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Mientras
que la morfología se ocupa de cada elemento de la oración por
separado, la sintaxis los estudia en su relación recíproca,
teniendo a la oración como contexto general donde se dan estas
relaciones. La unidad nuclear de la sintaxis es el sintagma.
El SINTAGMA
Teniendo presente la definición de signo lingüístico complejo
como la asociación de un significado a un significante a través
de determinadas posibilidades combinatorias, podemos definir el
sintagma como una o más palabras dispuestas de manera que en
conjunto expresen un significado global.
Las
relaciones sintagmáticas son las que se establecen entre los
distintos elementos de la lengua para constituir formas más
complejas que son percibidas por el hablante como unidades
significativas: los sintagmas. Los sintagmas son combinaciones
de elementos lingüísticos que forman una unidad de función y de
significado y que se integran en una oración o en un texto.
Si
en un sintagma podemos distinguir un núcleo o forma alrededor de
la cual se organizan las demás, se trata de un sintagma
endocéntrico. Ejemplos: “caballo de madera”, “muy bonito”, ya
que podemos delimitar claramente el núcleo de cada uno de ellos:
un sustantivo y un adjetivo < bonito>, respectivamente.
Una
cláusula es un ejemplo de sintagma exocéntrico, ya que en él no
podemos distinguir claramente un núcleo o parte alrededor de la
cual se organizan todas las demás.
CLASES DE SINTAGMAS
Los
diferentes clases de sintagmas toman el nombre de los diferentes
nombres de palabras que tienen como núcleo. Así tenemos:
SINTAGMA NOMINAL (s. n.)
Que
está ordenado alrededor de un sustantivo. Además del núcleo o
palabra indispensable, el sintagma nominal puede ir acompañado
por uno o más determinantes. Ejemplos: Mi carro nuevo de color
rojo.
SINTAGMA ADJETIVAL (S. Adj.)
Que
gira en torno a un adjetivo. También puede ser completado por
otros elementos, como adverbios o sintagmas preposicionales.
Ejemplo: Completamente loco; loco de remate.
SINTAGMA ADVERBIAL (S. Adv.)
Que
gira en torno a un adverbio. Admite como modificador del núcleo
sólo a otro adverbio. Ejemplo: Bastante bien, muy lentamente.
SINTAGMA VERBAL (S. V.)
Cuyo núcleo es un verbo.
SINTAGMA PREPOSICIONAL (S. Prep.)
Estos sintagmas no toman su nombre de la clase de palabra que
actúa como núcleo, sino de la partícula relacionante con la que
van introducidos. Un sintagma preposicional puede actuar como
complemento de un sustantivo, de un adjetivo o de un verbo, de
un sintagma adjetival o de un sintagma verbal, así como dentro
de otro sintagma preposicional. Ejemplo: De otra manera; para su
hermano.
Rango de los elementos de la oración
Las
palabras se combinan entre sí para formar sintagmas, y éstos
para formar oraciones. Estas combinaciones tienen lugar bajo
unas relaciones de interdependencia. Así, el sustantivo no puede
completar a ninguna otra clase de palabra, por lo cual se le
otorga el rango primero. El determinante y el adjetivo son
complementos del sustantivo y, por consiguiente, tienen rango
dos o segundo.
|
Clase de palabra
|
Rango
|
Variables
|
Sustantivo
|
1
|
Verbo Adjetivo Determinante
|
2
|
Invariables
|
Adverbio
|
3
|
Preposición
|
0
|
La concordancia
Además de elegir las unidades léxicas adecuadas para constituir
una oración, es imprescindible combinarlas entre sí de un modo
adecuado.
En
el Sintagma Nominal, S. N., el núcleo debe estar en el mismo
género y número que sus complementos, tanto determinantes como
adjetivos. Así pues, no pueden considerarse sintagmas bien
constituidos las combinaciones siguientes: Los árboles altas. El
mesa pequeña.
En
el Sintagma Verbal S. V., el núcleo exige que el S. N., que
desempeña la función de sujeto tenga el mismo número y la misma
persona. No son por tanto, oraciones gramaticales: Los árboles
ha crecido; La mesa soy pequeña.
A
estas relaciones entre las diversas partes de la oración las
llamamos concordancia.
