|   | Historia 
				de la                
				     
				Capitulo 2 
				Imagen: Copyright: 1998, Nicolás 
				Ramos Gandía 
				 
						
						
						Para la primera parte de este artículo, nos 
						concentrábamos en los inicios tanto de la Fania 
						All-Stars como del sello disquero que la hizo posible 
						hasta el 1973, cuando se da el concierto en el Yankee 
						Stadium. Ahora, para la conclusión del mismo, nos 
						ocuparemos de lo que ocurrió luego de dicho concierto: 
						la internacionalización del concepto salsa (y de 
						la propia Fania All-Stars) cuando comienzan a visitar al 
						resto de Latinoamérica y luego deciden visitar África y 
						el continente europeo, el peligroso intento de penetrar 
						el mercado americano vía "crossover" a finales de los 
						70's, la eventual caída de Fania como sello disquero en 
						los 80's a raíz de la debacle financiera y el 
						consecuente éxodo de sus artistas, y un recuento de las 
						viejas y nuevas caras que se unieron y aportaron su 
						talento a la orquesta estelar durante esta era, con 
						fotos y/o breves biografías donde sea posible. 
						
						
						Misión 3: Latinoamérica y el continente donde todo 
						comenzó.......
						
						
						El año lo es 1974. El triunfal debut de la Fania 
						All-Stars en suelo boricua fue el primer paso para la 
						primera gira formal de conciertos que se organiza para 
						la orquesta, la cual incluyó paradas en Venezuela, 
						República Dominicana, Panamá y México, así como una 
						segunda aparición en Puerto Rico. 
						[Para el debut de Fania en 
						suelo venezolano, el virtuoso pianista Markolino 
						Dimond sustituyó a Larry Harlow.] 
						Para este entonces, Venezuela ya empezaba a destilar su 
						propia salsa con orquestas como Los Dementes, Orlando 
						"Watussi" Castillo y Dimensión Latina, banda donde 
						debuta el que luego se conocería como la mayor de las 
						estrellas salseras de dicho país: Oscar D'Leon. 
						Panamá, la tierra natal del virtuoso trompetista 
						Víctor Paz, también contribuye lo suyo, con otras 
						tres importantísimas importaciones: Camilo Azuquita, 
						Meñique (quien ya venía haciendo campaña en NY desde 
						mucho antes, pasando por las orquestas de Puente y 
						Charlie Palmieri) y Rubén Blades (hey, hasta el 
						legendario boxeador Roberto Duran, quien, 
						increíblemente, se mantiene activo en el deporte a pesar 
						del deseo de muchos, organiza su propia banda de 
						salsa!). La República Dominicana, tierra natal de 
						Johnny Pacheco y Héctor "Bomberito" Zarzuela, 
						no solo aporta a otros grandes del género como el 
						trombonista Leopoldo Pineda (quien se une a la 
						Fania a finales del 1979) y el sonero José Alberto "El 
						Canario," sino que su ritmo nacional, el merengue, se 
						beneficiaría directamente del boom salsero de los 70's. 
						México, aunque harto mejor conocido como la meca 
						definitiva de baladistas y cantantes del llamado pop 
						latino, también contribuye actos dignos de mención, como 
						el saxofonista Dick "Taco" Meza, el bajista Víctor 
						Venegas, el veterano rumbero Luis Silva, mejor conocido 
						como Melón, e infinidad de músicos radicados en 
						la costa oeste de los Estados Unidos: algunos de ellos 
						veteranos del ambiente como los hermanos Escovedo (Pete 
						Escovedo, veteranísimo timbalero que tocó con Cal Tjader 
						y luego con el legendario Carlos Santana (también 
						mexicano, por cierto); su difunto hermano Coke Escovedo, 
						también percusionista, y el bajista Phil Escovedo, quien 
						falleció en enero del 2001) y Poncho Sánchez, último 
						conguero de Cal Tjader; y otros de reciente promoción 
						como el virtuoso trompetista Ramón Flores. 
						
						
						Volviendo a la Fania All-Stars, el punto sobresaliente 
						de 1974 lo fue su inclusión en el ostentoso programa 
						artístico que precedió la legendaria pelea boxística 
						entre Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa, Zaire, 
						donde alternaron en tarima con figuras como el "rey del 
						soul" James Brown y tocaron ante más de 50,000 personas. 
						Sin embargo, el equipo que Fania lleva a esa 
						presentación no va completo. Willie Colón, por 
						ejemplo, declinó de asistir a último momento (y mientras 
						el resto de la ganga hacía el largo viaje a Zaire, él se 
						acuartela en los estudios Good Vibrations y graba las 
						bases de su legendario álbum "The Good, The Bad & The 
						Ugly"). Otros, como Richie Ray y Bobby 
						Cruz, tampoco hicieron el viaje por compromisos 
						previos. La reducida delegación de Fania que se presentó 
						en Zaire consistió de su líder Pacheco, el pianista 
						Harlow, el bajista Bobby Valentín, el conguero 
						Ray Barretto, Nicky Marrero en timbales, 
						Roberto Roena en bongos, Yomo Toro en el 
						cuatro, los cantantes Celia Cruz, Cheo Feliciano, 
						Héctor Lavoe, Ismael Miranda, Ismael Quintana y 
						Santos Colón, los trompetistas Víctor Paz, Luis 
						"Perico" Ortiz y Ray Maldonado, los 
						trombonistas Ed Byrne y Lewis Kahn (quien 
						también dobló al violín esa noche) y el veterano 
						violinista cubano Pupi Legarreta, la adquisición 
						más reciente tanto de la orquesta como del propio sello 
						Fania para ese entonces, dado el resurgir del movimiento 
						charanguero en NY a raíz del éxito de Harlow con su tema 
						"La Cartera." Claro, Jerry Masucci también fue 
						parte de la delegación, como también lo fueron el 
						ingeniero de sonido Jon Fausty, el imprescindible
						Izzy Sanabria y el disc-jockey y también maestro 
						de ceremonias Felipe Luciano. 
						
						
						1975-76: 
						
						
						Fania se expande, mientras sus líderes se 
						mueven en nuevas direcciones.
						
						
						1975 fue otro año crucial para Fania, cuando Masucci 
						adquiere de Morris Levy el catálogo completo de Roulette 
						Records (que incluía a Tico, Alegre y Mardi Gras, entre 
						otros sellos). Ahora Masucci hereda un catálogo robusto 
						que incluye luminarias como Tito Puente, Charlie 
						Palmieri, Ismael Rivera, La Lupe, Kako, Yayo 
						El Indio, Joe Cuba y Vitin Aviles, así como los 
						derechos para re-lanzar la obra hecha para esos sellos 
						de artistas como Machito, Tito Rodríguez y Eddie 
						Palmieri. No es necesariamente un secreto que a 
						muchos de los artistas de Tico/Alegre, casi todos ellos 
						pioneros del movimiento latino en NY y con nombre propio 
						en el ambiente desde mucho antes que Masucci y Pacheco 
						incorporaran Fania Records, no les hacía ninguna gracia 
						la idea de ser parte del sello que, ni más ni menos, 
						apodaban ya como la industria de la salsa. De 
						todas estas estrellas, solo Ismael Rivera se convertiría 
						en integrante regular de la Fania All-Stars (dos años 
						más tarde), mientras Puente y Palmieri, quienes fueron 
						parte del debut de la Fania en el Red Garter a finales 
						de los 60's, eventualmente se suman como artistas 
						invitados, nunca como miembros regulares de la 
						agrupación. [Palmieri, 
						en esta época, ya no grababa con Tico, de donde salió en 
						1972, sino con Coco Records, sello propiedad de Harvey 
						Averne. Es precisamente en 1975 cuando Palmieri gana su 
						primer Grammy, de hecho el primero otorgado en la nueva 
						categoría de mejor álbum latino, por su clásico álbum 
						"Sun Of Latin Music" del año anterior.] Louie Ramírez, quien había renunciado al 
						sello a principios de los 70's cuando Tito Rodríguez lo 
						contrata para ser su mano derecha en su propio sello TR 
						Records, regresaba ahora al róster, no solo como artista 
						(para el sello Cotique), sino también como el encargado 
						de A&R para los nuevos sellos Tico y Alegre. Para 
						este entonces, los dos discos de "Live At Yankee 
						Stadium" ya estaban en la calle, y la edición de la 
						película "Salsa" estaba en proceso para ser 
						presentada formalmente al año siguiente. 
						
