L
a G r a n E n c i c l o p e d
i a I l u s t r a d a d e l
P r o y e c t o S a l ó n H o
g a r |
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Redactar
un diálogo
La Chilindrina defiende a su
padre
La
Chilindrina, hablandole
a doña Florinda.
Chilindrina:
¡Atrévase a pegarle a mi papá otra vez!
Don Ramón: No, mijita, déjalo así...
Doña Florinda: ¡Con mucho gusto!
Don Ramón: No le haga caso, son cosas de niños.
Florinda le da un galletazo.
Chilindrina: ¡Vieja pegona!
se aprovecha de mi papá porque tiene cara de menso.
Don Ramón: Mira, mijita, déjalo así.
Doña Florinda: Y la próxima vez, ¡vaya a hacerle
payasadas a su abuela!
Llega el Chavo, quien vio y
escucho lo que ocurria.
Chavo: ¿Don Ramón, a su
abuelita le gustan los payasitos?
Don Ramón: ¡Toma! (DANDOLE EN LA CABEZA)
Chavo: Pi,
pi, pi, pi...
Don Ramón:
Pe, pe, pe... No te doy otra no más...
Los seres humanos
somos sociales. ¿Por qué? Por que necesitamos
relacionarnos unos con otros para poder vivir.
Nuestros antepasados prehistóricos se reunieron
en pequeños grupos parecidos a las familias,
llamados clanes, y en grupos más grandes, las
tribus. Por lo tanto, en esa vida social, surgió
la necesidad de dar a conocer y requerir
informaciones, expresar sentimientos…
Es decir,
necesitaron comunicar y comunicarse, asi que
para llegar a unos acuerdos empezaron a
establecer entre sí, unos dialogos.
-Un diálogo
escrito debe parecer real, pero para ello no tiene que
escribirse como un diálogo real. Al hablar, dejamos las frases a
medias, repetimos frases o fragmentos de frases, incluimos
latiguillos (¿sí? ¿sabes?, vale, claro...) En un diálogo
escrito, se debe prescindir de aquellas partes de una
conversación que no aporten información, aunque vigilando
siempre de no restarle autenticidad y frescura al habla del
personaje.
-Un diálogo debe ser dinámico: no debe consistir en una
secuencia monótona de preguntas y respuestas. La réplica de un
personaje a otro no tiene por qué ser la respuesta a la última
pregunta. Puede, por ejemplo, ser un cambio de tema o una nueva
pregunta.
-Los diálogos no deben decirlo todo: como las personas en la
vida real, los personajes pueden ocultar información, de manera
deliberada o no. Es normal que haya reticencias entre ellos a
confesar íntegramente lo que piensan. Esta falta de información
de los unos acerca de los otros puede llegar a complicar muy
positivamente las tramas de las historias.
-El uso de los marcos de cita ("él dijo", "ella contestó", "él
explicó"...) debe dosificarse si el diálogo es largo. Para ello,
se puede substituir los "dijo" por acciones o por descripciones
de estados de ánimo o pensamientos de los personajes que
indiquen quién habló o hablará.
-En ocasiones, resulta conveniente substituir el verbo "decir"
de los marcos de cita por otro verbo más específico: "afirmar",
"asegurar", o "insistir", por poner algunos ejemplos. Este tipo
de verbos, no obstante, sólo debe ser usado de manera ocasional
y cuando esté plenamente justificado, pues de lo contrario,
corremos el riesgo de robarle protagonismo a las palabras del
personaje, que son las que en definitiva deben sostener el
interés de una escena dialogada.
