El Libro de Enoc
Referencias a
Enoc se encuentran en múltiples versículos del Nuevo Testamento (v.g. Mt
3:12, 5:4-12, 11:28, 13:31-32, 24:14, 27, 26:64; Mc 13:10,26, 14:21,62; Lc
1:52, 2:14, 6:24, 9:35, 16:13, 23-31, 24:36; Jn 3:20; Co 6:3; Ef 3:18;5:13;
Flp 1:18; 2Ts 2:2; Hb 11:5; 1P 3:14; Ap 3:17, 6:10, 8:2, 12:16, 16:14,
19:19, 20:1-3, 21:23-24).
Capitulos
del 1 al 40
Capítulos del 41 al
80 Capitulos
81 al 108
Capítulos
40 al 80
Capítulo 40
1 Después de eso vi miles de miles y miríadas,
vi una multitud innumerable e incalculable, que se sostiene ante el Señor de
los espíritus.
2 Y sobre los cuatro costados del Señor de los
espíritus vi cuatro presencias diferentes de aquellos que no duermen y
aprendí sus nombres porque el ángel que va conmigo me los dio a conocer y me
mostró todas las cosas ocultas.
3 Y escuché las voces de esas cuatro presencias
y cómo ellas pronuncian alabanzas ante el Señor de la Gloria.
4 La primera voz bendice al Señor de los
espíritus por los siglos de los siglos.
5 A la segunda voz la escuché bendiciendo
Elegido y a los elegidos que dependen del Señor de los espíritus.
6 A la tercera voz la oí orar e interceder por
los que viven sobre la tierra y suplicar en nombre del Señor de los
espíritus.
7 Y escuché la cuarta voz expulsando a los
Satanes e impidiendo que lleguen hasta el Señor de los espíritus a acusar a
quienes viven en la tierra Él.
8 Después de eso pregunté al ángel de paz que
iba conmigo y me mostraba todas las cosas que están ocultas: "¿Quiénes son
esas cuatro presencias que he visto y cuyas palabras he oído y escrito abajo?".
9 Me dijo: "El primero, el misericordioso y muy
paciente, es Miguel; el segundo, que está encargado de las enfermedades y de
todas las heridas de los hijos de los hombres, es Rafael; el tercero, que
está encargado de todos los poderes, es Gabriel; el cuarto, que está
encargado de la esperanza de quienes heredarán la vida eterna, es llamado
Sariel.
10
Estos son los cuatro ángeles del Señor de los espíritus y las cuatro voces
que he escuchado esos días.
Capítulo 41
1 Después vi todos los misterios de los cielos
y cómo el reino está dividido y cómo las acciones de los humanos son pesadas
en la balanza.
2 Allí vi la habitación de los elegidos y la
morada de los santos y mis ojos vieron a los pecadores cuando eran
expulsados de allí porque rechazaron el nombre del Señor de los espíritus y
no podían quedarse a causa del castigo que procede del Señor de los
espíritus.
3 Allí mis ojos vieron los misterios del
relámpago y del trueno; y los secretos de los vientos y cómo se distribuyen
para soplar sobre la tierra; y los secretos de las nubes y el rocío, de
dónde proceden en ese lugar y desde dónde saturan el polvo de la tierra.
4 Allí vi las cámaras cerradas desde donde son
distribuidos los vientos, el depósito del granizo y del viento, el depósito
de la neblina y las nubes que revolotean sobre la tierra desde el comienzo
del mundo.
5 Y vi las cámaras del sol y de la luna, de
dónde proceden y hacia dónde regresan, y su maravilloso retorno; cómo el uno
es superior a la otra; su magnífica órbita y cómo no se alejan de ella y
mantienen fielmente el juramento que han hecho uno a otro.
6 El sol sale primero y sigue su ruta según el
mandamiento del Señor de los espíritus, cuyo nombre es poderoso por los
siglos de los siglos.
7 Y después de eso vi el camino oculto de la
luna y el visible y ella cumple el recorrido de su camino en ese lugar de
día y de noche; y uno mantiene una posición opuesta al otro, ante el Señor
de los espíritus. ellos dan gracias y alaban sin descanso, porque para ellos
dar gracias es descansar.
8 El sol gira frecuentemente para bendecir, o
para maldecir y el recorrido de la ruta de la luna es bendición para los
justos y tinieblas para los pecadores, en el nombre del Señor, que ha
separado la luz de las tinieblas, ha repartido los espíritus de los humanos
y ha fortalecido los espíritus de los justos en nombre de su justicia.
9 Porque ningún ángel lo impide y ningún poder
es capaz de impedirlo, porque Él cita un juicio para todos ellos y los juzga
a todos ante Él.
Capítulo 42
1 La Sabiduría no encuentra un lugar donde
pueda habitar, entonces su casa está en los cielos.
(Pr 9:1)
2 La Sabiduría fue a habitar entre los hijos de
los hombres y no encontró sitio. Entonces la Sabiduría ha regresado a su
hogar y ha tomado su silla entre los ángeles.
(Pr 8:1-4; Jn 1:11)
3 Y la injusticia ha salido de sus cuevas, ha
encontrado a los que no buscaban y ha habitado entre ellos, como la lluvia
en el desierto y como el rocío sobre la tierra sedienta.
(Pr 2:12-19)
Capítulo 43
1 Después vi otros relámpagos y estrellas del
cielo y vi cómo Él las llamaba por sus nombres y ellas le ponían atención.
2 Y vi cómo ellas eran pesadas en balanzas
justas, de acuerdo con su luminosidad, sus dimensiones y el día de su
aparición y cómo su movimiento genera relámpagos; y vi su curso de acuerdo
con el número de los ángeles y cómo se guardan fidelidad entre ellas.
3 Le pregunté al ángel que iba conmigo y me
mostró los que estaba oculto: "¿Qué es eso?".
4 Me dijo: "El Señor de los espíritus te ha
mostrado su parábola; estos son los nombres de los santos que viven sobre la
tierra y creen en el Señor de los espíritus por los siglos de los siglos.
Capítulo 44
1 Vi también otros fenómenos relativos a los
relámpagos: cómo algunas estrellas surgen, llegan a ser relámpagos y no
pueden abandonar su nueva forma.
Capítulo 45
1 "Ésta es la segunda parábola, acerca de
quienes rechazan la comunidad de los santos y al Señor de los espíritus.
2 "Ellos no subirán al interior del cielo ni
volverán a la tierra, tal será la suerte los pecadores que han renegado del
nombre del Señor de los espíritus a quienes tú has reservado para el día del
sufrimiento y la tribulación.
(Pr 2:22)
3 "En este día mi Elegido se sentará sobre el
trono de gloria y juzgará sus obras; sus sitios de descanso serán
innumerables y dentro de ellos sus espíritus se fortalecerán cuando vean a
mi Elegido y a aquellos que han apelado a mi nombre glorioso.
4 "Entonces, haré que mi Elegido habite entre
ellos; transformaré el cielo y lo convertiré en bendición y luz eternas;
5 transformaré la tierra y haré que mis
elegidos la habiten, pero los pecadores y los malvados no pondrán los pies
allí.
6 "Porque he abastecido y satisfecho con paz a
mis justos y los he hecho vivir ante mí; pero el juicio de los pecadores es
inminente, de manera que los destruiré en la faz de la tierra".
Capítulo 46
1 Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los
Días y su cabeza era blanca como lana; con Él había otro, cuya figura tenía
la apariencia de un hombre y su cara era llena de gracia como la de los
santos ángeles.
(Dn 7:9,13; Ap 1:13,14)
2 Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me
mostraba todas las cosas secretas con respecto a este Hijo del Hombre: "¿Quién
es éste, de dónde viene y por qué va con la Cabeza de los Días?".
3 Me respondió y me dijo: "Este es el Hijo del
Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará
todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y
tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus,
justamente y por siempre.
(Dn 7:14; Mt 24:30, 26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69)
4 "El Hijo del Hombre que has visto, levantará
a los reyes y a los poderosos de sus lechos y a los fuertes de sus tronos;
desatará los frenos de los fuertes y les partirá los dientes a los pecadores;
(Sal 110:5)
5 derrocará a los reyes de sus tronos y reinos,
porque ellos no le han ensalzado y alabado ni reconocieron humildemente de
dónde les fue otorgada la realeza.
(Lc 1:52)
6 "Le cambiará la cara a los fuertes
llenándolos de temor; las tinieblas serán su morada y los gusanos su cama, y
no tendrán esperanza de levantarse de esa cama, porque no exaltaron el
nombre del Señor de los espíritus.
7 "Estos que juzgan a las estrellas del cielo,
que levantan sus manos contra el más Alto, que oprimen la tierra y habitan
sobre ella, cuyas acciones expresan todas injusticia, cuyo poder reside en
su riqueza, cuya confianza está puesta en los dioses que ellos han hecho con
sus manos: ellos niegan el nombre del Señor de los espíritus;
8 ellos persiguen sus congregaciones y a los
fieles, a quienes condenan en nombre del Señor de los espíritus.