Orden entre los elementos de la oración
El
Orden de los elementos de la oración es: S N. + S V. Pero
cualquiera de esos elementos, e incluso las partes del S V.,
puede ser trasladado al principio de la oración. El objeto de
este cambio de orden es que el elemento trasladado se convierta
en tema de la oración.
Tema es lo dado, lo que aparece en primer lugar, lo que aporta
menos cantidad de información, lo ya conocido por el oyente y el
hablante o que se presenta al oyente como secundario. Rema es lo
nuevo, lo que aparece en segundo lugar y es el núcleo de la
información aportada por la oración, lo que realmente queremos
comunicar.
Frecuentemente el tema coincide con el S N. o primer elemento de
la oración, y el rema, con el SV. O segundo elemento de la
oración, sujeto y predicado, respectivamente, según la
terminología tradicional.
Pero a veces el tema no se corresponde con el sujeto, sino con
otro elemento de la oración. Entonces el hablante altera el
orden de la estructura profunda y hace aparecer en primer lugar
el tema, para iniciar la oración con el elemento conocido por
ambos interlocutores o que aporta menos información.
Así
los diferentes enunciados siguientes:
Juan prestó este libro a Pedro.
Este libro se lo prestó Juan a Pedro.
A Pedro le prestó este libro a Juan.
Son
diferentes estructuras superficiales de la estructura profunda:
Juan prestó este libro a Pedro, y responden a diferentes
situaciones en que el temas es, respectivamente, Juan, libro,
Pedro.
El Sintagma nominal
El
sintagma es uno de los constituyentes inmediatos de la oración.
Los constituyentes inmediatos se llaman así porque constituyen
la oración sin necesidad de otros elementos. El sintagma nominal
se caracteriza porque tiene como núcleo un nombre o un
sustantivo acompañado de dos elementos opcionales, un
determinante y un sintagma adjetival.
El carácter de núcleo hace que un hombre sea suficiente para
constituir un sintagma nominal.
Cuando decimos Oración = SN + SV atribuimos al SN también puede
aparecer en la oración. Pero el SN también puede aparecer en la
oración desempeñado otras funciones: objeto directo, indirecto,
circunstancial, etc.
El sujeto de la oración
La
principal función del SN es la de constituir el sujeto de la
oración. El sujeto suele estar formado por un sustantivo
acompañado por otras palabras que lo complementan. Pero la
función de sujeto la realiza todo el sintagma. Esta función
consiste en imponer la concordancia de número y persona al
verbo. El cambio de número o persona en el sujeto impone un
cambio del mismo tipo en el predicado.
Existen otras clases de palabras que pueden cumplir la función
de sujeto además del SN:
El pronombre: se define como aquella palabra que sustituye
al nombre y por tanto tiene sus mismas funciones nucleares: ella
tiene un perro.
El nombre: Lucía tiene un perro.
El infinitivo: Soñar tiene un precio.
La oración subordinada: Quien quiere compañía tiene un
perro.
Una palabra sustantivada:
El francés tiene un perro.
Determinantes
El
determinante es un elemento que forma parte del sintagma nominal
en la estructura profunda del mismo, pero que puede aparecer o
no en la estructura superficial.
Los
determinantes son: artículos, demostrativos, posesivos,
indefinidos, distributivos y numerales. Los determinantes se
sitúan delante del nombre, con el cual concuerdan en género y
número. Puede aparecer más de un determinante delante del
nombre: aquellos cinco espectadores.
Los
determinantes no tienen significado léxico; son palabras que no
remiten a un referente. Su significado es sólo gramatical y
mediante el mismo determinan el referente del nombre
cuantificándolo - ocho días -, situándolo en relación al
hablante - mis libros -, señalando su situación en el espacio o
en el tiempo - este libro, aquel día- .
Cualificadores
El
cualificador especifica o explica un núcleo nominal.
Generalmente está representado por el adjetivo calificativo y en
ese caso concuerda en género y número con él: Los niños enfermos
no fueron de excursión. En este caso el cualificador
especifica el núcleo nominal (sólo los enfermos no fueron, pero hubo
una excursión).
Sin
embargo, en la frase: los niños, enfermos, no fueron de
excursión; el cualificador va entre comas para indicar su
función de explicación del núcleo (todos los niños estaban
enfermos, la excursión se suspendió).
