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El Libro
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Contenido Revisado
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Organización
Los libros contienen textos
escritos
por uno o varios
autores. En ellos se
desarrollan
ideas, se exponen conocimientos y opiniones de los autores referidas a
uno o varios temas.
Los
libros
generalmente mantienen una
organización
en su estructura
general:
Cubierta o tapa: consta del título del libro, el
autor,
la editorial. Muchas veces tiene ilustraciones relacionadas con el
contenido del libro.
Contratapa: Puede estar en blanco o realizar un breve
comentario acerca del libro o su autor.
Portada: consta del título del libro, el autor, la editorial
y datos adicionales como el traductor, los colaboradores, etc.
Indice: es la enumeración de los capítulos y sus
correspondientes páginas de inicio.
Colofón: menciona el lugar y fecha de impresión del libro, la
cantidad de ejemplares de la edición y el taller gráfico que realizó
el trabajo.
Nace el libro: se abre el mundo
Prácticamente desde sus orígenes los seres humanos han
tenido la necesidad de transmitir sus conocimientos e
ideas a otras personas, y muy especialmente a las nuevas
generaciones. En un comienzo esto se hacía a través de
la tradición oral; es decir, traspasando
información de persona a persona y de generación en
generación. Tempranamente en la historia los seres
humanos comenzaron a dejar testimonios grabados o
pintados acerca de sus experiencias e ideas. Así
hemos sido testigos de los modos de vida de las
comunidades primitivas a través de hermosos e
impresionantes dibujos hechos en las cavernas.
Ya en la Edad Antigua surgieron los primeros libros,
con el claro objetivo de informar o divulgar ideas,
creencias, conocimientos, leyes, sentimientos y
expresiones artísticas. Los primeros libros de que se
tiene noticia existieron en la antigua Mesopotamia.
Estos consistían en tablillas de arcilla, sobre
las cuales se grababan, cuando aún estaban frescas,
dibujos o caracteres (signos).
Los antiguos egipcios crearon un sistema distinto para
realizar sus libros: ellos hacían largos rollos de
papiro, un material parecido al papel que se extraía
de los juncos que crecían a orillas del río Nilo. En
estos rollos escribían largos textos en escritura
jeroglífica, que se podían leer desenrollando el “libro”,
que podía tener hasta 40 metros de largo. Más adelante,
los libros más extensos se escribían en varios rollos,
que se guardaban juntos. Este sistema fue adoptado
también por griegos y romanos, quienes
almacenaban los libros en inmensas bibliotecas;
desgraciadamente el papiro es un material que se
desintegra en menos de cien años, por lo que gran parte
del conocimiento de la antigüedad se ha perdido.
Los persas, hebreos y otros pueblos que vivían en
regiones donde no abundaban los juncos escribían sus
textos sobre pergaminos, que eran pieles secas de
animales tratadas para que quedaran delgadas y lisas;
este material se conservaba por mucho más tiempo que el
papiro, por lo que poco a poco lo fue sustituyendo. En
el Lejano Oriente, en cambio, los primeros libros se
escribieron sobre tablillas de bambú, que luego
se unían entre sí o sobre tiras de corteza mezclada con
cáñamo que se enrollaban en un cilindro, para formar un
rollo, y más adelante se plegaban en forma de fuelle de
acordeón.
A
partir del siglo primero, los rollos comenzaron a ser
sustituidos por los códices, que eran
cuadernillos de hojas rayadas hechas de madera cubierta
de cera, sobre las cuales se podía escribir con un
instrumento afilado. Posteriormente, estas hojas fueron
remplazadas por hojas de papiro o pergamino, que se
introducían entre dos planchas de madera y se ataban con
correas de cuero.
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Durante la Edad Media los libros eran copiados en
forma manuscrita por los monjes en los monasterios.
