6.2 Líneas principales
Las líneas principales indican como van a ir sucediendo
los distintos acontecimientos en el transcurso de nuestra vida.
Ellas son: la línea de la vida, la del corazón y la de la
cabeza.
Línea de la vida
La línea de la vida es, sin duda, la línea más importante y
significativa entre las demás. Generalmente empieza en el borde
de la mano, a igual distancia entre el pulgar y el índice. Si se
redondea, circundando completamente el monte de Venus; si es
larga, bien dibujada y sin interrupciones hace prever una larga
existencia feliz, sin enfermedades graves, y sentimientos
generosos (fig. 55).
Si el arco continúa más allá del monte de Venus, presagia
sensualidad, confianza en sí mismo y temperamento activo e
impetuoso; si, por el contrario, reduce el monte de Venus,
indica frialdad y constitución delicada.
Si la línea vital es corta, indica insuficientes reservas
vitales; pero no excluye una cierta potencia biológica capaz de
influenciar en un momento dado el equilibrio vegetativo y la
duración de la vida.
Si la línea está cortada en la parte inferior en dos troncos
(fig. 56), indica que en aquel momento de la vida se producirá
un acontecimiento importante: incidente, enfermedad grave.
Si esta fractura está marcada en ambas manos, significa "muerte"
en aquella época. Si las dos ramas de la línea, en el punto de
fractura, son paralelas en un breve trecho, los acontecimientos
serán menos graves (fig. 57).
Si la línea está cortada y las dos ramificaciones en el punto de
fractura presentan un rectángulo o un cuadrado, es señal de que
existe un grave riesgo de incidente o de enfermedad grave, pero
que no tendrán consecuencia letal (fig. 58).
La línea en cadena es signo de salud delicada y de nerviosismo
(fig. 59).
Si tiene los extremos de la parte inferior dirigidos hacia la
muñeca, indica pérdida de dinero o daños para la salud (fig.
60).
Si la línea de la vida está cortada por muchas rayas finas,
indica que se tendrán ligeras enfermedades, nerviosismos
pasajeros, trastornos de diversa especie (fig. 61).
Si en el comienzo de la línea hay pequeñas ramificaciones o una
gran ramificación dirigida hacia el índice son indicios de éxito
en propósitos incluso ambiciosos, nobleza de carácter, orgullo
(fig. 62).
Si la línea empieza entre el pulgar y el índice, bifurcada,
según madame de Thebes es señal de robustez, mientras que
Desbarrolles lo considera signo de vanidad (fig. 63).
Si en el punto de partida está unida a la línea de la cabeza y a
la del corazón, es mal presagio, quizá muerte imprevista (fig.
64).
Si en el punto de partida no está unida a la línea de la cabeza,
el individuo será de carácter independiente, temerario por
inconsciencia del riesgo, tendrá inteligencia especulativa, se
sentirá inclinado a abstraerse de las contingencias de la vida
material, tendrá espíritu independiente (fig. 65).
Cuando la línea de la vida es regular y existe otra línea que
corre paralela a ella por el interior del monte de Venus (línea
hermana), significa que el individuo es de constitución fuerte,
perseverante y valeroso, y que tiene gran resistencia física
(fig. 66).
Si la línea de la vida tiene defectos y la línea hermana repite
los mismos defectos de la línea principal, redobla el
significado infausto, mientras que si la línea vital es corta y
la línea hermana es más larga, esto preanuncia una enfermedad
grave, pero no mortal.
Si la línea de la vida tiene la línea hermana clara,
perfectamente trazada y bastante profunda, significa que existe
una influencia orgánica y compensadora que equilibra (fig. 67).
Cuando la línea de la vida está rota en las dos manos, es señal
de muerte.
Si la línea tiene ramificaciones hacia el llano de Marte, indica
que se conquistarán riquezas y honores después de largas luchas
(fig. 68).
Cuando la línea de la vida es pálida y profunda, hace prever
mala salud, malos instintos y, en general, tendencia a la
envidia.
Si la línea larga es de un rojo vivo, significa que el individuo
es particularmente violento y brutal. Si la línea de la vida
está intercalada de rojeces, indica un individuo colérico hasta
el furor.
