El Código Da Vinci
Explicación de algunos
conceptos básicos para entender el libro
Basado en el libro |
Proyecto Salón Hogar
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El
código Da Vinci
es una novela de misterio, perteneciente a la literatura
popular, escrita por Dan Brown y publicada por primera vez
por Random House en 2003. Es un bestseller mundial, con más
de 44 millones de ejemplares vendidos. Esta basado en una
serie de secretos guardados por la iglesia católica por
cientos de años. Tuve la oportunidad de acudir al estreno
este pasado 19 de mayo en un lleno total en las salas de
Guaynabo en Puerto Rico y encontré que la pelicula tiene una
trama bien elaborada. Claro no se desaprovecha para crear
algunos efectos tipo Hollywood en los 3 momentos principales
de las escapatorias, entiendo que para crear cierta emoción
y expectación. Considero que se debio haber
hecho un pequeño preambulo a manera de ayudar a los
cineastas que no leyeron el libro sobre ciertos aspectos
simbolico historicos.
La trama
de aventuras comienza con la policía de París convocando a
Robert Langdom, un erudito en decifrar mensajes ocultos, al
museo del Louvre en Paris, para que observe el cadáver del
conservador Jacques Saunier. Este último ha sido asesinado
en circunstancias extrañas y su cuerpo yace entre medio de
una enorme cantidad de simbolismo que la policia no puede
desentrañar. Pronto, Langdon y la hermosa criptóloga Sophie
Neveau guían a los lectores hacia un tesoro a través de una
caza trepidante que recorre Francia e Inglaterra, impulsada
por una serie de pistas y rompecabezas. A lo largo del
camino, la pareja busca la “verdad” escondida que desafía a
la corriente dominante de la cristiandad. Brown recurre en
gran medida al bestseller de 1982 “El Enigma Sagrado”
escrito por Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln
(1996), siendo Lincoln el autor conceptual.
La novela de Brown se basa en una teoría conspirativa que
atañe a Jesús y María Magdalena. Supuestamente la vieja
palabra francesa sangreal no debe explicarse como
san greal (“santo grial”) sino como sang real
(“sangre real”). Aunque este concepto no fue corriente antes
de l a edad media, El Enigma Sagrado argumenta que Jesús se
casó con María Magdalena, con quien tuvo una hija, e incluso
que podría haber sobrevivido a la crucifixión. La hija de
Jesús, como afirma el libro, comienza de ese modo una línea
sanguínea que conduce a la dinastía Merovingia, una sucesión
de reyes que gobernaron lo que hoy es Francia desde el 481
al 751 d.C.
Supuestamente, encuentran evidencias del santo grial en un
tesoro oculto consistente en documentos en pergamino,
descubierto por Bérenger Saunière, el cura de Rennes-le-Château
en los Pirineos. El secreto ha sido mantenido por una
sociedad sombría conocida como el Priorato de Sión, que se
remonta a la era de los caballeros templarios, y entre cuyos
pasados “Grandes Maestros” encontramos a Leonardo da Vinci,
Isaac Newton y Victor Hugo.
Brown se agarra a Leonardo – tomándolo prestando de “El
Código Secreto de Leonardo Da Vinci”, capítulo primero de
otro trabajo de historia titulado “La Revelación de los
Templarios”. Esta última obra fue co-escrita por los
“investigadores” Lynn Pucknett y Clive Prince, cuyas previas
incursiones consistieron en afirmar que Leonardo había
creado el Sudario de Turín; ¡aún cuando ese manto apareció
casi un siglo antes de que el gran artista e ingenioso genio
naciera!
Entre las “revelaciones” de Picknett y Prince, adoptadas por
Dan Brown en el Código Da Vinci, figura la afirmación de que
el fresco de Leonardo, La Última Cena, contiene un
simbolismo oculto relativo al secreto de la sangre real. Por
ejemplo afirman, que San Juan en la pintura (sentado a la
derecha de Jesús) es en realidad una mujer - ¡María
Magdalena! – ya que luce como mujer y sin barba como el
resto de los apostoles. Y que la forma compuesta por María y
Jesús es una “V ” simbolo femenino, lo cual supuestamente
confirma la interpretación.
Esta novela
espoleó el difundido interés (sobre todo en los Estados
Unidos de América) por ciertas teorías de complots “urdidos
en la sombra por poderes ocultos”, un fenómeno definido por Brown como el “auge conspiranoico”,
comunmente conocido como la teoria de la conspiración.
El Código Da
Vinci es una secuela de su novela anterior Ángeles y
demonios (2000), que no alcanzó el éxito editorial de ésta
(otras dos novelas anteriores del mismo autor tampoco
lograron mayor repercusión). Por otro lado, las teorías que Brown sostiene en esta obra, han despertado gran cantidad de
críticas en los medios académicos, incluyendo la redacción
de por lo menos diez libros que refutan sus argumentos.
La
intención del autor es la de demostrar que la Iglesia
Catolica estaría presuntamente involucrada en
una conspiración para encubrir la verdadera historia de
Jesucristo, quien, según la novela no muere realmente en la
cruz, y escapando con Maria Magdalena habría tenido
posteriormente descendientes en Francia. Esto implicaría que
la Iglesia Catolica habría
vivido conscientemente dentro de una mentira que ellos
mismos crearon por cerca de mil setecientos años a fin de no perder
su influencia.
Aunque es evidente que el autor hace uso y ejercicio de su pluma liberal y
con todo el derecho, con ello hace creer que toda la trama tiene un orden
lógico que inevitablemente concluye que su postura es la correcta. La obra
esta escrita utilizando fragmentos históricos correctos y urdiéndolos y
entremezclándolos con opiniones personales del autor que van contra la
postura oficial de la iglesia católica. Hay que aclarale a los lectores que
de ninguna forma pueden creer el 100% de toda la trama, hay que entender que esto es
una novela y como tal, es producto de la imaginación del autor. Ello no
quita que el autor saque a relucir eventos historicos reales para que el
lector haga su propia trama y llegue a sus propias conclusiones.
Es conocido por los estudiosos que la iglesia católica desde sus orígenes
elimino una serie de documentos históricos que iban en contra de sus
creencias y que las libertades democráticas que tenemos hoy en día de
diferir no eran respetadas entonces. Miles de personas murieron en las
cruzadas y en las hogueras por pensar diferente a la iglesia catolica. Hoy vuelven a
reaparecer los evangelios gnósticos y a hacer su replanteamiento con un fondo
documental histórico limitado pero mejor organizado.
>>> [
Ver más
]
Evangelio de Tomas
Inevitablemente Dan Brown seguramente no tendrá toda la razón, así como que
la iglesia católica tendría mucho que perder y mucho que aclarar sobre temas
que nunca permitieron que fueran conocidos al eliminar históricamente del
mapa todos aquellos documentos que iban en contra de su postura. Nada, todo
será tomado desde el crisol de cada cual, los que no tienen una opinión
formada de seguro se harán de una y los que ya la tienen, la defenderán a su
conveniencia. Algunas de estas ideas de Dan Brown no son nuevas y ya el Islam
hacen cientos de años tiene su opinión formada:
>>> [
Ver más
]
Al salir de la sala un par de personas me comentaba que estaban perdidos
con El Opus Dei, El Priorato de Sion, El Santo Grial, el
Evangelio de Felipe y otros temas. A esos efectos espero que este breve resumen
que les he preparado de
esos aspectos les ayuden en algo.
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(El Místico
Práctico)
Entrelazado con el terna central de la identidad del Santo Grial, el papel de
María Magdalena es primordial en El Códio Da Vinci. Brown sigue el enfoque sobre
María Magdalena ya tocado en el libro El Enigma Sagrado, analizado ya en otro articulo. En esta
obra se expone la teoría de que María Magdalena era la mujer de Cristo y la
portadora de su descendencia, a saber una niña llamada "Sara" que posteriormente
dará a luz a toda la dinastía del linaje de David. Esta dinastía llegará a convertirse en la línea
sucesoria de reyes merovingios de Francia que finalmente
pasará a la clandestinidad y será protegida por una sociedad secreta conocida
como el Priorato de Sión.
>>>[ver
más]
Esta
es la teoría, pero ¿qué datos tenemos sobre la María Magdalena que aparece en el
Nuevo Testamento?
El
apelativo de «Magdalena» se cree que proviene del hecho de que María era oriunda
del pueblo de Magdala. Se la menciona sorprendentemente poco en el en Nuevo
Testamento, y sus apariciones pueden situarse en cuatro momentos definidos, como
parte del séquito de un viaje, en la Crucifixión, en el entierro de Cristo y
como testigo de la Resurrección.
Hay algo que sí se puede decir con toda
seguridad: la creencia largamente sostenida de que María Magdalena era una
prostituta arrepentida es falsa y es por lo visto grave un error. En el siglo VI, el
papa Gregorio I hizo una solemne proclamación de que María Magdalena era una
pecadora, una prostituta arrepentida, pero en realidad estaba mezclando a tres
mujeres diferentes, además de interpretar erróneamente a Lucas: capt 8:
vs.2 desde
luego, la Iglesia no ayudó a corregir esta situación, ya que hasta 1969, fecha
en que el Vaticano emitió una tímida retractación, no se dejó de sostener que
María era una mujer descarriada.
En
los Evangelios se puede ver que María juega un papel muy similar a un discípulo.
Está con Jesús en tres de sus momentos claves: 1). Lo acompaña en el momento de
su muerte. 2). Lo ayuda en su entierro. y 3). Es la primera persona que se encuentra con
Cristo resucitado. Estos hechos la hacen muy importante, como mínimo, en el plano
simbólico y pueden explicar el hecho que Pedro sea tan despectivo con ella, como
se verá más adelante.
¿Hay
alguna prueba de que hubiera una relación más íntima entre la Magdalena y Jesús?
