L
a G r a n E n c i c l o p e d
i a I l u s t r a d a d e l
P r o y e c t o S a l ó n H o
g a r |
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¿Qué es el acento
diacrítico?
Observa la siguiente situación:
Juan: Este auto me
gustaría tener.
Pedro: A mi me gustaría éste.
Como te habrás dado cuenta la palabra “este” aparece con y
sin acento gráfico.
Esto nos demuestra la importancia que tiene la acentuación
para diferenciar las funciones gramaticales que pueden
cumplir palabras similares dentro de la oración.
Acento diacrítico
Es la tilde que se pone a algunas
palabras para distinguirlas de otras de igual forma, pero de
diferente significado.
De este modo llevan acento diacrítico:
- Los pronombres demostrativos éste, ése, aquél, etc., para
distinguirlos de adjetivos demostrativos, este, ese, aquel.
- Los pronombres que, quien, cual y
los adverbios como, cuando, donde, cuanto, se acentúan
cuando son interrogativos o exclamativos.
- Las palabras homófonas o sea de
igual sonido. Se marca el acento en la que tenga acento
tónico más fuerte.
- Él (pronombre personal) para
distinguirlo de el (artículo).
Ejemplos
Él me visitó.
El lápiz es rojo.
- Mí, tú (pronombres
personales) para distinguirlos de mi,
tu (adjetivos posesivos).
Ejemplo
¡Ese pastel era para mí, pero te lo comiste tú!
¡No es mi pastel, ni es tu comida!
- Más (adverbio de
cantidad), para distinguirlo de mas (conjunción).
Ejemplo
Iré más tarde.
Iría, mas no puedo.
- Sé (forma verbal de ser y saber) para
distinguirlo de se (pronombre reflejo).
Ejemplo
Sé que me quieres, mamá.
Se calmó al ver a su madre.
- Dé (forma verbal de dar) para
distinguirlo de de (preposición).
Ejemplo
Dé su amor sin medida.
Venía de un lugar lejano.
- Sí (pronombre y adverbio de afirmación)
para distinguirlo de si (conjunción
condicional).
Ejemplo
Sí lo compre hoy.
Lo tiene para sí.
Si vienes me quedo.
- Sólo adverbio de modo para distinguirlo
de solo (sustantivo y adjetivo).
Ejemplo
Salgo sólo los lunes.
Salgo a caminar solo.
El acento diacrítico o
tilde diacrítica
sirve
para dar a una letra o a una palabra algún valor distintivo.
«Se
llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite
distinguir palabras con idéntica forma, es decir, escritas
con las mismas letras, pero que pertenecen a categorías
gramaticales diferentes.
En general, llevan tilde diacrítica las
formas tónicas (esto es, las que se pronuncian con acento
prosódico o de intensidad) y no la llevan las formas átonas
(esto es, las que carecen de acento prosódico o de
intensidad dentro de la cadena hablada).
Existen, no obstante, algunas
excepciones, como es el caso de los nombres de las letras
te
y de
y los de las notas musicales
mi
y si
que, siendo palabras tónicas, no llevan tilde (al igual que
sus respectivos homófonos átonos: la preposición
de, el
pronombre personal
te,
el adjetivo posesivo
mi
y la conjunción
si);
o la palabra
más, que
aunque tiende a pronunciarse átona cuando se usa con valor
de adición o suma (dos
más dos son cuatro) se escribe con tilde.
En otras ocasiones, la tilde diacrítica
tiene como función evitar posibles anfibologías, esto es,
dobles sentidos, como en el caso de los demostrativos
este, ese y
aquel o de la
palabra solo.
Salvo en estos dos últimos casos, la
tilde diacrítica no distingue parejas de palabras de igual
forma y que siempre son tónicas, como
di
del verbo
decir
y di
del verbo
dar,
fue
y fui
del verbo
ir
y fue
y fui
del verbo
ser,
ve
del verbo
ver
y ve
del verbo
ir,
vino del verbo
venir
y vino
sustantivo, etc.»
Las palabras
monosílabas no se acentúan. Sin embargo, hay palabras
monosílabas que tienen la misma forma, pero representan dos
clases distintas de palabras con una función gramatical
distinta, es decir, pertenecen a categorías gramaticales
distintas y, por tanto, no significan lo mismo. Por esta
razón, es necesario acentuarlas o utilizar el acento
diacrítico o tilde, con el propósito de diferenciarlas.