						
						Si 1975 fue crucial para Fania, el año siguiente lo fue 
						aún más, toda vez que mientras algunos cambios claves se 
						llevaban a cabo en la compañía, su orquesta estelar 
						también enfrentaba una serie de cambios, así como 
						mayores retos. Mientras el sello se expande a un punto 
						tal que no todos los artistas recibían la atención que 
						sus carreras merecían, los líderes de las principales 
						orquestas del sello pasaban por unos cambios muy 
						particulares: 
						   
						Barretto, 
						ya hastiado de tocar el mismo repertorio todas las 
						noches y hastiado igualmente del trato desigual que 
						recibía del círculo de empresarios y dueños de clubes 
						que dominaba el ambiente latino en NY (el llamado 
						"cuchifrito circuit"), decide alejarse momentáneamente 
						de la salsa y probar suerte en el jazz, género que ya 
						dominaba y donde, de todos modos, ya tenía igual 
						renombre. Para eso, rompe su orquesta de salsa y firma 
						con Atlantic Records, ala de la multinacional Warner 
						Bros. para la cual graba tres álbumes, solo para 
						regresar a la salsa y a Fania en 1979, desencantado con 
						los pobres resultados y la igualmente pobre promoción 
						que se le dio a sus últimos dos discos para dicha 
						multinacional, la cual lejos de darle libertad de 
						criterio lo forzó a encasillarse en la onda del "smooth 
						jazz" que, aunque criticada a la saciedad por los 
						jazzistas de la época, vendía considerablemente. Aunque 
						el primero de sus álbumes con Atlantic, "Tomorrow," 
						grabado del afamado concierto que realizara Barretto en 
						el Beacon Theatre de NY en septiembre del '76 donde 
						reunió a casi todos los cantantes que pasaron por su 
						orquesta y a varios de sus músicos más importantes (Adalberto 
						Santiago, Rubén Blades, Orestes Vilato, Art Webb, 
						Tito Allen, Tito Gómez, Roberto Rodríguez, 
						entre otros), fue un éxito en ventas en NY y Puerto Rico 
						(únicos mercados donde dicho doble álbum salió a la 
						venta en ese entonces), el posterior trabajo de Barretto 
						con Atlantic no se acercó ni remotamente a la 
						fastuosidad y virtuosismo de ese doble disco. El segundo 
						de ellos, "Eye Of The Beholder," de 1977, 
						tenía cierto potencial, amén de muy buenos músicos (Reynaldo 
						Jorge, Barry Finnerty, Ray Romero, Jimmy Delgado 
						y el legendario Joe Sample, entre otros), pero se quedó 
						a medio camino entre lo que se suponía fuera fusión y el 
						llamado smooth jazz, con lo latino pasando a un nada 
						envidiable tercer plano, por lo que el producto final no 
						encontró eco ni en los públicos que gustan del jazz ni 
						mucho menos en el latino. El último de los álbumes, "Can 
						You Feel It," del '78, corrió peor suerte. Aquí 
						temas realmente interesantes (viéndolo desde el punto de 
						vista del jazz latino, claro está), como "Confrontation" 
						(donde Barretto se luce a sus anchas) y "Sting Ray" (de 
						influencia brasileña) se perdían miserablemente en medio 
						de otros arreglos que se peleaban entre el mal llamado 
						jazz comercial (smooth) y el cliché del disco-fever de 
						la época. Ni la participación directa de dos de los tres 
						integrantes de los legendarios Jazz Crusaders en el 
						segundo álbum salvó a esta nueva etapa de Barretto de 
						pasar inadvertida por ambos públicos: el latino y el 
						norteamericano. Afortunadamente, el que Fania mantuviera 
						compilaciones de Barretto en el mercado, así como el 
						excelente disco en vivo "Gracias," de 1978, donde se 
						publicaron los sets que Adalberto y Tito Allen cantaron 
						en el mismo recital del Beacon de 1976, mantuvieron a 
						Barretto lejos del anonimato, al menos en lo que al 
						público salsero se refiere. 
						
						·    Colón, 
						como ya adelantáramos en la primera parte de este 
						artículo, desintegró su orquesta original y desaparece 
						momentáneamente como líder de orquesta, más o menos por 
						las mismas razones que Barretto. Solo que, contrario al 
						caso de Barretto, Willie no se vuelca de manera formal 
						sobre el jazz y mucho menos abandona la salsa o el sello 
						Fania. Su decisión en todo caso le dio la oportunidad de 
						educarse formalmente en lo musical y expandir su 
						horizonte. A su regreso, cargado con nuevos bríos y 
						nuevas ideas, entrega proyectos de carácter experimental 
						como "The Good, The Bad & The Ugly," "Baquine 
						De Angelitos Negros" y "There Goes The 
						Neighborhood" ("Se Chavó el Vecindario"),  una 
						sesión de bomba y plena que sentó precedentes en la 
						música latina y donde su nueva orquesta (ahora con una 
						poderosa sección de cuatro trombones) se une al pionero 
						indiscutible de las orquestas de trombones: El 
						legendario Mon Rivera, quien luego de un nuevo álbum 
						donde también colabora con Colón ("Forever," 
						para el sello Vaya), fallece en 1978. Estas dos 
						sesiones, "Se Chavó..." y "Forever," siguen vigentes hoy 
						en día, inspirando a agrupaciones como Plena Libre, 
						grupo que actualmente lleva la voz cantante en el 
						resurgir de este ritmo puertorriqueño.  
						
						·     Valentín, 
						en un alarde que va mucho mas allá de lo estrictamente 
						musical, funda su propio sello disquero en Puerto Rico: 
						Bronco Records. En el principio, las producciones de 
						este nuevo sello eran distribuidas por Fania, pero ya 
						para 1979 corría de manera independiente y con potencial 
						de expansión, eventualmente arropando en su catálogo a 
						orquestas establecidas de Puerto Rico como las de Willie 
						Rosario y la Orq. Mulenze. A medida que Bronco se 
						independiza, Bobby Valentín de igual forma se aleja 
						paulatinamente de toda vinculación contractual con el 
						sello Fania, incluyendo su puesto en la Fania All-Stars. 
						De hecho, ahora distribuyendo su propio material y con 
						injerencia directa en todo el proceso de producción de 
						sus propios discos, el sonido de la banda de Bobby 
						adquiere mayor brillantez... y mayor respaldo en el 
						mercado boricua, especialmente a finales de los 70's, 
						cuando el boom neoyorquino comienza a desfallecer. 
						
						·     Harlow 
						sienta el precedente de ser el primer artista de Fania 
						en demandar al sello por pagos de regalías. Harlow, 
						quien venía de un éxito rotundo con el disco "Salsa" de 
						1974 (álbum donde hits como "La Cartera" y "El Paso De 
						Encarnación" le dieron nuevas fuerzas al movimiento 
						charanguero en New York) ya no vendía como antes. Y por 
						ello no se puede culpar a Ismael Miranda por 
						independizarse, toda vez que "Salsa" y los igualmente 
						exitosos discos "Hommy" y "Live in 
						Quad" fueron grabados con el igualmente 
						excelente sonero Júnior Gonzalez, a quien el 
						propio Miranda recomendó como su sustituto. ("Live 
						in Quad," de 1974, es una grabación de un 
						concierto en vivo en la prisión neoyorquina de Sing 
						Sing, donde Justo Betancourt reforzó la banda 
						como cantante invitado.) Eso sí, no se puede negar que 
						con la salida de Miranda, Harlow pierde al compositor de 
						la mayoría de los éxitos del repertorio de la banda 
						hasta ese entonces.  
						   
						
						A partir de "El Jardinero Del Amor," de 
						1976, y con la excepción del clásico "La Raza 
						Latina" de 1977 y donde otro excelente sonero, 
						el albino Nestor Sánchez, entra a la banda en 
						sustitución de Gonzalez (quien se lanza como solista ese 
						año), la carrera de Harlow cae en picada. El intento de 
						Harlow de acercarse a la música contemporánea cubana (en 
						su caso, el trabajo de orquestas como Son 14 y Sierra 
						Maestra, que se especializaban en la onda "renacentista" 
						del son cubano, o sea, el son en su forma tradicional 
						post-Arsenio, pero con nueva instrumentación), aunque 
						musicalmente muy bien trabajado, no recibió el mismo 
						respaldo del público salsero. Hay varios factores: 
						primero, Harlow no fue el primero en explorar lo que 
						estaba sonando en la Cuba post-castrista en los 70's (ya 
						Tipica'73 se le había adelantado considerablemente con 
						la "patente" cuando lanzan el disco "La Candela" 
						en el '75... y anterior a éstos ya Roberto Roena había 
						coqueteado con la nueva onda cubana en su disco "Apollo 
						Sound III," donde graba temas como "Hagan 
						Silencio," "Yo Soy Chambelón" y "Que Salga Pascual," a 
						cuyas partituras tuvo acceso vía René López, no el 
						trompetista de Barretto y Tipica'73, sino el reconocido 
						musicólogo cubano radicado en Nueva York); y segundo, 
						mientras éstos últimos se volcaron por la vertiente 
						contemporánea de la nueva onda cubana, la cual ya de por 
						sí tenía influencias del jazz y el pop americano y era 
						la moda en la isla restringida, Harlow se decide por el 
						punto neutro (el "nuevo" son), cuyo auge fue un tanto 
						más discreto por allá y acá no necesariamente tenía por 
						qué tener mayor aceptación. Pero no se puede acusar a 
						Harlow de no ser original; total, Harlow para ese 
						entonces ya tenía nombre y no tenía por qué copiar lo 
						que Tipica'73 estaba haciendo, así que su movida era más 
						que justificada en ese aspecto. A esto súmenle que el 
						éxito de su clásico "Tributo a Arsenio Rodríguez" 
						de principios de década, el cual seguía un patrón 
						similar y hasta precedente a lo que en Cuba hacen Son 14 
						y Sierra Maestra, seguía siendo una referencia inmediata 
						y accesible.  
						   
