El Libro de Enoc
Referencias a
Enoc se encuentran en múltiples versículos del Nuevo Testamento (v.g. Mt
3:12, 5:4-12, 11:28, 13:31-32, 24:14, 27, 26:64; Mc 13:10,26, 14:21,62; Lc
1:52, 2:14, 6:24, 9:35, 16:13, 23-31, 24:36; Jn 3:20; Co 6:3; Ef 3:18;5:13;
Flp 1:18; 2Ts 2:2; Hb 11:5; 1P 3:14; Ap 3:17, 6:10, 8:2, 12:16, 16:14,
19:19, 20:1-3, 21:23-24).
Capitulos
del 1 al 40
Capítulos del 41 al
80 Capitulos
81 al 108
Capítulos del 81 al 108
Capítulo 81
1 Me dijo: "Mira Enoc estas tablillas celestiales, lee lo que está
escrito allí y señala cada dato".
2 Miré las tablillas celestiales y leí todo lo que estaba escrito y lo
comprendí todo; leí el libro de todas las acciones de la humanidad y de
todos los hijos de la carne que están sobre la tierra, hasta las
generaciones remotas.
3 En seguida bendije al gran Señor, Rey de Gloria por la eternidad,
porque ha hecho todas las criaturas del universo y alabé al Señor por su
paciencia y le bendije por los hijos de Adán.
4 Entonces dije: Bienaventurado el hombre que muera en justicia y bondad
y contra el cual no se haya escrito un libro de injusticia ni se encuentre
uno el día del juicio .
(Sal 1:1; Dn 7:10)
5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente al
portón de mi casa y me dijeron: "Da a conocer todo a Matusalén tu hijo;
enseña a todos sus hijos que ningún ser de carne es justo ante el Señor,
porque Él es su Creador.
(job 9:2; Sal 14:1)
6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus instrucciones,
para que enseñes a tus hijo, escribir para ellos lo que has visto y lo
testifiques a todos tus hijos; luego, en el segundo año se te separará de
ellos.
7 "Que tu corazón sea fuerte porque los buenos anunciarán la justicia a
los buenos, los justos con los justos se alegrarán y se felicitarán el uno
al otro.
8 "En cambio el pecador morirá con el pecador y el apóstata se hundirá
con el apóstata.
9 "Los que practican la justicia morirán por obra de los hombres y serán
llevados a causa de las acciones de los malvados".
(2R 22:20; Is 57:1)
10 En esos días terminaron de hablarme y yo regresé con mi gente,
bendiciendo al Señor del universo.
Capítulo 82
1 Hijo mío, Matusalén, ahora te estoy contando y escribiendo todas estas
cosas; te he manifestado todo y te he dado los libros concernientes a ellas;
preserva hijo mío, Matusalén, el libro de la mano de tu padre y entrégalo a
las generaciones del mundo.
2 Te he dado sabiduría a ti y a tus hijos para que ellos la entreguen a
sus hijos por generaciones, sabiduría que está por encima de sus
pensamientos.
3 Aquellos que la comprendan no dormirán, sino que prestarán oído para
que puedan aprender esta sabiduría y a quienes la coman, ella le gustará más
que un alimento exquisito.
4 Dichosos todos los justos; dichosos todos los que caminan por el camino
de la justicia y que no pecan como los pecadores en el cálculo de los días:
cuando el sol recorre los cielos, entra y sale por cada puerta durante
treinta días, junto con los jefes de millar de la especie de las estrellas,
añadiendo los cuatro días que son intercalados para separar las cuatro
partes del año, las cuales los guían y entran con ellas cuatro días.
(Dn 7:25)
5 Debido a ello los hombres se equivocan y no los cuentan dentro del
cómputo completo del año, están en el error y no lo reconocen debidamente,
6 porque ellos están incluidos en el cómputo de los años y están
verdaderamente asignados para siempre, uno a la primera puerta, otro a la
tercera, otro a la cuarta y otro a la sexta y el año está completo en
trescientos sesenta y cuatro días.
7 El cómputo de ellos es correcto y la cuenta registrada de ellos exacta,
de las luminarias, meses, fiestas, años y días; me lo ha mostrado y revelado
Uriel a quien es Señor de la creación del mundo ha subordinado las huestes
de los cielos.
8 Él tiene poder sobre la noche y sobre el día, para hacer brillar la luz
sobre los humanos: el sol, la luna , las estrellas y todas las potencias de
los cielos que giran sobre sus órbitas.
9 Esta es la ley de las estrellas con relación a sus constelaciones, sus
lunas nuevas y sus signos.
10 Estos son los nombres de quienes las guían, de quienes vigilan que
entren en su tiempo, en orden en su estación, su mes, en su período, con su
potencia y en su posición.
11 Sus cuatro guías, quienes dividen las cuatro partes del año, entran
primero, enseguida los doce jefes de la clase que separan los meses y por
los trescientos sesenta días están los jefes de millar, dividiendo los días,
y por los cuatro que son intercalados, están quienes como guías dividen las
cuatro partes del año.
12 Los jefes de millar están intercalados entre guía y guía, cada unto
tras una estación, las que sus guías separan.
13 Estos son los nombres de los guías que separan las cuatro partes del
año que han sido fijadas: Melki'el, Helimmel'ek, M'elay'el y Nar'el.
14 Y los nombres de quienes los conducen: Adn'ar'el, Idyasusa'el e 'Ilume'el;
estos tres son los que siguen a los jefes de clases de las estrellas y hay
otro que viene detrás de los tres jéfes de clases que siguen a los guías de
las estaciones que separan las cuatro estaciones del año.
15 Al principio del año se levanta primero Melki'el, quien es llamado
Tamaini y "sol", y todos los días de su gobierno, sobre los cuales él domina,
son noventa y un días.
16 he aquí los signos de los días que aparecen sobre la tierra durante el
tiempo de su dominio: calor, sudor y calma; todos los árboles producen
frutos y las hojas crecen sobre ellos; la mies del trigo; la rosa florece,
pero los árboles de invierno llega a secarse.
17 Estos son los nombres de los líderes que están sobre ellos: Berkai'el,
Zalbesa'el y el otro que se añade, un jefe de millar llamado Hiluyasef, con
el cual terminan los días de su dominio.
18 El siguiente guía es Helimmel'ek, llamado "sol brillante" y el total
de días de su luz es de noventa y un días.
19 Estos son los signos de sus días, sobre la tierra: ardiente calor y
sequedad; maduran los frutos de los árboles, que producen todos sus frutos
maduros y a punto; las ovejas se aparean y conciben; se cosechan todos los
frutos de la tierra, todo lo que hay en el campo y se prensa el vino; esto
ocurre en los días de su dominio.
20 Estos son los nombres de los jefes de millar: Gidaya'el, Ke'el, He'el
y se les añade Asfa'el durante el cual su dominio termina.
Libro de los Sueños
Capítulo 83
1 Ahora, Matusalén, hijo mío, te manifestaré todas las visiones que he
tenido y las recapitularé ante ti.
2 Tuve dos visiones antes de casarme, la una bastante diferente de la
otra: la primera cuando aprendía a escribir y la segunda antes de tomar a tu
madre. Tuve una visión terrible y al observarla oré al Señor.
3 Yo estaba acostado en la casa de mi abuelo Mahalalel y vi en una visión
cómo el cielo colapsaba, se soltaba y caía sobre la tierra.
4 Cuando cayó sobre la tierra, vi la tierra devorada por un gran abismo,
montañas suspendidas sobre montañas, colinas abatidas sobre colinas y los
grandes árboles separados de sus troncos, arrojados y hundidos en el abismo.
5 Por eso una cayó dentro de mi boca y alcé mi voz para gritar y dije:
"¡La tierra está destruida"!.
6 Entonces mi abuelo Mahalalel me despertó, pues yo estaba acostado cerca
de él; me dijo: "¿Por qué gritas así hijo mío, por qué profieres semejante
lamento?".
7 Le conté toda la visión que había tenido y me dijo: "Así como tú has
visto una cosa terrible, hijo mío, ya que es terrible la visión de tu sueño
sobre los misterios de todos los pecados de la tierra, así la tierra está a
punto de ser devorada por el abismo y aniquilada por una gran destrucción.
8 "Ahora, hijo mío, levántate y ruega al Señor de gloria, ya que tú eres
fiel, para que para que permanezca un resto sobre la tierra y que Él no
aniquile completamente la tierra.
9 "Hijo mío, desde el cielo vendrá todo eso sobre la tierra y sobre la
tierra habrá una gran ruina".
10 Después de que me levanté, oré, imploré y supliqué, y escribí mi
oración para las generaciones del mundo; y te mostraré todas estas cosas a
ti Matusalén, hijo mío.
11 Cuando bajé, miré al cielo y vi al sol salir por el oriente y a la
luna ocultarse por el occidente y a algunas estrellas y a la totalidad de la
tierra y todas las cosas que Él ha creado desde el principio; entonces
bendije al Señor del juicio y lo ensalcé porque Él hace salir el sol por las
ventanas del oriente, de manera que ascienda y brille en la faz del cielo y
vaya y se mantenga por el camino que Él le ha señalado.
Capítulo 84
1 Levanté mis manos en justicia y bendije al Santo y al grande y hablé
con el aliento de mi boca y con la lengua de carne que Dios ha hecho para
los hijos de carne del hombre, para que la utilicen al hablar, y les ha dado
un aliento, una lengua y una boca para que hablen con ellas.
2 "Bendito seas, oh Señor, Rey grande y poderoso en tu grandeza, Rey de
reyes, Señor de todo el universo. Tu poder, reinado y grandeza permanecen
para siempre; tu dominio por todas las generaciones; los cielos son tu trono
eterno y la tierra el escabel de tus pies por los siglos de los siglos.
3 "Porque eres tú quien ha creado y quien gobierna todas las cosas, no
hay obra que sea difícil para ti; la sabiduría no se aleja de tu trono ni se
va de tu presencia; Tú sabes, ves y oyes todas las cosas, nada está oculto
para ti, porque todo lo ves.
4 "Ahora los ángeles del cielo son reos de pecado y sobre la carne del
hombre recae tu cólera hasta el gran día del juicio.
