Barcos a remo
El remo es una pala que se introduce en el
agua y funciona como una palanca con un
punto de apoyo en la borda. Aplicando una
fuerza sobre un extremo se aprovecha la
resistencia del agua para producir el
deslizamiento de la nave. Los barcos a remo
han sido usados como medio de transporte
principalmente en la antigua Grecia, en el
Imperio Romano y en el antiguo Egipto.
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Esta canoa está
hecha con un tronco
de árbol vaciado. En
los modelos más
avanzados se da una
forma especial a la
proa para que sea
más gobernable y
rápida. |
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El
remo ha sido un medio de propulsión que se
ha utilizado por años mayoritariamente en el
Mediterráneo por las condiciones climáticas
y marítimas que se presentan en este mar
cerrado, que cuenta con numerosos puertos de
refugio y con un clima apacible.
Se piensa que la primera travesía acuática
del hombre fue sobre un tronco flotante;
posteriormente, los amarraron unos a otros
con enredaderas, naciendo así la primera
balsa. Estas embarcaciones primitivas
eran movidas tanto con manos y pies como con
tablas planas a manera de remo, además de
unas largas varas con las cuales se
impulsaban apoyándolas sobre el fondo de las
aguas tranquilas.
Otro tipo de embarcación primitiva fue la
piragua, embarcación estrecha, fabricada
generalmente de una sola pieza, que se
impulsaba a remo o vela y que en muchos
pueblos todavía se utiliza, principalmente
para navegar en ríos y lagos.
Los primeros en construir embarcaciones más
estables fueron los habitantes de Oceanía;
unían entre sí dos estrechos y largos botes
mediante maderos transversales y lograban de
este modo las grandes embarcaciones y canoas
dobles que, a pesar de su frágil aspecto,
resultaban muy estables para realizar la
navegación.
El remo en distintas culturas
Egipcios:
Los barcos egipcios más antiguos que se
conocen utilizaban un armazón de madera y
eran lo bastante grandes para necesitar como
mínimo 20 remeros y transportar una carga de
varias cabezas de ganado o el peso
equivalente de mercancías. La primera fuente
gráfica de estas galeras data del 3000 a.C.,
y lo más probable es que los barcos de esta
clase llevaran utilizándose bastante tiempo.
Fenicios:
Los constructores de barcos más capacitados
de los tiempos antiguos fueron los de
Fenicia, hacia el 2000 a.C. Fueron elogiados
por haber desarrollado las galeras birremas
y trirremas en las que los remos se
colocaban en dos o tres órdenes. Las galeras
multirrémicas son objeto de controversia
entre los especialistas. Algunos dudan que
las quinquerremas de griegos y romanos
llegaran a tener cinco filas de remos y
sugieren que el término significa únicamente
que cinco remeros estaban asignados a un
remo.
Griegos:
Aunque no
quedan evidencias, los investigadores
suponen que el armazón de las galeras
griegas se realizaba utilizando madera
curvada de forma natural, o con codos, de
forma parecida a la utilizada actualmente en
la construcción naval. Se construía una
superestructura sobre la cubierta de popa
para alojar y proteger al capitán y a los
oficiales, y en proa, la cubierta se elevaba
formando una estructura denominada castillo
de proa. Otra característica de las naves
griegas eran una serie de cinturones de
cuerda que se ataban a lo largo de los
costados del buque en dirección proa-popa y
colocadas de tal forma que podían tensarse
mediante una palanca a popa de la nave. Las
galeras egipcias estaban también equipadas
con uno o dos mástiles para navegar a vela.
Las velas no se usaban cuando la galera
entraba en combate. La tripulación de un
buque de guerra griego se componía de unos
220 hombres aproximadamente, la mayoría de
los cuales se ocupaba de los remos.
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Largas bancadas de
remos impulsaban a
una galera romana
por el agua y en
combate. Los barcos
de carga romanos
tenían las mismas
velas cuadradas,
pero las galeras
poseían además
defensas para
protegerse del fuego
y los proyectiles
enemigos |
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Romanos:
Los romanos desarrollaron muchas clases
diferentes de barcos de guerra durante su
largo periodo de dominación en el
Mediterráneo, sobre todo galeras, las cuales
utilizaban puentes para abordar los barcos
enemigos y algunas llevaban artillería de
catapultas. El último desarrollo de la nave
romana de guerra fue el dromón, una galera
rápida con uno o dos órdenes de remos que se
utilizaba en el siglo V de nuestra era.
Durante este periodo, y posteriormente, los
buques de guerra se fueron mejorando al
incorporar varias clases de cubiertas
defensivas, hechas de cuero y tejidos
impregnados en vinagre para protegerse
contra proyectiles incendiarios y explosivos
que ya eran parte del armamento naval.
Vikingos:
Al mismo tiempo que las galeras romanas
perfeccionadas, se construyeron los dracares,
que navegaban en mar abierto impulsados por
remos y velas. Fueron desarrollados por los
pueblos vikingos y daneses en Escandinavia.
Los restos del modelo más pequeño de estos
barcos, denominado snekkja, se encontraron
en una tumba en Noruega a finales del siglo
XIX. El barco redondo o skuta, que era ante
todo un velero que podía también ser remado,
fue el que los vikingos emplearon en sus
expediciones a Groenlandia e Islandia, y
también fue utilizado por los diversos reyes
escandinavos que invadieron las islas
Británicas. Los sajones lo adoptaron, sobre
todo durante el reinado de Alfredo el
Grande, como defensa contra los invasores.
El
junco chino:
Es quizá el
velero tradicional más antiguo que se conoce,
desde su aparición en el año 600 d.C.,
todavía se utiliza en los pueblos del
Sureste asiático. El casco posee una popa
corta y carece de quilla. Fueron los buques
característicos del Mar de la China y tanto
Gengis Kan como Kublai Kan los emplearon en
sus intentos de conquistar el Japón. Se
empleó tanto para la guerra como para el
comercio. En el siglo IX d.C. los juncos
chinos transportaban mercancías a Indonesia
y a la India. Durante el siglo XV, los
juncos ya navegaban hasta África oriental.
Embarcaciones posteriores
Los buques en la Europa medieval eran en
general galeras romanas, pero
utilizaban remos mucho más largos o bayonas.
Con frecuencia estos medían hasta 15 m y
eran accionados por 7 remeros cada uno. A
bordo, el espacio que ocupaban se
contrapesaba, y se les dotaba de asas; los
remeros se situaban en gradas sobre rampas.
La galera, perfeccionada por los
constructores del área mediterránea,
variaban en eslora de 30 a 60 m y, por lo
general, se impulsaban mediante 20 remos a
cada costado, y velas aparejadas en dos o
tres mástiles. A partir del siglo XV las
galeras se armaban con cañones en el
castillo de proa y en la toldilla superior
de popa. En los últimos modelos de esta
clase de embarcación los cañones se
instalaban también para disparar de costado,
primero, sobre la borda del buque y, a
partir de entonces, a través de agujeros o
troneras en la borda. Las galeras de mayor
envergadura contaban con tripulaciones de
hasta 1.200 hombres. |