Para poner el acento
diacrítico no es suficiente que las dos palabras se escriban
o pronuncien de igual manera. Tienen que pertenecer a una
clase gramatical distinta, tener una función gramatical
distinta y, en general, ser tónicas. Y esta diferente
función gramatical es lo decisivo para la aplicación de la
regla del acento diacrítico.
Por ejemplo: de
es preposición, y dé es forma verbal del verbo dar;
se es pronombre reflexivo o impersonal, y sé
es forma verbal tanto del verbo saber como del verbo
ser; más es adverbio, y mas es
conjunción adversativa.
Por tanto, si dos
palabras que se escriben o pronuncian de igual manera
pertenecen a la misma clase de palabras, es decir, tienen la
misma función gramatical, por ejemplo ambas son verbos y
ambas son tónicas, no hay que diferenciarlas con el acento
diacrítico.
Es el caso de ve
que puede significar ver o ir, pero en ambos
casos es un verbo en modo imperativo. Por tanto no lleva
acento diacrítico en ningún caso por pertenecer las dos
palabras a la misma categoría gramatical y ser tónicas. En
la pronunciación se diferencian en que la vocal e de
ve en el sentido de ir es más abierta.
Las palabras
monosílabas no llevan acento escrito (tilde), excepto
aquellas que por desempeñar más de una función dentro de la
oración necesitan el acento diacrítico para diferenciar unas
de otras.
No llevan acento:
fue, don, tren, tez, cual, dio, fe, bien, fui, pues, vio,
sed, ya, cien, fin, luz, pan, pie, flan, dos, Juan, mar,
soy, tres, res, etc.
Pero llevan acento
diacrítico las siguientes palabras para diferenciar su
función gramatical. Muchos de los usos de la tilde
diacrítica en español afectan a palabras de una sola sílaba:
|
Con tilde o acento
diacrítico |
|
Sin tilde o acento
diacrítico |
aun |
adverbio (con el significado de hasta,
también,
inclusive o siquiera, con negación):
y aun tiene la vergüenza de pedirme dinero
en locución conjuntiva:
aun cuando |
aún |
adverbio de tiempo sustituible
por todavía:
este modelo está
aún de moda / aún tenemos que pagar esta cuenta
/ aún no lo sé |
de |
preposición: un reloj de oro
letra de:
llevaba bordada una de en la
blusa |
dé |
del verbo dar:
el coche no se lo vendo aunque me
dé el doble de lo que me costó / dé recuerdos a
su mujer de mi parte |
el |
artículo:
el cartero ya ha venido |
él |
pronombre personal:
él dice que no viene a la fiesta |
mas |
conjunción adversativa:
lo sabía, más no nos quiso
decir nada |
más |
adverbio: yo gano más que tú
conjunción: tres más tres son
seis
sustantivo (signo matemático):
en esta suma falta el
más |
mi |
adjetivo posesivo: esta es mi
mujer
nota musical mi:
sinfonía en mi menor |
mí |
pronombre personal o reflexivo:
a mí me gusta mucho /
me prometí a mí mismo cambiar de vida |
o |
conjunción disyuntiva:
no sé cuál comprar si este o
aquel |
ó |
30
ó 40 / 400 ó 500 / 50 ó 100
(para diferenciar la conjunción del cero) |
se |
pronombre:
se levanta temprano / se habla
español / se venden revistas |
sé |
del verbo ser o saber:
sé bueno y no des la
lata / yo sé que eres un buen chico |
si |
conjunción condicional: si
llueve no salimos / dime si vais a salir / ¡si
será tonto!
nota musical si:
sonata en si menor |
sí |
adverbio de afirmación: ¡sí
quiero!
pronombre reflexivo: vive
encerrado en sí
sustantivo:
tardó mucho en dar el sí |
solo |
adjetivo calificativo:
duerme solo toda la noche |
sólo |
adverbio de modo, sustituible por
solamente, únicamente:
duerme sólo durante el día |
te |
pronombre: te lo agradezco
letra te: esto no parece una
te
el nombre se
escribe con dos tes |
té |
sustantivo (bebida):
¿quieres tomarte
un té?