						
						Por otro lado, hay quien piense que el hecho de que 
						Harlow se declarase en rebeldía con Masucci fue otro 
						factor de peso para que su música perdiera arraigo, por 
						lo menos en el ámbito radial, y algo de cierto hay en 
						eso (de historias como esa esta repleto el ambiente 
						salsero). Pero lo cierto es que Fania dominaba la radio 
						latina de manera casi monopolizante en ese entonces, de 
						manera que todos los sencillos del sello recibían su 
						casi-garantizada cuota radial. Claro, con tantos 
						artistas en el catálogo en ese entonces, no todos 
						recibían, lógicamente, la misma prioridad. En fin, el 
						que la música del Harlow de esta época no trascendiera 
						como lo hacía en 1974 fue una combinación de factores, 
						aunque no todos ellos necesariamente envueltos en lo 
						estrictamente musical. 
						
						·     Mientras 
						Harlow, como ya vimos, se envolvía en el punto medio de 
						todas las variantes de música cubana y la Tipica'73, 
						luego de la división de donde Vilato forma Los Kimbos, 
						se iba de lleno a explorar la variante progresiva (el 
						songo al estilo de los Van Van y Ritmo Oriental, pero 
						amoldado inteligentemente al estilo Nueva York),
						Johnny Pacheco se iba de lleno por la izquierda, o 
						sea, por la vía del recuerdo. Con el exitoso disco "Recordando El Ayer," donde unía a Celia 
						Cruz con Justo Betancourt y presentaba en 
						plan grande a Papo Lucca, ya Pacheco anunciaba su 
						plan de ataque: si el sonido típico de su Nuevo Tumbao 
						(ahora Tumbao Añejo) era una modernización, por decirlo 
						así, del sonido de la Sonora Matancera y fue un palo (un 
						éxito, dicho puertorriqueñamente), pues por qué cambiar 
						la formula si funciona. Efectivamente, Pacheco enfila 
						ahora sus cañones a re-grabar viejos temas cubanos al 
						estilo de su agrupación, con la variante de que mientras 
						los viejos temas cubanos en su versión original 
						enfatizaban en la lírica y la melodía principal (el 
						son), en el caso de Pacheco el énfasis se dirigía hacia 
						el montuno: los coros, las moñas, en fin, lo netamente 
						bailable. Mientras a principios de década Pacheco 
						mezclaba "lo mejor de dos mundos," el sabor típico con 
						la contundencia de la salsa contemporánea, ahora lo 
						contemporáneo paulatinamente desaparece mientras, en una 
						movida netamente comercial, el sonido de Pacheco se 
						hacía cada vez más típico y, sí, más bailable. Mientras 
						el boom salsero duró, no hubo problemas; total, si 
						alguien en este negocio siempre tenido una noción 
						especial para la sabrosura, ese es Pacheco. Pero, 
						eventualmente, la obstinada repetición de patrones sin 
						añadir elementos nuevos al sistema terminó rebotándole 
						en contra al co-fundador de Fania. Pero no nos 
						adelantemos a los hechos. De esto nos ocuparemos en 
						detalle más adelante. 
						
						·    En 
						el caso de Roena, luego de cinco grabaciones para 
						Fania International con modestos resultados fuera de 
						Puerto Rico, comienza a hacerse sentir fuera de la isla 
						con dos poderosas grabaciones: "Apollo Sound 6" 
						y "Lucky 7," este último conteniendo el 
						mega hit "Mi Desengaño." A partir del sexto álbum, el 
						cual el propio Roena considera como el mejor y su 
						favorito personal, su orquesta se vuelca de lleno hacia 
						lo progresivo, integrando en su sonido influencias del 
						jazz, la música brasileña y hasta el soul y el pop 
						americano (como en el caso de "Ese Soy Yo" del sexto 
						álbum y la introducción de "Me Le Fugué A La Candela" 
						del séptimo, donde Louie Ramírez es el baterista 
						fantasma; gracias a Eddie Benítez, el de Nebula, quien 
						participó en los álbumes 7, 8 y 9 de Roena, por la 
						información, Dios te bendiga!). La importancia que 
						adquieren Roena y el Apollo, especialmente cuando el 
						boom neoyorquino cae en crisis, sumado a la 
						espectacularidad de sus pasos de baile, convierten a 
						Roena en personaje imprescindible dentro de la Fania 
						All-Stars. 
						·     Richie 
						Ray 
						se retira gradualmente de la Fania All-Stars y la escena 
						salsosa y secular (aunque no del todo) al convertirse al 
						pentecostalismo, envolviendo eventualmente a su compadre Bobby Cruz. Viviendo a tiempo completo en Puerto 
						Rico para ese entonces y luego de un tiempo recibiendo 
						duras críticas del ala ortodoxa de los evangélicos, 
						quienes no veían con buenos ojos en que dos siervos 
						de Dios tocaran música pagana, y mucho menos 
						ser dueños de un club nocturno (del cual eventualmente 
						se desprenden, a raíz de su conversión), ambos se 
						empapan en la teología de manera formal y se convierten 
						en pastores (reverendos), estableciendo sus iglesias, 
						primero en Springfield, Colorado y luego de manera 
						definitiva en Miami, donde ambos aún residen. Su música, 
						consecuentemente, reflejaría el cambio de perspectiva, 
						desde la referencia tenue pero explícita en temas como 
						"Let It Be (Gloria a Dios)," la introducción "Richie Ray 
						1975" y "Jesús en el Jardín," y el himno religioso "Le 
						Llaman Jesús," temas los cuales "cuelan" en sus discos "Jammin' 
						Live," "1975" y "Décimo 
						Aniversario," respectivamente, hasta el disco "Reconstrucción" 
						de 1976, su primer álbum completo con letras religiosas. 
						·   [Aunque 
						ni Papo Lucca ni Nicky Marrero eran 
						necesariamente líderes de orquesta, hacemos mención de 
						ellos dos en este breve párrafo entre paréntesis por lo 
						particular de ambos casos. En el caso de Lucca, si bien 
						no era el líder
						oficial de la Sonora Ponceña si fue quien le da voz e 
						identidad propia a la agrupación cuando su padre Don 
						Quique Lucca lo nombra como su director musical y 
						arreglista principal. Es precisamente para 1976 que la 
						Sonora, en parte gracias al protagonismo que Pacheco le 
						diera al pianista en sus grabaciones con el Tumbao y a 
						su posterior inclusión en la Fania All-Stars, empieza a 
						ganar prioridad entre los artistas en el catálogo de 
						Fania y, del mismo modo, a hacerse sentir en otros 
						mercados, como Nueva York, Colombia, Panamá y Venezuela. 
						Mientras esto ocurre, como ya mencionáramos en la 
						primera parte de este artículo, Lucca pasa a ser uno de 
						los músicos más solicitados para sesiones de grabación 
						del sello en Nueva York, apareciendo en discos de 
						artistas como Justo Betancourt, Cheo Feliciano y, 
						especialmente, Ismael Quintana. 
						 
						   
						
						En el caso de Nicky, este pasa a ser frecuentemente 
						solicitado para grabar en sesiones de jazz de la época, 
						grabando con artistas como George Benson, Hank Crawford, 
						Spyro Gyra y Manhattan Transfer. Lo curioso del caso de 
						Nicky es que, sin ser líder de orquesta y sin tener 
						mucho menos una grabación como protagonista principal en 
						su expediente, era considerado como "artista exclusivo" 
						del sello Fania. No era raro ver en los créditos de 
						estas grabaciones el siguiente texto:
						"Nicky Marrero appears courtesy of Fania Records..." 
						Irónicamente, esto solo aplicaba a sus apariciones en 
						discos de jazz, ya que paralelamente, Nicky era 
						frecuente en grabaciones de artistas del sello Coco como 
						Eddie Palmieri, Machito y Joe Quijano, donde dicha
						cláusula que citamos en la oración anterior no 
						aparece. Igualmente, esto aplica para sus grabaciones 
						con el sello TR de Tito Rodríguez. Recuerden que entre 
						1974, cuando se disuelve la Orq. Revelación, y 1976, 
						cuando sustituye a Vilato en la Tipica'73, Nicky era 
						miembro de la Orq. Novel, una de las charangas más 
						populares de NY, la cual grababa para el sello TR antes 
						de firmar con Fania ese mismo año. 
						