Capítulo 47
1 En esos días la oración de los justos y la
sangre de los justos habrán subido desde la tierra, hasta el Señor de los
espíritus.
2 En tales días los santos que habitan en lo
alto de los cielos se unirán en una sola voz: suplicarán, orarán, alabarán,
darán gracias y bendecirán el nombre del Señor de los espíritus, en nombre
de la sangre de los justos que ha sido derramada y para que la oración de
los justos no sea en vano ante el Señor de los espíritus, se haga justicia y
su paciencia no sea eterna .
(Ap 6:10; 4Es 4:35-37)
3 En esos tiempos vi la Cabeza de los Días
cuando se sentó en el trono de su gloria y los libros de los vivos fueron
abiertos ante Él. Todas sus huestes que habitan en lo alto del cielo y su
corte estaban ante Él.
(Ap 20:11,12)
4 Y el corazón de los santos se llenó de
alegría, porque el número de los justos ha sido establecido, la oración de
los justos ha sido escuchada y la sangre de los justo ha sido denunciada
ante el Señor de los espíritus.
(Ap 6:11)
Capítulo 48
1 En ese lugar vi la fuente de la justicia, la
cual era inagotable, y a su alrededor había muchas fuentes de sabiduría,
todos los sedientos bebían de ellas y se llenaban de sabiduría y habitaban
con los santos, los justos y los elegidos.
(Jn 4.10-14; Ap 20:6)
2 En ese momento ese Hijo del Hombre fue
nombrado en presencia del Señor de los espíritus y su nombre ante la Cabeza
de los Días.
3 Ya antes de que el sol y los signos fueran
creados, antes de que las estrellas del cielo fueran hechas, su nombre fue
pronunciado ante el Señor de los espíritus.
4 Él será para los justos un bastón en el que
puedan apoyarse y no caer; será luz para las naciones y esperanza para los
que sufren.
5 Todos los que habitan sobre la tierra se
prosternarán y lo adorarán; alabarán, bendecirán y celebrarán con canciones
al Señor de los espíritus.
6 Por tal razón ha sido él Elegido y reservado
ante Él, desde antes de la creación del mundo y para siempre.
(Pr 8:23-30; Jn 1:3)
7 La sabiduría del Señor de los espíritus lo ha
revelado a los santos y a los justos, porque Él ha preservado el destino de
los justos, porque ellos han odiado y despreciado a este mundo de injusticia
y han odiado todas sus obras y caminos, en el nombre del Señor de los
espíritus, porque por su nombre serán salvados ellos y Él vengará sus vidas.
8 En estos días los reyes de la tierra y los
poderosos que dominan la tierra tendrán el rostro abatido a causa de la obra
de sus manos, porque del día de la su angustia y aflicción no se salvarán.
9 Los entregaré en las manos de mis elegidos,
como la paja en el fuego arderán frente la cara de los santos y como el
plomo en el agua serán sumergidos frente a la cara de los justos , así serán
sumergidos frente a la cara de los justos y no se encontrará más rastro de
ellos.
10 En el día de su aflicción habrá descanso en
la tierra, ante ellos caerán y no se levantarán jamás y nadie estará para
levantarlos, porque han renegado del Señor de los espíritus y su Ungido. ¡Qué
sea bendito el nombre del de Señor de los espíritus!
Capítulo 49
1 Porque ante Él, la Sabiduría está brotando
como agua y la Gloria no decae por los siglos de los siglos.
2 Como tiene poder sobre todos los secretos de
justicia, la injusticia desaparecerá como la sombra y no tendrá refugio,
porque el Elegido está de pie ante el Señor de los espíritus y su gloria
permanece por los siglos de los siglos y su poder por todas las generaciones.
3 En el habita el espíritu de la sabiduría, el
espíritu que ilumina y da discernimiento, el espíritu de entendimiento y de
poder, el espíritu de quienes han dormido en justicia.
4 Él es quien juzga las cosas secretas y nadie
puede pronunciar palabras vanas frente a él, porque es el Elegido ante el
Señor de los espíritus, según su voluntad.
(Lc 9:35)
Capítulo 50
1 En esos días tendrá lugar un cambio para los
santos y elegidos: la Luz de los Días residirá sobre ellos y la gloria y el
honor virarán hacia los santos.
(Ro 2:10)
2 En el día de la aflicción, cuando la
desgracia se acumule sobre los pecadores, los justos triunfarán por el
nombre del Señor de los espíritus y hará que otros testifiquen que pueden
arrepentirse y renunciar a la obra de sus manos.
(Sb 11:23; Ro 1:18-32, 2:4)
3 Ellos no tendrán ningún mérito en nombre del
Señor de los espíritus, sin embargo serán salvados por su nombre y el Señor
de los espíritus tendrá compasión de ellos porque su misericordia es grande.
(Ro 3:24, 5:10)
4 Además Él es justo en su juicio y en
presencia de su Gloria, la injusticia no podrá mantenerse; en su juicio el
que no se arrepienta perecerá ante Él.
(Ro 2:2-5,8-9)
5 "Y desde ese momento no tendré más
misericordia con ellos", dijo el Señor de los espíritus.
Capítulo 51
1 En esos días la tierra devolverá lo que ha
sido depositado en ella; el seol también devolverá lo que ha recibido y los
infiernos devolverán lo que deben.
(Is 26:19; Ez 37:1-4; Dn 12:2;Ap 20:13)
5a Por los mismos días el Elegido se levantará
2 y de entre ellos seleccionará a los justos y
a los santos, porque se acerca el día en que serán salvados.
(Mt 25:32)
3 El Elegido se sentará en mi trono en esos
días y de su boca fluirán todos los misterios de la sabiduría y consejo,
porque el Señor de los espíritus se lo ha concedido y lo ha glorificado.
(Lc 9:35)
4 En esos días las montañas se moverán como
arietes y las colinas saltarán como corderos que han tomado leche hasta
quedar satisfechos; los rostros de los ángeles del cielo brillarán
alegremente;
5b la tierra se regocijará, los justos la
habitarán y los elegidos se pasearán por ella.
Capítulo 52
1 Después de esos días, en el sitio donde había
visto todas las visiones de lo que está oculto, porque había sido arrastrado
por un ciclón y conducido hacia el occidente,
2 allí mis ojos vieron los todos secretos del
cielo que llegará: una montaña de cobre, otra de plata, otra de oro, otra de
estaño y otra de plata.
3 Pregunté al ángel que iba conmigo, diciendo:
"¿Qué cosas son éstas que he visto en secreto?".
4 Me dijo: "Todo lo que has visto servirá para
el gobierno de su Ungido, para que pueda ser fuerte y poderoso sobre la
tierra".
5 Y luego este ángel de paz dijo: "Espera un
poco y te serán revelados todos los misterios que rodean al Señor de los
espíritus:
6 "Esas montañas que tus ojos han visto, de
hierro, cobre, plata, oro, estaño y plomo, en presencia del Elegido serán
como la cera frente al fuego y como el agua derramada y se derretirán a sus
pies.
(Dn 2:34-45)
7 "Sucederá en esos días que nadie será salvado
ni por el oro ni por la plata y nadie podrá escapar;
8 no habrá hierro para la guerra, ni
revestimiento para corazas; el bronce será inútil, el estaño no será
estimado y el plomo será indeseable.
9 "Todas estas cosas serán serán eliminadas de
la superficie de la tierra cuando aparezca el Elegido ante el rostro del
Señor de los espíritus".
Capítulo 53
1 Mis ojos vieron allí un profundo valle con
amplias entradas y todos los que viven en los continentes, el mar y las
islas le llevan regalos, presentes y símbolos de honor, sin que ese profundo
valle llegara a llenarse.
2 Sus manos perpetraron crímenes y los
pecadores devoran todo lo que producen con fatiga aquellos a quienes
criminalmente oprimen; así los pecadores serán destruidos ante el rostro del
Señor de los espíritus, serán desterrados de la faz de la tierra y perecerán
para siempre.
(Mi 3:2-4)
3 Porque vi a todos los ángeles del castigo
establecerse allí y preparar todos los instrumentos de Satanás.
4 Y le pregunté al ángel de paz que iba conmigo:
"¿Para qué preparan esos instrumentos?".
5 Me dijo: "Preparan eso para que los reyes y
los poderosos de la tierra puedan ser destruidos.
(Ap 16:14, 19:20, 20:7-10)
6 "Después de esto el Justo, el Elegido, hará
aparecer la casa de su congregación y desde entonces, ellos no serán
estorbados más en nombre del Señor de los espíritus.
7 "En presencia de su justicia, estas montañas
no estarán más en la tierra, las colinas se convertirán en fuentes de agua y
los justos descansarán de la opresión de los pecadores.
(Mt 11:28)
Capítulo 54
1 Volví la mirada hacia otra parte de la tierra
y vi allí un valle profundo con fuego ardiente,
2 y llevaron a los reyes y a los poderosos y
comenzaron a arrojarlos en este valle profundo.
3 Allí mis ojos vieron cómo fabricaban sus
instrumentos: cadenas de un peso inconmensurable.