Estos reproducían fundamentalmente fragmentos de la
Biblia y algunos textos de la antigüedad, entre los
cuales se intercalaban dibujos realizados con tintas
doradas y de otros colores, que adornaban los bordes o
indicaban los comienzos de capítulos o secciones. Muchos
de estos libros eran verdaderas obras de arte, cuyas
tapas estaban hechas de madera o piel, con adornos
confeccionados con metales y piedras preciosas y que
poseían cerraduras en forma de botones o candados.
Los primeros libros impresos se hicieron en China,
tallando los caracteres en bloques de madera, que luego
se untaban con tinta y se aplicaban sobre papel, invento
chino del siglo II. Estos primeros libros impresos
tuvieron como función difundir la religión budista. Este
tipo de impresiones empezaron a realizarse en Europa
recién a partir de la Edad Media, cuando los
europeos comenzaron a tomar contacto con Oriente.
En 1456 el alemán Johann Gutenberg publicó el
primer libro realizado en una imprenta moderna, que
funcionaba con tipos móviles de metal. Este invento,
sumado al conocimiento del papel por los europeos, hizo
más fácil, rápida y barata la producción de libros,
con lo cual comenzó una amplia difusión del conocimiento.
• Si tú hubieras inventado la imprenta y hubieras
tenido que decidir cuál sería el primer libro que se
imprimiría, ¿qué libro habrías escogido? ¿Por qué?
• Averigua cuál fue el primer libro que imprimió
Gutenberg
Los libros han permitido a la humanidad expresar
sentimientos, ideas y opiniones, dar a conocer avances
del conocimiento y guardar un registro de la historia;
en suma, ampliar la visión del universo.
Trabaja como un monje medieval
- Elige el cuento que más te haya gustado de los
que has leído.
- Comienza a copiar, con muy buena caligrafía y
ortografía, un trozo cada día en hojas sueltas.
- Dibuja las mayúsculas más grandes y adórnalas
con dibujos (estas se llaman letras capitales o
capitulares).
- Ilustra cada escena del cuento con un dibujo
hecho en forma muy cuidadosa.
- Hazle tapas a tu libro con cartón grueso. En
la portada, escribe el nombre del cuento y del
autor, y pinta una ilustración. |
¡Cuánto hemos leído!
¿Qué libros conoces?
• ¿Te acuerdas de qué se tratan?
• ¿Recuerdas los datos del autor?
• ¿Cómo haces para recordar los contenidos de alguna
lectura después de cierto tiempo?
Muchas veces tenemos que leer más de un capítulo o
apunte para preparar una prueba o un examen. Otras veces
tenemos que leer una novela completa, que consta de
variados capítulos, cada uno con distintos personajes y
acontecimientos. En otras ocasiones tenemos que hacer
trabajos, para los cuales obtenemos información de
diversas fuentes: diccionarios, revistas, libros,
diarios, etcétera. En todos los casos anteriores estamos
frente a un problema:
¿cómo hacer para no
olvidar lo que hemos leído?
Si leemos una revista o un libro por distracción, por el
placer de leer, generalmente no nos importa olvidarlo al
poco tiempo. Siempre es posible volver a leerlo y quizás
hasta lo disfrutemos más la segunda vez. Pero cuando se
trata de lectura necesaria para el trabajo escolar es
muy importante contar con algún recurso para registrar
parte de lo que leemos, porque la sola lectura no basta
para comprender realmente, y mucho menos para recordar
lo leído, pasado cierto tiempo.
Una manera de llevar un registro de los capítulos de un
libro o del contenido de varios libros es a través de la
construcción de fichas.
Las fichas son tarjetas que se utilizan para guardar
información. Se puede hacer fichas personales,
bibliográficas, de contenido y de vocabulario, entre
otras. Tienen como función guardar información
sintetizada sobre un determinado tema y permitir un
acceso rápido y sencillo a ella. Para que esta función
se cumpla, es necesario recordar que deben ser
relativamente cortas, ordenadas y fáciles de leer.
Para desarrollar mejores hábitos de lectura y
comprensión resulta muy útil la confección de fichas de
contenido y las bibliográficas.
1.