me tomé dos tés |
tu |
adjetivo:
dame tu dirección |
tú |
pronombre:
tú me entiendes |
Antigua normativa:
La
Real Academia Española RAE en Esbozo de una
nueva gramática de la lengua española. Madrid:
Espasa-Calpe, 1973, § 1.8.3H,2°:
«El acento ortográfico
de las formas verbales con pronombres personales enclíticos:
Las formas verbales monosilábicas y las formas agudas,
seguidas de un solo enclítico, se atienen en el uso
ortográfico de la tilde al mismo régimen que cuando se
emplean solas:
da-le, fui-me,
decid-me, reír-se, oír-lo; dé-le
(del verbo dar), salí-me, partió-se
Si una forma verbal
monosilábica o aguda se agrupa con dos enclíticos, la vocal
prosódicamente acentuada del verbo se escribe siempre con
tilde, aunque no lo requiera cuando se emplea sola: dá-se-lo,
dí-me-lo, decíd-nos-lo. Todas las formaciones se
convierten en supuestas palabras esdrújulas.
Si una forma verbal
llana o esdrújula se agrupa con uno o más enclíticos, la
vocal prosódicamente acentuada del verbo lleva siempre
tilde, lo exija o no cuando se emplea sin enclíticos:
hablába-se, mirándo-os,
quisiéra-lo
Pero decía-me,
oía-lo, veía-la, decía-me-lo (de acuerdo con las formas
verbales empleadas solas: decía, oía, veía). Todas
las formaciones son aquí esdrújulas o sobresdrújulas.
Cuando alguna de estas
formaciones se sustantiva, se emplea tilde si la voz
resultante es esdrújula, aunque el verbo no la lleve fuera
del compuesto:
pésame, pésete.
Inversamente, deja de
emplearse tilde si el sustantivo tiene acentuación llana,
aunque la lleve la forma verbal cuando se emplea fuera del
compuesto:
acabose, cargareme, detende.»
Nueva normativa
a partir de 1999:
Las normas anteriores quedan modificadas por la Real
Academia Española en la Ortografía de la lengua española.
Edición revisada por las Academias de la Lengua Española.
Madrid: Espasa Calpe, 1999, § 4.7.3:
«Acentuación de las
formas verbales con pronombres enclíticos: Las formas
verbales con pronombres enclíticos llevan tilde o no de
acuerdo con las normas generales de acentuación. Ejemplos:
cayose, pidiole,
estate
(casi todos de palabras
llanas terminadas en vocal);
mírame, dámelo,
antójasele, habiéndosenos
(casos de palabras
esdrújulas y sobresdrújulas).
Las palabras de este tipo que ya no funcionan como verbos,
así como las compuestas por verbo más pronombre enclítico
más complemento, siguen también, en cuanto al uso de la
tilde, las normas generales: Ejemplos:
acabose, sabelotodo,
metomentodo.»
En
la nueva Ortografía se establece que todas las formas
verbales con pronombres enclíticos se acentúen de acuerdo
con las normas generales de acentuación. Ejemplos:
cayose, estate, deme no llevan tilde por
ser palabras llanas terminadas en vocal; mírame,
dámelo, habiéndosenos llevan tilde por ser
palabras esdrújulas y sobresdrújulas.
También las formas voseantes
del imperativo de segunda persona del singular, tanto si
llevan pronombre enclítico como si no lo llevan, siguen
siempre las reglas de la acentuación. Así, cuando se usan
sin enclítico, llevan tilde por ser palabras agudas
terminadas en vocal: comé, decí, mirá
cuando van seguidas de un enclítico, pierden la tilde porque
se convierten en palabras llanas terminadas en vocal o en
-s: sentate, contame, visitanos,
buscalos; y si van seguidas de más de un enclítico,
llevan tilde por tratarse de palabras esdrújulas:
decímelo, ponételo.
«Este
adverbio oscila en su pronunciación entre el hiato [a - ún]
y el diptongo [aun], dependiendo de diferentes factores: su
valor semántico, su situación dentro del enunciado, la mayor
o menor rapidez o énfasis con que se emite, el origen
geográfico del hablante (en algunos países de América se
articula siempre con hiato, independientemente de su
significado y posición dentro del enunciado), etc. Dado que
no es posible, por tanto, establecer una correspondencia
unívoca entre los usos de esta palabra y sus formas
monosílaba (con diptongo) o bisílaba (con hiato), es
preferible considerarla un caso más de tilde diacrítica.
