Johannes Kepler |
| Nació : 27 Diciembre de 1571 en Leonberg, Holy Roman Empire (Ahora Alemania) | |
---|---|---|
Falleció : 15 Noviembre de 1630 en Rosensburg (Ahora Alemania) |
Kepler fue un niño enfermizo que padecía de furúnculos, dolores de cabeza, miopía, infecciones de la piel, fiebres y
afecciones al estómago y a la vesícula. A la edad de cuatro años, casi sucumbió con los estragos de la viruela.
Por fortuna para Kepler, los duques de Wurttemberg alentaban entonces la educación de los niños precoces. Pudo terminar
sus estudios en el seminario teológico y fue a graduarse en la Universidad de Tubinga gracias a lo que en el siglo XVI
equivalía a una beca. En Tubinga tuvo el apoyo de un profesor que secretamente le enseñó las ideas de Copérnico, cosa que
fue necesario hacer en secreto debido a que sólo la teoría tolemaica tenía la aprobación oficial. En esta época de la carrera de
Kepler, parecía seguro que sería sacerdote, pero por alguna razón desconocida cambio de planes y aceptó el empleo de
maestro de astronomía y matemática en Graz, capital de la provincia austríaca de Estiria.
Fue en Graz, en 1596, donde Kepler publicó su notable libro :El misterio del Universo. Con el ardor y la exuberancia de la
juventud, declaró que había descubierto el orden fundamental que servía de base a las distancias que separaban a los planetas
del Sol; en otras palabras, creyó haber resuelto el enigma del plan divino del Universo.
La teoría de Kepler (que debe sobrentenderse, era errónea) resultaba muy ingeniosa. Sabía que sólo existían cinco sólidos
perfectos que podrían construirse en el espacio tridimensional: Se le ocurrió a Kepler que estos cinco sólidos podrían caber
exactamente en los cinco intervalos que separaban a los seis planetas (no se conocían más en ese tiempo).
En la órbita de Saturno inscribió un cubo; en ese cubo insertó otra esfera, Júpiter. Inscribió el tetraedro en Júpiter y luego
inscribió en él la esfera de Marte. El dodecaedro cabría perfectamente entre Marte y la Tierra; el icosaedro entre la Tierra y
Venus, y entre Venus y Mercurio puso el octaedro. ¡Y he aquí que Kepler creyó haber encontrado la clave del gran enigma!
Lo resumió así :
En unos días, todo quedó en su lugar. Vi que un sólido tras otro encajaba con tanta precisión entre las órbitas
apropiadas que si un campesino preguntaba con que gancho estaban prendidos los cielos para no caerse, sería fácil
contestarle.
Kepler envió informes de esta teoría a todos aquellos en quienes pudo pensar, contando a Galileo y el famoso astrónomo
Ticho Brahe. Los dos hombres sostuvieron correspondencia con el joven astrónomo; y cuando la intolerancia religiosa obligó
al protestante Kepler a irse de Graz, aceptó la invitación de ayudar a Brahe, quién era matemático de la corte de Rodolfo II
de Praga, el 1 de enero de 1600, Kepler llegó a Praga.
Kepler vio que en su estrella estaba el trabajar al lado de Ticho a fin de perfeccionar sus aptitudes y sus concepciones.
Escribió :
Si Dios se ocupa de la astronomía, como quiere creer la devoción, entonces espero que alcanzaré algo en este
dominio, pues veo que me permitió vincularme a Ticho mediante un destino inalterable y no me dejó separarme de él
a pesar de las más abrumadoras penalidades.
Cuando murió Ticho en 1601, Kepler lo sucedió en el puesto de matemático imperial. Una de sus obligaciones consistía en
preparar horóscopos para el emperador y otros dignatarios de la corte. Pero, al hacerlo, tuvo que enfrentarse a los espinosos
problemas dignos de un genio matemático, astronómico y filosófico. En 1615, después de penosos estudios que llenaron
quinientas hojas de papel de oficio, se preparó para publicar su Nueva astronomía, primer libro moderno sobre la materia.
La vista defectuosa de Kepler lo llevó a interesarse toda la vida en la óptica. Sus trabajos comprenden explicaciones sobre el
modo en que los anteojos ayudan a los miopes y a los présbitas; también abarcaron el principio de la cámara fotográfica.
Despertada su curiosidad por el recién inventado telescopio, Kepler publicó su Dióptrica en 1611, en la cual bosquejó el
diseño de un telescopio astronómico de inversión que se usó mucho a partir de entonces.
En la esfera de las matemáticas, se le atribuye el haber contribuido a crear el cálculo infinitesimal y estimular el uso de los
logaritmos en los cálculos. Fue uno de los primeros en advertir el efecto que tiene la Luna sobre las mareas.
Han pasado más de tres siglos desde que murió Kepler, pero los años que siguieron no han hecho más que aumentar el fulgor
de sus aportaciones. No hay mejor manera de bajar el telón sobre la historia de Kepler que la de citar el epitafio que
compuso para su lápida :
Medí los cielos, y ahora las sombras mido, En el cielo brilló el espíritu, En la tierra descansa el cuerpo.
Referencias:
Háblame acerca de las leyes de Kepler de las órbitas planetarias
Muestrame un diagrama de las de La nueva astronomía, con las órbitas elípticas de Marte.