La ficha de contenido: contiene la información
resumida y jerarquizada de un libro o un artículo. Para
hacer una ficha de contenido puedes seguir los pasos
siguientes:
a) registrar el apellido y el nombre del o la
autor/a y a continuación el título de la obra.
b) registrar el título del capítulo: si son largos,
probablemente utilices una ficha entera para el primer
capítulo. Si no, puedes incluir más de un capítulo en
una ficha.
c) registrar, como subtema dentro del mismo
capítulo, los contenidos que trata y un breve resumen de
esos contenidos, a través de la selección de ideas
principales. Al lado de cada idea principal, debe ir el
número de la página en que se encuentra.
2.
La ficha bibliográfica: se usa para guardar los
datos de una publicación, que puede ser un libro, un
artículo, una revista, etcétera. Estos datos no son de
contenido sino bibliográficos, es decir, corresponden a:
autor, título de la obra, año de edición, nombre de la
editorial, número de la edición, nombre de la ciudad en
que se editó el libro y número de páginas. Si el texto
ha sido traducido, se debe agregar el nombre del
traductor. Registrar los datos de los textos que leemos
es importante, porque cada vez que se hace un trabajo
hay que indicar los datos bibliográficos completos de
todos los textos que se han utilizado.
• Te proponemos elegir uno de los libros que te haya
gustado este año o el anterior y hacer una ficha de
contenido y otra bibliográfica del mismo.
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La imprenta de Gutenberg en los comienzos del
libro moderno. |
¿Cómo se hacen los libros?
Desde el inicio de la escritura la ciencia ha tenido un
papel muy importante en la fabricación de libros, y en
especial en la posibilidad de llevar la lectura y el
conocimiento a todas las personas. La invención de la
imprenta es probablemente el avance más importante hasta
ahora en ese sentido.
Haciendo un libro
Mucho antes de tomar su forma real, un libro es tan solo
una idea en la mente del autor. En algunos casos, es una
idea fugaz que aparece de repente y sin previo aviso; en
otros, esta se hace presente al igual que un suave
zumbido en los oídos al que no queremos escuchar, pero
al ser persistente en el tiempo, terminamos poniendo
atención y nos maravillamos por su singularidad. Es así
como, luego de un tiempo, esta tímida idea en sus
inicios se enriquece con el paso del tiempo con nuevas
facetas y se convierte en una historia para contar.
Podemos distinguir dos tipos de libros: el de total
creación literaria, en cuyo caso el autor solo necesita
la idea, la palabra para expresarla y el utensilio
físico para transcribirla, es decir, papel y lápiz o un
computador o máquina de escribir; o el libro que no sea
meramente literario, para el cual el autor necesita,
además, documentación pertinente al tema que trata.
En ambos casos, el proceso de escribir el libro es
relativamente largo, y no solo implica el trabajo del
autor, sino que también requiere de ilustrador, editor,
corrector, impresor y vendedor, entre muchas otras
personas que también intervienen.
Observemos brevemente los pasos
en la producción de un libro
• El escritor escribe su
libro, lo corrige, relee, etcétera.
• Una vez escrito y
revisado, el escritor envía su manuscrito al editor.
• El editor,
habiendo leído el manuscrito, ve las posibilidades de
convertirlo en un libro real. Él expondrá su capital
para adquirir las materias primas necesarias y pagará a
las personas que participarán en la creación del libro,
como el grafista, corrector, grabador, impresor,
dibujante, etcétera.
• Un libro se hace mucho
más atractivo cuando contiene ilustraciones
bellas y de calidad. Muchas veces el mismo autor es
también el ilustrador. Otras veces el ilustrador es otra
persona seleccionada por el autor y el editor.
• Los dibujos originales y
los textos se envían al grabador, para que haga
la separación de colores y las películas.
• Un libro a todo color se
hace utilizando solo cuatro colores: amarillo, azul,
rojo (magenta) y negro. Los colores de cada una de las
ilustraciones ya han sido separados en estos cuatro
colores. Cuando los cuatro colores se imprimen juntos,
se combinan para obtener muchos más.
