LIBROS - SOBRE LA TELEVISION - PIERRE BOURDIEU | Retorna a Biográficas |
|
Principales contenidos La obra de Bourdieu ofrece un certero diagnóstico sobre la amenaza que representan las informaciones distorsionadas que emite a diario la televisión. Sus conclusiones están dirigidas a despertar en especial el entusiasmo de periodistas insatisfechos en pro de una cruzada reformista del medio, pero resultan de imprescindible lectura y reflexión para el desprevenido televidente que todavía se resiste a creer en los efectos que las presiones económicas y políticas producen sobre la programación que consume diariamente. No sorprenden las indignadas reacciones que ha despertado (en otros países) el crítico enfoque de Bourdieu sobre la televisión por parte de los productores, empresarios y periodistas televisivos al desnudar las practicas demagógicas, frívolas y fraudulentas que despliegan a diario para ganar audiencia y dinero, ya que el periodismo es en definitiva un negocio, como ocasionalmente suele recordarse. Las razones que visualiza Bourdieu como transfondo de esta reacción no son menos graves al percibir que la incomprensión de fondo sobre el funcionamiento del medio del cual ellos tambien son víctimas se basa en su aparente incapacidad para analizar el problema en profundidad. No en vano caracteriza Bourdieu a un número significativo de periodistas como personas insatisfechas, indignadas o cínicamente resignadas. Probablemente también sea cierto que lo que verdaderamente los indigna sea en este caso sea verse incómodamente retratados. Un menú de características perniciosas Las sagaces observaciones de Bourdieu parecen en todos los casos dar en 'la cabeza del clavo', a saber: La puesta en foco de los peligros inherentes a la información televisiva lleva a reflexionar acerca del hecho que durante las últimas décadas la televisión ha adquirido entre sus características la de desalentar el ejercicio de pensar, privilegiando el impacto de la imagen sobre el contenido y el de la emoción sobre la razón, a favor del vértigo y la impunidad de que goza por razones técnicas ya que en ese mundo virtual y efímero, los hechos, dichos y juicios son dificultosamente revisables. Bourdieu desmenuza especialmente dos de los mecanismos habituales de información televisiva con particular acierto como son los debates televisivos y los telediarios. |
Los debates televisivos
Con relación a los debates, Bourdieu identifica las más habituales prácticas fraudulentas que encubren, a: Los telediarios En cuanto a los telediarios la cita textual de un logrado fragmento de su libro basta para poner en foco lo esencial del problema: "La visión carente de sentido histórico e incapaz de infundirlo, atomizada y atomizadora, alcanza su realización paradigmática en la visión que ofrecen los telediarios, sucesión de historias en apariencia absurdas que acaban pareciéndose entre sí, desfile ininterrumpido de pueblos menesterosos, retahila de acontecimientos que, surgidos sin explicación, desaparecerán sin que sepamos su solución - ayer Biafra, hoy el Zaire, mañana el Congo - y que despojados de este modo de toda necesidad política, solo pueden en el mejor de los casos, suscitar un vago interés humanitario." "De este modo es, efectivamente, la lógica del campo periodístico, sobre todo a través de la forma particular que toma en el la competencia y de las rutinas y de los hábitos de pensamiento que impone sin discusión, la que produce una representación del mundo preñada de una filosofía de la historia en tanto que sucesión absurda de desastres respecto de los cuales no se entiende nada y sobre los cuales nada cabe hacer." |