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                                      8. LA TIERRA Y LA LUNA.   La Tierra es nuestro planeta, el único en 
										el que conocemos la existencia de vida. Se le calcula una edad de 
										unos 4.500 millones de años. Se originó a partir de una nube de 
										materiales que se juntaron hasta formar una bola de materia fundida, 
										muy caliente, rodeada de gases, que se empezó a enfriar. Al enfriarse, 
										el vapor de agua que había alrededor se condensó y cayó sobre la superficie 
										de la Tierra formando los mares y océanos, es decir, la HIDROSFERA, 
										mientras el resto de los gases formaban la ATMÓSFERA.
										Vista desde el espacio presenta un color azul por 
										el agua y blanco por las nubes.
										   La Luna
										es el satélite de la Tierra. Es bastante grande para ser un satélite. Gira alrededor de nuestro planeta en aproximadamente 
										28 días, que es exactamente lo mismo que tarda en girar alrededor de su eje.
										El hecho de que su translación y su rotación duren lo mismo hace que 
										siempre nos esté enseñando la misma cara, mientras que nunca vemos la cara 
										opuesta (es a la que llamamos la "cara oculta de la Luna").
										   La Luna no posee atmósfera por lo que todos los 
										meteoritos que le llegan chocan contra su superficie formando cráteres.
										Vista desde la Tierra se distinguen unas zonas brillantes y unas zonas 
										oscuras que llamamos "mares".
										La Tierra y la Luna se atraen mutuamente por efecto 
										de sus masas, lo cuál provoca ciertos efectos en ambos cuerpos. De 
										estos efectos conocemos los que sufre la Tierra, ya que nos afectan 
										más y algunos son muy llamativos, como es el efecto de las MAREAS 
										terrestres, los movimientos de grandes masas de agua cuando son 
										atraídas por la Luna; estos movimientos se ponen de manifiesto en 
										las zonas costeras como una subida o retroceso del nivel del mar.
										
										   	Otro efecto que se produce es que la Tierra y 
										la Luna se frenan mutuamente su rotación, lo cual implica dos cosas:
										
										* Que la rotación de ambos cuerpos se va 
										frenando con el paso del tiempo, y la duración de la rotación es 
										  cada vez mayor; ahora dura 24 horas, pero hace unos 400 millones 
										de años duraba unas 22 horas.
										* Que la tierra y la Luna se van 
										separando; cuando se originó la Luna estaba mucho más cerca que hoy.										
										 
										   
										 
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