Lamentablemente, el Nuevo Testamento nos falla a este respecto. La lectura
convencional de los Evangelios no nos da pista alguna de una posible relación
entre ambos, de hecho el silencio sobre el asunto resulta ensordecedor. Sin
embargo una vez afirmado esto, deberíamos recordar que el texto del Nuevo
Testamento tal como lo conocemos hoy, ha pasado por muchos procesos de
interpolaciones, extrapolaciones, ediciones y cambios hechos por la iglesia
católica. También ha pasado por muchas traducciones hasta llegar a ser lo
que es ahora. Así que, ¿qué hay de las fuentes originales al margen de los Evangelios
tradicionales?
Uno
de los llamados Padres de la Iglesia, Hipólito en sus comentarios sobre el
Cantar de los Cantares, sí que parece mencionar a María, si bien de una forma un
tanto indirecta:
Por
si acaso las mujeres apóstoles dudaban de los ángeles, Cristo mismo fue a ellas
para que fueran apóstoles de Cristo y, mediante su obediencia, rectificaran el
pecado de la antigua Eva.
Después, pasa a relatar cómo Cristo se mostró ante los apóstoles varones y dijo:
«Soy Yo quien se apareció a esas mujeres y Yo quien quiso enviarlas como
apóstoles».
En
el Evangelio apocrifo de Felipe (Num 32 y el 55), uno de los llamados Evangelios Gnósticos
encontrados con el tesoro de Nag Hammadi en Egipto, se utiliza un lenguaje más
claro para describir una posible relación íntima entre Jesús y María
Magdalena. En este texto se dice que Jesús solía «amarla más que a todos los
discípulos» y que solía «besarla a menudo en la boca», actitud por la cual los
discípulos varones se ofendían. Aunque no hay en ello indicio alguno de
auténtico matrimonio o de convivencia, en el lenguaje copto en que están
escritos los textos se utiliza para describir a María la palabra koinonos, que
ha sido traducida por Susan Haskins (en su libro María Magdalena, mito y
metáfora, de 1993) como «consorte» o «compañera».
>>>[ver
más]
Evangelio de Felipe
Uno
de los textos de Nag Hammadi es conocido como el Evangelio de María. En él
encontramos una referencia al hecho de que ella era la destinataria de la
revelación, para gran disgusto de los apóstoles varones. En dicho Evangelio
(17:10-18), encontramos que Andrés duda de que María viera realmente a Cristo
resucitado y que Pedro pregunta: «Ha hablado el Salvador con una mujer sin
nuestro conocimiento y a escondidas?». Y continúa: «La prefiere a nosotros?».
Más adelante, en el mismo texto, Levi reprende a Pedro, diciéndole: «Si el
Salvador la ha hecho digna, ¿quién eres tú para rechazarla? Seguro que el
Salvador la conoce muy bien. Por eso la amaba más que a nosotros».
Lo
que nos muestran estos textos es que las figuras de las mujeres seguidoras de
Jesús bien podrían haber tenido un estatus más alto de lo que se nos quiere
hacer creer, aunque no aclaran la cuestión principal de sí Jesús y María eran
marido y mujer. En lugar de ello, nos ofrecen sugerentes atisbos y posibilidades
y dan pie a líneas de pensamiento y teorías basadas en tal suposición. Debemos
recordar que los textos antes citados son solo unos pocos de los cientos de
textos relativos a este periodo.
Una
teoría de los autores de El Enigma Sagrado intrigante y que incita a la
reflexión es que la historia recogida en el Nuevo Testamento sobre las Bodas de Caná, en la que Jesús realiza el milagro de convertir el agua en vino, podría
ser, en realidad, un relato distorsionado de la propia boda de Jesús. Esta
teoría tiene mucho a su favor y bien puede ser una de las pistas principales
para zanjar esta polémica. Esto y el hecho de que en aquel tiempo se habría
esperado que Jesús, como judío que era, se hubiera casado, son caminos que
merecen ser seguidos por el investigador en ciernes.
Nos
quedamos, pues, con las siguientes conclusiones:
• María Magdalena no era una prostituta y ello se
ve en el Nuevo Testamento, además por lo dicho en el Evangelio de Jaime, bien podría haber
tenido una relación más íntima con Jesús de lo que se pensó en un principio.
• María estuvo con Jesús en momentos clave de la historia
lo que no asi sus apostoles, particularmente
en su muerte, entierro y resurrección.
• No hay pruebas directas en los textos que hoy por hoy conocemos, ni
tampoco en los Evangelios, que
corroboren la hipótesis de que Jesús y María estuvieran casados. Ni siquiera los
Evangelios hallados en Nag Hammadi (en 1945) se pronuncian con pruebas (o
carecen de ellas) respecto a este tema, salvo una referencia de Felipe a una
posible consorte. ¿Qué le ocurrió a María después de la muerte de Cristo? Según
la tradición católica, María Magdalena murió en Éfeso, donde vivió junto con
María, Madre de Jesús, y Juan, el supuesto autor del cuarto Evangelio. Sin
embargo, esta tradición cuestiona una leyenda del siglo VI, mencionada por
Gregorio de Tours, que establece que un documento aún más antiguo ofrece la
versión de que María Magdalena viajó a Aix-en-Provence, en Francia, con el
séquito de San Maximino. Esta historia parece ser la catalizadora de las teorías
de la Sanct greal («sangre real» o linaje de sangre real de Cristo) de nuestro
tiempo. En los círculos gnósticos también se conoce a María Magdalena como la
«amada», con lo que, de nuevo, se la relaciona con la hipótesis de una unión con
Jesús. Si se quiere averiguar más acerca de las ideas sobre las que se basa
esto, merece la pena leer La mujer de la vasija de alabastro, de Margaret
Starbird. Esta misma autora, en su libro de 1993 La diosa en los Evangelios,
afirma que, según el antiguo sistema hebreo de la geometría, o simbolismo
numérico, el nombre «María Magdalena» y su correspondiente cifra en este sistema
es el «153» e indican que en ese contexto, María era la «diosa». Starbird también cree
que María pasó mucho tiempo en la floreciente y pujante ciudad cosmopolita de
Alejandría. De nuevo, esto explicaría los muchos mitos y leyendas que han surgido en torno a este personaje, como podemos ver por los numerosos cultos a
la Magdalena que surgieron por todo el Mediterráneo en los primeros siglos de
nuestra era.
Como se puede ver, la teoría de un linaje de
Cristo no es muy innovadora en sí misma, pero la de que fue María Magdalena la
que le dio un hijo parece ser ciertamente muy moderna (véase la entrada Enigma
Sagrado, para obtener más información
sobre este asunto). Ha surgido también toda una industria en torno a la Magdalena vista
como encarnación de la Divinidad Femenina, que representa, en cierto modo, el
espíritu de la Madre Diosa. Este es un acercamiento totalmente diferente a la
teoría de la línea de sangre, en la medida en que está basado más en la metáfora
y en el simbolismo que en la auténtica realidad material. Parecería lógico que
el papel de María Magdalena fuera o bien el de consorte de Jesús o el de
personificación de la Divinidad Femenina. Sería difícil cumplir con ambos
papeles, a no ser que sean atributos muy posteriores, como parece ser el caso.
La
historia de María Magdalena está envuelta en mitos, leyendas y simbolismos. Ella
ha llegado a representar y sostener el papel del mismísimo espíritu de la
antigua diosa venerada por todo Oriente Medio y Europa hace miles de años. Que
estuviera casada con Jesús o que le diera un hijo son cuestiones que,
simplemente, no se pueden probar por lo que sabemos a día de hoy. Estas
historias permanecen envueltas en mitos, pero están llamadas a ganar fuerza con
el paso del tiempo. Los dos mil años de represión de lo femenino velarán porque
así sea.
José de
Arimatea, el cuerpo de Cristo fue sepultado en una tumba en la roca, propiedad
del propio José, en la que, con ayuda del sacerdote fariseo Nicodemo, fue
envuelto en lino fino y aroma de especias.
Los Evangelios
aportan solo una breve descripción de José de Arimatea, de forma que sabemos
poco acerca de él, aparte del hecho de que era rico y un discípulo secreto de
Jesús (Juan 19: 38). Lucas añade que era miembro del Gran Consejo del Sanedrín,
lo que sugiere que gozaba de una posición de cierta autoridad. Parece que José
de Arimatea, que fue considerado un «hombre recto y bueno» (Lucas 23: 50),
no estuvo de acuerdo con la pena impuesta a Jesús por los miembros del
Sanedrín. Según Mateo (27:57-60) y Marcos (15: 43-5), le pidió
personalmente a Poncio Pilato el cadáver de Cristo, lo que sugiere que era
suficientemente poderoso como para que le concedieran audiencia con el
gobernador romano de Judea. Según las costumbres judías, era deber del pariente
masculino más cercano encargarse del entierro del fallecido y por ello se ha
sugerido que José de Arimatea era pariente de Jesús (véase The Manan
conspiracy, de Graham Phillips), aunque la tradición oriental lo tiene por
tío de la Virgen María.
Algunos textos
no canónicos aportan algo más de información sobre José. El Evangelio de Pedro
menciona que de hecho era amigo personal de Poncio Pilato, y el Evangelio de
Nicodemo hace alusión al entierro de Cristo y afirma que tras él, los ancianos
judíos encarcelaron a José de Arimatea. Durante su estancia en prisión, se le
apareció Jesús resucitado y lo transportó milagrosamente a su casa, donde le
indicó que permaneciera cuarenta días. Los ancianos judíos se quedaron muy
sorprendidos al descubrir que José se había escapado y que los cerrojos y la
cancela de su celda no estaban rotos ni habían sido forzados. Al darse cuenta de
que estaban tratando con una persona de posición elevada, le escribieron una
carta de disculpa y le pidieron que se reuniese con ellos en Jerusalén. En dicha
reunión, José explicó lo que había ocurrido exactamente e informó a los ancianos
judíos de que también habían resucitado otros a vez que Jesús. La narración de
José también confirma la historia de su encarcelamiento. El Tránsito de María es
supuestamente un Evangelio escrito por el propio José de Arimatea, quien
después de la Crucifixión ayudó a la Virgen María.