5 "Ahora oh Dios, Señor y gran Rey, imploro y suplico que aceptes mi
oración, que me dejes una descendencia sobre la tierra, que no aniquiles
toda carne humana, que no vacíes la tierra y que la destrucción no sea
eterna.
6 "Ahora pues, oh Señor, extermina de la tierra la carne que ha
despertado tu cólera, pero la carne de justicia y rectitud, establécela como
una planta de semilla eterna y no ocultes tu rostro de la oración de tu
siervo, ¡Oh Señor!.
Capítulo 85
1 Después de eso vi otro sueño y todo ese sueño te lo voy a mostrar, hijo
mío.
2 Enoc levantó la voz y habló a su hijo Matusalén: "A ti quiero hablarte,
hijo mío, escucha mis palabras y pon atención a la visión del sueño de tu
padre.
3 Antes de tomar a tu madre Edna, vi una visión sobre mi cama y he ahí
que un toro salía de la tierra y ese toro era blanco. Tras el toro salió una
novilla y con ella dos terneros, uno de los cuales era negro y el otro rojo.
4 Entonces el ternero negro golpeó al rojo y le persiguió sobre la tierra
y a partir de allí no pude ver ese ternero rojo.
5 Luego el ternero negro creció y esa novilla se fue con él y vi salir de
él numerosos bueyes que se le semejaban y le seguían.
6 Y esa primera novilla se alejó del primer toro para buscar al ternero
rojo, pero no lo encontró y profirió por él un gran lamento y lo buscó.
7 Vi que vino el primer toro y la hizo callar y no volvió a gritar.
8 Ella parió en seguida otro toro blanco y después de éste, parió
numerosos toros y vacas negros.
9 Vi en mi sueño crecer a este toro blanco hasta llegar a ser un gran
toro blanco, del cual salieron numerosos toros blancos semejantes a él.
10 Y ellos comenzaron a engendrar numerosos toros blancos que se les
parecían y se seguían el uno al otro.
Capítulo 86
1 De nuevo estuve fijando mis ojos en el sueño y vi el cielo por encima y
he aquí que una estrella cayó del cielo en medio de los toros grandes y
comió y pastoreó en medio de ellos.
2 Entonces vi estos toros grandes y negros, todos ellos intercambiaban
sus pastos, establos y becerros y comenzaron a vivir unos con otros.
3 Observé de nuevo en mi sueño y miré hacia el cielo y he aquí que muchas
estrellas descendían y caían del cielo en medio de la primera estrella y
eran transformadas en toros en medio de aquellos becerros y pastaban con
ellos y entre ellos.
4 Los miré y vi como todos sacaron su miembro sexual como caballos y
montaron las vacas de los toros y todas quedaron preñadas y parieron
elefantes, camellos y asnos.
5 Todos los toros les tenían miedo, se aterrorizaron con ellos y
comenzaron a morder con sus dientes a devorar ya cornear.
6 Y además comenzaron a devorar a esos toros y he aquí que todos los
hijos de la tierra se empezaron a temblar y a espantarse ante ellos y a huir.
Capítulo 87
1 Nuevamente vi como comenzaban a golpearse el uno al otro y a devorarse
el uno al otro y la tierra se puso a gritar.
2 Después elevé de nuevo mis ojos al cielo y tuve una visión; hela aquí:
salieron del cielo seres parecidos a hombres blancos, salieron cuatro de ese
lugar y tres con ellos.
3 Así, esos tres que salieron de últimos me tomaron de la mano y me
llevaron por sobre la generación terrestre hasta un lugar elevado y me
mostraron una torre alta construida sobre la tierra y todas las colinas eran
más bajas.
4 Me dijeron: "Permanece aquí hasta que hayas visto todo lo que le
sucederá a estos elefantes, camellos y asnos y a las estrellas, las vacas y
a todos ellos".
Capítulo 88
1 Vi a uno de los cuatro que había salido primero, agarrar a la primera
estrella que había caído del cielo, atarla de pies y manos y arrojarla en el
abismo profundo, angosto, escarpado y oscuro.
2 Después uno de ellos sacó la espada y se la dio a los elefantes,
camellos y asnos y ellos comenzaron a herirse el uno al otro y toda la
tierra tembló a causa de esto.
3 Seguía observando mi sueño, cuando he aquí que a uno de los cuatro que
habían salido, le llegó una orden del cielo y él tomó a todas las numerosas
estrellas cuyos miembros sexuales eran como los de los caballos y él las ató
a todas de pies y manos y las arrojó en un abismo de la tierra.
Capítulo 89
1 Uno de los cuatro fue hasta donde uno de los toros blancos y le enseñó
y él construyó para sí un barco y habitó en su interior. Los tres toros
entraron con él en el barco que fue cubierto y techado por encima de ellos.
2 Yo estaba mirando y vi siete chorros echando mucha agua sobre la tierra.
3 He aquí que se abrieron los depósitos de agua del interior de la tierra
y comenzaron a brotar y a subir las aguas sobre ella. Seguí mirando hasta
que la tierra fue cubierta por las aguas,
(Gn 7:11)
4 por la oscuridad y por la niebla que se cernía sobre ella.
5 Los toros fueron sumergidos, alejados y aniquilados en aquellas aguas.
6 El barco flotó sobre las aguas, pero todos los toros, asnos salvajes,
camellos y elefantes se hundieron en las aguas.
7 De nuevo vi en mi sueño como los chorros de agua desaparecieron del
alto techo, las grieta de la tierra fueron niveladas pero otros abismos se
abrieron;
8 y el agua empezó a descender por ellos, hasta que la tierra quedó al
descubierto, la barca reposó sobre la tierra, la oscuridad se retiró y
apareció la luz.
(Gn 8:13)
9 Entonces el toro blanco que se había convertido en hombre salió de esta
barca y con él los tres toros, uno de los cuales era blanco y se parecía a
ese toro, otro era rojo como sangre y el otro negro.
10 Empezaron a engendrar bestias salvajes y aves. Hubo una multitud de
toda especie: leones, leopardos, perros, lobos, hienas, cerdos salvajes,
zorros, ardillas, jabalís, halcones, buitres, gavilanes, águilas y cuervos.
En medio de ellos nació otro toro blanco.
(Gn 10-11)
11 Comenzaron a morderse unos a otros. El toro blanco que había nacido en
medio de ellos, engendró un asno salvaje y también un becerro blanco. El
asno salvaje se multiplicó.
(Gn 21:12-13)
12 El becerro blanco, que había sido engendrado por el toro blanco,
engendró un jabalí negro y un carnero blanco. El jabalí engendró muchos
jabalís y el carnero engendró doce ovejas.
(Gn 25:25-26; Gn 35:22-26)
13 Cuando estas doce oveja hubieron crecido le dieron una oveja de entre
ellas a los asnos salvajes, pero esos asnos a su vez entregaron esa oveja a
lobos y la oveja creció entre los lobos.
(Gn 27:12-36)
14 El carnero guió a todas las once ovejas a habitar y pacer con él entre
los lobos y ellas se multiplicaron y se transformaron en un rebaños de
numerosas ovejas.
(Gn 46:1-7)
15 Los lobos empezaron a oprimir al rebaño hasta hacer perecer a sus
pequeños y a arrojar a sus pequeños en una corriente de agua. Entonces las
ovejas comenzaron a gritar por sus pequeños y a lamentarse ante su Señor.
(Gn 47:27; Ex:1:7-22)
16 Una oveja que había escapado de los lobos huyó y fue hasta donde los
asnos salvajes. Yo miré mientras el rebaño se quejaba y gritaba
terriblemente hasta que descendió el Señor del rebaño a la voz de las ovejas,
desde su alto santuario vino a su lado y las hizo pacer.
(Ex 2:15,22,23)
17 Llamó a la oveja que había escapado de los lobos y le hablo sobre los
lobos, para que los intimara a no tocar más a las ovejas.(Ex 3)
18 Y esta oveja fue a donde los lobos por orden del Señor y otra oveja se
encuentro con ella y fue con ella. Fueron y las dos entraron juntas en la
asamblea de los lobos, por orden del Señor, les hablaron y les intimaron
para que no tocaran más a las ovejas.
(Ex 5:1-5)
19 Desde entonces observé que los lobos oprimieron con más dureza y con
todas sus fuerzas a las ovejas y las ovejas gritaron fuerte.
(Ex 5.6-9)
20 Y su Señor fue al lado de las ovejas y se puso a golpear a esos lobos
y los lobos comenzaron a lamentarse, en cambio las ovejas llegaron a
tranquilizase y desde ahí cesaron de gritar.
(Ex 7-11, 12:29-31)
21 Vi las ovejas cuando partían de entre los lobos y los ojos de los
lobos fueron oscurecidos y esos lobos salieron persiguiendo a las ovejas con
todas sus fuerzas.
(Ex 12:37, 14:5-7)
22 Pero el Señor de las ovejas fue con ellas conduciéndolas, todas sus
ovejas le seguían y su rostro era resplandeciente, glorioso y terrible a la
vista.
(Ex 13:21,22, 14:8)
23 Los lobos comenzaron a perseguir a esas ovejas, hasta que se las
alcanzaron cerca de un estanque de agua.
(Ex 14:9)
24 Pero este estanque de agua se dividió y el agua se levantó de un lado
y del otro ante su cara y el Señor los condujo y se colocó Él mismo entre
ellos y los lobos.
(Ex 14:21,22)
25 Como esos lobos no veían más a las ovejas, ellas anduvieron en medio
de este estanque y los lobos persiguieron a las ovejas y corrieron tras
ellas, esos lobos en este estanque de agua.
(Ex 14:23)
26 Y cuando ellos vieron al Señor de las ovejas se regresaron para huir
de su presencia, pero este estanque de agua se cerró y volvió repentinamente
a su posición natural y se llenó de agua.
(Ex 14:24-27)
27 Continué mirando hasta que todos los lobos que iban persiguiendo a
este rebaño, perecieron sumergidos y ahogados y las aguas los cubrieron.
(Ex 14:28)
28 El rebaño se apartó de estas aguas y fueron a un lugar desolado en el
que no hay agua ni hierba y sus ojos se abrieron y vieron. Miré hasta que el
Señor del rebaño los apacentó , les dio agua y hierba y la oveja fue y los
guió.
