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Taller de Lectura
EL RADAR DE ARECIBO
—Niños, recuerden que papá quiere usar hoy el televisor grande a las seis y media —dijo doña Delia.
—¿Por qué, mamá? ¿Hay algún juego de pelota? pregunto - Jaime.
—No. Es que quiere ver un programa especial sobre el radar de Arecibo.
— ¿Sobre qué? —preguntó Tati.
—Sobre el radar de Arecibo, el más grande del mundo.
—¿Y qué es eso de radar, mami? —dijo Jaime.
El Radio Telescopio de Arecibo en Puerto Rico, es el mas grande del mundo
—Bueno, es como un gran telescopio que construyeron en el barrio de Buenza Esperanza, a unas diez millas al sur del pueblo de Arecibo. Parece que el terreno en ese lugar forma un espacio hueco casi perfecto, muy apropiado para el radar.
—¿Y para qué sirve el radar? —preguntó Jaime.
—El radar hace muchas cosas. Puede detectar objetos que están en la atmósfera a muchísima distancia, por lo menos hasta la órbita del planeta Saturno. Como es tan potente, los científicos pueden estudiar regiones muy lejanas del universo: estudian las galaxias, miden la distancia que hay entre ellas y averiguan cómo se formaron.
Desde la antena del radar se transmite una carga de energía muy potente hacia el objeto celeste que se quiere estudiar, la energía se refleja en la superficie del objeto y como si fuera un eco, vuelve al radar. Así consiguen datos para estudiar las características de esos cuerpos celestes, su composición y su rotación. El radar también detecta la trayectoria de los cometas.
Pero estoy segura de que lo que más va a interesarles es que el radar también se dedica a buscar señales de civilizaciones extraterrestres. Hasta la fecha no han encontrado ninguna.
—¿Así como marcianos y eso? —preguntó Tati.
—Yo creo que es posible que haya vida en otros planetas, así como existe vida en la tierra, por eso fue que invirtieron tanto dinero en poner ese radar ahí —dijo Sandra.
—¡Bueno, vamos a ver si el radar nos da un buen día una sorpresa! —comentó doña Delia.
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