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Una expedición portuguesa había hecho prisionero a un
nómada en la costa mauritana, el cual proporcionó
preciosas informaciones sobre el Sahara, el África negra y el
comercio del oro. Esto dio un giro a las exploraciones, que dejaron de
ser casi una excentricidad de Enrique el Navegante y empezaron a atraer
la atención de diversos sectores de la sociedad portuguesa. En 1443 el infante centralizó las
actividades navales en Sagres,
en el extremo sudoeste del país. Allí fijó su
residencia y estableció una casa de contratación y una
escuela de pilotos. Allí acudieron los mejores técnicos y
expertos navegantes, a los que el Navegante instó a resolver los
problemas que planteaba la navegación por el océano
Atlántico. Allí se diseñó un tipo de barco
mejor adaptado a las nuevas condiciones: la carabela. Si las galeras usadas en
el Mediterráneo eran alargadas, para lograr mayor velocidad, las
carabelas eran más pesadas y robustas, para resistir mejor los
embates del océano. Para compensar su pesadez,
disponían de velamen más eficiente, con velas de mayor
superficie y distintas formas. Más "lujosa" era la nao, que disponía de una
doble cubierta y ofrecía una mejor distribución de los
espacios interiores. En Sagres se desarrollaron los estudios
astronómicos y se simplificó y extendió el uso del
astrolabio y el cuadrante.
Enrique el Navegante era un personaje singular: solía llevar
vestimenta negra, con un gorro de fieltro sin adornos. Rara vez
visitaba la corte, vivía soltero, en un círculo de
amigos, marinos y pescadores de Sagres, preparando siempre la
expedición del próximo verano. El lema de su escudo era Talent de bien faire (deseo de
hacerlo bien). A pesar de su sobrenombre, no volvió a navegar
más. Toda su actividad la realizaba en tierra.
Por otra parte, los portugueses, manteniendo su idea inicial de
obtener un monopolio, solicitaron al Papa Eugenio IV la posesión
de todas las regiones que descubrieran en el África occidental.
El Papa les concedió sin objeciones lo que nadie les disputaba,
pero no les reconoció el derecho sobre las Canarias, colonizadas
por Castilla.
Tal y como se preveía, la exploración de África
empezó a ser lucrativa, aunque no tanto por el oro y el marfil
como por los esclavos: en África se libraban numerosas guerras
entre tribus rivales, y los vencedores vendían a los vencidos
como esclavos. El cultivo de la caña de azúcar
requería mucha mano de obra, y los portugueses descubrieron que
podían multiplicar la productividad de sus islas recién
colonizadas usando esclavos adquiridos en África.
Ese año murió el rey Tvrtko II de Bosnia, que fue
sucedido por Esteban Tomás.
En Escocia, los regentes Alexander Livingstone y William Crichton
habían pasado de rivalizar entre ellos a unirse para mantener el
control sobre el rey Jacobo II, que tenía ahora trece
años. El conde William
de Douglas se unió a
las intrigas que debilitaban cada vez más a la monarquía.
El rey Enrique VI de Inglaterra tenía ya veintidós
años, pero su relevancia política era nula. Ese
año, el duque Humphrey de Gloucester, que seguía a la
cabeza del partido belicista, sufrió un revés del que ya
no se recuperaría: había proyectado el matrimonio del rey
con una hija del conde Juan V de Armañac, que era uno de los
nobles
más poderosos del sur de Francia y había participado en
la praguería al lado del Delfín contra su padre. Su
intención era convertir al conde en el sustituto del duque de
Borgoña, es decir, en un aliado clave para dominar Francia. Sin
embargo, el rey Carlos VII previó la jugada y
envió un ejército, entre cuyos jefes estaba el
Delfín, que barrió el sur de Francia y aniquiló la
fuerza de Armañac. En esta campaña murió el
mariscal La Hire.
Este fracaso de la política del duque de Gloucester
permitió que en la corte inglesa se impusiera el partido
pacifista, al frente del cual estaba ahora el conde Guillermo de Suffolk. Ese mismo
año llegó a Francia con la misión de concertar una
tregua. Al igual que el duque de Gloucester, pensó en la
conveniencia de un matrimonio real, pero de carácter muy
diferente: en lugar de buscar un enemigo potencial de Carlos VII,
buscó la esposa entre los más allegados al monarca.