Pero también el cualificador puede ser un complemento del nombre
(CN) o un complemento del adjetivo (CA).
Complemento del nombre (CN)
Lo
constituye un sintagma o grupo de palabras de tipo proposicional
o adjetival que cualifica al núcleo: La casa de mi hermano está
en esta calle (SP = CN); La casa tan bonita está en esta calle
(S Adj. = CN)
La aposición Y El vocativo
Un
sintagma adjetival puede estar formado por un sintagma nominal
que modifica directamente a un nombre. La aposición se coloca
normalmente después del nombre, como el adjetivo, pero difiere
de otros modificadores del nombre en que tiene carácter
parentético o explicativo, más que distintivo. Ejemplo: José, mi
vecino, es de Barranquilla.
El
caso del vocativo no forma parte de la oración ni como sujeto ni
como complemento. Sirve para llamar o exclamar, y representa la
persona o cosa a la que nos dirigimos en tono de mandato,
suplica o invocación. Ejemplo: ¡Profesor, me explica por favor!.
El sintagma verbal
El
núcleo del S. V. Es el verbo.
El predicado de la oración
El
SV. Tiene como única y exclusiva función la de constituir el
predicado de la oración. Esto significa que cuando tengamos un
SV tenemos automáticamente una oración.
Los
niños lloran. O = SN + SV SN = Det. + N SV = V
Esto es una oración compuesta de sujeto y predicado.
Si suprimimos el sujeto, seguimos teniendo una oración: Lloran.
O =
SV SV = V
Oraciones unimembres
Puesto que el predicado debe absolutamente aparecer y en cambio
el sujeto puede no estar presente en una oración, podemos
distinguir dos tipos de oraciones. El ejemplo anterior “los
niños lloran” es un caso de oración bimembre porque tiene dos
miembros: sujeto y predicado. Pero si decimos “lloran”, tenemos
un cado de oración unimembre.
Se
llaman unimembres aquellas oraciones en las que SV coincide con
la oración.
La
ausencia de sujeto pude deberse al hecho de que sobreentiende o
bien porque no existe. En este último caso hablamos de oraciones
impersonales.
Las
oraciones impersonales pueden ser de tres clases:
-
Verbos que
expresan fenómenos naturales: llover, nevar, amanecer.
-
Determinados usos
de los verbos haber, hacer, ser, como: hacer frío, hay
gente, es tarde.
-
Oraciones con el
pronombre se o con la tercera persona del plural. Ej. Se
vende.
CLASES DE PREDICADOS
Se
conocen dos clases de predicado: el nominal y el verbal.
PREDICADO NOMINAL
En
él el verbo ha sufrido un proceso de gramaticalización por el
cual se ha vaciado de contenido semántico y se ha convertido en
un mero instrumento gramatical, portador de los morfemas
verbales. Los verbos que han sufrido este proceso en español son
ser y estar, los únicos verbos copulativos que existen, llamados
así porque, además e llevar los morfemas de tiempo, número,
modo, aspecto, etc., tienen la misión de unir el sujeto con el
atributo.
PREDICADO VERBAL
En
le predicado verbal el elemento más importante es el significado
léxico del verbo, el cual condiciona la estructura del
predicado, ya que exige determinados complementos verbales que
la configuran.
COMPLEMENTOS DEL VERBO
Complemento directo
Se
llama así al Sn que en la estructura profunda sigue
inmediatamente al verbo transitivo. También puede desempañar la
función de complemento directo un SP introducido por la
preposición, sobre todo si se refiere a personas.
Complemento Indirecto
Se
caracteriza porque va precedido de la preposición a. El
complemento indirecto siempre se refiere a personas o animales o
a referentes personalizados: Juan da un libro a Pedro.
LA ORACION
Las
actitudes básicas del hablante son tres:
Enunciar: es expresar una idea ya sea afirmando o negando
Preguntar: es interrogar a otra persona para pedir información.
Exhortar: es inducir a otros a que nos concedan una petición o a
que obedezcan una orden.