						
						Ese mismo año 1976, Fania saca al mercado la primera 
						producción de estudio de la Fania All-Stars: "Tribute 
						To Tito Rodríguez." Hubo varios cambios en la 
						alineación para este disco. Primero, Louie Ramírez se 
						une a Jerry Masucci y Larry Harlow como productor, 
						además de fungir como arreglista en tres números. 
						Papo Lucca, en lo que podría verse como un preludio 
						a su admisión formal en la Fania All-Stars, es parte de 
						la tribu en calidad de arreglista, aportando tres 
						números. Reynaldo Jorge, ahora residiendo en 
						Nueva York, regresa a la alineación como segundo 
						trombonista, uniéndose a Barry Rogers, Kahn y 
						Colón para una sección  de cuatro trombones. (Para ese 
						entonces, Reynaldo era miembro de la orquesta de Harlow, 
						de donde sale ese mismo año para formar parte de Los 
						Kimbos.) Zarzuela también regresa, uniéndose a "Perico" 
						y a Ray Maldonado. Pacheco, ahora de vuelta en la 
						flauta, Barretto, Harlow, Valentín, Roena, Marrero, Toro 
						y Richie Ray también repiten. En cuanto a los cantantes, 
						Fania utilizó un total record de 10 para este álbum: a 
						Cheo, El Conde, Miranda, Quintana, Lavoe, Santitos, 
						Bobby Cruz y Justo Betancourt ahora se suman 
						Chivirico Dávila y Rubén Blades. Chivirico, 
						cuyo trabajo aquí fue su única participación con la 
						orquesta estelar, es un veterano del ambiente y uno de 
						los soneros más respetados del genero. Sus créditos 
						incluyen grabaciones y/o presentaciones con Tito Puente, 
						los Alegre All-Stars, el propio Pacheco, Joe Cuba, 
						Orlando Marin y Richie Ray, en cuya banda entrenó a 
						Bobby Cruz. Chivirico también fue colaborador frecuente 
						en muchos de los proyectos de Al Santiago, el pasado 
						presidente de Alegre Records, así como uno de los cuatro 
						cantantes de la formación original de los Tico All-Stars 
						en su legendaria sesión de descargas en el Village Gate 
						en 1961, donde no sólo comparte honores con leyendas de 
						los sellos Tico y Alegre como Puente, Charlie Palmieri, 
						Joe Cuba y Cachao, sino también con futuros miembros del 
						All-Stars de Fania, como Pacheco, Barretto, Rogers, 
						Víctor Paz, Pedro "Puchi" Boulong y sus 
						colegas cantantes Cheo, Santos Colón y Monguito. 
						[Chivirico fallece 
						sorpresivamente en Nueva York a principios de los 90's, 
						en medio de planes para su regreso al ambiente artístico 
						luego de un retiro un tanto forzado por las discretas 
						ventas de sus últimas grabaciones para el sello Cotique. 
						Irónico y hasta increíble como suena, el último oficio 
						que se le conoció a Chivirico, virtuoso cantante cuyo 
						verdadero nombre era Rafael Dávila, era guardia de 
						seguridad...] Blades, el novato del grupo, ya 
						había probado suerte a finales de los 60's como cantante 
						de Pete Rodríguez antes de regresar a su Panamá natal a 
						completar un grado en leyes. Luego de regresar a NY en 
						1974, y mientras trabajaba en el correo de Fania, 
						compuso canciones que fueron grabadas por artistas como 
						Miranda, Roberto Roena, Cheo Feliciano y Bobby 
						Rodríguez, no el legendario bajista y miembro fundador 
						de la Fania All-Stars, sino el igualmente legendario 
						flautista y saxofonista líder del conjunto Bobby 
						Rodríguez & La Compañía, una de las orquestas más 
						pegadas para ese entonces. 
						[El primer artista de Fania 
						en grabar una composición de Blades lo fue Richie Ray, 
						quien graba "Guaguanco Triste" en el disco "El Bestial 
						Sonido" de 1971.] Barretto lo contrata como 
						cantante para su orquesta en el año 1975, de donde luego 
						pasa a la nueva orquesta de Willie Colón. Y es 
						precisamente con Willie que encuentra no sólo su propio 
						camino al éxito, sino también su propia voz y estilo (a 
						Rubén se le criticaba agriamente por poseer en ese 
						entonces un timbre y estilo demasiado similar al de su 
						ídolo Cheo Feliciano). El también aportó el grueso de la 
						parte vocal en el clásico "La Raza Latina" de 
						Harlow, así como apariciones esporádicas en las 
						grabaciones de Roberto Roena. Ramírez también lo invita 
						a participar en su disco "Louie Ramírez & Friends" 
						de 1977, donde impone uno de sus primeros hits de 
						grandes proporciones: "Paula C." 
						
						
						1976 también fue el año donde la Fania All-Stars exporta 
						su música a Europa y Japón. La alineación para estas 
						giras fue básicamente la misma que se utilizó para el 
						tributo a Tito Rodríguez, pero con la lista de cantantes 
						reducida drásticamente (solo Cheo, Miranda, Quintana y 
						Santitos, precisamente los únicos cantantes sin una 
						banda regular en ese entonces, forman parte de la 
						totalidad de estas giras, a quienes acompaña ahora 
						Nancy O'Neill en los coros), Mongo Santamaria 
						ahora sustituyendo a Barretto en las congas y el 
						veteranísimo Pedro "Puchi" Boulong reemplazando 
						ahora a Maldonado en la trompeta. O'Neill, protegida de 
						Harlow e integrante de la primera orquesta femenina en 
						la historia de la salsa neoyorquina, "Latin Fever," 
						también apadrinada por Harlow, también colaboró en 
						grupos como Benítez y Nebula, quienes se movían en la 
						onda del rock latino a lo Santana. (O'Neill, quien también 
						convivía con el legendario y virtuoso trompetista 
						Larry Spencer, miembro de la Fania del Cheetah y de 
						orquestas como las de Puente y el propio Harlow, fallece 
						a finales de los setenta, poco después que su compañero, 
						quien contrajo SIDA causa de su adicción a la heroína, 
						contagiándola eventualmente.) (Puchi es veterano de 
						bandas como Machito, Puente y los Alegre All-Stars, así 
						como uno de los trompetistas de mejor sonido, swing y 
						brillantez en la historia de la música caribeña. Aún se 
						mantiene activo, al momento de escribir estas líneas.) 
						Santamaria eventualmente también abandona la orquesta 
						para concentrarse en su propio grupo de jazz latino, 
						siendo reemplazado por el también veterano Johnny 
						"Dandy" Rodríguez. Aunque mejor conocido como 
						bongosero, "Dandy," entonces aún el líder de la 
						Tipica'73, era regular en la mayoría de las grabaciones 
						de Pacheco como conguero. Su resumé incluye un virtual 
						Salón de la Fama de la Música Latina: Machito, Puente, 
						Tito Rodríguez, los Alegre All-Stars, los Tico 
						All-Stars, Ray Barretto... Antes de continuar, es 
						preciso señalar que durante este periodo, 1976-1979, la 
						sección de viento de la Fania All-Stars consistiría de 
						músicos en calidad de "agentes libres" (freelancing), 
						siendo Kahn y "Perico" las únicas constantes (y este 
						último el solista estrella de la sección). Aparte de los 
						ya habituales, como Bomberito Zarzuela, Víctor Paz, 
						Boulong, Maldonado, Jorge, Byrne y Rogers, virtuosos 
						como los trombonistas Ángel "Papo" Vazquez y 
						Sam Burtis, y los trompetistas Curt Rano, Elías 
						Lopes y Juancito Torres también forman parte 
						de la banda durante este periodo. 
						
						
						El crossover (la otra Fania)... y el principio 
						del fin para el boom salsero.
						