En comparación
con la escasa información que hay sobre José de Arimatea en los Evangelios,
aparece mencionado bastante en los textos apócrifos, en las leyendas posteriores
y en los romances artúricos. En estos relatos se dice que José era un mercader
de estaño que llevó a Jesús a Inglaterra durante la juventud de este, que fue el
fundador del cristianismo en Gran Bretaña y que era el guardián del Santo Grial.
Es un tanto sorprendente que José de Arimatea, un pequeño personaje del Nuevo
Testamento, esté relacionado con Gran Bretaña, pero una larga tradición le
asocia con Liornwall y Somerset. Estas tradiciones afirman que llevó consigo en
una ocasión al joven Jesús en un barco mercante de estaño. Si por entonces José
ya conocía Gran Bretaña, entonces resulta comprensible que el apóstol Felipe lo
envíara más tarde allí desde la Galia.
Aunque el
fundador oficial del cristianismo en Gran Bretaña fue, en el año 597, San
Agustín, fuentes no canónicas y relatos posteriores cuentan que José de Arimatea
llegó de hecho a Gran Bretaña en el año 37 o en el 63. Las narraciones afirman
que huyó de Judea con algunos más, entre otros, se suele decir con el apóstol
Felipe, Lázaro, María Magdalena, Maria y María de Betania. Lázaro y María
Magdalena se quedaron en Marsella, mientras que el resto del grupo continuó viaje
hasta la Galia, más hacia el norte de lo que hoy es Francia. El apóstol Felipe
envió entonces a José de Arimatea, junto con otros once ) doce más (depende del
texto), a predicar a Gran Bretaña. El viaje por mar llevó a José al «País del
Oeste», donde el rey ocal, Arvirago, le concedió a José y a sus acompañantes
algunas tierras en la «Isla Blanca». Allí fundaron una iglesia de adobe, la
Vetusta Ecclesia, dedicada a la Virgen María. Generalmente suele aceptarse que
esta es el actual asentamiento de Glastonbury (contrástese con Graham Phillips,
quien cree que es Anglesey) y que el monasterio benedictino de Glastonbury
ocupa ahora el sitio en el que estuvo aquella iglesia. La mayor parte de estos
detalles pueden encontrarse en
The Antiquity oJ the Church at
Glastonbury, obra escrita en el
siglo xii por William de Malmesbury, así como en
Chronicle of the Antiquities of the
C’hurch of Glastonbury, escrita
también en el siglo XII por John de Glastonbury. Sin embargo, encontramos un
relato anterior sobre el papel que jugó José en la llegada del cristianismo a
Gran Bretaña en
The Historv of the Franks, obra
escrita por Gregory de Tours en el siglo VI.
Otra
parte de la historia relativa a José y a la primera comunidad cristiana de
Glastonbury es la del espino que supuestamente aquél plantó. Al
pararse a
descansar en la colina Wearyall, José hundió
su cayado en la tierra y en tal lugar creció un espino. El cayado que José
llevaba consigo se había hecho con la corona de espinas que llevó Jesús en su
Crucifixión. El espino, que aún sigue en Glastonbury, florece en mayo y en
Navidad y se alude a él como el Espino Santo. Sin embargo, la primera mención de
todo esto aparece en
The Life of Joseph of Arimathia,
relato escrito en 1520, al que
posteriormente se le incorporaron nuevos elementos en 1677 y 1716.
Probablemente el mito más famoso en
torno a José
de Arimatea es el referente a su custodia del
Santo Grial. En estas historias normalmente se asocia al Santo Grial con la copa
que utilizó Jesús en la Última Cena y en la que José recogió algunas gotas de su
sangre durante la Crucifixión. La primera mención de esto, si bien rudimentaria,
la encontramos en
The Lifé
of St
Marv
Magdalene, de Rabanus Maurus
(776-856). En ella, José de Arimatea aparece estrechamente ligado a la
legendaria isla de Avalon, supuestamente en Somerset, donde está enterrado bajo
la iglesia que fundó. También se cuenta que junto a él había dos vasijas de
plata que contenían la sangre y el sudor de Jesús.
Durante
el periodo medieval circularon muchas historias sobre el Grial, en particular la
de Robert de Boron,
Joseph dArimathie.
En ella, el autor relata cómo Jesús es
lanceado en un costado mientras está en la Cruz y cómo José recoge luego de su
sangre en la copa que utilizó en la Última Cena. Debido a su relación con Jesús,
las autoridades judías encarcelan a José y durante su estancia en prisión, se le
aparece Jesús milagrosamente y le enseña los «misterios del Grial», aunque no se
especifica cuáles eran estos. Después de cuarenta y dos años de cárcel, José es
liberado y junto con un grupo de cristianos viaja a un país extranjero, donde
se construye
una mesa redonda para simbolizar la Última
Cena. Sin embargo, hay un sitio en ella que nunca se utiliza, el correspondiente
a Judas. Posteriormente, José busca un lugar en el que guardar el Santo Grial, y
lo encuentra en el valle de Avalon (Glastonbury), donde se construye una
iglesia.
Durante
el periodo medieval fueron muy populares otras historias de este tipo, tales
como Grand St Grial (1200), Parzival (1207, de Wolfram von
Eschenbach), Queste del St Greal (1210), Perlesvaus (1225) y la
más importante, La
muerte de Arturo (1485),
de Sir Thomas Mallory. En esta, José de Arimatea es el verdadero guardián del Santo Grial y el antepasado de Arturo,
Lanzarote y sir Galahad.
En la
novela,
Langdon(el
personaje principal de la novela) le dice a
Sophie(en
el papel secundario) que la capilla de Rosslyn es una réplica del
Templo de Salomón. Según las tradiciones y enseñanzas judías y cristianas, el
rey Salomón, hijo del rey David, construyó un templo legendario en la cima del
Monte Mona de Jerusalén. Como sucesor de David, Salomón gobernó el reino de
Israel desde aproximadamente el año 970 a. de C. hasta el 930 a. de C. su madre
era Betsabé y su reinado es conocido porque supuestamente estableció una serie
de alianzas con naciones extranjeras, en particular con egipcios y fenicios,
mientras, al mismo tiempo, convertía a la nación de Israel en una fuerza
formidable y extendía sus fronteras y su territorio. Fuentes bíblicas aseguran
que su reinado estuvo marcado por el malestar al norte de Israel y por una
revuelta dirigida por Jeroboam I. La mayor parte de lo que sabemos de Salomón
proviene del Libro Segundo de Samuel y de los Libros Primero y Segundo de Reyes
de la Biblia, así como
de una pequeña cantidad de fuentes no bíblicas, pero lo que es extraño es que
resulta casi imposible corroborar estas historias acerca del rey en los archivos
arqueológicos contemporáneos. Salomón fue legendario por su sabiduría, y se le
atribuyen tradicionalmente varios libros del Viejo Testamento, como Los
provervios, Los salmos y en especial el
Cantar de Salomón o Cantar de los Cantares. En el Corán, Salomón es conocido
como suleiman y es venerado como uno de los profetas fundamentales dentro del
Islam.
La tradición bíblica establece que,
antes de su muerte, el rey David suministró los materiales necesarios para el
Templo de Salomón, y que este contribuyó posteriormente de forma considerable
con los planos y más materiales.
En la Biblia, el Libro Primero de
los Reyes cuenta la mayor parte de la historia relativa a la preparación del
emplazamiento del templo, durante la que se levantó un enorme muro ante la
colina de Mona y se realizó una gran nivelación del terreno. También se le
atribuye a Salomón la construcción de unas inmensas cisternas y canales para
llevar agua al lugar. Las dimensiones y el trazado arquitectónico del templo
están expuestos en detalle en la Biblia y han sido fuente de mucho debate y
discusión con el paso de los siglos en relación con sus verdaderas proporciones
y su significado. Se construyó el templo para albergar el sanctasanctórum, un
lugar sacrosanto en la tradición judía diseñado para guardar la legendaria Arca
de la Alianza: la reliquia o el arcón en el que se guardaban las tablillas de
piedra de los Diez Mandamientos, la alianza entre Dios y los israelitas. Se
trataba de un arcón chapado en oro que tenía sobre él imágenes de los cuatro
querubines y que se transportaba por medio de dos barras que tenía a cada lado.
El Arca era la fuente del legendario poder de los israelitas y no se ha dejado
de escribir acerca de ella desde entonces.
Antes de la entrada al templo,
estaban los dos pilares, Jachin
y
Boaz.
Estas dos columnas de bronce
también han sido objeto de mucha especulación y muchas teorías a lo largo de los
tiempos, y juegan un papel importante en las tradiciones de los actuales
francmasones, que creen que su
ancestral maestría y su antigua organización se remontan a la construcción del
templo. Los masones veneran la figura de Hiram Abif, otro nombre de Hiram I, rey
de Tiro, que hizo un pacto estratégico con el rey Salomón y que, según creen los
masones, ayudó en la construcción del templo.
Hoy en día son
muy escasas las pruebas del reinado y del sistema de construcción de Salomón,
hasta el punto de que ello ha conducido a muchos comentaristas modernos a
plantearse si Salomón existió realmente. Algunos investigadores señalan el hecho
de que su nombre parece estar compuesto de las palabras «sol» y «omon» (Amón, el
dios-sol egipcio) y que, en realidad, podría ser, a la vez, una referencia
simbólica y un juego de palabras.
Los
tradicionalistas consideran el Templo de Salomón como un edificio físico real,
erigido en el corazón de la antigua Jerusalén, sobre el monte Mona. Sin embargo,
dada la falta de pruebas arqueológicas y corroborativas que avalen esta
afirmación, muchos investigadores y autores de hoy en día han llegado a una
conclusión muy diferente sobre Salomón, la historia de su vida y de su templo.