a)
La palabra aún
lleva tilde cuando puede sustituirse por
todavía (tanto
con significado temporal como con valor ponderativo o
intensivo) sin alterar el sentido de la frase:
Aún la espera; Este modelo
tiene aún más potencia; Tiene una biblioteca de más de cinco
mil volúmenes y aún se queja de tener pocos libros; Aún si
se notara en los resultados..., pero no creo que mejore.
b)
Cuando se utiliza con el mismo significado de
hasta, también, incluso
(o siquiera,
con la negación ni),
se escribe sin tilde:
Aprobaron todos, aun los que no estudian nunca; Puedes
quejarte y aun negarte a venir, pero al final iremos; Ni aun
de lejos se parece a su hermano. Cuando la
palabra aun
tiene sentido concesivo, tanto en la locución conjuntiva
aun cuando, como
si va seguida de un adverbio o de un gerundio, se escribe
también sin tilde: Aun
cuando no lo pidas, te lo darán; Me esmeraré, pero aun así,
él no quedará satisfecho; Me referiré, aun brevemente, a su
obra divulgativa; Aun conociendo sus limitaciones, decidió
intentarlo.»
[RAE:
Diccionario de dudas / Avance.]
Resumiendo:
La
palabra aún llevará tilde cuando se utiliza con el
significado de ‘todavía’:
Aún es joven.
No ha llegado aún.
En
cambio, cuando equivale a hasta, también, incluso (o
siquiera, con negaión), se escribirá sin tilde:
Aun los sordos habrán
de oírme.
Todos los socios, aun
los más conservadores, votaron a favor.
Ni aun él lo sabía.
Cuando aun forma parte de una locución conjuntiva
aun cuando, se escribe sin tilde:
Aun cuando lo pidiera, no le harían
caso.
La palabra solo puede funcionar
como adjetivo o como adverbio:
Desayuna siempre solo. [solo
= 'sin compañía']
Solo vamos a desayunar café con
leche. [solo = 'solamente']
Solo desayuna un café con leche.
[solo = 'solamente']
Desayuna un café solo. [solo
= 'sin leche']
"Cuando quien escribe perciba el riesgo
de ambigüedad, llevará acento ortográfico en su uso
adverbial" (RAE 1999: § 4.6.4).
«La
palabra solo
puede ser un adjetivo:
No me gusta el café solo;
Vive él solo en esa gran mansión;
o un adverbio:
Solo nos llovió dos días;
Contesta solo sí o no.
Se trata de una palabra llana terminada
en vocal, por lo que, según las reglas generales de
acentuación, no debe llevar tilde. Ahora bien, cuando esta
palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como
adverbio o como adjetivo, de modo que el sentido sea
ambiguo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso
adverbial:
Estaré solo un mes
(al no llevar tilde,
solo se
interpreta como adjetivo: ‘en soledad, sin compañía’);
Estaré sólo un mes
(al llevar tilde,
sólo se
interpreta como adverbio: ‘solamente, únicamente’).»
[RAE:
Diccionario de dudas / Avance.]
Pasaré solo este verano aquí. [solo
= 'en soledad, sin compañía']
Pasaré sólo este verano aquí. [solo
= 'solamente, únicamente']
La tilde
diacrítica en los demostrativos |
Los demostrativos
éste, ése, aquél, según las normas de
ortografía anteriores a la reforma de 1999, llevaban acento
diacrítico cuando se empleaban como pronombres, y no lo
llevaban en función de adjetivos, es decir, cuando
acompañaban a un sustantivo. Se exceptúa siempre el
demostrativo neutro esto, eso, aquello que no
acompaña nunca a un sustantivo por no existir sustantivos
neutros en español.
Pero según las nuevas
normas académicas (1999) se puede prescindir de la tilde en
los pronombres demostrativos cuando de ello no resulte
anfibología, es decir, cuando no haya ambigüedad de sentido.
"Solamente cuando se utilicen como pronombres y exista
riesgo de ambigüedad se acentuarán para evitarla". Parecería
que es difícil que se presente este caso, ya que el
demostrativo como adjetivo va siempre acompañando al
sustantivo, mientras que como pronombre va solo. Pero la RAE
pone un ejemplo de posible ambigüedad:
Dijo que ésta mañana
vendrá. [ésta = esta
mujer]
Dijo que
esta mañana vendrá. [esta
= esta mañana]
«Con
tilde, ésta es el sujeto de la proposición
subordinada; sin tilde, esta determina al nombre
mañana.»