Sucedía que el duque de Renato de Anjou, recién llegado a
Francia, donde era considerado como legítimo rey de
Nápoles, tenía una hija de catorce años, Margarita. El 28 de mayo de 1444 se firmó una
tregua por dos años, renovable, a la vez que se acordaba el
matrimonio entre Enrique VI y Margarita de Anjou, celebrado en abril. La tregua ratificaba el dominio
inglés sobre Calais, Normandía y la Guyena, mientras que
los ingleses cedían el condado de Maine, que formaba parte de
las posesiones hereditarias del duque de Anjou.
El duque de Gloucester trató de presentar la cesión de
Maine como una deshonrosa rendición, y logró que la
retirada no se hiciera efectiva, a pesar de lo pactado. Por su parte
Carlos VII se aseguró que las reclamaciones francesas para que
se cumpliera el acuerdo fueran lo suficientemente tímidas como
para que no recibieran atención alguna. De este modo, mientras
los ingleses permanecieran en Maine, los franceses estarían
legitimados a romper la tregua cuando lo estimaran oportuno, es decir,
cuando se consideraran en condiciones de conquistar los territorios
franceses ocupados.
Ese año murió Juan Beaufort, que el año
anterior había sido ascendido de conde a duque de Somerset, a la
vez que su hermano Edmundo,
conde de Dorset desde
hacía dos años, era ascendido a marqués. Juan
Beaufort dejó una hija recién nacida llamada Margarita, pero Somerset pasó
a su hermano Edmundo, aunque nuevamente con título condal.
El primer hijo del sultán Murat II había muerto cinco
años atrás, y ahora su segundo hijo había
aparecido estrangulado en su habitación. En agosto, Murat II decidió abdicar en
su tercer hijo, que a sus doce años se convirtió en el
sultán Memet II.
Hablaba fluidamente cinco idiomas: el turco, el persa, el griego, el
árabe y el latín; y poseía además
conocimientos de historia, filosofía, retórica,
literatura y matemáticas. Murat II se retiró a Brusa, pero su retiro no duró
mucho. El año anterior, el rey Ladislao III de Polonia y
Hungría había emprendido la cruzada contra los
turcos predicada por el Papa Eugenio IV a raíz del concilio de
Florencia. Tras haber firmado una alianza con el rey Alfonso V de
Aragón, había avanzado hasta Bulgaria en una brillante
campaña en la que participaron Juan Hunyadi, el rey servio
Jorge Brankovic y el albanés Jorge Castriota (Scanderberg).
Viendo que su joven hijo no estaba en condiciones de hacer frente a una
amenaza de tal envergadura, Murat II regresó con un
ejército tres veces superior al de los cristianos y los
derrotó en Varna el 10 de noviembre. Entre las víctimas
estuvo el propio rey Ladislao III, que tenía entonces veinte
años y no dejó descendencia. En Polonia fue sucedido por
su
hermano Casimiro IV, que
tenía dieciséis años y estaba bajo la
tutela del obispo Olesnicki.
Por su parte, los húngaros reconocieron al rey de Bohemia
Ladislao I Póstumo, ahora también Ladislao V de Hungría, que
había cumplido los cuatro años, y eligieron como regente
a Juan Hunyadi, que tuvo que enfrentarse a los partidarios del
emperador Federico III, tutor del joven rey.
Superada la crisis, Mehmet II volvió a confiar el gobierno a
su hijo Mehmet II, y pronto se hicieron patentes las desavenencias
entre el gran visir Candarli Halil
y los tutores del sultán, Zaganos
y Sihabeddin. Todos
competían por lograr el favor y la confianza del inexperto
sultán.
Los cantones suizos llevaban arrastraban una disputa territorial
desde hacía casi una década, y Zurich decidió
entonces llamar en su ayuda al que hasta entonces había sido el
enemigo común: los Habsburgo. El emperador Federico III
derrotó a los cantones rivales cerca de Basilea.