Podría ser el templo un símbolo de otra cosa, una metáfora de las puertas hacia
Dios? Se ha presupuesto que en el mundo antiguo había muchos templos de Salomón
y que, de hecho, las medidas y dimensiones ofrecidas en la Biblia son
referencias a una geometría divina esotérica. Un investigador escocés, David
Alan Ritchie, cree que ha identificado un gigantesco templo de Salomón
construido con una enorme geometría del paisaje en el terreno de la zona de la
capilla de Rosslyn. Algunos incluso teorizan que la misma capilla de Rosslyn,
con sus elaboradas tallas y sus imponentes pilares, está basada en los planos
del Templo de Salomón.
Sea cual fuere
la verdad, el hecho es que la idea del Templo de Salomón y lo que representa ha
captado la atención de algunas de las mentes más brillantes de los pasados
siglos.
La primera
orden de monjes militares de la historia, los Caballeros Templarios, se formó en
1118, cuando un caballero de la Champaña, un tal Hughes de Payens, y ocho
compañeros se comprometieron mutuamente bajo juramento perpetuo en presencia del
patriarca, o soberano, de Jerusalén. Al principio sobrevivían de limosnas y
fueron conocidos como los Pobres Caballeros de Cristo.
Los Caballeros
Templarios aparecen mencionados a lo largo de El Código Da Vinci, ya sea en
relación con el Santo Grial o con la búsqueda del llamado «tesoro del templo de
Jerusalén». Los caballeros pronto adoptaron el célebre hábito blanco,
proveniente de los cistercienses, al que añadieron una cruz roja. Inicialmente
juraban proteger las rutas a Tierra Santa para los nuevos peregrinos que iban en
tropel hacia Jerusalén desde Europa tras la Primera Cruzada.
Sin embargo,
los Caballeros se convirtieron pronto en una base de poder por derecho propio, y
se les fueron uniendo gran cantidad de adeptos, a pesar de la aparente
austeridad de su regla monástica. Por aquel entonces la Iglesia estaba muy a
favor de los Caballeros. Sus propiedades estaban exentas de impuestos se les
colmaba de todo tipo de favores, no estaban sujetos a jurisdicción y ni siquiera
tenían que pagar los diezmos eclesiásticos tan comunes en aquel momento.
Esto, a su vez,
trajo como consecuencia una creciente antipatía hacia la orden por parte de
ciertos sectores del clero secular. Su fuerza se vio reforzada por un despliegue
de imponentes castillos construidos en Tierra Santa, los cuales servían a la vez
como bases de la campaña militar y también como capillas a las que los monjes
guerreros podían retirarse. El nombre de Caballeros Templarios parece aludir al
hecho de que tuvieran su cuartel general en Jerusalén en la Cúpula de la Roca,
en el Monte del Templo, que rebautizaron como Templum Domini. Muchos creían que
ese sitio era el lugar en el que Salomón construyó el legendario Templo de
Jerusalén, con su supuesto tesoro.
Las posteriores
iglesias y bastiones que fueron construyendo los Templarios se hicieron tomando
como modelo este emplazamiento, como fue el caso, por ejemplo, de la iglesia del
Temple de Londres. Los Templarios gozaron del patrocinio de Bernardo de
Claraval, el fundador de la Orden cisterciense, que defendió su causa ante todos
aquellos que lo escuchaban dentro de la Iglesia. Como resultado de ello,
recibieron varias bulas papales, o notificaciones, que les confería poder para
subir los Impuestos y los diezmos en las zonas que controlaban. Esto a su vez,
les otorgó poder y autoridad instantáneos. Uno de los primeros sistemas
bancarios internacionales fue fundado por la Orden, y los acaudalados caballeros
y terratenientes dejaban a menudo buena parte de sus riquezas en las seguras
manos de la Orden, a cambio de unos honorarios, por supuesto.
Finalmente, los
Templarios llegaron a poseer extensas propiedades tanto en Europa como en
Oriente Medio. En un momento dado, estuvieron a punto incluso de hacerse con el
reino de Aragón, después de luchar en una campaña española. La Orden se ganó la
fama de ser hermética y de estar obsesionada con los rituales, y esta
reputación, junto con el apareció en su día en primera plana como el lugar de
nacimiento de la oveja Dolly, que fue donada en el Instituto Roslin. La capilla
es un edificio patrimonial famoso en todo el mundo, que ha inspirado a artistas
y escritores, entre los que se encuentran Robert Burns, sir Walter Scott y
William Wordsworth. También es una iglesia aún con culto, que cuenta con una
activa congregación y con oficios religiosos semanales. La capilla que sigue en
pie hoy en día es solo una parte de la gran catedral que fue proyectada al
principio. Su nombre correcto es «el Colegio Universitario de Saint Mathew» y se
cree que la familia St Clair, que fundó la capilla, previó que Rosslyn se
convertiría en un centro de estudios a gran escala.
El castillo de
Rosslyn albergó un scriptorium medieval, donde se traducían y copiaban a mano
libros de la Europa continental. Las tallas de la capilla imitan de muchas
formas las intrincadas iluminaciones de los medievales libros de horas y
bestiarios. Fabulosas criaturas tales como dragones, unicornios, hombres verdes,
leones y monos se codean con santos, caballeros, reyes, reinas y una gran
cantidad de músicos medievales y personajes bíblicos. Roslin no es la grafía
original de Rosslyn, y el nombre «Rosslyn» no proviene de «Línea Rosa». De
hecho, es simplemente un topónimo construido a partir de dos palabras escocesas:
Ross, que significa «colina», y lynn, que significa «agua». Así pues, «Rosslyn»
significa literalmente «la colina junto al agua». Este nombre se ajusta
perfectamente al lugar, ya que el río Esk bordea una gran colina, que es la
firme roca sobre la que se asienta el castillo de Rosslyn. Durante los últimos
años ha aparecido una serie de libros de historia alternativa que ofrecen
teorías infinitamente más imaginativas sobre Rosslyn. Se dice que el Arca
Perdida de la Alianza, el Santo Grial, los secretos Evangelios Perdidos de
Cristo, el tesoro de los Caballeros Templarios y la cabeza embalsamada de Jesús
están enterrados en alguna parte bajo la capilla.
Algunos autores
afirman que la capilla enseña codificadas, las enseñanzas secretas de los
Templarios y los orígenes de la Francmasonería. Los vecinos del lugar dicen que
hasta casi esperan que alguien asegure que el monstruo del Lago Ness y el
extraterrestre de Roswell están también escondidos bajo la capilla. Existe una
leyenda local según la cual hay un inmenso tesoro escondido en Rosslyn, pero
esta historía está ligada al castillo, no a la capilla. Se dice que el tesoro
vale muchos millones de dólares y que lo custodian un oscuro caballero y una
fantasmagórica dama blanca. Sí que hay, no obstante una cámara escondida bajo
la Capilla de Rosslyn. Esta cripta es el panteón de la familia St Clair.
Generaciones de estos caballeros escoceses yacen enterrados con sus armaduras
completas. La entrada a este sepulcro está bien consignada, yace bajo las losas
de piedra del suelo de la nave lateral norte de la capilla. No se ha permitido
llevar a cabo excavaciones en la cripta, ya que Rosslyn es una iglesia con culto
y un edificio delicado que ya ha sufrido siglos de abandono. No hay prueba
alguna concluyente que demuestre que hay «tesoro secreto» alguno escondido bajo
Rosslyn.
Cualquier
excavación invasiva no haría sino dañar la capilla. ¿Existe una línea mágica que
une Rosslyn y Glastonbury, tal como se afirma en El Código Da Vinci? Cualquiera
con una regla puede dibujar una línea entre dos puntos. Las construcciones
principales que encontraríamos a lo largo de esa linea son las autopistas M5 y
M6. En el suelo de la capilla no hay un surco de pisadas en forma de Estrella de
David, es un añadido totalmente ficticio de la novela. Cualquier geometría
divina del interior de la capilla no está basada en el Templo de Salomón ni en
la «masonería templaria», sino en el coro este de la catedral de Glasgow, al que
imita rigurosamente la estructura arquitectónica de Rosslyn. No hay dos columnas
Boaz y Jachin en Rosslyn. Hay, en cambio, tres pilares principales, incluido el
famoso «Pilar del Aprendiz». Cuenta la leyenda que este pilar lo esculpió un
joven aprendiz siguiendo la imagen de un maravilloso pilar que vio durante un sueño. El maestro albañil, que había viajado a Roma para estudiar, se enfureció
y se llenó tanto de envidia que golpeó al aprendiz y lo mató.
Hay cientos de
extraños cubos con tallas poco corrientes en cada superficie de la capilla, pero
los criptógrafos llevan estudiándolos solo unos pocos años. El «código» podría
ser o no objetivable. Pero descifrar cualquier posible código no revelaría la
entrada a la cámara de debajo de la Capilla de Rosslyn, puesto que esa entrada
ya es bien conocida. Una teoría es que las tallas de los cubos simbolizan de
alguna manera las notas musicales de una canción medieval, ya que cada arcada de
cubos termina en un ángel de piedra tocando un instrumento propio del siglo XV.
Parece ser que
la conexión entre el nombre Saint Clan que aparece en los Dossiers Secrets del
Priorato de Sión y los St Clair de Rosslyn se realizó únicamente cuando se
publicó El Enigma Sagrado. «Marie» De Saint Clair es un personaje totalmente
ficticio, un nombre falso incluido en los documentos de la fundación del
Priorato. No hay constancia de ella en los archivos históricos. La capilla de
Rosslyn es un sitio mágico. Es una sala del tesoro de la imaginería medieval que
nos ofrece una percepción única de la mentalidad de los eruditos, nobles y
artesanos de la Edad Media. Los St Clair de Rosslyn eran nobles escoceses que
lucharon junto a William Wallace y el rey Roberto I «tbe Bruce». Se convirtieron
en una familia rica e influyente en la corte escocesa y en embajadores en
Francia. La capilla de Rosslyn fue construida en el cenit de su poder como una
casa digna de Dios, llena a rebosar de maravillas, cuyos significados se han
hecho secretos con el paso del tiempo.