4 Le pregunté al ángel de paz que iba conmigo,
diciendo: "¿Para qué están siendo preparadas esas cadenas?".
5 Y me dijo: "Esas están siendo preparadas para
las tropas de 'Asa'el, para que puedan agarrarlos y lanzarlos al abismo de
total condenación y cubrir sus quijadas con piedras ásperas tal como mandó
el Señor de los espíritus.
(Ap 20:1-3)
6 Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel en ese gran
día los agarrarán y los arrojarán en el horno ardiente, para que el Señor de
los espíritus pueda vengarse de ellos por convertirse en súbditos de Satanás
y descarriar a aquellos que habitan sobre la tierra.
7 Como en los tiempos en que vino el castigo
del Señor de los espíritus y Él abrió los depósitos de agua que están sobre
los cielos y las fuentes subterráneas.
8 Y todas esas aguas se juntaron, aguas con
aguas: las que están sobre los cielos son masculinas y las que están bajo la
tierra son femeninas.
9 Y fueron exterminados los que habitaban sobre
la tierra y bajo los límites del cielo,
10 para que reconocieran la injusticia que
perpetraron sobre la tierra y por ella perecieron.
Capítulo 55
1 Tras ello la cabeza de los Días se arrepintió
y dijo: "En vano he destruido a todos los que habitan sobre la tierra".
2 Y juró por su gran nombre: "De ahora en
adelante no actuaré más así con los que habitantes de la tierra; colocaré un
símbolo en los cielos como prenda de la fidelidad mía para con ellos por el
tiempo que los cielos estén sobre la tierra.
3 "Esta es lo que está de acuerdo con mi
decisión: Cuando desee atraparlos por manos de los ángeles en el día de la
tribulación y el sufrimiento a causa de esto, desataré mi castigo y mi ira
sobre ellos", dijo el Señor de los espíritus;
4 "reyes y poderosos que habitáis sobre la
tierra, veréis a mi Elegido sentarse sobre el trono de gloria y juzgar a 'Asa'el,
sus cómplices y sus tropas, en el nombre del Señor de los espíritus".
(Mc 14:62)
Capítulo 56
1 Vi las huestes de los ángeles de castigo que
iban sosteniendo látigos y cadenas de hierro y bronce.
2 Pregunté al ángel de paz que iba conmigo,
diciendo: "¿A donde quién van aquellos que llevan látigos?".
3 Me dijo: "hacia sus queridos elegidos, para
que sean arrojados a los profundo del abismo del valle;
4 entonces este valle será llenado con sus
elegidos queridos, los días de su vida llegarán a su fin y a partir de ahí,
el tiempo de su extravía no será contado.
5 "En esos días los ángeles regresarán y se
lanzarán hacia el oriente, donde los partos y medos y sacudirán a los reyes,
tanto que un espíritu de desasosiego los invadirá, y los derrocarán de sus
tronos, de manera que huirán como leones de sus guaridas y como lobos
hambrientos entre su manada.
6 "Ellos irán y pisarán la tierra de sus
elegidos y la tierra de sus elegidos será ante ellos un camino trillado.
7 "Pero la ciudad de mis justos será un
obstáculos para sus caballos: comenzarán a combatir contra ellos y su mano
derecha desplegará su fuerza contra ellos. Un hombre no conocerá a su
hermano ni un hijo a su padre ni a su madre, hasta que el número de
cadáveres complete su matanza y su castigo no será en vano.
8 En ese tiempo el seol abrirá sus mandíbulas,
serán engullidos por él y su destrucción culminará: la muerte devorará a los
pecadores en presencia de los elegidos.
Capítulo 57
1 Sucedió después de eso que vi un ejército de
carros conducidos por hombre y que iban sobre los vientos desde el oriente y
desde el occidente hacia el sur.
2 Se escuchaba el ruido de los carros y cuando
ocurrió tal alboroto los santos notaron que las columnas de la tierra se
movieron de su sitio y el sonido que se produjo se oyó de un extremo al otro
del cielo durante un día.
3 Y ellos se prosternaron y adoraron al Señor
de los espíritus. Este es el fin de la segunda parábola.
Capítulo 58
1 Comencé a recitar la tercera parábola acerca
de los justos y de los elegidos.
2 ¡Felices vosotros justos y elegidos pues
vuestra suerte será gloriosa!
3 Los justos estarán a la luz del sol y los
elegidos en la luz de la vida eterna; los días de su vida no tendrán fin y
los días de los santos serán innumerables.
(Ap 21:23-24; 4Es 2:35)
4 Buscarán la luz y encontrarán justicia con el
Señor de los espíritus: habrá paz para los justos en nombre del Señor eterno.
(Lc 2:14, 24:36)
5 Después de esto serán enviados los santos del
cielo a buscar los misterios de la justicia, patrimonio de la fe, pues
brilla como el sol sobre la tierra y las tinieblas están desapareciendo.
6 Habrá una luz infinita aunque por
determinados días ellos no vendrán, porque antes habrán sido destruidas las
tinieblas, la luz habrá sido afirmada ante el Señor de los espíritus y la
luz de la verdad habrá sido establecida para siempre ante el Señor de los
espíritus.
Capítulo 59
1 En esos días mis ojos vieron los misterios de
los relámpagos, de las luces y de su juicio: ellos resplandecen para una
bendición o para una maldición según la voluntad del Señor de los espíritus.
2 Allí vi los misterios del trueno y cómo
cuando resuena en arriba en el cielo, su voz es escuchada y me hace ver el
juicio ejecutado sobre la tierra, ya sea que sea para bienestar y bendición,
o para maldición, según la voluntas del Señor de los espíritus.
3 [Y después de esto todos los misterios de las
luces y de los relámpagos me fueron mostrados: ellos brillan para bendecir y
satisfacer].
Capítulo 60
1 [En el decimocuarto día, del séptimo mes, del
año quinientos de la vida de [Noé] Vi que un poderoso temblor sacudió el
cielo de los cielos y las huestes del Más Alto, multitudes de ángeles, miles
y miles se veían angustiados por una gran agitación.
2 La Cabeza de los Días estaba sentado sobre el
trono de su gloria y los ángeles y los justos permanecían a su alrededor.
3 Se apoderó de mí un gran temblor y me
sobrecogió el temor: mis entrañas se abrieron, mis riñones se derritieron y
caí sobre mi rostro.
4 Entonces Miguel otro de los ángeles santos,
fue enviado para levantarme. Cuando me levantó mi espíritu retornó, pero yo
no era capaz de soportar la visión de estas huestes, de su agitación y de
las sacudidas del cielo.
5 Y Miguel me dijo: " "¿Por qué te asusta la
visión de estas cosas? Hasta ahora ha sido el tiempo de su misericordia y Él
ha sido misericordioso y lento para la ira para aquellos que viven sobre la
tierra.
6 "Pero cuando venga el día, del poder, del
castigo, del juicio que el Señor de los espíritus ha preparado para aquellos
que no se inclinan ante la ley de la justicia, para aquellos que rechazan el
juicio de la justicia y para aquellos que toman su nombre en vano, ese día
está preparado para los elegidos un pacto, pero para los pecadores castigo.
7 [Ese día se harán salir separados dos
monstruos, unos femenino y otro masculino. El monstruo femenino se llama
Leviatán y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
8 El monstruo masculino se llama Behemoth, se
posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del
jardín que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el
séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó.
9 Le supliqué a otro ángel que me revelara el
poder de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arrojados el
uno al fondo del mar y el otro al suelo seco del desierto.
10 Me dijo: "Hijo de hombre, aquí vas a conocer
los que es un misterio".
11 Me habló otro ángel que iba conmigo, que me
revelaba lo que estaba oculto, el principio y el fin, en lo alto del cielo y
bajo la tierra en lo profundo, en las extremidades del cielo y en sus
cimientos;
12 y en los depósitos de los vientos, cómo los
vientos son divididos, cómo son pesados y cómo en sus puertas los vientos
son registrados de acuerdo con su fuerza; y el poder de la luz de la luna
cómo es el poder que le corresponde; y la diferenciación entre las estrellas
de acuerdo con sus nombres y cómo están subdivididas y clasificadas;
13 y el trueno en los lugares donde retumba y
toda la distinción que es hecha entre los relámpagos para que ellos brillen
y entre sus huestes para que ellas obedezcan rápidamente.
14 El trueno hace pausas mientras espera su
eco. Trueno y relámpago son inseparables, son unidos por medio del espíritu
y no están separados,
15 pues cuando el relámpago resplandece, el
trueno hace oír su voz y el espíritu lo aplaca mientras repica, y distribuye
por igual entre ambos, pues el depósito de sus ecos es como arena y cada uno
de ellos como sus ecos son retenidos con un freno y devueltos por el poder
del espíritu, son impulsados hacia muchas regiones de la tierra.
16 El espíritu del mar es masculino y vigoroso
y según su fuerza lo devuelve con un freno y así es alejado y dispersado
entre todas las montañas de la tierra.
17 El espíritu de la helada es su propio ángel
y el espíritu del granizo es un buen ángel.