Cuando la línea de la vida antes de partir del lado de la mano
que hay entre el monte de Júpiter y el monte de Venus (pulgar e
índice) tiene una o dos ramificaciones sobre el monte de Júpiter,
de modo que parece que se inicie en este monte, indica que
existirá gran ambición, y que casi siempre llevará a un éxito
total.
La línea de la vida ligada a la de la cabeza por cierto trecho
indica timidez y desconfianza en uno mismo. Una o más
ramificaciones que parten de la línea de la vida y se dirigen
hacia arriba son óptimo presagio; posibilidad de alcanzar
riquezas y honores, aspiraciones nobles y elevadas (fig. 69).
Si la línea de la vida está muy marcada, mientras que las demás
líneas no existen más que como débiles signos, la mano es de un
idiota (fig. 70).
Línea de la cabeza
La línea de la cabeza está trazada entre la línea de la vida y
la del corazón. En su comienzo puede estar unida a la línea de
la vida, o bien estar separada de ella; según el espacio que
separa las dos líneas, pueden inferirse modificaciones a las
características del temperamento y del destino. La línea de la
cabeza atraviesa Las Lineas de la Mano (llano de Marte) y
termina sobre el monte de Marte.
Esta línea permite juzgar el valor mental, es decir la capacidad
intelectual, la fuerza de control y de voluntad.
Cuando la línea es normal, recta, bien trazada, profunda y un
poco inclinada hacia abajo se deduce que existe un buen
equilibrio de las facultades mentales, lucidez de espíritu, buen
dominio de uno mismo, lógica y voluntad fuerte para superar las
dificultades de la vida; pero si la misma línea atraviesa un
monte de Marte poco desarrollado, se tendrá menos fuerza para
luchar en la vida (fig. 71).
Si la línea de la cabeza se dirige muy hacia abajo de Las Lineas
de la Mano, revela una excepcional inteligencia sintética y
ecléctica y mucha claridad de juicio (fig. 72).
Si se vuelve hacia la línea del corazón indica atolondramiento
(fig. 73).
Si la línea es profunda, revela un carácter reservado,
intensidad de pensamiento y opiniones decididas; si, por el
contrario, la línea es superficial, revela que la atención y la
concentración están sujetas a distracciones.
Si la línea es larga y roja, indica que existe tendencia a
errores de juicio y a la determinación; quizás también
predisposición a la violencia. Madame de Thebes aconseja que se
desconfíe de las personas que tienen este tipo de línea,
especialmente si la primera falange del pulgar es gruesa. Si la
línea es breve, denota ligereza, imprevisión, coquetería e
infidelidad (fig. 74).
Si se detiene sobre el monte de Saturno, indica incidente grave
(fig. 75).
Efectos de la confluencia o de la separación entre la línea de
la vida y la de la cabeza.
Si la línea de la cabeza se confunde al principio, por un buen
trecho, con la de la vida, revela un exceso de concentración,
complejo de inferioridad, timidez y modestia mezclada, a veces,
con inconsciente orgullo.
Si las dos líneas se confunden al principio, formando cadena, se
prevé que el sujeto será particularmente nervioso en la infancia,
lo que retrasará el desarrollo de su personalidad; la salud será
endeble.
Cuanto más breve es el contacto al principio de las dos líneas,
tanto más se revela una independencia mental fecunda y una
oportuna confianza en las propias posibilidades.
Si las dos líneas están normalmente ligadas en su comienzo, se
deduce de ello, para el sujeto, un buen equilibrio y
racionalidad. Una natural prudencia, un carácter reflexivo con
un buen control sobre sí mismo.
Línea separada de la de la vida, pero no muy distante, indica
confianza en sí mismo, unos juicios y decisiones prontos, así
como independencia de pensamiento.
Línea muy separada. Hay que interpretarla basándose en todos los
demás indicios proporcionados por la mano; en general indica
independencia de puntos de vista, temeridad, desasimiento y poco
interés por los casos materiales de la vida, carácter
introvertido.
Si la línea se cierra con una bonita ramificación sobre el monte
de la Luna después de haber descrito un amplio arco, demuestra
mente creadora e imaginación viva.
Es también la línea del escritor, del comediógrafo, etc.
