| A lo largo de la historia, 
                                              la humanidad la adquirido usos sociales, 
                                              alimentarios, culturales, etc. que 
                                              se han consolidado como formas normales 
                                              de comportamiento.  Con el paso de los 
                                              años se ha avanzado en el conocimiento 
                                              de la naturaleza viva y de nuestro 
                                              propio organismo y gracias a ello 
                                              nuestra vida es ahora mucho más 
                                              larga y más cómoda. Pero este mayor 
                                              conocimiento ha mostrado que algunas 
                                              costumbres socialmente aceptadas 
                                              son muy perjudiciales para la salud.  
                                             El caso más notable 
                                              es el del uso del tabaco. 
                                              Hoy sabemos que es el responsable 
                                              de muchísimas muertes (Por ejemplo: 
                                              56.000 españoles murieron en 1998 
                                              por causa del tabaco). Su uso ha 
                                              dejado de ser socialmente "bien 
                                              visto" y solamente fuman ya las 
                                              personas que han desarrollado una 
                                              dependencia grave del mismo adquirida 
                                              cuando no se sabía lo perjudicial 
                                              que era, o personas poco maduras, 
                                              infantiles, que se dejan manipular 
                                              por la publicidad.  Otro caso importante 
                                              es el de los gases producto de 
                                              la combustión de hidrocarburos 
                                              (gasolinas, gasóleos) en automóviles, 
                                              casas y fábricas. Su dispersión 
                                              en la atmósfera hace que sean inhalados 
                                              y, disueltos en la sangre, lleguen 
                                              a las células dónde pueden causar 
                                              serios daños.  Algunos componentes 
                                              de los gases inhalados, del tabaco 
                                              o de la industria, son extremadamente 
                                              dañinos, como es el caso de la substancias 
                                              cancerígenas, las cuales, cuando 
                                              alcanzan la dosis adecuada, provocan 
                                              la transformación de una célula 
                                              normal en célula cancerosa con la 
                                              consiguiente aparición de un tumor. 
                                             Otras substancias producen 
                                              alteraciones en la pared del aparato 
                                              respiratorio, inflamando los conductos 
                                              e impidiendo el correcto intercambio 
                                              de gases. O alteran la función de 
                                              los alvéolos, dejando inútiles a 
                                              muchos de ellos.  En otros casos se 
                                              dificulta el transporte de oxígeno. 
                                              Así ocurre, por ejemplo con el monóxido 
                                              de carbono (CO), que se une a 
                                              la hemoglobina e impide que el oxígeno 
                                              se una a ella. Si su concentración 
                                              fuera muy alta la muerte sería instantánea. 
                                             Aparte de estas enfermedades 
                                              de origen ambiental y propias de 
                                              la sociedad industrial, existen 
                                              otras debidas a la propia naturaleza. 
                                              Un ejemplo serían las enfermedades 
                                              infecciosas: neumonía, bronquitis, 
                                              laringitis, tuberculosis, sinusitis, 
                                              rinitis, catarro, tos ferina, etc. 
                                              U otras como el cáncer del 
                                              pulmón o las vías respiratorias, 
                                              el enfisema o el asma. |