18 El espíritu de la nieve la deja caer de sus
por su propia fuerza desde sus depósitos; ella tiene un espíritu especial
que sube de ella como humo y se llama escarcha.
19 El espíritu de la neblina no está unido con
ellos en sus depósito, sino que tiene un depósito propio, ya que su ruta es
maravillosa, tanto en la luz como en la oscuridad, en invierno como en
verano y su mismo depósito es un ángel.
20 El espíritu del rocío habita en los límites
del cielo y está conectado con los depósitos de la lluvia; viaja en invierno
o en verano y su nube y la nube de la neblina están relacionadas y la una da
a la otra.
21 Cuando el espíritu de la lluvia sale del
depósito, los ángeles van, abren el depósito y la dejan salir y cuando ella
se derrama sobre toda la tierra, se une al agua que está sobre la tierra .
22 Porque las aguas son para los que viven
sobre la tierra y son un alimento para la tierra seca, que viene desde el
Más Alto que está en el cielo, por eso hay una medida para la lluvia y los
ángeles se encargan de ella.
23 Estas cosas vi en los alrededores del jardín
de los justos]
24 [y el ángel de paz que estaba conmigo me
dijo: "Esos dos monstruos han sido preparados para el gran día de Dios y son
alimentados a fin de que
25 el
castigo del Señor de los espíritus no caiga en vano sobre ellos, harán morir
los niños con sus madres y los hijos con sus padres y luego tendrá lugar el
juicio acorde con su misericordia y su paciencia.]
Capítulo 61
1 He aquí que en esos días vi como unas cuerdas
largas fueron dadas a esos ángeles y ellos se colocaron alas y volaron hacia
el norte.
2 Le pregunté al ángel diciéndole: "¿Por qué
han tomado esas cuerdas y se han ido?". El me dijo "Se han ido a medir".
3 El ángel que iba conmigo me dijo: "Ellos
llevan a los justos las medidas de los justos y las cuerdas de los justos
para que se apoyen en el nombre del Señor de los espíritus por los siglos de
los siglos.
4 "Los elegidos comenzaron a residir con el
Elegido y esas son las medidas que serán dadas para fe y que fortalecerán la
justicia.
5 "Estas medidas revelarán todos los misterios
de las profundidades de la tierra y los que han sido destruidos por el
desierto o tragados por las fieras o por los peces del mar, esos podrán
regresar sostenidos por el día del Elegido, porque ninguno será destruido
ante el señor de los espíritus, ninguno podrá ser destruido.
6 "Todos los que habitan en lo alto del cielo
han recibido un mandamiento, un poder, una sola voz y una luz como fuego.
7 "A él con sus primeras palabras lo
bendijeron, ensalzaron y alabaron con sabiduría y han sido sabios en la
palabra y el espíritu de vida.
(Hb 5.12)
8 "El Señor de los Espíritus colocó al Elegido
sobre el trono de gloria y el juzgará todas las obras de los santos y sus
acciones serán pesadas en la balanza.
9 "Cuando alce la cara para juzgar sus vidas
secretas según la palabra del nombre del Señor de los espíritus, su sendero
por la vía del juicio justo del Señor de los espíritus, entonces a una sola
voz hablarán, bendecirán, glorificarán, exaltarán y proclamarán santo el
nombre del Señor de los espíritus.
10 "Él convocará a todas las huestes de los
cielos, a todos los santos, a las huestes de Dios, a los Querubines, a los
Serafines, a los Ofanines, a todos los ángeles de poder, a todos los ángeles
de los principados y al Elegido y a los demás poderes sobre la tierra y
sobre el agua.
(Ef 1:21; Cl 1.16; 1P 3:22)
11 Ese día ellos elevarán una sola voz,
bendecirán, alabarán y exaltarán en espíritu de fidelidad, en espíritu de
sabiduría, en espíritu de paciencia, en espíritu de misericordia, en
espíritu de justicia, en espíritu de paz y en espíritu de verdad y dirán a
una sola voz: "Bendito es Él y bendito sea el nombre del Señor de los
espíritus para siempre y por toda la eternidad.
12 "Todos los que no duermen en el cielo alto
le bendecirán; todos los santo que están en el cielo te bendecirán; todos
los elegidos que habitan en el jardín de la vida y todo espíritu de luz que
sea capaz de bendecir, alabar, ensalzar y proclamar santo tu nombre y toda
carne glorificará y bendecirá tu nombre más allá de toda medida por los
siglos de los siglos.
13 "Porque grande es la misericordia del Señor
de los espíritus, Él es paciente y todas sus obras y toda su creación las ha
revelado a los justos y a los elegidos, en nombre del Señor de los espíritus
.
Capítulo 62
1 Así ordenó el Señor a los reyes, a los
poderosos, a los dignatarios y a todos los que viven sobre la tierra,
diciendo: "Abrid los ojos y levantad vuestras frentes por si sois capaces de
reconocer al Elegido".
2 El Señor de los espíritus se sentó en su
trono de gloria, el espíritu de justicia se esparció sobre Él y la palabra
de su boca exterminó a todos los pecadores e injustos y ninguno de ellos
subsistirá frente a Él.
(Ap 19:15)
3 Ese día todos los reyes y los poderosos y los
que dominan la tierra se levantarán, le verán y le reconocerán cuando se
siente sobre el trono de su gloria; la justicia será juzgada ante Él y no se
pronunciará palabra vana frente a Él.
4 El dolor vendrá sobre ellos como a una mujer
en un parto difícil, cuando su hijo viene por la abertura de la pelvis y
sufre para dar a luz.
(Mc 13:8)
5 Se mirarán los unos a los otros
aterrorizados, bajarán la mirada y la pena se apoderará de ellos cuando vean
a este Hijo de Mujer sentarse sobre el trono de su gloria.
(Dn 7:13; Mt 25:31; Mc 14:62)
6 Y los reyes, los poderosos y todos los que
dominan la tierra alabarán, bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo
lo que es secreto.
7 Porque desde el principio el Hijo del Hombre
fue ocultado y el Más Alto lo preservó en medio de su poder y lo reveló a
los elegidos.
8 La asamblea de los elegidos y los santos será
sembrada y todos los elegidos se sostendrán en pie en ese día;
9 pero los reyes, los poderosos, los
dignatarios y los que dominan la tierra caerán ante Él sobre sus rostros,
adorarán y pondrán su esperanza en este Hijo del Hombre, le suplicarán y le
pedirán misericordia.
10 Sin embargo, el Señor de los espíritus los
apremiará para que se apresuren a salir de su presencia, avergonzará sus
caras y las tinieblas se acumularán sobre sus rostros;
(Mt 25:41)
11 Él los entregará a los de castigo para
ejecutar la venganza porque han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
12 Serán un espectáculo para los justos y los
elegidos, quienes se alegrarán a costa de ellos, porque la ira del Señor de
los espíritus cayó sobre ellos y su espada se emborrachó con su sangre.
13 En cambio los justos y los elegidos serán
salvados ese día y nunca más le verán la cara a los pecadores ni a los
injustos.
14 El Señor de los espíritus residirá sobre
ellos y con este Hijo del Hombre comerán, descansarán y se levantarán por
los siglos de los siglos.
15 Los justos y los elegidos se habrán
levantado de la tierra, dejarán de estar cabizbajos y se vestirán con
prendas de gloria.
(1Co 15:53)
16 Tales serán las prendas de vida del Señor de
los espíritus: vuestra ropa no envejecerá y vuestra gloria no terminará ante
el Señor de los espíritus.
(2Co 5:2)
Capítulo 63
1 En esos días los reyes, los poderosos y los
que dominan la tierra suplicarán a los ángeles del castigo, a quienes habrán
sido entregados, para que les den un poco de descanso, y puedan postrarse
ante el Señor de los espíritus, adorarlo y reconocer sus pecados ante Él.
(Lc 16:23-31)
2 Bendecirán y alabarán al Señor de los
espíritus y dirán: "Bendito es el Señor de los espíritus, Señor de reyes,
Señor de los poderosos, Señor de los ricos, Señor de gloria, Señor de
sabiduría;
3 "Sobre todas las cosas secretas es
esplendoroso tu poder de generación en generación y tu gloria por los siglos
de los siglos; profundos e innumerables son tus misterios e inconmensurable
es tu justicia.
4 "Ahora hemos aprendido que debemos alabar y
bendecir al Señor de los reyes pues reina sobre todos los reyes".
(Mt 23:39)
5 Y ellos dirán: "Ojalá hubiera descanso para
glorificar y dar gracias y confesar nuestra fe ante su gloria.
6 "Ahora suspiramos por un pequeño descanso,
pero no lo encontramos, insistimos pero no lo obtenemos; la luz se desvanece
ante nosotros y las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los
siglos.
7 "Porque ante Él no hemos creído ni hemos
alabado el nombre del Señor de los espíritus y en cambio nuestras esperanzas
estuvieron en el cetro de nuestro reinado y en nuestra gloria.
8 "Así, el día de nuestro sufrimiento y
tribulación Él no nos ha salvado y no encontramos tregua para confesar que
nuestro Señor es veraz en todas su obras y su justicia y que en su juicio no
hace acepción de personas.
