|  |  
                                      3. LA MÁQUINA TÉRMICA DEL INTERIOR TERRESTRE.  										
										 
										
											|  | 
                                      				
														| Al observar los demás planetas terrestres 
														del Sistema Solar,  se encuentra, como caso extremo de bajo 
														flujo térmico, Mercurio. Es un planeta sin actividad interna 
														y con nula renovación de su superficie, evidenciada por 
														su intensa craterización. |  
														
     |  |  
										 
											
											|  | 
                                      				
													| Al otro lado de la balanza, se halla 
														una de las lunas de Júpiter,  que muestra una superficie 
														totalmente cubierta por volcanes en erupción casi 
														permanente. La Tierra se encuentra a mitad de camino entre ambos. Todos los procesos internos de la Tierra se basan 
														en las transferencias de calor que mantienen en continuo 
														movimiento las rocas del interior de la Tierra. 
														Este calor queda en evidencia en procesos como el magmatismo 
														y el metamorfismo.
                                        			 |  |  Todos los procesos internos de la Tierra se basan 
										en las transferencias de calor que mantienen en continuo movimiento 
										las rocas del interior de la Tierra. Este calor queda en evidencia 
										en procesos como el magmatismo
										y el metamorfismo.
 								
										 El origen de este calor se debe a 
										dos posibles causas:										
																				
										 El Núcleo guarda calor 
										desde el momento de formación de la Tierra. Su composición hace que sea muy conductivo y, además, esté en convección. Este calor lo va liberando 
										de forma progresiva al Manto.
  La desintegración de elementos radiactivos en el Manto 
										(U235,U238,Th232 y K40), produce calor que se libera de forma gradual.
 
										
 
										 
											
											|  | 
                                      				
													| Cualquiera de ambos orígenes basta 
														por sí sólo para justificar la cantidad de calor que 
														llega a la superficie. Sin embargo, se cree que 
														intervienen los dos y, en mayor medida, el calor del 
														Núcleo. Este calor interno trasmitido por el  Manto y la Corteza 
														es el responsable de la actividad tectónica, y de los 
														procesos geológicos internos, constituyendo así el autentico 
														motor de la Tectónica de placas.
                                        			 |  |    
                                    				
													(Contiene película Flash)
													 
   |  |