Globo aerostático y dirigible
El inicio de globo
aerostático
Hacia
1783, dos inventores franceses, los hermanos
Joseph y Jacques Montgolfier,
se fascinaron con la idea de volar y
construyeron un vehículo volador que, en su
honor, se conoció con el nombre de
Mongolfiera. Este consistía en un globo
muy grande hecho de lino y forrado de papel,
con 11 metros de diámetro y un peso de 226
Kg aprox. , que situado sobre un fuego que
calentaba el aire, podía elevarse como
consecuencia de la fuerza ejercida por el
propio aire de abajo hacia arriba. (Principio
de Arquímedes). Esto fue demostrado
públicamente el 4 de junio de 1783 en
Annonay, sin nadie a bordo. La noticia se
esparció por Francia con gran entusiasmo.
Dos meses más tarde un físico francés,
Alexandre César Charles, construyó y
logró volar un verdadero globo aerostático,
es decir, un globo lleno de un gas de menor
densidad que el aire: el hidrógeno.
Como este gas podía escapar fácilmente a
través del forro del papel, el globo se
construyó con una tela fina de seda
recubierta de goma. El hidrógeno se obtuvo
por la acción del ácido sulfúrico sobre
limaduras de hierro (226 Kg de ácido y 454
Kg de hierro). Esto ocurrió el 27 de agosto
y se logró volar por 45 minuntos,
aterrizando a 24 Km de distancia , donde los
lugareños aterrorizados lo destruyeron.
Tres semanas después, el ensayo de los
hermanos Montgolfier fue repetido en
Versalles, ante Luis XVI y su corte, donde
el globo fue equipado con una cesta
que llevaba dentro una oveja, un gallo y un
pato. Este globo apareció pintado al óleo y
había sido llenado con aire caliente. En
este vuelo los primeros pasajeros resultaron
ilesos.
Luego, el 21 de noviembre de 1783, dos
franceses: Jean Francois Pilâtre de
Rozier y Francois Laurente d’Arlandes,
fueron los primeros en elevarse por los
aires, en un globo diseñado por los
hermanos Montgolfier, el cual tenía
incorporada una cesta de mimbre provista de
un horno con leña que mantenía el
aire caliente en el interior del globo. Este
vuelo duró 25 minutos por sobre París,
recorriendo unos 8 Km, y descendiendo con
éxito cerca del camino a Fontainebleau.
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A partir del
primer vuelo
tripulado en
globo en 1783
los globos de
aire caliente se
han utilizado
sobre todo por
placer, aunque
se emplearon en
diversas
operaciones
militares
durante la I
Guerra Mundial.
Los globos de
colores se ven
en los cielos de
verano, cuando
la visibilidad
es alta y el
vuelo tranquilo.
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Posteriormente de Rozier y d’Arlandes
realizaron su vuelo histórico cruzando París,
luego de haberse elevado 24 metros en un
Montgolfier sujeto a tierra con una soga,
donde permanecieron 4 minutos.
El 1 de diciembre de 1783, Charles se
embarcó con un pasajero en París, en un
globo lleno de hidrógeno. Este vuelo duró
dos horas y se logró una altura de 3000
metros. En estos seis meses, el hombre había
conquistado el aire y aprendido cómo volar.
Joseph Montgolfier, realizó un
vuelo desde Lyon , el 10 de enero de 1784,
en un globo bautizado con el nombre de "Flesselles",
que tenía 55 metros de ancho y otros 30
metros de circunferencia. Se elevó a una
altura de más de 900 metros llevando siete
personas a bordo.
Luego en agosto de 1784, un químico
francés, Guyton de Moreau, acompañado del
abate Bertrand, realizó un vuelo de más de
3000 metros para recoger datos sobre
temperatura y presión de la atmósfera.
El espectacular desarrollo de los vuelos
en globo fue una consecuencia inevitable de
un cambio drástico en la comprensión humana
de la materia, ya que sólo a fines del siglo
XVIII se adquiere familiaridad con los
fenómenos caloríficos, con su uso y
fenómenos relacionados con calor.
El dirigible
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Dirigible de
Henri Giffard
(1852)
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Este consiste en un globo aerostático con
aspecto fusiforme, al que se une una nave en
la que se sitúan pilotos y viajeros. Tiene
un aparato propulsor: hélice que
provoca el avance en el aire y otros medios
complementarios de conducción.
El primero se construyó en 1852, por un
francés, Henri Giffard, desprovisto
de armadura rígida y se movía por un motor
de vapor de potencia muy reducida.
En los años siguientes se lograron varias
mejorías, y en las primeras décadas de este
siglo, se construyeron dirigibles
semirígidos o rígidos y de grandes
dimensiones, (el mayor fue el Zeppelin
que medía 126 metros de longitud y
aproximadamente 12 metros de ancho),
alcanzando velocidades mayores a 100 Km/h.
Ya por esta época se prestaban servicios a
pasajeros y mercancías, especialmente sobre
el Atlántico. Dentro de estas aeronaves, uno
de los nombres que alcanzó mayor notoriedad
en el tema fue el Conde Alemán Ferdinand von
Zeppelin.
En 1926, a través del Norge, se logró
alcanzar gran prestigio al sobrevolar el
Polo Norte, en una expedición dirigida por
el noruego Roald Amundsen, con
participación del norteamericano Ellsworth y
del italiano Umberto Nobite.
Estos vuelos en general eran costosos,
poco manejables, embarazosos e incluso
peligrosos cuando las condiciones
atmosféricas eran desfavorables.
Entre los desastres más dramáticos se
encuentra el del dirigible Italia, comandado
por Nobile, el cual se estrelló en banquisa
ártica, en 1928 por una tormenta. Y el
alemán Hindemburg, incendiándose
probablemente por una descarga eléctrica en
1937. En ambas murieron muchas personas.
En 1938, se terminó de construir el
dirigible alemán más grande, el Graf
Zeppelin II de 245 metro de envergadura.
Posteriormente, el dirigible fue desplazado
por el aeroplano.
Sólo sobrevive para usos en el campo
militar y otros, usando el helio que
es un gas no inflamable. |