Michelozzo construyó el gran palacio de los Médicis,
en Florencia, que se convertiría en el prototipo de las
mansiones señoriales florentinas. Destaca el original
planteamiento de la fachada (que después fue muy imitado): tiene
tres plantas, cuya altura va decreciendo; la pared de la planta baja
está hecha de piedras gruesas, irregulares, y con mucho relieve;
la pared del primer piso está formado por piedras rectangulares
uniformes con juntas claramente visibles; mientras que la pared del
segundo piso es completamente lisa.
En Basilea se había asentado unos años atrás un
pintor suizo de origen suabo llamado Konrad
Witz. Su técnica es algo primitiva en el dibujo, pero
demuestra un gran conocimiento de las leyes de la perspectiva y del
claroscuro, tomado de los pintores flamencos. Invitado por el obispo de
Ginebra, visitó la ciudad y pintó el retablo de la
catedral, en el que destaca La pesca
milagrosa. Representa a los discípulos de Jesús
pescando en el lago Leman (un
poco lejos de Galilea, todo ha de decirse) mientras Jesús espera
a Pedro en la orilla. Las figuras son rudimentarias, pero el paisaje es
real. Es el primer paisaje topográficamente exacto que se conoce
en la pintura occidental.
Lorenzo Valla escribió sus Elegantiae
linguae Latinae, en las que fundamenta el conocimiento del
latín en el estudio razonado de los textos. Su espíritu
crítico y el atrevimiento de sus ideas le creó muchos
enemigos. Ese año fue denunciado a la Santa Inquisición
después de una polémica que sostuvo sobre el origen del
Credo, pero se defendió con éxito ante el Papa con su Apologia aduersus calomniatores.
El cautiverio del rey Juan II de Castilla por parte de los infantes
de Aragón era impopular y se estaba volviendo insostenible. El
rey Juan II de Navarra perdió apoyos entre la nobleza
castellana, y entonces su hermana María liberó a su
esposo, el rey castellano, que inmediatamente recabó el apoyo de
Álvaro de Luna, y entre los dos encabezaron con éxito una
"vuelta a la legalidad", que desembocó en una guerra abierta
entre los
partidarios del rey y los de los infantes. Los principales apoyos del
rey se encontraban entre la burguesía, la pequeña nobleza
y el bajo clero, mientras que los infantes de Aragón agrupaban a
la alta nobleza. La batalla decisiva tuvo lugar en Olmedo, en mayo de 1445, donde, una vez más,
una infantería bien organizada derrotó estrepitosamente a
una caballería confiada y caótica. Enrique de
Aragón murió poco después a causa de las heridas,
y su hermano, el rey Juan II de Navarra, tuvo que renunciar por un
tiempo a sus aspiraciones en Castilla. Álvaro de Luna
recuperó su hegemonía en la corte castellana y
recibió el título de maestre de Santiago. Sin embargo, la
victoria militar de Olmedo no pudo convertirse en una verdadera
victoria política porque los enemigos del rey y del condestable
contaron con la protección de Enrique, el príncipe de
Asturias (el heredero de Juan II), que acababa de cumplir los veinte
años.
Entre los personajes más intrigantes del momento estaba Juan Pacheco, que a sus
veintiséis años dominaba la voluntad del príncipe
y apoyaba, por tanto, a la nobleza enemiga del rey, pero en Olmedo
había tenido la habilidad de luchar en el bando vencedor, por lo
que recibió como recompensa el marquesado de Villena.
Entre los derrotados en Olmedo estuvo Rodrigo Manrique, que
perdió sus tierras, mientras que entre los vencedores estuvo
Íñigo López de Mendoza, que recibió el
título de marqués de
Santillana, y es con este título con el que es más
conocido en la historia. Era un gran amante de los libros.
Reunió una valiosa biblioteca de la que aún se conserva
un buen número de volúmenes, entre los cuales figuran
numerosas traducciones realizadas por encargo suyo. También
destacó como poeta. Por esta época escribió un Proemio a sus poemas que puede
considerarse el primer bosquejo de la historia de la literatura
castellana, aunque también se ocupa de autores en lengua
catalana, como Ausiàs March, cuya obra ensalza.