(RAE 1999: 49)
«Los
demostrativos este, ese
y aquel, con
sus femeninos y plurales, pueden ser pronombres (cuando
ejercen funciones propias del sustantivo):
Eligió este; Ese ganará;
Quiero dos de aquellas; o adjetivos (cuando
acompañan al sustantivo):
Esas actitudes nos
preocupan; El perro este siempre está estorbando.
Sea cual sea la función que desempeñan,
los demostrativos siempre son tónicos y, al ser palabras
llanas terminadas en vocal (los singulares) o en
-s (los plurales),
se escriben sin tilde, según establecen las reglas generales
de acentuación.
Solamente cuando en una oración exista
riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda
interpretarse en una u otra de las funciones antes señaladas,
el demostrativo llevará obligatoriamente tilde en su uso
pronominal. Así, en una oración como la del ejemplo
siguiente, únicamente la presencia o ausencia de la tilde en
el demostrativo permite interpretar correctamente el
enunciado: ¿Por qué
compraron aquéllos libros usados? (aquéllos
es el sujeto de la oración);
¿Por qué compraron aquellos
libros usados? (el sujeto de esta oración no está
expreso, y aquellos
acompaña al sustantivo
libros).
Las formas neutras de los demostrativos,
es decir, las palabras
esto, eso y
aquello, que son siempre pronombres, se escriben
sin tilde: Eso no es
cierto; No entiendo esto.»
[RAE:
Diccionario de dudas / Avance.]
La tilde
diacrítica en los interrogativos y exclamativos |
Todas las partículas
interrogativas y exclamativas, tanto directas como
indirectas, llevan acento diacrítico para diferenciarlas del
relativo y de la conjunción que:
¿Qué te ha dicho?
Que fuera a verle
mañana.
Quien diga una cosa
así, miente.
¿Quién se atreve a
decir una cosa así?
¡Qué ciudad más
bonita!
Le preguntó qué
clase de marisco le gustaba.
«Las
palabras adónde, cómo,
cuál/es, cuán, cuándo,
cuánto/a/os/as, dónde,
qué y
quién/es, que
tienen valor interrogativo o exclamativo, son tónicas y
llevan tilde diacrítica.
Los interrogativos y exclamativos
introducen enunciados interrogativos y exclamativos:
¿Adónde vamos?; ¡Cómo te
has puesto!; ¿Cuál es el suyo?; ¡Cuán hermoso es!; ¿Cuándo
tienes que volver?; ¿Cuántos años tiene?; ¿Dónde ocurrió?; ¡Qué
suerte ha tenido!; ¿De quién ha sido la idea?
También introducen oraciones
interrogativas o exclamativas indirectas:
Pregúntales dónde está el
ayuntamiento; Ya sé cuándo vendrá; No tenían qué comer;
Estaba seguro de quién iba a ganar; Imagínate cómo habrá
crecido que no lo reconocí; Verá usted qué frío hace dentro.
Además, pueden funcionar como
sustantivos: Se propuso
averiguar el cómo, el cuándo y el dónde de aquellos sucesos.
(adónde,
cómo, cuál,
cuán,
cuándo,
cuánto,
dónde, qué,
quién).
Cuando estas palabras son átonas,
(salvo cual,
que es tónico cuando va precedido de artículo) funcionan
como relativos o como conjunciones y se escriben sin tilde:
El lugar adonde vamos te
gustará; Quien mal anda, mal acaba; El que lo sepa que lo
diga. (adonde,
como, cual,
cuando,
cuanto,
donde, que,
quien).»
[RAE:
Diccionario de dudas / Avance.]
conque
<> con que <> con qué |
«Conque
es una conjunción que anuncia una consecuencia natural de lo
que acaba de decirse:
Está de muy mal humor, conque
trátale con cuidado.
También se emplea introduciendo una
frase interrogativa con la que se echa en cara al
interlocutor una afirmación o promesa incumplida:
¿Conque iba a venir a las seis?
Esta conjunción en todos los casos se
pronuncia átona y ha de escribirse en una sola palabra.
No debe confundirse esta conjunción con
la suma – también átona – de la preposicón con y el
relativo que:
Estos son los medios con que cuento.
Esta suma, con que (escrita en
dos palabras), equivale a ’con el cual’, ’con la cual’, ’con
lo cual’, ’con los cuales’ o ’con las cuales’.