(Ex 15:22-27, 17:6)
29 La oveja subió a la cima de una roca elevada y el Señor del rebaño la
envió en medio del rebaño y todos ellas se mantenían a distancia.
(Ex 19:3)
30 Entonces miré y he aquí que el Señor del rebaño se alzó frente al
rebaño y su apariencia era potente, grandiosa y terrible y todo el rebaño lo
vio y tuvo miedo de Él.
(Ex 19:16)
31 Todas estaban asustadas y temblando ante Él y le gritaron al cordero
que era su segundo y que estaba en medio de ellas: "Nosotras no podemos
estar delante del Señor".
32 Entonces se volvió el cordero que las guiaba y subió por segunda vez a
la cima de aquella roca. Pero el rebaño comenzó a cegarse y a apartarse del
camino que les había señalado, sin que el cordero supiera tales cosas.
(Ex 32:1-6)
33 El Señor del rebaño se enfureció mucho contra el rebaño, el cordero lo
supo y descendió de la cima de aquella roca y vino al rebaño y encontró a la
mayoría cegadas y extraviadas.
(Ex 32:7-10,19)
34 Cuando lo vieron comenzaron a atemorizarse delante de Él, queriendo
volver a sus rediles.
35 El cordero tomó con él a otras ovejas y vino al rebaño, degollaron a
todas las extraviadas y comenzaron a temblar ante Él. Entonces ese cordero
hizo regresar a sus rediles a todo el rebaño extraviado.
(Ex 32:27-28)
36 Continué viendo este sueño hasta que este cordero se transformó en
hombre, construyó un campamento para el Señor del rebaño y llevó a todo el
rebaño a este campamento.
(Ex 33:7-11, 40)
37 Seguí mirando hasta que se durmió esa oveja que se había unido al
cordero que dirigía a las ovejas. Observé hasta que todas las ovejas mayores
hubieron perecido y se levantaron en su lugar unas menores y ellas entraron
en un pastizal y se acercaron a un río.
38 Después la oveja que los guiaba y que se había convertido en hombre,
fue separada de ellas, se durmió y todas las ovejas la buscaron y lloraron
por ella con grandes lamentos.
(34:5,7)
39 Vi hasta que terminaron de llorar por esta oveja. después atravesaron
este río y vinieron otras ovejas que las guiaron en lugar de las que se
durmieron después de haberlas guiado.
(Dt 34:8; Jos:17)
40 Vi las ovejas hasta que entraron en una región hermosa, en una tierra
agradable y espléndida. Vi esas ovejas hasta que fueron saciadas y ese
campamento estaba entre ellas en esa tierra agradable.
41 Tan pronto como abrían los ojos se cegaban, hasta que se levantó otra
oveja y las guió y las condujo a todas y se abrieron sus ojos.
(1S 3:1-14)
42 Los perros, los zorros y los jabalís salvajes se pusieron a devorar
estas ovejas hasta que el Señor de las ovejas levantó un carnero de en medio
de ellas para guiarlas.
(1S 4:1-11, 10:17-25)
43 Ese carnero comenzó a embestir de un lado y de otro a esos perros,
zorros y jabalís, hasta que hizo perecer a todos ellos.
(1S 11:1-11)
44 Esa oveja cuyos ojos fueron abiertos, vio que al carnero que estaba
entre las ovejas lo abandonaba su gloria y comenzaba a embestir a las ovejas,
a pisotearlas y a comportarse en forma indebida.
(1S 13:13-14)
45 Entonces el Señor de las ovejas envió al cordero a otro cordero y lo
ascendió para que fuera un carnero y dirigiera a las ovejas en vez del
carnero al que había abandonado su gloria.
(1S 16)
46 Fue a su lado y le habló en secreto y lo ascendió a carnero, lo hizo
juez y pastor de las ovejas, pero durante todos estos acontecimientos, los
perros oprimían a las ovejas.
47 El primer carnero persiguió al segundo y este segundo salió y huyó de
su presencia, pero vi hasta que los perros abatieron a aquel primer carnero.(1S
19:9-12; 22-24)
48 Después ese segundo carnero se levantó y condujo a las ovejas y
engendró numerosas ovejas y luego se durmió. Una pequeña oveja se convirtió
en carnero y fue el juez y el líder en su lugar.
(2S 2:4; 1R 1:38-39)
49 Esas ovejas crecieron y se multiplicaron y todos esos perros, zorros y
jabalís tuvieron miedo y huyeron lejos. Este carnero embistió y mató a todas
las bestias salvajes y esas bestias no tuvieron más poder entre las ovejas
ni les guiaron más.
50 Esa casa llegó a ser grande y amplia y fue edificada por esas ovejas.
Una torre elevada y grande fue construida sobre la casa, para el Señor de
las ovejas. El campamento era bajo, pero la torre muy alta y el Señor de las
ovejas se mantenía sobre ella y ofrecieron ante Él una mesa llena.
(1R 6-8)
51 Después vi a esas ovejas errar de nuevo e ir por una multitud de
caminos y abandonar su casa. El Señor de las ovejas llamó de entre ellas a
algunas ovejas y las envió al lado de las ovejas, pero las ovejas comenzaron
a asesinarlas.
52 Pero, una de ellas fue salvada y no fue muerta, salió y gritó a causa
de las ovejas y ellas quisieron matarla, pero el Señor de las ovejas la
salvó de entre las manos de las ovejas, la hizo subir y habitar cerca de mí.
(2R 2:5)
53 Él envió sin embargo muchas otras ovejas a esas ovejas para
testificarles y para lamentarse sobre ellas.
54 Después las vi abandonar la casa del Señor y su torre; erraban en todo
y sus ojos estaban cerrado. Vi al Señor de las ovejas hacer una gran
carnicería con ellas, hasta que esas ovejas provocaron la carnicería y
traicionaron su puesto.
55 Él las abandonó en las manos de los leones y los tigres, de los lobos
y las hienas, de los zorros y de todas las bestias salvajes, que comenzaron
a despedazar a esta ovejas.
56 las vi abandonar su casa y su torre y entregarlas a los leones para
que las destrozaran y devoraran.
(Jr 39:8; 2R 25:8-12; 2Cr 36:17-20; Mt 24:1-2)
57 Me puse a gritar con todas mis fuerzas y a llamar al señor de las
ovejas y le hice ver que las ovejas eran devoradas por todas las bestias
salvajes.
58 Pero Él permaneció inmutable y cuando las vio se alegró al ver que era
devoradas, tragadas y robadas y las abandono para que fueran pasto de las
bestias.
59 Él llamó a setenta pastores y les entregó a esas ovejas para que las
llevaran a pastar y le dijo a los pastores y a sus acompañantes: "Que cada
uno de vosotros lleve de ahora en adelante a las ovejas a pacer y todo lo
que os ordene, hacedlo.
60 "Os las entregaré debidamente contadas y os diré cuáles deben ser
destruidas y esas, hacedlas perecer". Y lees entregó aquellas ovejas.
61 Después el llamó a Otro y le dijo: "Observa y registra todo lo que los
pastores hacen a estas ovejas, ya que ellos destruyen más delas que yo les
he mandado;
62 todo exceso y destrucción que sea ejecutado por los pastores
regístralo: cuántos destruyen de acuerdo con mi orden y cuántos de acuerdo
con su propio capricho. Pon en la cuenta de cada pastor la destrucción que
efectúe.
63 "Lee luego el resultado ante mí: cuántas destruyeron y cuántas les
entregué para su destrucción. Que esto pueda ser un testimonio contra ellos
para saber toda acción de los pastores, que yo los evalúe y vean lo que
hacen y si se atienen o no a lo que les he ordenado.
64 "Pero, ellos no deben enterarse, no debes contarlo a ellos ni debes
advertirles, sino solamente anotar cada destrucción que los pastores
ejecuten, una por una y al momento, y exponer todo eso ante mí.
65 Vi cuando esos pastores pastorearon en su tiempo y comenzaron a matar
y destruir a más ovejas de las que fueron ofrecidas y ellos entregaron a
esas ovejas en manos de los leones.
66 los leones y los tigres devoraron a gran parte de esas ovejas y los
jabalís comieron junto con ellos. Ellos quemaron esa torre y demolieron esa
casa.
67 Me entristecí muchísimo por esa torre porque la casa de las ovejas fue
demolida y ya no pude ver si esas ovejas entraban en esa casa.
68 Los pastores y sus cómplices entregaron a esas ovejas a todas las
bestias salvajes, para que las devoraran pero cada uno de ellos había
recibido un número determinado y fue anotado para cada uno de ellos, por el
Otro, en un libro, cuántas de ellas habían destruido.
69 Cada uno mataba y destruía más de las que fueron prescritas y yo
comencé a llorar y a lamentarme por causa de esas ovejas.
70 Entonces en la visión observé al que escribía como anotaba cada una
que era destruida por esos pastores día por día y él llevó y expuso todo su
libro y mostró al señor de las ovejas todo lo que realmente habían hecho
ellos y todo lo que cada uno había hecho y todas las que ellos habían
entregado a la destrucción.
71 Y el libro fu leído ante el Señor de las ovejas y Él tomó el libro en
su mano, lo leyó, lo selló y lo archivó
72 Tras eso, vi que los pastores las llevaban a pastar durante doce horas
y he aquí que tres de esas ovejas regresaron; arribaron, entraron y
empezaron edificar todo lo que se había derrumbado de esa casa, pero los
jabalís se lo impidieron y ellas no fueron capaces.
(Ne 3:33)
73 Después, ellas comenzaron de nuevo a construir, como antes elevaron la
torre, que fue llamada torre alta, y comenzaron de nuevo a colocar una mesa
ante la torre, pero todo el pan que había estaba contaminado e impuro.
74 Acerca de todo esto los ojos de esas ovejas estaban cegados y no veían
y sus pastores tampoco y él las entregó para una mayor destrucción a sus
pastores que pisotearon las oveja con sus pies y las devoraron.
75 El Señor de las ovejas se mantuvo indiferente hasta que todas las
ovejas fueron dispersadas por el campo y se mezclaron con ellas, y ellos no
las salvaron de las manos de las bestias.
76 El que había escrito el libro lo trajo, lo mostró y lo leyó ante el
Señor de las ovejas; le imploró y suplicó por cuenta de ellas y le mostró
todos los actos de los pastores y dio testimonio ante Él contra los pastores.