(Si 42:1; St 2:5-9)
9 "Desaparecemos de su presencia a causa de
nuestras obras y todos nuestros pecados han sido contabilizados justamente."
10 Después ellos se dirán: "Nuestras almas
están llenas de riquezas injustas pero ellas no nos preservan de descender
en medio del peso de la muerte".
(Lc 16:9)
11 Luego, sus rostros estarán llenos de
oscuridad y de vergüenza ante el Hijo del Hombre, serán expulsados de su
presencia y la espada permanecerá frente a sus caras.
(Mt 26:64)
12 Entonces dijo el Señor de los espíritus:
"Tal es la sentencia y el juicio con respecto a los poderosos, los reyes,
los dignatarios y aquellos que dominaron la tierra frente al Señor de los
espíritus".
Capítulo 64
1 Después, vi otras figuras ocultas en ese
lugar.
2 Escuché la voz de un ángel diciendo: "Estos
son los Vigilantes que descendieron sobre la tierra y le revelaron a los
humanos lo que era secreto y los indujeron a pecar".
Capítulo 65
1 [En esos días Noé vio que la tierra estaba
amenazada de ruina y que su destrucción era inminente;
2 y partió de allí y fue hasta los extremos de
la tierra; le gritó fuerte a su abuelo Enoc y le dijo tres veces con voz
amargada: "¡Escúchame, escúchame, escúchame!"
3 Yo le dije: "Dime, ¿Qué es lo que está
pasando sobre la tierra para que sufra tan grave apuro y tiemble? Quizá yo
pereceré con ella".
4 Tras esto hubo una gran sacudida sobre la
tierra y luego una voz se hizo oír desde el cielo y yo caí sobre mi rostro".
5 Y Enoc, mi abuelo vino, se mantuvo cerca de
mí y me dijo: "¿Por qué me has gritado con amargura y llanto?".
6 Después fue expedida un orden desde la
presencia del Señor de los espíritus sobre los que viven en la tierra, para
que se cumpliera su ruina, porque todos han conocido los misterios de los
Vigilantes, toda la violencia de los Satanes, todos sus poderes secretos, el
poder de los maleficios, el poder de los hechiceros y el poder de quienes
funden artículos de metal para toda la tierra:
7 cómo la plata se produce del polvo de la
tierra, cómo el estaño se origina en la tierra,
8 pero el plomo y el bronce no son producidos
por la tierra como la primera, sino que una fuente los produce y hay un
ángel prominente permanece allí.
9 Luego, mi abuelo Enoc me tomó por la mano, me
levantó y me dijo: "Vete, porque le he preguntado al Señor de los espíritus
sobre esta sacudida de la tierra;
10 Él me ha dicho: "Por causa de su injusticia
se ha determinado su juicio y no será detenido por mí nunca porque las
brujerías que ellos han buscado y aprendido, la tierra y los que habitan en
ella, serán destruidos".
11 En cuanto a esos ángeles, no habrá lugar
para su arrepentimiento, porque han revelado lo que era secreto y están
malditos, pero en cuanto a ti, hijo mío, el Señor de los espíritus sabe que
eres puro, y sin culpa ni reproche al respecto de los secretos.
12 "Él ha destinado tu nombre entre los santos y te preservará entre los que
viven sobre la tierra. Él ha destinado tu linaje para la realeza y para
grandes honores y de tu semilla brotará una fuente de justos y de santos
innumerables, por siempre.
Capítulo 66
1 Después me mostró los ángeles de castigo que
estaban listos para venir y desatar la fuerza de las aguas que están debajo
de la tierra.]
2 [y el Señor de los espíritu le mandó a los
ángeles que iban saliendo que no levantaran las aguas sino que las
represarán, ya que estos ángeles estaban encargados de la potencia de las
aguas.]
3 [Y yo me retiré de la presencia de Enoc.]
Capítulo 67
1 [En esos días la palabra del Señor del
universo vino a mí y Él me dijo: "Noé, tu destino ha llegado hasta mí, un
destino sin mancha, un destino de amor y rectitud.
2 "Ahora los ángeles están construyendo una
casa de madera y cuando terminen su tarea, extenderé mi mano sobre ella y la
preservaré y la semilla de vida germinará de ella y se producirá un cambio
para que la tierra no quede desocupada.
3 "Yo consolidaré tu linaje ante mí para
siempre, diseminaré a los que viven contigo y no será estéril, sino será
bendecida y multiplicada sobre la superficie de la tierra en el nombre del
Señor".
4 Él encarcelará a los Vigilantes que han
demostrado injusticia, en este valle ardiente que antes me había mostrado mi
abuelo Enoc en el occidente, cerca de las montañas de oro, plata, hierro,
estaño y plomo.
5 Vi ese valle donde había gran perturbación y
agitación de aguas.
6 Cuando todo esto ocurrió, de aquel ardiente
metal fundido y desde la agitación, en ese lugar se produjo un olor a azufre
y se mezcló con las aguas y ese valle donde estaban los Vigilantes que
habían seducido a la humanidad, arde bajo la tierra.
7 De sus valles salen ríos de fuego donde son
castigados esos Vigilantes que han seducido a quienes habitan sobre la
tierra.
8 Esas aguas servirán en estos días a los
reyes, a los poderosos y a los dignatarios y a aquellos que habitan sobre la
tierra, para salud del cuerpo y para castigo del espíritu, pero su espíritu
está lleno de codicia y su carne será castigada porque han rechazado al
Señor de los espíritus. Serán castigados diariamente y aun así no creerán en
el Señor de los espíritus.
9 Tanto como su cuerpo es quemado severamente ,
se produce un cambio en su espíritu por los siglos de los siglos, porque
nadie profiere una palabra vana ante el Señor de los espíritus.
10 Porque el juicio vendrá sobre ellos a causa
de que ellos creen en el deseo de su carne y rechazan al Espíritu del Señor.
11 En esos días hubo en esas aguas un cambio,
pues cuando los Vigilantes son castigados en ellas las fuentes de agua
cambian de temperatura, y cuando los ángeles suben las aguas se vuelven
frías.]
12 Oí a Miguel hablar y decir: "Este juicio en
el que los Vigilantes son sentenciados es un testimonio para los reyes y los
poderosos que dominan la tierra;
(2P 2:4)
13 porque estas aguas de castigo proporcionan
salud a los cuerpos de los reyes y curan la concupiscencia de su carne, sin
embargo ellos no creen ni ven que esas aguas cambiarán y se convertirán en
fuego que arderá para siempre".
(Mt 3:12)
Capítulo 68
1 [Después de eso, mi abuelo Enoc me dio la
explicación de todos los misterios en un libro y en las parábolas que le
habían sido dadas y él las reunió para mí en las palabras del Libro de las
Parábolas.]
2 Ese día Miguel habló y le dijo a Rafael: "El
poder del Espíritu me transporta y me hace estremecer a causa de la
severidad del juicio por los secretos y del castigo de los ángeles. ¿Quién
podrá soportar la rigurosa sentencia que ha sido ejecutada y frente la cual
ellos se deshacen?".
3 Miguel habló de nuevo y le dijo a Rafael:
"¿Existe alguien cuyo corazón no sea tocado por esto y cuyos riñones no se
turben por esta sentencia proferida contra aquellos que han sido
arrojados?".
4 Pero sucedió que cuando Miguel llegó ante el
Señor de lo espíritus, le dijo a Rafael: "No haré la defensa de ellos a los
ojos del Señor, pues el Señor de los espíritus está furioso con ellos,
porque se comportaron como si fueran el Señor.
5 "Por esto, todo lo que es secreto vendrá
contra ellos por los siglos de los siglos; pues ni ángel ni humano recibirán
su porción, pero ellos han recibido sus sentencia por los siglos de los
siglos".
Capítulo 69
1 Después de este juicio estarán llenos de
estupor y los harán temblar porque ellos han revelado aquello a los humanos
que habitan la tierra.
2 He aquí los nombres de estos Vigilantes:
Shemihaza, quien era el principal y en orden con relación a él, Ar'taqof,
Rama'el, Kokab'el, -'el, Ra'ma'el, Dani'el, Zeq'el, Baraq'el, 'Asa'el,
Harmoni, Matra'el, 'Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el,
Turi'el, Yomi'el, y Yehadi'el.
3 Y los que siguen son los nombres de sus
ángeles, de sus jefes de centenas y cincuentenas.
4 El primero es Yeqon, éste indujo a todos los
hijos del cielo y los hizo descender sobre la tierra y los sedujo con las
hijas de los hombres.
5 El nombre del segundo es Asbe'el, éste dio un
mal consejo a los hijos del cielo y los condujo a corromperse a sí mismos
con las hijas de los hombres.
6 El nombre del tercero es G'adri'el, este
mostró a las hijas de los hombres todas las formas de dar muerte, fue él
quien sedujo a Eva y él es quien enseñó a los hijos de los hombres los
escudos, las corazas, las espadas de combate y todas las armas de muerte;
7 desde su mano ellos han procedido en contra
de quienes viven en la tierra desde ese día y por todas las generaciones.