El tema central y la verdadera
cuestión de la novela de Dan Brown es la comprensión de lo que representa el
Santo Grial. En las distintas versiones de la leyenda, el Santo Grial ha sido
representado como una copa o un cáliz, una reliquia que contiene la sangre de
Cristo. una bandeja de plata, un caldero de la abundancia, una piedra del cielo,
un plato, un pez, una paloma, una espada, una lanza, un libro secreto, maná
caído del cielo, una cabeza cortada, una luz blanca cegadora, una mesa y muchas
cosas más.
La búsqueda no solo para comprender
el Grial, sino también para encontrarlo nos ha acompañado durante más de mil
años y está profundamente arraigada en la psique del hombre moderno. El Grial ha
sido presentado de muchas formas posibles desde los tiempos medievales en
adelante, y su búsqueda ha ocupado la mente de muchos. Pero ¿qué sabemos de sus
orígenes? La visión convencional del Grial es que es el cáliz que una vez
contuvo la sangre de Cristo y que José de Arimatea se llevó a Gran Breta ña. Se
cree que José lo llevó a Glastonbury, en el sur de Inglaterra, y desde entonces
su paradero ha estado envuelto en misterio. La leyenda cuenta que esta copa o
Grial fue utilizada en la Última Cena y
que se usó para recoger la sangre de Cristo en la Crucifixión,
aunque las distintas historias mencionan a diferentes personajes que recogieron
la sangre, unas dicen que fue José de Arimatea, otras que Nicodemo y algunas que
fue María Magdalena. Las leyendas se sucedieron a lo largo de los siglos hasta
alcanzar el culmen en la Edad Media.
Los primeros
romances sobre el Grial se escribieron en los siglos XII y XIII, muchos de ellos
entre 1190 y 1240, aún que la historia parece haber sido una tradición oral
anterior. Estas fechas coinciden con el auge de los Caballeros Templarios en la
Europa medieval. Los romances mismos estaban escritos fundamentalmente por
monjes de las Ordenes cistercienses y benedictinas, y repasando muchas de las
historias y romances se aprecia que tenían un tema basado claramente en los
Templarios.
Desde
el principio, resulta evidente que no hay una única historia del Grial, o una
típica. La mayoría de los romances sobre el Grial ni siquiera concuerdan. Una de
las primeras historias conocidas sobre él es la que escribió Chrétien de Troyes,
en su El
cuento del Grial, escrito alrededor
de 1190. Es en este relato en el que se nos presenta por primera vez el
personaje de Percival, el caballero cándido y el bufón arquetípico de las
historias del Grial. Al principio, durante una gran fiesta en el castillo del
Rey Pescador, Percival ve lo que cree que es el Grial, junto con una espada
partida y muchas otras visiones y acontecimientos raros. El Rey Pescador es un
extraño personaje que aparece en las leyendas artúricas y del Grial, pero cuya
misteriosa figura no se comprende del todo. Parece ser que Chrétien murió antes
de terminar su intrigante historia, y fue parcialmente completada
posteriormente por otras manos en versiones llamadas
Las continuaciones.
Estas versiones añaden florituras y color a la
historia original, e incorporan elementos que se convertirían en clásicos en los
relatos posteriores.
Las otras
dos historias del Grial, escritas en torno a 1200, son las obras de Robert de
Boron Joseph
d’Arimathie y
El mago Merlín.
Estas historias reciben un nuevo enfoque
cristiano y, cuando
forman parte de ellas los caballeros,
se muestra la búsqueda como algo espiritual en lugar de como una historia de
honor o en pos de la mano de la hermosa dama. Es aquí, en los primeros años del
siglo XIII, cuando se establece una estrecha relación entre las historias de
Robert de Boron y las leyendas artúricas que tenían éxito en aquel momento, con
sir Gawain y sir Galahad como protagonistas de los relatos de la época. También
fue en este momento cuando se escribió la historia más conocida del mundo de
habla inglesa: The
Queste, protagonizada por sir
Galahad, hijo del caballero Lanzarote, que es la base del brillante relato
épico del siglo XV de sir Thomas Mallory
La muerte de Arturo.
Esta obra, más que ninguna otra, es la
responsable de la percepción que tenemos hoy en día no solo de las leyendas
artúricas, sino también de los romances sobre el Grial. El libro de Mallory ha
tenido un impacto tan grande sobre la mente del hombre durante los últimos
quinientos años como cualquier otro que se quiera mencionar.
Alrededor
de 1205, un poeta bávaro llamado Wolfram von Eschenbach compuso el poema
Parzival.
En él cuenta la búsqueda del héroe ya relatada
por Chrétien de Troyes, con la diferencia de que en la obra de Wolfram, el Grial
es una piedra. Sin embargo, no una piedra antigua cualquiera, sino una piedra
luminosa caída del cielo. Es la primera vez que no se describe el Grial como una
copa, como en otros romances. La piedra de Wolfram está custodiada por
caballeros llama dos «Templeisen», vocablo obviamente referido a los Caballeros
Templarios. En la historia de Wolfram, el joven Parzival se dirige en el curso
de su búsqueda hacia el castillo del Grial, aquí llamado el Monte de la
Salvación, cuando se encuentra por el camino con un sabio anciano llamado Trevrizent, con quien se queda durante quince días. Resulta que el anciano es el
tío de Parzival, que le cuenta que la historia del Grial provino de un sabio
llamado Kyot de Provenza. Según varios estudiosos, Kyot era una personaje real,
disfrazado de un tal
Guiot de Provins, lo que le da a la historia cierta base de autenticidad.
Trevrizent afirma que Kyot se topó con la historia del Grial en un libro escrito
en un extraño lenguaje pagano en Toledo, España. Este «lenguaje pagano»
probablemente sería el árabe, utilizado en Toledo por los moros del norte de
África. Trevrizent continúa y le cuenta a Parzival que este libro lo escribió un
hombre llamado Flegetanis, cuya madre era una judía del linaje de Salomón y cuyo
padre era, al parecer, un astrólogo.
La historia de Parzival que cuenta
Wolfram gira sobre la pureza y el buen juicio. Solo la pureza de corazón y mente
puede conseguir el Grial, y solo Dios puede juzgar quién debería conseguirlo. En
el relato, Parzival va finalmente al castillo del Grial, le hace al Rey Pescador
la pregunta adecuada y con ello sana al rey moribundo. Parzival se convierte
entonces en el rey del Grial y el ciclo continúa.
La idea de que el Grial es una
metáfora de la línea de sangre de Cristo y de los orígenes de su linaje familiar
es relativamente moderna, aunque muchos de los autores actuales que tratan este
tema nos asegurarían que esta verdad la conocían a lo largo de la historia unos
pocos selectos artesanos y hombres sabios que la codificaron en obras de arte y
arquitectura a lo largo de los años. El concepto del Priorato de Sión y de sus
Grandes Maestres es un ejemplo clásico de ello.
Las historias del uso original del
Santo Grial —que sirve para recoger la sangre de Cristo en la Crucifixión—
relacionan indudablemente la preciada sangre de Cristo con el Grial, y bien
podría tratarse de una metáfora de la actual línea de sangre del Mesías
cristiano. Entrelazada con esta teoría está la idea de que Cristo supuestamente
se casó con María Magdalena antes de su muerte y de que ella le dio una hija.
Por lo tanto, la línea familiar de Cristo continúa supuestamente hasta el día
de hoy, y el Grial sería la «enredadera» a través de la cual la familia de
Cristo se conecta con los merovingios de Francia. La hipótesis es que María
Magdalena viajó a Francia con la hija de ambos después de la Crucifixión y que el matrimonio mixto de un
descendiente de Cristo con las tribus francas produjo a los reyes merovingios.
Esta idea fue divulgada en primer lugar por los autores Michael Baigent, Henry
Lincoln y Richard Leigh en su superventas
El Enigma Sagrado,
publicado por primera vez hace veinte años,
pero que está disfrutando ahora de cierto renacimiento debido a la popularidad
de El Código Da
Vinci, que extrae gran parte de su
trasfondo de esta obra.
En El Código
Da Vinci, cuando Jacques Sauninre es encontrado muerto en el Louvre, está
colocado imitando la forma del dibujo de Leonardo, el Hombre de Vitruvio, que a
su vez simula la forma de un pentagrama.
El
pentagrama es fundamentalmente una estrella de cinco puntas. También conocido
como pentáculo, viene a representar a ojos de muchos cristianos la magia negra,
aun que sus orígenes fueron realmente los de un talismán o signo geométrico
sagrado y pueden remontarse, al menos, hasta los antiguos griegos. La palabra
«pentagrama»
proviene del griego clásico, y significa
«cinco líneas», aunque el símbolo en sí mismo estuvo en uso mucho antes. La
palabra griega puede provenir de la antigua Mesopotamia de alrededor del año
3000 A.C. donde se dice que significaba «cuerpo celestial» o «estrella». En
Egipto, el pentagrama de cinco puntas encerradas en un círculo representaba el
duat
o mundo de los muertos de la mitología y el
simbolismo egipcios.
En la
tradición cristiana, el pentagrama se usó en tiempos para representar las cinco
heridas, o estigmas, de Cristo. Para los pitagóricos, los cinco puntos
representaban los cinco elementos clásicos: fuego, tierra, aire, agua e idea o
lo divino. Los pitagóricos también veían en el pentagrama la perfección
matemática y comprendían, entre otras cosas, que esconde entre sus líneas la
Sección Áurea del 1,618. En los círculos de magia negra, o simbolismo satánico,
el pentagrama se invierte, con el vértice superior hacia abajo, y de esta forma
se podría
decir que representa la cabeza de Baphomet,
con las dos puntas ascendentes correspondiendo al par de cuernos. Su uso como
símbolo satánico se trata casi seguro de una variante moderna, con ningún
precedente auténtico ni uso asociado en tiempos antiguos. En la tradición hebrea
se asociaba el pentagrama de cinco puntas con los cinco libros del Pentateuco,
los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, supuestamente escritos por
Moisés.