Tampoco debe confundirse la conjunción
consecutiva conque con la preposición con
precediendo a una proposición introducida por la conjunción
que:
Con que fuera como la otra hermana,
nos conformaríamos.
(’nos conformaríamos con el
hecho de que fuera ...’).
Ni la conjunción conque ni la
suma de con + que (ambas átonas) han de confundirse
con la suma de la preposición con y el interrogativo
qué (tónico):
¿Con qué medios cuentas?; Dime con
qué medios cuentas.»
[Seco, Manuel: Diccionario de dudas
y dificultades de la lengua española. Madrid:
Espasa-Calpe, 1998, p. 128-129]
Otro ejemplo:
Tras decidir irse a casa dos días
después de dar a luz, se encontró al día siguiente con que
el hospital Valle Hebrón había dado su hija en adopción.
porque
<> por qué <> por que <> el porqué <> los porqués |
«La
conjunción causar porque, átona, compuesta por
la preposicón por y la conjunción que, se
escribe siempre como una sola palabra:
Voy, no porque me llamen, sino
porque quiero.
La misma
conjunción puede expresar finalidad:
Entró de puntillas porque no le
oyesen. ('para que no le oyesen')
La Academia da
como válida también la grafía en dos palabras:
Hice cuanto pude por que no llegara
este caso;
pero este uso no
es corriente.
Debe
evitarse la confusión entre la conjunción porque y el
relativo con preposición por que, equivalente
a 'por el cual, por la cual, por los cuales, por las cuales':
Estas son las razones por que no
quiero ir.
Igualmente es
preciso no confundir porque (conjunción) y por que
(pronombre relativo) con por qué (pronombre o
adjetivo interrogativo) y porqué (nombre masculino).
Aparte del sentido, la diferencia más patente está en que en
los dos últimos es tónico el elemento que (por ello
se escribe con tilde), lo cual no ocurre en los primeros.
Porqué.
No debe
confundirse por qué - pronombre o adjetivo
interrogativo precedido de la preposición por - con
porqué - nombre masculino que significa 'causa' -.
Ejemplos del
pronombre y adjetivo:
¿Por qué no contestas?
¿Por qué razón no contestas?
No sabemos por qué no contestas.
Ejemplo del
nombre:
No sabemos el porqué de tu silencio.
Advertencia:
en el caso del pronombre, la proposición interrogativa
por qué no contestas puede ir precedida del artículo
el:
No sabemos el por qué no contestas.
Se escribe por
qué, separado, pues el artículo realza el carácter
sustantivo de toda la proposición que sigue. No puede
confundirse con
No sabemos el porqué de tu silencio,
o el porqué de que no contestes.
Aquí se ve
claramente que el porqué es un nombre que podría ser
reemplazado perfectamente por otros nombres sinónimos, como
la causa o el motivo.»
[Seco, Manuel:
Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española.
Madrid: Espasa-Calpe, 1998, p. 348]
Otro ejemplo:
Rezo porque su matrimonio no fracase,
porque no sabe por qué se casó con ella. El porqué lo sabrá
su psicoanalista, y él cuando se divorcie.
«La
conjunción adversativa sino (que se pronuncia
átona) se emplea cuando, negada una cosa, se afirma a
continuación otra que ocupa su lugar:
No lo hizo él, sino ella.
No es bondadoso, sino tonto.
Cuando la
conjunción se enuncia en medio de dos oraciones con verbo
explícito, toma normalmente la forma sino que:
No le pegó, sino que le insultó.
Son raros los
ejemplos como este, sin que:
El tiempo no existe, sino es la
conciencia del pasado.
E inversamente, es
extraño para los españoles el empleo de sino que
entre elementos que no son oraciones, uso que, sin embargo,
se da en América (al menos en Chile):
Los fletes ya no se hacían por tren,
como antes, sino que por camión, por carretera.
Ya no será Mademoiselle, sino que la
señora de Sordo.
A veces se usa
sino que con sentido restrictivo (como pero):
Él es bueno, sino que a veces los
hombres más buenos tienen que hacer cosas que parecen malos.
No solo...
sino...
Estos elementos se
anteponen a enunciados sintácticamente equivalentes (dos
oraciones, dos nombres, dos adjetivos, etc.) para indicar la
suma o acumulación del uno al otro. El segundo elemento va
frecuentemente acompañado de también o de otro
adverbio equivalente a este:
No solo vinieron sus padres, sino
(o sino también) sus tíos y sus abuelos.