Ausiàs March había enviudado hacía seis
años de su primera esposa, Isabel Martorell, y se había
casado hacía dos con Joana
Escorna, hija de una rica familia valenciana. Sus poemas
están dedicados mayoritariamente a dos damas, a las que se
refiere con los pseudónimos de Llir
entre cards y Plena de seny
(Lirio entre cardos y Llena de entendimiento). No está claro
quiénes eran, pero en su testamento se citan varias concubinas y
cuatro hijos, ninguno de los cuales había nacido de ninguna de
sus esposas.
Además de Enrique de Aragón, ese año murieron
también sus hermanas María, la esposa de Juan II de
Castilla, y Leonor, la viuda del rey Duarte de Portugal y madre del rey
Alfonso V. El duque Pedro de Coimbra, regente de Alfonso V, estaba
casado con Isabel de Urgel, hija del conde de Urgel Jaime II el
Desventurado, con la que había tenido un hijo llamado Pedro, que ahora cumplía los
dieciséis años y recibía los títulos de
condestable y maestre de Avís. Mientras tanto, su tío
Enrique el Navegante proseguía con éxito la
exploración de la costa africana. El año anterior,
Nuño Tristão llegado a
la desembocadura del río Senegal,
y ahora Dinis Dias llegaba
unos doscientos kilómetros más al sur, hasta divisar el
que llamó cabo Verde,
por su color, tan distinto al de la parda costa sahariana. Así
Portugal descubrió el imperio de Mali, y a partir de entonces el
contacto con los nativos y las relaciones comerciales se intensificaron.
Al rey Muhammad IX de Granada le surgieron dos nuevos rivales en las
persona de Muhammad X, nieto
de su primo Yúsuf III e hijo de Muhammad VIII, y Yúsuf V, sobrino de
Yúsuf III y primo de Muhammad X. Los distintos
reyes nazaríes que llevaron desde entnonces el nombre de
Muhammad se
distinguían más por sus sobrenombres que por sus
numerales. Así, Muhammad VII era Muhammad el Pequeño, Muhammad
IX era Muhammad el Zurdo y
Muhammad X era Muhammad el Cojo.
El rey Carlos VII de Francia organizó las Compañías de Ordenanza,
que no eran sino un auténtico ejército profesional al
servicio del rey.
En Escocia murió Juana Beaufort, viuda del rey Jacobo I.
También murió el último duque de
Baviera-Ingolstadt, y el territorio fue repartido entre los duques Alberto III de Baviera-Munich y Enrique IV de Baviera-Landshut.
El kan de Kazán, Ulug Muhammad, logró capturar al gran
príncipe de Moscú, Basilio II, al que liberó a
cambio de un fuerte rescate. Poco después el kan murió
asesinado.
El duque Federico II de Sajonia administraba parte del patrimonio
familiar en nombre de sus hermanos menores, hasta que uno de ellos, Guillermo, fue lo suficientemente
mayor como para apoderarse de Turingia, lo que inició una guerra
entre ambos hermanos.
Ese año se le encargó la primera obra que conservamos
de un pintor italiano llamado Piero
della Francesca. Había nacido veinticinco años
atrás en un pueblo llamado Borgo
San Sepolcro, donde se encontraba ahora, si bien unos
años antes había estudiado en el taller florentino de
Domenico Veneziano. La obra es el Retablo
de la Misericordia, de estilo gótico, con fondos dorados
y figuras desproporcionadas. Fra Angélico acudió a Roma,
probablemente llamado por el Papa Eugenio IV. En 1446 murió Filippo Brunelleschi, el
inventor de la arquitectura renacentista. Había logrado tal fama
que al morir dejó inacabados numerosos proyectos, que fueron
completados más tarde por otros arquitectos.
También murió el conde Luis de Vendôme y de la
Marche,
que fue sucedido por su hijo Juan II.