Enunciativas afirmativas:
Son
las que usamos para expresar ideas de manera positiva o para
responder afirmativamente una pregunta:
Expresiones que usamos para afirmar: sí, como no, desde luego,
obvio, cierto, por supuesto, sin duda, claro, justo, de acuerdo,
bueno, evidentemente, etc.
Enunciativas dubitativas:
Hacemos uso de esta clase de oraciones para expresar una duda, o
estado de incertidumbre.
Quién sabe si lloverá esta tarde.
Expresiones que significan duda son: No sé si..., quien sabe
si..., tal vez, será como...
Enunciativas negativas:
Son
las que utilizamos para expresar ideas en forma negativa o para
responder negativamente una pregunta.
-
No acepto tu
propuesta.
-
¿Viste ya la
exposición?
No, aún.
Expresiones que usamos para negar: no, nunca, jamás, nadie,
ninguno, ni de riesgo, ni pensarlo, qué va, ni de peligro, ni
mu, ni pizca, ni jota.
Enunciativas desiderativas:
Son
las que usamos para expresar un deseo, que se puede manifestar
de manera positiva o negativa:
Deseo aprobar el curso.
No quiero perder el curso.
Expresiones utilizadas para indicar deseo son: querer, desear,
aspirar, ansiar, anhelar, ojalá, quiera Dios, pueda ser que,
quien pudiera.
Oraciones interrogativas:
Cuando el hablante ignora por completo la realidad por la cual
interroga y la respuesta es sí o no, utiliza
oraciones interrogativas absolutas: ¿Viniste ayer al
colegio? (Sí - No)
Cuando el hablante conoce en parte aquello por lo cual interroga
y sólo desea saber parte de la circunstancia, la interrogación
se hace en oraciones interrogativas relativas:
¿Cómo te pareció la película?
Oraciones exhortativas:
Una
de las actitudes básicas del hablante, es exhortar. Para
esto usamos las oraciones imperativas o exhortativas.
Con esta clase de oraciones hacemos peticiones o damos órdenes.
Petición: Mami, regálame para un helado. Orden: Haga primero las
tareas.
La oración
La
oración es un conjunto significativo de palabras, expresadas en
determinado orden y con independencia gramatical, con el fin de
comunicar una idea, ya sea para afirmar, negar, ordenar, opinar,
...
Una oración es una palabra o un conjunto de palabras con sentido
completo que expresa una idea o un juicio sobre algo o alguien.
Las oraciones pasivas y activas
En
algunas oraciones el concepto de sujeto, el componente que
indica la persona, animal o cosa que realiza la acción propuesta
por el verbo, sin embargo existen unas oraciones llamadas
pasivas, en este tipo de oraciones el sujeto no realiza la
acción del verbo; en cambio la recibe o sufre, suele decirse que
es paciente de la acción. Es lo que se nota en esta expresión
popular: la envidia es mejor despertarla que sentirla. Se trata
de envidiar (activo) o de ser envidiado (a) (pasivo).
En
las oraciones pasivas, el sujeto recibe la acción verbal que
otro ejecuta, llamado complemento agente.
Ejemplo:
El
mago (sujeto agente) transformó (verbo activo) al indefenso
roedor (complemento directo)
En
esta oración, el mago realiza la acción, mientras el ratón la
sufre o soporta. La gramática expresa este mágico atropello
mediante la voz activa, como aparece en la oración del ejemplo
anterior.
Cómo reconocer la oraciones
La
mejor forma para reconocer una oración es fijarnos en su
significado, es decir que comunique una idea.
Las oraciones se pueden reconocer en el lenguaje oral por el
cambio de entonación y la pausa entre una y otra. En el lenguaje
escrito, como en las obras literarias, por signos de puntuación
como el punto y coma, y el punto.
Partes de la Oración
Los
elementos fundamentales de la oración son el sujeto y el
predicado.
La Oración compuesta
Cuando se unen oraciones simples se forma una oración compuesta;
gracias a ésta es posible una comunicación más elaborada, como
la de los escritores, escritoras o la nuestra cuando escribimos
cartas a los amigos o amigas que se han ido lejos.
Formamos oraciones compuestas cuando expresamos una idea
utilizando varios sujetos o varios predicados.
Ejemplos:
Con varios sujetos: "Juliana y Camilo visitan el museo".
Con
varios predicados:
"Juliana es pintora y escritora"
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