						
						También durante 1976, y como parte de los cada vez más 
						ambiciosos planes de expansión de Masucci para su sello 
						y su reparto, éste consigue para la Fania All-Stars un 
						potencialmente lucrativo contrato con el sello Columbia, 
						parte de la familia CBS (ahora Sony), con miras a 
						penetrar el eternamente codiciado mercado anglosajón. 
						Para propósitos de grabación, la Fania All-Stars es 
						entonces reducida a un sexteto: El líder Pacheco y la 
						sección rítmica: Marrero, Barretto (esta sesión fue 
						antes de su firma con Atlantic), Roena, Valentín y Papo 
						Lucca, ahora de manera oficial en la alineación. A este 
						sexteto se le tomaron inclusive nuevas sesiones de fotos 
						para la promoción en Columbia, por lo que, hasta cierto 
						punto, se puede decir que aquí nace una "nueva" Fania 
						All-Stars, para efectos del mercadeo al público 
						anglosajón, paralela a la Fania de la salsa y los 
						conciertos (hay quien, paradójicamente, se refería a 
						esta "nueva" versión como "la Fania americana..."). Los 
						productores designados para este primer intento oficial 
						de la Fania de penetrar el mercado de habla inglesa lo 
						fueron los hermanos Gene y Billy Page. Los Seis de Fania 
						(o Fania Six) fueron reunidos en New York para grabar 
						las bases, mientras el resto de la banda, cuyos créditos 
						siguen siendo un misterio, grabaron en Hollywood, en los 
						estudios The Sound Factory. El invitado de honor, el 
						legendario guitarrista rockero Steve Winwood 
						también grabó su parte en Hollywood. Desgraciadamente, 
						el producto final ("Delicate and Jumpy," el 
						título ya daba una idea de lo que venía) fue simplemente 
						inaudito, para decirlo bien diplomáticamente. Aquellos 
						que compraron el LP original esperando encontrar buenas 
						descargas (y esa era la impresión que daban, ni más ni 
						menos, las fotos del sexteto tomadas por Lee Marshall
						y Dominique en un concierto de Fania y que 
						adornaban la contraportada del disco) se encontraron con 
						una versión tipo Musak del  "Picadillo" de Tito Puente 
						(el solo de Lucca salvó parcialmente el tema) y otros 
						temas que, como mucho, estaban orientadas al mercado de 
						música de elevadores, como el propio Roena dijo medio en 
						broma cuando se le preguntó en Venezuela por dicho 
						álbum. Roena también reveló durante esa misma entrevista 
						que durante esas mismas sesiones, el sexteto también 
						aprovechó cuanta oportunidad tuvo para descargar 
						libremente, sin rodeos, y que esos otros temas también 
						fueron grabados por Masucci. Para que estas otras 
						canciones finalmente fueran editadas en un disco, los 
						fanáticos tuvieron que esperar hasta 1980, cuando estas 
						aparecen en el excelentísimo disco "California Jam." 
						De este disco nos encargaremos más adelante, para no 
						adelantar la trama. 
						1977 
						
						
						En 1977, la Fania All-Stars (¿o debería decir los Fania 
						Six?) graba su segundo álbum para Columbia Records. Los 
						productores en esta ocasión lo son Bob James y 
						Jay Chattaway. La aportación de James fue 
						literalmente producir el álbum y ejecutar el piano 
						eléctrico en uno de los temas. Chattaway, por otro lado, 
						hace exactamente lo que los hermanos Page jamás se 
						preocuparon por hacer: Familiarizarse con los 
						integrantes de Fania y su estilo de música. A Chattaway 
						se le asigna este proyecto luego de los excelentes 
						resultados de su producción para el legendario 
						trompetista Maynard Ferguson, "Conquistador" 
						(álbum donde aparece su clásica versión del tema de la 
						película "Rocky") utilizando la misma fórmula para este 
						proyecto, con la intervención directa de los propios 
						Seis de Fania y de Louie Ramírez. El resultado lo fue un 
						álbum mucho mejor pensado y mucho mejor concebido, 
						aunque valga aclarar que el mercado primordial a donde 
						iba dirigido el disco lo era el del jazz, no el latino. 
						El título del álbum lo fue "Rhythm Machine" y 
						éste deriva de un momento jocoso en el estudio de 
						grabación cuando Chattaway trae a las sesiones una 
						máquina para mantener el tempo constante (un clic track) 
						y los músicos de Fania estallan en risas, diciéndole a 
						Chattaway que eso no era necesario pues "nosotros somos 
						nuestra propia máquina de ritmo" ("we are our own rhythm 
						machine"). Santamaria reemplaza a Barretto esta sesión, 
						y Rubén Blades, Luis "Perico" Ortiz, Ramírez y el 
						guitarrista invitado Eric Gale se unen, 
						acompañados por una poderosa banda de estudio conformada 
						por músicos regulares en sesiones del sello CBS, como 
						los virtuosos Randy Brecker y Jon Faddis 
						(trompetas), Eddie Daniels y Joe Farrell 
						(flautas; Daniels es mejor conocido como clarinetista y 
						el fenecido Farrell como saxofonista), Alan 
						Schwartzberg (batería), John Tropea 
						(guitarra), Tom Malone (trombón) y el bajista 
						Gary King, quien contribuyó con dos piezas de su 
						autoría y arreglo. Adalberto Santiago, quien 
						eventualmente re-ingresa a la Fania All-Stars como 
						cantante en 1978 luego de la disolución de Los Kimbos y 
						su debut como solista, también participa, haciendo coros 
						junto a Blades y los dos cantantes de la banda de 
						Pacheco para ese entonces: Héctor Casanova y el 
						mexicano Luis "Melón" Silva, a quien ya mencionáramos 
						anteriormente. Rogers, Jorge, Maldonado y Zarzuela 
						también se unen, conformando la sección de vientos en el 
						tema "En Orbita," descarga donde se destacan Marrero en 
						los timbales, Valentín en el bajo y Perico en la 
						trompeta y que en ocasiones se incluía en los conciertos 
						de Fania como la canción de apertura, en lugar de 
						"Descarga Fania." Aparte de este tema, los otros temas 
						que se convierten en sencillos de promoción lo son "Ella 
						Fue," composición de Pacheco y Gale en la onda del 
						crossover y punta de lanza para el mercado anglosajón, y 
						el número que hizo que la masa salsera se interesara en 
						este disco: el clásico "Juan Pachanga" de Rubén Blades y 
						Louie Ramírez. 
						
						
						Claro, mientras todo esto ocurre, la edición oficial de 
						la Fania All-Stars (o "la Fania de conciertos," si les 
						gusta ese término) se mantiene activa y realizando giras 
						alrededor del mundo, ahora con Ismael Rivera integrando 
						el elenco. El debut del eterno Sonero Mayor con la 
						orquesta estelar fue en el concierto que se escenificó 
						el 11 de Julio de 1977 en el Madison Square Garden, el 
						cual se grabó en vivo y luego se publicó al año 
						siguiente en el álbum "Live." Aunque casi todo el 
						material que se tocó esa noche fue nuevo, no todo lo que 
						sonó esa noche fue publicado en disco. Entre lo mejor 
						del disco que se publicó se pueden mencionar la nueva 
						versión de "El Nazareno" de Maelo, con Papo Lucca, ahora 
						miembro oficial de la orquesta, luciéndose en el piano; 
						"Felicitaciones," exitazo de Cheo Feliciano de 1976 
						(compuesto por Tite Curet) en un nuevo arreglo de Bobby 
						Valentín, el debate de soneros en "Saca Tu Mujer," con 
						solos de Perico y Yomo Toro; otro imponente solo de 
						piano de Papo en "Público Oyente" (el tema se publicó 
						como "Público Corriente") de Miranda, y en especial una 
						contundente versión en vivo de "Cúcala," ahora con Celia 
						y Maelo en un memorable e histórico mano a mano. 
						Barretto Vuelve como el conguero para este concierto, 
						mientras el maestro bailarín Anibal Vazquez 
						(antes conocido por el nombre artístico de Andy Vazquez 
						durante sus días con los Mambo Aces y miembro ya de la 
						familia Fania) pasa a ser el maestro de ceremonias 
						oficial. Si escucha este álbum detenidamente, reconocerá 
						la voz inconfundible de Tito Allen, otro solista 
						que para ese entonces grababa con el sello Alegre, en 
						los coros. Allen, un ex-miembro de bandas como la de 
						Barretto y luego Tipica'73, sigue siendo al sol de hoy 
						una de las voces más nítidas y mejor cuidadas del 
						ambiente. Desgraciadamente, dado el exageradamente 
						masivo catálogo de artistas que manejaba Fania en ese 
						entonces, sus discos nunca tuvieron la promoción que 
						necesitaban (y merecían). Hoy en día, Tito sigue estando 
						activo haciendo coros y entrenando a los nuevos pinos en 
						el estudio de grabación y, no es un secreto, hasta 
						escribiéndoles los soneos en muchos casos... 
						