Las intrigas palaciegas en la corte del sultán otomano Mehmet
II iban en aumento. El gran visir Candarli Halil había perdido
toda su ascendencia sobre el monarca frente a sus tutores, y
organizó una revuelta de jenízaros que acabó con
la paciencia de Murat II. En mayo,
Murat II decidió retomar el poder y envió a su hijo a Manisa (la antigua Magnesia) junto
con sus tutores para completar su educación. Luego
dirigió su
ejército contra los dominios cristianos en los Balcanes y
logró que el emperador bizantino Juan VIII se sometiera a su
tutela. En Valaquia murió Vlad Dracul, asesinado por Iancu, que trató de gobernar
el principado, pero le surgió la oposición de Ladislao II, que contaba con el
apoyo de Hungría. Vlad Dracul dejó un hijo, llamado
también Vlad,
que tenía entonces unos dieciocho años, y que tuvo que
dejarse capturar por los turcos como rehén para asegurar su vida.
Nuño Tristão llegó a la desembocadura del
río Gambia, 240
kilómetros al sur de cabo Verde, en la costa africana.
En Rusia, Dimitri logró expulsar de Moscú a su primo,
el gran príncipe Basilio II, al que previamente sacó los
ojos, en correspondencia con el trato que éste había dado
a Basilio el Tuerto, el hermano de Dimitri. Desde entonces Basilio II
fue conocido como Basilio el Ciego,
y en 1447 recuperó la
capital, desde donde continuó la lucha contra sus rivales.
En febrero, el rey Enrique IV de
Inglaterra hizo detener al duque Humphrey de Gloucester a causa de sus
intrigas, el cual murió asesinado cuatro días
después. Esto acalló sensiblemente las voces del partido
belicista. El monarca favoreció entonces a su hermanastro
Edmundo Tudor y al padre de éste, Owen, que habían
escapado a Gales huyendo del duque. Edmundo tendría entonces
alrededor de diecisiete años.
El rey de Polonia y gran duque de Lituania Casimiro IV
cumplió veinte años y se deshizo de la tutela del obispo
Olesnicki. Decretó la igualdad de derechos para polacos y
lituanos.
En el reino de Granada murió Muhammad X el Cojo, pero su
primo Yúsuf V siguió disputando el trono a Muhammad IX el
Zurdo.
En Milán murió sin descendencia el duque Felipe
María Visconti y, frente a los distintos candidatos a la
sucesión, los milaneses constituyeron la República Ambrosiana.
Ese año en Portugal se inició la
acuñación del cruzado
de oro, con metal proveniente de África. El rey Juan II de
Castilla se casó con Isabel de
Portugal, hija del infante Juan,
hermano de Enrique el Navegante y del duque Pedro de Coimbra. El
matrimonio fue el fruto de un acuerdo por Álvaro de Luna el
año anterior, con el propósito de afianzar las relaciones
entre Castilla y Portugal frente a la constante amenaza del rey Juan II
de Navarra. Sin embargo, Isabel no tardó en sumarse a los
enemigos del condestable.
En Roma murió el papa Eugenio IV, que fue sucedido por el
cardenal Tommaso Parentucelli (el que catalogó la biblioteca de
Niccoli por encargo de Cosme de Médicis), que adoptó el
nombre de Nicolás V. Ya
de joven había contraído deudas para comprar libros, y
había afirmado que si algún día fuera rico lo
gastaría todo en libros y paredes. Ahora que era rico, hizo
honor a su palabra: envió copistas por toda Europa para
procurarse manuscritos y pagó generosamente a traductores de los
autores griegos.
Eugenio IV había encargado a Fra Angélico la
decoración de una capilla en el Vaticano, que ahora pasaba a ser
la capilla de Nicolás V.
Los frescos de esta capilla son plenamente modernos (al menos, si
prescindimos de que Fra Angélico no pudo resistirse a pintar
aureolas doradas a los santos).