Para muchos el
Pentagrama es conocido como Estrella de Salomón y se usa en las tradiciones y
rituales mágicos árabes, así como en los rituales judíos. La primera mencion
del pentagrama en idioma inglés aparece en el relato artúrico de 1380, en donde
un personaje de la novela porta un escudo blasonado con el pentagrama.
La centenaria sociedad secreta cuya invisible existencia tala todo el argumento
de El Código Da Vinci. El asesinado Jacques Saunine, abuelo de Sophie
Neveu, que posteriormente se revela como Gran Maestre del Priorato de Sión, es el
catalizador que desencadena la búsqueda de Sophie y Robert en descubrir la
ubicación del gran secreto del Priorato antes que caiga en manos del
archivengador del Priorato, el Opus Dei.
De acuerdo con la historia «oficial» del Priorato de Sión contenida en sus
archivos, los Dossiers Secrets, la Orden de Sión fundada en 1090 en
Tierra Santa por Godofredo de Bouillon, quien tomó Jerusalén en 1099 tras rendirse esta ciudad a los cruzados. Godofredo ordenó la construcción de la
Abadía de La Señora del Monte de Sión, que fue edificada sobre las ruinas
de la antigua iglesia bizantina localizada fuera de las Lilas de Jerusalén, al
sur de la Puerta de Sión. Esta abadía alojó a una orden de canónigos
agustinos que servían como consejeros a Godofredo y quienes, tal y como cuentan
los documentos del Priorato, se involucraron secretamente en la creación de los
Caballeros Templarios en 1118, para servir a orden de Sión en lo militar y como
brazo administrativo en tenor.
En 1152 un pequeño contingente procedente de la Abadía de Nuestra Señora del
Monte de Sión acompañó al rey francés Luis VII de vuelta a Francia que tras la
Segunda Cruzada se instaló en Saint-Samson, en la ciudad de Orleans. Una selecta
sección de este grupo fue alojada en el «pequeño priorato del Monte de Sión», en
las cercanías de Saint-Jean Lanc, a las afueras de Orleans. De acuerdo con los
documentos del priorato, este fue el inicio de la orden secreta que comenzó a
ser conocida como Priorato de Sión.
Los Caballeros Templarios y el Priorato de Sión actuaron conjuntamente hasta
que una controversia de la orden dio como resultado una escisión oficial entre
las dos
órdenes en Guisors, Normandía, en 1188, conocida como la «Tala del Olmo». Los
Dossiers Secrets afirman que, después de que se cortaran las relaciones
entre ambas Órdenes, los Caballeros Templarios siguieron actuando públicamente,
ganando importancia con sus propios Grandes Maestres independientes hasta su
disolución final en 1307. Sin embargo, se dice que el Priorato de Sión había
pasado a la clandestinidad ya en aquel momento, adoptando el nombre alternativo de Orden de la Rosa-Cruz Ventas, también llamado en clave Ormus, de la
palabra francesa «orme», que signfica «olmo». Indirectamente, este fue el origen
del movimiento esotérico que emergería posteriormente en la historia de Europa
con el nombre de Rosacrucismo.
Los Grandes Maestres del clandestino Priorato de Sión han sido conocidos
tradicionalmente como «Nautonniers» o «Navegantes». El primer Navegante oficial
del Priorato de Sión fue Jean de Guisors, que estuvo presente en la Tala del
Olmo de Guisors y que sirvió desde 1188 hasta su muerte en 1220, bajo el título
de Juan II. Los primeros Navegantes del Priorato de Sión parecen haber
transmitido su liderazgo por medio de una linea cosanguínea familiar, pero más
tarde este puesto fue ocupado por algunos de los más influyentes artistas,
científicos y mentes creativas de la historia de Europa. Como se reveló en la
lista fechada en 1956 contenida en los Dossiers Secrets y copiada
en toda su extensión bajo la entrada de este libro titulada Grandes Maestres del
Priorato de Sión. Muchas personas distinguidas ocuparon este puesto, incluidos
Leonardo da Vinci, Isaac Newton, Victor Hugo y Jean Cocteau, quien se cree que
lo desempeñó desde 1918 a 1963.
No está claro con exactitud quién se convirtió en el Navegante del Priorato de
Sión a la muerte de Jean Cocteau en 1963, pero el título recayó finalmente en
Pierre Plantard, quien sirvió como principal enlace público de la sociedad hasta
su renuncia en 1984. Durante su etapa como Navegante, Plantard fue la principal
fuente de información en que se basó el best seller internal El Enigma
Sagrado, que en 1983, reanimó la atención de todo el mundo de habla inglesa
sobre la historia del Priorato de Sión. Para preparar este libro, los coautores
Michael Baigent, Hard Leigh y Heniy Lincoln pasaron años rastreando y
analizando las genealogías, los códigos secretos y la historia de la sociedad
secreta que les fue inoculada por medio de la estratégica revelación de
documentos arcanos y de entrevistas cara a cara. Lo que les condujo a investigar
toda una gama de
persecuciónes a través de los últimos mil años de la historia y las intrigas
políticas europeas. En última instancia, el trío nunca ha llegado a descubrir
cúal era el auténtico propósito del Priorato de Sión. La restauración de
la monarquía merovingia en el trono de Francia estaba colocada muy arriba de la
lista de prioridades de Plantard, pero también lo estaba la concreción de unos
planes
económicos y políticos de Estados Unidos con Europa, que se han hecho en gran
parte realidad con la llegada de la Unión Europea y con la implantación del euro
en lugar de las monedas locales.
Por tanto, a falta de cualquier concluyente
declaración intenciones, Baigent, Leigh y Lincoln desarrollaron por sí mismos la
revolucionaria teoría de que la línea de sangre merovingia podría representar
los vestigios de un linaje proveniente de la descendencia de Jesús y María
Magdalena quien, según se cree, se refugió en Francia tras la Crucifixión y
que el propósito del Priorato de Sión era de hecho salvaguardar este sagrado
linaje. A pesar del hecho de que el mismo Pierre Plantard nunca confirmó o
desmintió realmente esta teoría, se han producido docenas de libros durante los
pasados veinte años que exploran la posibilidad de que el linaje Jesús y María
Magdalena haya tenido continuidad dentro los lazos de sangre de las familias
aristocráticas europeas.
Tras la renuncia de Plantard como Navegante en 1984, el Priorato de Sión volvió
a sumirse en la clandestinidad, a pesar los persistentes rumores de que
continuaba adelante bajo la multitud de disfraces. Estos rumores han generado, a
su numerosas órdenes caballerescas ficticias, algunas de las les reclaman ser el
«auténtico» Priorato de Sión. El 27 de diciembre de 2002 se difundió un
comunicado redactado sobre papel con membrete del PDS anunciando al público el
relanzamiento de la sociedad, firmado por el antiguo secretario particular de
Pierre Plantard, Gino Sandri, bajo el título de Secretario General, y por una
misteriosa mujer anónima en calidad de Navegante. Sin embargo muchos expertos
contemplan este relanzamiento como una maniobra publicitaria.
De esta forma, la existencia del Priorato de Sión continua siendo un esquivo
misterio, incluso hoy en día.
Fundada en España por Josemaría
Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928, el propósito declarado de esta
organización católica es «propagar por toda la sociedad una conciencia profunda
de la llamada universal a la santidad y al apostolado a través de la carrera
profesional de cada uno, ejercida con libertad y responsabilidad personal»
(tomado de Encyclopedia of Associations). Formado por miembros laicos y
sacerdotes, el Opus Dei, desde que existe, ha estado muchas veces en pleno
centro de la polémica. sus miembros laicos trabajan en el mundo seglar, pero
siempre bajo estricta dirección espiritual, siguiendo lo que es conocido como el
«plan de vida» ejercicios espirituales diarios, lecturas y rezos íntimos, así
como ciertas costumbres específicas del Opus Dei y, en algunos casos lo que se
suele llamar «mortificación corporal».
La expresión «Opus Dei» significa
en latín «Obra de Dios». La organización se vanagloria de contar con más de
80.000 miembros en unos sesenta países de todo el mundo. La sede central está en
Roma y, en 1982, el papa Juan Pablo 11 eligió a la organización como prelatura
personal, confiriéndole gran estatus y dando a entender su respaldo. Su
fundador, Josemaría Escrivá, fue canonizado por este mismo Papa el 6 de octubre
de 2002. Escrivá publicó un libro, titulado Camino, en el que afirma: «Bendito
sea el dolor. Amado sea el dolor. Santificado sea el dolor... Glorificado sea el
dolor». Afirmaciones como esta refuerzan la idea de que la organización practica
la mortificación corporal severa. Se ha dicho que el mismo Escrivá solía
azotarse la espalda con tanto rigor que las paredes de su habitación estaban
salpicadas de sangre.
El catolicismo tal y como lo
practican los miembros del Opus Dei, aunque no diverge doctrinalmente de lo que
podría ser calificado como catolicismo «estándar», supone sin duda una
interpretación mucho más estricta de las Escrituras y los Evangelios en cuanto a
la forma en que algunos de sus miembros llevan sus vidas.
Las diferentes clases de miembros
del Opus Dei son muy particulares en su composición:
Numerarios: Son
miembros que generalmente viven en casas del Opus Dei y llevan una vida de
celibato. Ambos sexos están estrictamente segregados y los miembros dedican
buena parte de sus salarios, si no la totalidad, al Opus Dei. Se exige a todos
ellos la mortificación del cuerpo. En la Novela, se sobrentiende que Silas(el
asesino contratado por el Opus Dei) ha sido
Numerario del Opus Dei.
supernumerarios: Estos
Numerarios menores generalmente viven mucho tiempo dentro de la comunidad:
algunos se casan y tienen hijos, pero todos cumplen el mismo «plan de vida»
impuesto a los Numerarios. Buena parte de los ingresos de los supernumerarios es
también dedicada al Opus Dei.
