CONFERENCIA DE CARTAGENA: DEBATEN PROTOCOLO DE BIOSEGURIDAD
(01/10/1999) |
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para Alimentos.
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Subsisten conflictos de intereses
En Cartagena (Colombia) la Conferencia del Tratado de Protección Ambiental y Comercio de animales y plantas modificadas biogenéticamente, convocada por la ONU, y a la cual asisten mas de 120 países, ha tratado de aunar posiciones para la redacción del postergado Protocolo de Bioseguridad. Su resultado fue un previsible pero no menos impactante fracaso.
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El Grupo de Miami
Los desencuentros alimentados por intereses económicos y luchas de mercado son de larga data. Sus antecedentes se remontan a la Cumbre de Rio 92 donde empezo a ser ostensible la oposición de los EE.UU., y de algunos otros países lanzados a la carrera biotecnológica, a los reparos que sobre la salud humana y el natural equilibrio biológico se esgrimían contra las nuevas técnicas aplicadas a la modificación genética de animales y plantas. Siete años mas tarde, los verdaderos actores de esta puja siguen siendo las principales corporaciones multinacionales embarcadas en una aventura que compromete ahora inversiones millonarias y producciones agrícolas con un peso muy importante en las balanzas comerciales de los EE.UU., el principal exportador de biotecnología, y de los países integrantes del llamado Grupo de Miami; Canada, Australia, Argentina, Chile y Uruguay.
Si en 1996 las variedades de cultivos producidos a traves de semillas híbridas modificadas genéticamente representaban a nivel mundial de menos de un millón de hectáreas, tan solo 2 años más tarde las mismas han crecido a 27 millones.
Cuestiones en conflicto
El avance de los productos biotecnológicos esta amenazando desbordar por varios frentes, los alimentos ocupan el centro de la escena pero el fenómeno se extiende tambien a la industria farmacéutica y veterinaria. La dispersión de estas aplicaciones abarca ahora a productos tan diversos como vacunas, sopas, detergentes y hasta indumentaria.
Los alimentos transgénicos están siendo conocidos como 'comida Frankestein'. La expresión, una simplificada pero eficaz, imagen de los reparos que pesan sobre los mismos, esta destinada al frente mediático en un conflicto de intereses en donde los consumidores estan actuando en notoria desventaja.
Los puntos de conflicto se exteriorizan especialmente en la definición de los productos sujetos a controles para el comercio internacional, las cuales incluyen restricciones temporarias de importación y hasta su eventual prohibición. Mientras que para EE.UU esta categoría se aplicaría solamente a los productos sospechados con fundamento de
afectar el medioambiente, para la mayoría la generalidad de los productos deberá requerir aprobación previa para su ingreso y comercialización. Obviamente los países productores de tecnoalimentos ven en esto una simple amenaza proteccionista más.
Por otra parte la propuesta de la mayoría de los países se inclina por la necesidad de que estos alimentos en general esten debidamente rotulados indicando su origen transgénico. El punto es absolutamente resistido por EE.UU. al argumentar que el mismo solo es un medio para entorpecer el comercio de los productos. Sin embargo dada la resistencia comprobada de la mayoría de los intermediarios y consumidores a los
mismos la falta de rótulos amenaza con eliminar la libertad de elección respecto a que consumir.
La resistencia al rotulado parece sincerar las dificultades actuales que encuentran estos productos para posicionarse en los mercados ante las prevenciones del público de que estos tecnoalimentos pueden ser eventualmente dañinos para la salud.
Finalmente entre otras pretensiones aun más indefendibles existe el propósito por parte de los productores de tecnoalimentos de lograr ser eximidos de procesos legales por las eventuales consecuencias indeseadas que el futuro les depare a los consumidores.
Resultados de la reunión
EE.UU. y el llamado grupo de Miami integrado por Canada, Australia, Argentina, Chile y Uruguay han sido los unicos 6 países en oponerse a las pautas restrictivas sobre este tipo de alimentos que contó con el abrumador respaldo, aunque con matices, de mas de 120 países. Los hechos han sugerido a la ONU posponer por un año y medio la convocatoria a una nueva reunión para tratar de abordar nuevamente el problema.
CUESTIONES RELACIONADAS
Promesas desde el agro
A la producción transgénica de semillas modificadas para resistir el embate de plagas naturales y superar restricciones ambientales de suelos ahora ha seguido la de una segunda línea de semillas también modificadas genéticamente para resistir los efectos de productos quimicos utilizados en los cultivos para combatir las malezas e insectos.
El objetivo: disminuir la necesidad del uso de plaguicidas, mejorar los rendimientos y reducir los costos con la promesa de ofrecer alimentos más baratos. Todo esto en
línea con la expectativa de asegurar el despegue de una verdadera revolución alimentaria que nos ponga a cubierto de una futura crisis global por el aumento de la población, que no obstante algunos pronósticos apocalípticos de las últimas décadas se estima para el año 2020 en 7.500 millones de habitantes.
Este avance viene desarrollándose al amparo de seguridades brindadas por la comunidad científica comprometida en los avances biotecnológicos acerca de la confiabilidad que
largos años de experimentación y ensayos rigurosos brindan a los productos poniéndolos a cubierto de efectos indeseados sobre la salud humana y el medioambiente.
Prevenciones de los consumidores
Las prevenciones van desde un posible desastre biogenético futuro al alterarse el equilibrio del medioambiente al ser afectados los cultivos tradicionales por las nuevas especies, hasta los efectos nocivos e impredecibles que sobre la salud humana en el mediano plazo podrian tener las nuevas especies genéticas al incorporarse a la cadena alimentaria.
Algunas de estas prevenciones son muy concretas. El cientifico Arpad Puzstai
anunció en Gran Bretaña recientemente, haber comprobado en experimentos de laboratorio, transtornos inmunológicos en ratas alimentadas con papas transgénicas.
La invasión a especies tradicionales en las vecindades de los cultivos produciendo nuevos cruces genéticos imprevistos también ha sido comprobada en algunos casos.
El margen de error inevitable de los ensayos científicos en un terreno complejo,
impredecible y desconocido favorece las prevenciones en base a otras experiencias de dramático desenlace como el caso del mal de la vaca loca o mutaciones como las de la abeja africana. La biotecnologia finalmente parece habernos introducido en un
camino sin retorno.
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