Leon Battista Alberti entró al servicio de Nicolás V,
quien le hizo numerosos encargos, entre ellos un estudio sobre la
reforma urbanística de Roma (Descriptio
urbis Romae). Gianozzo Manetti,
biógrafo del Papa, recogió el argumento por el que
pontífice consideraba necesaria dicha reforma:
[...] La muy grande y
suprema autoridad de la Iglesia romana, que está por encima de
todo, puede ser entendida solamente por aquellos que de ella conozcan
los orígenes y evoluciones, a través de las letras. Pero
la masa de la población es ignorante en materia literaria y
carece de cultura; y si bien oye afirmar con frecuencia, a doctos y
eruditos, que es muy grande la autoridad de la Iglesia, y a estas
afirmaciones da crédito [...], necesita, a pesar de ello, recibir la
impresión de espectáculos grandiosos; de otra manera,
apoyada su fe en bases débiles e inestables, se
debilitaría con el paso del tiempo, hasta quedar reducida a
nada. En cambio, gracias a la grandiosidad de los edificios y de los
monumentos, en alguna medida imperecederos [...], se puede reforzar y confirmar la propia
creencia popular que se basa en las afirmaciones de los doctos.
Por esta época, Alberti empezó también su De re aedificatoria, un tratado
teórico en diez libros sobre arquitectura. Además,
empezó a la práctica sus teorías sobre las
proporciones y la estética con la ayuda de varios arquitectos.
De esta época datan el palacio Rucellai
en Florencia o el templo malatestiano
en la iglesia de san Francisco,
en Rímini, aunque ambos quedaron inacabados.
Filippo Lippi alcanzó su madurez artística con su Coronación de la Virgen,
caracterizado por sus figuras dulces y angelicales.
Ese año murió Sha Ruj, el hijo de Timur Lang, que fue
sucedido por su hijo Ulug Beg, el rey astrónomo, que
tenía ya cincuenta años.
En 1448 murió sin
descendencia el emperador bizantino Juan VIII, y fue sucedido por su
hermano Constantino XI.
Constantinopla sufría entonces una epidemia de peste y muchos de
sus barrios estaban medio despoblados. De momento, los turcos no eran
una amenaza, gracias a la diplomacia de Juan VIII. El sultán
Murat II seguía combatiendo en los balcanes, derrotó a
Scanderberg en Albania y luego en Kosovo a Juan Hunyadi, el regente de
Hungría.
También murió sin descendencia el rey Cristóbal
III de Noruega, Suecia y Dinamarca. Los daneses eligieron como sucesor
al conde de Oldenburgo, que
pasó a ser el rey Cristián
I de Dinamarca. Sin embargo, los suecos prefirieron al regente
Karl Knutsson, que pasó a ser Carlos
VIII, aunque tuvo que hacer frente a una intensa
oposición de quienes preferían mantener la unión
de los tres reinos escandinavos y reconocían como rey a
Cristián I. Entre éstos destacaba Jöns Bengtsson, el obispo de
Uppsala. Ambos reyes compitieron por ser reconocidos en Noruega.
El rey Ladislao I de Bohemia tenía todavía nueve
años, y el país estaba dividido en dos bandos: los
católicos y los utraquistas, o husitas moderados. Al frente del
partido utraquista estaba Jorge de
Podebrady, perteneciente a la baja nobleza, que ahora se
apoderaba de Praga, hasta entonces en poder de los católicos, y
desde allí empezó a extender su influencia sobre todo el
reino.
En Castilla, Álvaro de Luna hizo encarcelar al conde de Alba, primo del marqués de
Santillana, el cual escribió a petición suya el Diálogo de Bías contra
Fortuna, en el que expone una versión original de la
moral estoica de Séneca. El estilo, sobrio, de corte
clásico, representa una clara evolución respecto a sus
obras anteriores, de estilo más próximo a la
tradición medieval.
El Papa Nicolás V nombró secretario apostólico
a Lorenzo Valla, que abandonó la corte napolitana de Alfonso V
el Magnánimo para acudir a Roma.
Donatello llevaba unos años en Padua, donde estaba trabajando
en una de sus obras cumbre: los relieves en bronce para el altar mayor
de la basílica de san Antonio.
El año anterior había empezado a trabajar
simultáneamente en la
magnífica estatua ecuestre del condotiero Erasmo de Nanni, conocido como Gattamelata, en la que sigue el
modelo romano de la estatua de Marco Aurelio.