8 El nombre del cuarto es Panamu'el, éste
mostró a los hijos de los hombres lo amargo y lo dulce y les reveló todos
los secretos de su sabiduría:
9 les enseñó a los humanos a escribir con tinta
y papiros y son muchos los que se han descarriado a causa de ello, desde el
comienzo hasta este día.
10 Porque los hombres no han sido traídos al
mundo con el propósito de afianzar su creencia en la tinta y el papel,
11 sino que los humanos han sido creados con la
intención de que vivieran puros y justos para que la muerte que todo lo
destruye no pudiera alcanzarles. Pero por culpa de este conocimiento suyo,
el poder de ella me devora.
12 El nombre del quinto es K'asdeya'el, este
mostró a los hijos de los hombres todas la plagas de los espíritus y los
demonios: la plaga de embrión en el vientre para que aborte, la mordedura de
serpiente, la plaga que sobreviene con el calor de mediodía, el hijo de la
serpiente cuyo nombre es Taba'et.
13 Esta es la tarea de K'asbe'el, mostró a los
santos el jefe del juramento, cuyo nombre es B'iq'a.
14 Éste pidió a Miguel que le revelase el
nombre secreto para que el lo mencionara en el juramento, porque aquellos
que han revelado a los hijos de los hombres todo lo que es secreto, tiemblan
ante este nombre.
15 He aquí que el poder de este juramento es
fuerte y poderos y Él dispuso este juramento Aka'e, en la mano de Miguel.
16 Estos son los secretos de este juramento:
ellos son fuertes en su juramento y el cielo fue suspendido antes de que el
mundo fuera creado;
17 por ello la tierra ha sido cimentada sobre
el agua y desde lo más recóndito de las montañas provienen aguas hermosas,
desde la creación del mundo hasta la eternidad;
18 debido a este juramento el mar ha sido
creado y para su cimiento en el tiempo de la cólera Él le ha dado arena y
ella no se atreve a irse más allá desde la creación del mundo hasta la
eternidad;
19 por este juramento las profundidades son
firmes y estables y no se mueven de su sitio, desde la eternidad hasta la
eternidad;
20 por este juramento el sol y la luna cumplen
su ruta sin desobedecer sus leyes, desde la eternidad hasta la eternidad;
21 por este juramente las estrellas siguen su
curso, Él las llama por su nombre y ellas le responden, desde la eternidad
hasta la eternidad.
22 [De igual forma los espíritus del agua, de
los vientos y de todas las brisas desde todas las regiones de la tierra.
23 Allí son preservadas la voz del trueno y la
luz del relámpago y allí son preservados los depósitos del granizo, la
escarcha, la nieve la lluvia y el rocío.
24 Todos estos son fieles y dan gracias ante el
Señor de los espíritus y le alaban con todas sus fuerzas y su alimento está
en toda acción de gracias y agradecen, alaban y ensalzan el nombre del Señor
de los espíritus por los siglos de los siglos.]
25 Este juramento es poderoso y a través de él,
sus senderos son preservados y su curso no será destruido.
26 Y hubo gran alegría entre ellos, bendijeron
alabaron y ensalzaron al Señor, porque les ha sido revelado el nombre de
este Hijo del Hombre.
27 El se sentó sobre el trono de su gloria y la
suma del juicio le ha sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que los
pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra;
28 y los que han descarriado al mundo serán
atados con cadenas y en el lugar donde habían sido reunidos para la
destrucción serán encarcelados y todas sus obras desaparecerán de la faz de
la tierra.
(Ap 20:1-3)
29 A partir de entonces nada se corromperá,
porque este Hijo del Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su
gloria, toda maldad se alejará de su presencia y la palabra de este Hijo del
Hombre saldrá y se fortalecerá ante el Señor de los espíritus. Esta es la
tercera parábola de Enoc.
Capítulo 70
1 Y sucedió después esto: que su nombre fue
elevado en vida, arriba hacia este Hijo del Hombre y hacia el Señor de los
espíritus, lejos de los que viven en la tierra;
(Gn 5:24; Si 44:16; Sb 4:10-11; Hb 11:5)
2 y fue elevado sobre el carro del espíritu y
el nombre desapareció de entre ellos.
3 Desde ese día no fui contado más entre ellos
y Él me hizo sentar entre dos regiones, entre el norte y el occidente, allí
donde los ángeles habían tomado cuerdas para medir para mí el lugar para los
elegidos y los justos.
4 Allí vi a los primeros padres y a los justos
que desde el comienzo habitan en ese lugar.
Capítulo 71
1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue
trasladado y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban
sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el
cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego
brillaba como el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de los
espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha,
me levantó y me condujo dentro de toso los misterios y me reveló los
secretos de los justos;
(Dn 12:1)
4 me reveló los secretos de los límites del
cielo y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias, por donde
nacen en presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de
los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre esos
cristales, lenguas de fuego vivo.
(Ac 2:34)
6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de
fuego esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes de fuego vivo.
(Ap 21:11)
7 Al rededor de ella había Serafines,
Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono de su
gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles,
miríadas y miríadas rodeando esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una
multitud de santos incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su
cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.
11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó,
mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y
bendije, alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca
fuero consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel,
Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo:
"Este es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la
justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará".
(Dn 7:13; Za 6:12)
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en
nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la
creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la
eternidad.
(Is 9:5)
16 Todo andará por su camino y mientras, la
justicia no lo abandonará jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él
no será separada nunca ni por toda la eternidad.
(Sal 85:11-14)
17 Serán muchos días con este Retoño del Hombre
y la paz y el camino correcto será para los justos en nombre del señor de
los espíritus, eternamente.
(Is 11:1; 53:2; 60:21)
Libro sobre el Movimiento de las Luminarias
Celestiales [Astronómico]
Capítulo 72
1 El Libro del Movimiento de la Luminarias
Celestiales, las relaciones entre ellas, de acuerdo con su clase, su dominio
y su estación, cada una según su nombre y el sitio de su salida y según sus
meses, las cuales Uriel, el santo ángel que estaba conmigo y que es su guía,
me mostró y me reveló todas sus leyes exactamente como son y como se
observan todos los años del mundo, hasta la eternidad, hasta que se complete
la nueva creación que durará hasta la eternidad.
2 Esta es la primera ley de las luminarias, la
luminaria del sol, que tiene su nacimiento en las puertas orientales del
cielo y su puesta en las puertas occidentales del cielo.
3 Vi seis puertas donde el sol nace y seis
puertas donde el sol se oculta, y la luna nace y se oculta por esas puertas,
así como los líderes de las estrellas y quienes los guían a ellos. Son seis
puertas al oriente y seis al occidente, una tras la otra en riguroso orden y
además muchas ventanas a la derecha y a la izquierda de esas puertas.
4 Primero allí aparecía la gran luminaria cuyo
nombre es el sol y cuya circunferencia es como la circunferencia del cielo y
está totalmente lleno de un fuego que alumbra y abrasa.
5 El viento lleva el carro en el que él
asciende y el sol se oculta y retorna a través del norte para regresar al
oriente y es conducido para que entre por esa puerta y brille en la faz del
cielo.
6 En esta forma nace en el primer mes por la
gran puerta que es la cuarta.
7 En esta cuarta puerta por la cual el sol nace
el primer mes hay doce ventanas abiertas de las cuales procede una llama
cuando están abiertas en su estación.
8 Cuando el sol nace viene desde esa cuarta
puerta por treinta mañanas seguidas y se pone exactamente por la cuarta
puerta en el occidente del cielo.
9 Durante este período cada día llega a ser más
largo que el anterior y cada noche llega a ser más corta que la anterior:
10 En ese momento el día se ha alargado en una
novena parte a costa de la noche: el día equivale a diez partes y la noche
exactamente a ocho partes.
11 El sol nace por esa cuarta puerta y se pone
por la cuarta y vuelve a la quinta puerta oriental a las treinta mañanas y
nace por la quinta puerta y se pone por la quinta puerta.
12 Entonces el día se ha alargado en dos partes
y es de once partes y la noche es más corta y es de siete partes.
13 Y retorna al oriente y entra en la sexta
puerta y nace; y se oculta por la sexta puerta durante treinta y una
mañanas, por cuenta de su signo.
14 En ese momento el día es más largo que la
noche, el día llega a ser el doble de la noche y equivale a doce partes y la
noche es acortada y equivale a seis partes.
15 Entonces el sol se eleva para acortar el día
y alargar la noche y el sol regresa al oriente para entrar por la sexta
puerta y nace por ella, y se pone, durante treinta mañanas.
16 Y cuando las treinta mañanas han pasado el
sol ha disminuido en una parte exactamente y equivale a once partes y la
noche a siete.
17 El sol sale del occidente por esa sexta
puerta y va al oriente y nace por la quinta puerta durante treinta mañanas y
se pone en el occidente, de nuevo por la quinta puerta.
18 En ese momento el día disminuye en otra
parte y equivale a diez partes y la noche a ocho.