(Ez 34:4; Za 11:4)
77 Tomó el libro vigente, lo depositó al lado de Él y se fue.
Capítulo 90
1 Observé en esta forma hasta que treinta y cinco pastores emprendieron
el pastoreo y ellos cumplieron estrictamente sus turnos: desde el primero,
cada uno las fue recibiendo en sus manos, a fin de apacentarlas cada pastor
en su turno respectivo.
2 Después de esto, en una visión vi venir a todas las aves rapaces del
cielo: águilas, buitres, gavilanes y cuervos; las águilas guiaban a todas
esas aves y se pusieron a devorar a estas ovejas, a picarles los ojos y a
devorar sus carnes.
3 Las ovejas gritaron porque su carne estaba siendo devorada por las aves.
Yo miraba y me lamentaba en mi sueño por el pastor que apacentaba las ovejas.
4 Observé hasta que esas ovejas fueron devoradas por las águilas, los
gavilanes y los buitres, que no les dejaron ninguna carne ni piel ni
tendones sobre ellas y no les quedaron más que sus huesos hasta que los
huesos también cayeron al suelo y las ovejas llegaron a ser muy pocas.
5 Vi cuando veintitrés pastores habían apacentado y habían cumplido
estrictamente sus turnos cincuenta y ocho veces.
6 He aquí que unos corderos nacieron de esas ovejas blancas y llegaron a
abrir sus ojos y ver y le balaron a las ovejas
7 y les gritaron, pero no les escucharon lo que decían porque estaban
extremadamente sordas y demasiado ciegas y cada vez peor.
8 Vi en la visión como los cuervos volaban sobre estos coderos y
agarraban a uno de ellos y despresaban a las ovejas y las devoraban.
9 Observé hasta que retoñaron los cuernos de estos corderos y los cuervos
se los hacían caer y vi hasta que allí un gran cuerno retoño en una de estas
ovejas y sus ojos se abrieron.
10 Ella los miró y le gritó a las ovejas y los carneros la vieron y
acudieron todos a su lado.
11 A pesar de esto, todas las águilas, buitres, cuervos y gavilanes
seguían arrebatando a las ovejas, se echaban sobre ellas y las devoraban.
Aun las ovejas permanecían en silencio pero los carneros gritaban y se
lamentaban.
12 Luego estos cuervos lucharon y batallaron con ella y quisieron tumbar
su cuerno, pero no pudieron hacerlo.
13 Vi hasta que los pastores, las águilas, los buitres y los gavilanes
vinieron y le gritaron a los cuervos que rompieran el cuerno de esa ese
carnero y lucharon y batallaron contra él y el combatió contra ellos y gritó
para que acudieran en su ayuda.
16 Todas las águilas, buitres, cuervos y gavilanes se congregaron y
llevaron con ellos a todas las ovejas del campo, se unieron y se conjuraron
para hacer pedazos este cuerno del carnero.
17 Vi al hombre que había escrito el libro por orden del Señor, abrir el
libro acerca de la destrucción que habían ejecutado los doce últimos
pastores, revelar ante el Señor que ellos habían destruido mucho más que sus
predecesores.
14 Vi a ese hombre que había anotado los nombres de los pastores y lo
había llevado y presentado ante el Señor de las ovejas que llegó en ayuda de
aquel carnero, lo socorrió, lo rescató y le mostró todo.
15 Y vi venir a su lado al Señor de las ovejas, enfurecido; todos los que
lo vieron huyeron y ensombrecieron ante su presencia.
19 Observé el momento en que una gran espada fue entregada a las ovejas y
ellas procedieron contra todas las fieras del campo para matarlas y todas
las bestias y las aves huyeron de su presencia.
18 Y vi cuando el Señor de las ovejas fue junto a ellas, tomó en sus
manos la vara de su cólera, golpeó la tierra y la tierra se resquebrajó y
todas las bestias y las aves del cielo cayeron lejos de estas ovejas y
fueron engullidas por la tierra que se cerró sobre ellas.
20 Vi cuando un trono fue erigido sobre la tierra agradable, el Señor de
las ovejas se sentó sobre él y el Otro tomó los libros sellados y los abrió
ante el Señor de las ovejas.
21 El Señor llamó a esos hombres blancos, los siete primeros y mandó que
ellos llevaran ante Él, comenzando por la primera estrella que las guiaba, a
todas las estrellas cuyo miembro sexual era como el de los caballos. y ellos
las llevaron a todas ante Él.
22 Luego, Él habló al hombre que escribía ante Él, uno de los siete
hombres blancos, y le dijo: "Toma esos setenta pastores a quienes había
encomendado las ovejas y que después de haberlas recibido degollaron a
muchas más de las que se les había mandado".
23 He aquí que los vi a todos encadenados y todos se postraron ante Él.
24 El juicio recayó en primer lugar sobre las estrellas y ellas fueron
juzgadas, encontradas culpables y enviadas al lugar de condenación, fueron
arrojadas a un abismo llenos de fuego, llamas y columnas de fuego.
(Os 4:1-8)
25 Entonces los setenta pastores fueron juzgados, encontrados culpables y
arrojados al abismo ardiente.
26 Vi en ese momento como un precipicio que se estaba abriendo en medio
de la tierra. Llevaron a aquellas ovejas ciegas hasta allí y todas fueron
juzgadas y encontradas culpables y arrojadas al abismo en semejante abismo
de fuego y ellas ardieron en ese precipicio que estaba a la derecha de esa
casa.
27 Vi arder a esas ovejas y sus huesos también ardían.
28 Me levanté para ver como Él desarmó esa vieja casa, se llevó todas sus
columnas, vigas y adornos de la casa que fueron retirados al mismo tiempo, y
se los llevaron y los pusieron en un lugar al sur de la tierra.
29 Vi cuando el Señor de las ovejas trajo una nueva casa, más grande y
alta que la primera y Él la puso en el sitio de la primera que había sido
desarmada. Y todas sus columnas eran nuevas y sus adornos eran nuevos y
mayores que los de la primera, la casa vieja que se había llevado. Todas las
ovejas estaban adentro.
(Es 6:14-15; Ez 40:2; Ap 21:10-11)
30 Vi a todas las ovejas que quedaban, a las bestias de la tierra y a las
aves del cielo inclinarse para rendir homenaje a estas ovejas, suplicarles y
obedecerles en todas las cosas.
(Ap 7:13-15, 22:3)
31 Luego esos tres que estaban vestidos de blanco, aquellos que me habían
elevado antes, me tomaron de la mano y también el carnero me tomo la mano y
me hicieron subir y sentar en medio de estas ovejas, antes de que tuviera
lugar el juicio.
32 Estas ovejas eran todas blancas y su lana abundante y pura.
(Ap 7:9)
33 Y todas las que habían sido destruidas o dispersadas por las bestias
del campo y las aves del cielo, se congregaron en esta casa y el Señor de
las ovejas se regocijó con gran alegría porque todas eran buenas y porque
ellas habían regresado a su casa.
34 Vi cuando ellas depusieron esa espada que había sido dada a las
ovejas: ellas la llevaron a la casa y la sellaron en presencia del Señor. Y
todas las ovejas fueron invitadas a esta casa aunque no cabían. (Is 2:4; Os
2:20; Jl 4:10; Mi 4:3; Za 9:10-11)
35 Sus ojos fueron abiertos y ellas vieron bien y no hubo ninguna de
ellas que no viera.
36 Vi que esta casa era grande, amplia y estaba completamente llena.
37 Vi que un toro blanco nació y sus cuernos eran grandes y todas las
bestias del campo y todas las aves del cielo le temían y le suplicaban a
toda hora.
38 Vi cuando fueron cambiadas todas sus especies y todos se convirtieron
en toros blancos y el primero entre ellos se transformó en un cordero que
llegó a ser un gran búfalo que tenía sobre su cabeza dos cuernos negros y el
Señor de las ovejas se regocijó sobre él y sobre todos los toros.
(Ap 4-5)
39 Yo estaba dormido en medio de ellos y me desperté después de haberlo
visto todo.
40 Tal es la visión que tuve cuando estaba durmiendo y cuando me desperté
bendije al Señor de Justicia y lo glorifiqué.
41 Entonces lloré mucho y sin contener mis abundantes lágrimas hasta más
no poder y cuando yo miraba se deslizaban sobre lo que veía porque todo
ocurrirá y se cumplirá, porque uno tras otro me fueron revelados todos los
actos de los hombres .
42 Esa noche recordé mi primer sueño y lloré y me angustié porque había
tenido esa visión.
Libro de las Semanas [Carta de Enoc]
Capítulo 91
1 Ahora, hijo mío, Matusalén, convoca en torno a mi a todos tus hermanos,
reúne a mi alrededor a todos los hijos de tu madre, porque la palabra me
llama y el espíritu se ha vertido sobre mí, para que os revele todo lo que
pasará, hasta la eternidad.
2 Así Matusalén fue y se juntó con todos sus hermanos y congregó a sus
parientes;
3 y Enoc le habló a todos los hijos de justicia y les dijo: "Oíd hijos de
Enoc todas las palabras de vuestro padre y atended la palabra de mi boca,
pues es a vosotros a quienes exhorto y digo bienamados, amad la justicia y
caminad con ella.
4 "No os acerquéis a la justicia con un corazón doble ni os asociéis con
los de doble corazón; caminad con rectitud hijos míos, os guiará por buenos
caminos y la justicia os acompañará.
5 "Sé que la violencia se incrementa sobre la tierra y un gran castigo va
a ejecutarse sobre ella y toda injusticia será exterminada, cortada de raíz
y sus estructuras serán completamente demolidas.
6 "La injusticia va a a ser consumada de nuevo sobre la tierra y todas
las acciones de injusticia, opresión y trasgresión se duplicarán y
prevalecerán.
(Mt 24:12; 2Ts 2:3)
7 "Pero cuando toda clase de obras de pecado, injusticia, blasfemia y
violencia se hayan incrementado y la apostasía, la desobediencia y la
impureza aumenten, un gran castigo del cielo vendrá sobre la tierra y el
Señor santo vendrá con ira y castigo sobre la tierra para ejecutar el
juicio.
