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LA CRISIS DE VALORES AMENAZA TAMBIEN A LA EDUCACION
La posibilidad de que las autoridades y docentes de
algunos colegios buscaran eludir su responsabilidad ante el ministerio
de Educación y ante la comunidad intentando mejorar su propios
resultados a través de un pretendido mejor desempeño de sus
alumnos parece haberse comprobado al menos en un caso en el
Gran Buenos Aires con motivo de la encuesta anual educativa.
La asistencia pedagógica durante los examenes a través del
reparto de machetes facilitando las respuestas llego a denuncia
a través de sus supuestos beneficiarios, los alumnos.
La posibilidad de que estas distorsiones y prácticas fraudulentas
ocurriesen debió haber incentivado la imaginación de las
autoridades del Ministerio para tomar los recaudos necesarios que
asegurasen la fiabilidad de los exámenes.
El caso, sospechado de ser tan solo una muestra de una actitud mas
generalizada, colaborará para poner en duda la idoneidad
y responsabilidad de directivos y docentes amenazando afectar la
credibilidad del sector.
La educación tampoco parece poder sustraerse a las urgencias de acrecentar
exito y prestigio postergando de ser necesario la perseverancia y el esfuerzo.
En esta ocasión la encuesta anual educativa resultó ser un escenario muy
inoportuno para comprobarlo.
El suceso cuya investigación promete severas
sanciones, no parece afectar la credibilidad del operativo de evaluación en su
conjunto pero sí demuestra una vez mas que en la actualidad ninguna concesión
al fair play puede justificar prescindir de sistemas a prueba de fraudes. La
decidida denuncia de los alumnos finalmente resultó elogiada sin demasiadas
estridencias.
El establecimiento, segun trascendió, mostró aventajados
resultados en evaluaciones anteriores y que se sepa, salvo la inevitable
exposición pública que debieron afrontar sus directivos ante la
trascendencia de la denuncia, ningún docente del mismo salió a
respaldar o desmentir los hechos.
El caso involucró a un establecimiento privado de Olivos, el
Colegio Dr.Jesus Perez Martinez.
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