocimientos prácticos, productos o técnicas nuevas y
humanamente relevantes, a los que se les pueda dar algún
uso, que se extienden sobre un amplio espectro ético que
va desde la satisfacción de las necesidades básicas
humanas de alimentos, vivienda y salud hasta las que
soportan la poderosa estructura de una sociedad con el
armamento bélico y las inversiones lucrativas.3
Sin embargo, esta
función puede sólo ser efectiva si se genera un producto
intermedio -conocimiento generalizado- que no es
práctico de inmediato. Algunos científicos y tecnólogos
se especializan en la producción de este tipo de
conocimientos, mientras que otros se dedican
principalmente a transformar aquellos en formas
prácticas. Estas no son funciones separadas y, a menudo,
se realizan simultáneamente por las mismas personas en
la organización. Puede que no se manifiesten de igual
modo a como aparecieron la ciencia y la tecnología en el
pasado, pero es la forma que ahora ellas adoptan desde
el punto de vista de la sociedad como un todo.3
El avance del
conocimiento científico desde el surgimiento de la
ciencia se basa, en gran medida, en el auge de la
tecnología que amplía las posibilidades de observación,
experimentación y captación, procesamiento, trasmisión y
utilización de la información. A tal punto llega esta
influencia que son escasos los procesos científicos que
no se apoyen en la multitud de herramientas tecnológicas
disponibles.
De igual forma
ocurre con los progresos tecnológicos los que, si bien
en un principio no se apoyaban en un conocimiento
verdadero del mundo circundante, en la era moderna
dependen cada vez más de la búsqueda intensa de nuevos
conocimientos que permitan investigar, diseñar y
producir objetos materiales más adecuados a los
parámetros de las necesidades sociales.
Ocurre, por lo
tanto, un intercambio constante de productos entre las
esferas científica y tecnológica, de manera tal que los
productos de una esfera pueden convertirse en las
materias primas o las herramientas necesarias de la otra
para realizar su actividad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Rojo O. La
tecnología y la ciencia: algunas reflexiones en el
fondo, en el método y en la forma. Acta Mex Ciencia
Tecnol 1987;5(20):91-3.
- Ursul AD. El reflejo
y la información. Ciencias Sociales; 1984:122, 232.
- Ziman J. An
introduction to sciences studies. The philosophical
and social aspects of science and technology.
Cambridge: Cambridge University; 1987:119.
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