Escribe un dialogo entre la
madre y su hijo por la mañana antes de llevarlo a la escuela
Madre______________________________________________________________
Hijo________________________________________________________________
Madre______________________________________________________________
Hijo________________________________________________________________
Madre______________________________________________________________
Hijo________________________________________________________________
Madre______________________________________________________________
Hijo________________________________________________________________
Escribe un dialogo entre la
maestra el estudiante y una niña del salón
Maestra_____________________________________________________________
Estudiante
1_________________________________________________________
Niña
estudiante______________________________________________________
Maestra_____________________________________________________________
Estudiante
1_________________________________________________________
Niña
estudiante______________________________________________________
Maestra_____________________________________________________________
Estudiante
1_________________________________________________________
Niña estudiante______________________________________________________
El Señor Barriga cobrando la
renta
Barriga: Hola
Don Ramón: Hola. ¡No me diga que viene a cobrar la renta!
Barriga: ¿Yo?, No, no... ¡qué va!... Vine aquí para que
los niños me den de patadas.
Chilindrina: ¡Haberlo dicho antes!
Don Ramón: ¡Chilindrina!
Chilindrina: Mande papito lindo mi amor.
Don Ramón: Vergüenza te había de dar... Mira que patear a
una persona que es todo barriga como el señor corazón. ¡Bueno es
el col...! ...digo, digo... Mira Chilindrina, mejor métete para
adentro.
Chilindrina: Ni modo que me meta para afuera.
El Profesor Jirafales Saluda a
Doña Florinda
Doña Florinda: ¡Profesor
Jirafales!
Jirafales: ¡Doña Florinda!
Doña Florinda: Ay... ¡Qué milagro que viene por aquí!
Jirafales: Vine a traerle este humilde ramo de flores.
Doña Florinda: Ay... ¡Para qué se molesto!
Jirafales: Para que cada vez que aspire su delicado aroma
se acuerde de mí.
Doña Florinda: Ay... Me apena. ¿No gusta pasar a tomar
una tacita de café?
Jirafales: ¿No será mucha molestia?
Doña Florinda. Ay... ¡De ninguna manera! Pase usted.
Jirafales: Después de usted.
Doña Florinda: Con permiso.
Don Ramón y su cultura
idiomática
Don Ramón: Bueno señor
Barriga, es que los niños de hoy en día son unos verdaderos
políglotas.
Barriga: ¿Verdaderos qué?
Don Ramón: Políglotas... Sí, de ésos de las cavernas...
los cavernarios, ésos, ésos.
Barriga: ¡Ah! Trogloditas.
Don Ramón: ¡Ésos, ésos, ésos!
Barriga: No, es que usted dijo políglotas.
Don Ramón: Bueno, pero por una o dos letras... digo, no
va a pelear conmigo ¿Verdad?...
Don Ramón y su opinión acerca
del trabajo
Barriga: Mire, don
Ramón, vamos a hablar francamente; de hombre a imitación de
hombre. Sí, porque un hombre que no tiene trabajo no es un
hombre completo.
Don Ramón: ¿Y usted qué cree: que es muy fácil salir y
encontrar un empleo?
Barriga: Para la gente que le gusta trabajar, sí.
Don Ramón: ¿Y para la gente normal, qué?
Barriga: A mí me gusta trabajar.
Don Ramon: Por eso, ¿y la gente normal?
Doña Florinda: Ah, señor barriga se le olvidó firmarme el
recibo.
Barriga: Ah sí, Doña Florinda, perdón. Mire, don Ramón,
le voy a dar una oportunidad. Necesito que alguien me enyese una
pared del otro patio que está en muy mal estado.
Don Ramón: ¡Ah qué bueno porque yo fui yesero!
Doña Florinda: Ah, ¿señor Barriga, a mí me podrían
arreglar la fachada?
Don Ramón: ¡Ni con cirugía plástica! Digo...
Quién es más idiota: ¿Quico o
Don Ramón?
Don Ramón: Sin embargo,
ahora quiero que me hagas un favor. ¿Podrás?
Chavo: Según.
Don Ramón: Es muy fácil, no te va a costar ningún trabajo;
es más, lo puede hacer cualquier idiota.
Chavo: ¿Ah y por qué no lo hace usted?
