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El Gobierno de Puerto
Rico
Como podrá notar el lector en el siguiente artículo, tomado de la
revista La Ilustración Española y Americana (1898, año XLII. Núm XX,
páginas 311 - 313 y 321) y en donde se describe a los integrantes del
gabinete autonómico, se
mezclan los nombres del provisional y los del electo.
-Ver artículo: Las
tendencias políticas en el Siglo 19 y el Gabinete Autonómico de 1898
Información y fotografía transmitidas
via e-mail por el Coronel de Artillería Francisco Rodríguez Padrón
de la Academia de Artillería en Segovia. El
Coronel Rodríguez Padrón también tiene la página
Gran Atlas de
la Artillería Española Siglo XX.
Los
secretarios y subsecretarios del despacho
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Sentados de izquierda a
derecha: D. Luis Muñoz Rivera, Gobernación y Gracia y
Justicia, D. Francisco Mariano Quiñones, Presidente y D.
Manuel Fernández Juncos, Hacienda
De pié de izquierda a
derecha: D. Juan Hernández López, Obras Públicas y
Comunicaciones D. José Severo y Quiñones, Agricultura,
Industria y Comercio y D. Manuel F. Rossy, Instrucción
Pública
Con ocasión
del Manifiesto en que ha dado gallarda muestra de su amor a
la madre patria el Gobierno de Puerto Rico, publicamos hoy
los retratos de los secretarios del despacho que lo
constituyen y de los subsecretarios de los departamentos.
Preside el primer Gabinete portorriqueño en el nuevo régimen
autonómico el respetable patricio D. Francisco Mariano
Quiñones, el único que sobrevive a los comisionados de 1865
que firmaron en Noviembre del siguiente año el Manifiesto
pidiendo para su país la abolición de la esclavitud "con
indemnización o sin ella, si no fuera otra cosa posible; sin
reglamentación del trabajo libre o con ella, si se estimaba
de absoluta necesidad".
Siempre estuvo el Sr. Quiñones con su
palabra, con su pluma y con el voto del lado de los
comisionados reformistas a quienes hoy se califica
justamente de precursores de la autonomía.
Ha sido el Sr. Quiñones
diputado a Cortes, y goza de gran prestigio como
inteligencia y como carácter.
El
secretario de Gobernación y Gracia y Justicia es
D. Luis Muñoz Rivera,
el infatigable director de La Democracia.
Es muy elogiado el talento
práctico con que ha conseguido enlazar los destinos del
partido liberal en Puerto Rico a los del presidido por el
señor Sagasta, y el esfuerzo y la constancia con que ha
logrado llevar al censo restringido 80,000 electores
liberales sin temor a los peligros que entonces tenía su
atrevida campaña en los periódicos autonomistas. Contribuyó
con su peculio a la fundación del periódico El País, y en él
ha tomado muy activa parte como escritor.
D.
Cayetano Coll y Toste, subsecretario de Agricultura,
Industria y Comercio, es hijo de Arecibo, y desde estudiante
luchó en Barcelona y en su país por la causa liberal. Médico
distinguido de gran práctica, es además poeta laureado y
director propietario del Repertorio Histórico de Puerto
Rico. El Sr.
Coll contribuyó poderosamente a la terminación de un hermoso
hospital en Arecibo, y hoy tiene la idea generosa de fundar
en Puerto Rico una sociedad benéfica protectora para
asegurar el alimento de los enfermos pobres, y una cocina
económica. En
su paso por el gobierno regional de San Juan ha demostrado
el Sr. Coll sus brillantes aptitudes de mando.
El
secretario de Hacienda es el literato
D. Manuel Fernández Juncos, director
de El Buscapié, asturiano de nacimiento, portorriqueño de
corazón, infatigable polemista y defensor entusiasta de la
causa liberal en Puerto Rico.
Identificado con D. Rafael
María Labra en política, y autonomista de siempre, tiene
gran reputación como economista.
Secretario
de Obras públicas y Comunicaciones es el jurisconsulto D.
Juan Hernández López, que a su fama como letrado une la de
orador elocuentísimo. Prestó importantes servicios a la
causa autonomista, y estuvo separado de la política activa
mientras juzgó que su partido trabajaba estérilmente,
volviendo a la lucha con nuevos bríos cuando la juzgó
posible y eficaz. Es presidente del Ateneo y de la
Institución Superior libre de Enseñanza.
El decano
del Colegio de Abogados, D. José Severo Quiñones, es
secretario de Agricultura, y sus méritos como hombre de
ciencia y orador muy brillante los avalora la viril energía
de su carácter, del que, en difíciles circunstancias, ha
dado pruebas evidentes.
El
abogado D. Manuel F. Rossy desempeña la cartera de
Instrucción Pública. Desde los comienzos de su carrera se
consagró a la política liberal, y en las épocas más
difíciles para su causa demostró gran entusiasmo, Cortes de
1872 y en las Constituyentes del año 1878.
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Ejerce
la subsecretaría de la Presidencia D. Julián E. Blanco, hijo
de uno de los primeros periodistas liberales del país y
nieto por su madre de uno de los defensores del puente de
San Antonio cuando el asedio de los ingleses de 1797.
Cuando cursaba sus estudios con gran
aprovechamiento tuvo que dedicarse al humilde oficio de
amanuense de procurador para ganarse el sustento, y pasó
después por los bufetes de cuatro notables jurisconsultos,
adquiriendo en ellos gran caudal de conocimientos.