• Una vez separados los
colores de cada una de las páginas, viene el proceso de
impresión, mediante el cual se podrán producir
todas las copias necesarias del libro y este quedará
listo para ser cortado, pegado o cosido y distribuido a
las librerías.
¿Cómo ha ayudado la ciencia en
la producción de libros?
En
la Antigüedad no existía ninguna máquina de impresión en
serie. Hombres dedicados a escribir y transcribir libros
utilizaban para ello un instrumento fabricado con caña
afilada, que en latín se llamaba cálamus. El
cálamus se empleaba para escribir sobre pergaminos, al
igual que la pluma de ave. Sin embargo, para escribir
sobre tablillas o sobre ladrillos de barro, usaban un
instrumento de metal o madera afilada. Algún tiempo
después, en el siglo XV, se inventó la xilografía,
técnica mediante la cual se utilizaban letras talladas
en madera, entintadas, que se presionaban sobre el
papel. La xilografía es un arte que perdura en el
tiempo al margen de la evolución de la imprenta,
y hoy en día sirve para trabajos de lujo realizados por
artistas plásticos.
Muchos hombres dedicaban su vida a copiar textos, a fin
de preservar el conocimiento y las creaciones humanas
para las siguientes generaciones. Les tomaba muchos
meses transcribir un solo libro, y por ello estos eran
muy bien guardados y nunca llegaban al alcance del
hombre común. Por lo general todo el conocimiento se
concentraba en grandes bibliotecas pertenecientes a
conventos religiosos o de propiedad personal de
importantes estadistas.
Con el uso de los tipos móviles por Juan Gutenberg
se inicia la producción en serie de libros.
¿Cómo funciona la imprenta hoy en
día?
•
Las páginas del libro, incluidas las ilustraciones que
contengan, son separadas en los cuatro colores
de impresión y distribuidas en grandes planchas de
impresión. Estas contienen un gran número de páginas
juntas, y dependiendo del tamaño del libro se
necesitarán más o menos planchas. Así, si una plancha de
impresión contiene 16 páginas del libro, habrá cuatro
planchas de impresión para esas 16 páginas, cada una
para un color diferente.
• Estas planchas de
impresión se enrollan alrededor de los cilindros de
impresión. Cada cilindro imprimirá uno de los
colores del libro. Primero el amarillo, luego el azul,
luego el rojo y finalmente el negro. Luego de pasar por
cada uno de estos cilindros, la página queda impresa con
todos sus colores, igual al modelo original.
• Al iniciar la impresión,
las hojas de papel blanco se apilan en la entrada de la
máquina. Una a una van pasando la páginas por los
cilindros de impresión. Después de imprimir los cuatro
colores, las páginas son apiladas al otro extremo de la
máquina, esperando a ser dobladas, cortadas y pegadas
por otra máquina.
Gracias a la imprenta, millares de copias de un escrito
se obtienen por hora, dejando al libro al alcance de
todos.
Portadas
La portada o tapa de un libro es su presentación,
su puerta de entrada, su invitación a abrirlo y
sumergirse en sus páginas.
En el largo proceso de producción de un libro, las
editoriales trabajan por etapas. Una vez aprobado el
manuscrito con todas sus correcciones, se pasa al
diseño de este, el cual puede realizarlo la propia
editorial o encargarlo a un diseñador independiente.
El diseñador de libros determina:
• Formato del
libro
• Tamaño de las páginas
• N¼ de líneas por página
• Tamaño y tipo de letra
• Disposición de las
ilustraciones
Por lo general, el diseño de la portada se encomienda a
un diseñador o artista gráfico, el cual
puede incluir fotos, ilustraciones originales, etcétera,
como también obras de artistas famosos. La elección de
la tipografía o tipo de letra es de gran
importancia dentro del diseño total de la portada, ya
que también constituye un llamado de atención para el
público lector.