19 El sol va desde esa quinta puerta y se
oculta por la quinta puerta del occidente y nace por la cuarta puerta
durante treinta y un mañanas a causa de su signo y se oculta por el
occidente.
20 En ese momento el día es igual a la noche,
llegan a ser equivalentes: la noche tiene nueve partes y el día nueve
partes.
21 El sol que nace por esa puerta y se oculta
por el occidente, , nace por la tercera puerta por treinta mañanas y se pone
al occidente por la tercera puerta.
22 En ese momento la noche es más larga que el
día y que las noches anteriores y cada día es más corto que el día anterior
hasta la trigésima mañana; la noche equivale exactamente a diez partes y el
día a ocho.
23 El sol que nace por aquella tercera puerta y
se pone por la tercera puerta en el occidente, regresa para salir por el
oriente y nace por la segunda puerta durante treinta mañanas y así mismo se
pone por la segunda puerta al occidente del cielo.
24 En ese momento la noche equivale a once
partes y el día a siete.
25 El sol que sale durante ese período por esa
segunda puerta y se pone al occidente por la segunda puerta, vuelve al
oriente por la primera puerta durante treinta y una mañanas y se oculta por
la primera puerta al occidente del cielo.
26 En ese momento la noche se ha alargado hasta
llegar a ser dos veces el día: la noche equivale exactamente a doce partes y
el día a seis.
27 El sol que ha recorrido las secciones de sus
órbitas, vuelve de nuevo sobre ellas y entra por cada una de sus puertas
durante treinta mañanas y se pone al occidente por la opuesta.
28 Entonces la noche disminuye una parte su
duración y la noche equivale a once partes y el día a siete.
29 El sol ha regresado y ha entrado por la
segunda puerta del oriente y retorna por las secciones de su órbita durante
treinta mañanas naciendo y ocultándose.
30 En ese momento la duración de la noche
disminuye y equivale a diez partes y el día a ocho.
31 Entonces el sol nace por la segunda puerta y
se pone por el occidente y vuelve al oriente y nace por la tercera puerta
durante treinta y una mañana y se pone al occidente del cielo.
32 En ese momento la noche se ha acortado y
equivale a nueve partes y el día equivale a nueve partes, la noche es igual
al día y el año tiene exactamente trescientos sesenta y cuatro días.
(Jubileos 6:32)
33 La duración del día y de la noche y el
acortamiento del día o de la noche, son señaladas por el recorrido del sol.
34 Así en ese recorrido el día se alarga y la
noche se acorta.
35 Ésta es la ley del recorrido del sol y su
retorno, según la cual el vuelve y nace sesenta veces, así la gran luminaria
que se llama sol, por los siglos de los siglos.
36 La que se levanta es la gran luminaria,
nombrada según su propia apariencia, como lo ha ordenado el Señor.
37 Así como nace se oculta, sin decrecer ni
descansar, sino recorriendo día y noche; y su luz brilla siete veces más que
la de la luna, aunque al observarlos a ambos tengan igual tamaño.
Capítulo 73
1 Después de esta ley, vi otra ley, que trata
sobre la pequeña luminaria, cuyo nombre es luna.
2 Su circunferencia es como la circunferencia
del cielo y el carro en el cual monta y la luz le es dada con mesura;
3 y cada mes su nacimiento y su puesta se
modifican; sus días son como los días del sol y cuando su luz es plena, es
la séptima parte de la luz del sol.
4 Así nace: en su primera fase nace del lado
del oriente el trigésimo día y en la época en que ella aparece es para
vosotros el principio del mes sobre el trigésimo día, simultáneamente cuando
el sol está en la puerta por la cual nace.
5 Es visible en la mitad de la séptima parte;
toda su circunferencia está vacía sin luz, con excepción de medio séptimo,
la catorceava parte de su luz.
6 Y cuando recibe medio séptimo de su luz, su
luz se incrementa la mitad de la séptima parte de ella.
7 Se pone con el sol y cuando el sol nace la
luna nace con él y recibe la mitad de una séptima parte de luz y en esa
noche, en el comienzo de su mañana, la luna se oculta con el sol y es
invisible esa noche en sus catorceavo o en el medio séptimo.
8 Ella nace en ese momento exactamente con una
séptima parte y sale y se inclina hacia el nacimiento del sol y en el resto
de sus días llega a brillar en las otras trece partes.
Capítulo 74
1 He visto otra ruta, una ley para ella, cómo
por medio de esta ley se cumple el movimiento de sus meses.
2 Todo esto me lo mostró Uriel, el ángel santo
que el el líder de todos ellos, anotó su posición tal y como él me la ha
revelado y anotó sus meses tal y como son y el aspecto de su luz hasta que
se cumplan quince días.
3 En cada séptima parte ella cumple su luz al
oriente y en cada séptima parte ella cumple su oscuridad al occidente.
4 En ciertos meses ella altera sus puestas y en
ciertos meses ella sigue su propio curso.
5 Son dos los meses en que la luna se oculta
con el sol, por las dos puertas que está en la mitad, la tercera y la
cuarta.
6 Ella sale por siete días, vira y retorna por
la puerta por donde sale el sol.
7 Cuando el sol sale por la séptima puerta,
ella sale por siete días, hasta que nace por la quinta y vira y regresa de
nuevo durante siete día por la cuarta puerta, completa toda su luz, se aleja
y entra por la primera puerta durante ocho días.
8 Ella retorna durante siete días por la cuarta
puerta por la que sale el sol.
9 Así he visto su posición, cómo la luna sale y
el sol se pone durante esos días.
10 Si añadimos cinco años el sol tiene un
excedente de treinta días y todos los días que suma uno de estos cinco años
al completarse, son trescientos sesenta y cuatro días.
11 El excedente del sol y las estrellas llega a
seis día, en cinco años de a seis días por año son treinta días y a la luna
le faltan treinta días con respecto al sol y las estrellas.
12 El sol y las estrellas llevan completo el
año exactamente, tanto que ellos no adelantan ni retroceden su posición ni
un sólo día por toda la eternidad y completan los años con perfecta justicia
cada trescientos sesenta y cuatro días.
13 En tres años hay mil noventa y dos días, en
cinco años, mil ochocientos veinte días y en ocho años dos mil novecientos
doce días.
14 Pero para la luna sola sus días en tres años
llegan a mil sesenta y dos y a los cinco años le faltan cincuenta días,
15 Ella tiene en cinco años mil setecientos
setenta días y así hay para la luna durante ocho años, dos mil ochocientos
treinta y dos días.
16 A los ocho años le faltan ochenta días.
17 El año se cumple regularmente según las
estaciones del mundo y la posición del sol, que sale por las puertas por las
cuales nace y se oculta durante treinta días.
Capítulo 75
1 Los jefes de las cabezas de mil que están
encargados de toda la creación y de todas las estrellas tienen qué hacer con
los cuatro días intercalados, siendo inseparables de su obra de acuerdo con
el cómputo del año, tienen que prestar servicio durante cuatro días que no
son contabilizados.
2 Por esta causa los hombres se equivocan pues
estas luminarias prestan servicio exactamente a las estaciones del mundo,
una por la primera puerta , otra por la tercera, otra por la cuarta y otra
por la sexta puerta y la armonía del mundo se cumple en trescientos sesenta
y cuatro estaciones.
3 Porque los signos, los tiempos, los años y
los días me los mostró Uriel, el Vigilante a quien el Señor de gloria ha
encargado de todas las luminarias del cielo y en el mundo, para que reinen
sobre la faz del cielo, sean vistas desde la tierra y sean las guías del día
y de la noche, así el sol la luna, las estrellas y todas las criaturas
auxiliares que recorren sus órbitas en los carros del cielo.
4 De la misma forma Uriel me mostró doce
puertas abiertas en el recorrido de los carros del sol en los cielos; por
ellas salen los rayos del sol y se expande el calor sobre la tierra cuando
están abiertas en las estaciones que le son asignadas.
5 [Ellas sirven también para los viento y el
espíritu del rocío cuando están abiertas en los límites de los cielos.]
6 Son doce las puertas del cielo en los
confines de la tierra, de las cuales salen el sol, la luna, las estrellas y
toda creación en el cielo al oriente y al occidente;
7 y hay numerosas ventanas abiertas a su
derecha y a su izquierda y cada ventana esparce calor en su estación; ellas
corresponde a esas puertas por las que salen las estrellas y se ocultan de
acuerdo con su número, según lo ha mandado Él.
8 He visto en los cielos carros que recorren el
mundo por encima de esas puertas y en ellos ruedan las estrellas que no se
ocultan.
9 Hay uno más grande que todos, que le da la
vuelta al mundo entero.
Capítulo 76
1 En los límites de la tierra he visto doce
puertas abiertas para todas las regiones; por ellas salen los vientos y
desde ellas soplan sobre la tierra.
2 Tres de ellas están abiertas sobre la faz del
cielo, tres al occidente, tres a la derecha del cielo y tres a la izquierda.
3 Las tres primeras son las que están al
oriente, las tres siguientes al al sur, las tres siguientes al norte y las
tres siguientes al occidente.
