L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r


El verbo. Los accidentes gramaticales

Número y persona

 

El verbo es el núcleo del sintagma verbal y, por tanto, del predicado. Es verbo toda palabra capaz de constituir una oración por sí misma (ya que lleva implícito el sujeto) o con ayuda de un sustantivo. Muchos verbos indican acciones, como bailar, hablar, volar... Pero otros muchos expresan estados o procesos que experimentan los seres, como ser, estar, vivir, crecer, envejecer, quedar, etcétera.

Estructura

El verbo admite muchas formas distintas, que son resultado de combinar dos partes:

  • La raíz o lexema del verbo soporta el significado semántico: cant-ar, com-er, part-ir.

    La raíz se obtiene quitando al infinitivo la terminación -ar, -er o -ir: cant-ar, beb-er, sal-ir.

  • Las desinencias son las terminaciones que se añaden a una misma raíz para obtener las distintas formas de un verbo, y que aportan significados gramaticales: cant-o, cant-abais, cant-arán.

    Estos significados son: persona, número, tiempo, modo y aspecto.

Conjugaciones verbales

Los verbos se agrupan en tres conjugaciones según la vocal temática que presenten al comienzo de sus desinencias. La vocal temática se aprecia claramente en la terminación de los infinitivos:

 
Infinitivo Vocal temática Conjugación
cant-ar a primera
tem-er e segunda
part-ir i tercera

Número y persona

La persona gramatical

  • La primera persona se identifica con el hablante, o hablantes. Puede llevar como sujeto los pronombres personales yo, nosotros, nosotras .
  • La segunda persona es la persona a la que se habla. Lleva como sujeto los pronombres personales tú, vosotros, vosotras.
  • La tercera persona se refiere a todo ser u objeto que no es ni la primera ni la segunda persona. Puede llevar como sujeto los pronombres personales él, ella, ellos, ellas, usted, ustedes, y además todos los sustantivos.

El número

Las tres personas gramaticales pueden aparecer en singular o en plural.

Tiempo, modo y aspecto

El tiempo

Las formas verbales sitúan la acción en un tiempo determinado, que puede ser presente, pretérito (pasado) y futuro.

El modo

Manifesta la acción del verbo, y hay tres tiempos:
  • El indicativo es el modo de la objetividad, de la imparcialidad del hablante; éste se limita a exponer un hecho pasado, presente o futuro: Se acerca una tormenta.
  • El subjuntivo es el modo de la subjetividad, de la participación emocional del hablante frente a la acción; expresa un deseo, temor, posibilidad, duda, etc.: Que tengas suerte.

    También se usa para formular órdenes en oraciones negativas: No vengas mañana.

  • El imperativo es el modo del mandato; se utiliza para dar órdenes o instrucciones en las oraciones afirmativas: Ven pronto.

El aspecto

El verbo puede informar también sobre el desarrollo de la acción. El aspecto caracteriza la acción desde el punto de vista de su transcurso o de su término.

Hay dos aspectos:
  • Perfectivo: presenta la acción terminada, tanto si es presente, como si es pasada o futura: A las ocho habré llegado a Londres.
  • Imperfectivo: muestra la acción sin terminar, en su transcurso: Mañana volaré a Londres.

    El aspecto se expresa mediante desinencias, pero también con algunas perífrasis verbales

Tiempos verbales

El conjunto de formas que comparten las mismas nociones de tiempo, modo y aspecto y que solamente muestran variación de número y persona constituye un tiempo verbal.

Hay dos series de tiempos verbales, los tiempos simples y los tiempos compuestos. Salvo el imperativo, a cada tiempo simple le corresponde un tiempo compuesto que indica anterioridad con respecto a aquél.

 
Modos Tiempos simples Tiempos compuestos
Indicativo Presente (amo) Pretérito perfecto compuesto (he amado)
Pretérito imperfecto (amaba) Pretérito pluscuamperfecto (había amado)
Pretérito perfecto simple (amé) Pretérito anterior (hube amado)
Futuro (amaré) Futuro perfecto (habré amado)
Condicional (amaría) Condicional perfecto (habría amado)
Subjuntivo Presente (ame) Pretérito perfecto (haya amado)
Pretérito imperfecto (amara ? amase) Pretérito pluscuamperfecto (hubiera amado/ hubiese amado)
Futuro (amare) Futuro perfecto (hubiere amado)
Imperativo Presente (ama)  
 

El aspecto verbal

Te será más fácil entender y recordar el aspecto verbal si tienes en cuenta:

  • Tienen aspecto perfectivo todos los tiempos compuestos y el pretérito perfecto simple.
  • Tienen aspecto imperfectivo todos los tiempos simples, salvo el pretérito perfecto simple.
 

Sincretismo

Una misma desinencia puede significar varias cosas a la vez. Por ejemplo:
Cant-aba-n –aba = tiempo (pretérito imperfecto) y modo (indicativo) -n = persona (tercera) y número (plural).

 

Verbos regulares y verbos irregulares

Verbos regulares son aquellos que conservan la raíz invariable en todas sus formas y toman las mismas desinencias que el modelo de su conjugación.

Verbos irregulares son aquellos en los que cambia la raíz en algunos tiempos o personas, algunas desinencias son distintas al modelo de su conjugación o ambas cosas a la vez.

Se distribuyen en tres grupos, según la variación sea en el presente (mover Þ muevo), en el pasado (mentir Þ mintió) o en el futuro (saber Þ sabrá).

 

Concordancia

La indicación de número y persona en el verbo es lo que permite, por ejemplo, la concordancia entre el núcleo del sujeto y el núcleo del predicado.

Los niños comen Þ 3ª persona del plural.

Yo como Þ 1ª persona del singular.

 

La voz

La voz es la categoría gramatical que expresa si el sujeto del verbo es agente o paciente.

Si el sujeto realiza la acción verbal, el verbo estará en voz activa:

La policía detuvo al ladrón.

Si, por el contrario, el sujeto recibe la acción del verbo, estará en voz pasiva: El ladrón fue detenido.

 

El aspecto y los tiempos verbales

Son perfectivos todos los tiempos compuestos y el pretérito perfecto simple.

Son imperfectivos todos los tiempos simples, excepto el pretérito perfecto simple.

 

Verbos defectivos

Son defectivos los verbos que no se conjugan en todos sus tiempos y personas. A veces esto ocurre porque su significado no se presta al uso, como en atañer (yo *ataño) y concernir (yo *concierno). En otros verbos defectivos sólo se usan las formas en que las desinencias comienzan por i, como abolir, transgredir, agredir.

 

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