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L a G r a n E n c i c l o p e d i a
I l u s t r a d a d e l P r o y e c t o
S a l ó n H o g a r
Sir Arthur Conan Doyle
La
infancia
El
médico y también escritor Arthur Conan Doyle, reconocido por
haber dado vida a personajes como Sherlock Holmes y el doctor
Watson, el profesor Challenger y Sir Nigel, entre otros, nació
el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo, Escocia. Fue gracias a la
influencia de su madre, quien era buena lectora y contadora de
historias, que nació su afición por la literatura. A los nueve
años, sus padres lo enviaron a estudiar a Inglaterra. Para
olvidarse de la fuerte disciplina y los castigos a los que era
sometido por sus educadores, disfrutaba de contar historias que
él mismo inventaba a sus compañeros en el internado.
Estudiante de medicina
Permaneció internado en la academia hasta los diecisiete años,
realizando visitas esporádicas a sus padres en Edimburgo. Al
graduarse, decidió estudiar Medicina e ingresó a la universidad
de su ciudad natal; allí conoció al también escritor Robert
Louis Stevenson. De todos sus profesores, el que lo influyó de
forma determinante fue el doctor Joseph Bell, quien impartía la
materia de observación, lógica, deducción y diagnosis; elementos
que permitieron a Arthur Conan Doyle dar forma, tiempo después,
al detective Sherlock Holmes. Fue en esa época cuando se
publicaron sus primeros cuentos; la remuneración económica lo
hizo pensar en el oficio literario como una forma más de obtener
recursos.
Como médico y escritor
En 1881,
después de haber trabajado como médico pasante en una
embarcación que exploraba el Ártico, donde fue testigo de la
caza de focas y ballenas, obtuvo el título de médico y cirujano;
para conmemorar la ocasión realizó una caricatura de sí mismo en
cuyo diploma aparecía la leyenda: licencia para matar. Entonces
fue contratado como médico de otra embarcación que viajaba de
Inglaterra a África, y lo que más disfrutó de la experiencia fue
la relación de camaradería entre la tripulación; pero no fue
suficiente, renunció al desembarcar en el puerto de Liverpool.
Abrió su primer consultorio y poco a poco comenzó a tener
pacientes.
.....Cuatro
años después comenzó a escribir la novela
Estudio en escarlata,
que se editó en 1887; ese fue el primero de los casi setenta
relatos en los que aparece el detective Sherlock Holmes y su
mancuerna y narrador, el doctor Watson, así como el antagonista
profesor Moriarty. El autor tuvo tanto éxito que cinco años
después abandonó la práctica médica y dedicó el cien por ciento
de su tiempo a la literatura.
1890: un año definitivo
Su prestigio como escritor era mayor en Estados Unidos que en
Inglaterra; así, en 1889, el editor de la revista estadounidense
Lippincott's
—que, entre otras cosas, difundió por entregas la novela
El retrato de Dorian Gray
de Óscar Wilde—, llegó a Inglaterra para organizar el
lanzamiento de su publicación en aquel país. Como parte del
proyecto, encargó a Arthur Conan Doyle escribir una novela corta,
misma que se editó simultáneamente en Estados Unidos e
Inglaterra, en 1890.
.....La
historia se llamó El signo de
los cuatro, y sirvió para que miles de
personas en América y Europa se involucraran y estuvieran
pendientes de las aventuras de Sherlock Holmes. Además, junto
con el ilustrador Sidney Paget, ideó una serie de historias
cortas —con formato de historieta—, que por varios años ocuparon
las páginas de la revista The
Strand.
El final de Sherlock Holmes
En diciembre de 1893, a pesar de las opiniones en contra, Arthur
Conan Doyle decidió dar fin a su famoso detective Sherlock
Holmes; en el capítulo titulado "El Problema Final". En él, el
detective y su antagonista mueren; como respuesta, más de veinte
mil lectores cancelaron su suscripción a
The Strand, al tiempo que los
jóvenes británicos colocaron símbolos de luto en sus sombreros.
Los lectores presionaban lo mismo al autor que a la publicación
para que resucitaran al personaje.
La alternativa
Llegó ocho años después, cuando Arthur Conan Doyle decidió
utilizar nuevamente como personaje al célebre y aclamado
detective Sherlock Holmes, pero en vez de resucitarlo, escribió
la historia como si fuera una aventura previa a la saga; para
los miles de lectores que esperaron pacientemente, fue una gran
sorpresa encontrarse en el número de agosto de 1901, de la
revista The Strand,
con la primera entrega de El
sabueso de los Baskerville; como se
esperaba, los ejemplares se agotaron casi de inmediato y, tras
la edición completa, la novela fue un éxito mundial.
No bastó
Aún a pesar de haber sido complacidos en parte por
El sabueso de los Baskerville,
los lectores no se resignaban a la muerte de Sherlock Holmes,
querían más de sus aventuras; incluso el rey Eduardo VII, en
repetidas ocasiones pidió al autor el regreso del personaje; así,
Arthur Conan Doyle no tuvo más remedio que escribir a partir de
1903 en The Strand
El regreso de Sherlock Holmes,
donde justifica la forma inverosímil en que el detective escapó
de la muerte.
Sus
obras
De acuerdo con la
crítica especializada, las mejores obras de Arthur Conan Doyle
sobre este detective son El
signo de los cuatro (1890);
Las aventuras de Sherlock Holmes (1892) y
El sabueso de los Baskerville
(1902). Gracias a estos libros el autor se hizo famoso al tiempo
que popularizó el género de la novela policíaca. Aun a pesar del
éxito, Arthur Conan Doyle prefería sus novelas históricas
Micah Clarke
(1888), La compañía blanca
(1890),
Rodney Stone (1896) y
Sir Nigel (1906); sufría una
dicotomía como escritor, se hizo famoso con las historias a las
que daba el mote de “comerciales" y esperaba ser reconocido como
autor serio por sus novelas históricas, poemas y obras teatrales
que eran poco conocidas
La
Primera Guerra Mundial
Fue un suceso histórico que marcó profundamente su vida
personal y, por tanto, su actividad literaria. En combate murió
su hijo mayor; ese fue el detonante que lo llevó a buscar
establecer un punto de encuentro con el “más allá” a través del
espiritismo. Quería comunicarse con su primogénito y conocer qué
había después de la muerte. Así, centró su interés en dar
cuenta de sus investigaciones a través de conferencias y textos
en torno al tema; incluso practicó la escritura en trance que,
según él, le permitía tener acceso a otras dimensiones.
..... Conforme
pasaron los años, habiendo gastado un cuarto de millón de libras
en su búsqueda de lo paranormal, regresó a la literatura con el
fin de ganar dinero. En 1926 publicó
El País de la Niebla, protagonizado
por el profesor Challenger. Dos años después, las últimas
historias que escribió sobre el detective cuyos lectores
hicieron inmortal, se compilaron en
El libro de casos de Sherlock Holmes.
Murió en junio de 1930.
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