Entre los mayores admiradores paduanos de Donatello figuraba un
joven de diecisiete años llamado Andrea Mantegna. Trabajaba en el
taller de su padrastro, un pintor llamado Francesco
Squarcione, coleccionista de objetos arqueológicos y
apasionado estudioso de la historia romana. Sin embargo, Mantegna
consideró que, a pesar de su corta edad, ya se encontraba
capacitado para fundar su propio taller, y así lo hizo, a pesar
de la indignación de su maestro. Squarcione había
inculcado a Mantegna el interés por la escultura y la
arquitectura clásica, y sus primeras obras independientes ya se
caracterizan por los complejos ámbitos espaciales en el que las
paredes, esculturas y bajorrelieves parecen estar tratados con
más interés y esmero que los personajes. Ese mismo
año recibió su primer encargo importante: la
decoración de la capilla de los Ovetari,
en la iglesia de los Eremitani.
Johannes Gutenberg regresó a Maguncia, su ciudad natal, donde
se dedicó a perfeccionar el invento que mantenía en
absoluto secreto. Se trataba de la imprenta,
esto es, de un sistema para imprimir textos mecánicamente, sin
necesidad de copiarlos a mano. El principio básico de la
imprenta era conocido por los chinos desde hacía siglos, pero
los perfeccionamientos que introdujo Gutenberg fueron esenciales. Los
chinos conocían incluso la imprenta con tipos móviles, es
decir, la impresión a partir de planchas compuestas por
pequeñas piezas de madera, una por cada letra, pero estas piezas
eran hasta entonces de madera tallada, su elaboración era
costosa y se desgastaban o rompían al cabo de unas pocas
impresiones. Todo esto hizo que los libros impresos chinos fueran casi
tan raros y escasos como los manuscritos en la Europa medieval. En
cambio, Guttemberg desarrolló una técnica para fundir
tipos de metal a partir de matrices de acero. Así podía
fabricar rápidamente muchas letras muy resistentes y todas
iguales entre sí. Gutenberg aprovechó diversas
técnicas de diversa procedencia, como las prensas para aceitunas
y, sobre todo, la tinta usada por los grabadores en boj, que, (a
diferencia de la usada para escribir manualmente, que era fluidas, para
que se deslizara por la pluma) era más grasa, como
requería la imprenta para que no se corriera en el proceso de
estampado.
Finalmente, Francia estuvo lista para atacar a Inglaterra. Contaba
con un buen ejército dotado de la más moderna
artillería. Un incidente entre Inglaterra y el duque de
Bretaña, unido al hecho de que los ingleses seguían
ocupando ilegalmente el condado de Maine, fue todo lo que el rey Carlos
VII necesitó para declarar rota la tregua y atacar este condado,
como paso previo a invadir Normandía. Normandía estaba a
la sazón bajo el gobierno del incompetente conde Edmundo de
Somerset, recientemente ascendido a duque. Los franceses avanzaron
imparables y en 1449 tomaron Ruan y
Harfleur. Talbot fue
hecho prisionero. Edmundo retrocedió a Caen y se dispuso a
afrontar un asedio.
El Papa Nicolás V logró la abdicación de su
rival, Félix V, abdicara en Lausana,
aunque conservó la dignidad de cardenal. El concilio de Basilea
aceptó a Nicolás V y se disolvió. Buena parte del
peso de las negociaciones entre Roma y la Iglesia
alemana la llevó Nicolás de Cusa, que seguía
siendo el representante
del Papa en Alemania. Ese año publicó su tratado Apologia doctae ignorantiae.
Ésta fue la última vez que la Iglesia Católica
tuvo dos papas simultáneamente, lo cual no significa que en el
futuro la autoridad papal no fuera a ser discutida, sino que quienes lo
iban a hacer ya no considerarían necesario nombrar un papa
alternativo.
Lorenzo Valla publicó una edición crítica de
los textos bíblicos titulada In
nouum testamentum adnotationes. Fra Angélico dejó
Roma al ser nombrado prior del convento de Fiesole.
