El sujeto está compuesto por un núcleo principal, que normalmente es un sustantivo pero que puede ser tanto un pronombre como un infinitivo sustantivado; y por una serie de modificadores del mismo, jerárquicamente subordinados a él.
Este tipo de modificadores, entre los que podríamos encontrar varias funciones gramaticales distintas, se pueden agrupar a grandes rasgos en dos grandes grupos, a saber: los modificadores directos y los modificadores indirectos.
Los modificadores directos del sujeto son aquellos que van unidos al núcleo directamente, o lo que es lo mismo, sin preposiciones ni cualquier tipo de conector de por medio. Se trata de elementos gramaticales que actúan en una posición adjunta al núcleo. Los determinantes artículos o indefinidos que en tantas ocasiones inician la frase y preceden al núcleo entran en el grupo de modificadores directos. También entran en este grupo los adjetivos, tanto los que preceden al sustantivo núcleo como los que se sitúan tras él. Y por último, también entran en este primer grupo las aposiciones. Pero veamos unos ejemplos de cada uno:
El árbol más grande
del parque es ese de allí
El frío de esta región es insoportable
Los días más calurosos del verano están por llegar
En estos ejemplos, los determinantes “el” -por dos veces- y “los” actúan como modificadores directos del núcleo del sujeto (“árbol”, “frío” y “días).
El largo invierno de
esta región es insoportable
El gran árbol del parque es ese de allí
Los días calurosos del verano están por llegar
En estos casos, hemos añadido algunos adjetivos (“largo”, “gran”, calurosos”) adjuntos al núcleo, para ilustrar este caso de modificación directa. Por supuesto, los determinantes que preceden a los núcleos siguen siendo igualmente modificadores directos.
Ese profesor, el señor
Buendía, es un tipo excelente
La amiga de Juan, María Elena, me cae bastante bien
En este caso hemos añadido un par de aposiciones para que sirvan como ejemplo. Tanto “el señor Buendía”, en el primer ejemplo, como “María Elena”, en el segundo, son nuevamente modificadores directos del núcleo.
Sin embargo, siempre que incluyamos una preposición que conecte el núcleo con un complemento, estaremos hablando de modificadores indirectos. Recuperemos algunos ejemplos que ya hemos usado, pero fijándonos ahora en otras partes de la oración:
La amiga de Juan me
cae bastante bien
El largo invierno de esta región es insoportable
Ese profesor de historia, el señor Buendía, es un
tipo excelente
Aquí, los modificadores “de Juan”, “de esta región”, y “de historia” son ejemplos perfectos de modificación indirecta, porque van precedidos de una preposición.
Naturalmente, modificadores directos e indirectos pueden aparecer juntos en una misma oración, y varios de ellos pueden hacerlo repetidamente.