Siempre debe recordarse que no pueden reconocerse las
inclinaciones favorables o desfavorables de un individuo sobre
la base de un solo signo; por tanto, para emitir un juicio es
siempre necesario el concurso de todos los demás signos.
Línea del corazón o cordial
Esta línea es la primera que atraviesa Las Lineas de la Mano por
debajo de los montes; puede empezar bajo el monte de Júpiter y
terminar en el extremo de la mano denominada "percusión" (fig.
76). De su posición, de su dibujo y de las modificaciones que se
advierten en su recorrido se obtienen informaciones sobre las
cualidades afectivas del sujeto, sobre algunas facultades
psíquicas y también muchas indicaciones sobre las condiciones
físicas del corazón.
Una línea normal, recta, continua, indica un buen corazón,
sensibilidad delicada y generosa, así como fortuna.
Si está más bien baja, es decir, si entre esta línea y la base
de los dedos hay una distancia semejante a la tercera parte de
la medida de Las Lineas de la Mano, se infiere buen carácter,
tendencias generosas, inteligencia del corazón, idealismo, altas
aspiraciones sentimentales.
Si la línea es particularmente profunda, los sentimientos serán
intensos, incluso apasionados y tenaces.
Si la línea está trazada muy arriba, es decir próxima a la base
de los dedos, indica que existe control de las emociones
afectivas, carácter práctico y egoísmo en los contactos sociales;
lógica e inteligencia extremadamente analítica.
Si, a diferencia de las demás líneas, presenta un color rojo,
presagia amor violento, apasionado; si es pálida y ancha es
signo de amor sin delicadeza, de lujuria y de sentimientos poco
profundos. Línea cortísima, truncada bajo el anular, indica
pobreza de espíritu y disposición a sufrir trastornos de la
vista, de la circulación o cardíacos (fig. 77).
Si está truncada bajo el monte de Saturno (dedo corazón), indica
vida inquieta por celos; egoísmo y disgustos en amor o en
amistad (fig. 78).
Si no tiene ramificaciones, hace presagiar amenazas de muerte
violenta. Si la línea termina bajo el monte de Saturno, pero se
curva hacia la línea de la cabeza y la toca más o menos
netamente, significa predisposición a un grave trastorno de
corazón (fig. 79).
Si forma una ligera curva bajo el dedo corazón, revela
sentimientos sin calor, materialismo e incluso cinismo.
Si la línea termina entre el dedo corazón y el índice, indica
que el tipo de las emociones será más refinado y la afectividad
será relativamente tranquila y bastante idealizada; si la curva
es particularmente profunda, es signo de que se tendrá
sensualidad, capacidad de amor profundo, pero tiránico y celos.
Si esta ancha curva se cierra en la raíz del índice, se tendrá
idealismo amoroso acompañado de una cierta sensualidad generosa
(fig. 80).
Cuando la línea termine dirigiéndose hacia el monte de Júpiter (dedo
índice) entre ramificaciones ascendentes, es un pronóstico
favorable, sea moral o materialmente; anuncia sentido estético y
sentimientos capaces de entusiasmo.
Si las ramificaciones son dos, presagian un éxito y fortuna
(fig. 81).
Si la línea corta la mano por entero, indica sensibilidad y
celos (fig. 82).
Si desciende hacia la línea de la cabeza, anuncia malos
instintos y avaricia (fig. 83), hipocresía; el corazón está
dominado por la razón.
Si parte del monte de Júpiter, se curva y se une claramente a la
línea de la cabeza bajo el monte de Saturno (dedo corazón),
predice fatalidad, pasión contrariada que puede tener las más
graves consecuencias.
Los puntos sobre la línea del corazón anuncian otras tantas
heridas físicas o morales (fig. 84).
Si la línea está atravesada por barritas verticales, indica
disgustos amorosos (fig. 85).
Si es en cadena, o con muchas líneas a lo largo de su curso,
predice inconstancia en amor (fig. 86), coquetería, tendencia a
los latidos de corazón.
Si está dividida en varios troncos, indica inconstancia, sea en
amores o amistades (fig. 87).
Si falta la línea del corazón es señal de escasa afectividad, de
voluntad y de capacidad para hacer el mal (fig. 88), debilidad
organismo, egoísmo.
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