Sacerdotes Numerarios: Por
lo general, se trata de miembros laicos de la Orden que han sido escogidos
escrupulosamente por la jerarquía del Opus Dei para convertirse en sacerdotes.
Muchos Sacerdotes Numerarios acaban ocupando altos puestos dentro del Opus Dei,
y algunos incluso dentro del propio Vaticano.
Miembros Agregados: Muchos
Miembros Agregados también se comprometen a llevar una vida de celibato, pero no
viven dentro de las casas del Opus Dei.
Auxiliares Numerarios: Por
lo común se trata de mujeres que se responsabilizan del mantenimiento, cuidado
y limpieza de las casas del Opus Dei. La mayoría llevan una vida de celibato.
Cooperantes: Aunque
no se les considera miembros, los Cooperantes son seguidores del Opus Dei que
aportan a la causa dinero o cualquier otro tipo de ayuda que les sea posible. Es
la única clase que no tiene que ser obligatoriamente de fe católica.
Como se menciona en El Código Da
Vinci, el Opus Dei tiene en efecto una reluciente nueva sede central en Nueva
York, en el número 243 de Lexington Avenue, un edificio de diecisiete plantas
que no tiene signo externo alguno de sus ocupantes. Dentro de él hay dos
capillas, una biblioteca, salas de conferencias, viviendas y comedores. El
Annuario Pontificio señala unos tres mil miembros en Estados Unidos, con
alrededor de sesenta residencias del Opus Dei repartidas por todo el territorio
norteamericano. Como organización, el Opus Dei ha atraído mucha atención a causa
de su evidente riqueza. Muchas personas y familias acaudaladas son Cooperantes
del Opus Dei, lo que significa que donan grandes sumas a la organización.
Buena
parte de ellos no son de confesión católica, pero ven en el Opus Dei una
organización dispuesta a defender a la Iglesia y a hacer más fuerte al
cristianismo frente a todos aquellos que se pudieran oponer a él.
El best seller internacional en el
que está basado gran parte del trasfondo de El Código Da Vinci. Escrito por
Nlichael Baigent, Richard Leigh y Henry Licoln, y publicado por primera vez en
1982. El Enigma Sagrado está generalmente considerado la «biblia» del Priorato
de Sión. Aunque los investigadores actuales del Priorato de Sión siguen
discutiendo acerca de la veracidad de la información histórica contenida en el
libro, hay un acuerdo genérico de Conjunto acerca de que ha sido particularmente
responsable, Para bien o para mal, de darle rienda suelta a conceptos históricos
y religiosos revolucionarios que nunca antes habían sido estudiados
públicamente. Es más, el Enigma Sagrado es el único libro en lengua inglesa
dentro de la auténtica industria de libros sobre el Priorato de Sión que fue
escrito por autores que han tenido de hecho acceso directo a un supuesto Gran
Maestre de la propia sociedad secreta.
A pesar de la controversia, aporta
una valiosísima introducción para los profanos en la materia al convulso
desarrollo histórico en que se apoya la forma de pensar esotérica, gnóstica y
caballeresca. Tras despertar nuestro interés con la historia de un misterioso
tesoro hallado en Rennes-le-Cháteau, en el sur de Francia, Baigent, Leigh y
Lincoln desarrollan su búsqueda a lo largo del libro para incluir un estudio
romántico del catarismo, una primitiva versión herética del cristianismo, antes
de pasar a ofrecernos la historia de los Caballeros Templarios. Debido a que los
archivos secretos del Priorato de Sión, los Dossiers Secrets, afirman que este
era la fuerza oculta que alentó la formación de los Caballeros Templarios, una
gran parte de El Enigma Sagrado hace hincapié en la versión del Gran Maestre
Pierre Plantard sobre el desarrollo de la orden después de su escisión de los
Templarios, con lo que compone un colorido relato de cómo reyes, científicos,
intelectuales y artistas renombrados internacionalmente, incluidos Leonardo da
Vinci, Isaac Newton, Victor Hugo, Claude Debussy y Jean Cocteau, guiaron
discretamente el curso de la humanidad durante los pasados mil años.
Sin embargo, el aspecto más
intrigante en el desentrañamiento de la historia del Priorato de Sión es la
interacción personal de los autores con el enigmático Gran Maestre, Pierre
Plantard, que los conduce a través de una búsqueda por toda Francia a través de
oscuros documentos y localidades para verificar detalles mínimos, y a veces
totalmente sin sentido, en un intento de confirmar si el Priorato de Sión es
realmente verdadero o simplemente fruto de un ingenioso e intrincado engaño. A
medida que Baigent, Leigh y Lincoln van aprendiendo una infinidad de códigos
históricos y esotéricos, la búsqueda se transforma en una multidimensional
partida psicológica de ajedrez, que es exactamente el aspecto de la búsqueda que
sigue enganchando con éxito hasta el día de hoy a cualquier investigador sobre
el Priorato de Sión.
Finalmente, en un intento de
sintetizar la sobrecarga de datos críptícos e históricos, Baigent, Leigh y
Lincoln se embarcan en el alucinante salto cuántico que se encuentra en la raíz
de la reputación de El Enigma Sagrado como un explosivo best seller polémico: la
descendencia de Jesús y María Magdalena.
La semilla la hizo germinar Pierre
Plantard durante su primera reunión con los autores. Durante ella, Plantard
afirmó concluyentemente que el Priorato de Sión poseía el tesoro perdido del
Templo de Jerusalén y que este sería devuelto a Israel cuando fuera el momento
adecuado. Sin embargo, hizo hincapié también en que el valor histórico,
financiero e incluso político del tesoro era secundario, para recalcar que su
verdadera trascendencia era «espiritual», y que parte de esta faceta espiritual
del tesoro consistía en un secreto, cuya revelación podría causar un cambio
social muy importante en el mundo occidental.
Solo con esta pequeña y tentadora
pista en mano, unida a la propia obsesión personal de Plantard por las
genealogías intrincadas y a su presunta descendencia personal de los reyes
merovingios, Baigent, Leigh y Lincoln dedican la tercera sección final de El
Enigma Sagrado a exponer su teoría de que
el verdadero propósito secreto del
Priorato de Sión era salvaguardar el sagrado linaje descendiente de los hijos de
Jesús y María Magdalena.
Su proceso lógico es tan minucioso y convincente que la
mayoría de los lectores asumen automáticamente que las cosas son realmente así,
pero lo cierto es que Pierre Plantard nunca confirmó esta hipótesis, que fue
enteramente desarrollada por los propios autores de El Enigma Sagrado como
resultado de su intenso trabajo detectivesco.
La ironía de este acertijo se
desvela en la secuela de su libro, El legado mesiánico, de Baigent, Leigh y
Lincoln, en el cual el trío continúa el relato de la saga en curso de sus
experiencias personales con el Priorato de Sión. El dilema de los autores se
pone de relieve cuando esperan, con ansiedad, ver la reacción de Plantard a la
versión francesa del original de El Enigma Sagrado, que le habían remitido como
cortesía por sus comentarios. La respuesta de Plantard a su teoría de la
descendencia consanguínea fue decepcionantemente ambivalente: por un lado,
afirmó sin comprometerse que no había pruebas fidedignas que probaran que el
linaje merovingio descendía de Jesús y por otro lado admitió que los merovingios
sí que procedían de la estirpe real de David. Es más, los comentarios de Plantard
sobre el papel de María Magdalena en la dinastía cosanguínea brillaban por su
ausencia.
No obstante, a pesar de la
reticencia de Plantard a refrendar positivamente la participación del Priorato
de Sión en la teoría de la descendencia directa de Jesús y María Magdalena, la
investigación de Baigent, Leigh y Lincoln resulta tan seductora que, en el curso
de los pasados veinte años, El Enigma Sagrado ha inspirado un catálogo entero de
libros, entre los que se incluye El Código Da Vinci mismo, que se han realizado
para estudiar las historias alternativas de un interminable reguero de misterios
esotéricos, sociedades secretas y órdenes caballerescas que indefectiblemente
reclaman su propia descendencia del linaje cosanguíneo de Jesús y María
Magdalena. El propio Dan Brown le rinde un homenaje concreto a El Enigma Sagrado
cuando el personaje de su novela Leigh Teabing, una amalgama de los nombres de
Richard Leigh y Michael Baigent, cita específicamente el libro durante su
explicación a Sophie, en el Cháteau Villette, sobre el Priorato de Sión:
«La verdad es que en la década de
1980 causó [el libro] cierto revuelo. Para mi gusto, sus autores incurrieron en
sus análisis en algunas interpretaciones criticables de la fe, pero la premisa
fundamental es sólida, y a su favor debo decir que lograron acercar al gran
público la idea de la descendencia de Cristo».
Sin embargo, los investigadores
experimentados sobre el Priorato de Sión saben que El Enigma Sagrado no es, en
realidad, el primer libro que fusiona la historia de Plantard sobre el Priorato
de Sión con la Divinidad Femenina y la línea de sangre de Jesús y María
Magdalena. Ya dos años antes de que se publicara El Enigma Sagrado, la conocida
astróloga Liz Greene sacó una novela sobre Nostradamus, titulada The Dreamer of
the Vine, que entrelazaba los ahora conocidos elementos de la historia del
Priorato de Sión con la biografía de Nostradamus. En retrospectiva, The Dreamer
of the Vine párece ser una premonición sorprendentemente claiividente de los
mismos elementos que causaron tanta controversia cuando El Enigma Sagrado salió
a escena en 1982. Pero cuando uno empieza a escarbar un poquito más hondo y
descubre que Liz Green es en realidad la hermana de Richard Leigh y que era en
aquel momento la novia de Michael Baigent, empieza a surgir un ingenioso
patrón...