Conviene que la mujer permanezca
abacia, carente de voz y voto en la vida pública, no solo
porque la política sea actividad esencialmente varonil, sino
porque la influencia política de la mujer convertiría muy en
breve el gobierno de los viejos en gobierno de las viejas.
(Machado, Mairena, 191)
Cuando los unidos
son oraciones, el segundo elemento copulativo es sino que
(o sino que también):
No solo vinieron, sino que les
trajeron mucos regalos.
Los insectos, por el hecho de ser
insectos, no solo quedan al margen de nuestra inteligencia,
sino que quedan también al margen de nuestra idiotez.
(Camba, Ciudad, 70).
En todas estas
construcciones, puede aparecer, como variante, solamente
en lugar de solo.
No debe
confundirse sino, conjunción adversativa, con
si no, conjunción condicional seguida de negación.
Sino es palabra átona - la pronunciación /sinó/ es
errónea -; si no tiene tónico el segundo elemento.
Véase la diferencia en estos ejemplos:
No come, sino trabaja.
('en lugar de comer, tabaja')
No come si no trabaja.
('no come en el caso de que no
trabaje').
¿Qué podía
hacer, sino resignarse? equivale a 'no podía hacer más
que resignarse'. En este caso se emplea sino. Pero,
si el segundo miembro de la frase es una oración (verbo en
forma personal), la construcción es si (conjunción
condicional) + no (adverbio de negación), y por tanto
son dos palabras separadas:
¿Qué podía
hacer, si no era resignarse?»
[Seco, Manuel:
Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española.
Madrid: Espasa-Calpe, 1998, p. 414]
Otros ejemplos:
Voy, no porque me llamen, sino
porque quiero.
No lo hizo Juan, sino Pedro.
No quiero que venga, sino, al
contrario, que no vuelva por aquí.
No sentí alegría ninguna por él,
sino, antes bien, pesadumbre.
Nadie lo sabe sino Antonio.
No te pido
sino que me oigas con paciencia.
No
solo por entendido, sino también por afable, modesto
y virtuoso, merece ser muy estimado.
-Do you speak english?
-YES, I DO.
-Si no, nos necesitas. [Anuncio de una escuela de
idiomas]
Don Álvaro o la fuerza del sino.
(obra del Duque de Rivas)
[El sino: Fuerza desconocida
que, según algunos, obra irresistiblemente sobre los dioses,
los hombres y los sucesos. Encadenamiento fatal de los
sucesos.]
La forma ve,
imperativo de ir, lleva
acento solamente cuando forma parte de una palabra
esdrújula, como es el caso del impertivo con dos pronombres
clíticos:
Eso vételo quitando
de la cabeza.
¿No lo creías? Pues
vételo creyendo.
Vételo pensando.
Si no tienes tabaco,
vételo a comprar a la tienda de la esquina.
Véteme de aquí que
estás estorbando.
«Evítese
el vulgarismo ves, por ve, para
la persona "tú" del imperativo.»
(M. Seco)
«Como se sabe,
la segunda persona del singular del imperativo del verbo
ir
es
ve.
Pues bien, algunos hablantes, sin duda por analogía con la
forma del presente de indicativo vas, dicen *ves:
*ves a tu casa y tráeme el libro (por ve a tu casa
y tráeme el libro).» (Gómez Tórrego 1991)
«Hay que evitar
las formas *ves, *oyes y *veis como
imperativas; las formas correctas son ve, oye e id.
En el caso de *ves pueden influir la desinencia -s
de "vas", y la forma "ves" del verbo ver; y en el
caso de *oyes, la segunda persona del presente de
indicativo "oyes".» (Gómez Tórrego 1991)
-
Real
Academia Española (RAE): Ortografía de la lengua
española. Edición revisada por las Academias de la
Lengua Española. Madrid: Espasa Calpe, 1999.
-
Real Academia Española (RAE):
Diccionario panhispánico de dudas. Madrid:
Santillana, 2005.
-
La versión de la
Nueva Ortografía de la Academia (1999) en formato PDF (visualizable
solo si se tiene instalado el programa gratuito
Adobe Reader)
se puede descargar en la siguiente dirección de
Internet:
http://www.rae.es/
(Ortografía).