						 
						 
						
						
						Mientras en 1977 los músicos y líderes de orquestas eran 
						quienes pasaban por una serie de cambios mayores, en 
						1978 se empezaban a reflejar de manera dramática los 
						cambios en el estilo y proyección de los cantantes de 
						Fania, algunos de estos cambios cuajándose desde el año 
						anterior:  
						
						
						·     Justo 
						Betancourt 
						ahora establece residencia en Puerto Rico y organiza una 
						de las orquestas más poderosas que se hayan escuchado en 
						Puerto Rico: Borincuba. La banda permanece activa bajo 
						ese nombre hasta 1979. (Tito "Mr. Dale Pa'Bajo" Rojas, 
						quien fuera alumno de Justo y corista de esta 
						agrupación, eventualmente hereda la misma en 1979 
						cuando, a raíz de una amenaza de muerte que recibe de 
						parte de un notorio ex-policía hoy convicto, Justo se ve 
						forzado a abandonar el país y regresar a Nueva York por 
						su propia seguridad. Poco después, el Borincuba es 
						rebautizado como "Tito Rojas y el Conjunto Borincano," 
						pero este no duraría mucho tiempo junto. La mudanza 
						definitiva de Justo a Puerto Rico, donde hoy aún reside, 
						se da luego de que este ex-policía fuera encarcelado.) 
						En años recientes, Justo re-activó la orquesta, 
						reuniendo a varios de sus músicos originales, como el 
						tresista Oscar Ríos y el experimentado timbalero Willy 
						Machado. 
 
						
						
						·    Maelo, 
						aunque ahora perdiendo brillantez y potencia en su voz 
						(aunque siempre lo negó enérgicamente), se mantenía al 
						frente de sus Cachimbos, ahora grabando bajo la 
						sombrilla de Fania y escuchándose consistentemente en 
						las ondas radiales con temas de Tite Curet Alonso, 
						como "De Todas Maneras Rosas," "Mi Música" y el 
						casi-himno "Las Caras Lindas."  
						 
						
						
						·    Miranda, 
						también residente en Puerto Rico para ese entonces 
						abrio un club nocturno "La Tarima" junto a Santitos 
						Colón en San Juan, 
						pero 
						tuvo 
						un ligero bajón en su carrera en este periodo de tiempo, 
						toda vez que sus discos no vendían como se esperaba 
						fuera de Puerto Rico. Esto no por falta de atención de 
						los ejecutivos de Fania, sino por la insistencia de 
						Ismael en sofisticar su estilo al adaptar clichés 
						típicos de cantantes pop y explotar hasta la saciedad la 
						imagen de "Niño Bonito," movida que no hizo mucha gracia 
						entre los amantes del ritmo bravo que seguían utilizando 
						anteriores trabajos suyos como "Así Se Compone Un Son" 
						como referencia para medir su posterior trabajo musical. 
						Esto se evidencia en los discos "No Voy Al Festival" 
						y "Sabor, Sentimiento y Pueblo," de 1977 y '78 
						respectivamente. Claro, por otro lado, esta movida 
						atrajo a la audiencia femenina, la cual no era muy 
						amante de las letras que se trabajaban en aquel 
						entonces, como por ejemplo la abiertamente machista "Las 
						Mujeres Son," irónicamente una composición del propio 
						Miranda con Larry Harlow de 1971. Luego de un breve 
						período de "enfriamiento" (durante el cual, como 
						veremos, se aleja momentáneamente de la Fania All-Stars, 
						para efectos discográficos), Miranda regresaría por lo 
						suyo en 1980 con uno de sus más grandes éxitos, "No Me 
						Digan Que Es Muy Tarde," el cual estampa en el disco "Doble 
						Energía," con la orquesta de Willie Colón, seguido 
						de su propio "La Clave Del Sabor" de 1981, donde 
						graba el clásico "Galera 3." 
						 
						
						
						·    Cheo 
						Feliciano 
						también se muda permanentemente a Puerto Rico, y sus 
						próximas grabaciones para Vaya Records (el experimental 
						"Estampas," "Sentimiento Tu" y "Profundo") 
						se realizarían aquí con un trabuco "de salón" encabezado 
						por figuras como Roena, Papo Lucca, Juancito Torres, 
						Pete "El Conde" Rodríguez, Cheo Quiñónez y 
						Mario Cora en los coros, el baterista Oscar Colón, 
						el conguero Papo Pepin y el timbalero Cuqui Santos 
						(entonces miembro del Apollo de Roena y actual miembro 
						de El Gran Combo) entre otros. Las grabaciones que 
						realiza Cheo en este periodo, si bien igual o más 
						sofisticadas que las de Miranda, no sufren la misma 
						suerte que las de este último gracias no solo al 
						virtuosismo de Cheo y su versatilidad, sino al apoyo 
						directo de figuras como Tite Curet y el entonces poco 
						conocido cantautor José Nogueras, quienes le entregan 
						composiciones de sobrada altura y contundencia como "Los 
						Entierros," "Juan Albañil," "Estampa Marina," "Salí 
						Porque Salí," "Así Soy" y el que quizás es su bolero más 
						famoso: "Amada Mía." La movida resultó ser determinante, 
						ya que, a pesar de contar con el apoyo directo del 
						grueso del equipo de la Fania All-Stars en sus 
						grabaciones en Nueva York (Pacheco, Louie Ramírez, Barry 
						Rogers, Perico, Nicky, Johnny Rodríguez y los propios 
						Roena y Lucca, entre otros), la última que realiza antes 
						de la mudanza ("Mi Tierra y Yo," de 1978) no 
						estaba vendiendo como se esperaba de un cantante del 
						nivel de Cheo. 
						
						
						·     Santitos 
						Colón 
						se mantuvo mayormente en lo suyo: el bolero, mercado 
						donde no tenía mayor competencia. 
						 
						Comenzó a trabajar mayormente en Puerto Rico en donde 
						abrio un club nocturno junto a Ismael Miranda. 
						 
						Aunque el incluir 
						números movidos en álbumes posteriores como "Con 
						Placer" de 1979 y reuniones con su compadre y 
						antiguo jefe Tito Puente ("The Legend," de 1977 y 
						los dos primeros volúmenes de "Homenaje a Beny More," 
						del '78 y '79) no deja dudas de que los ejecutivos de 
						Fania buscaban acercar a Santitos a la masa salsera que 
						seguía a artistas como Cheo, Willie y Lavoe, lo cual 
						implícitamente significaba una mejoría en ventas, 
						independientemente de que Santitos ya tuviera un público 
						y una masa de seguidores definidos. 
						 
						
						
						·    Celia 
						se mantendría como la punta de lanza del "matancerismo" 
						dentro de la salsa, grabando con el Tumbao de Pacheco, 
						aunque grabaciones posteriores, donde hace pareja con 
						Willie Colón ("Only They Could Have Made This Album/ 
						Solo Ellos Pudieron Hacer Este Álbum," 1977) y 
						Sonora Ponceña ("La Ceiba," 1979) le dan un 
						empuje adicional a su carrera, además de una refrescante 
						pausa para exorcizarla, aunque fuera momentáneamente, de 
						la sombra de la vieja Matancera y demostrar que tenía la 
						suficiente versatilidad para enfrentarse a orquestas de 
						salsa de sonido más moderno sin perder su esencia (y sin 
						obligar a orquestas como estas dos o la propia Fania 
						All-Stars a cambios bruscos para amoldarse a su estilo). 
						 
						
						
						·    Lavoe, 
						cuyas irregularidades en su estilo de vida ya empezaban 
						a darle dolores de cabeza a los ejecutivos y promotores, 
						volvía luego de un breve retiro con uno de sus mejores 
						discos, si no el mejor de todos ellos, como yo lo 
						catalogo: "Comedia," álbum de 1978 donde publica 
						su casi autobiográfico tema "El Cantante." 
						 
						
						
						·     Blades, 
						quien compuso "El Cantante" originalmente para 
						interpretarla él mismo, antes que Willie Colón y Héctor 
						lo convencieran, era ahora una figura de primer orden, 
						luego del éxito de su primer disco como miembro de la 
						orquesta de Willie: "Metiendo Mano." Luego de 
						esto, y sumado al trabajo con Harlow en "La Raza 
						Latina," su participación en el disco de Louie 
						Ramírez (donde graba "Paula C.," dedicado a su ex-novia) 
						y el éxito de "Juan Pachanga," Blades se consagra en 
						definitiva con su segundo álbum con Willie: el 
						best-seller "Siembra" de 1978. 
						
						
						·    Quintana, 
						aunque no producía las grandes ventas que hacían Lavoe y 
						Blades, seguía entregando grabaciones de excelentísima 
						calidad como solista, siendo "Lo Que Estoy Viviendo," 
						de 1976, el mejor de todos ellos (para este disco, 
						Quintana reunió a una orquesta de ensueño). Su grabación 
						de 1979 con Ricardo Marrero y su Grupo ("Jessica," 
						dedicada a su hija de igual nombre, entonces recién 
						nacida), no obstante, fue la más exitosa y la que 
						mejores ventas generó. 
 