Estas son las dos últimas portadas, que acaban de salir,
del gran éxito literario inglés: Harry Potter. La
de la izquierda corresponde a la edición hecha en EE.UU.,
y la de la derecha a la de Gran Bretaña. Vemos un diseño
muy diferente, en imágenes y color, para un mismo título:
Harry Potter and the Goblet of Fire (Harry Potter
y la Copa de Fuego).
¿Cuál de las dos portadas de
Harry Potter llama más tu atención?
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En el diseño de Harry Potter and the Goblet of Fire
se ven claramente dos estilos diferentes. Por una parte,
en el diseño americano hay una ambientación
mágica, con brillos, letra ondulante y reflejos. La
figura sonriente del protagonista, en primer plano,
refleja la energía de la historia y los personajes de
atrás aportan el suspenso de la trama.
Por otra parte, la versión inglesa muestra una
gran tensión, reflejada tanto en su colorido de naranjas
y rojos como en la postura del monstruo lanzafuego. La
figura de Harry Potter en peligro refleja el suspenso y
aventura de esta historia, presentando un dramatismo
mayor que en la portada anteriormente nombrada.
Lectura a primera vista
La “literatura musical” nos presenta varias alternativas
muy interesantes, y que vale la pena analizar para poder
comprenderlas.
En primer lugar, tenemos todo lo referente a la
teoría musical. Estos libros son recomendados para
aquellos que quieran profundizar sus conocimientos de
tal manera de poder leer y escribir música sin
dificultad.
También existen libros para aprender a componer
música, a orquestar (elegir los instrumentos de una
obra), a hacer arreglos musicales, etcétera. Todo esto
tiene un desarrollo progresivo, que comienza con una
buena base musical en el colegio.
Luego, tenemos los libros y revistas que guían
para el aprendizaje de un instrumento. En este campo
encontramos todo tipo de calidades, tanto en el
contenido como en la edición del libro. Un aspecto
importante es la proliferación de métodos para aprender
teclado, guitarra, charango, flauta dulce, ocarina,
etc., que se venden en ferias y mercados ambulantes, lo
que demuestra un interés del público por acercarse a la
ejecución de un instrumento. Si embargo, tales manuales
sirven para una etapa básica de acercamiento al
instrumento. Si la intención del estudiante es conocer y
tocar sin dificultad, la alternativa pasa por métodos
más sistemáticos y serios que se encuentran en lugares
como Casa Albéniz, Audiomúsica, Croma, Galería Crown
Plaza, etcétera. Allí se pueden adquirir libros y
revistas de connotados intérpretes, que con una
metodología progresiva preparan al músico para tener una
relación directa con su instrumento a través de la
técnica y el sentimiento.
Otra vertiente es la que tiene que ver con la música
como parte del espectáculo. En este campo encontramos
revistas como TvGrama, Somos TV o Super Pop. Ahí puedes
encontrar información acerca de tus grupos y cantantes
favoritos, desde la perspectiva de la fama y la
farándula.
Son muchas y variadas las publicaciones acerca del tema
musical.
Las lecturas especialmente interesantes son aquellas que
nos narran las biografías de músicos. Estas nos hacen
comprender ciertos matices de su comportamiento musical,
que depende de su vida y de su contexto histórico, lo
que resulta interesante para entender su obra.
También lo son las revistas especializadas sobre
instrumentos, estilos musicales, sonido, donde se aborda
el tema específico en forma profunda y con elementos que
interesan a un público cercano al tema.
Te invitamos a descubrir y a acercarte a la música desde
donde tú quieras. Existen muchas alternativas. Te
invitamos también a generar espacios para la música a
través de la radio y del periódico de tu colegio. Allí
puedes hacer tus comentarios acerca de la música que te
gusta y de la que te desagrada; puedes compartir
opiniones con tus compañeros, y tocar canciones por
medio de un cancionero hecho por los mismos
estudiantes. Si lo piensas, es una bonita idea y
realizable.
¡Buena Suerte! |
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