(Mt 24:29-44)
8 "En esa época la violencia serán cortada de raíz y de la injusticia y
del engaño serán destruidas bajo el cielo.
(4Es 18:53)
9 "Todos los ídolos de las naciones y sus templos serán abandonados,
quemados con fuego y desterrados de toda la tierra.
10 Los justos se levantarán de sus sueños, la sabiduría surgirá y les
será dada y la tierra descansará por todas las generaciones futuras.
(Ap 20:4)
18 Y ahora voy hablaros hijos míos para mostraros todos los caminos de
justicia y todos los caminos de violencia y de nuevo os los mostraré para
que sepáis lo que va a ocurrir.
19 Ahora pues, hijos míos, escuchadme y escoged los caminos de justicia y
rechazad los de la violencia, porque marchan hacia la destrucción completa
todos los que van por el camino de la injusticia.
Capítulo 92
1 Lo que escribió Enoc y entregó a Matusalén su hijo, y a todos los que
habitan la tierra firme para que obren el bien y la paz:
2 "No os angustiéis en vuestro espíritu a causa de los tiempos, porque el
Gran Santo ha dado un tiempo para todo.
(2Ts 2:2)
3 "Los justos se levantarán de su sueño y avanzarán por senderos de
justicia y todos sus caminos y palabras serán de rectitud y gracia.
4 "Él otorgará la gracia a los justos y les dará su eterna justicia y su
poder; Él permanecerá en bondad y justicia y marchará con luz eterna.
5 "En cambio, el pecado se perderá en las tinieblas para siempre y no
aparecerá más desde ese día hasta la eternidad".
Capítulo 93
1 Enoc reanudó su discurso diciendo:
2 "A propósito de los hijos de la Justicia y acerca del Elegido del
mundo, que ha crecido de una planta de verdad y de justicia, os hablaré y os
daré a conocer yo mismo (Enoc), hijos míos, según he entendido y se me ha
revelado todo por una visión celestial y por la voz de los Vigilantes y los
Santos. En las tablas celestiales he leído y entendido todo".
3 Continuó hablando Enoc y dijo: "Yo, Enoc, nací el séptimo, en la
primera semana, en la época en que la justicia aún era firme.
(Gn 5:18)
4 "Después de mí, vendrá la semana segunda en la que crecerán la mentira
y la violencia y durante ella tendrá lugar el primer Final, y entonces, un
hombre será salvado. Y cuando esta semana haya acabado, la injusticia
crecerá, y Dios hará una ley para los pecadores. (Gn 6-7; Jubileos 11:1-13;
Ro 3:20, 7:7.13)
5 "Después, hacia el final de la tercera semana, un hombre será elegido
como planta de juicio justo, tras de lo cual crecerá como planta de justicia
para la eternidad.
(Gn 12:1-3)
6 "Luego, al terminar la cuarta semana, las visiones de los santos y de
los justos aparecerán y será preparada una ley para generaciones de
generaciones y un cercado.
(Dt 5:22)
7 "Después, al final de la quinta semana, una casa de gloria y poder será
edificada para la eternidad.
(1R 7:11, 23:5; Sal 89:29-38)
8 "Luego, en la sexta semana, los que vivirán durante ella serán
enceguecidos y su corazón, infielmente, se alejará de la sabiduría. Entonces
un hombre subirá al cielo y al final de esta semana, la casa de dominación
será consumida por el fuego y será dispersado todo el linaje de la raíz
escogida.
(2R 2:5, 25:8-12)
9 "Luego, en la séptima semana surgirá una generación perversa; numerosas
serán sus obras, pero todas estarán en el error.
10 " Y al final de esta semana serán escogidos los elegidos como testigos
de la verdad de la planta de justicia eterna. Les será dada sabiduría y
conocimiento por septuplicado.
11 [91] "Ellos para ejecutar el juicio, arrancarán de raíz las causas de
la violencia y en ellas la obra de la falsedad.(Ap 19:11-21)
12 [91] "Después de esto vendrá la octava semana, la de la justicia, en
la cual se entregará una espada a todos los justos para que juzguen
justamente a los opresores, que serán entregados en sus manos.
13 [91] "Y al final de esta semana los justos adquirirán honestamente
riquezas y será construido el templo de la realeza de El Grande, en su
esplendor eterno, para todas las generaciones.
14 [91] "Tras esto, en la novena semana se revelarán la justicia y el
juicio justo a la totalidad de los hijos de la tierra entera y todos los
opresores desaparecerán totalmente de la tierra y serán arrojados al pozo
eterno y todos los hombre verán el camino justo y eterno.(Mt 24.14; Mc
13:10)
15 [91] "Después de esto, en la décima semana, en su séptima parte,
tendrá lugar el Juicio Eterno. Será el tiempo del Gran Juicio y Él ejecutará
la venganza en medio de los santos. (Dn 7:10; Mt25:31-46; Ap 20:11-15)
16 [91] "Entonces el primer cielo pasará y aparecerá un nuevo cielo y
todos los poderes de los cielos se levantarán brillando eternamente siete
veces más. (Is 65:17; 2P3:13; Ap 21:1)
17 [91] "Y luego de esta, habrá muchas semanas, cuyo número nunca tendrá
fin, en las cuales se obrarán el bien y la justicia. El pecado ya no será
mencionado jamás."
11 ¿Quién entre todos los humanos puede escuchar las palabras del Santo
sin turbarse, comprender su mandamiento del Señor, o puede imaginar sus
pensamientos?
12 ¿O quién entre todos los humanos puede contemplar todas las obras de
los cielos o las columnas angulares sobre las que descansan? ¿Y quién ve un
alma o un espíritu y puede volver para contarlo? ¿O subir y ver todos sus
confines y pensar u obrar como ellos?
13 ¿O quién entre los hijos de los hombres puede conocer y medir cuál es
la longitud y la anchura de toda la tierra? ¿O a quién se le han mostrado
todas sus dimensiones y su forma?
(Ef 3:18)
14 ¿Quién entre todos los humanos puede conocer cuál es la longitud de
los cielos y cuál es su altura o cómo se sostienen o cuan grande es el
número de las estrellas?
Capítulo 94
1 Ahora os digo hijos míos: "Amad la justicia y caminad en ella, porque
los caminos de la justicia son dignos de ser aceptados, pero los caminos de
la iniquidad serán destruidos y desaparecerán.
2 "A los hijos de los hombres de cierta generación les serán mostrados
los caminos de la violencia y de la muerte y se mantendrán lejos de ellos y
no los seguirán".
3 Ahora os digo a vosotros justos: "No andéis por los caminos de la
maldad ni por los caminos de la muerte porque seréis destruidos.
4 "En cambio buscad y escoged para vosotros la justicia y elegid la vida;
caminad por los senderos de paz y viviréis y prosperaréis.
(Dt 29:19; Sal 85:11-14)
5 "Mantened mis palabras en vuestras reflexiones y no las hagáis padecer
el ser borradas de vuestros corazones, pues sé que los pecadores tentarán a
la gente para que pida con mala intención la sabiduría y tanto que no se le
encontrará en ningún lugar, y ninguna prueba puede evitarse.
(St 4:3)
6 "¡Desgracia para quienes edifican la injusticia y la opresión y las
cimientan en el engaño, porque serán repentinamente derribados y no habrá
paz para ellos!
(Is 5.8; Am 8:5; Ha 2:9)
7a "¡Desgracia para los que edifican sus casas con el pecado porque todos
sus cimientos serán arrancados y por la espada caerán!
(Jr 22:13; Ha 2:11)
8 "Desgracia para vosotros ricos porque habéis confiado en vuestras
riquezas, de vuestras riquezas seréis despojados a causa de que vosotros no
os habéis acordado del Más Alto en la época de vuestra riqueza!
(Lc 6:24, 16:25)
7b Los que poseéis el oro y la plata pereceréis repentinamente en el
juicio.
9 "Habéis blasfemado y cometido injusticia y estáis maduros para el día
de la matanza y la oscuridad, para el día del gran juicio.
10 "Os digo y os anuncio que quien os ha creado os derrocará y sobre
vuestra ruina no habrá misericordia pues vuestro Creador se alegrará de
vuestra destrucción.
11 "Y vosotros justos en esos días seréis un reproche para los pecadores
y los impíos.
Capítulo 95
1 ¡Oh, si mis ojos fueran aguas y yo pudiera llorar sobre vosotros,
extendería mis lágrimas como nubes y podría consolar mi angustiado corazón!
(Lc 19:41)
2 ¿Quién os ha permitido hacer ofensas y practicar maldades? El juicios
alcanzará a vosotros, pecadores.
3 No temáis a los pecadores, oh justos, porque el Soberano del Universo
los entregará de nuevo en vuestras manos para que vosotros los juzguéis a
gusto.
(Is 8.12; 2M 6:26; Mt 10:26-28; 1Co 6:2; 1P 3:14)
4 ¡Desgracia para vosotros que lanzáis anatemas que no se pueden romper,
el remedio está lejos de vosotros a causa de vuestros pecados! (Sal 62:13;
Mt 6.38-47; Lc 6:27-28; Ro 2:1-2,6; 12:17-19)
5 ¡Desgracia para vosotros que devolvéis el mal a vuestro prójimo, porque
seréis tratados de acuerdo a vuestras obras!
6 ¡Desgracia para vosotros testigos falsos y para quienes pesáis el
precio de la injusticia, porque pereceréis repentinamente!
7 ¡Desgracia para vosotros pecadores que perseguís a los justos, porque
vosotros mismos seréis entregados y perseguidos a causa de esa injusticia y
el peso de su yugo caerá sobre vosotros!
Capítulo 96
1 Tened esperanza oh justos, porque repentinamente perecerán los
pecadores ante vosotros, y tendréis dominio sobre ellos de acuerdo a vuestro
deseo.
2 En el día de la tribulación de los pecadores, vuestros hijos ascenderán
y volarán como águilas y vuestro nido estará más alto que el de los
cóndores; como ardillas subiréis y como conejillos podréis entrar en las
hendiduras de la tierra y en las grietas de las rocas, lejos para siempre de
la presencia de los injustos, que gemirán como sirenas y llorarán por causa
de vosotros.
3 Por tanto, no temáis vosotros los que habéis sufrido, porque la
sanación será distribuida entre vosotros, una luz radiante os iluminará y
escucharéis del cielo la palabra de descanso.