						
						
						·    El 
						Conde 
						
						venía de lograr su mayor éxito como solista, "Catalina 
						La' O" (1976, del disco "Este Negro Si Es Sabroso"), 
						seguido por otros dos excelentes álbumes: "Un Toque 
						De Clase / A Touch Of Class" (1977) y "Soy La Ley" 
						(1979, cuyo tema que da título al disco contiene uno de 
						los más impresionantes solos de trompeta ejecutados por 
						Víctor Paz). Sin embargo, a medida que el boom salsoso 
						comienza a extinguirse, la carrera de El Conde también 
						sufriría a raíz de esto, sin que esto tuviera nada que 
						ver en lo absoluto con una merma, si es que la hubo, en 
						su capacidad vocal. Su estilo, y el sonido de su 
						conjunto, seguirían influenciados por el sonido de 
						Pacheco. 
						
						
						·    Adalberto, 
						finalmente grabando como solista, variaría 
						constantemente en sus grabaciones. En su primer disco 
						como solista, "Adalberto," donde, curiosamente, 
						grabó todo el elenco de Los Kimbos excepto Reynaldo 
						Jorge, Adalberto se acerca al sonido de la vieja banda 
						de Barretto, de ahí la ausencia del trombón de Reynaldo 
						(Barretto, de hecho, fue el productor). Para el segundo 
						disco, "Popeye El Marino" (el que mejores ventas 
						tuvo), regresa con el sonido de Los Kimbos... y 
						básicamente con el mismo elenco original de Los Kimbos, 
						el cual ya se había disuelto luego que Vilato registrara 
						el grupo a nombre suyo (Vilato reorganiza su banda con 
						el trompetista Pablo Domínguez, el único sobreviviente 
						del elenco original, y nuevos integrantes, grabando dos 
						álbumes adicionales para el sello Cotique). A este disco 
						le sigue una reunión con Barretto, en el regreso 
						triunfal de este último a la salsa, con el excelentísimo 
						y experimental álbum "Rican-Struction" de 1979. 
						Luego de esto, entrados los 80's, y con el boom salsoso 
						ya en etapa agonizante, Adalberto va desde el formato de 
						conjunto cubano (a lo Roberto Torres), hasta una reunión 
						con Barretto y Celia Cruz. La única constante en todas 
						estas grabaciones lo es precisamente la voz de 
						Adalberto, que siempre se mantuvo en excelentes 
						condiciones. 
						
						·    
						Un 
						nuevo sello (también subsidiaria de Fania) con base de 
						operaciones en Puerto Rico, Nuestra, se crea en 
						1978, ingresando en sus filas el virtuoso sonero boricua
						Luigi Texidor. Texidor, miembro por muchos años 
						de la Sonora Ponceña quien luego se unió a la banda de 
						Bobby Valentín en 1977, recibe una jugosa oferta para 
						unirse al elenco de Fania en calidad de solista. Ofertas 
						como esta no son fáciles de ignorar y mucho menos se dan 
						con frecuencia, así que Luigi aceptó el reto...   
						
						
						Mientras estos cambios se daban a cabo en la rotación de 
						cantantes con que contaba la Fania en ese entonces, el 
						contrato con Columbia seguía en pie. Complacido con los 
						resultados y la acogida que tuvo "Rhythm Machine" en el 
						ambiente jazzístico, Masucci le encomienda el próximo 
						proyecto con Columbia a Jay Chattaway. Nuevamente, los 
						Fania Six, ahora con Johnny "Dandy" Rodríguez en las 
						congas, eran las figuras principales. El formato para 
						este nuevo disco era similar al de "Rhythm Machine," 
						pero con un nuevo giro, ya que para este entonces (1978) 
						ya Fania empezaba a perder territorio con el avance del 
						disco fever. Por lo que, buscando responder al fuego con 
						fuego, Masucci decide que hay que incluir temas que 
						apelen al amante de esa nueva onda (para esto, se une al 
						proyecto el destacado arreglista y productor Bill 
						Eaton, uno de los personajes más cotizados y de 
						mejor oído comercial en eso del disco fever, que, aunque 
						popularizado mayormente por blanquitos como los Bee 
						Gees, tenía sus raíces en el R&B afro americano que para 
						la época gestaban grupos como los Neville Brothers 
						y Earth, Wind & Fire). Por supuesto, tampoco 
						querían perder a la audiencia salsera, por lo que en 
						este disco se incluirían más temas salsosos. Como pueden 
						apreciar, Chattaway tenía una tarea difícil, ya que se 
						pretendía que pariera un álbum que apelara a ¡tres 
						mercados distintos! El producto final, "Spanish Fever," 
						fue un logro artístico, sin lugar a dudas, aunque no se 
						puede decir lo mismo de sus ventas (o por lo menos el 
						nivel de venta que Masucci y Columbia Records 
						esperaban). Chattaway tan solo hizo lo que le pidieron, 
						y lo hizo de maravillas, especialmente cuando los 
						ejecutivos le dieron luz verde para mover cielo y tierra 
						con tal de sacar el producto a flote. Y Chattaway no 
						escatimó en gastos. Uniéndose al elenco de Fania (los 
						Fania Six, Blades, Ramírez, Perico, los coristas 
						Adalberto Santiago, Nestor Sánchez y Héctor Casanova, y 
						ahora Ismael Miranda para el número de salsa adicional) 
						se encontraban ahora grandes como el ícono de la 
						trompeta Maynard Ferguson (a quien ya mencionáramos a 
						raíz de su disco "Conquistador"), el genial sax 
						alto (y uno de los solistas contemporáneos más 
						influyentes en su instrumento) David Sanborn, el 
						legendario flautista de jazz Hubert Laws, el 
						guitarrista de música clásica Jay Berliner, el 
						guitarrista pop Joe Caro y, nuevamente, el 
						virtuoso Eric Gale en dos temas, mas una versión 
						agrandada de la orquesta de estudio de CBS. Aunque el 
						intento de matar tres pájaros de un solo tiro por algún 
						lado tenía que fallar, el disco sigue teniendo su 
						gracia. Los fanáticos a muerte de Maynard se sentirían a 
						gusto con el tema que da título al disco, donde el 
						trompetista, como es su sello personal, coquetea con la 
						estratosfera en sus solos, mientras Berliner le daba el 
						toque clásico y hasta tres auténticas bailarinas de 
						flamenco (Rosa Maria Indiviglio, Marina Torres 
						y Mari Carmen Gómez) le daban el color definitivo 
						al tema, en cuyo coro principal participa la afamada 
						cantante de jazz Patti Austin. La balada "Your 
						Sereneness," con los virtuosos Laws y Sanborn a la 
						cabeza, es otra gema musical, en la onda del "smooth 
						jazz" (por lo menos yo personalmente puedo escucharlo 
						sin riesgo a caer en estado comatoso, contrario a lo que 
						ocurre con cualquier canción de Kenny G).  "Que Pasa," 
						un reggae "salseado," es otro buen tema, con Sanborn y 
						Gale intercambiando compases y Nicky Marrero aderezando 
						con sabrosos cortes de timbal. En el lado salsoso de la 
						ecuación, encontramos el imprescindible clásico "Coro 
						Miyare," composición de Pacheco y el tema que vendió el 
						disco, con el mejor solo de bongó jamás ejecutado por 
						Roberto Roena (amén de su solo más famoso hasta la 
						fecha) y el sabroso solo de Perico en la trompeta; este 
						tema eventualmente se convierte en la canción de cierre 
						alterna de los All-Stars en sus conciertos regulares, 
						toda vez que también se prestaba para el destaque de la 
						deslumbrante coreografía de Roena y Anibal Vazquez 
						mientras el coro canta "que baile Roberto con Anibal, 
						que siga la salsa para arriba..." 
						[Roberto, a quien Pacheco 
						le dedica el tema, eventualmente lo adapta para el 
						repertorio de su Apollo Sound, tal y como lo hizo años 
						antes con "Ponte Duro."] Las otras dos piezas 
						salseras en este rompecabezas lo son "Sin Tu Cariño," 
						otro mega hit co-compuesto por Blades y Ramírez (y 
						destacándose ambos como solistas, además de Papo Lucca), 
						y "Te Pareces A Judas," con Miranda en la parte vocal y 
						co-arreglado por el genial Ray Coen. En cuanto al lado 
						disco de la ecuación ("Space Machine"), no voy a emitir 
						comentarios... En resumen, en estrictos términos 
						musicales, el álbum fue un rotundo éxito, tomando en 
						cuenta la ejecución de los músicos y el cuidado con que 
						se trabajó el disco. En cuanto al hecho de pretender que 
						el producto apelara a tres mercados harto desiguales, la 
						maroma no solo era harto peligrosa, sino que tampoco 
						ofrecía garantía alguna de éxito real. El fanático del 
						disco Music no se sintió atraído a este disco, mientras 
						que la mezcla de géneros amenazó con alejar al salsero 
						de la mata, que no necesariamente tenía por qué entender 
						las complejidades que marcaban a este disco 
						extra-musicalmente. A fin de cuentas, a pesar de la 
						excelencia artística de este disco, el mismo le dejo 
						pérdidas en lo económico a Masucci y Fania Records. 
						