4 Por cuatro de ellas salen los vientos que son
para la curación de la tierra y para su vivificación, y por ocho salen los
vientos perjudiciales que cuando son enviados destruyen toda la tierra, las
aguas y todo lo que hay en ellas, lo que crece, florece o repta, tanto en
las aguas como en la tierra seca y todo lo que vive en ella.
5 Primero sale el viento del oriente por la
primera puerta oriental y se inclina hacia el sur. Por allí sale la
destrucción, la sequía, el calor y la desolación
6 Por la segunda puerta, la del medio, sale el
viento del Este-Este: la lluvia, los frutos, la reanimación y el rocío. Por
la tercera puerta sale el viento del nororiente que está cerca del viento
del norte: frío y sequía.
7 Detrás de ellos, por las tres puertas que
están al sur de los cielos, sale en primer lugar por la primera puerta un
viento del sur que está al sur y al oriente un viento de calor.
8 Por la segunda puerta sale un viento del sur
al que llaman sur: rocío, lluvia, bienestar, reanimación.
9 Por la tercera puerta sale un viento del
suroccidente: rocío, lluvia, langosta y destrucción.
10 Tras este, sale un viento norte que viene de
la séptima puerta, hacia el oriente, con rocío, lluvia, langostas y
desolación.
11 De la puerta del medio sale directamente un
viento con salud, lluvia, rocío y prosperidad. Por la tercera puerta, la que
se inclina al occidente, viene un viento con nubes, escarcha, nieve, lluvia,
rocío y langostas.
12 Después de estos están los vientos del
occidente. Por la primera puerta, que está inclinada hacia el norte, sale un
viento con rocío, escarcha, frío, nieve y helada.
13 Por la puerta de en medio sale un viento con
rocío, lluvia, prosperidad y bendición. A través de la última puerta, la que
se inclina al sur, sale un viento con carestía, ruina, quema y desolación.
14 Se acabaron las doce puertas de los cuatro
puntos cardinales del cielo. Te he enseñado su explicación completa ¡Oh,
hijo mío, Matusalén!.
Capítulo 77
1 Al oriente lo llaman este porque es el
primero; al sur lo llaman mediodía porque allí habita el Grande y en Él
reside el Bendito por siempre.
2 Al gran punto cardinal lo llaman poniente
porque allí van las estrellas del cielo, por allí se ponen y por allí se
ocultan, por eso lo llaman poniente.
3 Al norte lo llaman norte porque en el se
esconden, se reúnen y se vuelven todos los astros del cielo y se dirigen
hacia el oriente de los cielos. Al oriente lo llaman levante porque desde
allí se alzan los cuerpos celestes y desde allí se levantan. Vi tres
secciones de la tierra: una para que en ella habiten los hijos de los
hombres, otra para todos los mares y los ríos y otra para Los Siete y para
el Paraíso de Justicia.
4 Vi siete montañas más altas que todas las
montañas que hay sobre la tierra, la nieve las cubre y de ellas vienen los
días , las estaciones y los años.
5 Vi siete ríos sobre la tierra, más grandes
que todos los ríos, uno de los cuales viene del occidente y sus aguas
desembocan en el Gran Mar.
6 Otros dos vienen desde el norte hacia el mar
y sus aguas desembocan en el Mar de Eritrea.
7 Los otros cuatro salen del lado del norte
cada uno hacia su respectivo mar: dos de ellos hacia el Mar de Eritrea y dos
dentro del Gran Mar.
8 Vi siete grandes islas en el mar y el
continente, dos hacia el continente y cinco en alta mar.
Capítulo 78
1 [Los nombres del sol son los siguientes: el
primero es Oranyes y el segundo Tomás;
2 y la luna tiene cuatro nombres: el primero es
Asonya, el segundo Ebela, el tercero Benase y el cuarto Era'el.]
3 Estas son las dos grandes luminarias, su
circunferencia es como la circunferencia del cielo y la talla de sus dos
circunferencias es similar.
4 Dentro de la circunferencia del sol hay siete
partes de luz que le son añadidas de más con respecto a la luna y con
completa mesura le es transferida a ella hasta la séptima parte extraída al
sol.
5 Ellas se ponen y entran por las puertas del
occidente, hacen su viraje por el norte y vuelven por las puertas del
oriente sobre la faz del cielo.
6 Cuando la luna se levanta, la mitad de un
séptimo de su luz brilla en los cielos para aparecer sobre la tierra y se
completa de día en día, hasta el día catorce cuando toda su luz está
completa.
7 Su luz crece por quinceavos y se completa de
día en día hasta el día quince, en el cual toda su luz está completa, según
el signo de los años. La luna crece y realiza sus fases de a medios
séptimos.
8 En su fase menguante la luna disminuye su
luz: el primer día un catorceavo; el segundo, un treceavo; el tercero, un
doceavo; el cuarto, un onceavo; el quinto, un décimo; el sexto, un noveno;
el séptimo, un octavo; el octavo, un sétimo; el noveno, un sexto; el décimo,
un quinto; el undécimo, un cuarto; el duodécimo, un tercio; el treceavo, un
medio; el catorceavo la mitad de un séptimo; hasta que el quinceavo
desaparece todo remanente de luz.
9 En ciertos meses tiene veintinueve días y
otras veces veintiocho días.
10 Y Uriel me enseñó otro cálculo, habiéndome
mostrado cuando la luz es transferida a la luna y sobre cual lado se la
transfiere el sol.
11 Durante toda la fase creciente de la luna,
se transfiere su luz frente al sol durante catorce días hasta que se ilumina
toda y su luz es completa en el cielo.
12 El primer día es llamada luna nueva, porque
desde ese día su luz crece.
13 Llega a ser luna llena exactamente en el
momento en que el sol se oculta por el occidente y ella asciende desde el
oriente por la noche y la luna brilla durante toda la noche, hasta que el
sol nace frente a ella y la luna es observada frente al sol.
14 Por el lado por que la luz de la luna llega,
por ahí decrece de nuevo, hasta que toda su luz desaparece, los días del mes
se completan y su circunferencia está vacía, sin luz.
15 Por tres meses ella sale de treinta días y
en su tiempo ella sale por tres meses de veintinueve días cada uno, en los
cuales ella cumple su menguante en el primer período de tiempo y en el
primer portal, por cinto setenta y siete días.
16 En el tiempo de su nacimiento ella aparece
por tres meses de treinta días cada uno y por tres meses aparece veintinueve
días cada uno.
17 En la noche ella aparece por veinte días
cada mes.
Capítulo 79
1 Hijo mío: ya te he enseñado todo y la ley de
todas las estrellas de los cielos ha concluido.
2 Me ha enseñado todas su leyes para todos los
días, para todas las estaciones imperantes, para todos los años y su
finalización, para el orden prescrito para todos los meses y todas las
semanas, por veinte días cada mes;
3 y el menguante de la luna que comienza a
través de la sexta puerta en la cual se completa su luz,
4 que ocurre en el primer portal en su tiempo y
se completa a los ciento setenta y siete días o contado en semanas,
veinticinco semanas y dos días.
5 Ella se atrasa exactamente cinco días en el
curso de un período, con respecto del sol y del orden de las estrellas y al
ocurrir esto es corregida. Parece como la imagen de una visión cuando su luz
se atrasa.
6 Cuando ella se encuentra en su plenitud, en
la noche esta visión parece como un hombre, en la noche aparece como la
imagen del sol en el cielo y no hay nada más en ella, salvo su luz. Tal es
la visión y la imagen de todas las luminarias, que me mostró Uriel, el gran
ángel.
Capítulo 80
1 En esos días Uriel me dirigió la palabra y me
dijo: "Mirad que te he revelado todo, Enoc, te he enseñado todo para que
pudieras ver este sol, esta luna, las guías de las estrellas de los cielos y
todos aquellos que las hacen recorrer y sus tareas, tiempos y salidas.
2 En los días de los pecadores los años serán
acortados y su semilla llegará tarde a sus tierras y campos; todas las cosas
sobre la tierra se alterarán y no saldrán a su debido tiempo; la lluvia será
retenida y los cielos la retendrán.
3 En esa época los frutos de la tierra serán
retenidos, no crecerán a tiempo los frutos de los árboles, serán retardados;
4 la luna alterará su orden y no aparecerá a su
debido tiempo
5 [En esos días el sol será visto [en el cielo
ardiente extendiendo la esterilidad y] viajará por la noche sobre el límite
del gran carro del occidente] y brillará más que lo que corresponde al orden
de su luz.
6 Muchas guías de las estrellas trasgredirán el
orden, alterarán sus órbitas y tareas y no aparecerán en el momento
prescrito para ellas.
7 Todas las leyes de las estrellas serán
ocultadas a los pecadores; los pensamientos de quienes viven sobre la tierra
estarán errados al respecto y ellos equivocarán sus caminos y tendrán a las
estrellas como dioses.
(Sb 13:2; Ro 1:25)
8 El mal se multiplicará sobre ellos y el
castigo contra ellos llegará para aniquilarlos a todos.
Proyecto Salón Hogar &
Héctor A. García 2005 © Todos los Derechos Reservados |