Ha sufrido por sus ideas liberales
muchas persecuciones y destierros, siendo varias veces
reconocida su inocencia después de sufrir grandes daños por
suponérsele delincuente. En 1870 hizo en El Progreso su
primera campaña periodística, y al año siguiente fue elegido
diputado provincial. Designado
por sus compañeros para desempeñar la Comisaría de Hacienda
y Contabilidad, organizó con ese carácter la Hacienda de la
provincia, comenzando por levantar un empréstito que se
cubrió rápidamente y que en plazo brevísimo fue reintegrado.
El mismo año 71 hubo de cesar en su
cargo, para ser elegido diputado a Cortes por el distrito de
Caguas, siendo revestido de igual representación en las
nuevas Cortes de 1872 y en las Constituyentes del año 1873.
Todas las correspondientes actas
fueron aprobadas por el Congreso, pero el Sr. Blanco sólo
pudo asistir a las Cortes de 1871, por haberse disuelto las
otras antes de llegar él a Madrid.
Durante un período de alejamiento de
la vida política se dedicó Blanco a trabajos de otro género,
como la fundación de la Asociación de Agricultores, a que
prestó eficaz ayuda, y la creación del Banco Territorial y
Agrícola. En ambas instituciones ocupó y ocupa altos puestos,
recibiendo distinciones señaladísimas.
Es presidente de la Sociedad
Económica de Amigos del País y miembro de varias
corporaciones. |
El
subsecretario de Obras Públicas y Comunicaciones, D. Tulio
Larrinaga, nació en Trujillo Alto en 1847. Estudió y
practicó su carrera de ingeniero civil en el extranjero.
De regreso a San Juan de Puerto Rico,
fue nombrado arquitecto municipal. Proyectó y construyó, en
1880, el primer ferrocarril de Puerto Rico (línea de tranvía
de San Juan a Río Piedras).
Durante doce años sirvió el cargo de inspector de obras
provinciales, proyectando y construyendo dos carreteras.
En 1889 renunció varias veces el
puesto de inspector de obras provinciales. Aceptada por fin
la renuncia, marchó a París, en donde se le hicieron
proposiciones por una antigua casa constructora de puentes
para montar en Puerto Rico todos los puentes del ferrocarril
de circunvalación. En breve plazo realizó dicha obra el Sr.
Larrinaga, habiendo de formar brigadas enteras de operarios
que, para esta especialidad, no existían en el país.
Ha dado cima, en sus veintiocho años
de práctica profesional, a gran número de obras importantes.
Al formarse la Compañía de
Ferrocarriles de vía estrecha de Mayagüez, fue llamado para
confiarle la empresa de llevar la vía al centro de las más
elevadas montañas. La primera sección de esa línea férrea
(18 kilómetros) ha quedado abierta recientemente a la
explotación, y muy pronto quedara terminada la prolongación
hasta San Sebastián. En este
pueblo se encontraba cuando se le llamó para ocupar la
subsecretaría de Obras públicas y Comunicaciones.
Ha sido siempre
liberal de corazón, y cuando su partido le ha connado
trabajos de propaganda los ha desempeñado como bueno. |
José
de Diego, subsecretario de Gobernación y Gracia y Justicia,
estudió el bachillerato en Logroño y Barcelona, y escribió
en muchos periódicos de la Península desde muy joven.
Dirigió la Semana Cómica y colaboró en Madrid Cómico, Verán
ustedes, El País y el Progreso. Es abogado de mucha fama, y
tiénela también muy reconocida como poeta de hondo
sentimiento y brillante fantasía.
En la asamblea de Mayagüez celebrada
por el Partido Autonomista fue elegido secretario.
"Su ingreso en el partido liberal
monárquico español, dice un periódico de Puerto Rico, es un
acto de sincero patriotismo. Amaba la república por amor a
la patria y a la libertad. Vino a la monarquía porque
encontró en el seno de ella el bien y la libertad de la
patria." "Su
inteligencia, su talento vigoroso, sus variados
conocimientos y su amor a la tierra nativa y a la nación
madre, hacen esperar de él una labor a la que deberá
notables progresos el país." |
Subsecretario
del Departamento de Instrucción Pública es el distinguido
facultativo y hombre público D. José C. Barbosa,
que regresó con título de médico-cirujano a su país natal en
el año l880. Apenas llegado,
ingresó en el Partido Liberal entonces existente, que era el
asimilista. Iniciada ya la
labor de propaganda, asistió el Dr. Barbosa
a la reunión convocada por el señor Millet, en la que éste
expresó la conveniencia de proclamar el régimen autonómico
como organismo de la descentralización que pedía el antiguo
partido liberal. Comisionado
por el Comité de San Juan, Barbosa
fue uno de los que en la Asamblea de 1887 dieron forma
definitiva al plan autonómico.
Surgieron los sucesos del año 87, y Barbosa
prestó su cooperación, su consejo y el apoyo moral y
material a todos los perseguidos por sus ideas autonómicas.
Desde entonces figuró en todas las
delegaciones del partido. En la
Asamblea de febrero del año 1897 levantó la bandera de la
disidencia, luchando desde entonces por la organización del
grupo "ortodoxo". El Dr.
Barbosa contribuyó a
fundar el periódico El País, y ha sido siempre constante
redactor del mismo. |
Desempeña
la subsecretaría de Hacienda el joven y distinguido
periodista D. Luis Sánchez Morales, que desde el año 86
comenzó sus tareas periodísticas en El Palenque de la
Juventud, figurando siempre en el Partido Autonomista.
Durante mucho tiempo fue ingenioso y castizo cronista de El
Buscapié. Al
regresar de la Península la comisión que concertó la alianza
con el partido del Sr. Sagasta, fue uno de los que se
abstuvieron de votar en la asamblea de febrero del 97, e
ingresó en el grupo autonomista histórico que recogió la
tradición del partido, unánimemente se le designó para
secretario de la colectividad. |
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