Tras la muerte de Jan van Eyck, Brujas tuvo como pintor más
destacado a Petrus Christus,
que por esta época terminó su óleo San Eloy en su tienda, en el que
una pareja adquiere su anillo de boda al patrón de los orfebres.
El pintor mezcla así el tema religioso con el género
profano.
El duque Pedro de Coimbra seguía teniendo en su contra a la
mayor parte de la nobleza portuguesa, que había apoyado en su
día a la reina Leonor. Ahora, algunos nobles lograron convencer
al rey Alfonso V, que tenía ya diecisiete años, de que el
regente trataba de arrebatarle el trono. El duque se retiró a
Coimbra, y poco después marchó hacia Lisboa con un
ejército que demostrara su inocencia, pero fue derrotado y
muerto en Alfarrobeira por las
tropas del rey. Su hermano Enrique el Navegante se hizo cargo de la
regencia. Fue un erudito y aficionado a la poesía. Su hijo
Pedro, que tenía ahora veinte años, tuvo
que exiliarse a Castilla, donde trabó amistad con
Álvaro de Luna, el marqués de Santillana y Juan de Mena, secretario de Juan II
y autor de singulares creaciones literarias, como traducciones de obras
latinas que violentaban duramente la sintaxis y el léxico
castellano, o extensos poemas alegóricos al estilo de Dante,
como la Coronación, o Lo clarooscuro, en el que alternan
estrofas dodecasílabas cultas con estrofas octosílabas
típicas de la poesía castellana.
El conde de Tirol y duque de Austria Segismundo I se casó con
Leonor, hermana del rey Jacobo
II de Escocia.
En Moldavia se hizo con el poder un hijo del vóivoda
Alejandro I, que reinó como Bogdán
II.
El imperio fundado por Timur Lang se había desmoronado
durante el reinado de su nieto Ulug Beg, que finalmente fue ejecutado y
sucedido por su hijo Abd al-Latif.
El rey Carlos VIII de Suecia expulsó de Gotland al derrrocado
rey
Erik de Pomerania, que se vio obligado a retirarse a Pomerania. Durante
un tiempo logró ser reconocido como rey de Noruega, pero en 1450 su rival Cristián I de
Dinamarca se hizo definitivamente con la corona noruega.
En el Milanesado, las luchas por dominar la joven república
Ambrosiana llegaron a tal punto que Francisco Sforza (uno de los
interesados) fue acogido como un libertador y proclamado duque.
Ese año fue jubilar, y entre los visitantes más
notables que tuvo Roma estuvo el pintor Rogier van der Weyden, el insignis pictor o maximus pictor, como lo califican
las fuentes italianas de la época. De esta época es su Políptico del juicio final,
en el que pinta esculturas de mármol.
El gran príncipe de Moscú Basilio II el Ciego
derrotó definitivamente a su primo Dimitri y tras él no
tardó en liquidar a todos los demás aspirantes al
principado. La capital se trasladó a Pekín, y la ausencia
del emperador marcó la ascensión de los eunucos, que de
ser meros funcionarios pasaron a convertirse en los auténticos
gobernantes del país. Pese a todo, China supo hacer frente a los
nómadas del norte, gracias a casi cinco mil kilómetros de
nuevas murallas, así como a la antigua Gran Muralla, que
había sido restaurada.
China estaba atravesando una crisis, pues el año anterior los
mongoles habían capturado al emperador Zhengtong.
Ese año murió el duque Enrique IV de Baviera-Landshut,
que fue sucedido por Luis IX.
En la Gran Canaria murió el jefe guanche Artemi Semidan, y
sus hijos Tenesor y Bentaguaire se repartieron la isla.
La ciudad maya de Mayapán estaba gobernada por la
dinastía de los Cocomes,
cuando una familia rival, los Tutul-Xiú,
saqueó la ciudad y provocó el hundimiento de la triple
alianza que gobernaba los territorios mayas. Todas las ciudades
recobraron su independencia y se inició un periodo de guerras y
decadencia en el que dejaron de construirse calzadas y templos de
piedra.
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