La concentración de la población en grandes
ciudades ha supuesto la necesidad de
dotación de un transporte colectivo
eficiente para el desarrollo de la vida
cotidiana de éstas. Las ciudades normalmente
cuentan con extensas redes de autobuses y,
en algunos casos, redes de metro para el
desplazamiento de sus habitantes.
Omnibus
Shillibeer de
1829
Aunque
está documentada la existencia de servicios
de carruajes tirados por caballos
desde comienzos del siglo XVI, el primer
ómnibus moderno no fue introducido hasta
1829, cuando George Shillibeer, un
emprendedor fabricante de carrozas,
estableció un servicio en Londres. El
siguiente servicio regular se inauguró en
1831 en la ciudad de Nueva York y recorría
la calle Broadway.
Con la Revolución Industrial y el
consiguiente crecimiento de las ciudades, se
hizo cada vez más necesario un sistema de
circulación urbano para transportar a la
población al trabajo, a los acontecimientos
sociales, culturales, deportivos, etc. El
primer servicio de transporte rápido
subterráneo, conocido como metro,
apócope de metropolitano, o ferrocarril
urbano, se inauguró en la ciudad de Nueva
York en 1904.
Cuando comenzó a utilizarse el automóvil
privado en las dos primeras décadas del
siglo XX, muchas compañías de ferrocarril
urbano quebraron. En la década de 1930 se
hizo un esfuerzo para su revitalización. La
mayoría de las ciudades pronto utilizaron el
autobús propulsado por diesel, porque
permitía una flexibilidad y libertad a la
hora de seleccionar la ruta de la línea de
transporte que con el cable aéreo necesario
para tranvías y trolebuses no se podía
obtener.
El transporte público desempeña una función
crítica en muchas grandes áreas
metropolitanas, donde más del 50% de los
trabajadores dependen de él para desplazarse
hacia y desde su lugar de trabajo.
El smog de las grandes urbes ha
impuesto la necesidad de construir sistemas
alternativos de transporte urbano no
contaminante. Si bien el único metro o
subterráneo existente en América Latina
durante muchas décadas fue el de Buenos
Aires —su primera línea se construyó en
1911—, en la actualidad cuentan con este
medio de transporte las ciudades de Santiago
de Chile, México D.F., Río de Janeiro, São
Paulo y Caracas.
Veamos los medios de transporte urbano
más conocidos:
Autobús:
Los sistemas de transporte por autobús
utilizan vehículos de neumáticos
autopropulsados que no están limitados a
itinerarios fijos. Los autobuses de motor
operan en rutas determinadas y con un
horario regular, pero pueden circular en
carriles de autobús de uso exclusivo,
autopistas sin peaje, carreteras arteriales
o calles locales. El vehículo tipo mide
entre 11 y 12 m de largo y, dependiendo de
la disposición de los asientos, puede llevar
hasta cincuenta pasajeros sentados. Un
autobús recorre 48.000 km al año de promedio,
pero esto puede variar significativamente
dependiendo del tamaño de la ciudad y la
fecha de construcción (la vida media de un
autobús debería no sobrepasar los 15 años).
En algunas ciudades de América y Asia se
utilizan también vehículos colectivos,
automóviles o furgonetas, carro publico, que
realizan una ruta determinada a precios muy
asequibles: son mucho más baratos que un
taxi y algo más caros que un autobús. Suelen
tener una capacidad de entre 6 y 10
pasajeros.
Trolley:
Los trolley son también vehículos de
neumáticos, pero de tracción eléctrica.
Toman la energía de una línea aérea a través
de dos pértigas de hierro llamadas troles.
Su flexibilidad de movimiento es mayor que
la de los tranvías, ya que no utilizan
raíles, pero menor que la de los autobuses,
aunque a partir de la década de 1980, los
trolebuses contaron con una batería o un
motor diesel que les permitía circular de
forma autónoma, sobre todo en zonas
periféricas de poco tráfico.
El
tren urbano:
El transporte rápido de tecnología
ferroviaria (metro o subterráneo) utiliza
trenes de pasajeros que van por raíles (rieles)
a velocidades altas y funcionan en túneles,
en estructuras elevadas, o en carriles de
uso exclusivo que están separados para
evitar la interferencia con el tráfico.
Utiliza trenes de alto rendimiento que
alcanzan velocidades de 120 a 130 km/h y
puede transportar hasta 40.000 pasajeros a
la hora en una sola dirección —el metro de
Madrid transporta un millón de viajeros al
día, o dicho de otra manera, los torniquetes
de entrada registran un millón de pasos
diarios.
Excepto para los sistemas de sustentación
neumática desarrollados en Francia,
empleados también en las ciudades de México
y Montreal, los sistemas más rápidos de
transporte utilizan ruedas de acero en los
rieles. Una sola persona puede conducir un
tren. Éstos disponen de diversas formas de
control automático y pueden circular a
intervalos de 90 segundos. Las estaciones
tienen andenes altos para permitir la
entrada y salida rápida de los viajeros. La
distancia de una estación a otra varía entre
1.200 y 4.500 m, y algunas de ellas, sobre
todo las que se hallan en localizaciones
suburbanas, requieren de un sistema de
alimentación de autobuses y de amplias
instalaciones de aparcamiento.
Tren Urbano
Puerto Rico, frente al Coliseo de Puerto
Rico, Jose Miguel Agrelot.