(Mt 11:28)
4 ¡Desgracia para vosotros pecadores porque vuestra riqueza os da la
apariencia de justos, pero vuestros corazones os convencen de que sois
pecadores y ello será un testimonio contra vosotros y vuestras malas
acciones!
5 ¡Desgracia para vosotros que devoráis la flor del trigo, que bebéis
vino en grandes tazas y que con vuestro poder pisoteáis a los humildes!
6 ¡Desgracia para vosotros que podéis beber agua fresca en cualquier
momento, porque de un momento a otro recibiréis vuestra recompensa: seréis
consumidos y exprimidos hasta la última gota, porque rechazasteis la fuente
de la vida!
7 ¡Desgracia para vosotros que forjáis la injusticia, el fraude y la
blasfemia, porque contra vosotros habrá un memorial por delitos!
8 ¡Desgracia para vosotros poderosos que con la violencia oprimís al
justo, porque el día de vuestra destrucción está llegando, el día de vuestro
juicio y en ese tiempo vendrán días numerosos y buenos para los justos.
Capítulo 97
1 Creed, oh justos, porque los pecadores serán avergonzados y perecerán
el día de la iniquidad.
2 Sabed pecadores que el Más Alto está pendiente de vuestra destrucción y
que los ángeles del cielo se alegran por vuestra perdición.
3 ¿Qué vais a hacer pecadores y a dónde huiréis el día del juicio cuando
escuchéis el murmullo de la oración de los justos?
4 Os irá como a aquellos contra quienes estas palabras serán un
testimonio: "Sois cómplices de pecado".
5 En esos días la oración de los justos llegará hasta el Señor y llegarán
los días del juicio para vosotros.
6 Se leerán ante el Santo y el Justo todas las palabras sobre vuestra
injusticia, se os llenará la cara de vergüenza y Él rechazará toda obra
basada en la injusticia.
7 ¡Desgracia que estáis en medio del océano o sobre el continente, porque
su memoria es funesta para vosotros!
8 ¡Desgracia para vosotros que adquirís el oro y la plata con la
injusticia! Decís: "Hemos llegado a ser ricos, a tener fortuna y propiedades
y hemos conseguido lo que hemos deseado;
(Jr 22:13-17; Mi 3:10; Ap 3:7)
9 realicemos ahora nuestros proyectos, porque hemos acumulado plata,
llenan nuestros depósitos hasta el borde, como agua, y numerosos son
nuestros trabajadores".
(Am 8:5)
10 Como agua se derramarán vuestras quimeras, porque vuestra riqueza no
permanecerá, sino que súbitamente volara de vosotros, porque la habéis
adquirido con injusticia y seréis entregados a una gran maldición.
(Ha 2:5-8)
Capítulo 98
1 Ahora juro ante vosotros, para los sabios y para los tontos, que
tendréis extrañas experiencias sobre la tierra.
2 Porque vosotros los hombres os pondréis más adornos que una mujer y más
ropas de colores que una muchacha. En la realeza, en la grandeza y en poder;
en la plata, en el oro y en el púrpura; en el esplendor y en los manjares,
ellos serán derramados como agua.
3 Porque carecerán de conocimiento y sabiduría y a causa de ello serán
destruidos junto con sus propiedades, su gloria y su esplendor, con oprobio,
mortandad y gran carestía, su espíritu será arrojado dentro de un horno
ardiente.
4 Juro ante vosotros pecadores que así como una montaña no se convierte
en un esclavo ni una colina se convierte en una sirvienta, así el pecado no
ha sido enviado sobre la tierra sino que el hombre lo ha cometido y cae bajo
una gran maldición quien lo comete.
(Mt 15:19)
5 La esterilidad no ha sido dada a la mujer sino que es por causa de la
obra de sus manos por la que muere sin hijos.
6 Os juro a vosotros pecadores por el Santo y el Grande que todas
vuestras malas acciones son manifiestas en los cielos y que ninguno de
vuestros actos de opresión está oculto o secreto.
(Lc 8:17, 12:2)
7 No penséis en vuestro espíritu ni digáis en vuestro corazón que no
sabíais o no veíais que todo pecador es inscrito diariamente en el cielo
ante la presencia del Más Alto.
(Mt 25:44)
8 Desde ahora sabéis que toda la opresión que ejercéis es registrada día
a día hasta el día del juicio.
9 ¡Desgracia para vosotros insensatos porque seréis perdidos por vuestra
necedad! No escuchasteis a los sabios y la buena suerte no será vuestra
herencia.
10 Ahora sabéis que estáis preparados para el día de la destrucción, por
eso no esperéis vivir vosotros, pecadores, sino apartarse y morir; porque
vosotros no conoceréis redención, ya que estáis preparados para el día del
gran juicio, día de la gran tribulación y de la gran vergüenza para vuestros
espíritus.
11 ¡Desgracia para vosotros los de corazón espeso que forjáis la maldad y
coméis sangre! ¿De dónde coméis tanto y tan bueno y bebéis y os hartáis si
no es de todos los bienes que el Señor, el Más Alto ha puesto sobre la
tierra? Vosotros no tendréis paz.
(Mt 10:34)
12 ¡Desgracia para vosotros que amáis la injusticia! ¿Por qué os
prometisteis la felicidad? Sabed que seréis librados a las manos de los
justos que os cortarán la cabeza y os matarán y no tendrán piedad de
vosotros.
13 ¡Desgracia para vosotros que os complacéis por la tribulación de los
justos, porque ninguna tumba será excavada para vosotros!.
14 ¡Desgracia para vosotros que tenéis en nada la palabra de los justos,
porque no hay para vosotros esperanza de vida!
15 ¡Desgracia para vosotros que escribís mentiras y palabras impías!
Porque escriben sus mentiras para que la gente pueda escucharlas y hagan mal
a su prójimo; por eso ellos no tendrán paz sino que perecerán súbitamente.
Capítulo 99
1 ¡Desgracia para vosotros que actuáis con impiedad, alabáis la mentira y
la ensalzáis: pereceréis y no habrá vida feliz para vosotros!
2 ¡Desgracia para quienes pervierten las palabras de verdad, trasgreden
la ley eterna y se convierten en lo que no eran: sobre la tierra serán
pisoteados!
3 En esos días, estad listos, oh justos, para elevar vuestras oraciones y
ponerlas como testimonio ante los ángeles, para que ellos puedan recordar
los pecados de los pecadores ante el Más Alto.
4 En esos días las naciones se agitarán y las familias de los pueblos se
levantarán en el día de la destrucción.
5 En esos días los miserables saldrán y llevarán a sus hijos y los
abandonarán y sus hijos perecerán; abandonarán hasta a sus niños de pecho,
no volverán a ellos y no tendrán compasión de sus seres queridos.
6 De nuevo os juro pecadores que el pecado está maduro para el día del
incesante derramamiento de sangre.
7 Los que adoran la piedra y los que fabrican imágenes de oro, plata,
madera o barro y los que adoran espíritus impuros o demonios y toda clase de
ídolos sin discernimiento, a ellos ninguna ayuda les llegará.
8 Ellos caen en la impiedad por causa de la necedad de sus corazones, sus
ojos están enceguecidos al temor de sus corazones y a la visión de sus
sueños.
9 Por eso se vuelven impíos y temibles, porque han forjado con toda su
obra un engaño y han adorado la piedra perecerán en un instante.
10 En cambio, en esos días bienaventurados quienes acepten las palabras
de sabiduría y las entiendan, sigan los caminos del Más Alto, caminen por
los senderos de su justicia y no se conviertan a la impiedad con los impíos;
porque ellos serán salvados.
(Jr 15:19)
11 ¡Desgracia para vosotros que difundís la maldad entre vuestro prójimo,
porque quedaréis muertos en la tumba!
12 ¡Desgracia para vosotros que usáis una medida de fraude y de trampa y
que provocáis la amargura sobre la tierra, porque por eso seréis consumidos!
(Lv 20:35-36; Dt 25:13-15; Pr 20:10; Am 8:5; Os 12:8; Mi 6:10)
13 ¡Desgracia para vosotros que edificáis vuestra casa gracias al trabajo
de los demás: todos los materiales de construcción son ladrillos y piedras
de injusticia y os digo que no tendréis ni un momento de paz!
(Pr 21:9 LXX)
14 ¡Desgracia para aquellos que rechazan la mesura y la herencia eterna
de sus padres y cuyas lamas siguen luego a los ídolos, porque ellos no
tendrán descanso!
15 ¡Desgracia para aquellos que obran injusticia, colaboran con la
opresión y asesinan a su prójimo, hasta el día del gran juicio!.
16 Porque Él echará por tierra vuestra gloria, causará dolor en vuestros
corazones, suscitará su cólera y os destruirá a todos con la espada y todos
los santos y los justos se acordarán de vuestros pecados.
Capítulo 100
1 En esos días en un mismo lugar serán castigados juntos los padres y sus
hijos, y los hermanos uno con otro caerán en la muerte hasta que corra un
río con su sangre.
2 Porque un hombre no podrá impedir a su mano que asesine a su hijo y a
su nieto, ni el pecador podrá impedir a su mano que asesine a su querido
hermano, desde el amanecer hasta que el sol se oculte, ellos se degollarán
entre sí.
(Ex 32:27-28)
3 El caballo avanzará hasta que su pecho se bañe en sangre y el carro
hasta que su parte superior sea sumergida.
4 En esos días los ángeles descenderán en un sitio escondido, reunirán en
solo lugar a todos los que han hecho llegar el pecado y en ese día del
juicio el Más Alto se levantará para sentenciar el gran juicio en medio de
los pecadores.
5 Para todos los justos y los santos Él designará Vigilantes de entre los
santos ángeles, ellos les guardarán como a la niña de un ojo hasta que Él
extermine toda maldad y todo pecado y si los justos duermen un sueño largo,
no tendrán de qué preocuparse.
6 Entonces los hijos de la tierra observarán la sabiduría en seguridad y
entenderán todas las palabras de este libro y reconocerán que la riqueza no
puede salvarlos de la ruina de su pecado.
7 ¡Desgracia para vosotros si en el día de la terrible angustia
atormentáis a los justos o los quemáis con fuego, pues seréis compensados de
acuerdo con vuestras obras!
