L  a  G r a n  E n c i c l o p e d i a   I l u s t r a d a  d e l   P r o y e c t o  S a l ó n  H o g a r

 

Taller de Lectura

 

EL ZOOLÓGICO DE MAYAGÜEZ

 

 

    Eran casi las ocho de la noche del domingo. Doña Delia, don Juan y los tres niños acababan de llegar de Mayagüez. Habían ido a visitar el zoológico. Todos estaban muy cansados, a punto de irse a dormir. Doña Delia insistió en que tomaran un vaso de leche. Sandra, Tati y Jaime tendrían que explicar al día siguiente todo lo del zoológico a sus primos y a sus vecinos.

 

Don Juan y los niños habían tomado muchas fotos con la máquina instantánea de Sandra.

La tarde del lunes estaban todos preparados para contar su experiencia. Le tocaba comenzar a Sandra.

—El jardín zoológico de Mayagüez abrió sus puertas al público para el año 1977, más o menos para el mes de junio. Se llama jardín zoológico porque además de muchos animales —desde el tierno canario al más feroz león— hay también flores, plantas y árboles muy hermosos.

Jirafa, Zoologico Mayaguez, PR

—Cuando vayan —explicó Jaime— lo primero que verán serán muchas aves: cotorras, guayacanes, periquitos, canarios. También se toparán con distintas clases de monos, desde el mono araña hasta el moro chimpancé. Son tan juguetones y traviesos, que de sólo mirarlos cómo actúan, te da mucha gracia. Otros animales que podrán ver se­rán las tortugas, iguanas, rinocerontes, con su cuerno enorme en la cabeza, hipopótamos, elefantes y las jirafas, con su largo y delgado cuello. No podían faltar la cebra y los camellos. Todos ellos están enjaulados para que no se escapen. Las tortugas tienen unas jaulas con agua alrededor. Así pueden sobrevivir.

—Ahora vas tú, Tati —dijo Jaime.

Los leones feroces, que se conocen como los reyes de la selva, vigilan su terreno, a sus leonas y a los cachorros. Las leonas son buenas madres porque protegen a sus hijos todo el tiempo. Su jaula es una cueva en roca para que ellos crean que están en su propio ambiente.

 

Por último están las serpientes en jaulas seguras. Muchas de ellas son venenosas y pueden causar la muerte.

 

—¿Qué les ha parecido? —preguntó Sandra.

 

—Muy bien, pero ahora queremos ver las fotos —exclamó Isabelita—. ¡Cuánto verdor hay en el zoológico! ¿Verdad? ¡Y cuántas flores!

—Sí, Isabelita.. Papá se sabe los nombres de todas. Cuando llegue del trabajo, que nos los diga.

—A mí me gustan más las jirafas —dijo Wanda.

 

—¡Qué feos son estos monos! —exclamó Andrés.

Y así estuvieron durante un buen rato. Los primos y los vecinos de Sandra, Tati y Jaime sintieron muchas ganas de ir al zoológico.

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