El
tren urbano
de Puerto Rico, es un proyecto de
transporte urbano de última generación y
constituye uno de los proyectos de
construcción más costosos que se hayan
emprendido en Puerto Rico. Con un costo
superior a los $2,200 millones de dólares.
El Tren Urbano comenzó a funcionar en
diciembre de 2004, más de 8 años después de
que el contrato original fuera concedido a
un consorcio de empresas liderado por la
alemana Siemens AG. El recorrido del tren
incluye San Juan, Bayamón y Guaynabo, y
cubre una distancia total de 10.7 millas. En
la actualidad existen 16 estaciones, pero se
planea extender la línea a otras localidades
vecinas. También se ha propuesto su
extensión hasta el Aeropuerto Internacional
Luis Muñoz Marín. Las hermosas y bien
iluminadas estaciones están decoradas con
obras de artistas puertorriqueños por
encargo del estado.
Este sistema
no fue diseñado para reemplazar a otros de
transporte existentes sino para
complementarlos facilitando el traslado de
personas desde y hacia el área de San Juan.
Como tal, el sistema cuenta con prácticas
conexiones con servicios locales de
autobuses, taxis y embarcaderos. La
inteligente promoción del Tren Urbano
incluía un servicio gratuito los fines de
semana durante los primeros seis meses de
funcionamiento, y luego se extendió el
período gratuito a los días de semana hasta
junio de 2005. En su punto máximo, más de
40,000 personas utilizaron el tren urbano a
diario, y se espera que buena parte de
dichos usuarios mantengan los nuevos hábitos
de viaje con posterioridad al período de
viaje gratuito. Las tarifas de los boletos
actuales no son costosas de acuerdo a los
estándares norteamericanos: sólo $1.50 por
un boleto que incluye una opción de traslado
en autobuses por 2 horas. Los estudiantes y
las personas mayores entre 60 y 74 años
pagan sólo $0.75, mientras que los niños
menores de 6 y las personas de más de 75
años pueden seguir viajando en el Tren
Urbano en forma gratuita. El Tren Urbano es
una manera práctica y económica de
desplazarse por las partes más ajetreadas
del Puerto Rico urbano. ¡Ninguna visita a la
isla está completa sin un viaje en el Tren
Urbano!
El
tranvía:
El tranvía es un sistema de ferrocarril
eléctrico metropolitano que se caracteriza
por el uso de coches únicos o en pequeñas
formaciones propulsados por motores que
toman la energía desde la catenaria situada
en la parte superior del vagón. Su
característica particular es la diversidad
de opciones para alinear, configurar y
diseñar los vehículos. En las áreas del
centro de la ciudad, muy densas, puede
circular por túneles o por superficie en las
zonas peatonales. Fuera del centro de las
ciudades, los vehiculos pueden circular en
las medianas, en los carriles reservados de
las autopistas arteriales, sobre vías de
ferrocarril abandonadas o por corredores de
servicio público. En función del grado de
separación con el tráfico de la carretera,
las velocidades medias alcanzan desde 16
hasta 40 km/h. La capacidad de un sistema de
tamaño medio es de 12.000 personas a la hora.
Autoridad Metropolitana de Autobuses
(AMA) Puerto Rico
La
Autoridad Metropolitana de
Autobuses (AMA) se creó como
una corporación pública bajo
la Ley Núm. 5 de 11 de mayo
de 1959 y fue integrada al
Departamento de
Transportación y Obras
Públicas en el 1973. La
misión primordial de la AMA
es proveer, desarrollar,
administrar y mantener un
sistema de transportación
colectiva, que pueda operar
a un costo bajo en el Area
Metropolitana. Al mismo
tiempo reducir el uso de
automóvil privado y proveer
servicios de transportación
a una cantidad significativa
de personas que no cuentan
con otros medios de
transportación.
La AMA opera una flota de
277 autobuses en el
servicios regular y 35
autobuses los cuales proveen
servicio para personas con
limitaciones físicas y/o
mentales cubriendo siete (7)
de los trece (13) municipios
del Area Metropolitana de
San Juan. Los municipios
son:
San Juan
Guaynabo
Bayamón
Trujillo
Alto
Cataño
Carolina
La AMA cuenta con un total
de 1,198 empleados
clasificados de la siguiente
manera:
656 Choferes de
Autobuses
276 Talleristas
266 Personal
Administrativo (Gerencial
y Unionados)
La AMA opera un total de 30
rutas con un promedio de 188
autobuses durante horas de
mayor tránsito. Adicional a
esto, la AMA opera un
servicio de primera para la
Autoridad de Carreteras y
Transportación llamado
Metrobus II con un total de
17 autobuses en la ruta
durante horas de mayor
tránsito. De las 30 rutas de
la AMA 28 de éstas son rutas
de servicio regular y dos
(2) son ruta expreso.
La tarifa para el servicio
regular es de 75¢ y una
tarifa gratuita para
personas de la tercera edad,
con limitaciones físicas y/o
mentales. La tarifa de
Metrobus II es de 50¢. La
tarifa para el servicio
Llame-y-Viaje es de 50¢
hasta $2.50.
La AMA experimentó un
aumento en el auspicio de
sus usuarios a un promedio
de 112,000 pasajeros por día
de semana, solo en el área
metropolitana.