De modo que desarrollaron los
autores de El Enigma Sagrado, el concepto de la línea de sangre de Jesús y María
Magdalena «por casualidad» durante el curso de sus conversaciones con Pierre Plantard
¿o fue este el propósito del libro desde el principio? Si es este
último el caso, ¿tenían Baigent y Leigh conocimiento de alguna información
confidencial callada durante mucho tiempo antes de que se pusieran las primeras
palabras de El Enigma Sagrado sobre el papel? Y, si es así, ¿quién estaba
realmente dirigiendo a quién... y estamos todavía bien encaminados?
En
El Código Da Vinci se menciona repetidamente el hecho de que, en el pasado, la
Iglesia cristiana sofocó y aplastó violentamente las llamadas sectas y
movimientos heréticos. Una de esas sectas, la de los cátaros, jugó un papel
fundamental y crucial en las teorías contenidas en El Enigma Sagrado, el libro
que se utilizó como base para la historia contenida en El Código Da Vinci. Los
cátaros formaban una secta cristiana, también conocida como albigenses, que gozó
de popularidad durante los siglos XII y XIII en la región francesa del Languedoc
y en el norte de Italia. Eran una ramificación de otra secta herética anterior,
llamados bogomilos o bogomiles de los Balcanes, existente desde mediados del
siglo x. En 1179, en el Tercer Concilio Laterano, el Papa denunció públicamente
a la iglesia cátara. El nombre «cátaro» se cree que proviene de la palabra
griega katharó, que significa «puro» o «purificado», o de la voz alemana ketter,
que significa «herético». Aunque la Iglesia católica juzgaba herejes a los
cátaros, estos se consideraban cristianos verdaderos y se referían a sí mismos
como «cristianos» u «hombres buenos». El bastión principal de los cátaros estaba
en el Languedoc, hoy una parte de Francia, pero, en aquel entonces, un rico
Estado independiente. La mayor parte de la nobleza del Languedoc era o bien
cátara o simpatizante de la fe cátara.
Como pacifistas que eran, no suponían una
amenaza para los señores feudales, y su propósito de llevar una vida sencilla,
pura y pacífica atrajo a muchos hacia su fe. Desgraciadamente, los cátaros
tuvieron problemas con la Iglesia católica porque se negaron a aceptar la
autoridad del Papa, creían que la cruz era un símbolo maligno de la tortura y la
muerte y no les gustaba el comercio de reliquias religiosas, negocio muy
lucrativo para la Iglesia en aquellos tiempos. Esta incluso envió al Languedoc
misioneros —incluido San Bernardo de Claraval (ver entrada sobre 43 tantos miles
de personas estuvieron dispuestas a sacrificar sus vidas por sus creencias. En
lugar del Juicio Final de las almas —un concepto que los cátaros no aceptaban—, creían que el mundo físico dejaría de existir cuando todas las almas
fueran liberadas de él. Además de en el dualismo, los cátaros creían en la
salvación personal e, incluso, se animaba a la gente común a leer la Biblia,
especialmente el Evangelio de San Juan del Nuevo Testamento, ya que las ideas
expresadas en él influyeron en la formación de las creencias de los cátaros. El
único texto cátaro sagrado que conocemos es el Libro de Juan, que es lo mismo
que el Evangelio de San Juan, pero con el añadido de las revelaciones dualistas.
La Iglesia cátara estaba organizada en diócesis con obispos, diáconos y perfecti. Los oficios religiosos eran informales y se hacían al aire libre, en
cuevas o en casas. En 1209 el papa Inocencio Ill convocó una cruzada contra los
cátaros, que, conocida como la Cruzada Albigense en alusión a la ciudad cátara
de Albi, fue especialmente sangrienta y cruel, y acabó con miles de vidas, tanto
de cátaros como de cristianos. En ese momento, los cátaros empezaron a
fortificar muchos castillos-fortaleza, tales como el de Montségur, en el sur de
Francia, que había sido utilizado originalmente como un lugar de meditación. Sin
embargo, tras la cruzada, Montségur se convirtió en un refugio. En 1243
Montségur fue sitiado, aunque lo áspero y montañoso del terreno se lo puso
difícil a los cruzados. Los cátaros, finalmente, se rindieron el 2 de marzo de
1244, tras un asedio de diez meses, durante el cual, se cuenta, muchos soldados
se convirtieron y se unieron a las filas de los cátaros. Entre las condiciones
de la rendición, se les dio quince días para prepararse para su destino. La
noche anterior a la que debían entregarse, cuatro cátaros escaparon por la
ladera más escarpada de la montaña y se llevaron consigo el tesoro cátaro. Nunca
se ha sabido en qué consistía este tesoro, y ello ha sido objeto de debate en
innumerables libros. Se ha especulado que el tesoro era el Santo Grial, la
legendaria «cabeza hablante» de los Templarios, también conocida como Baphomet
(ver entrada), importantes objetos rituales cátaros, escrituras sagradas, o
bien, tal como sugieren Picknett y Prince en La revelación templaria, el tesoro
podría haber consistido en los cuatro cátaros en sí mismos. El día de la
rendición, los 205 cátaros que resistían dentro de Montségur fueron conducidos
cantando colina abajo, donde fueron quemados en la hoguera en los campos del
llano inferior.
La Cruzada Albigense continuó durante once años más, hasta 1255.
Desde entonces en adelante, se dejó en manos de la Inquisición erradicar de la
zona el catarismo, que todavía existía en pequeños focos en los Pirineos. La
información de esta época proviene sobre todo del pequeño pueblo de Montaillou,
de las declaraciones de los aldeanos interrogados por la Inquisición. Hacia
1320, la mayoría de los líderes cátaros habían sido quemados por herejes, y el
catarismo jamás fue capaz de recuperarse.
La
palabra «gnosticismo» se suele usar para referirse a la serie de creencias que
prevalecieron durante el siglo II y a las cuales atacó la Iglesia cristiana
primitiva. El término deriva de la palabra griega gnosis, que significa
«conocimiento», y la idea de que ellos poseyeron un conocimiento secreto
sobrevuela varias sectas gnósticas. Hasta el siglo xx, la mayor parte de la
información concerniente a las sectas gnósticas o sus líderes provino de los
escritores cristianos que las denunciaban, lo que arroja muchas dudas sobre la
validez de estas fuentes. Cuando en 1945 fueron descubiertos algunos antiguos
textos gnósticos en Egipto, fue la primera vez que se pudieron ver documentos
importantes de primera mano de estas antiguas creencias. Estos documentos
fueron conocidos como los textos de Nag Hammadi, llamados así por el pueblo
cerca del cual fueron encontrados. El más famoso es el Evangelio de Tomás.
Los
textos de Nag Hammadi fueron escritos originalmente en griego en el siglo I o en
el II, y posteriormente se tradujeron al copto entre los siglos V y IV. En El
Código da Vinci, los Evangelios Gnósticos son mencionados en el contexto de las
acciones del emperador romano Constantino el Grande, quien supuestamente
seleccionó las versiones «aprobadas» de los Evangelios que finalmente se
convirtieron en la Biblia tal y como hoy la conocemos. Este proceso fue producto
del Concilio de Nicea, reunido en el año 325, durante el cual se fijaron las
doctrinas de la Iglesia católica. Una vez que se establecieron los principios
fundamentales de la Iglesia, aquellos que sostenían creencias alternativas
fueron condenados como herejes. Los orígenes del gnosticismo son debatidos por
los eruditos, cuyas opiniones varían según sean sus raíces paganas con elementos
de platonismo o, por el contrario se deriven del judaísmo. La creencia
fundamental del gnosticismo es que hay un buen Dios verdadero, pero que este
mundo y sus asuntos fueron creados por un Dios maléfico menor, llamado el
Demiurgo. Se alude al Dios verdadero como el primer Eón, y de 61 derivan
DICCIONARIO DEL CÓDIGO DA VINCI 79 treinta pares de otros distintos Eones, en
una secuencia de importancia cada vez menor. Todos los Eones combinados componen
el concepto del Dios completo, conocido como Pleroma. Curiosamente, el último
par de Eones son Cristo y Sofía. Sophie Neveu es el personaje de El Código Da
Vinci que va descubriendo la información según va investigando el asesinato de
su abuelo; en otras palabras ella va adquiriendo gnosis.
Cuando Cristo es
enviado a la Tierra como el humano Jesús, su propósito es dar a la humanidad la
gnosis para que puedan escapar del imperfecto mundo material y retornar al Pleroma. En consecuencia, hay tres tipos de seres humanos: los hílicos, que
están sujetos a los dictados de la materia maligna y no pueden ser salvados; los
psíquicos, que pueden ser parcialmente salvados ya que tienen alma, y los
pneumáticos, que pueden volver al Pleroma si adquieren gnosis. Dos de los más
notables gnósticos son Basílides y Valentin, quienes atrajeron muchos seguidores
en el siglo V. Basílides, oriundo de Alejandría, Egipto, activo entre los años
120 y 145, escribió Exegética y afirmó poseer una secreta tradición heredada de
San Pedro y San Matías. Valentin se educó en Alejandría y luego enseñó en Roma
desde el año 135.
Se cree que fue el autor del Evangelio de la Verdad gnóstico,
uno de los textos del Nag Hammadi. Además de los discípulos de Basílides y
Valentin, ha habido muchas otras sectas gnósticas. En la tradición persa, estaba
el maniqueísmo, ahora extinto, y el mazdeísmo, que sobrevive en zonas aisladas
de Irán e Irak. En Europa, los bogomilos se extendieron por el área que hoy es
Bulgaria entre los siglos X y XIII, pero probablemente la secta gnóstica más
famosa fue la de los cátaros, también conocidos como albigenses.