						
						El último disco de los All-Stars con Columbia Records 
						también resultó ser el que peores resultados tuvo: "Cross 
						Over." En una movida un tanto desesperada 
						respondiendo al auge del disco music (y por ende al 
						bajón en ventas de Fania con el fin cercano del boom 
						salsero), Masucci contrata ahora a Vince Montana Jr., el 
						genio detrás de la famosa Salsoul Orchestra y el "sonido 
						Philadelphia," para gestar un álbum de doble propósito: 
						mitad pura salsa (para deleite de los fieles fanáticos 
						latinos), y mitad puro disco music, al estilo Philly. De 
						nuevo, otro intento de matar dos pájaros de un solo tiro 
						(curiosamente, al pájaro jazzístico no lo molestaron 
						esta vez). El resultado: mixto, por decirlo 
						diplomáticamente. El lado A del disco contiene tres de 
						los mejores arreglos de salsa en la historia de la Fania 
						All-Stars: "Isadora" (el sencillo principal, cantado por 
						Celia Cruz, con un buen solo de guitarra de Gale), 
						"Prepara" (otra propuesta de Blades, esta vez un sabroso 
						son montuno con sendos solos de Lucca y Pacheco), y "Los 
						Bravos," excelentísima pieza de Louie Ramírez con un 
						soberano solo de bajo del nuevo integrante Salvador 
						"Sal" Cuevas. [Cuevas, 
						para ese entonces miembro de la orquesta de Willie 
						Colón, ya era reconocido como el bajo eléctrico mejor 
						cotizado en la escena salsera de New York. Pionero en 
						adaptar rutinas del funk y el jazz contemporáneo en el 
						idioma del bajo salsero, Sal es a la música latina el 
						equivalente de Jaco Pastorius en el jazz, revolucionando 
						la forma de tocar el bajo en su género. Además, Sal era 
						igual de diestro en cualquiera de las variantes del 
						bajo: el acústico o contrabajo, el eléctrico y el 
						híbrido conocido como "baby bass," un favorito entre 
						aquellos que prefieren la capacidad de amplificación de 
						un bajo eléctrico sin sacrificar el afinque percusivo y 
						tradicional de su contraparte acústica. Como 
						complemento, a su virtuosismo se suma su poco 
						documentada habilidad como "showman," faceta donde 
						Cuevas era sumamente creativo: desde bailar con una 
						fémina del público en medio de un solo hasta 
						literalmente destruir un bajo en plena tarima. Cuevas 
						entra a la Fania All-Stars en sustitución de Bobby 
						Valentín, quien ahora abandonaba formalmente Fania 
						Records para trabajar a tiempo completo en su propio 
						sello Bronco.] El lado B fue, a pesar de las 
						buenas intenciones, una manera lamentable de 
						desperdiciar al "Dream team" que participó en esa 
						sesión: Pacheco, Roena, Marrero, Lucca, Ramírez, Perico, 
						Gale, Cuevas, Dandy, Kahn, Zarzuela, Papo Vazquez, Sam 
						Burtis, Jimmy Frisaura, Tito Allen, Jimmy Sabater,.... 
						
						
						El viaje a Cuba y los 80's.
						
						
						1979 fue un año duro para el sello. Ya el ataque del 
						disco music era imparable, el boom salsoso llegaba a su 
						fin y los discos, en su mayoría, no tenían el mismo 
						despegue ni mucho menos el mismo tiempo de vigencia en 
						la radio. A pesar de esto, la Fania All-Stars permanecía 
						activa como entidad, aunque hubo cambios radicales en su 
						personal. En Marzo 3, 1979, y ya que la banda seguía 
						bajo contrato con Columbia Records, la Fania All-Stars 
						forma parte del contingente de músicos que viajan a Cuba 
						para participar en el Havana Jam Festival, un 
						intercambio musical entre Estados Unidos y Cuba 
						organizado por la CBS y efectuado en el Teatro Karl Marx 
						de La Habana. [Me pregunto yo, a manera de paréntesis: 
						¿qué demonios tiene que ver el padre del comunismo con 
						las artes, y en específico la música?] Para ese viaje, 
						el elenco se reduce: Celia y Justo, por razones harto 
						obvias, desisten de hacer el viaje (Justo, de hecho, 
						abandona a los All-Stars a raíz de esto). Cheo, por 
						motives familiares (su hijo estudiaba en Miami, entre 
						tantos lugares), también desiste de hacer el viaje. 
						[Cheo eventualmente se 
						presenta en Varadero, Cuba en 1999, grabando un disco 
						que luego es lanzado de manera independiente, luego que 
						Ralph Mercado se negara a lanzarlo bajo RMM.] 
						Miranda también se ausenta. Por tanto, el equipo de 
						cantantes que viaja a Cuba lo conforman Lavoe, Quintana, 
						Blades, Santitos, El Conde, Adalberto, Luigi Texidor y 
						el debutante Wilfrido Vargas.
						[Vargas, consagrado 
						cantante y trompetista dominicano y uno de los iconos 
						del merengue moderno, era uno de los artistas de la 
						nueva subsidiaria Karen Records, con base de operaciones 
						en Santo Domingo y entonces distribuida por Fania (ya 
						para 1981, y al igual que Bronco Records, el sello 
						continúa de manera independiente y, luego de un breve 
						período difícil cuando artistas como el propio Vargas, 
						Los Hijos Del Rey y Fernando Villalona abandonan el 
						sello, este resurge cuando Juan Luis Guerra & 440 
						revolucionan el ambiente en los 90's). Vargas cambia de 
						trompeta a trombón para este show en Cuba.]  
						
						
						En 
						cuanto a los músicos, el elenco también sufre grandes 
						cambios. Nicky Marrero y Johnny "Dandy" Rodríguez 
						estaban de gira con Tipica'73 (quienes también visitan 
						Cuba y graban un disco allá ese mismo año), por lo que 
						los virtuosos Orestes Vilato y Eddie Montalvo 
						los sustituyen respectivamente en timbales y congas. [Vilato, en su retorno a la 
						orquesta (recuerden que Marrero lo sustituyó en el '73), 
						no permanece mucho tiempo en ella... ni residiendo en 
						New York tampoco, toda vez que al año siguiente 
						desintegra sus Kimbos, se muda a San Francisco y 
						comienza un periodo de 8 años como parte de la banda del 
						legendario Carlos Santana (Santana interesaba los 
						servicios de Vilato desde hacía bastante tiempo y esperó 
						casi 5 años antes que Vilato finalmente aceptara su 
						oferta y se mudara a la costa oeste, donde aún reside 
						actualmente).]
						[Montalvo, miembro regular de la banda de Lavoe en ese 
						entonces y anteriormente miembro fundador de Los Kimbos, 
						se convierte eventualmente en el conguero oficial de la 
						Fania cuando Pacheco, quien interesaba sus servicios y 
						lo utilizaba en sus propias grabaciones con el Tumbao, 
						le ofrece la posición ante la salida de Dandy.] 
						Perico también sale del grupo como integrante regular, 
						ya que ese Mismo año organiza su Orquesta de salsa en 
						New York, una de las más innovadoras que se hayan 
						escuchado en la historia de este género. Roena, Cuevas y 
						Lucca permanecen irremplazables, mientras el violinista 
						Legarreta, los trombonistas Kahn y Reynaldo Jorge y el 
						trompetista Boulong ahora regresan de manera regular, 
						uniéndose a ellos el trombonista Vazquez y los 
						trompetistas Juancito Torres y Elías Lopes. [Vazquez, regular con las 
						orquestas de Manny Oquendo (Conjunto Libre) y Willie 
						Colón y habitual en las sesiones del legendario 
						trombonista de jazz Slide Hampton (su mentor) y Jerry 
						Gonzalez, se muda a Puerto Rico al año siguiente, 
						convirtiéndose en miembro fundador de Batacumbele, grupo 
						vanguardista que comanda otro veterano de la escena 
						neoyorquina: Cachete Maldonado. Luego de varios años, 
						Vazquez retorna a Nueva York, labrándose una carrera y 
						una buena reputación en el género del jazz latino. En 
						cuanto a Torres y Lopes, ambos provenían de la Puerto 
						Rico All-Stars, conglomeración estelar que dirigía el 
						propio Torres y que, en ese entonces, era la competencia 
						directa (y explícita) de la Fania All-Stars. Torres, 
						respetado veterano con más de 35 años de trayectoria 
						musical, se mantendría como miembro regular de Fania 
						desde entonces, mientras que Lopes, una de las primeras 
						trompetas más respetadas de todos los tiempos en Puerto 
						Rico y miembro fundador de El Gran Combo y de Roena y su 
						Apollo Sound, regresa a Puerto Rico para seguir al 
						frente de su propia orquesta, así como en sesiones de 
						grabaciones como músico freelancing y como 
						productor.]  
				
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