Don Ramón: Bueno es que yo tengo que... Digo, Chavo, ¿estás
insinuando que yo soy un idiota?
Quico: ¿Yo qué?
Don Ramón: Otro.
Chavo: Pero Quico es más que usted.
Don Ramón: ¿Más Qué?
Quico: ¡Claro que sí, claro que soy muchísimo más que
usted!... Mamita, mamita, ¿verdad que yo soy muchisisímo más que
don Ramón?
Doña Florinda: Por supuesto tesoro, infinitamente más.
Don Ramón: Correcto, nada mas que ahorita estábamos
hablando de quién era más idiota.
No se parece mucho a los Burros
Chilindrina: ¡Vieja
Grosera!
Quico: Oíste eso mami... ¡Te dijo vieja y grosera!
Pero es que grosera no eres.
Doña Florinda: ¡Tesoro!
Chilindrina: ¡Sí es grosera! Porque le dijo burro a mi
papá.
Chavo: Pos no le hagas caso porque tu papá no es ningún
burro.
Don Ramón: Gracias, Chavo.
Chavo: Es más, ni siquera se parece mucho, mucho, mucho,
mucho a los burros... no más un poquito en el hocico...
Por qué causa, motivo, razón o
circunstancia
Jirafales: ¡Uhhhhhhhh!...
Ta, ta, ta, ta, ta, ta, ta... ¿Se puede saber por qué causa,
motivo, razón o circunstancia me recibe de esta manera?
Don Ramón: Bueno es que la verdad es que yo quería tirar
la pelota de Quico a la calle.
Jirafales: ¿Por qué causa, motivo, razón o circunstancia
quería tirar la pelota de Quico a la calle?
Don Ramón: Porque no aguanto ni a Quico ni a su pelota.
Jirafales: ¿Por qué causa, motivo, razón o circunstancia
no los aguanta?
Don Ramón: Por la misma causa, motivo, razón o
circunstancia por la que le pegué al Chavo. Y si no... Chavo
dile por qué te pegué.
Chavo: Me pegó sin causa, ni motivo, ni razón, ni
circunstancia.
La Sesión Espiritista I Parte
Don Ramón, Doña Florinda y la
Bruja del 71 están en la mesa de la casa de don Ramón, sin saber
que Quico está apoyado detrás de la puerta de la cocina y el
Chavo, debajo de la mesa.
Doña Clotilde: Deme su
mano.
Don Ramón: Perdóneme, pero yo soy casado... digo, digo...
era casado; ahora soy veodo... digo, viudo.Y
además, yo...
Doña Clotilde: Le pido su mano para hacer contacto.
Don Ramón: ¿Para hacer contacto?.
Doña Clotilde: Sí.
Don Ramón: A ver si no se nos chamuscan los cables.
Doña Clotilde: Silencio, silencio... Necesito silencio
para ver si hay comunicación con los muertos.
Doña Florinda: ¿Oiga, y de veras crea que sea posible
comunicarse con seres del otro mundo?
Doña Clotilde: Naturalmente que sí, ellos se comunican
con nosotros por medio de golpes.
Don Ramón: No, no... un momentito... yo para golpes sí ya
estoy hasta el copete, doña Cleotilde; con los que me da esta
santa señora ya tengo suficiente...
Doña Clotilde: Si no se trata de golpear... no... se
trata de golpes de ruido. ¡Siéntese! Un golpe: significa "sí".
Dos golpes: significa "no".
Don Ramón: A ver un momentito... a ver si entendí bien.
Un golpe significa Sí y dos golpes significan No.
Doña Florinda: ¡Ándele!... ¿Y a qué hora se empiezan a
escuchar esos golpes?
Doña Clotilde: Cuando logre concentrarme. Silencio,
silencio.Quiero entrar al aposento de
lo intangible.
Don Ramón:
¡Ah! Es al fondo, a la derecha, doña Cleo.
Doña Florinda:
Shshsh... ¡Cállese, no interrumpa!
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