8 ¡Desgracia para vosotros duros de corazón que veláis para planificar la
maldad, porque el terror se apoderará de vosotros y nadie os ayudará!
9 ¡Desgracia para vosotros pecadores por causa de las palabras de vuestra
bocas y de las obras de tus manos, las cuales vuestra maldad ha forjado; en
unas llamas ardientes peores que el fuego, os quemaréis!
(Ap 20:15)
10 Ahora, sabed que para Él, los ángeles del cielo investigarán vuestras
acciones, desde el sol, la luna y las estrellas en referencia a vuestro
pecado, porque sobre la tierra ya ejecutó el juicio sobre los justos;
11 pero Él añadirá como testimonio contra vosotros toda nube, neblina,
rocío o lluvia que estarán impedidos para descender sobre vosotros y pondrán
atención a vuestros pecados.
12 ¡Ahora dadle regalos a la lluvia a ver si no se niega a descender
sobre vosotros! ¿Cuándo ha aceptado el rocío oro y la plata para descender?.
13 Cuando caigan sobre vosotros la escarcha y la nieve con sus
escalofríos y todas las tormentas de nieve con sus calamidades, en esos días
no podréis manteneros ante ellos.
Capítulo 101
1 Hijos del cielo observad el cielo y toda la obra del Más Alto, temblad
ante Él y no obréis el mal en su presencia.
2 Si el cierra las ventana del cielo e impide a la lluvia y al rocío caer
sobre vosotros ¿qué haréis?
3 Si envía contra vosotros su cólera a causa de todas vuestras obras, no
tendréis ocasión de suplicarle si pronunciáis contra su justicia palabra
soberbias e insolentes y así no tendréis paz.
4 ¿No veis a los pilotos cuando son agitados sus navíos por las olas y
sacudidos por los vientos y caen en peligro?
5 A causa de esto temen que todas sus magníficas propiedades se vayan al
mar con ellos y hacen malos presagios: que el mar os devorará y perecerán
allí.
6 Todo el mar, todas sus aguas y todos sus movimientos ¿no son acaso obra
del Más Alto, no ha puesto Él su sello sobre toda su acción y no lo ha
encadenado a la arena?
7 En su reprimenda está temblando, se seca y todos sus peces mueren, así
como todo lo que contiene, pero vosotros pecadores que estáis sobre la
tierra, no le teméis .
8 ¿Acaso no ha hecho Él el cielo y la tierra y todo lo que contienen?
¿Quién a dado la ciencia y la sabiduría a todos los que se mueven en la
tierra y en el mar?
9 Los pilotos de los navíos no le temen al mar y los pecadores no le
temen al Más Alto.
Capítulo 102
1 En esos días si Él lanza sobre vosotros un fuego terrible ¿a dónde
huiréis y cómo os salvaréis? Y si lanza su palabra sobre vosotros ¿no
estaréis consternados y no temblaréis?
2 Todas las luminarias serán presas de un gran temor y la tierra entera
estará aterrada, temblará y se alarmará.
3 Todos los ángeles ejecutarán sus órdenes y buscarán ocultarse a sí
mismos de la presencia de la Gran Gloria; los hijos de la tierra temblarán y
se estremecerán y vosotros pecadores seréis malditos para siempre y no
tendréis paz.
4 No temáis vosotras, almas de los justos; tened esperanza vosotros que
habéis muerto en la justicia.
5 No os entristezcáis si vuestra alma h descendido con dolor a la tumba y
si a vuestro cuerpo no le ha ido en vida de acuerdo con vuestra bondad. En
cambio, espera el día del juicio de los pecadores, el día de la maldición y
el castigo .
6 Cuando morís, los pecadores dicen de vosotros: "Tal como nosotros
estamos muertos, los justos están muertos, ¿que provecho han sacado de sus
obras?
7 "Al igual que nosotros ellos han muerto en la tristeza y en las
tinieblas y ¿qué tienen de más que nosotros? Desde ahora somos iguales.
8 "¿Qué se llevarán y qué verán en la eternidad? Porque he aquí que ellos
han muerto también y desde ahora no verán la luz".
9 Yo os digo: "A vosotros pecadores os basta comer y beber, robar, pecar,
despojar a los hombres, adquirir riquezas y vivir felices días.
(Is 22:15; 1Co 15:32)
10 "¿Habéis visto el final de los justos? No se ha encontrado en ellos
ninguna clase de violencia hasta su muerte.
11 "Sin embargo han muerto, ha sido como si no hubieran sido y sus vidas
han bajado a la tumba en la aflicción.
Capítulo 103
1 "Pero, ahora os juro a vosotros justos, por la gloria del Grande, del
Glorioso, del Poderoso en dominio y por su grandeza:
2 "Conozco el misterio, lo he leído en las tablillas del cielo, he visto
el libro de los santos y he encontrado escrito y registrado en ellos:
3 que todo bienestar, alegría y gloria están preparados para ellos y
escritos para los que han muerto en la justicia; numerosos bienes os serán
dados en recompensa de vuestros trabajos y vuestro destino será mejor que el
de los vivos.
(Is 42:20, 64:3; Jr 3:16; 1Co 2:9)
4 "Las almas de vosotros los que habéis muerto en la justicia vivirán y
se alegrarán y vuestro espíritu y vuestra memoria no perecerán ante la
presencia del Grande por todas las generaciones del mundo y desde ahí no
temeréis la afrenta".
5 ¡Desgraciados vosotros que habéis muerto pecadores! Si morís en la
riqueza de vuestros pecados, los que son como vosotros dicen: "Dichosos
estos pecadores que han visto todos sus días,
6 y ahora han muerto en el placer y en las riquezas y no han visto en su
vida la tribulación ni el asesinato, han muerto en la gloria y no se ha
proferido juicio contra ellos en vida".
7 Sabed que hará descender vuestras almas al seol, serán allí
desgraciadas y su sufrimiento será grande
8 en las tinieblas, las cadenas y el fuego ardiente, allí en donde se
ejecutará el gran castigo. ¡Desgraciados vosotros porque no tendréis paz!.
9 No digáis al observar a los justos y buenos que están con vida:
"Durante su vida han trabajado laboriosamente y experimentado mucho
sufrimiento, han conocido muchos males, han sido consumidos, disminuidos y
su espíritu humillado.
10 "Han sido destruidos y no han encontrado a nadie que los ayude ni con
una palabra, han sido torturados y no esperan ver la vida al día siguiente.
11 "Esperaban ser la cabeza pero son la cola. han sufrido trabajando pero
no disponen del fruto de su trabajo; son alimento de los pecadores y los
malvado han descargado su yugo sobre ellos.
12 "Les han dominado los que los odian y los que los agreden. Ante quines
los odian han bajado la cabeza y ellos no han tenido piedad.
13 "Han intentado alejarse de ellos para escapar y descansar pero no han
encontrado a dónde huir ni cómo escapar de ellos.
14 "Se han quejado ante los gobernantes por su tribulación y han gritado
contra quienes los devoran, pero sus gritos no han sido atendidos ni
escucharían su voz,
15 porque los gobernantes ayudan a los que los despojan y devoran, a los
que han reducido su número; encubren la opresión; no retiran el yugo de los
que los devoran, desplazan y matan; ocultan su violencia y no recuerdan que
han levantado su mano contra Él".
Capítulo 104
1 Os lo juro, en el cielo los ángeles se acuerdan de vosotros para bien,
en presencia de la Gloria del Grande.
2 Esperad, aunque primero habéis sido afligidos con la desgracia y el
sufrimiento, ahora brillaréis como las luminarias del cielo. Apareceréis y
brillaréis y la puerta del cielo se abrirá ante vosotros.
(Mt 5:5-12)
3 Con vuestro grito, gritad por justicia y ella aparecerá para vosotros,
porque toda vuestra tribulación será visitada en los gobernantes y en todos
los que han ayudado a quienes os despojan.
4 Esperad y no renunciéis a vuestra esperanza porque disfrutaréis de una
gran alegría, como los ángeles en el cielo.
5 ¿Qué debéis hacer? No tendréis que esconderos el día del gran juicio,
no seréis tomados por pecadores, el juicio eterno caerá lejos de vosotros
para todas las generaciones del mundo.
6 Ahora no temáis, oh justos, cuando veáis a los pecadores crecer en
fuerza y prosperidad en sus caminos ni os asociéis con ellos sino manteneos
alejados de su violencia, porque vosotros seréis socios de las huestes de
los cielos.
7 Aunque vosotros pecadores digáis: "Ninguno de nuestros pecados debe ser
investigado ni registrado", sin embargo vuestros pecados son anotados todos
los días.
8 Ahora os muestro que la luz y las tinieblas, el día y la noche vienen
sobre vosotros. (Jn 3:20; Ef 5:13)
9 No seáis impíos en vuestros corazones, no mintáis ni alteréis la
palabra de la verdad, no acuséis de mentirosa a la palabra del Santo y del
Grande, no toméis en cuenta a vuestros ídolos porque todas vuestras mentiras
e impiedades no os serán imputadas como justicia sino como un gran pecado.
10 Ahora sé este misterio: los pecadores alterarán y desnaturalizarán en
muchas formas la palabra de verdad y proferirán palabras inicuas, mentirán e
inventarán grandes falsedades y escribirán libros sobre sus palabras.
11 Sin embargo si ellos escriben verdaderamente toda mi palabra en sus
idiomas y si no alteran ni abrevian mis palabras, sino que escriben todo
según la verdad, todo eso lo testificaré de primero en favor de ellos.
(Fp 1:18)
12 Sé otro misterio: las escrituras serán dadas a los justos y a los
sabios para comunicar alegría, rectitud y mucha sabiduría.
13 Las escrituras les serán dadas, ellos creerán y se regocijarán en
ellas; se alegrarán todos los justos al aprender de ellas todos los caminos
de justicia.
Capítulo 105
1 En esos días el Señor les designó entre los hijos de la tierra para
leerlas y para darles testimonio sobre su sabiduría, diciéndoles:
"Enseñádselo, porque seréis sus guías y recibiréis las recompensas; entre
todos los hijos de la tierra vosotros tendréis toda recompensa.
2 ¡Alegraos pues, hijos de la justicia, tendréis paz! Amen
Fragmento del Libro de Noé
Capítulo 106
1 Pasado un tiempo tomé yo, Enoc, una mujer para Matusalén mi hijo y ella
le parió un hijo a quien puso por nombre Lamec diciendo: "Ciertamente ha
sido humillada la justicia hasta este día". Cuando llegó a la madurez tomó
Matusalén para él una mujer y ella quedó embarazada de él y le dio a luz un
hijo.
(Gn 5:25,28)
2 Cuando el niño nació su carne era más blanca que la nieve mas roja que
la rosa, su pelo era blanco como la lana pura, espeso y brillante. Cuando
abrió los ojos iluminó toda la casa como el sol y toda la casa estuvo
resplandeciente.
3 Entonces el niño se levantó de las manos de la partera, abrió la boca y
le habló al Señor de justicia.
4 El temor se apoderó de su padre Lamec y huyó y fue hasta donde su padre
Matusalén.
5 Le dijo: "He puesto en el mundo un hijo diferente, no es como los
hombres sino que parece un hijo de los ángeles del cielo, su naturaleza es
diferente, no es como nosotros; sus ojos son como los rayos del sol y su
rostro es esplendoroso.
6 "Me parece que no fue engendrado por mí sino por los ángeles y temo que
se realice un prodigio durante su vida.
7 "Ahora, padre mío, te suplico y te imploro que vayas a lado de Enoc
nuestro padre y conozcas con él la verdad, ya que su residencia está con los
ángeles".
8 Así pues cuando Matusalén hubo oído las palabras de su hijo, vino havia
mí en los confines de la tierra, porque se había enterado que yo estaba
allí; gritó y oí su voz; fui a él y le dije: "Heme aquí hijo mío ¿por qué
has venido hacia mí?".
9 Me dijo: "He venido hacia ti debido a una gran inquietud y a causa de
una visión a la que me he acercado.
10 Ahora escúchame padre mío, le ha nacido un hijo a mi hijo Lamec, que
no se parece a él, su naturaleza no es como la naturaleza humana, su color
es más blanco que la nieve y más rojo que la rosa, los cabellos de su cabeza
son más blancos que la lana blanca, sus ojos son como los rayos del sol y al
abrirse han iluminado toda la casa.
11 "Se ha levantado de las manos de la partera , ha abierto la boca y ha
bendecido al Señor del cielo.
12 "Su padre Lamec ha sido presa del temor y ha huido hacia mí, no cree
que sea suyo sino de los ángeles del cielo y heme aquí que he venido hacia
ti para que me des a conocer la verdad".
13 Entonces yo Enoc, le respondí diciendo: "Ciertamente restaurará el
Señor su ley sobre la tierra, según vi y te conté, hijo mío. En los días de
Yared, mi padre, transgredieron la palabra del Señor.
14 "He aquí que pecaron, transgredieron la ley del Señor, la cambiaron
para ir con mujeres y pecar con ellas; desposaron a algunas de ellas, que
dieron a luz criaturas no semejantes a los espíritus, sino carnales.
15 "Habrá por eso gran cólera y diluvio sobre la tierra y se hará gran
destrucción durante un año.
16 "Pero ese niño que os ha nacido y sus tres hijos, serán salvados
cuando mueran los que hay sobre la tierra.
17 "Entonces descansará la tierra y será purificada de la gran
corrupción.
18 "Ahora di a Lamec: 'él es tu hijo en verdad y sin mentiras, es tuyo
este niño que ha nacido'; que le llame Noé porque será vuestro descanso
cuando descanséis en él y será vuestra salvación, porque serán salvados él y
sus hijos de la corrupción de la tierra, causada por todos los pecadores y
por los impíos de la tierra, que habrá en sus días.
(Gn 5:29)
19 "A continuación habrá una injusticia aun mayor que esta que se habrá
consumado en sus días. Pues yo conozco los misterios del Señor, que los
santos me han contado y me han revelado y que leí en las tablas del cielo.
Capítulo 107
1 "Yo vi escrito en ellas que generación tras generación obrará el mal de
este modo, y habrá maldad hasta que se levanten generaciones de justicia, la
impiedad y la maldad terminen y la violencia desaparezca de la tierra y
hasta que el bien venga a la tierra sobre ellos.
2 "Ahora, ve Lamec, tú hijo, y dile que este niño es, de verdad y sin
mentiras, su hijo".
3 Y cuando Matusalén hubo escuchado la palabra de su padre Enoc, que le
había revelado todas las cosas secretas, él regresó y la hizo conocer y le
dio a este niño el nombre de Noé, pues él debía consolar la tierra de toda
la destrucción.
Capítulo 108
1 [Otro libro que escribió Enoc para su hijo Matusalén y para aquellos
que vendrán después de él y guardarán la ley en los últimos días.
2 Vosotros habéis obrado bien, esperad estos días hasta que el final sea
consumado para los que obran mal y hasta que sea consumido el poder de los
pecadores.
3 Esperad porque verdaderamente el pecado pasará y el nombre de los
pecadores será borrado del libro de la vida y del libro de los santos; y su
semilla será destruida para siempre, sus espíritus serán muertos, se
lamentarán en un desierto caótico y arderán en el fuego porque allí no habrá
tierra.
4 Observé allí una nube que no se veía bien porque a causa de su
profundidad no podía mirar por encima; vi una llama de fuego ardiendo
resplandecer y como montañas brillantes que daban vueltas y se arrastraban
de un lado para otro.
5 Le pregunté a uno de los ángeles santos, que iba conmigo, y le dije:
"¿Qué es se objeto brillante?" Porque no es el cielo sino solamente una
llama brillante que arde y un estruendo de gritos, llantos, lamentos y gran
sufrimiento.
6 Me dijo: " A este lugar que ves allí son arrojadas las almas de los
pecadores, de los impíos, de los que obran mal y de todos aquellos que
alteren lo que el Señor ha dicho por boca de los profetas, lo que será.
7 Porque algunas de estas cosas están escritas en libros y otras grabadas
en lo alto del cielo para que los ángeles y los santos las lean y sepan lo
que ocurrirá a los pecadores, a los espíritus humildes, a quienes han
afligido sus cuerpos y han sido recompensados por Dios y a quienes han sido
ultrajados por los malvados;
8 a quienes han amado a Dios y no han amado el oro ni la plata ni ninguna
de las riquezas de este mundo y sus cuerpos han sido torturados; (Mt 6:24;
Lc 16:13)
9 a quienes después de existir no han deseado alimento terrestre, son
mirados como una brisa que pasa y viven de acuerdo con ello y el Señor ha
probado sus almas y las ha encontrado puras para bendecir su nombre.
10 He expuesto en los libros toda su bendición: Él les ha recompensado
pues ha sido hallado que aman más al cielo que al solo de este mundo y
mientras eran pisoteadas por los malvados y oían las ofensas y maldiciones y
eran ultrajadas, ellas me bendecían.
11 Ahora apelaré a los espíritus de los buenos ente las generaciones de luz
y transformaré a quienes han nacido en tinieblas y no han recibido en su
cuerpo honor y gloria ni recompensa como convenía a su fe.
12 Exhibiré en una luz resplandeciente a quienes han amado mi nombre
santo y los haré sentar en un trono.
13 Brillarán por tiempos innumerables, pues el juicio de Dios es justo y
Él restaurará la fidelidad de los fieles en la morada de los caminos de la
verdad. (4Es 2:35)
14 Ellos verán arrojar en las tinieblas a quienes han vivido en las
tinieblas, mientras que los justos brillarán.
15 Los pecadores gritaran fuerte y los verán brillar a ellos, que
verdaderamente saldrán los días y tiempos que están prescritos para ellos.
Los versículos y apartes incluidos [entre paréntesis] muy probablemente
no forman parte del libro, especialmente el "Capítulo 108", que expresamente
declara ser el comienzo de otro libro. Sin embargo, se encuentran en varios
manuscritos etíopes o griegos, por lo que han sido incluidos en esta
traducción para que los lectores formen su propio criterio al respecto.
En el respectivo versículo, se citan adicionalmente(referencias a) otros
libros.
Referencias a Enoc se encuentran en múltiples versículos del Nuevo
Testamento (v.g. Mt 3:12, 5:4-12, 11:28, 13:31-32, 24:14, 27, 26:64; Mc
13:10,26, 14:21,62; Lc 1:52, 2:14, 6:24, 9:35, 16:13, 23-31, 24:36; Jn 3:20;
Co 6:3; Ef 3:18;5:13; Flp 1:18; 2Ts 2:2; Hb 11:5; 1P 3:14; Ap 3:17, 6:10,
8:2, 12:16, 16:14, 19:19, 20:1-3, 21:23-24).
Los primeros cristianos tuvieron gran aprecio por el Libro de Enoc, como
lo atestiguan las epístolas canónicas de Judas (6 y 14-16) y 2 Pedro (2:4),
así como la no canónica de Bernabé y los escritos de Justino Mártir
(100-165), Atenágoras (170); Tatiano (110-172); Irineo, Obispo de Lyon
(115-185); Clemente de Alejandría (150-220); Tertuliano (160-230); Lactantio
(260-325) y además los de Metodio de Filipo, Minucius Felix, Comodiano y
Prisciliano (m. 385).
Esta publicación no tienen ningún ánimo de lucro, el trabajo de traducción
fue hecho gratuitamente, con fines estrictamente espirituales y NO
puede copiarse para fines comerciales ni con ánimo de lucro.
El traductor espera que el mayor número de lectores de lengua castellana
pueda nutrirse libremente del legado espiritual de esta obra y que cada vez
más personas puedan descubrir el aporte de los hombres justos que
escribieron este y otros escritos intertestamentarios, preparando la venida
del Cristo y la Nueva Alianza.
Los primeros cristianos tuvieron gran aprecio por el Libro de Henoc, como
lo atestiguan las epístolas canónicas de Judas (6 y 14-16) y 2 Pedro (2:4),
así como la no canónica de Bernabé y los escritos de Justino Mártir
(100-165), Atenágoras (170); Tatiano (110-172); Irineo, Obispo de Lyon
(115-185); Clemente de Alejandría (150-220); Tertuliano (160-230); Lactantio
(260-325) y además los de Metodio de Filipo, Minucius Felix, Comodiano y
Prisciliano (m. 385).
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